Aquí está el capi 7. Creo que puede ser considerado con algo de contenido lemon, pero bastante suavecito. Lo escribí por ahí por el cumpleaños de Fabiola, cuando estaba escribiendo el fic Una Noche (aprovecho de hacerme propaganda, léanlo!) Y mi cerebro estaba a punto de derretirse. Es muy, muy ligera la escena esta.
** NADA del mundo maravilloso y mágico de Harry Potter es mío. TODO es de J.K. Rowling y yo no gano nada con escribir esto, aparte de divertirme. **
** Este fic tiene contenido slash, lo cual quiere decir que involucra temática homosexual, que ya comienza a ser gráfica. Si esto no te gusta, eres menor de edad, bla, bla y bla... no lo leas. **
Espero que les guste este capítulo.
Este capítulo fue producto de la inspiración provocada por Soda Stereo. Dos horas de escuchar todos los discos de este grupo y ya andaba rayada con las canciones. Lo mismo sucedió con el siguiente capi "Cenizas de rosas" que trataré de subirlo mañana, dependiendo de cuantos reviews tenga y si logro distraer a mi madre para poder raptar el compu (Sí, sigo con mi chantaje).
Condenados: Capítulo 7
Compartiendo la soledad
Sus pesadillas en un comienzo eran recuerdos sobre lo sucedido con Sirius. Veía muy claro en su mente la imagen audaz de Sirius, con el largo cabello oscuro y la mirada penetrante de ojos azules. Luego venía el rostro asesino, con esa mueca maníaca que horrorizaba a Harry, de Bellatrix Lestrange. Lo demás era una secuencia de eventos rápidos, en los que Harry era un simple espectador de la muerte de aquel a quien quería como el padre que antes le quitaron. Imágenes rápidas, marejadas de sangre burbujeante que parecía perseguir a Harry, la voz aguda de esa bruja loca... La culpa y la desesperación unidas.
Pero luego cambiaron. Si Harry antes pensaba que Voldemort se estaba fortaleciendo, ahora estaba seguro. No había otra manera de que la mente del niño pudiera ser traspasada con tanta facilidad por la del otro, después de las intensas clases de Occlumency. Durante noches enteras, Harry era sometido a intensas torturas mentales que lo dejaban agotado para el siguiente día. Veía como las filas del Lord se iban fortaleciendo hasta lo impensable, nutriéndose de aquellos que fingían ser amables y buenos pero que sólo velaban por su propio bienestar. Veía como a diario eran llevados magos y brujas, de todas las edades y características, ante Voldemort. Sus súplicas, sus llantos, sus gritos de horror al sentir como las maldiciones y torturas les traspasaban los huesos, como el fuego quemaba sus entrañas, como la oscuridad se cernía sobre ellos, cerrando sus mentes a cualquier pensamiento coherente. Luego de haber estado entreteniéndose con ellos, entre hechizos de fuego, golpes y Cruciatus, el Lord los enviaba, aún vivos, como comida para los lobos. La muerte era un espectáculo al que asistían él y sus más cercanos, mientras que Harry era obligado a ver a través de los ojos del Señor Oscuro. Y por más que quisiera no podía cerrarse a la intrusión.
Desde la visita a Hogsmeade ya había pasado ya dos meses, pero el recuerdo de aquel beso le carcomía las neuronas. No dejaba de preguntarse porque lo había hecho. ¿Es que acaso le gustaba Snape? Eso era imposible y Harry ni siquiera se molestó en pensarlo dos veces. A él no le gustaba su profesor de pociones y punto.
Pero... ¿Él le gustaba a Snape? No era ningún experto en todo ese asunto, pero tenía la vaga impresión de haber leído una emoción diferente al odio en los ojos azabaches de Severus. Oh, sí. Muy diferente. Era algo que provenía de muy adentro de su alma, un sentimiento abrasador y corrosivo que había destilado por sus pupilas, mostrándole una faceta distinta del hombre que creía conocer.
- Esto está muy complicado... – murmuró para sí, todavía cabeceándose con el dilema sobre Snape. Estaba recostado en su cama, a pesar de ser recién las seis de la tarde, sin ganas de salir con Blaise a alguna parte.
- ¿Harry?- la voz de Ron.
- ¿Mmmm?
- El profesor Lupin te solicita en su despacho.- dijo el pelirrojo muchacho observando curioso al otro chico. Este estaba ojeroso y preocupantemente pálido.- ¿Estás bien?
- Ehhhh, sí... ¿por qué lo preguntas?
- Es que... no sé... te ves cansado... y además hace mucho tiempo que no hablamos y... ya sabes... estaba preocupado.- el Weasley se acercó tentativamente a Harry- ¿De verdad estás bien?
- Si, Ron, de verdad que estoy bien. Sólo con un poquito de sueño.
- Sabes que si necesitas a alguien, yo siempre estaré ahí... ¿Lo sabes no?
- Si, pero deja de preocuparte. Yo también estaré siempre que me necesites.
Era doloroso tener ese tipo de conversación con Ron. Para Harry separarse de él fue como sacarse una parte de su cuerpo, fue como alejarse de un hermano. Pero Ron y Hermione habían sido sólo una etapa en su vida y, para bien o para mal, había pasado. Con mucho sufrimiento al verse una vez más solo, pero para vivir y disfrutar del vivir, es necesario conocer el dolor. Y Harry lo conocía muy bien.
De todos modos era mejor que se hubiera alejado de ellos. Eran demasiado buenos y agradables, demasiado Gryffindors, como para permanecer más tiempo junto a él, que lentamente iba dando paso a su lado Slytherin. Era mejor que ellos vivieran su vida lejos, así serían más felices y no tendrían que sufrir directamente con su pronta muerte. Porque su muerte estaba cerca y Harry lo aceptaba estoicamente.
Estos pensamientos levemente optimistas no le daban ninguna satisfacción al chico de ojos verdes.
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En el sitio de honor en un rincón del despacho, sobre una mesita de tres patas, se encontraba el altar personal de Remus Lupin. Pequeños retratos enmarcados en dorado y plata, fotos que saludaban con grandes sonrisas al recién llegado Harry. Los Merodeadores a la orden. Había una foto del día del matrimonio de James y Lily. Otra de Sirius en su época de estudiante. Una de los cuatro muchachos (Peter incluido) en el día de su graduación. Otra de Sirius y Remus. Lily sonriendo con Harry en brazos. Y así seguían, toda una vida plasmada en papel plástico, todo lo que había merecido la pena ser vivido convertido en sólo recuerdos.
- ¿Para qué me llamaste, Remus?- preguntó Harry tratando de apartar los ojos de las perturbadoras imágenes.
- Sólo quería saber como estabas, Harry.- respondió el hombre, sentándose detrás del escritorio. Hizo una seña a Harry de hacer lo mismo, a la vez que conjuraba unas tazas de café.- Te ves cansado.
- Mira quien lo dice. Tú te ves agotado. ¿Has dormido bien?- interrogó Harry viendo las ojeras bajo los ojos dorados.
Remus sonrió sinceramente por primera vez en mucho tiempo. Esa dulce preocupación que expresaba Harry, con los ojos verdes ("Tan iguales a los tuyos, Lily") llenos de muda angustia, en un gesto casi maternal que le recordó a Sirius cuando él volvía de sus transformaciones. Apartó un mechón de cabellos de su rostro y miró fijamente al niño. "Siempre tan preocupado de los demás, sin darse cuenta que eres tú el que está en peligro, que eres tú el que se consume por dentro antes de tiempo. ¿Qué quieres que te diga, Harry? ¿Que me estoy muriendo? Eso sería agregar una carga innecesaria en ti."
- Si, es que ya sabes. Hace poco fue luna llena y aún no me repongo del todo. ¿Cuál es tu excusa?
- Las clases han sido estresantes.- Harry notó la ceja alzada en duda del mayor y se encogió ligeramente de hombros.- ¿Qué? Yo tampoco me creo completo eso de la transformación...
- ¡Ay, Harry! ¿Tanto te cuesta confiar en mí? Te comprendo, no soy Sirius y nunca hemos tenido el tiempo como para conocernos, pero... de verdad me gustaría que de vez en cuando conversáramos sólo para acercarnos un poco más.
Harry observó en silencio a su actual tutor. Remus mantenía la cabeza gacha, con el cabello castaño cubriendo sus ojos dorados, pero no era necesario verlo para saber que estaban arrasados de lágrimas. Los hombros se sacudían al ritmo de su llanto y las manos temblaban visiblemente a la vez que se aferraban a la taza de café.
- ¿Remus? No es eso... es sólo que... cuesta volver a confiar en alguien. Después de todo esto, tengo mucho miedo de perder a aquellos a quienes aprecio.- tartamudeó Harry, mientras se levantaba y abrazaba a su profesor.- Pero no te preocupes, sé que seguiremos mucho más tiempo juntos. Al menos mucho más de lo que pasé con Sirius...
El abrazo duró lo que parecieron eternidades, pues ninguno de los dos quería romper ese contacto que era a la vez tan íntimo como lejano. Remus se aferraba al chico como si de ello dependiera su vida, sabiendo que ese podía ser el último abrazo. A su modo de ver, era una despedida adelantada.
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Ya pasaba de las dos de la madrugada cuando Harry al fin salió del despacho de Remus. Con paso ligero, tratando de casi no tocar el suelo, caminó a través de los obscuros pasillos. Una leve sensación de deja vú lo atacó al pasar por la enfermería. Aunque ahora se sentía brutalmente expuesto a cualquier mirada acusadora, pues no había llevado su capa de la invisibilidad, creyendo que no demoraría mucho en lo de Remus.
Siempre había visto a Remus como una persona lejana, que jamás mostraba directamente sus sentimientos, que lo guardaba todo. Era como las puestas de sol que uno aprecia junto al mar. Muy cálida y luminosa, como un amante cariñoso que te cubre luego de consumado el amor, pero siempre lejos, nunca junto a ti. Como una hermosa escultura griega que parece casi humana, pero que no tiene corazón. Esa tarde le había servido para desmoronar toda la antigua visión que tenía de él el muchacho. Remus resultó casi tan ameno y confortable como Sirius. Casi.
Recordar a su padrino le borró velozmente la sonrisa del rostro. Como había dolido esa última pérdida.
Mientras caminaba infatigable por los larguísimos pasillos, Harry maldijo el hecho de que el despacho de Remus estuviera tan lejos de la torre Gryffindor. Caminar tanto le estaba provocando hambre y malhumor. Podría ir a las cocinas y pedir algo de comida si es que había algún elfo a esas horas, pero no había demasiada gracia en ir solo. También podía ir a despertar a Blaise, el chico de la coleta le había dado la contraseña de Slytherin, pero sabía que este se enfurecería por perturbar su sueño o le daría insomnio. Y Harry no tenía las suficientes fuerzas como para vagar toda la noche por el castillo.
Las pesadillas lo atacarían con más fuerza esa noche y tendría que pasar todas esas horas en la agradable compañía de Lord Voldemort. Mejor despertaba a Blaise y se resignaba a tenerlo toda la noche arrastrándolo hiperquinético de un lugar a otro. Todo con tal de no estar solo.
Harry le tenía un pánico desmedido a estar solo. Algo de haber pasado toda su vida abandonado y encerrado en una sucia y estrecha alacena había hecho mella en el chico: simplemente detestaba estar solo en lugares oscuros. Y si tenía la capacidad longitudinal de su pequeña alacena, ya no había solución para el vértigo que sufría. No, él no podía pasar esa noche solo. No quería estar de nuevo sufriendo junto a sus pesadillas y (" Sirius, perdóname.") con su padrino muriendo.
Iba tan concentrado descendiendo por las oscuras escalas que llevaban a las mazmorras, que no se percató de la imponente figura que se acercaba hasta que la tuvo enfrente. ¿Podía pasar algo peor? Harry no podía imaginar que sería aquello. Ahora estaba en graves problemas y ni siquiera eso de ser el niño consentido lo ayudaría a escaparse. Frente a él, observándolo ceñudo, estaba Severus Snape.
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"Y cuando el mundo enmudece
y las promesas engañan
nos revolcamos en el jardín
por donde nadie pasa"
Severus Snape había pasado la última hora retorciéndose en su cama. No podía conciliar el sueño y comenzaba a desesperarse al notar que sus pensamientos giraban una y otra vez en torno a cierto chico Gryffindor. Ese beso, que en cierta forma había sido inocente como sólo Harry podía serlo, había encendido las más oscuras pasiones en Severus. Este sabía que de no haber parado en ese instante, habría bastado otra caricia suave de esos labios tentadores para que terminara poseyendo al chico ahí mismo. Y Severus no quería eso. No quería que una vez más los sentimientos tomarán las riendas en el asunto y que terminará una vez más con el corazón y el orgullo hecho pedacitos.
Pero el sabor de Harry Potter permanecía en sus labios. Un sabor que le hacía evocar a la miel, al chocolate, una mezcla de azúcar y fresas, una esencia que parecía no querer abandonar su cuerpo. Severus sentía que esa pequeña probadita ya lo había hecho adicto a los labios del muchacho. Pero había algo más en la boca de Harry Potter. Un sabor que hizo que su mente estallara en mil carteles de avisos alarmantes. El sabor agrio, que en la piel de Harry adquiría la dulzura del almíbar, de la sangre fresca. Sangre joven. Pero al tocar sus labios, no encontró en elllos rastro alguno del líquido. El recuerdo de Remus besándolo había llegado a él. "El sabor de Harry es el sabor de la muerte. Un sabor tan exquisito y prohibido, que te hace desearlo con mayor intensidad que si fuera algo legal. Pero puede llegar a ser tan amargo al darte cuenta que no era tu camino..."
Sabiendo que esa noche no podría dormir, Severus se levantó y, enfundándose en una de sus clásicas túnicas negras, salió de su cuarto dispuesto a atrapar a un par de alumnos rebeldes fuera de las camas. Dictar un par de castigos lo relajaría un poco.
No se molestó en encender su varita con un Lumos pues sus ojos negros estaban acostumbrados a la oscuridad. Luego de pasar tanto tiempo sumido en ella, era lógico que se hubiera acostumbrado a ella. No era su amiga como algunos poetas demasiado dementes la describían, pero lo había acompañado tantos años que había terminado siendo el único apoyo en ese mundo cruel. La oscuridad nunca te delata ni te traiciona. Por el contrario, te oculta de los ojos de las otras personas. Sean amigos o enemigos.
Al ir subiendo las escaleras, creyó divisar una figura que descendía. Menuda, cabizbaja, imposible de reconocer por cualquier persona común. Pero Severus no era una persona común y con sólo ver la sombra su corazón pegó un brinco. Nadie tenía una gracia tan sutil al caminar, que seducía al instante por el mismo hecho de que era claro que no quería seducir. Suave en sus movimientos, casi etéreo, como si nada de los pecados terrenales lo pudiese manchar. Harry Potter lo observó claramente sorprendido.
- ¿Qué hace aquí, señor Potter?- demasiado tarde Severus notó cuan ronca había salido su voz, parecía como si no la hubiera ocupado en mucho tiempo. Ronca de deseo y pasión oscura y desmedida.
- Pues la verdad es que yo...
La explicación murió en sus labios. O mejor dicho en los de su profesor, que lo besaba con fiereza, como queriendo arrebatar toda aquella inocencia y guardarla y atesorarla clamándose su dueño. Severus se sentía incapaz de prestar atención a algo que no fuera el sutil movimiento de los sonrosados labios de Harry y se lanzó a por ellos, devorando la escasa distancia que existía. Una voz en su cabeza, aguda y sádica, lo incitaba a seguir, le gritaba mordazmente que era eso lo que había estado buscando. "Oh, vamos Sevvie. No lo pienses tanto. La última vez que decidiste que la conciencia hablara, terminaste solo. ¿Es eso lo que quieres?".
Sin dejar de besarlo apasionadamente, sintiendo que si ahora no poseía a Harry enloquecería, descendió las manos hasta entrelazarlas en la cintura del chico, tocando y reconociendo cada rincón del pequeño cuerpo. Lo que primero fueron quejas y forcejeos por soltarse, terminaron transformándose, para completa sorpresa de Severus, en tímida aceptación. Con inseguridad, Harry levantó los brazos, aferrándose al cuello del hombre suavemente, hundiendo los dedos en la oscura cabellera, entreabriendo los labios permitiendo a su profesor adentrarse en la húmeda caverna. Con suma lentitud Harry fue abrazándose cada vez más al otro, tratando de atrapar algo de su calor, intentando espantar los viejos fantasmas. Apoyó las manos en el pecho de Severus y, haciendo caso omiso a una vocecita que le gritaba que eso estaba mal, se dejo llevar.
Cuando Harry rozó casi al desgaire su entrepierna con el propio, mil luces diferentes dieron paso en la cabeza de Severus, las hormonas se desbocaron cual novato adolescente, sintiendo que necesitaba sentir a Harry como suyo. Una segunda fricción accidental y Severus ya estaba al límite de la excitación. Había algo diferente en la forma de besar de Harry, algo de la devoción sublime de una doncella que se sacrifica para los dioses en quienes cree, de altar sagrado que se deja profanar sólo por un bien mayor. Del muchacho que Severus consideraba arrogante y orgulloso no quedaba nada aparte de su perfil hermoso; la sumisión de cordero huérfano era la impresión más poderosa en esos momentos. Con la inexperiencia propia de la juventud, besaba dulcemente a Severus, rozando de vez en cuando el pecho de este en una caricia que no alcanzaba a serlo.
Pasados un par de segundos en que Harry se apartó, buscando aire, Severus dejó descender sus labios por el cuello esbelto, dejando besos y pequeños mordiscos en la suave piel. Sin saber bien que hacer, con la mente nublada por un sinfín de emociones diferentes, deseo y repulsión, miedo y pasión, Harry volvió el rostro, dando mejor acceso a la sensible zona, sintiendo por primera vez lo que era una experiencia erótica. Pero, después de eso, Harry no sabía que se esperaba precisamente de él. Confundido por sus miedos e infectado por la pasión desmedida del hombre mayor, Harry alzó sus piernas, abrazando dificultosamente la cintura de Snape.
Fue la gota que colmó el vaso. No pudiendo aguantar más la necesidad de sentir a Harry, de tener a Harry a su merced por completo, entregado hasta la más absoluta de las células que conformaban su pequeño cuerpo, Severus alzó al chico en brazos. Sin preocuparse de cuidados o mimos de amante delicado, lo cargó sin dejar de besarlo hasta el aula más próxima. Algo de cordura le quedaba aún, como para asegurarse de tener la decencia de no hacerle el amor a Harry en mitad de las escaleras. Lo recostó en una de las mesas y observó por primera vez en el brutal arrebato amoroso, al chico a los ojos. Encontró en ellos cierto deseo, oscureciendo los claros ojos verdes, pero más que nada había tristeza.
Él amaba a ese chico y necesitaba arrancar esa tristeza y quemarla. Necesitaba tenerlo sólo para él, saberse el único, saberse amado.
Con mas dulzura que otra cosa, desprendió a Harry de sus ropas, dándose el tiempo de saborear cada trozo de piel descubierta, de cuerpo perfecto que se ocultaba bajo las túnicas. Sin dejar de besarlo con suavidad, se desvistió a sí mismo. La penetración fue lo más suave que pudo, pero de todos modos el dolor estaba ahí, en cada gemido y susurro ahogado. Vio como Harry se mordía nerviosamente el labio inferior, pero el fuego era demasiado como para ocuparse de algo que no fuera sentir la cálida estrechez del chico entre sus brazos. De percibir los movimientos inseguros de sus caderas y las lágrimas que inevitables bañaban su rostro.
Acarició con delicadeza, y aumentando a cada momento la velocidad, la entrepierna del muchacho, satisfecho al oír los gemidos descontrolados y los jadeos que pedían más. Observó el rostro bañado en sudor, con el cabello húmedo pegado a su frente ocultando la cicatriz por la que todos conocían al chico, esa cicatriz que le había dado fama y tormentos.
El clímax fue una fusión de pasión satisfecha, amor no correspondido, sangre y lágrimas. Todo en una sola noche que se perdería en el tiempo sin que se pudiera evitar.
Eso ha sido todo por el día de hoy. Considero que quedó muy suave, que ni siquiera amerita un aumento en el raiting, al fin y al cabo llevo advirtiendo todo el rato que va a haber slash gráfico. Espero que les haya gustado.
Respuesta a los reviews:
Artemisa de Black: Siento no haber contestado tu mensaje del capítulo 5, es que me llego cuando ya estaba subiendo el capi pasado. Por otro lado, supongo que cualquier duda con respecto a Draco debe haber quedado resuelta en el capi anterior. Ufff, quedó muy raro "Cicatrices de tiempo" pero lo bueno es que de todos modos te gustó. Pobeshito Draco!!!!! Es cierto. Es que no me podía imaginar otra infancia en Draco, onda Lucius y Narcissa buenos padres? No podía ser. Pero tampoco me los imaginaba como un matrimonio feliz. Y Seve... ya verás que entre ellos dos pueden surgir problemas por nuestro Harry. Besos.
MARIA-JONAN: Que bueno que te haya gustado, me costó bastante hacerlo porque ni siquiera me había planteado como sería el pasado de Draco. Mi amiga me obligó a crearle uno y dio como resultado ese capítulo. Trataré de ahondar más en la personalidad de Draco, pero eso será un poco más adelante, cuando ya comience a actuar más. J.K. Rowling en el fondo nos da la idea de que Draco no es precisamente feliz, pero nunca está muy claro, pero da para hacerle un pasado triste y dramático (o en mi caso algo masoquista). ¿Qué opinas de este capítulo? Ojalá que te haya gustado y Besitos, guapa (costumbres que se pegan, jijiji)
Kat "La gata" basted: Menos mal que a pesar de estar medio raro te gustó el capítulo. Una fijación bastante obsesiva tiene con Harry, pero ya verás como se resuelven las cosas entre esos dos... por otro lado ¿Qué harán los amiguitos? No creo que cosas buenas para que Blaise llegue con la esencia Potter en sí (somos dos mal pensadas!!!!! Tal vez sólo juegan ajedrez un rato y nosotras pensando otras cosas!!!!). Más encima realmente todo el mundo se las trae con Harry, aunque vemos que Sev lleva la delantera. Aquí está el siguiente capítulo ¿Te gusto? ¿Lo odiaste? Espero tu opinión. Beshitos.
Meiko: Holap! Jijiji, me imagino como habrás quedado después del capi 5 con los jugueteos entre Blaise y Harry. ¡Que emoción! Sigues leyendo... es que estaba extrañándote por aquí y ya pensaba que lo habías dejado ToT. Por eso que da penita cuando uno supone que pueden pasar cosas malas... ahora me pregunto como habrás quedado después de este capítulo. Voy actualizando rápido o al menos ahora me estoy apresurando. Gracias por tu apoyo y espero que estar sabiendo de ti pronto y besototes.
Cloe-Clow: ... *Kmy escondida debajo de la mesa tratando de evitar las maldiciones de Cloe* ¿Hola? ¿Cómo has estado?... ¿Bien? ¿Qué te pareció este capítulo? ¡Oye! No es mi culpa que Lucius traté tan mal a Draco!!!!! ¿Acaso soy yo la que los controla o qué? (Sí, si sé, yo soy la autora :P ) Y más encima lo de Severus... estoy de acuerdo contigo... va a haber problemas entre padrino y ahijado. Espero que ya me hayas perdonado después de este capi (sale más de Sevvie) y besos *Kmy sale de su escondite y corre antes de que la alcancen los hechizos de la sádica Cloe-Clow. *
Latifa: Lo siento!!!!!! Mil perdones por el error!!!! No he leído el 5° libro y nadie me había siquiera comentado que Narcissa era pariente de mi Sirius (voy a matar a cierta persona que ha leído el libro y me dejo publicar ese capítulo). El primer capítulo es para que se hagan una idea del final de la historia, pero después voy a seguir con el futuro de los personajes y el verdadero final (eso está enredado). Por el momento continuamos con Hogwarts. ¿Qué opinas? ¡Soy una chantajista! Lo sé, pero gracias de todos modos por tu review, me animas a seguir chantajeando : P. Besos, espero que te guste este capítulo.
Moryn: Gracias por tu apoyo! Es muy halagador saber que te gusta y que le dedicaste un tiempito a mi historia. Lo del trato de Lucius y Narcissa al pobre de Draco es porque no me puedo imaginar una infancia feliz, con padres amorosos y todo eso. Son malos con él!!!!! Pongo toda mi dedicación al escribir, tratando siempre de hacerlo lo mejor posible, ya que si hay gente como tú que se da el trabajo de leerlo y dejarme su opinión, y al menos tengo que hacer el esfuerzo de que sea un trabajo bien hecho, poner el máximo de empeño. Besitos y espero que te haya gustado este capítulo.
Catalina Malfoy: Pobre de ti!!! Espero que te mejores pronto, ¿Cómo fue un alivio y una tristeza? Pobre Draco, sufre tanto y creo que va a sufrir más a medida que avanzo en la historia, pero también va a tener sus momentos de felicidad. Corto el review, pero la intención es la que vale... además estás enfermita. Cuídate. Espero que este capi haya sido de tu agrado.
The Kissie Aome: Soy una chantajista, lo sé. Pero de ese modo tienes el capítulo diario. Aquí está el slash más gráfico, pero no demasiado porque no quise exagerar. Es un poco triste el capi 6, pero ya irá mejorando un poco la vida de Drakito. ¿Te gustó este capítulo? Ojalá que sí. Besos.
El capítulo 8 "Cenizas de rosas" contendrá parte del día después. Ya saben, si lo quieren mañana, déjenme reviews con críticas, sugerencias, comentarios, amenazas, dudas, etc.
Besos y nos estamos leyendo.
