Estaba atado y amordazado. Harry estaba enfurecido.

-¿Que haces aquí, Malfoy? ¿has venido a seguir a tu Señor Oscuro no es así? A ponerte a sus órdenes...

- Harry, nunca lo sabremos si no lo desatas...

-¿Para qué? ¿Para que vaya corriendo con su padre a decirle donde estamos?

Los ojos grises de Malfoy se veían aterrados, pero como si trataran de hablar... me miró implorante. Decidí desatarlo.

-No Luna, no lo hagas...

-Harry, si no nunca sabremos como es que llegó aquí!

Lo desaté... comenzó a toser, y dijo:

-Lovegood... Potter... es una trampa! ¡Deben creerme! ¡Ya vienen!

-Explícate Malfoy, no hagas que me arrepienta de haberte desatado...

-Sientate y habla claro... ¿cómo llegaste aquí?

Draco respiró hondo. Parecía no encontrar las palabras.

-Escuché a mi padre en la mañana. Utilicé los polvos flu para preguntarle unas cosas sobre mi escoba... y estaba en la sala, hablando con... con...

-¡Con quien! –Dijo Harry desesperado.

- Con la tía Bellatrix...

Harry se levantó como para golpearlo, tal y como si le hubiera insultado. Malfoy solo acertó a cubrirse pero detuve a Harry.

- ¡¡¡Harry por favor!!! ¡Déjalo terminar! Además no ha dicho mentiras... esa mujer es su tía... - Harry lo seguía mirando con cara de pocos amigos y después asintió. – Continúa Malfoy – Le dije. – Estaba hablando con tu tía, ¿y entonces?

- El no me escuchó. Estaba de espaldas a la chimenea. Y los escuché. Tenían planeado atacar esta misma noche... El señor tenebroso está con ellos y listo para enfrentarse a Dumbledore... y a ti Potter. Han dicho que te llegarían por tu punto más débil y entonces ya no tendrías escapatoria... Es por eso que he venido a advertirte.

- Pe-pero... - miles de preguntas se le agolpaban en la cabeza a Harry – ¿cómo... cómo es que te preocupa lo que los mortífagos y Voldemort me vayan a hacer? Y no me has respondido ¿Cómo es que llegaste aquí? ¿Quién te puso esas ataduras?

- Alguna vez escuché a Snape platicar con la profesora McGonagall sobre el pasadizo que hay en el sauce boxeador, sobre como le hizo para detenerlo y entrar para ir detrás de ustedes hace tres años... y que llegaba justo aquí. Yo solo supe que ustedes vendrían a Hogsmeade, y opté por tomar el pasadizo para llegar más pronto y advertirles... pero ¿recuerdan que les dije que mi padre no me escuchó? – asentimos - pues si, al parecer el no me escuchó, pero...

Una fría voz se escucho en la penumbra.

- Pero yo sí.

No hubo necesidad de presentaciones. Ese pelo negro y esa sonrisa maliciosa ya la conocíamos... la vimos en el Ministerio de Magia... Esa voz fue la misma que envió a Sirius tras el velo el año anterior... Sujeté a Harry.

-Buen trabajo mi querido sobrino... aunque no fue muy prudente el querer traicionar a papá, ¿cierto? Pero la tía Bellatrix te enseñará algo de buenos modales para que a la próxima la pienses dos veces... - Levantó su varita y gritó - ¡Crucio!

Malfoy lanzó un grito desgarrador y su cuerpo comenzó a contorsionarse de una manera grotesca. Entonces Harry gritó:

-¡Stupefy!

Bellatrix Lestrange salió disparada hacia atrás. Un hilillo de sangre le escurría por la frente. Yo corrí a auxiliar a Malfoy, que se encontraba en un estado deplorable.

-Aaah... pero si es el bebé Potter. – dijo, poniéndose de nuevo en pie - ¿Cómo te has sentido últimamente, pequeño? Me han dicho que no te sentó muy bien lo que le hice a mi querido primo... era tu padrino ¿no es así?...

-¡No te atrevas a hablar de Sirius, maldita bestia! –gritó Harry apuntándole con la varita. – No tienes ningún derecho de mencionarlo...

- Ooouuu... lo querías mucho, ¿verdad Potter? Lamento que gracias a mí ya no lo vayas a ver de nuevo...

- Tienes que buscar a los demás – Me dijo Malfoy – No se tocará el corazón, Lovegood... quieren acabar con Potter...

- Draco, dime donde están los demás mortífagos... ¿venía ella sola?

- No... también venía alguien más...

Bellatrix gritó y calló al piso. Inmediatamente se levantó y gritó - ¡Crucio! – Harry comenzó a gritar y a retorcerse.

- ¡¡¡Harry!!! – Grité – Nooo!!! Dejalo!!!!!!!

Volteó a verme pero sin dejar de apuntarle a Harry. Sonrió. Entonces:

- ¡Déjalo Bellatrix! ¡Expelliarmus!

La varita de Bellatrix voló hasta la mano del Profesor Lupin. Harry dejó de gritar y respiraba con dificultad. Corrí hacia el.

- Harry... ¿estás bien? – Lo abracé. Tenía sangre en la boca. – Calmate, todo estará bien...

El profesor Lupin gritó y una luz roja atravesó la habitación. Bellatrix Lestrange cayó inconsciente al piso.

- ¿Están bien? Harry... Luna... - Volteó y lo vió - ¿Draco? ¿Que haces aquí? ¿Cómo has llegado? – El profesor Lupin de acercó a él - ¿Qué ha pasado?

- Profesor, Bellatrix Lestrange lo tenía atado. De el eran los gemidos que escuchábamos, ¿recuerda? – Le dije.

- Ten Cho, cuida la varita de Bellatrix. – Nos dio pedacitos de chocolate a Draco, Harry y a mí. – A ver, explicame.

Draco le dijo lo mismo que a nosotros. El profesor Lupin se rascaba la barba, cuando le preguntó:

-¿No venía sola? ¿Venía entonces alguien más con ella? ¿Quién era?

- No se, profesor. No lo conozco. Era un tipo bajito... solo alcancé a ver que tenía una mano de plata...

- ¡Peter! – Dijeron al mismo tiempo Harry y Remus.

-¿Quién? – Preguntamos los demás.

- Peter Pettigrew. El fue el que ayudó a Voldemort a volver... por eso tiene la mano de plata. El sacrificó su carne para que pudiera alzarse de nuevo el señor tenebroso.

-Y por mi culpa. Yo lo liberé. Yo impedí que Sirius lo matara. De no haber tomado esa estúpida decisión, Sirius estaría aquí... - Dijo Harry.

- No Harry, Voldemort de cualquier manera hubiera regresado. ¿Sabes a donde se fue Peter, Draco?

-No profesor.

-Tenemos que encontrarlo profesor – Dijo Harry – Si no lo encontramos pronto puede avisarle a los demas donde estamos...

-Pero eso seria muy peligroso, digo, si dicen que el fue el que ayudo a regresar al Señor Tenebroso, quiere decir que es muy poderoso, no es asi? – Dijo Cho.

-Peter Pettigrew no es mas que un cobarde – Dijo Harry – Una rata sin otra ambicion que salvarse el maldito pellejo...

-Tranquilo Harry. Lo encontraremos. – Dijo el Profesor Lupin. Con un hechizo ató a Bellatrix y la trajo consigo.

-Te sientes bien, Harry? Te ayudo? – Le pregunte.

-Si, no es nada. Yo puedo solo.

-Esta bien – Le dije – Ven Malfoy, te ayudare a levantarte.

-Eh... gracias Luna. – Y me sujetó fuerte del brazo. Sus dedos lastimandome me daban una idea del dolor que sentia Draco.

Harry solo lo miró como no creyendole. Aun desconfiaba. Yo solo queria que esto terminara cuanto antes.