Disclaimer: Estos personajes son míos mientras esté escribiendo la historia. Y digo que son míos porque los de J.K no harían todas las tonterías que hacen las personalidades que les pongo yo... En fin... No me denunciéis! T-T espero que os guste.
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toc, toc, toc.
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Adelante – Remus Lupin dio paso a quien llamaba a la puerta,
mientras ordenaba un poco la desordenada mesa. Aunque sabía
quien era, se esforzó por que su tono fuera amable. Una
cabellera castaña asomó por la puerta:
-¿Se
puede?
-Pasa,
pasa y siéntate – señaló el cómodo
asiento delante de su escritorio. La chica obedeció:
-Me
gustaría saber para que me ha llamado – dijo simplemente,
mirándolo duramente a los ojos, la tensión se podía
cortar con un cuchillo.
Hermione
y él se llevaban fatal desde que ambos se habían
subestimado mutuamente y ninguno quería aceptarlo, eso era más
o menos desde principio de ese curso, séptimo para ella.
Habían vuelto a aceptarlo como profesor ya que no había
muchos aspirantes a ese trabajo.
-Verá,
señorita Granger... La he llamado a mi despacho porque tengo
que proponerle algo – se levantó de la silla- no es
algo muy usual así que tengo aquí una poción
para que olvides todo lo que te he dicho si lo rechazas.
Hermione
se estremeció en su asiento y dirigió la vista a la
puerta. Se oyó como si se cerrara con llave, entonces miró
a su profesor y este apuntaba con su varita a la puerta, él la
había cerrado.
-Pero
no te asustes, la verdad es que no sé como empezar.
- ¿Por el principio? – farfulló Hermione por lo bajo, como si no quisiera que la oyera.
El se acercó a su silla y apoyó las manos en lo que le sobraba de asiento en los lado a Hermione, acercándose a ella bastante y poniendo rostro serio:
-Esto es muy serio e importante, te lo pido a ti precisamente porque te considero alguien responsable, valiente y lista, así que no te lo tomes en broma o retiraré eso de mis pensamientos.
Se alejó de ella y volvió a su escritorio, sentándose en la silla de antes:
- Es algo prohibido, pero me gustaría saber que puedo confiar en ti.
-¿Por qué en mi? ¿Por qué me ha elegido precisamente?
-Ya te lo he dicho, sabes muchísimo y eres muy valiente.
-¿Qué quiere que haga?
-Volver al pasado.
Se hizo silencio
-¿Al pasado? ¿Para qué?
-Para cambiar algunas cosas.
-¡¡Pero eso está prohibido!!
-Lo sé, lo sé, tranquila, es para algo especial –se acercó más a ella, en tono confidencial- como sabes... Voldemort mató a los padres de Harry.
Un escalofrío recorrió la espalda de Hermione, Remus siguió:
-En realidad no los habría matado (al menos esa noche) si no hubiera sido por Petegrew, y ahí es donde yo quiero llegar.
-¿Y qué tiene que ver todo eso conmigo?
-Pues que, al fin y al cano, eres la única persona en la que puedo confiar para esto.
-Perdone, pero tengo que recordarle que este año precisamente no ha sido el que más haya "reforzado nuestra amistad".
-Sí, ya lo sé. Pero aún así podemos hacer una tregua.
Hermione se lo pensó durante unos minutos y finalmente asintió con la cabeza.
-Está bien –Remus se levantó y se dirigió a un pequeño armario de su despacho. Sacó un frasco y lo dejó después encima del escritorio- pero antes tienes que prometerme una cosa. Si aceptas, tendrás que prometer no contárselo absolutamente a nadie. Y cuando digo nadie es NADIE –hizo una pausa, se sentó y juntó la manos- en cambio, si rechazas mi propuesta tendrás que beberte eso – señaló con los ojos el frasco.
-¿Q-Qué es...?
-Es una poción que te hará olvidar todo lo que ha pasado dentro de esta habitación, yo te diré que viniste porque te quería pedir perdón y asunto solucionado.
Hermione levantó una ceja y se quedo con la mirada perdida, mirando a la botella. Aunque en realidad no miraba a la botella, quería atravesarla, atravesar el escritorio, muros y paredes, hasta llegar al lugar donde le dirían si aceptar o no.
-Sí – se sorprendió diciendo. Luego abrió mucho los ojos, había aceptado.
-Bien. Lo que pretendo es viajar al pasado con el giratiempos y apartar a wortai... Petegrew de los padres de Harry. Al menos eso nos dará tiempo de contárselo todo a Lily, James y Sirius antes de la catástrofe. Sirius también viene con nosotros.
-Pero eso sería... destrozarme la vida, todo lo que ahora existe desaparecería por los cambios.
-Bueno no, no todo.
-Tendría que olvidarme de mis padres.
Remus se quedó callado, evitando la mirada de Hermione.
-¿Cómo te atreves a pedirme eso?
-Así... se salvaría mucha gente, Hermione, la orden no desaparecería y podríamos matar a Voldemort...
-Ya, Lupin, y ¿qué es de mi vida? ¿No habías pensado en eso, no?
-Pues...
-Ya, claro, mi vida no importa, tengo que hacer lo que a ti te vendría bien – dijo Hermione, comenzando a levantarse e irse a la puerta.
-Hermione – Remus la cogió por el brazo y la giró- pensé que tendrías más cabeza y pensarías antes en muchísimas personas más que en ti o los tuyos, ya que de esta forma todos terminaría bien – la soltó- piénsatelo y mañana aquí, a las cinco te estaré esperando.
Cuando Hermione llegó a la sala común Harry y Ron le preguntaron que para qué le había llamado y si se lo había hecho pasar muy mal, ella dijo que no, que ahora se llevaban mal y se subió a acostarse para consultar aquel tema con la almohada, lo que le había dicho Lupin al final le daba que pensar.
Al día siguiente unos gritos la despertaron de repente. Se incorporó y miró a sus compañeras, que se incorporaban igual que ella. Se hizo un silencio momentáneo y al final una de ellas gritó:
-¡¡Un chico ha intentado subir!!
Todas se levantaron de golpe y se asomaron al pasillo.
-¡Hermione! ¡Baja!
-¿Harry?
Sólo se escucharon unos murmuros de reproche que decían algo así como "(.....) escaleras, ya verás cuando (.......) y también (......)"
Hermione fue a vestirse y las demás se volvieron a la cama, desilusionadas, todas esperaban alguna escenita interesante. Se vistió con una camisa blanca y unos vaqueros y recogiendo el bufado pelo en una coleta bajó las escaleras pegando saltitos. Abajo, en la sala común estaba Ron y Harry en los sillones. Aquella mañana estaba feliz ya que si Malfoy iba a Hosmedage (era Sábado) se las apañarían para que Malfoy acabara en la casa de los gritos.
-¿Por qué no cambian ya lo de las escaleras esas? – le preguntó Harry mientras salían por el retrato de la dama gorda.
-¿Por qué no lo recuerdas tú de una vez para otra?
-Bueno, dejemos de discutir entre nosotros y a lo que íbamos. Por lo que le hizo el otro día a Hermione...
-Que sólo me llamó sangre sucia... al principio me molestaba pero ya... al menos saliendo de boca de Malfoy me resulta familiar...
-Es lo mismo –la cortó Harry - yo lo retaré a un duelo frente a la casa de los gritos sin sus gorilas, entonces le enviaré el hechizo que buscamos y lo llevaremos inconsciente a la casa y lo dejaremos allí...
- chicos, ¿Os dais cuenta que es un poco tonte...?
-No, Hermione ¡venganza!
La chica suspiró y siguió a sus amigos. Entonces recordó lo que le había dicho Lupin. Se había pasado horas pensando en todo lo que había pasado en Hogwarts con sus amigos, y todo aquello desaparecería "pero no de tu mente, es por ayudar" le repetía una vocecita en la mente, aunque sacudía la cabeza, se olvidaba del tema y a los dos minutos estaba pensando en lo mismo.
La verdad es que volver al pasado no estaría nada mal. Aunque su trabajo debería ser muy exacto y sin equivocaciones, y ninguno de los tres sabría lo que iba a pasar cuando cambiaran unos hechos tan grandes, pero al menos Sirius y Lupin estaban decididos a hacerlo. Así que no debía de ser tan malo ¿no? Conocer a Lily, James, Snape como alumno... Y lo más importante, evitar que mataran a los Potter.
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Habían decidido que después de comer irían al grupito de Slytherin y Harry lo retaría a solas. Hermione, sin saber por qué, disfrutó aquella comida como si fuera la última y miraba a Harry y Ron con cara triste.
Salieron de Las tres escobas y se dirigieron a unos bancos cerca de cabeza de Puerco, donde el terreno era peligrosamente Slytherin, siempre se reunían allí. Cuando andaban por las calles los alumnos los miraban envenenadamente, como si quisieran matarlos allí mismo, pero los rumores sobre el increíble poder que el cabeza partida había adquirido se lo impedía. Llegaron a un banco donde estaban sentados: Crabbe, Goyle, Zabini, parkinson y Malfoy.
-¡Mirad! Si son el pobretón, la sangre sucia y el idiota de Potter.
- A mí también me alegra verte, Malfoy- sonrió Hermione sarcásticamente.
-¿Qué buscáis? –dijo la chillona voz de Pansy.
-¿Pelea? – le siguió Blasie, con una sonrisa burlona.
-Exactamente –afirmó Ron, con la mirada desafiante.
-Pero sólo tú y yo, Malfoy, un duelo.
-Como no, será un placer ganarte, Potter.
-Yo me batiré con Weasley- Afirmó Zabini, sin rastro de pregunta en aquella frase. Ron y Harry se miraron entre ellos y asintieron-
-¡¡No es justo!! Yo también quiero ganarle a un Gryffindor, Granger, tú y yo también.
Pero Hermione no estaba atenta, estaba fijándose más en la hora, eran las cuatro y cuarto, podría llegar a tiempo para aceptar la oferta. Se limitó a darle vueltas a un mechón de su pelo, nerviosa.
-¿O la sangre sucia sabelotodo tiene miedo? – se oía la voz de Pansy, lejana.
La castaña se dio la vuelta y echó a correr hacia Hogwarts. Todos se quedaron bloqueados y sus amigos reaccionaron cuando estaba a punto de pasar la esquina, y aunque corrieran no la encontrarían.
Llegó a Hogwarts diez minutos antes de las cinco y comenzó a subir escaleras hacia el piso de Lupin. La cadera le pinchaba con fuerza y le faltaba aire, estaba comenzando a marearse, pero al fin llegó, llamó a la puerta y se dejó caer por la pared al suelo. Se oyó que alguien abría y salía un sonriente Remus Lupin:
-Sabía que vendrías.
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Sed buenas personas y dejadme un review... Que me ha costado mucho escribir este capítulo!! Si no os cuesta tanto... ¿Verdad que no? Además, con lo que me queréis y admiráis vosotros... ¡¡PLOFT!! ---- Sonido que hago al caerme de las nubes--- ouch!! Bueno, pues me despido. Besos!!
Leti.
