' DEJATE QUERER '
By Rakime
CAPÍTULO 2.- 'RESFRIADO'
______________________________
(Kurama)
Los primeros rayos del sol que se filtraron por mi ventana, alumbraron mi cara, provocando que me despertara. Abrí mis ojos con mucha pereza, mientras dejaba salir un gran bostezo de mi boca y me estiraba. Un nuevo día había comenzado y ya tenía que alistarme para ir al colegio. Tarde unos cuantos minutos más para levantarme, en verdad que hoy tengo flojera. Me descobije y volví a estirar mi cuerpo mientras me sentaba sobre la misma cama en la que me encontraba acostado. Bostezando de nuevo, coloque los pies fuera de la cama, me puse de pie, pero al sentir que había pisado algo, y al escuchar un pequeño quejido, enseguida regrese a la cama. "¡Hiei!" me dije sorprendido a mi mismo cuando lo vi aún dentro del saco de dormir, me extraño mucho, nunca lo encuentro por la mañana aquí, siempre se va antes, ¿por qué hoy se había quedado?. Él se incorporó poco a poco, con una expresión de confusión, frotándose un ojo con una de sus manos, aún estaba adormecido. Me le quede observando, noté que su nariz se encontraba roja y sus ojos se veían como hinchados, llorosos. Ahora entiendo que hace aquí todavía...
"Hiei, ¿te encuentras bien? " – le pregunté algo preocupado al ver que no me había dicho nada, bueno, aunque eso no era raro, casi no habla.
"¿Eh?... si, si, estoy bien "– contestó con voz un poco ronca y después se volvió a tumbar – "¿Por qué te has despertado tan temprano? " – me preguntó algo malhumorado
"No, yo no me desperté temprano, tú te despertaste muy tarde " – le corregí – "¿Seguro que te sientes bien? "
"¡Que si, estúpi... ¡Atchis! "– antes de que pudiera terminar la frase, dio un fuerte estornudo, escupiéndome todo los pies
"¡Oh!, parece que te has resfriado "– y acto seguido toque su frente cuidadosamente, la banda que utiliza para cubrir su jagan estaba húmeda, sudada y caliente, no se si es la temperatura normal de un demonio de fuego, pero en verdad que está caliente.
______________________________
(Hiei)
¿Resfriado?, ¿qué demonios es eso?. Ya iba a preguntarle al kitsune, pero un maldito estornudo me detuvo de nuevo. Honestamente me siento fatal, pero por supuesto que no se lo iba a decir; siento como si tuviera algo dentro de mi nariz, obstruyéndola, ya que me cuesta trabajo respirar, mi garganta ardió cuando mencione esas pocas palabras, me sentía caliente, hirviendo, más de lo normal, esta extraña sensación que tengo de llorar, o no de llorar, solo siento como si lágrimas fueran a salir de mis ojos y pareciera que la cabeza me fuera a estallar, me dolía fuertemente. Maldición, que incomodidad...
"¿Qué es res... atchis... friado? "– pregunté a Kurama.
"Una enfermedad, se podría decir que no muy fuerte, al parecer la pescaste "– me contestó con su usual sonrisa, pero a pesar de eso se notaba algo preocupado, no se por qué
"Yo no... ¡atchis!... he ido a... a... atchis... pescar nada... atchis " – le reclamo algo confundido
"Jejejeje, no Hiei, es solo una expresión " – odio cuando se ríe así, parece un tonto, pero más odio que se ría de algo que yo diga, ¿por qué no específica que es antes de hablar?, los ningen tienen una forma rara para hablar
"¡Bah! "
"¿Qué nunca te has resfriado Hiei? "
"No que... atchis... yo recuer... atchis... de " – si, creo que nunca había sentido esto, ¿enfermo?, pues solo cuando me herían, aunque no se si eso es enfermedad
"Humm... entonces te vas a sentir muy mal... .Es extraño, a la mejor es solo una enfermedad que se puede pescar aquí en el Ningenkai, y has de haber obtenido el virus ayer que estabas afuera con ese fuerte viento "- ¿qué ha dicho ò_ô?
" Ahh, si... atchis... eso ha de... atchis... haber sido " – respondí indiferentemente
Me puse de pie, algo lento, sentía mi cuerpo muy pesado. Pero cuando ya estaba levantado, lo sentí más pesado aún, el maldito dolor de cabeza que tengo se acrecentó y todo me empezó a dar vueltas. Perdí el equilibrio, y me fui para abajo, cerré mis ojos ya solo para esperar el golpe que me daría al chocar con el piso, pero no sentí nada. Abrí mis ojos y Kurama me tenía rodeado por el pecho con sus manos, si hubiera sido cualquier otro momento lo hubiera empujado enseguida, pero ahora no, porque evito que me cayera, además, no sentía fuerzas para empujarlo. Luego me jalo hasta la cama, donde me empujó para que me sentara...
"No debiste levantarte de golpe, Hiei "
"Oh, calla... atchis... te "
"Pienso que deberías de quedarte aquí, al menos hasta que te recuperes " – me dijo con un tono evidentemente preocupado
"¡Claro que... atchis... no! "– me negué, no pienso quedarme aquí y menos así, no quiero que los idiotas de Yusuke y Kuwabara me vengan a fastidiar. Otra vez intente levantarme, pero Kurama sujeto firmemente mi muñeca, y me dijo muy imponentemente, o al menos eso me pareció, porque esta vez no pude contradecirlo...
"¡Si sales de aquí, yo salgo detrás de ti, y te regreso a rastras o no importando como, pero tu aquí te vas a estar!, ¿entendido? "
______________________________
(Kurama)
Vaya, creo que soné muy rudo e imponente, solo espero no haberlo enfadado con esto, pero es que en verdad me preocuparía que se fuera en el estado que esta, allá afuera hay muchos youkais que quieres deshacerse de él, y como esta ahora, tendrían ventaja y tal vez le podrían ganar. Hiei me miró y frunció más su ceño, segundos después se tumbo a la cama con los brazos cruzados y dejo salir de su boca un "hn". Suspire, por lo menos no tendría problemas con mantenerlo aquí.
Me dirigí hacia el guardarropa y busque entre mi ropa un poco antigua una pijama, la más pequeña que tuviera, y regresé hacia donde él, entregándole la ropa que apenas segundos atrás había cogido en mis manos...
"¿Para... atchis... qué es... atchis... esto? "– me preguntó curiosamente
"Será mejor que cambies tu ropa por esta "
"¿Por... atchis... qué? "– volvió a preguntar
"Porque la que tu traes esta algo sucia, además, esa que te di es mucho más cómoda... venga, ahí esta el baño "– respondí amablemente, y le señale con la mano la ubicación del baño.
Aún así Hiei se mostró algo disgustado, pero no reclamó nada, solo se levantó y camino tambaleándose hacia el baño. No me preocupo, esa expresión de enojo es muy usual en él.
Recogí el saco de dormir del piso y lo guarde, y a continuación procedí a cambiar las sábanas de mi cama por unas limpias y más gruesas. Mire hacia el reloj, y, ¡maldición!, ya debería estar vistiéndome para ir al instituto... pero... no se, tal vez no debería ir y me debería quedar aquí para cuidar a Hiei... si... eso sería lo más correcto. No me agrada mucho la idea de faltar al colegio, pero solo será un día, ya que mañana viernes no habrá clases, me parece haber oído que los maestros y todo el personal que trabajan ahí tendrán una junta, y pues de ahí sigue el fin de semana, pienso que esos días serán más que suficientes para que se recupere.
Termino de acomodar la cama y oigo como alguien toca la puerta de mi habitación. ¡Rayos!, me había olvidado por completo de mi madre, ¿ahora que hago?, ¿qué le diré, acerca de mi inasistencia en la escuela?, y peor, ¿acerca de que un completo extraño para ella se quedará aquí?. ¿Cómo no pensé en eso antes?, que lío... le podría inventar algo, pero no me gusta mentir, y menos a ella...
"Suiichi, hijo, ¿puedo pasar? "– una voz me hablo desde afuera
"Eh... si mamá, pasa "– le dije nerviosamente
"Ya deberías estar arreglándote para ir a la escuela, se te va a hacer tarde "
"Eh... si... es que... "– me he quedado sin habla, no se que decirle
"Bueno, no importa. Yo ya me voy, necesito llegar temprano al trabajo hoy. Ya te deje el desayuno preparado en la cocina, nadamás date prisa para que no se te enfríe "- termino de decirme esto mientras besaba mi mejilla y acto seguido se dirigía a la puerta – "¡ahh! Y no me esperes a cenar, otra vez tengo una cita con ya sabes quien "– y con una gran sonrisa salio de aquí.
¡Ay!, que gran alivio, si mi madre se va ahora y no regresa hasta en la noche o más tarde, no se dará cuenta de mi ausencia en la escuela ni de la permanencia de Hiei, ¡Que bien!, y con tantas citas que tiene últimamente a duras penas pone un pie en la casa, así no tendré que preocuparme por que lo vea. ¡Uff! De la que me salve, y no tuve que mentir, un par de problemas más resueltos, aunque tendré que pensar en que decir para justificar mi falta y también tendré que ir el fin de semana a la casa de algún compañero para enterarme de que han visto en clases y que deberes han dejado, pero eso es lo de menos.
Los estornudos provenientes del baño de ese pequeño youkai me regresaron a la realidad, La puerta se abrió, y Hiei salió. Coloque una de mis manos sobre mi boca para no dejar salir la risa, que se formaba dentro de mí, por verlo. Ahí estaba él, de pie fuera del baño, con la pijama que le di; la cual era blanca adornada con dinosaurios de varios colores, me gustaba mucho cuando era un niño, ya que era muy cómoda; sosteniendo los pantalones para que no se le fueran a caer; a pesar de que era la más chica que tenía, le quedaba algo grande; y con un pequeño moquillo amenazando con salir de su nariz, pero él lo retenía aspirando algo de aire. Se veía tan... tan... tan niño, tan... inocente, tan... tan lindo, si, se veía muy lindo así, como un simple cambio de ropa pudo hacer ese gran cambio en él... aunque su ceño fruncido contrastaba completamente, no dejaba de verse muy, muy kawaii...
"No.. atchis... me gusta esta ropa, kitsune... atchis " – se quejó mientras retiraba con su mano aquella sustancia verdosa, pegajosa y espesa que salía de su nariz – "además... atchis... me queda muy... atchis... grande "
"Pero te ves muy bien Hiei ^.^ "– le dije sonriendo – "y no te preocupes por el tamaño, cuando te acuestes no se caerá "
"No me... atchis... importa, me siento muy... muy... atchis... estúpido con esto puesto "
"Pero no lo eres "
Su nariz de nuevo se ensucio. Me acerqué a mi escritorio y de un cajón saque un paquete de pañuelos desechables, no hace mucho yo también había estado enfermo como él. Camine hacia donde estaba, agarré un pañuelo y lo coloque contra su nariz...
"Suena "– le ordene calmadamente
"Aléjate de mi... atchis... estúpido kitsune... atchis " – me dijo muy molesto, mientras me empujaba levemente, sin darse cuenta que al hacer eso había soltado los pantalones de la pijama, provocando que estos cayeran al piso, sus mejillas se tornaron algo rojizas, casi imperceptiblemente, pero aún así me di cuenta. Rápidamente se agacho y subió los pantalones de nuevo, para luego girar su cara hacia otro lado, tal vez para evitar que no lo viera avergonzado. Sin decir nada, para evitar su incomodidad, coloque de nuevo el pañuelo sobre su nariz...
"Suena "– le ordene de nuevo
"¿Para que? "
"Solo hazlo "
Increíblemente me obedeció, a la mejor no quería que "sus" pantalones terminaran de nuevo en el suelo, y toda aquella suciedad que invadían sus fosas nasales, salio, quedándose entre el pañuelo, el cual termino rápidamente en la papelera.
"Cuando sientas esa incomoda sustancia en tu nariz, haz esto Hiei " – le expliqué, y le entregué la caja de pañuelos – "no te limpies con la mano, es muy desagradable y de mala educación "
"¡Bah! "
"Bien, ahora por que no te metes a la cama, yo voy a buscar algún remedio y también algo para que desayunes. Si puede trata de volver a dormir, te sentará muy bien "– y salí del cuarto con rumbo a la planta baja.
______________________________
(Hiei)
Camine hacia la cama tambaleándome, este dolor de cabeza que tengo esta comenzando a desesperarme. Me tumbo sobre esta, metiéndome entre las sábanas, siento algo de frío. Que cómodo esta aquí, las sábanas al igual que las almohadas están muy suaves. Definitivamente esto es mejor que cualquier rama de árbol.
¿Pero que demonios estoy haciendo aquí y haciéndole caso a ese estúpido kitsune?... Debería irme, no tengo porque obedecerlo, pero no, me dijo que si me iba me regresaría no importando como, y si es capaz de hacerlo, muy capaz, lo se porque ya lo ha hecho anteriormente, y es algo embarazazo que me lleve casi arrastrando por las calles y que no pueda hacer nada....Humm., pero no me quedaré por eso, sino porque verdaderamente no me siento muy bien, ni siquiera tengo las suficientes fuerzas como para mantenerme de pie y aparte enseguida me mareo; tal vez si duermo un poco me sienta mejor después para poder irme... si, por eso me quedaré... solo para eso y para eso.
Otro estornudo, ¡malditasea!, no he dejado de estornudar ni un minuto, ¡es exasperante!; y esta maldita cosa verde que escurre por mi nariz, ¡no se detiene! Por más que me sueno y sueno en estas extrañas cosas blancas, como el kitsune me dijo, no deja de escurrir; y esta sensación que tengo de que lágrimas se saldrán de mis ojos, ¡Maldición, maldición, maldición!, ahora si que me estoy desesperando.
De pronto empiezo a ver un poco nublado, malditas lagrimas estas brotando de mis ojos, pero ¡¿por qué?!, ¿por qué no puedo detenerlas?, ¡yo no quiero llorar!, ¿entonces porque pasa esto?, por más que froto mis ojos no puedo detenerlo, no son muchas lágrimas, pero para mí si. Cierro mis ojos para a ver si así evito esto. Siento debajo de mí algo extraño. Abro mis ojos y las veo, aquellas malditas gemas negras que tanto odio están dispersas por la cama. Las tomo todas en mi mano, no quiero que Kurama las vea y piense que me encontraba llorando porque no es así. Me acercó a la ventana y la abró, y una racha de viento choca contra mí, provocando que estornudara muy fuerte y más gemas se desprendieran de mis ojos. Las tomo también...
______________________________
(Kurama)
Regresó a la habitación, con algo de comida para desayunar, y el único remedio que encontré para la gripe. Veo a Hiei, se encuentra junto a la ventana y al parecer tiene algo en sus manos. Me voltea a ver y veo algunas lágrimas en sus ojos; lo que sea que tuviera en la mano tintinea un poco al contacto con la luz del sol. Entonces ya se que son, deben ser sus lágrimas convertidas en gemas, ¿pero qué va a hacer con ellas?... ¡Las piensa aventar por la ventana!, no, eso no es bueno, alguien las podría encontrar y trataría de averiguar su procedencia. Rápidamente me dirigí hacia él y lo cogí de la muñeca, cerré la ventana y lo jale hacia la cama, para así evitar que las echara para afuera...
"¿Qué tienes Hiei, por qué estas llorando?... ¿acaso te sientes muy mal? " – le pregunte algo preocupado, mientras me sentaba junto con él
"No estoy... atchis... llorando ¡Malditasea!... atchis... no se por... atchis,... qué estas cosas... atchis... salen de mis ojos... atchis... no puedo evitarlo " – me contesto evidentemente enojado, sin dejar de frotarse los ojos
"Ahhh... no te preocupes, es normal "
"¿Normal?... atchis... ¡pero yo no quiero... atchis... estar llorando! " – se quejo
"No porque te salgan lágrimas quiere decir que estas llorando Hiei... tranquilo, ya se te pasara "– le dije con la intención de calmarlo, podía leer en su expresión que estaba desesperado, y no me extraña, dudo que Hiei haya llorado alguna vez en toda su vida, y a de ser exasperante derramar lágrimas ahora solo por un simple resfriado – "Ah, y dame eso "– mientras tomaba cuidadosamente de su mano las gemas negras que se encontraban ahí – "No las tires por la ventana Hiei, alguien las podría encontrar y eso no nos conviene ... Y no te acerques de nuevo ahí, ese aire frío de afuera puede hacerte más daño"
Me dirigí hacia la mesita de noche, y deposité las perlas ahí. Después tome el frasco de jarabe que había traído, no se como reaccione el cuerpo de Hiei con medicina ningen, creo que nunca la ha tomado, así que mejor le doy el jarabe que es menos fuerte que una cápsula o pastilla. Me senté a su lado nuevamente, y sobre una cuchara vacíe un poco del contenido de la pequeña botella de plástico, y acerque esta misma a la boca de Hiei...
"A ver, abre la boca "
"¿Qué demonios... atchis... es eso? "
"Medicina Hiei, para que te cures más rápido "
"Yo no... atchis... quiero tomar esa... atchis... cosa ningen... Prefiero una de tus plantas... atchis...o semillas "
"Lo siento, pero para el resfriado no tengo "
"Entonces no... atchis... tomaré nada " – me dijo firmemente mientras se cruzaba de brazos. Me gusta cuando hace estos pequeñísimos berrinches.
"Venga, ¿Qué no te quieres aliviar? "
"Hn "
"Entonces toma esto "
"No "
¿Y ahora que hago?, ni modo que lo agarre de la barbilla y lo obligue a tomársela, después estará muy enfadado y se querrá ir... no, eso no... entonces... hum... ah, ¡ya sé!...
"Oye Hiei, ¿Qué tiene en el pelo, arriba? "
"¿Qué... atchis... tengo? – pregunto curioso mientras levantaba sus manos para tocar su cabello, y también la cara para intentar ver que era lo que traía, y por inercia abrió su boca, cosa que aproveche para introducir la cuchara dentro de esta, y enseguida coloque una mano sobre esta, porqué seguro iba a escupirme el jarabe a la cara – "tómatelo y no digas nada " – le dije sonrientemente, él solo me miro muy, muy molesto. No puedo creer lo fácil que fue engañarlo...
______________________________
(Hiei)
"¡No puedo creer que me haya engañado tan fácilmente!, ¡Malditasea, que tonto fui!", pienso mientras me pasaba esa cosa amarga que Kurama me acababa de meter en la boca. Luego cruce mis brazos con más fuerza, y dirigí mi cara hacia el otro lado. No estoy enojado con él, sino conmigo, por haber caído en una trampa tan estúpida.
"Vamos Hiei, no te disgustes, lo hice por tu propio bien " – trató de excusarse
"No me... atchis... hables "
"Ah, esta bien... ¿Tienes hambre, quieres comer algo?... traje gatellas " – me dijo mientras se reía. Es un tonto, no le encuentro gracia a lo que ha dicho
"No "– le respondí fríamente
"Ok, entonces será mejor que duermas un rato, vas a ver que así tus ojos te dejan de molestar "
Terminando de decir eso, coloco sus manos debajo de mis brazos, y me arrastro hasta en medio de la cama; después me empujo hacia atrás para que me acostara y me cubrió con la manta hasta el cuello. ¿Pero quien se cree para hacer eso? ¡maldito kitsune estúpido!, odio todas esas tontas atenciones que siempre tiene hacia a mi. Abrí mi boca para reclamarle, pero en rápidamente puso un dedos obre esta...
"Shhh, solo duerme Hiei, solo duerme "– me dijo con una voz muy baja, después camino hacia el escritorio, donde tomo del respaldo de la silla algo de ropa que se encontraba ahí, y se metió al baño.
Suspire, ¿por qué no puedo enojarme con ese kitsune?... no lo sé... mejor duermo un rato, quizás si me sienta mejor al despertar. Bostezo, aun tengo sueño. Abrazó una estúpida almohada, y cierro mis ojos...
______________________________
(Kurama)
Entre al baño para cambiar mi ropa, aun me encontraba con la pijama. Cuando salí Hiei ya tenía los ojos cerrados, no se si ya estaba dormido o solo no quería verme... Tome las gemas negras, con cuidado las guarde en una pequeña caja de madera en forma de cofre, y la metí al guardarropa, luego pensaría que hacer con ellas, es obvio que no las podía tirar, pero tampoco iba a sacar provecho de ellas, tal vez solo las deje ahí, guardadas. También tomé la charola en la cual había traído galletas y un vaso de leche para Hiei desayunara, pero no quiso, así que la llevaré de vuelta a la cocina...
______________________________
Tiempo después...
_____________________________
(Kurama)
Han pasado alrededor de cinco o seis horas, honestamente no se, estoy tan aburrido que he perdido la noción del tiempo. Traté de distraerme viendo la televisión, pero a pesar de que recorrí todos los canales más de cinco veces, no encontré ningún programa o película que llamara mi atención; también pensé en ayuda a Shiori acomodando a limpiando la casa, pero todo esta en completo orden. Cuando no tengo nada que hacer generalmente pongo algo de música y me pongo a leer un libro, pero no quiero incomodar el sueño de Hiei, quien aún sigue profundamente dormido, tengo discman, pero si los uso y Hiei se despierta y me habla por cualquier cosa, no lo podré oír... Nunca pensé que permanecer aquí, en lugar de ir al instituto, fuera tan aburrido...
EL reloj sonó algunas veces, ya es hora de comer. Creo que iré a despertarlo para ver como se siente y también para ver si tiene hambre y quiere algo de comer.
Subo sigilosamente las escaleras, y camino hacia mi habitación. Abro la puerta y me dirijo a la cama, donde me siento cuidadosamente. Sigue tranquilamente dormido, se ve tan pacífico cuando duerme, su expresión de frialdad desaparece por completo, sigo diciendo que parece un niño... se ve tan hermoso... ¿pero que digo?... no se, y sinceramente en estos momentos no me importa, solo quiero seguir mirándolo, no puedo dejar de hacerlo. Acerco mi mano lentamente a su rostro, y lo acaricio, su piel esta tan suave, delicada; asciendo poco a poco, esta caliente, pero ahora no le doy importancia a eso; llego a su frente, topándome con sus cabellos que caen como cascada sobre ella; sigo ascendiendo y mi mano se pierde entre sus finos cabellos...
______________________________
(Hiei)
Me despierto, algo empieza a incomodarme, siento como que alguna cosa recorre algo lento la piel de mi cara, pero no, no lento, es más bien como que cariñosamente, es solo un ligero roce; y después se introduce entre mi pelo, jalándome cada cabello, pero no me lastima, solo lo acaricia... Al principio me molesta, porque había provocado que despertara, pero ahora se siente bien, el contacto con ese algo produce una extraña sensación a mi cuerpo, una agradable sensación que no se explicar, me relaja... un momento, ¿qué demonios es?. Abro mis ojos rápidamente y lo primero que veo es a Kurama, y aquella cosa que acariciaba mi cara y mi pelo era su mano. En cuanto se dio cuenta de que lo estaba viendo, retiro enseguida su mano, y me sonrío algo nervioso. No le dije nada, ni le reclame, simplemente no me apetece hacerlo, ahora que ya estoy con mis cinco sentidos, ahora que estoy por completo en la realidad, recuerdo como me encuentro. Me siento peor que antes, mi cabeza sigue doliéndome, mi cuerpo esta aún más pesado y más caliente, y el aire que sale de mi nariz, o el que logra salir porque ahora siento que algo la obstruye de lleno, esta hirviendo, lo único que ya no me molesta son mis ojos, ya no derraman estúpidas lagrimas, y esos malditos estornudos, al menos no todavía...
"¿Cómo te sientes? "
"Pésimo "– le conteste con una voz apenas audible, no debería, no va conmigo el decir que pienso o siento, pero no tengo otra opción, lo único que quiero es sentirme bien, y si no le digo al kitsune que es lo que me molesta, no podrá ayudarme; no es tampoco que me guste la idea de necesitar y recibir ayuda, pero como lo dije antes, ahora lo único que me interesa es sentirme bien.
"¿Qué tienes? ¿Qué es lo que te duele o molesta? "– me preguntó mientras quitaba delicadamente la banda que cubre mi jagan. Puso su mano sobre mi frente, y en cuanto lo hizo, me dijo muy alarmado – " ¡Por Kami, Hiei, estas ardiendo!... ¿es esta tu temperatura normal? "– solo negué con la cabeza – "Espera aquí "– y se levantó de la cama
"No puedo respirar "– logré decirle antes de que entrara al baño
"Eh... ¿por qué? "
"Siento que algo obstruye mi nariz "
"Ha de estar sucia "
"No "– y metí un dedo dentro de esta para demostrárselo
"No hagas eso, es de mala educación "- ¡bah!, él y su buena educación que se vayan a la mierda – "Humm, solo ha de estar tapada, espera "
Entro al baño y salió casi enseguida, como con una caja, blanca y con una cruz de color roja al frente, en la mano. Se volvió a sentar junto a mi, y de esa caja saco un pequeño frasquito, el cual abrió y tomo con un par de dedos algo de su contenido; parecía un ungüento blanco, casi transparente; y enseguida lo coloco debajo de mi nariz. Aspire su olor, era muy fuerte, he hizo que me perturbara...
"Shh, tranquilo... se que su olor es muy fuerte y molesto, pero hará que tus fosas nasales se destapen, por así decirlo... aunque te causara escurrimiento, pero creo que eso es mejor a no poder respirar "– de nuevo metió la mano en esa cosa, para guardas ese pequeño frasco. Yo iba a quitarme esa cosa que me había puesto, no aguantaba su olor, pero el detuvo mi mano con la suya, y negó con su cabeza. Ví que saco otra cosa de la caja esa, un extraño objeto en forma de un pequeño palito, al parecer de vidrio, y varios símbolos escritos en él. Lo acercó a mi boca... - " Abre la boca Hiei "
"¿Qué es? – pregunté, nunca había visto nada así, los ningen son expertos en tener cosas raras
"Se llama termómetro, y sirva para tomar la temperatura... Venga, abre la boca "
"¿Me lo tengo que comer ô.ó? "– porque si es así, no lo haré, ¿cómo es que me voy a comer una cosa de vidrio?, ¡esta loco!
"Jajaja, no Hiei "– contestó riéndose – "solo tienes que mantenerlo un rato dentro de tu boca "
"No te rías "– le dije enfadado
"Lo siento "
Salió del cuarto, dejándome con esta estúpida cosa dentro. Me siento tan inútil, tan idiota; ahora recuerdo porque no me agradaba venir al Ningenkai, me indigna el ser tan... tan... ignorante... si, eso, ser tan ignorante en casi todo lo que concierne a este maldito mundo, pero no que más me disgusta es que se burlen de mí por eso, Kurama nunca lo hace, bueno, al menos no en mi cara, cree que no me doy cuenta, pero al menos el me saca de la duda, no como Yusuke y Kuwabara, ellos solamente se ríen descaradamente enfrente de mí... grrr, malditos, como los odio...
______________________________
(Kurama)
Pobre Hiei, realmente se siente mal, puedo verlo en sus ojos, piden ayuda, no importa que él no diga nada. Espero que se recupere pronto. Por lo menos pude ver que la gripe ya no le molesta, al parecer el jarabe le hizo efecto, y muy rápido; que bueno.
Regreso casi enseguida con él, y llevo conmigo algo de comida, necesita comer algo, y una pastilla, con la cual espero que su temperatura se estabilice, no encontré ningún jarabe para eso.
Pongo una mano detrás de su espalda, esta sudado, y lo empujo hacia delante no muy fuerte; coloco algunas almohadas detrás para que permanezca medio sentado; él solo gruñe, sin decir nada. Retiro el termómetro de su boca, y casi me caigo al verlo...
"¡45 Cº!... ¡Por Kamisama! "
"¿Qué? "– pregunta intrigado
"Pues tu temperatura es demasiado alta... espero que sea porque eres un youkai de fuego"
"¿Qué es Cº? "
"Ah, luego te explico "– le digo mientras le doy la pastilla, la cual mira algo confundido – "Tómatela "– y le entrego un vaso con agua
"¿La muerdo? "
"No, pásatela con el agua "
"¿La echo al agua? "
"No Hiei, no... mira, coloca la pastilla en tu lengua y luego toma agua, así te la pasaras "
"¿Más remedios ningen? "
"Hn, si, pero te quieres aliviar, ¿no? "– solo volteo su cara hacia el lado contrario al que yo me encuentro, mientras hacia lo que le acababa de explicar
"Hn "– me entrego el vaso, yo le sonreí. Deje este sobre la mesita, y cogí un pequeño tazón, con cuidado porque estaba un poco caliente, y lo deposité en las manos de Hiei. Vio lo que era, y después de observar detenidamente y oler su contenido, hizo una mueca de disgusto – " ¿Qué demonios es esto?, se ve y huele horrible "
"No digas eso, es solo sopa de verduras... cómelo, te hará bien "
"No tengo hambre "– me digo seriamente mientras me devolvía el tazón
"Pero tienes que comer "
"Pero eso no, ya te dije que no se ve ni huele bien "
"Lo sé, pero no te guíes por la apariencias Hiei "
"No me importa "
"Venga, come "
"Que no ¬¬ "
" A ver, a ver "– le digo lo mas calmado que puedo, cuchareo un poco la sopa, y luego coloco un poco en la cuchara. La acerco a Hiei y le digo con una gran sonrisa – " A ver pequeño, abre la boquita que aquí viene el trenecito "
Acto seguido me encontraba en la otra esquina de la habitación, con el tazón en la cabeza, su contenido disperso por todo mi cabello en mi cuerpo y la cuchara prácticamente dentro de mi nariz... ejem... creo que no debí decirle eso O.o
______________________________
(Hiei)
¡¡¿Pero quién demonios se cree para hablarme como a un estúpido mocoso?!!, ¿Qué le paso por su estúpida cabeza?, odio completamente que me confundan con un niño, y ahora viene él y me habla como si lo fuera, eso si que ya no se lo tolero. No se de donde saque la fuerza para empujarlo hasta el otro lado, y la verdad no me interesa, estoy muy enojado.
______________________________
(Kurama)
Me acerco a el tímidamente, se ve muy, muy enfadado, y con razón, ¿cómo se me ocurrió hablarle de esa manera?. Le sonrío tímidamente, pero él solo me hizo una seña obscena con su mano, y enseguida se acostó y se escondió bajo las sábanas...
"Hiei, no te enojes... lo siento, en verdad "
"¡Déjame en paz! "– me gritó de debajo de las mantas
"Por favor, hice una estupidez, lo se, te prometo que no volveré a hacerlo "
"¡LÁRGATE! "
"Pero si esta es mi habitación "– le reclamé
"Entonces me voy yo"
"No, no, esta bien, me voy, me voy, pero tu quédate aquí "– y salí lo más rápido que pude.
______________________________
A media noche...
_____________________________
(Kurama)
Aquí estoy, acostado dentro del saco de dormir junto a la cama, y aunque parezca increíble, otra vez tengo insomnio. Hiei no me dirigió la palabra desde ese pequeño incidente en la tarde, bueno, yo no viene para acá hasta ahorita en la noche, y él ya se encontraba dormido, o al menos es aparentaba, la verdad es que no me atreví a hablarle por miedo a que me volviera a recordar que se encontraba disgustado conmigo. Espero que mañana por la mañana ya me hable, sino me pondré muy triste.
Suspiro lentamente y cierro mis ojos, no sin antes dar un ligero vistazo y cerciorarme de que Hiei sigue aquí. Me enfoco en dormir, pero me cuesta mucho trabajo. El tiempo pasa y sigo sin poder pegar un ojo, que desesperante ha llegado a ser esto, ya no se desde hace cuantas noches no puedo dormir, y lo peor de todo es que no puedo encontrar la razón del por qué no puedo. Abrazó la almohada, mis ojos aún siguen cerrados, a ver si así me logro quedar dormido. Pongo mi mente en blanco, trato de no pensar en nada, a ver si eso me ayuda.
Empiezo a sentir como la cama se mueve un poco, y a oír como pequeños quejidos, tal vez Hiei se despierto y se esta quejando de algún dolor. Me incorporo velozmente, para ver que es lo que le pasa. Se retuerce muy feo, por toda la cama y se queja, ¿acaso le duele mucho?. Le hablo, pero no me contesta, ¿qué acaso sigue indignado, o el dolor que tiene es demasiado intenso y no puede contestarme?. Me acerco más a él, y veo que sus ojos están cerrados. Ahora entiendo, no le duele nada, solo esta teniendo una de sus usuales pesadillas. Cada vez se retuerce más, y esos quejidos se van tornando en gritos, fuerte gritos. Trato de despertarlo, le hablo, lo zangoloteo, pero no despierta, esta profundamente dormido; me empiezo a preocupar, realmente no se si mi madre ya regresó a la casa, pero si esta, es casi infalible que lo oirá y vendrá a ver que es lo que esta pasando, y eso va a ser un problema para mi, como le voy a explicar lo que hace un completo extraño, al menos para ella, recostado en mi cama, seguro pensará mal. Sigo tratando de despertarlo, pero es inútil, ¿ahora que hago?, tengo que calmarlo cuanto antes.
Me siento sobre la cama cuidadosamente, recargándome en la pared. Espero un poco a que Hiei deje de moverse tanto, y cuando lo hace, pongo mis manos en su esbelta cintura, y levantándolo un poco, que ligero es, lo jalo hacia a mi. Lo siento sobre mis piernas, y lo recargo sobre mi pecho, aún sigue algo inquieto. Yo lo abrazo dócilmente, y varias veces paso mis dedos sobre su boca para silenciarlo. Acaricio su cara, como lo hice esta tarde, es tan suave; todavía me encuentro intrigado porque no me dijo nada cuando vio que lo acariciaba, ¿fue porque se sentía muy mal y no se dio cuenta, o porque le agradado?, solo él lo sabe. Aquella misma sensación que siento cuando mi piel toca la suya, vuelve a recorrer mi cuerpo; lo acerco más a mi, afortunadamente parece que su temperatura se estabilizo. Aspiro el olor a pino de su pelo, que bien se siente tenerlo entre mis brazos, demasiado bien. Se ha tranquilizado algo, pero no completamente, sigue murmurando cosas in-entendibles para mis oídos. Susurró cosas a los suyos, mientras uno de mis brazos sigue rodeándolo, y mi mano rozando su cara.
Ya no se queja, ya no se mueve, ahora solo esta completamente dormido, acurrucado en mi pecho. Debería soltarlo, dejarlo solo en la cama, porque si despierta y ve que lo estoy abrazando, seguro ahora me dará un golpe muy duro; pero no puedo, simplemente no puedo, quiero seguir abrazándolo, quiero seguir junto de él, quiero seguir sintiendo esta agradable sensación. Doy un gran bostezo, de repente me ha entrado sueño, sin ningún motivo, ¿o si hay motivo?. Recargo mi cabeza sobre la pared también, rodeo con mis dos brazos a Hiei, y cierro mis ojos, realmente estoy muy cómodo...
______________________________
(Hiei)
Ese maldito sueño de nuevo, ¡ese maldito sueño de nuevo!. Me encuentro cerca de la isla de las koorimes, justo antes de que echaran de ahí, por más que corro nunca alcanzo a cogerme en brazos, siempre dejo caer a mi contraparte pequeña, no importa que corra lo más rápido que puedo, nunca llego a tiempo. Hace tiempo que sueño lo mismo, no se que diablos significa, me tiene intrigado, es algo desesperante, pero hoy, hoy cambio algo, hoy mi contraparte no cayo, alguien lo agarro, pero no fui yo, fue... ¿Kurama?... si, él apareció y lo/me tomo en brazos, evitando que cayera. ¿Qué quiere decir eso?, ¿Por qué después de tanto tiempo de soñar esto, apenas apareció él?... no lo sé.
Despierto, poco a poco, me siento tremendamente cómodo, un calor agradable cubre a todo mi cuerpo. Ya no estoy acostado, estoy sentado ahora. Algo esta rodeándome, algo que me provoca un escalofrío, pero un escalofrío placentero. Abro mis ojos, veo algo rojo enfrente de mi cara, unos mechones rojos... ¿eh?... casi salto al ver donde me encontraba, sentado y entre los brazos del kitsune... ¿pero que hago aquí?, ¿cómo llegué aquí?... varias preguntas empiezan a cuestionarme... ¿tendrá algo que ver esto con lo que soñé?... es muy probable. Pensé en quitarme de aquí, pero por alguna razón no pude, no porqué Kurama me estuviera abrazando muy fuerte, sino porque simplemente mi cuerpo no me dejaba, se sentía tan bien aquí que no quería moverse. Su respiración en mi cara, mi cuerpo siento levantado una y otra vez por su respiración, su dulce olor a rosas de sus cabellos, y su cara tan pacífica al estar durmiendo... en verdad que esto es muy raro, debería de haberlo golpeado por haberme agarrado de esta manera... pero... no, ahora no me preocupare por esto, mejor solo quito todo de mi mente y me duermo de nuevo. Bostezo y cierro mis ojos, me siento ya mucho mejor, nada me molesta por ahora, no sé si es por los remedios que Kurama me dio, o por estar donde estoy....
~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~
Humm, un poquito largo, un poquito aburrido, si, tal vez, sinceramente no se, pero a mi me agrado, espero que a ustedes también ^^u. No tiene mucha acción, si acaso algunas escenas tiernas, pero a mi nunca me ha gustado ir muy rápido, bueno, también dependiendo en que situación temporal se ubique el fic, se supone que apenas Kurama y Hiei se enteraran que sienten él uno por el otro, y conociendo a los personajes, o más bien a Hiei, no puedo ir muy rápido, se oiría mal que de un día para otro ya aceptara, comprendiera y supiera que siente por Kurama. Bueno, en fin, me dejo de rodeos ^^.... Hasta el siguiente cap ^^, y gracias por los reviews.
By Rakime
CAPÍTULO 2.- 'RESFRIADO'
______________________________
(Kurama)
Los primeros rayos del sol que se filtraron por mi ventana, alumbraron mi cara, provocando que me despertara. Abrí mis ojos con mucha pereza, mientras dejaba salir un gran bostezo de mi boca y me estiraba. Un nuevo día había comenzado y ya tenía que alistarme para ir al colegio. Tarde unos cuantos minutos más para levantarme, en verdad que hoy tengo flojera. Me descobije y volví a estirar mi cuerpo mientras me sentaba sobre la misma cama en la que me encontraba acostado. Bostezando de nuevo, coloque los pies fuera de la cama, me puse de pie, pero al sentir que había pisado algo, y al escuchar un pequeño quejido, enseguida regrese a la cama. "¡Hiei!" me dije sorprendido a mi mismo cuando lo vi aún dentro del saco de dormir, me extraño mucho, nunca lo encuentro por la mañana aquí, siempre se va antes, ¿por qué hoy se había quedado?. Él se incorporó poco a poco, con una expresión de confusión, frotándose un ojo con una de sus manos, aún estaba adormecido. Me le quede observando, noté que su nariz se encontraba roja y sus ojos se veían como hinchados, llorosos. Ahora entiendo que hace aquí todavía...
"Hiei, ¿te encuentras bien? " – le pregunté algo preocupado al ver que no me había dicho nada, bueno, aunque eso no era raro, casi no habla.
"¿Eh?... si, si, estoy bien "– contestó con voz un poco ronca y después se volvió a tumbar – "¿Por qué te has despertado tan temprano? " – me preguntó algo malhumorado
"No, yo no me desperté temprano, tú te despertaste muy tarde " – le corregí – "¿Seguro que te sientes bien? "
"¡Que si, estúpi... ¡Atchis! "– antes de que pudiera terminar la frase, dio un fuerte estornudo, escupiéndome todo los pies
"¡Oh!, parece que te has resfriado "– y acto seguido toque su frente cuidadosamente, la banda que utiliza para cubrir su jagan estaba húmeda, sudada y caliente, no se si es la temperatura normal de un demonio de fuego, pero en verdad que está caliente.
______________________________
(Hiei)
¿Resfriado?, ¿qué demonios es eso?. Ya iba a preguntarle al kitsune, pero un maldito estornudo me detuvo de nuevo. Honestamente me siento fatal, pero por supuesto que no se lo iba a decir; siento como si tuviera algo dentro de mi nariz, obstruyéndola, ya que me cuesta trabajo respirar, mi garganta ardió cuando mencione esas pocas palabras, me sentía caliente, hirviendo, más de lo normal, esta extraña sensación que tengo de llorar, o no de llorar, solo siento como si lágrimas fueran a salir de mis ojos y pareciera que la cabeza me fuera a estallar, me dolía fuertemente. Maldición, que incomodidad...
"¿Qué es res... atchis... friado? "– pregunté a Kurama.
"Una enfermedad, se podría decir que no muy fuerte, al parecer la pescaste "– me contestó con su usual sonrisa, pero a pesar de eso se notaba algo preocupado, no se por qué
"Yo no... ¡atchis!... he ido a... a... atchis... pescar nada... atchis " – le reclamo algo confundido
"Jejejeje, no Hiei, es solo una expresión " – odio cuando se ríe así, parece un tonto, pero más odio que se ría de algo que yo diga, ¿por qué no específica que es antes de hablar?, los ningen tienen una forma rara para hablar
"¡Bah! "
"¿Qué nunca te has resfriado Hiei? "
"No que... atchis... yo recuer... atchis... de " – si, creo que nunca había sentido esto, ¿enfermo?, pues solo cuando me herían, aunque no se si eso es enfermedad
"Humm... entonces te vas a sentir muy mal... .Es extraño, a la mejor es solo una enfermedad que se puede pescar aquí en el Ningenkai, y has de haber obtenido el virus ayer que estabas afuera con ese fuerte viento "- ¿qué ha dicho ò_ô?
" Ahh, si... atchis... eso ha de... atchis... haber sido " – respondí indiferentemente
Me puse de pie, algo lento, sentía mi cuerpo muy pesado. Pero cuando ya estaba levantado, lo sentí más pesado aún, el maldito dolor de cabeza que tengo se acrecentó y todo me empezó a dar vueltas. Perdí el equilibrio, y me fui para abajo, cerré mis ojos ya solo para esperar el golpe que me daría al chocar con el piso, pero no sentí nada. Abrí mis ojos y Kurama me tenía rodeado por el pecho con sus manos, si hubiera sido cualquier otro momento lo hubiera empujado enseguida, pero ahora no, porque evito que me cayera, además, no sentía fuerzas para empujarlo. Luego me jalo hasta la cama, donde me empujó para que me sentara...
"No debiste levantarte de golpe, Hiei "
"Oh, calla... atchis... te "
"Pienso que deberías de quedarte aquí, al menos hasta que te recuperes " – me dijo con un tono evidentemente preocupado
"¡Claro que... atchis... no! "– me negué, no pienso quedarme aquí y menos así, no quiero que los idiotas de Yusuke y Kuwabara me vengan a fastidiar. Otra vez intente levantarme, pero Kurama sujeto firmemente mi muñeca, y me dijo muy imponentemente, o al menos eso me pareció, porque esta vez no pude contradecirlo...
"¡Si sales de aquí, yo salgo detrás de ti, y te regreso a rastras o no importando como, pero tu aquí te vas a estar!, ¿entendido? "
______________________________
(Kurama)
Vaya, creo que soné muy rudo e imponente, solo espero no haberlo enfadado con esto, pero es que en verdad me preocuparía que se fuera en el estado que esta, allá afuera hay muchos youkais que quieres deshacerse de él, y como esta ahora, tendrían ventaja y tal vez le podrían ganar. Hiei me miró y frunció más su ceño, segundos después se tumbo a la cama con los brazos cruzados y dejo salir de su boca un "hn". Suspire, por lo menos no tendría problemas con mantenerlo aquí.
Me dirigí hacia el guardarropa y busque entre mi ropa un poco antigua una pijama, la más pequeña que tuviera, y regresé hacia donde él, entregándole la ropa que apenas segundos atrás había cogido en mis manos...
"¿Para... atchis... qué es... atchis... esto? "– me preguntó curiosamente
"Será mejor que cambies tu ropa por esta "
"¿Por... atchis... qué? "– volvió a preguntar
"Porque la que tu traes esta algo sucia, además, esa que te di es mucho más cómoda... venga, ahí esta el baño "– respondí amablemente, y le señale con la mano la ubicación del baño.
Aún así Hiei se mostró algo disgustado, pero no reclamó nada, solo se levantó y camino tambaleándose hacia el baño. No me preocupo, esa expresión de enojo es muy usual en él.
Recogí el saco de dormir del piso y lo guarde, y a continuación procedí a cambiar las sábanas de mi cama por unas limpias y más gruesas. Mire hacia el reloj, y, ¡maldición!, ya debería estar vistiéndome para ir al instituto... pero... no se, tal vez no debería ir y me debería quedar aquí para cuidar a Hiei... si... eso sería lo más correcto. No me agrada mucho la idea de faltar al colegio, pero solo será un día, ya que mañana viernes no habrá clases, me parece haber oído que los maestros y todo el personal que trabajan ahí tendrán una junta, y pues de ahí sigue el fin de semana, pienso que esos días serán más que suficientes para que se recupere.
Termino de acomodar la cama y oigo como alguien toca la puerta de mi habitación. ¡Rayos!, me había olvidado por completo de mi madre, ¿ahora que hago?, ¿qué le diré, acerca de mi inasistencia en la escuela?, y peor, ¿acerca de que un completo extraño para ella se quedará aquí?. ¿Cómo no pensé en eso antes?, que lío... le podría inventar algo, pero no me gusta mentir, y menos a ella...
"Suiichi, hijo, ¿puedo pasar? "– una voz me hablo desde afuera
"Eh... si mamá, pasa "– le dije nerviosamente
"Ya deberías estar arreglándote para ir a la escuela, se te va a hacer tarde "
"Eh... si... es que... "– me he quedado sin habla, no se que decirle
"Bueno, no importa. Yo ya me voy, necesito llegar temprano al trabajo hoy. Ya te deje el desayuno preparado en la cocina, nadamás date prisa para que no se te enfríe "- termino de decirme esto mientras besaba mi mejilla y acto seguido se dirigía a la puerta – "¡ahh! Y no me esperes a cenar, otra vez tengo una cita con ya sabes quien "– y con una gran sonrisa salio de aquí.
¡Ay!, que gran alivio, si mi madre se va ahora y no regresa hasta en la noche o más tarde, no se dará cuenta de mi ausencia en la escuela ni de la permanencia de Hiei, ¡Que bien!, y con tantas citas que tiene últimamente a duras penas pone un pie en la casa, así no tendré que preocuparme por que lo vea. ¡Uff! De la que me salve, y no tuve que mentir, un par de problemas más resueltos, aunque tendré que pensar en que decir para justificar mi falta y también tendré que ir el fin de semana a la casa de algún compañero para enterarme de que han visto en clases y que deberes han dejado, pero eso es lo de menos.
Los estornudos provenientes del baño de ese pequeño youkai me regresaron a la realidad, La puerta se abrió, y Hiei salió. Coloque una de mis manos sobre mi boca para no dejar salir la risa, que se formaba dentro de mí, por verlo. Ahí estaba él, de pie fuera del baño, con la pijama que le di; la cual era blanca adornada con dinosaurios de varios colores, me gustaba mucho cuando era un niño, ya que era muy cómoda; sosteniendo los pantalones para que no se le fueran a caer; a pesar de que era la más chica que tenía, le quedaba algo grande; y con un pequeño moquillo amenazando con salir de su nariz, pero él lo retenía aspirando algo de aire. Se veía tan... tan... tan niño, tan... inocente, tan... tan lindo, si, se veía muy lindo así, como un simple cambio de ropa pudo hacer ese gran cambio en él... aunque su ceño fruncido contrastaba completamente, no dejaba de verse muy, muy kawaii...
"No.. atchis... me gusta esta ropa, kitsune... atchis " – se quejó mientras retiraba con su mano aquella sustancia verdosa, pegajosa y espesa que salía de su nariz – "además... atchis... me queda muy... atchis... grande "
"Pero te ves muy bien Hiei ^.^ "– le dije sonriendo – "y no te preocupes por el tamaño, cuando te acuestes no se caerá "
"No me... atchis... importa, me siento muy... muy... atchis... estúpido con esto puesto "
"Pero no lo eres "
Su nariz de nuevo se ensucio. Me acerqué a mi escritorio y de un cajón saque un paquete de pañuelos desechables, no hace mucho yo también había estado enfermo como él. Camine hacia donde estaba, agarré un pañuelo y lo coloque contra su nariz...
"Suena "– le ordene calmadamente
"Aléjate de mi... atchis... estúpido kitsune... atchis " – me dijo muy molesto, mientras me empujaba levemente, sin darse cuenta que al hacer eso había soltado los pantalones de la pijama, provocando que estos cayeran al piso, sus mejillas se tornaron algo rojizas, casi imperceptiblemente, pero aún así me di cuenta. Rápidamente se agacho y subió los pantalones de nuevo, para luego girar su cara hacia otro lado, tal vez para evitar que no lo viera avergonzado. Sin decir nada, para evitar su incomodidad, coloque de nuevo el pañuelo sobre su nariz...
"Suena "– le ordene de nuevo
"¿Para que? "
"Solo hazlo "
Increíblemente me obedeció, a la mejor no quería que "sus" pantalones terminaran de nuevo en el suelo, y toda aquella suciedad que invadían sus fosas nasales, salio, quedándose entre el pañuelo, el cual termino rápidamente en la papelera.
"Cuando sientas esa incomoda sustancia en tu nariz, haz esto Hiei " – le expliqué, y le entregué la caja de pañuelos – "no te limpies con la mano, es muy desagradable y de mala educación "
"¡Bah! "
"Bien, ahora por que no te metes a la cama, yo voy a buscar algún remedio y también algo para que desayunes. Si puede trata de volver a dormir, te sentará muy bien "– y salí del cuarto con rumbo a la planta baja.
______________________________
(Hiei)
Camine hacia la cama tambaleándome, este dolor de cabeza que tengo esta comenzando a desesperarme. Me tumbo sobre esta, metiéndome entre las sábanas, siento algo de frío. Que cómodo esta aquí, las sábanas al igual que las almohadas están muy suaves. Definitivamente esto es mejor que cualquier rama de árbol.
¿Pero que demonios estoy haciendo aquí y haciéndole caso a ese estúpido kitsune?... Debería irme, no tengo porque obedecerlo, pero no, me dijo que si me iba me regresaría no importando como, y si es capaz de hacerlo, muy capaz, lo se porque ya lo ha hecho anteriormente, y es algo embarazazo que me lleve casi arrastrando por las calles y que no pueda hacer nada....Humm., pero no me quedaré por eso, sino porque verdaderamente no me siento muy bien, ni siquiera tengo las suficientes fuerzas como para mantenerme de pie y aparte enseguida me mareo; tal vez si duermo un poco me sienta mejor después para poder irme... si, por eso me quedaré... solo para eso y para eso.
Otro estornudo, ¡malditasea!, no he dejado de estornudar ni un minuto, ¡es exasperante!; y esta maldita cosa verde que escurre por mi nariz, ¡no se detiene! Por más que me sueno y sueno en estas extrañas cosas blancas, como el kitsune me dijo, no deja de escurrir; y esta sensación que tengo de que lágrimas se saldrán de mis ojos, ¡Maldición, maldición, maldición!, ahora si que me estoy desesperando.
De pronto empiezo a ver un poco nublado, malditas lagrimas estas brotando de mis ojos, pero ¡¿por qué?!, ¿por qué no puedo detenerlas?, ¡yo no quiero llorar!, ¿entonces porque pasa esto?, por más que froto mis ojos no puedo detenerlo, no son muchas lágrimas, pero para mí si. Cierro mis ojos para a ver si así evito esto. Siento debajo de mí algo extraño. Abro mis ojos y las veo, aquellas malditas gemas negras que tanto odio están dispersas por la cama. Las tomo todas en mi mano, no quiero que Kurama las vea y piense que me encontraba llorando porque no es así. Me acercó a la ventana y la abró, y una racha de viento choca contra mí, provocando que estornudara muy fuerte y más gemas se desprendieran de mis ojos. Las tomo también...
______________________________
(Kurama)
Regresó a la habitación, con algo de comida para desayunar, y el único remedio que encontré para la gripe. Veo a Hiei, se encuentra junto a la ventana y al parecer tiene algo en sus manos. Me voltea a ver y veo algunas lágrimas en sus ojos; lo que sea que tuviera en la mano tintinea un poco al contacto con la luz del sol. Entonces ya se que son, deben ser sus lágrimas convertidas en gemas, ¿pero qué va a hacer con ellas?... ¡Las piensa aventar por la ventana!, no, eso no es bueno, alguien las podría encontrar y trataría de averiguar su procedencia. Rápidamente me dirigí hacia él y lo cogí de la muñeca, cerré la ventana y lo jale hacia la cama, para así evitar que las echara para afuera...
"¿Qué tienes Hiei, por qué estas llorando?... ¿acaso te sientes muy mal? " – le pregunte algo preocupado, mientras me sentaba junto con él
"No estoy... atchis... llorando ¡Malditasea!... atchis... no se por... atchis,... qué estas cosas... atchis... salen de mis ojos... atchis... no puedo evitarlo " – me contesto evidentemente enojado, sin dejar de frotarse los ojos
"Ahhh... no te preocupes, es normal "
"¿Normal?... atchis... ¡pero yo no quiero... atchis... estar llorando! " – se quejo
"No porque te salgan lágrimas quiere decir que estas llorando Hiei... tranquilo, ya se te pasara "– le dije con la intención de calmarlo, podía leer en su expresión que estaba desesperado, y no me extraña, dudo que Hiei haya llorado alguna vez en toda su vida, y a de ser exasperante derramar lágrimas ahora solo por un simple resfriado – "Ah, y dame eso "– mientras tomaba cuidadosamente de su mano las gemas negras que se encontraban ahí – "No las tires por la ventana Hiei, alguien las podría encontrar y eso no nos conviene ... Y no te acerques de nuevo ahí, ese aire frío de afuera puede hacerte más daño"
Me dirigí hacia la mesita de noche, y deposité las perlas ahí. Después tome el frasco de jarabe que había traído, no se como reaccione el cuerpo de Hiei con medicina ningen, creo que nunca la ha tomado, así que mejor le doy el jarabe que es menos fuerte que una cápsula o pastilla. Me senté a su lado nuevamente, y sobre una cuchara vacíe un poco del contenido de la pequeña botella de plástico, y acerque esta misma a la boca de Hiei...
"A ver, abre la boca "
"¿Qué demonios... atchis... es eso? "
"Medicina Hiei, para que te cures más rápido "
"Yo no... atchis... quiero tomar esa... atchis... cosa ningen... Prefiero una de tus plantas... atchis...o semillas "
"Lo siento, pero para el resfriado no tengo "
"Entonces no... atchis... tomaré nada " – me dijo firmemente mientras se cruzaba de brazos. Me gusta cuando hace estos pequeñísimos berrinches.
"Venga, ¿Qué no te quieres aliviar? "
"Hn "
"Entonces toma esto "
"No "
¿Y ahora que hago?, ni modo que lo agarre de la barbilla y lo obligue a tomársela, después estará muy enfadado y se querrá ir... no, eso no... entonces... hum... ah, ¡ya sé!...
"Oye Hiei, ¿Qué tiene en el pelo, arriba? "
"¿Qué... atchis... tengo? – pregunto curioso mientras levantaba sus manos para tocar su cabello, y también la cara para intentar ver que era lo que traía, y por inercia abrió su boca, cosa que aproveche para introducir la cuchara dentro de esta, y enseguida coloque una mano sobre esta, porqué seguro iba a escupirme el jarabe a la cara – "tómatelo y no digas nada " – le dije sonrientemente, él solo me miro muy, muy molesto. No puedo creer lo fácil que fue engañarlo...
______________________________
(Hiei)
"¡No puedo creer que me haya engañado tan fácilmente!, ¡Malditasea, que tonto fui!", pienso mientras me pasaba esa cosa amarga que Kurama me acababa de meter en la boca. Luego cruce mis brazos con más fuerza, y dirigí mi cara hacia el otro lado. No estoy enojado con él, sino conmigo, por haber caído en una trampa tan estúpida.
"Vamos Hiei, no te disgustes, lo hice por tu propio bien " – trató de excusarse
"No me... atchis... hables "
"Ah, esta bien... ¿Tienes hambre, quieres comer algo?... traje gatellas " – me dijo mientras se reía. Es un tonto, no le encuentro gracia a lo que ha dicho
"No "– le respondí fríamente
"Ok, entonces será mejor que duermas un rato, vas a ver que así tus ojos te dejan de molestar "
Terminando de decir eso, coloco sus manos debajo de mis brazos, y me arrastro hasta en medio de la cama; después me empujo hacia atrás para que me acostara y me cubrió con la manta hasta el cuello. ¿Pero quien se cree para hacer eso? ¡maldito kitsune estúpido!, odio todas esas tontas atenciones que siempre tiene hacia a mi. Abrí mi boca para reclamarle, pero en rápidamente puso un dedos obre esta...
"Shhh, solo duerme Hiei, solo duerme "– me dijo con una voz muy baja, después camino hacia el escritorio, donde tomo del respaldo de la silla algo de ropa que se encontraba ahí, y se metió al baño.
Suspire, ¿por qué no puedo enojarme con ese kitsune?... no lo sé... mejor duermo un rato, quizás si me sienta mejor al despertar. Bostezo, aun tengo sueño. Abrazó una estúpida almohada, y cierro mis ojos...
______________________________
(Kurama)
Entre al baño para cambiar mi ropa, aun me encontraba con la pijama. Cuando salí Hiei ya tenía los ojos cerrados, no se si ya estaba dormido o solo no quería verme... Tome las gemas negras, con cuidado las guarde en una pequeña caja de madera en forma de cofre, y la metí al guardarropa, luego pensaría que hacer con ellas, es obvio que no las podía tirar, pero tampoco iba a sacar provecho de ellas, tal vez solo las deje ahí, guardadas. También tomé la charola en la cual había traído galletas y un vaso de leche para Hiei desayunara, pero no quiso, así que la llevaré de vuelta a la cocina...
______________________________
Tiempo después...
_____________________________
(Kurama)
Han pasado alrededor de cinco o seis horas, honestamente no se, estoy tan aburrido que he perdido la noción del tiempo. Traté de distraerme viendo la televisión, pero a pesar de que recorrí todos los canales más de cinco veces, no encontré ningún programa o película que llamara mi atención; también pensé en ayuda a Shiori acomodando a limpiando la casa, pero todo esta en completo orden. Cuando no tengo nada que hacer generalmente pongo algo de música y me pongo a leer un libro, pero no quiero incomodar el sueño de Hiei, quien aún sigue profundamente dormido, tengo discman, pero si los uso y Hiei se despierta y me habla por cualquier cosa, no lo podré oír... Nunca pensé que permanecer aquí, en lugar de ir al instituto, fuera tan aburrido...
EL reloj sonó algunas veces, ya es hora de comer. Creo que iré a despertarlo para ver como se siente y también para ver si tiene hambre y quiere algo de comer.
Subo sigilosamente las escaleras, y camino hacia mi habitación. Abro la puerta y me dirijo a la cama, donde me siento cuidadosamente. Sigue tranquilamente dormido, se ve tan pacífico cuando duerme, su expresión de frialdad desaparece por completo, sigo diciendo que parece un niño... se ve tan hermoso... ¿pero que digo?... no se, y sinceramente en estos momentos no me importa, solo quiero seguir mirándolo, no puedo dejar de hacerlo. Acerco mi mano lentamente a su rostro, y lo acaricio, su piel esta tan suave, delicada; asciendo poco a poco, esta caliente, pero ahora no le doy importancia a eso; llego a su frente, topándome con sus cabellos que caen como cascada sobre ella; sigo ascendiendo y mi mano se pierde entre sus finos cabellos...
______________________________
(Hiei)
Me despierto, algo empieza a incomodarme, siento como que alguna cosa recorre algo lento la piel de mi cara, pero no, no lento, es más bien como que cariñosamente, es solo un ligero roce; y después se introduce entre mi pelo, jalándome cada cabello, pero no me lastima, solo lo acaricia... Al principio me molesta, porque había provocado que despertara, pero ahora se siente bien, el contacto con ese algo produce una extraña sensación a mi cuerpo, una agradable sensación que no se explicar, me relaja... un momento, ¿qué demonios es?. Abro mis ojos rápidamente y lo primero que veo es a Kurama, y aquella cosa que acariciaba mi cara y mi pelo era su mano. En cuanto se dio cuenta de que lo estaba viendo, retiro enseguida su mano, y me sonrío algo nervioso. No le dije nada, ni le reclame, simplemente no me apetece hacerlo, ahora que ya estoy con mis cinco sentidos, ahora que estoy por completo en la realidad, recuerdo como me encuentro. Me siento peor que antes, mi cabeza sigue doliéndome, mi cuerpo esta aún más pesado y más caliente, y el aire que sale de mi nariz, o el que logra salir porque ahora siento que algo la obstruye de lleno, esta hirviendo, lo único que ya no me molesta son mis ojos, ya no derraman estúpidas lagrimas, y esos malditos estornudos, al menos no todavía...
"¿Cómo te sientes? "
"Pésimo "– le conteste con una voz apenas audible, no debería, no va conmigo el decir que pienso o siento, pero no tengo otra opción, lo único que quiero es sentirme bien, y si no le digo al kitsune que es lo que me molesta, no podrá ayudarme; no es tampoco que me guste la idea de necesitar y recibir ayuda, pero como lo dije antes, ahora lo único que me interesa es sentirme bien.
"¿Qué tienes? ¿Qué es lo que te duele o molesta? "– me preguntó mientras quitaba delicadamente la banda que cubre mi jagan. Puso su mano sobre mi frente, y en cuanto lo hizo, me dijo muy alarmado – " ¡Por Kami, Hiei, estas ardiendo!... ¿es esta tu temperatura normal? "– solo negué con la cabeza – "Espera aquí "– y se levantó de la cama
"No puedo respirar "– logré decirle antes de que entrara al baño
"Eh... ¿por qué? "
"Siento que algo obstruye mi nariz "
"Ha de estar sucia "
"No "– y metí un dedo dentro de esta para demostrárselo
"No hagas eso, es de mala educación "- ¡bah!, él y su buena educación que se vayan a la mierda – "Humm, solo ha de estar tapada, espera "
Entro al baño y salió casi enseguida, como con una caja, blanca y con una cruz de color roja al frente, en la mano. Se volvió a sentar junto a mi, y de esa caja saco un pequeño frasquito, el cual abrió y tomo con un par de dedos algo de su contenido; parecía un ungüento blanco, casi transparente; y enseguida lo coloco debajo de mi nariz. Aspire su olor, era muy fuerte, he hizo que me perturbara...
"Shh, tranquilo... se que su olor es muy fuerte y molesto, pero hará que tus fosas nasales se destapen, por así decirlo... aunque te causara escurrimiento, pero creo que eso es mejor a no poder respirar "– de nuevo metió la mano en esa cosa, para guardas ese pequeño frasco. Yo iba a quitarme esa cosa que me había puesto, no aguantaba su olor, pero el detuvo mi mano con la suya, y negó con su cabeza. Ví que saco otra cosa de la caja esa, un extraño objeto en forma de un pequeño palito, al parecer de vidrio, y varios símbolos escritos en él. Lo acercó a mi boca... - " Abre la boca Hiei "
"¿Qué es? – pregunté, nunca había visto nada así, los ningen son expertos en tener cosas raras
"Se llama termómetro, y sirva para tomar la temperatura... Venga, abre la boca "
"¿Me lo tengo que comer ô.ó? "– porque si es así, no lo haré, ¿cómo es que me voy a comer una cosa de vidrio?, ¡esta loco!
"Jajaja, no Hiei "– contestó riéndose – "solo tienes que mantenerlo un rato dentro de tu boca "
"No te rías "– le dije enfadado
"Lo siento "
Salió del cuarto, dejándome con esta estúpida cosa dentro. Me siento tan inútil, tan idiota; ahora recuerdo porque no me agradaba venir al Ningenkai, me indigna el ser tan... tan... ignorante... si, eso, ser tan ignorante en casi todo lo que concierne a este maldito mundo, pero no que más me disgusta es que se burlen de mí por eso, Kurama nunca lo hace, bueno, al menos no en mi cara, cree que no me doy cuenta, pero al menos el me saca de la duda, no como Yusuke y Kuwabara, ellos solamente se ríen descaradamente enfrente de mí... grrr, malditos, como los odio...
______________________________
(Kurama)
Pobre Hiei, realmente se siente mal, puedo verlo en sus ojos, piden ayuda, no importa que él no diga nada. Espero que se recupere pronto. Por lo menos pude ver que la gripe ya no le molesta, al parecer el jarabe le hizo efecto, y muy rápido; que bueno.
Regreso casi enseguida con él, y llevo conmigo algo de comida, necesita comer algo, y una pastilla, con la cual espero que su temperatura se estabilice, no encontré ningún jarabe para eso.
Pongo una mano detrás de su espalda, esta sudado, y lo empujo hacia delante no muy fuerte; coloco algunas almohadas detrás para que permanezca medio sentado; él solo gruñe, sin decir nada. Retiro el termómetro de su boca, y casi me caigo al verlo...
"¡45 Cº!... ¡Por Kamisama! "
"¿Qué? "– pregunta intrigado
"Pues tu temperatura es demasiado alta... espero que sea porque eres un youkai de fuego"
"¿Qué es Cº? "
"Ah, luego te explico "– le digo mientras le doy la pastilla, la cual mira algo confundido – "Tómatela "– y le entrego un vaso con agua
"¿La muerdo? "
"No, pásatela con el agua "
"¿La echo al agua? "
"No Hiei, no... mira, coloca la pastilla en tu lengua y luego toma agua, así te la pasaras "
"¿Más remedios ningen? "
"Hn, si, pero te quieres aliviar, ¿no? "– solo volteo su cara hacia el lado contrario al que yo me encuentro, mientras hacia lo que le acababa de explicar
"Hn "– me entrego el vaso, yo le sonreí. Deje este sobre la mesita, y cogí un pequeño tazón, con cuidado porque estaba un poco caliente, y lo deposité en las manos de Hiei. Vio lo que era, y después de observar detenidamente y oler su contenido, hizo una mueca de disgusto – " ¿Qué demonios es esto?, se ve y huele horrible "
"No digas eso, es solo sopa de verduras... cómelo, te hará bien "
"No tengo hambre "– me digo seriamente mientras me devolvía el tazón
"Pero tienes que comer "
"Pero eso no, ya te dije que no se ve ni huele bien "
"Lo sé, pero no te guíes por la apariencias Hiei "
"No me importa "
"Venga, come "
"Que no ¬¬ "
" A ver, a ver "– le digo lo mas calmado que puedo, cuchareo un poco la sopa, y luego coloco un poco en la cuchara. La acerco a Hiei y le digo con una gran sonrisa – " A ver pequeño, abre la boquita que aquí viene el trenecito "
Acto seguido me encontraba en la otra esquina de la habitación, con el tazón en la cabeza, su contenido disperso por todo mi cabello en mi cuerpo y la cuchara prácticamente dentro de mi nariz... ejem... creo que no debí decirle eso O.o
______________________________
(Hiei)
¡¡¿Pero quién demonios se cree para hablarme como a un estúpido mocoso?!!, ¿Qué le paso por su estúpida cabeza?, odio completamente que me confundan con un niño, y ahora viene él y me habla como si lo fuera, eso si que ya no se lo tolero. No se de donde saque la fuerza para empujarlo hasta el otro lado, y la verdad no me interesa, estoy muy enojado.
______________________________
(Kurama)
Me acerco a el tímidamente, se ve muy, muy enfadado, y con razón, ¿cómo se me ocurrió hablarle de esa manera?. Le sonrío tímidamente, pero él solo me hizo una seña obscena con su mano, y enseguida se acostó y se escondió bajo las sábanas...
"Hiei, no te enojes... lo siento, en verdad "
"¡Déjame en paz! "– me gritó de debajo de las mantas
"Por favor, hice una estupidez, lo se, te prometo que no volveré a hacerlo "
"¡LÁRGATE! "
"Pero si esta es mi habitación "– le reclamé
"Entonces me voy yo"
"No, no, esta bien, me voy, me voy, pero tu quédate aquí "– y salí lo más rápido que pude.
______________________________
A media noche...
_____________________________
(Kurama)
Aquí estoy, acostado dentro del saco de dormir junto a la cama, y aunque parezca increíble, otra vez tengo insomnio. Hiei no me dirigió la palabra desde ese pequeño incidente en la tarde, bueno, yo no viene para acá hasta ahorita en la noche, y él ya se encontraba dormido, o al menos es aparentaba, la verdad es que no me atreví a hablarle por miedo a que me volviera a recordar que se encontraba disgustado conmigo. Espero que mañana por la mañana ya me hable, sino me pondré muy triste.
Suspiro lentamente y cierro mis ojos, no sin antes dar un ligero vistazo y cerciorarme de que Hiei sigue aquí. Me enfoco en dormir, pero me cuesta mucho trabajo. El tiempo pasa y sigo sin poder pegar un ojo, que desesperante ha llegado a ser esto, ya no se desde hace cuantas noches no puedo dormir, y lo peor de todo es que no puedo encontrar la razón del por qué no puedo. Abrazó la almohada, mis ojos aún siguen cerrados, a ver si así me logro quedar dormido. Pongo mi mente en blanco, trato de no pensar en nada, a ver si eso me ayuda.
Empiezo a sentir como la cama se mueve un poco, y a oír como pequeños quejidos, tal vez Hiei se despierto y se esta quejando de algún dolor. Me incorporo velozmente, para ver que es lo que le pasa. Se retuerce muy feo, por toda la cama y se queja, ¿acaso le duele mucho?. Le hablo, pero no me contesta, ¿qué acaso sigue indignado, o el dolor que tiene es demasiado intenso y no puede contestarme?. Me acerco más a él, y veo que sus ojos están cerrados. Ahora entiendo, no le duele nada, solo esta teniendo una de sus usuales pesadillas. Cada vez se retuerce más, y esos quejidos se van tornando en gritos, fuerte gritos. Trato de despertarlo, le hablo, lo zangoloteo, pero no despierta, esta profundamente dormido; me empiezo a preocupar, realmente no se si mi madre ya regresó a la casa, pero si esta, es casi infalible que lo oirá y vendrá a ver que es lo que esta pasando, y eso va a ser un problema para mi, como le voy a explicar lo que hace un completo extraño, al menos para ella, recostado en mi cama, seguro pensará mal. Sigo tratando de despertarlo, pero es inútil, ¿ahora que hago?, tengo que calmarlo cuanto antes.
Me siento sobre la cama cuidadosamente, recargándome en la pared. Espero un poco a que Hiei deje de moverse tanto, y cuando lo hace, pongo mis manos en su esbelta cintura, y levantándolo un poco, que ligero es, lo jalo hacia a mi. Lo siento sobre mis piernas, y lo recargo sobre mi pecho, aún sigue algo inquieto. Yo lo abrazo dócilmente, y varias veces paso mis dedos sobre su boca para silenciarlo. Acaricio su cara, como lo hice esta tarde, es tan suave; todavía me encuentro intrigado porque no me dijo nada cuando vio que lo acariciaba, ¿fue porque se sentía muy mal y no se dio cuenta, o porque le agradado?, solo él lo sabe. Aquella misma sensación que siento cuando mi piel toca la suya, vuelve a recorrer mi cuerpo; lo acerco más a mi, afortunadamente parece que su temperatura se estabilizo. Aspiro el olor a pino de su pelo, que bien se siente tenerlo entre mis brazos, demasiado bien. Se ha tranquilizado algo, pero no completamente, sigue murmurando cosas in-entendibles para mis oídos. Susurró cosas a los suyos, mientras uno de mis brazos sigue rodeándolo, y mi mano rozando su cara.
Ya no se queja, ya no se mueve, ahora solo esta completamente dormido, acurrucado en mi pecho. Debería soltarlo, dejarlo solo en la cama, porque si despierta y ve que lo estoy abrazando, seguro ahora me dará un golpe muy duro; pero no puedo, simplemente no puedo, quiero seguir abrazándolo, quiero seguir junto de él, quiero seguir sintiendo esta agradable sensación. Doy un gran bostezo, de repente me ha entrado sueño, sin ningún motivo, ¿o si hay motivo?. Recargo mi cabeza sobre la pared también, rodeo con mis dos brazos a Hiei, y cierro mis ojos, realmente estoy muy cómodo...
______________________________
(Hiei)
Ese maldito sueño de nuevo, ¡ese maldito sueño de nuevo!. Me encuentro cerca de la isla de las koorimes, justo antes de que echaran de ahí, por más que corro nunca alcanzo a cogerme en brazos, siempre dejo caer a mi contraparte pequeña, no importa que corra lo más rápido que puedo, nunca llego a tiempo. Hace tiempo que sueño lo mismo, no se que diablos significa, me tiene intrigado, es algo desesperante, pero hoy, hoy cambio algo, hoy mi contraparte no cayo, alguien lo agarro, pero no fui yo, fue... ¿Kurama?... si, él apareció y lo/me tomo en brazos, evitando que cayera. ¿Qué quiere decir eso?, ¿Por qué después de tanto tiempo de soñar esto, apenas apareció él?... no lo sé.
Despierto, poco a poco, me siento tremendamente cómodo, un calor agradable cubre a todo mi cuerpo. Ya no estoy acostado, estoy sentado ahora. Algo esta rodeándome, algo que me provoca un escalofrío, pero un escalofrío placentero. Abro mis ojos, veo algo rojo enfrente de mi cara, unos mechones rojos... ¿eh?... casi salto al ver donde me encontraba, sentado y entre los brazos del kitsune... ¿pero que hago aquí?, ¿cómo llegué aquí?... varias preguntas empiezan a cuestionarme... ¿tendrá algo que ver esto con lo que soñé?... es muy probable. Pensé en quitarme de aquí, pero por alguna razón no pude, no porqué Kurama me estuviera abrazando muy fuerte, sino porque simplemente mi cuerpo no me dejaba, se sentía tan bien aquí que no quería moverse. Su respiración en mi cara, mi cuerpo siento levantado una y otra vez por su respiración, su dulce olor a rosas de sus cabellos, y su cara tan pacífica al estar durmiendo... en verdad que esto es muy raro, debería de haberlo golpeado por haberme agarrado de esta manera... pero... no, ahora no me preocupare por esto, mejor solo quito todo de mi mente y me duermo de nuevo. Bostezo y cierro mis ojos, me siento ya mucho mejor, nada me molesta por ahora, no sé si es por los remedios que Kurama me dio, o por estar donde estoy....
~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~
Humm, un poquito largo, un poquito aburrido, si, tal vez, sinceramente no se, pero a mi me agrado, espero que a ustedes también ^^u. No tiene mucha acción, si acaso algunas escenas tiernas, pero a mi nunca me ha gustado ir muy rápido, bueno, también dependiendo en que situación temporal se ubique el fic, se supone que apenas Kurama y Hiei se enteraran que sienten él uno por el otro, y conociendo a los personajes, o más bien a Hiei, no puedo ir muy rápido, se oiría mal que de un día para otro ya aceptara, comprendiera y supiera que siente por Kurama. Bueno, en fin, me dejo de rodeos ^^.... Hasta el siguiente cap ^^, y gracias por los reviews.
