Capitulo Cuatro
- ¿Has visto que cantidad de chicos entraron este año en Huffelpuff?- como Ron dejándose caer en uno de los sillones más cercanos al fuego de la torre de Gryffindor
- No veo que hay de malo- dijo Hermione sentándose frente a él.
Harry que ya se veía venir otra de sus peleas sin sentido, se puso en pie silenciosamente y abandono la sala común, ninguno de sus amigos se percato de su ausencia. Luego de media hora de vagar por los pasillos desierto se cruzo con la persona menos esperada.
- ¿Potter? Wow! Gracias, mi primera ronda del curso y me das la excusa perfecta para empezar quitando puntos a tu casa.
- De nada Malfoy.- murmuro Harry y sin inmutarse prosiguió su caminata.
- ¿Donde crees que vas?- gruño el rubio tomándolo por el brazo. Harry observo primero el agarre, luego los ojos de su oponente y de nuevo la mano que lo sostenía firmemente.
- ¿Tanto me extrañaste Malfoy que no puedes evitar las caricias?
- ¡Aj! eres asqueroso.
Harry sonrió maliciosamente y el rubio soltó su brazo como si le quemara. El moreno continuo caminando algunos metros hasta que la voz del rubio le llego:
- ¡20 puntos menos Potter!
- Como sea Malfoy
Furioso el Slytherin se dirigió a las mazmorras
- Señor Malfoy, ¿no tiene usted una ronda?
- Lo siento Severus, creo que.....
El adulto lo observo en silencio, parecía que el joven se encontraba bastante irritado, el motivo parecía obvio
- ¿Potter?
- ¿Que?
- Pregunto Draco, si fue Potter el que te dejo así.
- ¿Y quien más? No entiendo porque me pediste que hiciera esto. Sabes que no lo soporto.
- No hay nadie más Draco, eres el único que puede hacer esto.
- No me vengas a trabajar el ego para convencerme porque esta vez no te va a funcionar. Él es tan..... TAN...
- Slytherin.- terminó por él Snape
- ¡SI ! Maldita sea, sí. No sé como termino en Gryffindor
Snape lo observaba con una sonrisa burlona en los labios
- ¿Sabias que se hizo un tatuaje?- prosiguió la serpiente más joven
- No, no lo sabía
- A la manera muggle por lo que sé- continuo Draco- ¡y no me preguntes que se tatuó porque no lo sé!
- Calma Draco, recuerda con quien estas hablando- el frío en la voz del profesor de pociones podría haber congelado el infierno.
- Y tu, Severus no olvides que todo esto lo estoy haciendo porque TU me lo pediste.
- Ya vete a dormir Draco
- Como si pudiera- mascullo el rubio. Entro a su dormitorio dando un portazo y de la misma manera salio a la mañana siguiente, sin haber descansado más que un par de horas.
- Ya sé que no eres una persona de mañanas Malfoy ¿pero tan mala noche pasaste?- la burla en esa voz fue el colmo
- Mira Potter, no me gusta empezar el día echando maldiciones pero en tu caso voy a hacer una excepción.- dijo Malfoy después de comprobar que no había profesores a la vista, a decir verdad no había nadie.
- Si es lo que quieres Malfoy, pero solo venía a decirte buenos días.
- ¡¿Pero que mierda te esta pasando Potter?!
- ¿ A mi?
- No. Le hablaba a la gárgola de allí.
- ¿También se llama Potter?- esto de estar riéndose a costa del Slytherin le estaba gustando y mucho.
- ¿Qué es lo que tramas?- siseo Draco
- Nada, ya te dije, me cruce contigo y quise darte los buenos días. Pero no sabía que eras tan sensible por la mañana.
- La puta madre Potter ¡SOMOS ENEMIGOS!
- Lenguaje Malfoy- lo reto Harry sonriente- y lo de enemigos es discutible.
- Vamos a ver- comenzó Draco masajeándose las sienes- eres un Gryffindor, yo un Slytherin, eres amigo de los sangre-sucia, yo solo me relaciono con sangre-pura, eres un Potter yo un Malfoy. Somos rivales en todo, clases, Casas, quiddich, el director te protege a mi si pudiera me expulsaría ¿quieres que siga?
Harry sonrió cansinamente.
- Soy un Gryffindor porque conseguí convencer al sombrero que no me mandara a Slytherin- el desconcierto de Draco fue evidente- De que solo relacionas con sangres puras es mentira, casi le juras lealtad eterna a Voldemort un sangre mezclada. Creeme cuando te digo que estoy harto de que Dumbledor este siempre allí, no puedo hacer nada, incluso ahora que el desquiciado del ojos rojos ya no esta me sigue vigilando. Lo de Potter y Malfoy no tiene nada que ver, por lo que se algunos Potter fueron Slytherin. Lo del Quiddich no te lo voy a negar, soy mejor que tu, al menos mejor buscador. Y con respecto a lo de la expulsión no voy a permitir que lo hagan solo porque eres un Slytherin o un Malfoy.
- ¡Que conmovedor Potter!- dijo Draco secándose una lágrima imaginaria, aunque en realidad estaba sorprendido- ¿y ahora que, un abrazo y amigos para siempre?
- ¿Otra vez te pones cariñoso Malfoy?
- ¿Porque el repentino interés en tergiversar todo lo que digo?
- Yo no soy el que ando buscando contacto físico Malfoy- lo siguiente que supo el moreno es que estaba estampado en la pared y el cuerpo de Draco firmemente presionado contra el suyo.
- Esto es contacto físico Potter- susurro el Slytherin en el oído de Harry, y tan bruscamente como lo aprisiono lo libero. Harry se quedo un momento allí pasmado.
- Buenos días Potter- lo saludo Malfoy antes de irse al comedor.
Esto se estaba poniendo extraño. Desde la Ultima Batalla, Harry había comenzado a comportarse diferente, sacaba a relucir su lado Slytherin cada vez que podía, aunque trataba de contenerse un poco con sus compañeros de Casa. Lo cierto es que se había vuelto más fío y cínico, el propio Snape lo quedaba mirando fijamente en sus "arranques Slytherin" como él lo llamaba. Pero detrás de la mirada de rencor y desprecio de su profesor Harry sabía que había algo más. Que rea todavía no lo sabía.
Lo que más le preocupaba era, como lo había llamado Malfoy, "el repentino interés" en provocarlo. Es cierto que antes ya lo hacía, pero sus peleas y discusiones siempre era por cuestiones de revalidad entre Casas. Ahora todo lo que se decían estaba cargado de doble sentido.
- Lo que tu le dices- maldita conciencia ¿para que la tenía? Lo peor es que tenía razón, era Harry el que lo provocaba.
Cuando el Gryffindor llego al Gran Salón se sentó de espaldas a la mesa de Slytherin.
- ¿Ya comenzaron?- preguntó Ginny, sentándose junto a él, la chica no podía ocultar su sonrisa.
Harry le dedicó una mirada confundida y ella suspiró alzándose de hombros, restándole importancia.
- Con esta van dos- masculló Harry- Hazte la idea que esta tarde vamos a tener una muy larga conversación.
Sin mediar otra palabra el muchacho se puso de pie, tomo una fruta y se dirigió a su primera clase.
¡Gracias a Merlín era Herbología con Ravenclaw!
El resto del día trató de mantenerse lejos de Malfoy y si por casualidad se cruzaba con él, como ocurrió dos veces, se mantuvo callado y se ignoraron mutuamente.
- "Esto no puede seguir así"- Harry estaba sentado en el alfeizar de una de las ventanas del quinto piso que daba al campo de Quiddich. Tan perdido estaba en su pensamiento que no se dio cuanta que Ginny se sentó a su lado.
- ¿Que tal va la practica de Slytherin?- preguntó ella mirando hacia el estadio.
Harry se sobresalto y presto atención a los que entrenaban un poco más allá. En efecto, sobre el campo de estaba el equipo de Slytherin entrenando.
- Ya veo que ni siquiera te diste cuenta a quien mirabas- dijo Ginny divertida.
Él la miró molesto. Desde esa mañana que su cabeza no se detenía y estaba a punto de perder la cordura.
- ¿De que hablabas hoy en el desayuno?- Pregunto él, tratando de mantenerse ocupado con algo.
- Nada en particular- mintió Ginny, ganándose una mirada enojada.
-¡Ginny!- la amonestó.
- No han sido visiones Harry- trató de explicarle- Es solo que he tenido la sensación de que las cosas van a cambiar radicalmente.
Harry la miró por un momento y luego de nuevo al campo de Quiddich.
- ¿Y en eso que tiene que ver Malfoy?- susurró el Gryffindor.
Ella se encogió de hombros.
-Yo nunca dije que Malfoy tuviera algo que ver. Pero las Casas no volverán a ser las mismas- concedió ella.
Harry volvió a perderse en sus pensamientos y Ginny aprovecho para salir de allí en silencio.
El moreno trataba de encontrarle pies y cabeza a las cosas, pero desde la Ultima Batalla no había podido relajarse verdaderamente. Necesitaba hablar con alguien pero en las únicas dos personas en quien confiaba para hacerlo estaban en plena misión para la Orden, aunque tendrían que volver pronto, tenían que hacerse cargo de las cátedras de Defensa Contra las Artes Oscuras y la de Encantamientos, ya que Flitwick había sido uno de los que habían perdido su vida en la batalla.
En los siguientes meses trato de mantenerse alejado del rubio, aunque a veces sucumbía a la tentación de hacerlo enojar un poco. Hasta el fatídico día en que Malfoy tomándolo por el cuello de la camisa lo empujo sin miramientos dentro de un aula vacía, sellando la puerta detrás de ellos.
- ¡Hasta aquí Potter! En este mismo instante me vas a decir que es lo que quieres
- ¿De que estas hablando?
- No te hagas el que no sabe. Me tienes aburrido - aunque el rubio estaba furioso, su rostro permanecía calmado- Desde que empezó el curso estas muy raro. Primero me ignoras, después me peleas cada vez que puedes y todo lo que dices parece que insinúas alguna otra cosa. Dime Potter, ¿no te habrás enamorado de mi, verdad?
- ¡Oh no! Me descubriste- dijo Harry llevándose una mano a la frente con gesto exageradamente dramático- Por favor no me dejes
- Deja el teatro Potter ¡Estoy hablando en serio!- le grito el rubio perdiendo el control
- Todo esto es culpa de Snape- mascullo el Gryffindor
- ¿Snape? Así que no soy yo, ¿te enamoraste de Snape?
- ¡¿Quieres dejar de decir chorradas!? No sabes nada
- Lo que se Potter es que solo reaccionaste así por las personas implicadas en las preguntas, no por el hecho de que fueran hombres. ¡Mira la sorpresita que nos tenía el salvador del mundo mágico!
- Otra vez diciendo estupideces
- ¿Me lo vas a negar?- el silencio fue su respuesta- Así que no me lo niegas ¿que es lo que te pasa Potter?
- No lo sé
- ¿Confundido?
- Tal vez. ¿Nunca te paso?
- ¿Que cosa? ¿estar confundido?
El moreno lo miro con desprecio.
- Ya! Sí ¿contento? sí, alguna vez me fije en un chico. ¿Feliz?
El moreno soltó una risita.
- Tampoco es la gran cosa Malfoy, no dramatices
-Mira quien habla de dramas. ¡No me dejes!- repitió Draco imitando la actitud de Harry unos momentos antes, haciendo que los dos se rieran.
- No eres el único confundido Potter.
- ¿Que quieres decir?- Harry no estaba seguro de querer oír la respuesta.
- ¡ Quita esa cara! No es que me gustes. Es otra cosa
Harry suspiro aliviado
- ¡Hey! ¿tanto asco de te doy?- el Slytherin parecía entre ofendido y divertido
- No es cuestión de asco Malfoy
- O sea que si te gusto
- ¿Quieres dejar de dar vueltas y decirme que es lo que te confunde?
- Sí te gusto
- Malfoy- era una clara amenaza
- Esa bien, esta bien, clámate cariño.
- Malfoy!!- el Gryffindor ya estaba exasperado, provocando la risa del Slytherin
- ¿Recuerdas que me dijiste que estabas cansado de que te vigilaran?
- Sí y ¿eso que tiene que ver?
- Lo que pasa amor- la mirada de odio del moreno casi lo hace estallar en carcajadas- es que soy parte de la comitiva que te vigila.
Ahora sí, no había dudas Harry lo quería estrangular
- Antes que me mates Potter, lo que me confunde es que después de este tiempo de cuidarte la espalda no estoy seguro de que se supone que tengo que sentir por ti- el rubio parecía verdaderamente consternado, y al ver la mirada de incredulidad del ojiverde se apresuro a decir- Me refiero al odio que tendría que sentir
- ¿Ahora si puedo matarte?
- Potter es la primera conversación civilizada que tenemos. No lo arruines.
Resignado Harry se dejo caer en el suelo. Malfoy lo observaba en silencio, ambos tenían mucho que pensar.
- ¿Ya te vas?- pregunto el moreno al darse cuenta que el Slytherin se acercaba a la puerta.
- Sí, necesitamos pensar- murmuro Draco antes de agregar mordaz- Y no te preocupes aclararemos tu confusión otro día.
- Esta bien, adiós cariño.
Draco soltó una risita antes de irse.
Increíble, la conversación con Malfoy lo había ayudado bastante. Cosas que no se atrevía ni siquiera a cuestionárselas, Malfoy las trato como si fuera la cosa más normal del mundo. ¿De verdad se sentía atraído por los hombres? Bueno, la idea no le repugnaba, pero tampoco le desagradaban las chicas.
En verdad estaba confundido. Lo bueno era que Draco le había dicho que lo ayudaría a....... WOW! Un momento!! ¿cuando dejo de ser Malfoy para ser Draco? ¿y le ofreció su ayuda?
- Creo que el mundo se esta volviendo loco.
Se pudo de pie rumbo al aula de pociones, iba sumergido en sus pensamientos cuando en el momento de cruzar la puerta del salón recordó retazos de la conversación con el Slytherin, le había estado cuidando la espalda, lo había estado protegiendo.
- Rectifico: el mundo se volvió loco- murmuro logrando que los que estaban junto a la puerta lo miraran extraño. Se acerco a su..... ¿enemigo?...... no, definitivamente ya no podía considerarlo así.
- ¿Desde hace cuanto tiempo?- se limito a preguntarle. En un destello de comprensión Draco capto el porque de la pregunta.
- Principios de este año.
Snape entro en ese momento al aula encontrando que el único que se encontraba de pie era el-chico-que-vivió.
- Potter, molestando al señor Malfoy. Serán 20 pun...
- Profesor Snape- lo interrumpió el rubio- Yo lo llame. Aquí tienes Potter. La próxima vez llega a una hora más adecuada. No acampo en la biblioteca ¿entiendes?- termino de decir pasándole un libro y rogando porque Potter hubiera entendido el mensaje.
Harry asintió con un movimiento seco y se fue a sentar en su lugar, seguido de cerca por un no muy feliz profesor.
Las dos horas fueron el insufrible tormento de siempre, con el resultado esperado: 2 explosiones, responsabilidad de Crabbe y Goyle, por milagro la de Neville no estallo, aunque tenía un sospechoso color ámbar en lugar del verde que debía. Y los consabidos puntos menos para Gryffindor.
- Repasemos: el lugar esta claro, sería en la biblioteca. La hora, era lo que le daba problemas, o quería verlo en una hora o a la una de la tarde. Bien, tendría que ser a la una, porque en una hora estarían en herbología
- Harry, ¿en que piensas?
- Nada Ron, solo repasaba la poción de hoy.
- Ah, bueno- el pelirrojo no estaba muy convencido pero no siguió presionando.
