Este capítulo que me salió tan difícil de hacer, va dedicado a mi buen amigo Diego, que dudo esté leyendo esto. Él fue el primero en leerlo (sin mi permiso el muy odioso) y me corrigió algunos detallitos que no se entendían, a pesar de que él es un claro opositor al slash, yaoi o yuri.
Me costó mucho plasmar las cosas que tenían que ocurrir en este capítulo y sufrí mucho haciéndolo. Espero que ustedes por el contrario lo disfruten y lo entiendan.
**NADA del mundo de Harry Potter es mío. TODO pertenece a J.K. Rowling y yo sólo utilizo a los personajes por diversión, sin ganar nada a cambio. **
**Este fic es slash. Lo que significa que involucra temática homosexual y tb incluirá escenas gráficas (explícitas) Si el tema no te gusta, eres menor de edad o podría dañar tu sensibilidad no lo leas. **
Condenados: Capítulo 4
Encuentros cercanos con el pasado
Harry pasó todo ese día en la enfermería. Riéndose de Blaise cuando Madame Pomfrey le revisaba las heridas, acompañando a su amigo en los momentos de tragar agrias pociones. Pero su mente se hallaba lejos.
Ese ataque había tenido todo el trasfondo de querer asustarlos, era sólo una advertencia de lo que vendría después. Lord Voldemort contaba con más recursos que ellos, y al parecer sus estudios de Magia Oscura habían logrado grandes avances. De seguir así, pronto vencería. Y él, que se suponía era el único capaz de derrotarlo, tenía miedo. Miedo a no poder hacer nada, mientras que todos sus seres queridos iban muriendo por él, miedo a desilusionar a todo el mundo mágico llegado el momento. No se sentía capaz de enfrentarse de nuevo a Lord Voldemort y salir con vida, pero tampoco deseaba andar escondiéndose como un cobarde por los rincones o detrás de las túnicas de Albus Dumbledore.
- ¿Harry?- Blaise lo miraba con curiosidad.
- ¿Qué sucede?
- Nada, es sólo que parecías un poco ido. ¿En qué pensabas?
Aunque hubiera querido decir algo (no era el caso) Harry fue interrumpido. Jadeante y sudoroso, un hombre entró a la enfermería arrastrándose casi. La pechera de la túnica tenía claras huellas de sangre, y su rostro pálido también ostentaba hilillos del preciado líquido. Harry corrió hacia él, viendo como los ojos dorados comenzaban a cerrarse. Remus se desplomó en el piso antes de que cualquiera hubiera alcanzado a ayudarle.
- ¿Remus?
La enfermera aplicó un hechizo levitador rápidamente, con el rostro tan inexpresivo como si se tratara de lavar la loza. En ningún momento pareció sorprendida por lo ocurrido. Aunque, a decir verdad, no demostraba ninguna emoción en esos momentos. Remus fue tendido en una cama en el último rincón de la enfermería, tras gruesas cortinas púrpuras, lejos de la vista perpleja de Harry Potter. Al intentar acercarse éste, una muy molesta enfermera apareció en su camino.
- Creo que es hora de que se vaya, señor Potter. Esta es una enfermería y necesito que todos los pacientes descansen. Y ya que usted no está herido, sería mejor que regresara a su Casa.
- Pero...
- Nada de peros, señor Potter. El señor Zabini necesita dormir y reponer fuerzas, así que lo mejor es que se marche. Ahora.
- ¿Y Remus? ¿Qué le pasa?- interrogó Harry, consciente de estar haciendo un pequeño espectáculo a los presentes y de que podía pagar muy cara su insistencia.
- Me parece haberle dicho que se fuera. Le ruego que no me obligue a solicitar la presencia de su profesora jefe aquí.
Con toda la dignidad que fue capaz de reunir luego de semejante sermón, Harry giró sobre sus talones, le guiñó un ojo a Blaise y se marchó. No sin antes dar un último vistazo a la hermética cama del rincón. Remus.
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Si bien sabía que apenas lo encontrarán lo regañarían y probablemente recibiría un castigo del estilo de limpiar mil calderos con Snape hablándole de sus defectos, Harry salió esa noche oculto bajo la capa invisible de su padre. Había pasado las últimas dos horas, sentado en el suelo de la Sala Común en compañía de Lavender y Parvati, que parecían un par de cotorras, parloteando incansablemente. Cuando creyó que su cabeza iba a estallar, se escapó de ellas diciendo que estaba muerto de sueño. En las escaleras se encontró con Ron que intentó decirle algo, pero Harry no estaba de humor. Y ahora se encontraba caminando tranquilamente por los pasillos.
No era demasiado emocionante pasear solo. Desde que se había hecho amigo de Zabini que no necesitaba salir solo, y se comenzaba a aburrir de tener que responderse a sí mismo las preguntas tontas que surgen a medianoche. Necesitaba conversar con alguien y ese alguien sólo podía ser Blaise. A Ron no podía recurrir porque no quería caer de nuevo en eso del trío, Hermione tenía el mismo impedimento, Lavender y Parvati hablaban solamente de frivolidades, Remus estaba en enfermería y no podía dejar de preguntarse por qué. ¿Habría salido muy malherido del ataque? Imposible, pues el mismo Harry lo había visto volver, sonriente aunque cansado como era normal.
- ¿Qué hacer ahora? Estoy aburrido- pensaba Harry mientras de forma inconsciente sus pies lo llevaban a la enfermería.- No es tan mala idea. Tal vez pueda colarme de alguna manera.
Sacó su varita y buscó mentalmente hechizos para abrir puertas aparte del clásico Alohomora. Se dio cuenta que le habían enseñado como transformar una mesa en gato, pero que no tenía ni la más remota idea de como abrir una puerta resistente al único hechizo que conocía. Se acercó tentativamente a la madera pintada de blanco, cuando ésta se abrió. Harry llegó a saltar y estuvo a punto de desmayarse pensando que podía ser Madame Pomfrey, olvidando por completo que era invisible. Iba a arrodillarse y suplicar perdón, cuando miró el rostro de la persona frente a sí. No era la enfermera. Era Spencer.
- ¿Quién anda ahí?- preguntó en un tono particularmente tranquilo el hombre.
"¡Soy invisible, soy invisible! ¿Cómo pude olvidarlo? Él no me puede ver. Y yo que casi me pongo a pedir perdón. Aunque hubiera salido Madame Pomfrey de todos modos no hubiera recibido castigo..."
- He de admitir que esa capa es bastante peculiar y no creo poder encontrar en el mercado una más resistente y perdurable que esa, pero conozco la historia, Harry. ¿Por qué no te la quitas? Me gustaría verla más de cerca.
La primera idea del mencionado Harry, fue correr. Su mente se preparó para una veloz carrera, pero sus piernas se negaron a contribuir a la causa. Sus pies permanecieron porfiadamente en el mismo sitio, a escasos pasos del profesor. Como agua pura, la capa resbaló por sus hombros hasta quedar en el frío y sucio suelo. Temeroso, levantó la vista. Y quedó más sorprendido que nunca.
El hombre frente a sí sonreía. Ya lo había visto hacer lo mismo antes, pero nunca una sonrisa suya tuvo aquella vibrante alegría, esa calidez reluciente que parecía transmitirse por cada poro. Era una sonrisa de verdad, sincera, que activó algún mecanismo en el más joven, ruborizándolo hasta lo imposible.
Con rapidez, Daniel levantó la capa y acarició suavemente el fino hilo tejido. Su mente dibujó una escena difusa. Eran cuatro jóvenes, tres altos y uno más bajo y rechoncho. Bajaban las escaleras en alguna torre que Daniel reconoció como parte del castillo de Hogwarts, el que iba adelante portaba su varita encendida. Era el más alto de los cuatro, con lacio y largo cabello negro y centelleantes ojos azules. A su lado caminaba un muchacho más delgado y menudo que el primero, un chico castaño de ojos dorados, que emanaba delicadeza por los cuatro costados. El tercer chico era el más bajo del grupo. Rostro colorado, cabello rizado y rubio, pequeños ojos. Finalmente, cerrando la marcha, un joven casi tan alto como el primero. Desordenado cabello negro, gafas que se resbalaban por la punta de su nariz, ojos castaños brillando risueños. Entre sus manos, llevaba aquella capa de plata, el tesoro único de la invisibilidad...
- James... - ese nombre... ¿De dónde había salido?
- ¿Profesor? ¿Ocurre algo?
Al levantar la vista, vio que se hallaba a mitad de un pasillo oscuro. Saliendo de la enfermería a la que sus piernas lo habían llevado sin preguntarle primero. No estaban aquellos cuatro chicos que recordaba sin cesar. Observó frente a sí. Un chico alto, de desordenado cabello negro, rostro inocente con un brillo de preocupación en los ojos verdes tras las gafas redondas, estaba frente a sí. "James..." Sin pensarlo dos veces, hizo lo único que le pareció coherente en ese momento: unió sus labios a los del chico frente así. Luego, la oscuridad se lo tragó.
Harry retrocedió espantado. Su profesor acababa de besarlo, para casi al instante caer al suelo desmayado.
- ¿Qué hago? Si lo llevo a la enfermería, Madame Pomfrey me preguntará que qué hacía a estas horas fuera de la torre. Si no lo llevo, puede que sea algo grave y se muera aquí mismo- con todos los cuidados que pudo, tomó una mano del profesor. El ritmo era normal- Sólo está desmayado, estúpido. Tengo que sacarlo de aquí. Si lo llevo a la torre sería una locura. No tengo idea de donde quedan sus habitaciones. Aunque, sé la contraseña de las de Remus...
Sin ánimos de pensarlo mucho, pues sabía que empezaría a encontrarle un centenar de defectos a su plan, Harry comenzó a buscar la manera de cargarlo. No podía llevarlo al hombro, pues el hombre debía pesar bastante y él no era reconocido por su fuerza física. Arrastrando tampoco era una buena idea si lo que quería era llevarlo vivo.
- Harry, eres un mago con varita ¿Por qué sigues pensando como muggle?
Perfecto. Llevarlo levitando era la solución. Y más le valía apurarse, no fuera que apareciera algún profesor o un prefecto o, horror, Madame Pomfrey. Y tenía que llevarlo rápido, porque tampoco era lo ideal que Filch lo encontrara.
A toda velocidad, encaminó al desmayado Daniel rumbo a las habitaciones de Remus Lupin.
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El cuerpo del joven parecía un sueño, la envidia de cualquier ángel. En su vida Severus había visto blancura mayor que la de su piel, ni una suavidad tan extrema como era la de él. Un rostro encantador, divino. Tersos labios que parecían hechos para besar, ojos verdes, con el fuego secreto que cualquier esmeralda desearía para sí. Cabello negro, desordenado, pero suave, sedoso esparciéndose por la almohada. Una sonrisa cálida, que traslucía mayor inocencia que cualquier otro ser. En la mente de Severus se repetía una y otra vez: Es sólo un niño, es un Potter, es el hijo de Lily. Pero había más pasión que raciocinio en él y muy lentamente cedió al deseo de tocar al chico que se estremecía entre sus brazos. Besar aquella intimidad prohibida, acariciar la virginidad increíble de Harry...
Sobresaltado, Severus despertó. Estaba solo, en la oscuridad de su habitación, enredado en las sábanas negras que estaban empapadas en el mismo sudor que cubría su cuerpo. Desde los quince años que no sufría esa clase de sueños y realmente era una ironía el hecho de que fuese Harry Potter el causante de eso.
- Vaya, realmente me estoy obsesionando con ese niñito. Esto es realmente asqueroso. Necesito una buena ducha fría.
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El nuevo día encontró una extraña escena en una de las torres. Un chico dormía plácidamente, con una sonrisa de franca tranquilidad en el rostro, acomodado en el regazo suave de un hombre joven, que a su vez acariciaba los negros cabellos del niño. No recordaba mucho de lo sucedido de la noche anterior.
Sólo sabía que había despertado en una cama que no era la suya y en una habitación que tampoco lo era. Al intentar levantarse, vio al chico Potter, sentado en una silla junto a la cama, evidentemente vigilando su sueño antes de que Morfeo lo llevara en sus brazos. Verlo lo llenó de una dulzura desconocida, una ternura que no recordaba haber sentido nunca por nadie, aunque muy en el fondo sentía que ya conocía ese sentimiento. También sentía que ese niño era parte de él mismo. Y que ese sentimiento que lo embargaba al verlo y lo había obligado a besarlo, tenía que ver con esos recuerdos que lo atacaban de vez en cuando.
Harry se acurrucó más entre los brazos desconocidos, apegándose al calor del otro cuerpo, relajándose bajo los dedos que delineaban su rostro.
- Es hora de que despiertes, Harry.
- Cinco minutos más, Blaisie-Pooh- rezongó el adormilado chico, pensando que estaba junto a su amigo.- Sólo cinco minutitos más.
- Señor Potter, creo que está un poco confundido.
Abrió el ojo derecho y lo volvió a cerrar al percibir tanta luz sin filtro. Abrió el otro y pudo divisar de una manera bastante precaria, por la falta de sus gafas, un rostro enmarcado por cabellos castaños. No podía distinguir muy bien de quien se trataba, pero estaba claro que no era Blaise.
- ¿Qué...?- comenzó a decir, mientras palpaba la colcha buscando sus gafas. Apenas las encontró fueron ubicadas en su lugar, cosa que hizo a Harry retroceder hasta caer de la cama.
No estaba muy seguro de como había ido a parar ahí. Se recordaba a sí mismo paseando durante la noche, luego la puerta de la enfermería, su profesor saliendo de ahí, un beso. Harry enrojeció hasta las orejas, mientras observaba a su profesor asomarse por el borde de la cama y tenderle una mano para ayudarlo a levantarse.
- Gracias... creo.- dijo nerviosamente.
Daniel lo estaba viendo con demasiada fijeza y eso no le gustaba. Era incómodo estar ahí, de pie, mirando tontamente las cerámicas del suelo, mientras los ojos azules de su profesor de Defensa lo veían.
- ¿Dónde estamos?- preguntó el mayor.
- En las habitaciones de Remus... digo, del profesor Lupin- aclaró rápidamente Harry ante la expresión de sorpresa en el otro- Cuando usted... mmmm... se desmayó... yo lo traje hasta aquí, porque no se me ocurrió nada más.
- Oh, claro. Menos mal que no me llevaste a la enfermería, porque sino nos habríamos ganado los dos una buena regañada. Esa Madame Pomfrey sigue retándome como si fuera un niño todavía...
- ¿Usted estudió aquí?
- ¿Yo?- Daniel se sorprendió ante la pregunta. A decir verdad, no estaba seguro ya de nada. ¿Había estudiado en Hogwarts? No, se suponía que no. Pero, entonces ¿Por qué todo le parecía tan familiar?- No.
- Ahhhhhh. Creo que lo mejor será que salgamos de aquí. Remus puede venir y no le gustará para nada que esté aquí.
- Claro, vámonos.
Salieron de las habitaciones, cuya puerta era resguardada por el cuadro de una primorosa doncella que no dejaba de sonreírles, en sepulcral silencio. Harry se sentía incómodo en presencia de su profesor recordando aquel beso que, para completo drama del chico, era su primer beso. Daniel estaba más confundido que nunca.
- ¿Qué hacía anoche en la enfermería, profesor?
El aludido se sobresaltó al escuchar la pregunta. No tenía respuesta para ello. Había ido anoche a... a ver al profesor de Cuidado de las Criaturas Mágicas. No sabía el cómo ni el por qué, pero se había sentido muy angustiado de repente y por eso había ido a verlo. Pero esa era una respuesta ridícula por lo que optó por callar.
- ¿Y usted que hacía anoche vagando por ahí?- interrogó a su alumno.
- La verdad es que estaba aburrido y decidí dar un paseo nocturno. Pero estaba muy preocupado por Remus... digo profesor Lupin... así que fui a verlo, porque en la tarde Madame Pomfrey no me dijo nada de lo que le pasaba.
Llegaron al vacío Gran Comedor juntos y, sin decirse nada, se separaron. Daniel fue a la Mesa de Profesores y Harry se sentó en el último puesto de la de Gryffindor.
Bien. Eso fue todo por el día de hoy. Estaré esperando ansiosa sus reviews con críticas, sugerencias, dudas, amenazas, comentarios. Lo que se les ocurra, adelante.
Algo que no he hecho en los anteriores tres capítulos fue responder reviews y lo lamento, no sé como lo pasé por alto. De todos modos les agradezco montones. Aquí va.
Respuesta a los reviews
MARIA-JONAN: Ese beso fue una original técnica de Remsie para callar a Severus. Estoy planeando muchas cosas, pero por el momento tenemos a Remus Lupin para rato. Con respecto a lo de Blaise, la idea me agrada, porque me he ido formando una muy buena opinión de él. No sé si tanto como novios, pero creo que aumentaré la relación que llevan esos dos. En cuanto a Draco... sé que no ha aparecido mucho, pero más delante tendrá capítulo para él solito... ya verás. Besos y espero que te haya gustado este capi. Gracias por tu apoyo.
KARINNA: Vaya, gracias. Que bueno que te guste la historia y espero no desilusionarte. Besos a ti tb y tratare de actualizar lo más rápido posible.
Artemisa de Black: Ay!!!!!! Tantas cosas raras ¿Verdad? Dudo que este capi te haya aclarado la cabeza, pero espero que te haya gustado, ya que participa mucho el guapo profesor de Defensa. Mis actualizaciones van a ser esporádicas, tan seguido como se pueda. El fic en sí está terminado, sólo que hay algunos capítulos que no sé si serán publicados. Besos y cuídate.
Sakura Snape: Intentare actualizar lo más seguido que pueda, pero por aquí tb sufro por mi computador caprichoso como tú. ¿Acción y sin muertes? Puede que vaya a haber muertes, pero antes va a haber acción... mucha acción. Me encanta Blaise!!!!!!! Sé que en el libro no aparece mucho que digamos, pero al imaginarlo me gusta mucho como personaje. Besos y espero que te haya gustado este capi.
Kendra Duvoa: Mil gracias por tu apoyo!!!!!!! Me hace muy feliz que te guste el fic y espero que te siga gustando. Besos y ojalá que este capi te haya gustado.
The Kissie Aome: Sip, recibí tu e-mail y lo contesté lo más rápido que pude. Así que tienes tu respuesta y el capi 4. Yo encantada de ayudarte!!!!! Espero que hayas disfrutado y entendido este capi. Besos.
Meiko: Holasss!! Ojalá que sigas leyendo ¿Sí? Pues va a haber drama y todo eso, pero no va a terminar del todo mal. A mí tb me pasa muchas veces eso, que empiezo a darme cuenta que puede acabar mal y me da pena seguir. Pero espero que sigas y... ¿Cierto que es una bonita amistad la de Blaise y Harry? Por el momento no la he mostrado mucho, pero más adelante va a aparecer mucho más. Gracias por tu apoyo y besos. (Sigue leyendo!!!!!)
Voy a tratar de apresurarme al máximo en subir este fic, antes de que llegue la época de clases y todo eso, porque ahí si que ya no me van a ver mucho por aquí. Por el momento... me pregunto si será conveniente conseguirme un beta. Si hay alguien que se ofrezca por ahí, pues que se comunique conmigo a mi e-mail (kmy_kusanagi@yahoo.com.mx) o me lo deje en un review.
Uy, por aquí me llegan preguntas que supongo algunos de ustedes se harán. Prometo que en el próximo capítulo va a haber un poco más de acción entre Harry y Severus, es que no quise apresurar las cosas.
Besotes y dejen sus reviews.
Nos vemos!!!!!
