Título:
Mi vida, Hermione Granger
Resumen: Hermione nos
cuenta los momentos importantes de su vida, acerca de cómo
comenzó su relación con Ron y las cosas que sucedieron
de ahí en adelante.
Autor: AnyT
Grandchester.
E-mail:
Clasificación: G
Pareja(s):
Ron&Hermione.
Disclaimer: Los personajes de esta
historia son propiedad de J.K. Rowling, yo escribo solo por
satisfacción personal,
y porque me encanta emparejar a Hermione con alguien, todo esto es
hecho sin fines de lucro, solo para entretener tanto a los lectores,
como a mi misma.
Nota de la autora: De verdad mil perdones por la tardanza, pero son tantas cosas las que me impidieron publicar, que si me pongo a decírselas pasara otro ratote antes de que les diga. Espero les guste el capitulo.
Capitulo segundo
"Almas gemelas"
Cuando regresamos nos dirigimos a la torre de astronomía, sí, lo se, eso esta muy gastado, pero en la sala común no queríamos estar, y nos aseguramos de que no hubiera nadie, además si ese lugar era muy frecuentado era por algo, ¿no?, con su ubicación, se podían ver las estrellas en todo su esplendor, y el viento corría maravillosamente, ¡Que lugar tan mas romántico en verdad! No nos separamos hasta muy entrada la madrugada, y eso solo porque el sueño nos venció y no podíamos quedarnos ahí, juntos.
Al siguiente día, nosotros no hicimos nada por ocultar nuestra "recién estrenada" relación, tampoco anduvimos pregonándolo, pero siendo Hogwarts como es, se supo casi de inmediato, primero en la sala común, cuando Harry vio como Ron me abrazaba y comprendió la situación, grito eufórico "¡¡¡Por fin, por fin están juntos, que feliz soy!!!, ¡Hasta que te animaste Ron!" le dijo guiñándole un ojo, en verdad que se puso muy contento, casi creo que hasta le brillaban los ojitos, como si en cualquier momento se fuera a poner a llorar, creo que mi amiguito tiende a exagerar un "poquito" las cosas.
Ron y yo nos pusimos tan rojos como la grana, sintiendo todas las miradas puestas sobre nosotros, cuando se recuperaron del shock que les causó la noticia, nos comenzaron a felicitar, a mi solo me dirigían unos casi fugaces "Felicidades Hermione", o "Hasta que se te hizo", en cambio Ron recibía comentarios como "Felicidades hermano, hasta que te animaste", "Al fin, creí que nunca te atreverías", "Creí que este día nunca llegaría" y cosas por el estilo, al mismo tiempo su sonrojo iba aumentando a una tonalidad mas fuerte cada vez, rivalizando con el color de su cabello.
Pero como decía estando en Hogwarts, para la hora del almuerzo el colegio por completo estaba enterado, podía escuchar como cuchicheaban sobre nosotros, y nos señalaban al pasar, creo que éramos famosos por haber estado enamorados desde hacía mucho tiempo, que todos lo supieran, menos nosotros mismos.
Mientras comíamos de manera inconsciente voltee hacia la mesa de los profesores, y cruce mi mirada con el Profesor Dumbledore, él me sonrió con ese brillo característico en sus ojos, y con un gesto de su copa, me indicó que brindaba por nosotros, solo yo me di cuenta. Sé que se oye algo tonto, pero ese gesto significó mucho para mí, sentí que al darnos su bendición, nos estaba otorgando felicidad en nuestras vidas, como si él tuviera el poder de decidir quien o no sería feliz.
Ese mismo día escribimos dos cartas. Una para el Sr. Y la Sra. Weasley, contándole de nuestro noviazgo. La otra para mis padres por supuesto, la diferencia entre una y otra carta, era que a mis papas no le avisaba, mas bien les pedíamos permiso, yo les decía lo contenta que me encontraba, y Ron les decía cuanto me quería y que sus intenciones eran serias y siempre me respetaría.
Los señores Weasley nos contestaron contándonos lo felices que se encontraban por nosotros, y a Ron le decían cuan orgullosos se encontraban de él, por haberse fijado en una "niña" tan buena como yo (en realidad, yo creo que al Sr. Weasley lo que mas le gusto de todo fue que provengo de origen muggle -), la Sra. Weasley nos mando un rico pastel, y a mí, dos libros, uno llamado "Como ser una buena esposa", y el otro era un recetario, con todos los platillos favoritos de Ron (¡La mayoría!) señalados con un asterisco, no nos pudo decir más claro que esperaba que nos casáramos en un futuro.
La carta de mis padres fue un tanto contradictoria, si bien de ninguna manera me negaron el permiso (siempre habían sabido de mis sentimientos hacia Ron, creo que mamá lo supo antes de que yo reconociera que ese sentimiento que me inspiraba ese pelirrojo era AMOR) y nos felicitaban, reconocí la letra de mi padre en la parte en que amenazaban a Ron a muerte, con un "si te atreves a hacerle daño a mi pequeña...", tal parecía que se habían estado arrebatando la carta papá y mamá, o al menos eso daba a entender la revoltura de estilo de letra, y la hoja medio arrugada. Creo que a Ron le asusto un poco el mensaje de papá, pero en realidad, a fin de cuentas nos dimos por satisfechos con las contestaciones.
Nos llegaron cuatro cartas más, una muy diplomática de Percy (aunque supuestamente se había reconciliado con su familia, realmente siempre se mantuvo apartado, digamos que se auto exilió) muy al estilo de la que le mandara a Ron cuando lo nombraron prefecto, otras dos cartas eran de Bill y Charlie, (al parecer la Sra. Weasley les escribió apenas recibió nuestra carta) ambos nos felicitaban, la ultima carta pertenecía a las gemelos.
George y Fred. Con mucha reticencia abrimos el sobre, pero como era de esperarse, no se conformaron con simples palabras de felicitación para "Ronnie", en cuanto la abrimos nos salto encima una sustancia extraña, que me mantuvo con el cabello rojo durante una semana ¬¬". Según ellos para ser una Weasley completa debía tener el inconfundible cabello pelirrojo. Lo bueno es que gracias a mi tez blanca no se me vio mal, de hecho mis compañeras de cuarto quedaron encantadas.
A Ron no le afecto mucho, el cabello rojo ya lo tenía, pero su piel adquirió un color rojizo, como si todo el tiempo estuviera sonrojado, o quemado por el sol, el hechizo lo afecto por el mismo periodo de tiempo que a mi. ¿Qué por qué no fuimos a la enfermería como Ron me aconsejó?, ¡Claro que no!, la enfermería solo es para emergencias, y esa desde luego que no lo era.
A partir de ahí, la vida en Hogwarts siguió igual que siempre, solo que Ron y yo nos volvimos más inseparables que nunca, y el obligarle a hacer las tareas era mucho más fácil, recurría al infalible chantaje, no más besos, no más abrazos... sí, lo se, se escucha demasiado Slytherin, pero bueno, como si realmente lo fuera a cumplir... lo bueno, es que el no sabía eso;).
Algo curioso que me sucedió fue en una ocasión en que iba sola y me encontré con Malfoy en un pasillo, no me dijo ni una palabra, ni un insulto, ni una mirada despectiva, en cambio me dirigió una mirada que no entendí, parecía tal vez, dolida? No le di importancia y lo olvide rápidamente, ni siquiera me pregunté el por qué, pero fue hasta entonces que reparé en que extrañamente Malfoy y sus secuaces no nos había vuelto a molestar, al menos nunca que yo estuviera presente, solo en una ocasión alcance a escucharlo insultar a Ron, pero en cuanto me vio llegar se dio la vuelta tan dramáticamente como solo había visto hacerlo a él o al Profesor Snape, y se marcho.
Como era nuestro ultimo curso ya, fueron muy pocas las clases en las que coincidimos. Por chismes (que nunca acaban) me entere que comenzó una relación con una chica de su casa, muy bonita y, con una cantidad de millones similar a la de los Malfoy, pero tan ruin como solo un Slytherin puede serlo. En ese tiempo llegué a sentir lástima por ellos, porque eran una pareja supuestamente perfecta, ambos ricos, ambos Slytherin y, por supuesto: ambos Sangre Limpia; sin embargo, les faltaba lo MÁS importante: el amor y, ellos, a pesar de mostrarse ante todos como unos enamorados, no se amaban.
¿Qué cómo es que me atrevo a decir esto?
Simplemente, uno respeta a quien ama, y no traiciona a quien respeta, y un engaño en una traición. Y ellos se engañaban el uno al otro, se eran infieles. ¿Siempre me pregunté cómo era posible que se atreviesen a mirarse a los rostros sin el más mínimo ápice de vergüenza? Por todo eso los compadecía, por querer crear una fachada ante los demás.
Y lo mío con Ron es lo más puro que ha podido existir, un amor que comenzó desde niños y que no acabaría jamas. "Almas gemelas" nos dijo una mujer, una adivina, jamás creí en ese "arte", pero en ese momento, me di cuenta de que nunca era demasiado tarde para rectificar mis opiniones. Porque no tenía la menor duda, eso siempre fuimos "Almas gemelas".
