Capitulo Dos

Flash Back (3 meses antes)

Otra aburrida clase de Historia. Para la menor de la familia Weasley no era menos aburrida que para el resto de sus compañeros, y el no haber dormido muy bien en las últimas noches no ayudaba mucho a su concentración.

Un escalofrío recorrió su espalda, su mente se replegó y la ya conocida sensación de vértigo se hizo presente. Era inútil pelear contra ello, así que se relajo y permitió que las imágenes se deslizaran en su mente.

Rápidas, mezcladas, algo imprecisas flotaron a través de su mente, pero una vez que pasaron el mensaje era muy claro. La visión no dejaba lugar a dudas. Voldemort atacaría. Debía decirle a Dumbledor. Debía decírselo ya.

Para su suerte sonó la campana que anunciaba el fin de la clase y salio corriendo en busca de la profesora McGonagall. De inmediato fue convocada una reunión de la Orden del Fénix, con la presencia extraordinaria de algunos alumnos.

En menos de 30 minutos ya todo estaba organizado. Justo a tiempo.

- ¡La torre este! derrumbaron la torre este.- se escucho entre el griterío general. El Lord y sus mortifagos estaban atacando el colegio, y no querían acabar solo con Harry, querían destruirlo todo.

- Herm llevate a los de primero- grito Ron - Ginny y yo nos encargamos de la retaguardia

- ¿Donde esta Harry? ¿alguien vio a Potter?- preguntaba un estudiante de 7º de Ravenclaw

- Él esta haciendo su parte- dijo Ginny arrojándose sobre él para evitar que le diera una de las maldiciones que volaban por el lugar- Tu haz la tuya, llama a tres más y cuida a los pequeños.

Zabini eligió ese momento para llegar a toda carrera y se detuvo en seco delante de ellos.

- Harry esta..... rodeado....la Orden no pude llegar hasta aquí, hay un muro de mortifagos en la puerta - logro decir tratando de recobrar el aliento.

-¿Porque confían en él?- dijo el Ravenclaw señalando acusadoramente a Blaise

- ¡¿Porque estas aqui perdiendo el tiempo?!- le grito Ron- Por cada segundo que pierdes aquí uno de nuestros niños muere, CORRE IDIOTA!!!!!

Estupefacto el joven salio corriendo, varita en mano a prestar toda la ayuda posible.

-Vamos hay que darle a Harry la oportunidad de llegar hasta el señor oscuro- dijo Zabini antes de salir corriendo y los hermanos Weasley en pos de él.

Con esfuerzo llegaron hasta donde estaba Harry y muy pronto se reunieron con ellos Hermione y Pansy que llegaron a la carrera tratando de esquivar los restos del muro que caía a sus espaldas. Formando un anillo entorno a Harry avanzaron entre las filas de mortifagos hasta casi toparse con el Lord.

- Veo que el viejo loco los tiene bien entrenados- se mofó Voldemort

- Es mejor que lo entiendas de una vez- espetó Ron- los Gryffindor cazamos en manada.

El Lord rompió a reír. Tan fuerte fue su carcajada que más de uno de sus seguidores lo miro asustado.

-Niño, mira a tu alrededor, estas en un nido de serpientes- retumbó Voldemort- Los superamos ampliamente en número.

Una sonrisa torcida apareció en los labios de Harry, que casi hace retroceder un paso al señor oscuro.

- Gracias- murmuro el moreno, y como si fuera la señal acordada los demás chicos retrocedieron lentamente y se encargaron de la retaguardia mientras Harry se acercaba con paso firme y decidido a su némesis.

- Esta vez, Tom será la última. YA no te dejare ir. Me canse del juego del gato y el ratón- el ronco murmullo de Harry parecía venir de todas direcciones, no partía de ningún punto en especifico- Hoy vas a conocer al León de Gryffindor.

Los hechizos pronto comenzaron a llover por ambas partes. El señor oscuro se lucía con su amplio repertorio de magia oscura, mientras Potter las evitaba con gran maestría, y contraatacaba usando toda la magia que sus profesores pasaron años enseñándole.

- Crees que con esas tonterías podrás matarme- no era una pregunta, y el tono impasible que uso Voldemort impactó aún más al joven Gryffindor.

- Maldición tiene razón!! - pensó intranquilo y las palabras que Snape le dirigiera solo hace unos días atrás acudieron a su mente:

- Potter, cada vez estoy más convencido de que no eres más que un niño engreído, que le encanta ser el centro del mundo. Digno hijo de su padre- las palabras del profesor cargadas de veneno se habían grabado a fuego en su mente- ¿Y se supone que usted nos salvará? No lo creo.

Harry sacudió la cabeza tratando de deshacerse de esas frías palabras, pero era en vano, otro recuerdo acudió para atormentarlo:

- ¡Señor Potter! Su falta de disciplina es inexcusable. Esta actuando como un mocoso inmaduro. No me interesa que el Profesor Dumbledor sea tan ridículamente permisivo con usted. Aprenderá disciplina y autocontrol aunque me vaya la vida en ello.

Tanto odio, tanto rencor, años de ser puesto en ridículo por ese maldito! Y se supone que ahora esta de su lado. JA! imposible de creer. Aunque su mente se batía en duelo consigo misma para poder aceptar el hecho de que el "cretino grasiento" todos estos años lo cuido, protegió y probablemente lo haya tratado con más recelo que a un hijo. Claro que siendo un "maldito Slytherin" sus maneras de demostrarlo no eran las que Harry hubiera querido. Maldito corazón de León, la esperanza es lo ultimo que muere. El propio Snape se lo había dicho "eres demasiado Gryffindor".

Un movimiento a su izquierda lo sobresalto, con el rabillo del ojo pudo notar que una figura se agazapaba sobre si misma, obviamente herida, mientras cuatro mortifagos se cernían sobre ella. No podía dejar que mataran a esa persona, parecía que además estaba protegiendo a otra más pequeña. Una ira súbita lo invadió, desvió su atención del Lord una fracción de segundo y apunto su varita a los cuatro mortifagos.

Su cuerpo parecía actuar por si mismo y las palabras abandonaron sus labios sin saber lo que decía y mucho menos el efecto que tendría.

- AEGRI SOMNIA- Los enmascarados fueron arrojados al suelo y pronto estaban chillando, suplicando piedad a invisibles agresores.

- ¿Quien lo hubiera dicho? El favorito del viejo loco utilizando magia tan oscura como esa - se burló Voldemort, pero su voz lo traicionaba, estaba asombrado y a la vez ligeramente asustado.

Harry ni pestañeó, apunto su varita de nuevo al Lord y un rayo verde salió disparado hacia el señor oscuro, impactando de lleno en su pecho haciéndolo caer fulminado.

Un murmullo apagado se elevo enseguida, la noticia se supo inmediatamente, la moral de los partidarios del Lord se hizo añicos en ese momento y los que no caían capturados huían lo más rápido posible.

Harry se sentía vacío. Insensible a todo lo que lo rodeaba, podía notar a los aurores y los miembros de la Orden que terminaban con los rezagados, pero su mente se negaba a funcionar, su corazón se había paralizado. Una única verdad lo aplastaba.

- Soy un asesino - murmuró lleno de amargura, una lagrima se escabullo de sus ojos antes que pudiera contenerla- Lo siento.

- ¿Porque Señor Potter?- la fría voz de Snape llego hasta él. Harry giró sobre sus talones para enfrentarlo y lo que vio lo dejo sorprendido. Aquella persona que salvara minutos antes de los cuatro atacantes no era otro que su profesor de pociones, pero su sorpresa fue aun mayor cuando el hombre se puso en pie y estiro su brazo para ayudar al ser que había estado protegiendo, que no era otra que Hermione.

- ¿Quien lo hubiera dicho?- rió Sirius que llegaba en ese momento flanqueado por Remus y Tonks- Snivellus arriesgando el pellejo por una sangre sucia, sin ofender Herm.

- No hay problema Sirius- medio sonrió la bruja con una mueca de dolor y se sujeto los costados, al parecer tenía algunas costillas rotas.

Severus ignoró por el momento el comentario del animago y centró su atención en el ojiverde.

- No contestó mi pregunta Potter ¿que es lo que lamenta?

- ¿Harry?- Sirius estaba eufórico- Por fin Harry, Voldemort ya no volverá a molestarnos. Lo hiciste bien. Muy bien.

- ¿Bien? Lo maté Sirius!!

- Pues sí...... esa era la idea ¿no?

- ¿Como puede estar bien? Yo... -su voz se quebró, quiso salir corriendo pero Remus no lo dejó. Lo abrazó con todas sus fueras, dejando que Harry descargara su amargura.

- ¿Que dije?- dijo Sirius aún anonadado por el hecho de que Harry se encontrara abrazado al licántropo cual ahogado a su tabla de salvamento.

- La verdad Black no eres más lento porque no puedes - murmuro Tonks mientras palmeaba amistosamente a Harry.

- ¡Potter contrólese! Hizo lo que tenía que hacer- mascullo Snape- deje el teatro de una vez.

Harry despego su rostro del pecho de Remus lo suficiente para mirar a su profesor. No dijo ni una palabra, sin apartar sus ojos esmeralda de los onix de su profesor adoptó una máscara, que solo sus amigos más cercanos lograrían después de mucho tiempo y esfuerzo lograrían derribar.

Snape se permitió un suspiro de satisfacción al comprobar que el chico se calmaba y su semblante se tornaba frío e indiferente. Parecía que por fin el muchacho comenzaba a comportarse a la altura de las circunstancias.

Claro que Severus Snape tendría una vida para arrepentirse de haberle dirigido esas palabras.

Fin del Flash Back