TURBIO
DESTINO
Por:
Sakura Li
Capítulo 2
Era bastante tarde cuando
finalmente salí de la universidad, el montón de
exámenes por calificar me tomó mucho más tiempo
del planeado. Miro el reloj: son las 22 horas. Bostezo. El día
había sido largo y agitado, me sentía muy agotado. Lo
único que se me antojaba era un poco de sake y acostarme a
dormir. Con esta leve lluvia no sería difícil
consentirme en mi sueño. Lo molesto de todo esto es conducir
con ella. ¡Como odio conducir con lluvia!
En fin... dejo
escapar un largo suspiro mientras enfoco mi concentración en
la carretera. Enciendo la radio, un poco de trance no está
mal, digo, aún soy joven y apuesto por algo traigo locas a mis
estudiantes. Muchos de mis colegas se molestan y me envidian puesto
que puedo aprovecharme de muchas chicas si lo deseara, pero no soy
así. Como tampoco es mi intención pasar a mis
estudiantes sólo por sexo, mi ideal es forjar a los mejores
abogados que pueda haber en toda Inglaterra y creo que lo estoy
logrando.
Ese chico, Himura Kenshin, tiene un futuro brillante
y podría jactarme de decir que es mi heredero. Hijo de padres
japoneses que murieron en un trágico accidente dejando una
fortuna a su único descendiente. Pobre chico, lo tiene todo y
a la vez nada. Ahora que lo pienso es igual a mí, claro que
soy mucho mejor que él jejejejeje.
Me miro por el
espejo retrovisor y esbozo mi seductora y característica
sonrisa. Vaya... sí que soy, como dirían, lo mejor de
lo mejor. Aún no logro entender como, con este lindo rostro y
encantadora personalidad, no encuentro a una persona que esta vez sí
pueda estar a mi lado siempre.
El sonido de una bocina me hace
enfocarme hacia el frente y caí en cuenta de que manejaba en
el lado contrario de la calle. Giré rápidamente
regresando a mi lado correspondiente, evitando una tragedia por culpa
de mi modestia. A lo lejos escucho los insultos de aquel asustado y
furioso conductor.
Suspiro. Aún puedo escuchar los
fuertes e incontrolados latidos de mi corazón, el susto no
había pasado. A lo lejos puedo divisar el puente de Londres
que una vez cruzado llego a mi destino. Mi celular suena, pero debido
al movimiento brusco del auto momentos atrás, se encontraba
sobre la alfombrilla del asiento del copiloto. Me inclino para tratar
de alcanzarlo sin despegar la vista del camino. Un canino se aparece
en medio de la calle y por tratar de no atropellarlo choco contra el
barandal del puente. Gracias a Dios es resistente y no me fui
abajo.
Veo fuego en el motor, el vidrio delantero está
astillado y siento como una sustancia líquida corre desde mi
frente hasta llegar a mi mejilla. Toco mi mejilla y luego observo mi
mano.. sangre. Paulatinamente todo comienza a darme vueltas y luego..
nada. Escucho que la portezuela se abre y que alguien me toma por los
hombros jalándome fuera del móvil. Me siento
arrastrado, la lluvia cae sobre mi y unas suaves manos tocan mi
rostro.
- Señor... Señor despierte...
Abrí
mis ojos y me encontré con los ojos azules más hermosos
que haya visto jamás, hermosos pero tristes.
- Se
encuentra bien?
Linda voz, pensé. Levemente afirmé
con la cabeza. Traté de hablar pero los mismos dedos que
estuvieron en mis mejillas ahora se posaban en mis labios.
-
Sshhh... no diga nada, una ambulancia viene en camino.
Era
hermosa, y tras esa mirada de preocupación se encontraba una
sonrisa. En un último esfuerzo, levanto mi mano y la coloco
sobre la de ella que aún se encuentra sobre mis labios, la
tomo y la aprieto suavemente. Le devuelvo la sonrisa y no sé
por qué en ese momento pensé que, a pesar de todo, todo
estaría bien.
Luego todo es oscuridad...
