BAJO LAS ESTRELLAS
Pareciera que alguien hubiese substraído el sonido a aquella escena, ya que el silencio reinaba completamente y los presentes no hacían ningún tipo de ademán para quebrar la quietud imperante. Los ninjas inferiores se habían quedado perplejos al contemplar la imagen que tenían delante de ellos. Rock Lee y Sasuke Uchiha se sostenían la mirada mientras erguían sus respectivos puños en dirección al otro. Lee parecía exhausto, nervioso y asustado... En cambio, Sasuke permanecía sereno, tranquilo, con una sonrisa de superioridad insultante en la cara que le proporcionaba un aspecto cruel y frió como el acero de una katana... Sakura estaba temblando de arriba abajo al igual que Ino, que no se podía creer lo que estaba viendo. Las dos jóvenes kunoichis no podían creer lo que veían sus ojos... Incluso el arisco Neji no pudo disimular su asombro y una gota de sudor recorrió su cara, demostrando cuanto le había impactado lo que había hecho Sasuke...
-Sa... Sasuke... ¿Pero como has...?
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-¡Uf! Nos hemos librado por los pelos... ¿Eh, Hinata?
-S-si...
-Creo que aquí no nos encontraran...
En un claro del bosque, bajo el cobijo de la luna y a los pies de una gigantesco árbol milenario, Naruto y Hinata se refugiaban de un posible ataque enemigo. Pocos minutos antes habían estado a punto de ser apresados por un equipo adversario y eso no solo hubiese significado su eliminación del juego, si no que todo el grupo de la rana hubiese caído con ellos. No en vano, Hinata era la líder y si ella era derrotada o capturada sus subordinados serian automáticamente descalificados. Cuanto más pensaba en ello, más culpable se sentía por su actitud irresponsable... No podía creer que hubiese arriesgado de tal modo la misión por tomar un baño con Naruto... El atolondrado ninja debió darse cuenta de que Hinata esta compungida por el incidente de antes, así que trato de consolarla como mejor pudo. Como el don de gentes y la verborrea no eran su mayor virtud, decidió hacer algo sencillo y clásico: lenta y suavemente empezó a acariciarle el pelo, todo hay que decirlo, sin demasiado tacto, de igual modo que cualquiera acariciaria un cachorrito. Sin embargo, aquel gesto de Naruto pareció gustarle a la joven Hyuga que dejo de preocuparse al instante y le regalo a su compañero una tímida pero cálida sonrisa. Naruto no pudo evitar sonrojarse levemente. Unos pocos minutos atrás los dos habían estado bañándose en unas aguas termales al aire libre, completamente desnudos y Hinata le había frotado la espalda sin ningún tipo de motivo. Los dos se encontraban totalmente relajados. Les amparaba un cielo estrellado y una enorme luna llena que parecía estar a punto de caer encima suyo. A pesar de estar en pleno verano la noche era suave y soplaba una tranquila brisa que les enfriaba el espinazo mientras los grillos inundaban el bosque con su sempiterno "cri-cri, cri-cri" y la hierba, mecida por el viento estival, les hacia cosquillas en los dedos de los pies. Se encontraban inusualmente cómodos, los dos juntos en medio del bosque. Naruto se dio cuenta de que estaba mirando demasiado fijamente a Hinata, por que la chica le desvió la mirada con la cara de un rojizo intenso. La verdad es que tenia una pinta bastante divertida: Como no pudo encontrar su ropa, Naruto tuvo que coger prestada la de Sasuke para Hinata... Con lo que ahora mismo la tímida kunoichi estaba vestida con la ropa habitual de Sasuke y esto le daba un aspecto extraño que, no sabia muy bien por que, a Naruto le molestaba...
-¡Arg! Condenado Sasuke... Maldita sea... Hinata ¿No te puedes quitar esa ropa?
-¿Eeeeeeh? Pe-pero si lo hago e-estare de-desnuda...
-Ah... Ah, claro tienes razón. Aunque hace un rato los dos estábamos en pelota picada... ^^
-Ah... Si...
Era evidente que había metido la pata hasta el fondo. Hinata mostró unos leves signos de principio de desmayo, pero todo quedo en un simple mareo. Eso si, si antes intentaba evitar la mirada de su compañero, ahora ya le daba la espalda directamente... Naruto se movió furtivamente para quedar cara a cara con su compañera, pero ella actuaba cual peonza y giraba su delicado cuerpo para que Naruto no viera su cara encendida. Los dos se quedaron quietos y en silencio durante un tiempo... Hasta que una fuerte ráfaga de viento les asalto y provoco un apagado murmullo en el bosque, similar a una jauría de siniestros perseguidores (o eso creyó Hinata, que se abrazo con fuerza a Naruto)...
-¡Caray, si apenas nos conocemos...! Pero bueno, si insistes.- dijo Naruto, haciendo ademán de quitarse la ropa...
-¿E-eh? ¡¡¡Ah, no... yo, yo, y-yo!!!.- Tartamudeo la joven Hyuga, mientras su cara se encendía intermitentemente cual luces navideñas...
-Je, je, je... ¡Solo era una broma, Hinata! Es que te veía muy tensa... ¡No tienes que preocuparte por nada estando yo a tu lado!
-Ah... Si... Es que el bosque de noche me da... un poco de respeto... Además estamos a la intemperie y, y... l-lejos del campamento en un paraje inhóspito y des-desconocido...
-Dilo claro: estamos perdidos justo en medio de la puta nada...
-Hmm... Er, mas o menos, si... ¿No tienes... miedo en un sitio c-como este...?
-¿Aquí?¿En el bosque? Je, je, je... ¡Para nada! ¡El bosque es mi segunda casa! Siempre que hacia novillos en la academia me iba al bosque y a veces me pasaba días enteros allí... Je, je, je...
-¿E-eh? ¿Y... y porqué?
-¿Eh? Hmm, supongo que para estar lejos de la gente... En la academia me aburría un montón y en casa no tenia nada que hacer, así que solía pasar mucho tiempo solo... Además de pequeño no tenia ningún amigo con quien jugar, así que...
-... Suena un poco... triste...
"La verdad es que si", pensaba Naruto, pero no quería auto-compadecerse estando Hinata a su lado... Sabia que eso solo intranquilizaría a su amiga... Pero lo cierto es que aquellos días habían sido especialmente duros. Si se escapaba de clase era, al igual que cuando se dedicaba a hacer gamberradas, simplemente para llamar la atención y no ser ignorado por los demás... Normalmente se adentraba hasta lo mas profundo del bosque, se subía hasta lo mas alto de un árbol y se dedicaba a llorar en silencio, esperando a que se hiciera de noche... "Aunque a veces me venían a buscar cuando me escapaba" empezó a decir Naruto, de forma inusualmente tímida tratándose de él. Quizás por el hecho de estar trasnochando o por el leve ulular de las lechuzas del bosque, Naruto se sentía calmado y relajado, como si se desvaneciera en un dulce sueño... De modo que, poco a poco, empezó a contarle sus preocupaciones a Hinata, no por que se compadeciera de él mismo, si no por que abrirle el corazón a su líder de escuadrón le hacia sentir... bien.
"Normalmente el maestro Iruka venia al bosque a por mí... Yo le dejaba trampas, hoyos, sellos explosivos... ya sabes, cosas de crios... Pero él me acababa encontrando siempre, por muy bien que me escondiera... No estoy seguro pero... y, y nunca se lo he preguntado, pero muchas veces cuando notaba que se acercaba y yo estaba llorando... Pues, creo... creo que se detenía y no aparecía ante mi hasta que no me había secado las lagrimas... Aunque ya te digo, no estoy muy seguro, por que luego me metía la bronca igualmente y me caponeaba con saña... Aun puedo oírle, siempre me decía las mismas tonterías... aunque yo asentía con la cabeza y hacia ver que todo lo que me decía me lo tomaba muy en serio por que sabia que después de la charla me invitaría un bol de Ramen..."
-Ju, ju...
-¿Eh, de que te ríes...?
-Ah, no, de nada en particular...,-contesto Hinata, a quien se la veía mucho más tranquila y alegre. Sus ojos centelleaban tiernamente, como el reflejo de la luna en la superficie calmada de un lago, y sus pestañas se abrían y entrecerraban con la misma musicalidad del batir de alas de una mariposa.- Tan solo me divierte tu r-relación con el maestro Iruka, Naruto... En clase siempre os estabais... gritando y todo eso, pero yo sa- sabia que en el fondo era po-por que os teníais mu-mucho cariño...
-¿¿¿Qu-que-que??? ¿Yo cariño al "cara rajada" ese? ¡Hinata no digas tonterías, por favor!
Al contrario de lo que cabía esperar y de lo que entraba dentro de su naturaleza, Hinata ni se ruborizo, ni aparto la mirada, ni pidió disculpas por su comentario. Por el contrario, se acerco un poco a Naruto y le miro fijamente, embelesada y le dijo con tono protector y muy amable al atolondrado ninja:
-No son tonterías... te conozco lo suficiente como para saber el aprecio y respeto que le tienes al maestro Iruka... Ese es otro de tus lados positivos: la firmeza y la pasión con la que aprecias a tus personas importantes...
-Hinata...
-¿Sabes? Yo no soy precisamente muy buen ninja... soy bastante débil, a pesar de mi apellido... A mí me gustaría ser... ser como tu... Lo suficiente fuerte como para proteger a mis amigos y a las personas que considero importantes... T-tan, tan valiente como... como tu... Yo-yo... no he sido capaz de hacer nada hace un r-rato en las aguas terma...les... Pero tu, tu... Me gustaría, me-me gustaría... huh, me gus... taría.. ah...
-¡Hinata!
Hinata había empezado a llorar de forma pausada pero con intensidad... El esfuerzo que estaba realizando para abrirle su corazón a Naruto la estaba agotando. El corazón se le había encogido y la impotencia de sus propias palabras hacia que hablara atropelladamente. Unas brillantes lagrimas cubrían su pálida cara y, como estrellas fugaces, caían en la oscuridad de la noche perdiéndose en un suspiro... Se sentía cobarde, estúpida por no ser capaz de sincerarse del mismo modo que el chico que más admiraba. Naruto acaba de sincerarse con ella ¿Por qué no era capaz de hacer lo mismo? Intento taparse la cara, muerta de vergüenza, con los colores subidos hasta las orejas... Pero Naruto se lo impidió: le cogió de las dos manos e hizo que le mirase... Hinata había empezado a hipar, pero aparte de eso se mantenia en silencio...
-Hi-Hinata... Yo... ¡Siento haberte contado todo esto! No, n-no pretendía ponerte triste ni preocuparte... ¡Es culpa mía estar en esta situación! Siento que ahora estemos perdidos en el bosque... La líder del grupo eres tú, no débil actuar tan... tan... Bueno, tan como suelo actuar normalmente... eh... ¡Si, si tienes miedo te aseguro que te protegeré hasta el final, no pienso dejar que te pase nada malo en este bosque! Pero no llores mas... Todo es culpa mía, lo... lo siento muy mucho, Hinata...
La pequeña kunoichi había dejado de llorar, aunque el hipo aun le hacia saltar de vez en cuando... Negó con la cabeza y volvió a esbozar una preciosa sonrisa que turbo a Naruto...
-Tranquilo, estoy bien... ya... ya no lloro ¿Ves? Además, t-tu no tienes la cu... culpa de n-nada... Toda la culpa es mía, Naruto... ¡Fíjate, toda una li-líder de escuadrón llorando como una... una n-niña pequeña junto a un subordinado! Soy lo que n-no hay, ¿verdad?
-Hinata...
-¿Eh...?
-Ah... No, es que... no sé muy bien por que, pero... Quizás sea por la luz de la luna... O por que aun te tiemblan las lagrimas en los ojos... Pero esta noche... Te ves... Diferente...
-¿Di... diferente?
-Si, bueno, te... te ves... te ves realmente... vaya. realmente guapa...
-¿Eh...? (O_o)
-¡¡Vaya, qui... quiero decir, eh...!!!... Bueno, t-tu siempre estas guapa, pero... es que esta noche tú, ya sabes... Eh... hmm... Mierda, ¿Qué narices estoy diciendo?
Naruto empezó a rascarse la cabeza y aparto su mirada de los ojos de Hinata... su cara de zorro se había cubierto de un potente tono carmesí, casi tan pronunciado como el enrojecimiento de su compañera a quien le habían empezado a temblar las piernas... Los dos estaban recogidos en una pintoresca escena, frente a frente y en la profundidad del bosque, los dos ninjas bajaban la cabeza y miraban fijamente al suelo... Involuntariamente, Hinata sufrió un repentino escalofrió: al fin y al cabo era noche cerrada y se encontraban a la intemperie...
-Ah...,- exclamo mientras temblaba como una hoja... Automáticamente, Naruto se intereso por ella.
-¡¿Ey, estas bien!? ¿Tienes frió?
-Un... un poco...
-¡Déjame eso a mí, Jefa! ¡Trae, te calentare las manos!
-¡N-no... no hace falta!
-Claro que si, tu tranquila...- Naruto parecía muy contento de poder ser de ayuda a Hinata, así que empezó a frotarle las manos con las suyas (torpemente y sin tacto alguno, pero eso a Hinata le daba igual). La chica noto como crecía una extraña determinación en su interior, un valor desconocido que provenía del calor que recibía de Naruto. Entonces le vino a la mente la imagen de Sakura y se miro el dedo con el que habían hecho su promesa... Hinata cerro los ojos, respiro profundamente (tanto que incluso asusto a Naruto), cogió las manos del pelo-pincho y lo miro absolutamente decidida... Allí, bajo las estrellas, Hinata Hyuga iba a declararse...
-Naruto...La verdad es que desde hace mucho tiempo...
-¿Eh...?
-Tú... a mí... Me... me...
-¿Hinata...?
-Me gu...
Cuando las palabras aun no habían escapado del todo de los finos labios de la kunoichi, Naruto pudo ver reflejado en sus blancos ojos un movimiento furtivo detrás suyo... Un pinchazo agudo en la sien le advirtió del peligro.
-¡¡¡CUIDADO!!!
Acumulando muy rápidamente chakra en sus pies, Naruto cogió a Hinata y salto instintivamente hacia un lugar seguro. El lugar en el que hasta hace un segundo yacían, recibía el increíble impacto de algo desconocido. Una gran polvareda se levanto de inmediato y para evitar que les cubriera, la pareja de ninjas salto hacia una elevada rama de un árbol próximo. Una vez que el humo se disipo, el suelo se descubrió con una gran zanja... Alguien... o "algo" les había atacado provocando un socavón de considerables dimensiones en el suelo. Si en aquel momento no hubieran saltado, ahora estarían presumiblemente muertos.
-¿Qué... qué ha sido eso?
-No lo sé Hinata, pero mejor ponte en guardia-, dijo Naruto mientras empuñaba su kunai.
-S-si... ¡Si!
-Tranquila Jefa... ¡Mientras Naruto Uzumaki este aquí, sea quien sea nuestro enemigo le pateare el culo! Vamos, ¡Sal de donde estés!
-Cállate... Tus gritos me molestan...
La sibilinosa voz les tomo por sorpresa y se giraron bruscamente de un sobresalto. Justo unas ramas por encima suyo se encontraba su agresor. Con una presencia perturbante, parecía que el aire se enrarecía a su alrededor. Su cabello, del color de la sangre, sus ojos, fríos y pintados de tenebroso miedo y su cara, falta de vida y repleta de odio... Todas sus facciones invitaban a la muerte y atemorizaban a sus victimas, quienes veían antes de su fin, el gran kanji que se vislumbraba en su frente...
-¡Ga... Gaara del Desierto!
-¿Qu-qué? P-pero si el no es un ninja de la aldea... ¿qué ha-hace aquí...?
-...
-¡Eh, eh, eh, un momento, un momento...! ¡¡¡ Tu no puedes estar aquí...,- exclamo furioso Naruto.
-¡Eso, eso!-corroboro Hinata.
-... Por que en el primer capitulo dijiste que no volverías a salir en el fic, que salías entonces por capricho del autor!!!,- Hinata se cayo al suelo, un tanto sorprendida por la idiotez...
-... Mentí... ¬¬
-¡Maldita sea! Debí haberlo supuesto, ¡Al fin y al cabo eres de los malos más malos...!
-¡Eso, eso!,- dijo Hinata (que ya se había levantado del suelo).- Muy, pero que muy re-malo...
-¡Uyyyyyyy, pero que maloooo! ¡Es que tan malo no puede ser tío, ya es pasarse..!
-¿Eso es todo?,- dijo Gaara, algo hastiado de tanta tontería...
-Hmm, no, ahora viene cuando te envió a la luna de una patada...
-¡Na-Naruto, espera...!
Demasiado tarde: el impulsivo ninja ya se había abalanzado sobre su enemigo, con la intención de propinarle un gran puñetazo. Pero antes de poder golpearle, un escudo de arena bloqueo el puño de Naruto, protegiendo a Gaara. Entonces, una forma similar a una espada surgió de entre la arena que formaba el escudo y se lanzo hacia el ninja inferior de la aldea de la hoja. A duras penas Naruto logro esquivarla, aunque le hirió en la mejilla y en un brazo. Salto a la espesa hojarasca que se situaba a su derecha, tratando de ocultarse, pero su enemigo ataco rápidamente con un torrente de arena... Naruto tubo que saltar de entre la espesura para no ser arrollado y rápidamente se situó en un lugar seguro... Gaara arrollo el árbol donde se encontraban y obligo a Hinata a ponerse a salvo.
-¡Eh maldito "sin cejas"! ¡¡¡Deja en paz a Hinata y lucha conmigo!!!,- fanfarroneaba Naruto, tratando de captar la atención de su enemigo.
-Tal es mi objetivo...,-susurro Gaara, mientras esbozaba una siniestra sonrisa...
-¿Qué quieres de...?
Pero Naruto no pudo concluir la frase... Sin que pudiera evitarlo, una gran cantidad de arena empezó a rodearlo y a presionar todo su cuerpo dejándolo completamente inmóvil. Por mas que lo intentaba no podía zafarse de la presa de su enemigo... Hinata se echo a temblar: ella ya conocia esa técnica, la había visto con anterioridad. Se trataba del "Sarcófago del desierto", una técnica con la que el ninja de la aldea oculta de la arena aprisionaba a su presa de modo que no pueda escapar de su mortal abrazo. La pobre kunoichi cayo de rodillas al suelo presa del pánico.
-¡¡¡Naruto!!!
-¿Qu-qué quieres de mi? ¿Porqué has dicho... eso?.- acertó Naruto a decir, mientras sus huesos comenzaban a crujir con mayor intensidad...
-... Tan solo me han ordenado matarte a ti... Eso es todo...
-¿A mí? ¿Y porque...?
-Eso... no me lo han dicho...
-¡¡¡Espera un momento... ¿Qué interés tiene la aldea de la arena en m-matar a un ninja aliado?-grito Hinata, intentando recobrar la compostura.
-Este encargo no proviene de mi aldea... Me ha contratado una persona desconocida...
-¿Qué? En... ¿Entonces p-porque atacas a Naruto si tu aldea no te lo ha ordenado?
-Para mí es igual... que exista una alianza entre nuestras aldeas... mientras pueda asesinar y ver la mayor cantidad de sangre posible...
-¡Eres... eres un maldito monstruo! ¡Hinata, huye de aquí!
-Aunque no forma parte del contrato... también matare a la mujer...
-Huh...¡No... no pienso huir! ¡Naruto, v-voy a rescatarte!
-Tranquila Hinata... ¿No recuerdas lo que digo siempre? ¡Yo voy a ser el próximo Hokage!
-Eso será sin duda en la otra vida...-empezó a decir Gaara, mientras alargaba la mano derecha hacia su adversario y comenzaba a cerrar los dedos lentamente.
-...Naruto...
-¡Por que hasta que no me convierta en Hokage...!
-¡Funeral...!
-¡Naruto!
-¡¡¡Me niego a morir!!!
-¡...del Desierto!
-¡¡¡NARUTO!!!
La masa de arena que tenia atrapado a Naruto estallo en todas direcciones. Una sonrisa mortecina y triunfal se dibujo en la cara de Gaara ante ese espectáculo. Los ojos de Hinata se llenaron de lagrimas y su corazón dejo de latir durante un instante. El mundo se había detenido y ella se había quedado sin respiración. La arena caía lentamente en pequeños y desperdigados montoncitos... No había ni rastro del cuerpo del joven Uzumaki: había quedado hecho pedazos... Hinata empezó a sollozar profundamente y no advirtio que su enemigo se apostaba a sus espaldas. Sediento de sangre, Gaara había perdido parte de su juicio y se relamía en el placer del asesinato. había creado una especie de hacha de arena y la levantaba presto para ejecutar a sangre fría a Hinata, quien no parecía capaz de moverse...
-Naruto... Na-Naruto... no esta... no esta muerto... no... él no se muere nunca...
-Y ahora... es tu turno...-dijo el ninja de pelo rojizo, mientras se tocaba con fuerza la frente, totalmente exaltado.
-Por que él... por que él... es él numero uno... por que él es invencible...
-¡Tu turno... Para morir!
-¡¡¡Por que él será el próximo Hokage!!!
El hacha de arena de Gaara bajo a la velocidad del rayo, directa a segar el cuello de la kunoichi... Pero tan solo pudo cortar el aire, ya que Hinata no se encontraba allí cuando el arma iba a terminar con su vida.
-¡Evidentemente que voy a ser el próximo Hokage! ¡Ya era hora de que alguien más (a parte de mí) lo dijera! Je, je, je...- exclamo un Naruto vivito y coleando. Había rescatado a Hinata de una muerte segura y ahora, ambos se encontraban subido a la rama de un árbol, firmemente abrazados. Cuando Hinata escucho la fantasmada de Naruto, abrió de inmediato los ojos, irradiando pura alegría. No se lo podía creer, estaba tan increíblemente sorprendida de ver a Naruto volver de la muerte que se había quedado muda. Y, en otro orden de cosas, el rubor que le provocaba el abrazo al que le sometía Naruto, también limitaba su vocabulario, en parte por que con una mano le tocaba el culo y con la otra uno de sus senos...
-¡Ah... ah! ¡Na-Naruto... la... la m-mano!,-dijo una Hinata feliz pero roja como un pimiento de temporada.
-¿Eh, que...? ¡Leches, es verdad!... ¡Mano tonta, mano tonta! Uh...
-... No si... si no pasa nada... ¿Eh, q-que haces?
Naruto se saco una pequeña libreta azul de su bolsillo derecho y empezó a garabatear, mientras se auto-dictaba a sí mismo en voz alta...
-"A Hi... nata...-abro pa... rente... sis-... quien... lo iba a... decir...- cierro... paréntesis-.. le han... empeza... do... a sa... lir... las tet..."
-¿¡¡¡Pero que estas escribiendo!!!?,- protesto una colorada Hyuga, muy escandalizada...
-¿Eh, que? Ah, no, no, nada, solo unas notas personales... euh... para el ejercicio, si...
-¿Cómo... has logrado escapar de mi "Sarcófago de arena?-espeto Gaara poniendo fin a la absurda discusión de los ninjas de la hoja.
-Muy sencillo, Don "sin-cejas",- empezó a pavonearse Naruto, que de un salto quedo cara a cara ante su atacante.- Cuando me oculte entre el follaje de los árboles cree un clon mío, gracias a la mejor súper-técnica de la aldea (solo al alcance de unos pocos súper-ninjas como yo): ¡La multiplicación de cuerpos! Luego deje que me apresaras para ver tu patrón de ataque y conocer tus planes! ¿A que soy la ostia?
-Increíble, Naruto...
-...
-¿Así que un tipejo misterioso te contrato para liquidarme, eh? ¡Eso debe ser por lo menos una súper-misión de clase "A"!
-En realidad al tratarse de un ninja inferior, no pasa de clase "C"...
-¡¡¡GRRRRRH!!!
Gaara parecía terriblemente enojado. Parecía haber perdido su habitual frialdad y cada vez se apretaba con mas fuerza la frente, como si le ardiera el kanji que tenia, como si se tratara de un estigma que lo atormentara, con un dolor infernal. Gaara hablo con una voz mucho más aguda de lo normal: una voz fruto de la locura...
-Me has privado ya de dos muertes... Me has privado de una sangre que me merezco... ¡Ugh! Calma, calma... pronto morirán... Pero ahora mismo pienso cobrarme con creces el agravio que has cometido...,- Se dirigió con fiereza y los ojos inyectados en sangre hacia Naruto, quien lo esperaba apretando duramente los dientes... Pero no llegaron a enfrentarse, por que Hinata se interpuso entre los dos. La mirada de la tímida chica estaba completamente cambiada: harta de su papel pasivo en aquella lucha, la kunoichi había adoptado una pose defensiva y se había colocado delante de Naruto para enfrentarse a Gaara. A pesar del terrible miedo que recorría todo su cuerpo, su determinación era total. "Yo soy la líder del escuadrón de la Rana... ¡No pienso dejar que ningún enemigo ataque a mis compañeros!"
-¡Hinata, cuidado!,-exclamo preocupado Naruto, quien ya iba en ayuda de su amiga. Mas no hizo falta pues Gaara del Desierto se detuvo justo antes de lanzar su ataque a la chica. Eso les había cogido por sorpresa y ahora miraban atónitos como su enemigo se retorcía, afectado al parecer de un inhumano dolor de cabeza. Poco a poco fue retrocediendo lenta y torpemente hasta que empezó a calmarse y a respirar con normalidad. Entre soplido y soplido, Naruto pudo captar claramente lo que mascullaba:
-Ya... sha.. m-maru....
-"¿Yashamaru? Pero que dice este ahora? ¿Por qué se ha detenido?"
-Habéis tenido mucha suerte esta vez... Pero la próxima vez ninguna mujer podrá protegerte, Uzumaki...- empezó a decir el muchacho mientras un torbellino de arena le rodeaba.
-¿Huh, estas huyendo?
-¿Huir? No... Tan solo pospongo este enfrentamiento... Estoy seguro de que si aguanto lo suficiente, mas adelante tu sangre me sabrá mucho mejor... Hasta entonces procura no morir...- susurro mientras desaparecía totalmente, llevado por un vendaval de arena... A pesar de no estar presente, su voz aun retumbaba entre los árboles y congelaba el animo de los ninjas de la hoja.
-Tenemos mucho tiempo aun, para enfrentarnos, Naruto Uzumaki, pero presumo que este no debe ser el lugar... Tendré paciencia y esperare que tu destino se cumpla... Tened esto bien presente: la existencia de todo ser vivo conduce hacia la muerte... Así pues, os volveré a ver mas tarde o más temprano... Puesto que yo soy su emisario predilecto...
Y con estas lúgubres palabras, el demonio de la arena desapareció sin mas de allí, sin dejar un mísero rastro que indicara que había estado luchando con Hinata y Naruto. Ambos miraban en todas direcciones, preocupados por un nuevo ataque sorpresa a traición, pero al cabo de muy poco se dieron cuenta de que ya no se notaba la presencia de Gaara en los alrededores. Hinata lo confirmo con su "Ojo Blanco". Se permitieron el lujo de reposar durante un instante...
-Se-se ha ido... estoy segura...,-dijo Hinata, que suspiraba llena de alivio.
-¡Ja, ja, ja! ¡Pues claro, pues claro! Se a "jiñao" vivo cuando ha visto que tendría que luchar con el insuperable Naruto Uzumaki...
-Hmm, no lo creo... su actitud era más rara que todo eso, no es que nos tuviera miedo si no que... algo le preocupaba...
-Siiii... Puede ser, creo que mascullaba un nombre...
-¿Si?¿Cuál?
-Euh... Lo he olvidado ^^U
-Pues vaya...
-De todas formas su actitud era realmente rara... En cuanto le has salido al frente a empezado a actuar como un perturbado o algo así... ¿No será que tu presencia le ha intimidado?
-Mi presencia no intimida ni a los crios de guardería, Naruto...
-En eso tienes razón...
-Buuuuhhh... Snif, snif, de todas formas ¿viste como se tocaba el Kanji que llevaba en la frente? Te parecerá raro... Pero creo... creo que le dolía de una forma inimaginable...
-¿Si? No sé no me he fijado bien... De todas formas ¿Cuál era el significado del carácter? ¿"Sin cejas"?¿"Tío raro"?
-Pues... "Amor"...
-...
-Huh, creo que aun e-estoy un poco asusta-tada...,-dijo Hinata mientras intentaba calentarse los brazos- Y además, tengo aun más frió que antes...
-¿Ah, sí? Bueno, espera que te dejo mi chaqueta...
-¿Q-que, que? No, no, no, déjalo Naruto, no tengo tanto... tanto fri... ¡Achis!
-¡Salud! Je, je, je... Venga va, insisto...
-Pero Naruto si no... Naruto, ¡Naruto estas sangrando!
-¿Eh? ¿De verdad? ¿Donde?
-Aquí... mi... mira en el h-hombro y en la cara...
-Tu tranquila, pequeña...¡Eso no es nada! Te recuerdo que soy un ninja: sangrar forma parte de mi trabajo... (¡Toma ya! Que bien me ha quedado...)
-¡Oh vaya, creo que me deje el botiquín en mi ropa!
-(No me escucha ¬¬)
-Espera, por lo menos d-déjame limpiarte la s-sangre de la cara...-Hinata saco un pañuelo de su bolsillo trasero e hizo ademán de acercárselo a la cara de Naruto.
-No... si no hace falta...
-¡Insisto!
Cuando la mano de la joven Hyuga rozo la mejilla del alocado y rebelde ninja, ambos no pudieron disimular el espasmo que los sobrecogió. Una descarga eléctrica les recorrió todo el cuerpo, desde la cabeza a la punta de los dedos de los pies... Una vez mas en aquella noche, se quedaron mirándose fijamente (y ya van...), mientras el bosque denotaba una tranquilidad y paz supinas... Demasiado tranquilidad y demasiada paz, evidentemente, para una noche de tantos sobresaltos: no podía durar mucho...
-Tsk, tsk, tsk... Menuda decepción... así que al final, el famoso "Gaara del Desierto" no era mas que un cobarde inapropiado para esta misión...
Si que pudieran percatarse, una extraña figura envuelta en un manto negro había aparecido a unos pocos metros de ellos... Instintivamente, Naruto coloco a su líder de escuadrón detrás suyo y empuño su kunai.
-Vaya, menudo recibimiento... ¿Es que no conocéis ni las mas mínimas reglas de cortesía?
-¿Quién narices eres tu? ¿Es que esta noche tenemos que encontrarnos con todos los bichos raros de este maldito bosque?
-Misericordia, cuanto ímpetu y cuanta grosería... Muchacho, deberías tenerle un poco mas de respeto a tus mayores, ¿Sabes?
-¿Quién... quién es usted?,- se atrevió a decir Hinata, asomando su carita por encima de la espalda de Naruto.
-¿Lo ves? Tu novia tiene mejores modales que tu, pequeño Naruto... Aunque supongo que la culpa es mía, por no presentarme como es debido...
-¿Cómo leches sabes como me llamo? ¿¡Quién puñetas eres tú!?
-Oh, eso es fácil Naruto, en nuestra organización te conocemos muy bien... Demasiado bien, si quieres que te dé mi opinión... Para serte franco, podríamos decir que mi vida gira alrededor de ti... Y en cuanto a quien soy... Veras, tiene su gracia y puede que no me creas, pero por mucho que quiera, no puedo decírtelo...
-No me vengas con chorradas...
-No te impacientes, no te impacientes cariño... La noche aun es joven, tiempo habrá para que te explique como mi vida se ha visto atado hasta este deleznable extremo por culpa de tu miserable existencia...
-No, si la culpa será mía por preguntar...
-¿Qué... q-qué relación tienes con el chico de la arena?,- intervino de nuevo Hinata. Naruto se estaba poniendo cada vez más nervioso. Ese tipo tenia algo que le ponía frenético... Estaba ansioso por comenzar a atacar, pero la presencia de Hinata complicaba la situación: no podia poner en peligro a su líder... Mas aun, por que notaba que si hacia un moviento en falso, Hinata estaria a la merced de ese extraño individuo...
-Hmm, ¿Te refieres al irascible Gaara? La verdad es que pensé que seria un buen oponente para ti... así que lo contrate para acabar contigo... Si bien podría haber reclutado a cualquier otro ninja con mas experiencia, pensé que seria irónico que el te matara... Además, a corto o largo plazo nuestros caminos se hubieran encontrado: esta en su naturaleza, así que pense que podria acabar con él después de que te diese muerte... Pero una vez se confirma aquello de que "Si quieres que algo se haga..."
-Me sorprende tu habilidad para enrollarte como una persiana sin decir ni una maldita cosa...
-Y a mí me sorprende tu grosería extrema... Desde luego prefiero al pequeño Sasuke antes que a ti...
-¿A Sasuke? ¿De que conoces a Sasuke?
-¡Vaya! ¿Pero es que no te ha comentado que somos viejos amigos? Interesante giro argumental... Y yo que creía que ya estabas sobré aviso... Una vez mas he sobré valorado a mis presas: al fin y al cabo, solo sois unos crios...
-¿Ah, si? ¡Pues este "crío" te va a dar tal paliza que desearas meterte tus finos modales por él...!
-¡Por favor! Ya basta... No aguanto tantas impertinencias... El caso es que ahora tan solo había venido para dejarte malherido y matar a la putita de tu novia ante tus ojos, pero creo que voy a dejar de tomarme tantas molestias y acabar contigo directamente...
Estas palabras cegaron a Naruto y lo llenaron de cólera. Como si de un resorte se tratase, la mención de Hinata por parte de aquel sujeto hizo que se lanzase a un ataque abierto e imprudente, tal y como quería su enemigo.
-Eres tan predecible...- dijo el hombre misterioso mientras bostezaba. Antes de que Naruto pudiera siquiera rozarle, una hoja afilada de color sangre surgió de entre su ropa para cortarle la cabeza al joven ninja. Con unos grandes reflejos, logro esquivarla y ponerse a una distancia prudencial... A pesar de todo no pudo advertir con que le ataco su enemigo. Lo que si tenia claro es que se había salvado por muy poco: Su chaqueta presentaba un leve corte horizontal... si se hubiera apartado ni que fuera medio segundo después, ahora estaría cortado en dos. Debía tener mucho cuidado.
-Hmm... Aunque eres más rápido de lo que me imaginaba... Bravo chico, bravo... no todo el mundo es capaz de escapar de mi "Segadora carmesí"...
-¡¡¡Esta vez no te me escaparas!!!
-Paciencia amiguito... ¿Qué sentido tendría matarte ahora...? No, tengo preparado algo mucho mejor para el chico Uchiha, para ti... y para tu preciosa novia...
-¿Qué?,-al girarse, Naruto pudo ver como un clon hecho de sangre apresaba a Hinata y la dejaba inconsciente... La cogió en brazos y huyo con ella muy rápidamente, internándose en el bosque...
-Me darás el placer de verte luchar a muerte con tu queridísimo amigo Sasuke... O si no, tu dulce amiguita tendrá el gusto de deleitarse con el dolor, la humillación y la malignidad con la que suelo tratar a las mujeres...
-¡¡¡CERDO!!!¡¡¡Cómo le toques un solo pelo a Hinata, yo...!!!
-Oh, por favor, tesoro, madura de una vez y...
Pero no pudo decir de que modo tendría que madurar, por que en ese instante Naruto le propino un tremendo puñetazo en la cara, con una fuerza salvaje... Y si el sujeto misterioso no se hubiera escabullido saltando hacia la rama de un árbol, el joven y encolerizado ninja hubiera seguido lanzando una batería de golpes sobrenaturales... El pelo del chico empezaba a encresparse, la hería de su hombro y su mejilla se cerraban rápidamente y sus ojos comenzaban a tornarse rojos, como el chakra que circundaba a su alrededor...
-¡El zorro de nueve colas!!! Je, je, je... Quien me iba a decir que resultaría tan fácil despertar a mí más terrible Némesis... Me encantaría seguir charlando contigo, maldito engendro del averno... Pero otros asuntos me reclaman... Como por ejemplo, una tierna e inocente kunoichi de doce años...- soltó entre una risotada terriblemente aguda y maquiavélica, mientras empezó a fundirse con la noche, hasta que solo el eco de su enfermiza carcajada daba muestras de que allí había habido alguien...
Naruto cayo de rodillas al suelo. La cólera ya le había abandonado y ahora solo sentía impotencia y frustración... había dejado que secuestraran a Hinata delante de sus narices y no pudo hacer nada por evitarlo. Una rabia encendida empezó a subirle desde la boca del estomago... Naruto tenia la mirada la mirada inyectada en sangre, del mismo tono que la que brotaba de sus labios mientras se los mordía... Una tenue claridad empezó a asomarse en el bosque, anunciando los primeros rayos de sol de la mañana... El tempranero trino del ruiseñor, comenzó a inundar los frescos sonidos del bosque y una fría brisa mañanera revolvió el pelo de nuestro héroe, quien lentamente empezó a erguirse. Mirando hacia la profundidad del bosque, Naruto no podía evitar tener un escalofrió al pensar en Hinata. Pero claro, eso hacia aun más imperioso su puesta en marcha. Se paso dos dedos por la superficie de sus labios ensangrentados y con ellos se pinto los bigotes de zorro... Se apretó fuertemente la bandana de ninja, pego un escupitajo al suelo y levanto la vista y el puño derecho hacia el sol que empezaba a nacer en el este...
-Maldito bastardo, has hecho enfadar al hijo de puta equivocado... ¡Prepárate, por que a partir de ahora tú serás mi presa... Y ni siquiera en el puñetero infierno podrás escapar de mí!
CONTINUARA...
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Daily Konoha, el periódico de los ninja
Lo primero es lo primero: ¡Hola! Bienvenidos de nuevo a este intento de Fan- fic... Supongo que muchos de sus antiguos lectores ya se habían olvidado por completo de esta historia (a los nuevos que se la pique un pollo) y no es de extrañar... Aunque parezca mentira desde que escribí los primeros párrafos hasta el final del capitulo han transcurrido mas de 2 meses y pico O_o La verdad es que ni yo mismo sé muy bien por que he ido dejando tanto de lado esta historia, pero el caso es que entre exámenes, trabajos para el instituto, experiencias con las drogas y comas etílicos me fui olvidando de la gran epopeya de la dulce y tímida Hinata y la bravucona Sakurita... La verdad es que durante este tiempo he ido recibiendo reviews felicitándome y amenazándome por mi trabajo ("no esta mal... tu sigue esforzándote... algún día aprenderás a escribir, ¡animo! Y etc") y cada vez que leía un comentario adulador escribía unas pocas líneas mas de este maldito capítulo seis... Hasta que al final, estos últimos... entre que agarre un resfriado de caballo y no pude salir por ahí y que recibí una review bastante motivadora ,... Pues me puse y... ¡Tachan! Tanto tiempo después tenéis la continuación de este Fic, que para compensar el retraso es más extenso de lo habitual... ¿Qué podríais haber seguido viviendo sin él? No lo dudo, pero mira, yo estaba aburrido y me apetecía acabar esta bendita historia...Os dejo con el avance del capítulo siete... ¡Secundarios al poder!
Sylvian
TRAILER DEL EPISODIO VII: El retorno del Fic
"Hace un par de meses, En una aldea ninja, muy, muy (pero que muy) lejana..."
....
(Y ya esta que no se me ocurre nada mas, Chao ^_^)
Pareciera que alguien hubiese substraído el sonido a aquella escena, ya que el silencio reinaba completamente y los presentes no hacían ningún tipo de ademán para quebrar la quietud imperante. Los ninjas inferiores se habían quedado perplejos al contemplar la imagen que tenían delante de ellos. Rock Lee y Sasuke Uchiha se sostenían la mirada mientras erguían sus respectivos puños en dirección al otro. Lee parecía exhausto, nervioso y asustado... En cambio, Sasuke permanecía sereno, tranquilo, con una sonrisa de superioridad insultante en la cara que le proporcionaba un aspecto cruel y frió como el acero de una katana... Sakura estaba temblando de arriba abajo al igual que Ino, que no se podía creer lo que estaba viendo. Las dos jóvenes kunoichis no podían creer lo que veían sus ojos... Incluso el arisco Neji no pudo disimular su asombro y una gota de sudor recorrió su cara, demostrando cuanto le había impactado lo que había hecho Sasuke...
-Sa... Sasuke... ¿Pero como has...?
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-¡Uf! Nos hemos librado por los pelos... ¿Eh, Hinata?
-S-si...
-Creo que aquí no nos encontraran...
En un claro del bosque, bajo el cobijo de la luna y a los pies de una gigantesco árbol milenario, Naruto y Hinata se refugiaban de un posible ataque enemigo. Pocos minutos antes habían estado a punto de ser apresados por un equipo adversario y eso no solo hubiese significado su eliminación del juego, si no que todo el grupo de la rana hubiese caído con ellos. No en vano, Hinata era la líder y si ella era derrotada o capturada sus subordinados serian automáticamente descalificados. Cuanto más pensaba en ello, más culpable se sentía por su actitud irresponsable... No podía creer que hubiese arriesgado de tal modo la misión por tomar un baño con Naruto... El atolondrado ninja debió darse cuenta de que Hinata esta compungida por el incidente de antes, así que trato de consolarla como mejor pudo. Como el don de gentes y la verborrea no eran su mayor virtud, decidió hacer algo sencillo y clásico: lenta y suavemente empezó a acariciarle el pelo, todo hay que decirlo, sin demasiado tacto, de igual modo que cualquiera acariciaria un cachorrito. Sin embargo, aquel gesto de Naruto pareció gustarle a la joven Hyuga que dejo de preocuparse al instante y le regalo a su compañero una tímida pero cálida sonrisa. Naruto no pudo evitar sonrojarse levemente. Unos pocos minutos atrás los dos habían estado bañándose en unas aguas termales al aire libre, completamente desnudos y Hinata le había frotado la espalda sin ningún tipo de motivo. Los dos se encontraban totalmente relajados. Les amparaba un cielo estrellado y una enorme luna llena que parecía estar a punto de caer encima suyo. A pesar de estar en pleno verano la noche era suave y soplaba una tranquila brisa que les enfriaba el espinazo mientras los grillos inundaban el bosque con su sempiterno "cri-cri, cri-cri" y la hierba, mecida por el viento estival, les hacia cosquillas en los dedos de los pies. Se encontraban inusualmente cómodos, los dos juntos en medio del bosque. Naruto se dio cuenta de que estaba mirando demasiado fijamente a Hinata, por que la chica le desvió la mirada con la cara de un rojizo intenso. La verdad es que tenia una pinta bastante divertida: Como no pudo encontrar su ropa, Naruto tuvo que coger prestada la de Sasuke para Hinata... Con lo que ahora mismo la tímida kunoichi estaba vestida con la ropa habitual de Sasuke y esto le daba un aspecto extraño que, no sabia muy bien por que, a Naruto le molestaba...
-¡Arg! Condenado Sasuke... Maldita sea... Hinata ¿No te puedes quitar esa ropa?
-¿Eeeeeeh? Pe-pero si lo hago e-estare de-desnuda...
-Ah... Ah, claro tienes razón. Aunque hace un rato los dos estábamos en pelota picada... ^^
-Ah... Si...
Era evidente que había metido la pata hasta el fondo. Hinata mostró unos leves signos de principio de desmayo, pero todo quedo en un simple mareo. Eso si, si antes intentaba evitar la mirada de su compañero, ahora ya le daba la espalda directamente... Naruto se movió furtivamente para quedar cara a cara con su compañera, pero ella actuaba cual peonza y giraba su delicado cuerpo para que Naruto no viera su cara encendida. Los dos se quedaron quietos y en silencio durante un tiempo... Hasta que una fuerte ráfaga de viento les asalto y provoco un apagado murmullo en el bosque, similar a una jauría de siniestros perseguidores (o eso creyó Hinata, que se abrazo con fuerza a Naruto)...
-¡Caray, si apenas nos conocemos...! Pero bueno, si insistes.- dijo Naruto, haciendo ademán de quitarse la ropa...
-¿E-eh? ¡¡¡Ah, no... yo, yo, y-yo!!!.- Tartamudeo la joven Hyuga, mientras su cara se encendía intermitentemente cual luces navideñas...
-Je, je, je... ¡Solo era una broma, Hinata! Es que te veía muy tensa... ¡No tienes que preocuparte por nada estando yo a tu lado!
-Ah... Si... Es que el bosque de noche me da... un poco de respeto... Además estamos a la intemperie y, y... l-lejos del campamento en un paraje inhóspito y des-desconocido...
-Dilo claro: estamos perdidos justo en medio de la puta nada...
-Hmm... Er, mas o menos, si... ¿No tienes... miedo en un sitio c-como este...?
-¿Aquí?¿En el bosque? Je, je, je... ¡Para nada! ¡El bosque es mi segunda casa! Siempre que hacia novillos en la academia me iba al bosque y a veces me pasaba días enteros allí... Je, je, je...
-¿E-eh? ¿Y... y porqué?
-¿Eh? Hmm, supongo que para estar lejos de la gente... En la academia me aburría un montón y en casa no tenia nada que hacer, así que solía pasar mucho tiempo solo... Además de pequeño no tenia ningún amigo con quien jugar, así que...
-... Suena un poco... triste...
"La verdad es que si", pensaba Naruto, pero no quería auto-compadecerse estando Hinata a su lado... Sabia que eso solo intranquilizaría a su amiga... Pero lo cierto es que aquellos días habían sido especialmente duros. Si se escapaba de clase era, al igual que cuando se dedicaba a hacer gamberradas, simplemente para llamar la atención y no ser ignorado por los demás... Normalmente se adentraba hasta lo mas profundo del bosque, se subía hasta lo mas alto de un árbol y se dedicaba a llorar en silencio, esperando a que se hiciera de noche... "Aunque a veces me venían a buscar cuando me escapaba" empezó a decir Naruto, de forma inusualmente tímida tratándose de él. Quizás por el hecho de estar trasnochando o por el leve ulular de las lechuzas del bosque, Naruto se sentía calmado y relajado, como si se desvaneciera en un dulce sueño... De modo que, poco a poco, empezó a contarle sus preocupaciones a Hinata, no por que se compadeciera de él mismo, si no por que abrirle el corazón a su líder de escuadrón le hacia sentir... bien.
"Normalmente el maestro Iruka venia al bosque a por mí... Yo le dejaba trampas, hoyos, sellos explosivos... ya sabes, cosas de crios... Pero él me acababa encontrando siempre, por muy bien que me escondiera... No estoy seguro pero... y, y nunca se lo he preguntado, pero muchas veces cuando notaba que se acercaba y yo estaba llorando... Pues, creo... creo que se detenía y no aparecía ante mi hasta que no me había secado las lagrimas... Aunque ya te digo, no estoy muy seguro, por que luego me metía la bronca igualmente y me caponeaba con saña... Aun puedo oírle, siempre me decía las mismas tonterías... aunque yo asentía con la cabeza y hacia ver que todo lo que me decía me lo tomaba muy en serio por que sabia que después de la charla me invitaría un bol de Ramen..."
-Ju, ju...
-¿Eh, de que te ríes...?
-Ah, no, de nada en particular...,-contesto Hinata, a quien se la veía mucho más tranquila y alegre. Sus ojos centelleaban tiernamente, como el reflejo de la luna en la superficie calmada de un lago, y sus pestañas se abrían y entrecerraban con la misma musicalidad del batir de alas de una mariposa.- Tan solo me divierte tu r-relación con el maestro Iruka, Naruto... En clase siempre os estabais... gritando y todo eso, pero yo sa- sabia que en el fondo era po-por que os teníais mu-mucho cariño...
-¿¿¿Qu-que-que??? ¿Yo cariño al "cara rajada" ese? ¡Hinata no digas tonterías, por favor!
Al contrario de lo que cabía esperar y de lo que entraba dentro de su naturaleza, Hinata ni se ruborizo, ni aparto la mirada, ni pidió disculpas por su comentario. Por el contrario, se acerco un poco a Naruto y le miro fijamente, embelesada y le dijo con tono protector y muy amable al atolondrado ninja:
-No son tonterías... te conozco lo suficiente como para saber el aprecio y respeto que le tienes al maestro Iruka... Ese es otro de tus lados positivos: la firmeza y la pasión con la que aprecias a tus personas importantes...
-Hinata...
-¿Sabes? Yo no soy precisamente muy buen ninja... soy bastante débil, a pesar de mi apellido... A mí me gustaría ser... ser como tu... Lo suficiente fuerte como para proteger a mis amigos y a las personas que considero importantes... T-tan, tan valiente como... como tu... Yo-yo... no he sido capaz de hacer nada hace un r-rato en las aguas terma...les... Pero tu, tu... Me gustaría, me-me gustaría... huh, me gus... taría.. ah...
-¡Hinata!
Hinata había empezado a llorar de forma pausada pero con intensidad... El esfuerzo que estaba realizando para abrirle su corazón a Naruto la estaba agotando. El corazón se le había encogido y la impotencia de sus propias palabras hacia que hablara atropelladamente. Unas brillantes lagrimas cubrían su pálida cara y, como estrellas fugaces, caían en la oscuridad de la noche perdiéndose en un suspiro... Se sentía cobarde, estúpida por no ser capaz de sincerarse del mismo modo que el chico que más admiraba. Naruto acaba de sincerarse con ella ¿Por qué no era capaz de hacer lo mismo? Intento taparse la cara, muerta de vergüenza, con los colores subidos hasta las orejas... Pero Naruto se lo impidió: le cogió de las dos manos e hizo que le mirase... Hinata había empezado a hipar, pero aparte de eso se mantenia en silencio...
-Hi-Hinata... Yo... ¡Siento haberte contado todo esto! No, n-no pretendía ponerte triste ni preocuparte... ¡Es culpa mía estar en esta situación! Siento que ahora estemos perdidos en el bosque... La líder del grupo eres tú, no débil actuar tan... tan... Bueno, tan como suelo actuar normalmente... eh... ¡Si, si tienes miedo te aseguro que te protegeré hasta el final, no pienso dejar que te pase nada malo en este bosque! Pero no llores mas... Todo es culpa mía, lo... lo siento muy mucho, Hinata...
La pequeña kunoichi había dejado de llorar, aunque el hipo aun le hacia saltar de vez en cuando... Negó con la cabeza y volvió a esbozar una preciosa sonrisa que turbo a Naruto...
-Tranquilo, estoy bien... ya... ya no lloro ¿Ves? Además, t-tu no tienes la cu... culpa de n-nada... Toda la culpa es mía, Naruto... ¡Fíjate, toda una li-líder de escuadrón llorando como una... una n-niña pequeña junto a un subordinado! Soy lo que n-no hay, ¿verdad?
-Hinata...
-¿Eh...?
-Ah... No, es que... no sé muy bien por que, pero... Quizás sea por la luz de la luna... O por que aun te tiemblan las lagrimas en los ojos... Pero esta noche... Te ves... Diferente...
-¿Di... diferente?
-Si, bueno, te... te ves... te ves realmente... vaya. realmente guapa...
-¿Eh...? (O_o)
-¡¡Vaya, qui... quiero decir, eh...!!!... Bueno, t-tu siempre estas guapa, pero... es que esta noche tú, ya sabes... Eh... hmm... Mierda, ¿Qué narices estoy diciendo?
Naruto empezó a rascarse la cabeza y aparto su mirada de los ojos de Hinata... su cara de zorro se había cubierto de un potente tono carmesí, casi tan pronunciado como el enrojecimiento de su compañera a quien le habían empezado a temblar las piernas... Los dos estaban recogidos en una pintoresca escena, frente a frente y en la profundidad del bosque, los dos ninjas bajaban la cabeza y miraban fijamente al suelo... Involuntariamente, Hinata sufrió un repentino escalofrió: al fin y al cabo era noche cerrada y se encontraban a la intemperie...
-Ah...,- exclamo mientras temblaba como una hoja... Automáticamente, Naruto se intereso por ella.
-¡¿Ey, estas bien!? ¿Tienes frió?
-Un... un poco...
-¡Déjame eso a mí, Jefa! ¡Trae, te calentare las manos!
-¡N-no... no hace falta!
-Claro que si, tu tranquila...- Naruto parecía muy contento de poder ser de ayuda a Hinata, así que empezó a frotarle las manos con las suyas (torpemente y sin tacto alguno, pero eso a Hinata le daba igual). La chica noto como crecía una extraña determinación en su interior, un valor desconocido que provenía del calor que recibía de Naruto. Entonces le vino a la mente la imagen de Sakura y se miro el dedo con el que habían hecho su promesa... Hinata cerro los ojos, respiro profundamente (tanto que incluso asusto a Naruto), cogió las manos del pelo-pincho y lo miro absolutamente decidida... Allí, bajo las estrellas, Hinata Hyuga iba a declararse...
-Naruto...La verdad es que desde hace mucho tiempo...
-¿Eh...?
-Tú... a mí... Me... me...
-¿Hinata...?
-Me gu...
Cuando las palabras aun no habían escapado del todo de los finos labios de la kunoichi, Naruto pudo ver reflejado en sus blancos ojos un movimiento furtivo detrás suyo... Un pinchazo agudo en la sien le advirtió del peligro.
-¡¡¡CUIDADO!!!
Acumulando muy rápidamente chakra en sus pies, Naruto cogió a Hinata y salto instintivamente hacia un lugar seguro. El lugar en el que hasta hace un segundo yacían, recibía el increíble impacto de algo desconocido. Una gran polvareda se levanto de inmediato y para evitar que les cubriera, la pareja de ninjas salto hacia una elevada rama de un árbol próximo. Una vez que el humo se disipo, el suelo se descubrió con una gran zanja... Alguien... o "algo" les había atacado provocando un socavón de considerables dimensiones en el suelo. Si en aquel momento no hubieran saltado, ahora estarían presumiblemente muertos.
-¿Qué... qué ha sido eso?
-No lo sé Hinata, pero mejor ponte en guardia-, dijo Naruto mientras empuñaba su kunai.
-S-si... ¡Si!
-Tranquila Jefa... ¡Mientras Naruto Uzumaki este aquí, sea quien sea nuestro enemigo le pateare el culo! Vamos, ¡Sal de donde estés!
-Cállate... Tus gritos me molestan...
La sibilinosa voz les tomo por sorpresa y se giraron bruscamente de un sobresalto. Justo unas ramas por encima suyo se encontraba su agresor. Con una presencia perturbante, parecía que el aire se enrarecía a su alrededor. Su cabello, del color de la sangre, sus ojos, fríos y pintados de tenebroso miedo y su cara, falta de vida y repleta de odio... Todas sus facciones invitaban a la muerte y atemorizaban a sus victimas, quienes veían antes de su fin, el gran kanji que se vislumbraba en su frente...
-¡Ga... Gaara del Desierto!
-¿Qu-qué? P-pero si el no es un ninja de la aldea... ¿qué ha-hace aquí...?
-...
-¡Eh, eh, eh, un momento, un momento...! ¡¡¡ Tu no puedes estar aquí...,- exclamo furioso Naruto.
-¡Eso, eso!-corroboro Hinata.
-... Por que en el primer capitulo dijiste que no volverías a salir en el fic, que salías entonces por capricho del autor!!!,- Hinata se cayo al suelo, un tanto sorprendida por la idiotez...
-... Mentí... ¬¬
-¡Maldita sea! Debí haberlo supuesto, ¡Al fin y al cabo eres de los malos más malos...!
-¡Eso, eso!,- dijo Hinata (que ya se había levantado del suelo).- Muy, pero que muy re-malo...
-¡Uyyyyyyy, pero que maloooo! ¡Es que tan malo no puede ser tío, ya es pasarse..!
-¿Eso es todo?,- dijo Gaara, algo hastiado de tanta tontería...
-Hmm, no, ahora viene cuando te envió a la luna de una patada...
-¡Na-Naruto, espera...!
Demasiado tarde: el impulsivo ninja ya se había abalanzado sobre su enemigo, con la intención de propinarle un gran puñetazo. Pero antes de poder golpearle, un escudo de arena bloqueo el puño de Naruto, protegiendo a Gaara. Entonces, una forma similar a una espada surgió de entre la arena que formaba el escudo y se lanzo hacia el ninja inferior de la aldea de la hoja. A duras penas Naruto logro esquivarla, aunque le hirió en la mejilla y en un brazo. Salto a la espesa hojarasca que se situaba a su derecha, tratando de ocultarse, pero su enemigo ataco rápidamente con un torrente de arena... Naruto tubo que saltar de entre la espesura para no ser arrollado y rápidamente se situó en un lugar seguro... Gaara arrollo el árbol donde se encontraban y obligo a Hinata a ponerse a salvo.
-¡Eh maldito "sin cejas"! ¡¡¡Deja en paz a Hinata y lucha conmigo!!!,- fanfarroneaba Naruto, tratando de captar la atención de su enemigo.
-Tal es mi objetivo...,-susurro Gaara, mientras esbozaba una siniestra sonrisa...
-¿Qué quieres de...?
Pero Naruto no pudo concluir la frase... Sin que pudiera evitarlo, una gran cantidad de arena empezó a rodearlo y a presionar todo su cuerpo dejándolo completamente inmóvil. Por mas que lo intentaba no podía zafarse de la presa de su enemigo... Hinata se echo a temblar: ella ya conocia esa técnica, la había visto con anterioridad. Se trataba del "Sarcófago del desierto", una técnica con la que el ninja de la aldea oculta de la arena aprisionaba a su presa de modo que no pueda escapar de su mortal abrazo. La pobre kunoichi cayo de rodillas al suelo presa del pánico.
-¡¡¡Naruto!!!
-¿Qu-qué quieres de mi? ¿Porqué has dicho... eso?.- acertó Naruto a decir, mientras sus huesos comenzaban a crujir con mayor intensidad...
-... Tan solo me han ordenado matarte a ti... Eso es todo...
-¿A mí? ¿Y porque...?
-Eso... no me lo han dicho...
-¡¡¡Espera un momento... ¿Qué interés tiene la aldea de la arena en m-matar a un ninja aliado?-grito Hinata, intentando recobrar la compostura.
-Este encargo no proviene de mi aldea... Me ha contratado una persona desconocida...
-¿Qué? En... ¿Entonces p-porque atacas a Naruto si tu aldea no te lo ha ordenado?
-Para mí es igual... que exista una alianza entre nuestras aldeas... mientras pueda asesinar y ver la mayor cantidad de sangre posible...
-¡Eres... eres un maldito monstruo! ¡Hinata, huye de aquí!
-Aunque no forma parte del contrato... también matare a la mujer...
-Huh...¡No... no pienso huir! ¡Naruto, v-voy a rescatarte!
-Tranquila Hinata... ¿No recuerdas lo que digo siempre? ¡Yo voy a ser el próximo Hokage!
-Eso será sin duda en la otra vida...-empezó a decir Gaara, mientras alargaba la mano derecha hacia su adversario y comenzaba a cerrar los dedos lentamente.
-...Naruto...
-¡Por que hasta que no me convierta en Hokage...!
-¡Funeral...!
-¡Naruto!
-¡¡¡Me niego a morir!!!
-¡...del Desierto!
-¡¡¡NARUTO!!!
La masa de arena que tenia atrapado a Naruto estallo en todas direcciones. Una sonrisa mortecina y triunfal se dibujo en la cara de Gaara ante ese espectáculo. Los ojos de Hinata se llenaron de lagrimas y su corazón dejo de latir durante un instante. El mundo se había detenido y ella se había quedado sin respiración. La arena caía lentamente en pequeños y desperdigados montoncitos... No había ni rastro del cuerpo del joven Uzumaki: había quedado hecho pedazos... Hinata empezó a sollozar profundamente y no advirtio que su enemigo se apostaba a sus espaldas. Sediento de sangre, Gaara había perdido parte de su juicio y se relamía en el placer del asesinato. había creado una especie de hacha de arena y la levantaba presto para ejecutar a sangre fría a Hinata, quien no parecía capaz de moverse...
-Naruto... Na-Naruto... no esta... no esta muerto... no... él no se muere nunca...
-Y ahora... es tu turno...-dijo el ninja de pelo rojizo, mientras se tocaba con fuerza la frente, totalmente exaltado.
-Por que él... por que él... es él numero uno... por que él es invencible...
-¡Tu turno... Para morir!
-¡¡¡Por que él será el próximo Hokage!!!
El hacha de arena de Gaara bajo a la velocidad del rayo, directa a segar el cuello de la kunoichi... Pero tan solo pudo cortar el aire, ya que Hinata no se encontraba allí cuando el arma iba a terminar con su vida.
-¡Evidentemente que voy a ser el próximo Hokage! ¡Ya era hora de que alguien más (a parte de mí) lo dijera! Je, je, je...- exclamo un Naruto vivito y coleando. Había rescatado a Hinata de una muerte segura y ahora, ambos se encontraban subido a la rama de un árbol, firmemente abrazados. Cuando Hinata escucho la fantasmada de Naruto, abrió de inmediato los ojos, irradiando pura alegría. No se lo podía creer, estaba tan increíblemente sorprendida de ver a Naruto volver de la muerte que se había quedado muda. Y, en otro orden de cosas, el rubor que le provocaba el abrazo al que le sometía Naruto, también limitaba su vocabulario, en parte por que con una mano le tocaba el culo y con la otra uno de sus senos...
-¡Ah... ah! ¡Na-Naruto... la... la m-mano!,-dijo una Hinata feliz pero roja como un pimiento de temporada.
-¿Eh, que...? ¡Leches, es verdad!... ¡Mano tonta, mano tonta! Uh...
-... No si... si no pasa nada... ¿Eh, q-que haces?
Naruto se saco una pequeña libreta azul de su bolsillo derecho y empezó a garabatear, mientras se auto-dictaba a sí mismo en voz alta...
-"A Hi... nata...-abro pa... rente... sis-... quien... lo iba a... decir...- cierro... paréntesis-.. le han... empeza... do... a sa... lir... las tet..."
-¿¡¡¡Pero que estas escribiendo!!!?,- protesto una colorada Hyuga, muy escandalizada...
-¿Eh, que? Ah, no, no, nada, solo unas notas personales... euh... para el ejercicio, si...
-¿Cómo... has logrado escapar de mi "Sarcófago de arena?-espeto Gaara poniendo fin a la absurda discusión de los ninjas de la hoja.
-Muy sencillo, Don "sin-cejas",- empezó a pavonearse Naruto, que de un salto quedo cara a cara ante su atacante.- Cuando me oculte entre el follaje de los árboles cree un clon mío, gracias a la mejor súper-técnica de la aldea (solo al alcance de unos pocos súper-ninjas como yo): ¡La multiplicación de cuerpos! Luego deje que me apresaras para ver tu patrón de ataque y conocer tus planes! ¿A que soy la ostia?
-Increíble, Naruto...
-...
-¿Así que un tipejo misterioso te contrato para liquidarme, eh? ¡Eso debe ser por lo menos una súper-misión de clase "A"!
-En realidad al tratarse de un ninja inferior, no pasa de clase "C"...
-¡¡¡GRRRRRH!!!
Gaara parecía terriblemente enojado. Parecía haber perdido su habitual frialdad y cada vez se apretaba con mas fuerza la frente, como si le ardiera el kanji que tenia, como si se tratara de un estigma que lo atormentara, con un dolor infernal. Gaara hablo con una voz mucho más aguda de lo normal: una voz fruto de la locura...
-Me has privado ya de dos muertes... Me has privado de una sangre que me merezco... ¡Ugh! Calma, calma... pronto morirán... Pero ahora mismo pienso cobrarme con creces el agravio que has cometido...,- Se dirigió con fiereza y los ojos inyectados en sangre hacia Naruto, quien lo esperaba apretando duramente los dientes... Pero no llegaron a enfrentarse, por que Hinata se interpuso entre los dos. La mirada de la tímida chica estaba completamente cambiada: harta de su papel pasivo en aquella lucha, la kunoichi había adoptado una pose defensiva y se había colocado delante de Naruto para enfrentarse a Gaara. A pesar del terrible miedo que recorría todo su cuerpo, su determinación era total. "Yo soy la líder del escuadrón de la Rana... ¡No pienso dejar que ningún enemigo ataque a mis compañeros!"
-¡Hinata, cuidado!,-exclamo preocupado Naruto, quien ya iba en ayuda de su amiga. Mas no hizo falta pues Gaara del Desierto se detuvo justo antes de lanzar su ataque a la chica. Eso les había cogido por sorpresa y ahora miraban atónitos como su enemigo se retorcía, afectado al parecer de un inhumano dolor de cabeza. Poco a poco fue retrocediendo lenta y torpemente hasta que empezó a calmarse y a respirar con normalidad. Entre soplido y soplido, Naruto pudo captar claramente lo que mascullaba:
-Ya... sha.. m-maru....
-"¿Yashamaru? Pero que dice este ahora? ¿Por qué se ha detenido?"
-Habéis tenido mucha suerte esta vez... Pero la próxima vez ninguna mujer podrá protegerte, Uzumaki...- empezó a decir el muchacho mientras un torbellino de arena le rodeaba.
-¿Huh, estas huyendo?
-¿Huir? No... Tan solo pospongo este enfrentamiento... Estoy seguro de que si aguanto lo suficiente, mas adelante tu sangre me sabrá mucho mejor... Hasta entonces procura no morir...- susurro mientras desaparecía totalmente, llevado por un vendaval de arena... A pesar de no estar presente, su voz aun retumbaba entre los árboles y congelaba el animo de los ninjas de la hoja.
-Tenemos mucho tiempo aun, para enfrentarnos, Naruto Uzumaki, pero presumo que este no debe ser el lugar... Tendré paciencia y esperare que tu destino se cumpla... Tened esto bien presente: la existencia de todo ser vivo conduce hacia la muerte... Así pues, os volveré a ver mas tarde o más temprano... Puesto que yo soy su emisario predilecto...
Y con estas lúgubres palabras, el demonio de la arena desapareció sin mas de allí, sin dejar un mísero rastro que indicara que había estado luchando con Hinata y Naruto. Ambos miraban en todas direcciones, preocupados por un nuevo ataque sorpresa a traición, pero al cabo de muy poco se dieron cuenta de que ya no se notaba la presencia de Gaara en los alrededores. Hinata lo confirmo con su "Ojo Blanco". Se permitieron el lujo de reposar durante un instante...
-Se-se ha ido... estoy segura...,-dijo Hinata, que suspiraba llena de alivio.
-¡Ja, ja, ja! ¡Pues claro, pues claro! Se a "jiñao" vivo cuando ha visto que tendría que luchar con el insuperable Naruto Uzumaki...
-Hmm, no lo creo... su actitud era más rara que todo eso, no es que nos tuviera miedo si no que... algo le preocupaba...
-Siiii... Puede ser, creo que mascullaba un nombre...
-¿Si?¿Cuál?
-Euh... Lo he olvidado ^^U
-Pues vaya...
-De todas formas su actitud era realmente rara... En cuanto le has salido al frente a empezado a actuar como un perturbado o algo así... ¿No será que tu presencia le ha intimidado?
-Mi presencia no intimida ni a los crios de guardería, Naruto...
-En eso tienes razón...
-Buuuuhhh... Snif, snif, de todas formas ¿viste como se tocaba el Kanji que llevaba en la frente? Te parecerá raro... Pero creo... creo que le dolía de una forma inimaginable...
-¿Si? No sé no me he fijado bien... De todas formas ¿Cuál era el significado del carácter? ¿"Sin cejas"?¿"Tío raro"?
-Pues... "Amor"...
-...
-Huh, creo que aun e-estoy un poco asusta-tada...,-dijo Hinata mientras intentaba calentarse los brazos- Y además, tengo aun más frió que antes...
-¿Ah, sí? Bueno, espera que te dejo mi chaqueta...
-¿Q-que, que? No, no, no, déjalo Naruto, no tengo tanto... tanto fri... ¡Achis!
-¡Salud! Je, je, je... Venga va, insisto...
-Pero Naruto si no... Naruto, ¡Naruto estas sangrando!
-¿Eh? ¿De verdad? ¿Donde?
-Aquí... mi... mira en el h-hombro y en la cara...
-Tu tranquila, pequeña...¡Eso no es nada! Te recuerdo que soy un ninja: sangrar forma parte de mi trabajo... (¡Toma ya! Que bien me ha quedado...)
-¡Oh vaya, creo que me deje el botiquín en mi ropa!
-(No me escucha ¬¬)
-Espera, por lo menos d-déjame limpiarte la s-sangre de la cara...-Hinata saco un pañuelo de su bolsillo trasero e hizo ademán de acercárselo a la cara de Naruto.
-No... si no hace falta...
-¡Insisto!
Cuando la mano de la joven Hyuga rozo la mejilla del alocado y rebelde ninja, ambos no pudieron disimular el espasmo que los sobrecogió. Una descarga eléctrica les recorrió todo el cuerpo, desde la cabeza a la punta de los dedos de los pies... Una vez mas en aquella noche, se quedaron mirándose fijamente (y ya van...), mientras el bosque denotaba una tranquilidad y paz supinas... Demasiado tranquilidad y demasiada paz, evidentemente, para una noche de tantos sobresaltos: no podía durar mucho...
-Tsk, tsk, tsk... Menuda decepción... así que al final, el famoso "Gaara del Desierto" no era mas que un cobarde inapropiado para esta misión...
Si que pudieran percatarse, una extraña figura envuelta en un manto negro había aparecido a unos pocos metros de ellos... Instintivamente, Naruto coloco a su líder de escuadrón detrás suyo y empuño su kunai.
-Vaya, menudo recibimiento... ¿Es que no conocéis ni las mas mínimas reglas de cortesía?
-¿Quién narices eres tu? ¿Es que esta noche tenemos que encontrarnos con todos los bichos raros de este maldito bosque?
-Misericordia, cuanto ímpetu y cuanta grosería... Muchacho, deberías tenerle un poco mas de respeto a tus mayores, ¿Sabes?
-¿Quién... quién es usted?,- se atrevió a decir Hinata, asomando su carita por encima de la espalda de Naruto.
-¿Lo ves? Tu novia tiene mejores modales que tu, pequeño Naruto... Aunque supongo que la culpa es mía, por no presentarme como es debido...
-¿Cómo leches sabes como me llamo? ¿¡Quién puñetas eres tú!?
-Oh, eso es fácil Naruto, en nuestra organización te conocemos muy bien... Demasiado bien, si quieres que te dé mi opinión... Para serte franco, podríamos decir que mi vida gira alrededor de ti... Y en cuanto a quien soy... Veras, tiene su gracia y puede que no me creas, pero por mucho que quiera, no puedo decírtelo...
-No me vengas con chorradas...
-No te impacientes, no te impacientes cariño... La noche aun es joven, tiempo habrá para que te explique como mi vida se ha visto atado hasta este deleznable extremo por culpa de tu miserable existencia...
-No, si la culpa será mía por preguntar...
-¿Qué... q-qué relación tienes con el chico de la arena?,- intervino de nuevo Hinata. Naruto se estaba poniendo cada vez más nervioso. Ese tipo tenia algo que le ponía frenético... Estaba ansioso por comenzar a atacar, pero la presencia de Hinata complicaba la situación: no podia poner en peligro a su líder... Mas aun, por que notaba que si hacia un moviento en falso, Hinata estaria a la merced de ese extraño individuo...
-Hmm, ¿Te refieres al irascible Gaara? La verdad es que pensé que seria un buen oponente para ti... así que lo contrate para acabar contigo... Si bien podría haber reclutado a cualquier otro ninja con mas experiencia, pensé que seria irónico que el te matara... Además, a corto o largo plazo nuestros caminos se hubieran encontrado: esta en su naturaleza, así que pense que podria acabar con él después de que te diese muerte... Pero una vez se confirma aquello de que "Si quieres que algo se haga..."
-Me sorprende tu habilidad para enrollarte como una persiana sin decir ni una maldita cosa...
-Y a mí me sorprende tu grosería extrema... Desde luego prefiero al pequeño Sasuke antes que a ti...
-¿A Sasuke? ¿De que conoces a Sasuke?
-¡Vaya! ¿Pero es que no te ha comentado que somos viejos amigos? Interesante giro argumental... Y yo que creía que ya estabas sobré aviso... Una vez mas he sobré valorado a mis presas: al fin y al cabo, solo sois unos crios...
-¿Ah, si? ¡Pues este "crío" te va a dar tal paliza que desearas meterte tus finos modales por él...!
-¡Por favor! Ya basta... No aguanto tantas impertinencias... El caso es que ahora tan solo había venido para dejarte malherido y matar a la putita de tu novia ante tus ojos, pero creo que voy a dejar de tomarme tantas molestias y acabar contigo directamente...
Estas palabras cegaron a Naruto y lo llenaron de cólera. Como si de un resorte se tratase, la mención de Hinata por parte de aquel sujeto hizo que se lanzase a un ataque abierto e imprudente, tal y como quería su enemigo.
-Eres tan predecible...- dijo el hombre misterioso mientras bostezaba. Antes de que Naruto pudiera siquiera rozarle, una hoja afilada de color sangre surgió de entre su ropa para cortarle la cabeza al joven ninja. Con unos grandes reflejos, logro esquivarla y ponerse a una distancia prudencial... A pesar de todo no pudo advertir con que le ataco su enemigo. Lo que si tenia claro es que se había salvado por muy poco: Su chaqueta presentaba un leve corte horizontal... si se hubiera apartado ni que fuera medio segundo después, ahora estaría cortado en dos. Debía tener mucho cuidado.
-Hmm... Aunque eres más rápido de lo que me imaginaba... Bravo chico, bravo... no todo el mundo es capaz de escapar de mi "Segadora carmesí"...
-¡¡¡Esta vez no te me escaparas!!!
-Paciencia amiguito... ¿Qué sentido tendría matarte ahora...? No, tengo preparado algo mucho mejor para el chico Uchiha, para ti... y para tu preciosa novia...
-¿Qué?,-al girarse, Naruto pudo ver como un clon hecho de sangre apresaba a Hinata y la dejaba inconsciente... La cogió en brazos y huyo con ella muy rápidamente, internándose en el bosque...
-Me darás el placer de verte luchar a muerte con tu queridísimo amigo Sasuke... O si no, tu dulce amiguita tendrá el gusto de deleitarse con el dolor, la humillación y la malignidad con la que suelo tratar a las mujeres...
-¡¡¡CERDO!!!¡¡¡Cómo le toques un solo pelo a Hinata, yo...!!!
-Oh, por favor, tesoro, madura de una vez y...
Pero no pudo decir de que modo tendría que madurar, por que en ese instante Naruto le propino un tremendo puñetazo en la cara, con una fuerza salvaje... Y si el sujeto misterioso no se hubiera escabullido saltando hacia la rama de un árbol, el joven y encolerizado ninja hubiera seguido lanzando una batería de golpes sobrenaturales... El pelo del chico empezaba a encresparse, la hería de su hombro y su mejilla se cerraban rápidamente y sus ojos comenzaban a tornarse rojos, como el chakra que circundaba a su alrededor...
-¡El zorro de nueve colas!!! Je, je, je... Quien me iba a decir que resultaría tan fácil despertar a mí más terrible Némesis... Me encantaría seguir charlando contigo, maldito engendro del averno... Pero otros asuntos me reclaman... Como por ejemplo, una tierna e inocente kunoichi de doce años...- soltó entre una risotada terriblemente aguda y maquiavélica, mientras empezó a fundirse con la noche, hasta que solo el eco de su enfermiza carcajada daba muestras de que allí había habido alguien...
Naruto cayo de rodillas al suelo. La cólera ya le había abandonado y ahora solo sentía impotencia y frustración... había dejado que secuestraran a Hinata delante de sus narices y no pudo hacer nada por evitarlo. Una rabia encendida empezó a subirle desde la boca del estomago... Naruto tenia la mirada la mirada inyectada en sangre, del mismo tono que la que brotaba de sus labios mientras se los mordía... Una tenue claridad empezó a asomarse en el bosque, anunciando los primeros rayos de sol de la mañana... El tempranero trino del ruiseñor, comenzó a inundar los frescos sonidos del bosque y una fría brisa mañanera revolvió el pelo de nuestro héroe, quien lentamente empezó a erguirse. Mirando hacia la profundidad del bosque, Naruto no podía evitar tener un escalofrió al pensar en Hinata. Pero claro, eso hacia aun más imperioso su puesta en marcha. Se paso dos dedos por la superficie de sus labios ensangrentados y con ellos se pinto los bigotes de zorro... Se apretó fuertemente la bandana de ninja, pego un escupitajo al suelo y levanto la vista y el puño derecho hacia el sol que empezaba a nacer en el este...
-Maldito bastardo, has hecho enfadar al hijo de puta equivocado... ¡Prepárate, por que a partir de ahora tú serás mi presa... Y ni siquiera en el puñetero infierno podrás escapar de mí!
CONTINUARA...
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Daily Konoha, el periódico de los ninja
Lo primero es lo primero: ¡Hola! Bienvenidos de nuevo a este intento de Fan- fic... Supongo que muchos de sus antiguos lectores ya se habían olvidado por completo de esta historia (a los nuevos que se la pique un pollo) y no es de extrañar... Aunque parezca mentira desde que escribí los primeros párrafos hasta el final del capitulo han transcurrido mas de 2 meses y pico O_o La verdad es que ni yo mismo sé muy bien por que he ido dejando tanto de lado esta historia, pero el caso es que entre exámenes, trabajos para el instituto, experiencias con las drogas y comas etílicos me fui olvidando de la gran epopeya de la dulce y tímida Hinata y la bravucona Sakurita... La verdad es que durante este tiempo he ido recibiendo reviews felicitándome y amenazándome por mi trabajo ("no esta mal... tu sigue esforzándote... algún día aprenderás a escribir, ¡animo! Y etc") y cada vez que leía un comentario adulador escribía unas pocas líneas mas de este maldito capítulo seis... Hasta que al final, estos últimos... entre que agarre un resfriado de caballo y no pude salir por ahí y que recibí una review bastante motivadora ,... Pues me puse y... ¡Tachan! Tanto tiempo después tenéis la continuación de este Fic, que para compensar el retraso es más extenso de lo habitual... ¿Qué podríais haber seguido viviendo sin él? No lo dudo, pero mira, yo estaba aburrido y me apetecía acabar esta bendita historia...Os dejo con el avance del capítulo siete... ¡Secundarios al poder!
Sylvian
TRAILER DEL EPISODIO VII: El retorno del Fic
"Hace un par de meses, En una aldea ninja, muy, muy (pero que muy) lejana..."
....
(Y ya esta que no se me ocurre nada mas, Chao ^_^)
