2- Actuando como si no doliera
parte 1
Severus Snape comenzó a borrar con lentitud la pizarra en cuanto ella se fue. Se encontraba mucho mejor pero no lo suficiente. Cada movimiento que realizaba le dolía. Era una pequeña tortura. De todos modos eso no era nada en comparación con el primer día, cuando los alumnos abandonaron en la gran comedor tras la cena. Cometió el error de tratar de levantarse como si nada. Olvidando que el efecto de las pociones se habría mitigado.
Fue tan brutal e intenso el dolor que sintió que perdió por completo el control sobre su cuerpo y cayó como un muñeco de trapo. Sin la intervención de Minerva, que lo sujetó a tiempo, hubiera dado con sus ya doloridos hueso en el suelo.
Delante del resto de profesores pudo fingir. Se inventó como excusa una bajada de tensión, por culpa del cansancio del viaje. Afortunadamente le creyeron. Sin embargo tuvo que confesar la verdad a Albus y Minerva al quedarse a solas. Fue difícil, dado su peculiar situación, encontrar las palabras para decirlo sin decirlo, pero supieron improvisar. De todos modos habían considerado esa situación y no les extrañó demasiado. Sabían que ser sometido a tortura era una posibilidad muy real.
Madam Pomfrey le atendió de inmediato y fue tan discreta como siempre. No hizo ninguna clase de pregunta. Quizás Albus la hubiera puesto sobre aviso o simplemente lo adivinaba y prefería no saberlo. Tampoco se mostró sorprendida cuando le explicó, garabateando como pudo en una nota, la poción que se había preparado y tomado antes como medida de prevención, y la que luego se había estado tomando para soportar el dolor. Simplemente tomo nota de los ingredientes y dio su visto bueno.
Severus, en ese momento, no podía evitar pensar en que debería haber previsto la necesidad de ir aumentando la dosis de la segunda poción. Si lo hubiera hecho quizás habría aguantado lo suficiente como para haber llegado por su propio pie a su habitación tras la cena. Así nadie se habría dado cuenta de nada. Y no habría tenido que admitir que lo habían torturado.
Se sentía un poco avergonzado. No le gustaba nada como lo miraban Albus, Minerva y Pomfrey. Con esa triste expresión en sus ojos. Le molestaba muchísimo que le trataran como si fuera de cristal y estuviera a punto de romperse. Aunque fuera justo así como se sentía.
De todos modos tenía que reconocer que habían tenido mucha paciencia con él. Estuvo realmente desagradable aquellos primeros días. Incluso para él. Especialmente con Minerva. Un día estuvo a punto de abofetearle tras una discusión. Se lo habría merecido. Lo peor fue no poderle pedir disculpas después como era debido. Tenían que cuidar cada palabra que decían, y todo le dolía tanto aún que apenas pudo garabatearle una breve nota donde ni siquiera le pedía perdón. Pero pareció ser suficiente para ella.
Para el resto del colegio estuvo ausente toda aquella semana. Albus inventó unas reformas inexistentes en las mazmorras que aplazaron el comienzo de las clases de pociones. De esta forma pudo descansar y recuperarse bajo los cuidados de Madam Pomfrey en un anexo privado de la enfermería.
Habían pensado que estaría en cama como mínimo una semana, pero consiguió levantarse antes del viernes. Lo mas seguro gracias al efecto de las pociones. No estaba totalmente recuperado de todos modos, solo lo suficiente como para aparentar normalidad. Eso le bastaba. Si hubiera permanecido un día mas encerrado en aquella habitación sin hacer nada se habría vuelto loco.
Pese a las objeciones de Madam Pomfrey y Minerva, Albus accedió a que se reincorporara. Una razón mas para estarle por siempre agradecido. Pero solo a cambio de posponer el comienzo de las clases de pociones hasta el lunes. Cosa que a Severus le pareció bien, ese día ya estaría recuperado del todo y no tendría que fingir. Generalmente los niños eran mas difíciles de engañar que los adultos, y podrían darse cuenta de que algo no iba bien.
Además, así tendría unos días para revisar las mazmorras y preparar las clases. Durante el verano el mantener correspondencia con Lucius y preparar de nuevo su tapadera le había quitado mucho tiempo. Le quedaba por pulir muchos detalles de la planificación del curso, aquel inesperado viaje antes del comienzo de las clases se lo había impedido.
El viaje que lo había cambiado todo. Otra vez. Durante aquellos días en la enfermería tuvo tiempo de redactar como pudo unas notas sobre todo lo que había ocurrido. Informe que pasó a Albus en una de sus oficiales "visitas de cortesía". Acordaron que hablarían más a fondo sobre el tema cuando se recuperará, y así lo dejaron.
Severus Snape no preguntó si en ese "hablar mas a fondo" se incluiría el asunto de las nuevas propiedades de su marca. Le daba miedo preguntar porque le daba miedo la respuesta. Fuera como fuese aun era pronto, demasiado pronto.
Se prometió a si mismo no pensar en ello siquiera, porque si lo hacía terminaría obsesionándose. Ya había malgastado su vida lo suficiente con algunas "obsesiones", no necesitaba otra mas. Especialmente con algo que era posible que ni tuviera sol.....
No, no iba a pensarlo.
O al menos esa era la idea. Estaba claro que la marca tenebrosa tenía sus propios planes, y al parecer no le hacía gracia que la ignorasen. Como le gustaba bromear al profesor Flitwick los objetos en ocasiones adquirían vida propia y se comportaban como les parecía.
Con lo bien que estaba resultando aquel día.
El primero bueno desde hacía mucho. Además de poder abandonar la enfermería se unió al resto de profesores en el gran comedor para el desayuno. Donde para su sorpresa recibió una cálida bienvenida de parte de sus compañeros, que ,aunque nunca lo admitiría, le hizo sentir muy bien. Tanto que hasta se permitió sonreír a algunos de ellos.
Por unos instantes todo parecía de nuevo normal. Incluso el sobresalto de una asustada Sybill al verlo, y sus predicciones de que le esperaba un suceso nefasto, aún peor que la muerte. Pero lo mejor sin duda había sido como Minerva la había hecho callar, haciendo notar unas incoherencias en lo que su "ojo interior" veía , y dejándola en ridículo. ¡Ah! Si se hubiera podido parar el tiempo justo en aquel momento.
Realmente una mañana perfecta. Por supuesto aquello no podía durar, nunca lo hacía. La marca pareció escoger justo entonces, cuando mejor se lo estaba pasando, para manifestarse y estropearlo todo. No fue de manera paulatina, como ocurrió durante el curso pasado. Fue como si le atravesarán el brazo con un hierro al rojo. De improviso, rápido y brutal.
Lo único que impidió que diera un alarido, que se hubiera escuchado en todo Hogwarts, fue que en aquel mismo instante estaba bebiendo su café. Y aunque el atragantarse con él no fue nada comparado con el dolor que sentía en su brazo, le sirvió como excusa para ocultarlo.
El profesor Flitwick incluso bromeó, cuando le vio mas recuperado , diciendo que parecía que estar en el comedor le traía mala suerte. Lo que aprovechó Sybill para advertir, con aire de superioridad, que aquellos que no se tomaban en serio las advertencias del mundo invisible siempre terminaban pagándolo.
La mirada asesina que le echó Minerva fue de antología. Seguramente si Albus no hubiera intervenido aliviando la tensión la escuela de Hogwarts habría perdido a su única profesora de adivinación. Aunque en cambio hubiera ganado un bonito jarrón, o una percha que era mucho mas útil. Una lastima, habrían salido ganando.
Pensar en estupideces como esas le ayudó a olvidarse de la marca y mantener la cordura durante el resto del desayuno. Le hubiera gustado que también por el resto del día, pero eso era algo que no podía hacer. Hubiera sido una irresponsabilidad ignorarlo y el podía ser muchas cosas, pero irresponsable no era una de ellas. Aunque le hubiera gustado.
De todos modos su compañera y cabeza de la casa de Gryffindor tampoco lo era. Así que aunque él se hubiera dejado tentar por la idea de pasarlo por alto ella NO lo iba a hacer. Cosa que dejó muy claro con las miradas que intercambiaron en lo que quedó de desayuno. Por eso cuando terminaron Minerva le pidió amablemente que la acompañara para contrastar la programación de horarios de algunas de sus clases.
Tuvieron que negarse cuando Filius se ofreció a ir con ellos y llamar a la profesora Sprout para realizar una reunión de coordinación entre las cuatro casas. Minerva adujo que solo se trataba de ajustar unos pequeños detalles en los horarios de Gryffindor y Slytherin, y que no era necesario molestarles para algo así. Flitwick pareció aceptar sin problemas la falsa excusa. Quizás demasiado bien. A Snape no le gusto nada como les sonrío a ambos al despedirse, y aun menos las risitas que le escuchó cuando salían del comedor.
En otra ocasión se lo hubiera comentado a Minerva , por si se estuviera imaginado cosas. Pero en esa situación no le pareció oportuno. Nada mas dejar el comedor ,al estar solos, pudo ver claramente lo preocupada que estaba. Rápidamente lo llevó a una cercana aula en desuso, el aula once, cuya puerta cerró con un conjuro para que no los molestaran.
- Severus, ¿qué ha ocurri...?
Comenzó a decir dejándose llevar por los nervios. Pero al ver como Snape abría los ojos asustados y levantaba su brazo izquierdo advirtiéndola calló de inmediato llevándose la mano a la boca.
- Quiero decir, ¿qué ha pasado para que usted se descuidará tanto en sus funciones? La hoja de horarios que me entregó es un caos imperdonable
Dijo intentando arreglarlo. Sus labios gesticularon diciendo un "lo siento" sin sonido. Snape sacudió la cabeza quitándole importancia al lapso y, mientras se dirigía a la pizarra y cogía una tiza, le respondió.
- ¿Ocurrir?, ¿pues que va a ocurrir?, prácticamente me desmontan el laboratorio de pociones y desbaratan todos mis planes. ¿Cree que eso me puede permitir trabajar sin que se noten repercusiones?. Además sabe perfectamente que estaba enfermo.
Mientras hablaba fue escribiendo, despacito para no hacer mucho ruido, en la pizarra. "No lo sé con seguridad. La marca me quemó, parecía como si ardiera. Siento el espectáculo, me cogió desprevenido"
Una sombra de preocupación oscureció los ojos de la profesora McGonahal al leer la pizarra. Se acercó a coger otra tiza con la que escribió mientras le contestaba.
- Se perfectamente que estos días no se ha encontrado muy bien profesor. No soy estúpida y me he podido dar cuenta de su ausencia - dijo con un aparente tono de enfado
"No hace falta que te disculpes por algo así. A cualquiera le hubiera pasado lo mismo, que yo sepas sigues siendo humano, ¿no?"
Snape permaneció en silencio y bajó la mirada. No sabía que responder. Minerva frunció un poco el ceño ante la actitud del cabeza de Slytherin y tras un pequeño suspiro continuó.
- Pero nada de eso le disculpa. Sabe perfectamente que tiene que cumplir con las todas obligaciones de su cargo. De igual manera que como subdirectora yo debo velar precisamente porque todo esté en orden.
"Déjame ver la marca Severus"
- Me parece muy bien que sea usted tan responsable, pero no me puede pedir milagros. Si usted quiere puede jugar a ser miss perfecta, se lo puede permitir. Su clase no necesita tanta supervisión y revisar tantos ingredientes como la mía. Si no le gusta mi programación de horarios, ¿porque no la transforma en una que sea de su agrado?- terminó diciendo casi a gritos
"NO"
- Se que no se encuentra en su mejor momento profesor, así que olvidaré que ha pronunciado esas palabras. Sea razonable.
"No seas crío Severus, deja que la vea, puede ser importante. Y podías haberte ahorrado lo de miss perfecta"
- Quizás me haya excedido, perdone, tiene razón. Se que debería haber trabajado mas en ello, pero realmente es que no pude.
"Está bien, aunque sigo pensando que no es necesario. Siento lo de miss perfecta, pero habíamos quedado en que tenía que aparentar que nos llevábamos mal por si había oídos de mas."
Iba a desabrocharse el puño de la camisa cuando volvió a coger la tiza de nuevo.
"Y tu te podías haber ahorrado lo de crío"
Minerva sonrío divertida al leer el último comentario. Se acercó a ayudarle a desabrochar los numerosos botoncitos que cerraban el puño de su túnica mientras decía en voz alta:
- Discúlpeme a mi también profesor, creo que yo también me he excedido al acusarle así. Pero comprenda que estos son días difíciles para todos. Supongo que me he preocupado en exceso por los detalles para intentar olvidar lo que ocurre fuera de Hogwarts.
Snape terminó dejando que fuera solo ella la que se peleará con los botones. Con una mano era mucho mas difícil y casi la estorbaba mas que ayudaba. Se dedicó solo a escucharla mientras inventaba sobre la marcha aquella conversación que les servía de tapadera. A escucharla y a mirar como iba desabrochando los botones uno a uno, con mucho cuidado.
- ¿Fuera de Hogwarts?, ¿a que se refiere exactamente?
Siempre había admirado a su colega, aunque jamás se lo diría, en como se esforzaba en cuidar hasta el mínimo detalle todo lo que hacía. ¿Quizás ser así de minucioso era esencial para ser un experto en transfiguraciones?. No era una materia que él dominara, pero si sabía que cuando se realizaba una transformación esta debía ser completa, no parcial.
- Bueno, ya sabe profesor Snape, estoy hablando de todas esas cosas horribles que pasaron hace unos meses, y de los rumores
Fuese como fuese lo que si sabía con seguridad es que cuando Minerva hacía algo se concentraba totalmente en ello. Como en ese momento. Ni siquiera se había dado cuenta de que se había despeinado ligeramente. Sin duda en la discusión anterior. Un mechón de sus cabellos se estaba soltando de su habitualmente impecable recogido, y estaba a punto de deslizarse sobre la frente.
Antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo, Severus había acercado su mano libre para colocar aquel mechón de cabello negro rebelde. Pero cuando apenas lo estaba rozando con la yemas de los dedos, casi acariciándolo, sintió una leve punzada de dolor que le hizo volver a la realidad.
- ¡Ah!, ¿esa absurda idea de que quien usted sabe puede haber vuelto?. Ya habrá leído lo que dijo el ministro sobre ello. Solo son patrañas sin fundamento – Snape recordó que el señor tenebroso había dejado muy claro que de momento prefería aprovechar la ceguera de Cornelius Fudge para que sus mortífagos pudieran actuar mas libremente.
Minerva había terminado de desabrochar el puño de la camisa dejando a descubierto su antebrazo. Y aunque había retirado la tela con mucha suavidad la piel alrededor de la marca estaba muy sensible y se había resentido. Se podía ver claramente como alrededor de la marca estaba enrojecida e inflamada.
Al verla así y notar como Severus había dado un ligero respingo levantó la cabeza y lo miró preocupada. Lo último que deseaba era hacerle mas daño. Con este gesto el mechón de cabello terminó de soltarse por completo y cayo tapando parcialmente su ojo izquierdo.
- Creo que pensar así es una imprudencia. Como bien dice nuestro director habría que prepararse para lo peor, estar prevenidos-. Respondió intentando sujetar el cabello lo mejor que pudo. Con una ultima mirada a la marca mientras hablaba Minerva frunció el ceño y se dirigió de nuevo a la pizarra
"No me gusta el aspecto que tiene. Debe dolerte mucho"
- Nuestro querido director se hace viejo – Severus puso su mejor tono despreciativo – Nadie puede negar que ha sido un gran mago, pero sus días han pasado. Quien sabe, quizás quiera recuperar parte de su antigua reputación promoviendo cruzadas absurdas.
"Solo me molesta un poco si se toca. Aparenta mas de lo que es"
Minerva lo miró con una mezcla de asombro por lo que acaba de decir y escepticismo a lo que había escrito. Snape volvió a escribir en la pizarra.
"De verdad, no intento hacerme el valiente, créeme. Y por favor no repitas esto último a Albus. Sabes que no lo pienso."
- Mire profesor, espero que reconsidere lo que acaba de decir. Sabe que admiro profundamente a Albus Dumbledore y no admitiré ninguna clase de injuria a su persona- dijo, intentando aparentar furia contenida, mientras borraba parte de la ya repleta pizarra para poder escribir.
"Esta bien, pero prométeme que irás ahora a la enfermería. Si, a la enfermería, no pongas esa cara de disgusto"
- De acuerdo profesora, olvidé lo que he dicho – dijo con resignación antes de que ella continuará
"Ahora voy a acercarme a la biblioteca, quiero consultar algo en libros avanzados de encantamientos. No creo que la forma en que esté reaccionando sea normal"
- Me alegra oírle decir eso, no hay nada que odie mas que discutir con un colega, sobre todo con alguien a quien aprecio tanto.
"Estoy segura de que encontraré algo que quizás nos ayude a comprender la naturaleza del nuevo encantamiento"
- Profesora, si sigue por ahí conseguirá que me sonroje- le respondió con un marcado tono de cinismo. Aunque Minerva casi podría jurar que si parecía algo azorado antes de apartar la mirada para escribir en la pizarra
"No olvides que debemos llevarnos mal. Sobre la marca" Se detuvo unos segundos antes de continuar escribiendo. "Solo sé que antes siempre reaccionaba a las manifestaciones de su poder. Nunca llegó a estos extremos. "
- Le...le aseguró que no era esa mi intención...- contestó la profesora mientras el seguía escribiendo
"Siento haber estado inconsciente cuando alteró el encantamiento y no poder aportar mas detalles"
- ..., me temo que me deje llevar. Ya le dije que estos días estoy algo intranquila. Si no hay ningún otro asunto que tratar discúlpeme pero tengo que irme, tengo mucho por hacer, al igual que usted.
"Ni se te ocurra disculparte por eso. Si hay alguna novedad avísame"
- Nos vemos mas tarde entonces – respondió el profesor de pociones.
"Suerte"
Minerva le dirigió una pequeña sonrisa y se dispuso a irse, aunque antes volvió a escribir por ultima vez.
"¡Ve a la enfermería!"
Severus Snape intentó no reír al leerlo y se quedó observando como ella retiraba el encantamiento de la puerta y salía. Entonces se obligó a volver su atención a la pizarra, no podía dejarla así. Por eso se puso a borrarla lentamente mientras se perdía en los recuerdos de esos últimos días.
Cuando casi había terminado escuchó el sonido de la puerta al abrirse. ¿Minerva volvía?. Esperanzado pero algo extrañado de tanta rapidez se dio la vuelta. El inicio de una sonrisa se congeló en sus labios formando una mueca. No era McGonahal. Los que se encontraban en la entrada del aula once eran Harry Potter y el resto de aquel trío de buscaproblemas, el menor de los Weasley y la chica Granger.
- ¿Qué hacen aquí?, ¿quieren algo?- les preguntó de forma brusca
- Tenemos que hablar profesor Snape – fue lo único que le contestó Harry Potter.
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Unas mini aclaraciones (otra vez):
(Actualizado, menos reviews, en octubre de 2004)
El apellido de Minerva está mal escrito, la primera vez fue equivocación, pero lo mantengo. Ahora lo uso como excusa de que esta es mi particular versión del personaje, la veo mas joven q en la peli :P Después de todo Jo en los libros la describe como una bruja de mirada severa y cabello negro, no hace ninguna mención a que aparente ser tan mayor como la ponen en la película. No hay que olvidar que los magos envejecen mucho mas lentamente.
El nombre de Filius para flitwick, lo saque del fic de una amiga, ella me dijo que es el verdadero aunque aun no haya salido en los libros.
El aula donde entran Severus y Minerva antes no tenía numero. Pero al leer en el libro 5 la descripción del aula de adivinación de Firenze me hizo mucha gracia que estaría justo donde mi aula en desuso XD Y como esta también lo estaba la adopté
Aunque comencé el fic antes de leer el libro 5 (con lo que será un quinto año alternativo a la fuerza) siempre que puede intentaré que los detalles sean lo mas correctos posible y estar lo mas cerca que pueda de la versión oficial
Ahora comentare alguno reviews que deje sin contestar y como es debido, ya no lo haré mas allí mismo palabra , si se me pasa alguno será un lapsus, avisadme si ocurre y perdón por adelantado vv
Jade: me alegro q todo se aclarara
Wilbur: asias por defenderme wapetona :
Ucchan: hola tocaya me temo q no podré leer tus historias si están en ingles, no me enteraría de nada vv
Calichan: se q es difícil imaginarse a minerva sonrojada, pero aunque es muy estricta casi todo es fachada, en el fondo es muy emocional, solo hay que ver lo afectada q esta en el segundo libro cuando albus tiene que dejar el colegio.
Favila: aaaaah, gracias por dejarme review, me ha hecho mucha ilusión, soy adicta a tu luna nueva
Fu, sailorangi, Lina, Cata : no soy mala, palabra ya lo sigo, veis? Solo q soy muy lenta U
Ai yoi: wapaaaaa 0
Chari S: mujer no te me pongas de rodilla, no hace falta! OOU aquí tienes mas, espero que también te guste
