Capitulo 5

-¡JA!- exclamó Hermione emocionada –Asi que cuando te insultó estaba dentro de la chimenea, ¿No?

-Si, acabo de decirtelo

-Y se esfumó después- Ginny asintió cansinamente y Hermione hizo un gesto triunfante

-Hermione, Malfoy golpeó a Ginny –Dijo Harry cortante, pero esto solo hizo que Hermione sonriera más ante el comportamiento protector de su amigo.

-Pues se arrepentirá. Supongo que Lucius Malfoy se habrá sentido muy orgulloso al ver aparecer a su hijo en una chimenea del ministerio, cubierto de ollín y vencido por una Wesley

-¿En el ministerio?- preguntaron Ginny y Harry al unísono. Se encontraban en el comedor del colegio con los desayunos casi intactos.

-¡Pues claro! ¿Dónde pensabais que iva a estar Malfoy? ¿O es que suponeis que existe algun lugar denominado "estúpida"?- Exclamó Hermione con exasperación- ¡Ginny tu padre trabaja en el ministerio! ¿Cómo es posible que no lo sepas?

-¿Saber el que? – Hermione puso los ojos en blanco

-El departamente de la Red flu, es casi como un ministerio dedicado a la red. Tiene una sala con decenas de chimeneas solo para aquellos que caen en la red por equivocación, o pronunciando mal su destino, siempre que la mala pronunciación no de lugar a otro destino diferente.

-Como me paso a mí en segundo año- corroboró Harry

-Si, tu nombrastes una de las tiendas del callejón que tenemos prohibidas

-Es decir- intentaba recapitular Ginny –Que Malfoy se encuentra en el ministerio en alguna de esas chimeneas –Hermione asinti

-Eso no le va a librar de un duelo sucio, tan sucio como él- Gruñó Harry con la mirada ausente

-¡Harry! Que Mafoy sea un mago sucio y rastrero no quiere decir que tú...

-Como comprenderas- interrumpió Harry –una regañina de su estúpido padre no es ni la mitad del castigo que se merece por golpear a alguien en inferioridad de condiciones

-¡Eh! ¿Cómo que inferioridad?- se molestó Ginny

-Fisicamente sí- repusó Harry friamente

-Si me hubiese retado a un duelo yo...- Harry no dijo nada, aunque no pensaba que Ginny pudiese ganar al imbécil de Malfoy en un duelo, ya que este era un curso superior a ella.

-De todas formas Harry, lo que menos te conviene es que te castiguen.

-Ya me las apañaré. Cualquier castigo merece la pena.- Ginny se ruborizó con los ojos muy brillantes y miró hacia un lado, Hermione le sonreía de una manera muy curiosa, era algo parecido a la mirada de la señora Wesley cuando contemplaba a Ron con su insignia de prefecto

-Estoy muy contenta de todo lo que ha pasado... porque me parece que ahora somos un poquito más felices- Hermione se acercó a Harry y a Ginny e intentó abrazar a los dos a la vez por encima de la mesa, despues encongió dos tartas, y una decena de bollos, y los hizo flotar–Esto es para Ron- dijo feliz

-¿Cómo está esta mañana?- Preguntó Ginny interesada por la salud de su hermano, que el día anterior se habia constipado esperando a Hermione en la estación de Hogsmeade

-Mucho mejor- contestó Hermione intentando decidir cual de las tartas que restaban en la mesa tenía más melaza, despues de una larga dilación encogió tres más y las hizo flotar. –Ya no tiene fiebre, y Promfey le ha desinflamado la garganta, aunque claro, despues de estar tirado sobre la nieve unas horas tiene los huesos irremediablemente entumecidos...- Hermione suspir

-¿Tumbado en la nieve?- Preguntó Harry

-Es una larga historia- Hermione hizó un gesto con la mano, Ginny sonrió de lado e intentó disimular comiendo gachas, ella ya sabia la historia.

-¿Estais saliendo?- inquirió Harry como quien no quiere la cosa, y al contrario de lo que esperaba, Hermione no cambio su expresion de felicidad

-¿Tu que crees?- Hermione hizo unas florituras elegantes con su varita y los bollos, bizcochos y pasteles se ordenaron en un semicirculo a su alrededor. -¡La moneda!- exclamó, y sacó un knut del bolsillo que enrojecía –Ya voy... ya voy... -murmuró- He encantado la moneda para que Ron me avise cuando necesite algo- Harry alzó las cejas sorprendido -¡Me voy! Hasta luego!

-Vas a llegar tarde a pociones!- Alcanzó a decir Harry -...no puedo creerlo...

-¿Sabes que pienso?- dijo Ginny mientras partía un pedazo de torta de anís, Harry fijó sus ojos verdes en ella –Que la verdadera medicina de Ron es Hermione. Harry pensó que la suya era Ginny, pero en lugar de decirlo cogió su mano por debajo de la mesa.


Aquella noche Ron y Harry se habían ido pronto al dormitorio, Ron tenía un aspecto bastante mejorado, y como la escaleras de caracol que se dirigian a los cuartos masculinos no se convertían en un tobogán cuando subía alguien del sexo opuesto (al contrario que sucedía en el cuarto de las chicas) Hermione llegaba cada dos por tres a medir su temperatura, Ron murmuraba que estaba bien cada vez más ruborizado, sobre todo porque Harry se reía de él cuando Hermione no miraba, pero por mucho que se quisiera hacer el duro, Harry estaba seguro de que a Ron le encantaba que Hermione lo cuidara.

-Me gustaría veros a mi hermana y a ti en plan acaramelado- divagaba Ron mirando al techo cuando Harry le contó lo sucedido en Hogsmeade, tuvo que hacer un resumen muy escueto en el cual se limitaba a decir que dio calabazas a Cho y se declaró a Ginny, ya que no debía mencionar el incidente del tren ni mucho menos lo sucedido con Malfoy, se vengaría el solo y ya decidiría despues que contar. –Ja... que extraño... mi hermana y tú... lo había dado por imposible casi tanto como ella.

-¿Ella te contó alguna vez lo que sentía por mí?

-Una vez- admitió Ron en tono indiferente- se puso a llorar y me pidió que te convenciera de Cho era una idiota, ese día admitó que te odie un poco... -reflexion

-¿Pero por que la gusto tanto?

-Ni idea...

-No hace falta que seas tan sincero

-Supongo que será porque la imagen que tiene de ti es de alguien fuerte, valiente y bueno... creo que tambien te ve guapo ¡Eso lo dijo ella eh! Yo logicamente sigo pensando que eres un enano con gafas.

-Gracias de nuevo...

-En serio, creo que su vida gira en torno a ti, mi hermana te adora, te...

-idealiza- dijo Harry en un hilo de voz alarmado –Tu hermana me idealiza- empezó a sentir como el miedo se le expandía en el pecho –Como yo idealizé a Cho

-¿Pero que dices? Mi hermana te quiere mucho, no le pasa nada parecido a lo que estas diciendo. Harry hazte un favor a ti mismo y deja de pensar en todo lo que te pasa en la vida y vive simplemente, ¿De acuerdo? –Harry asintió tristemente, entonces se abrió la puerta del cuarto y Hermione y Ginny entraron por ella con nerviosismo, Ginny se abalanzó al cuello de Harry y Ron hizo un gesto con la cabeza como diciendo "¿Lo ves?" Harry tenía su mano sobre el suave y liso pero rojo de Ginny, cuando esta despues de achucharle de nuevo se sentó a su lado y le agarro un pliege de la túnica como si tuviera miedo de que se fuera.

-He-Hermione no...- Ron se había puesto colorado y Hermione pasaba la punta de su varita sobre su frente y despues sobre el antebrazo donde se dibujaron unos numeros que revelaban que Ron no tenía fiebre

-jumm...- Hermione miró reflexivamente a Ron, se llevó las manos a la cadera y dijo: -Bien, a partir de mañana ya puedes ir a clase

-¡No...!- exclamó Ron horrorizado

-Si- dijo Hermione concluyendo la discusión

-uouuu, chicas en nuestro cuarto- Dean Tomas, Seamus Finnigan y Neville Longbotton se encontraban en la puerta del dormitorio y se apresuraron a entrar

-No deberíais de estar aquí- sentenció Neville temeroso como si algun profesor fuese a salir de detrás de las cortinas

-Yo creo que si que deben de estar aquí- Dean se acercó a la posición de Harry, pero miraba a Ginny, que en ese momento arrugaba ligeramente su narizilla pecosa, como un gato enfadado. -¿Como estas Ginny?

-Muy bien y tú?- Contestó esta, Harry no se dio cuenta del gesto de extrañeza de Ron, estaba demasiado inmerso en la firme decisión de tirar a Dean por la ventana si se acercaba un paso más a Ginny

-Ahora mucho mejor que antes- Dean la giñó un ojo y Harry sintió como le cosquilleaba la boca del estomago. Entonces alzó un brazo y rodeó a Ginny con él, Dean abrió los ojos como platos, Neville enmudeció y Seamus miraba a uno y a otro divertido. Ron en cambio se metió en la boca un puñado de grajeas, que sacó del forro de la almohada, y Hermione sonreía con orgullo.

-De acuerdo, lo he comprendido- alcanzó a decir Dean cuando reaccion

-Me alegro- repusó Harry

-Aunque es... sorprendente...

-Generalmente se llama "tener novia"- dijo Ron con la boca llena –y aprovechando la ocasión- Ron se levantó después de tragar e infló el pecho, Hermione negaba con la cabeza alarmada –he de decir que he encontradoa alguien que me soporte- Aunque nadie se rió del chiste Ron siguió orgulloso, Hermione le hacia gestos pero él los ignoraba, alargó el brazo y cogió la mano de Hermione.

-Asi que Ronnie tiene novia- dijo una voz detrás de Ron

-Pues a mamá la va a encantar, seguro que pone todas las esperanzas en que Hermione encarrile tu expediente académico- rió otra voz, Ron se giró horrorizado, y se encontró con los rostros de Fred y George

-¡Ron estaba bromeando! Vamos, vosotros sabeis que me saca de mis casillas- Disculpó Hermione, los gemelos la miraban sarcasticos

-Oh claro!- Dijo Fred

-Si, por supuesto- Corroboró George –Pero dicen por ahí que del odio al amor ahí solo un paso

-¡Es del amor al odio!- murmuró Hermione enfadada

-¡Es igual!

-Si, no me hemos venido a hablar de los asuntos amorosos de Ronnie. –Los gemelos se dirigieron hacia Ginny

-Venimos a felicitarte Ginny!

-¡Si! Eres el orgullo Wesley!- Dijo Fred cogiendola las manos

-Ya nos hemos enterado de que le has dado una buena paliza a esa rata asquerosa de Malfoy- corroboró George, Ginny dio un respingo al lado de Harry

-¿Quién os ha dicho...?- preguntó la pelirroja

-Lunática Lovegood nos lo ha contado todo

-¿Ha vuelto Malfoy?- Preguntó Harry ansioso

-Si, tendríais que haberle visto, ja!-continuó Fred emocionado- Ha tardado un día entero en encontrar la salida del cuarto de confusiones de la red Flu

-¿Y por que ha tardado tanto?- inquirió Neville, que tambien sabia lo sucedido gracias a Luna

-Porque el muy idiota debio de probar todas las chimeneas para intentar volver a Hogwarts sin que su padre lo pillará, y todas las chimeneas dirigen al mismo lugar si insistes en utilizarlas

-¿Y donde es ese lugar?- preguntó Ginny, Ron miraba sin entender nada.

-El despacho del mismísimo ministro- todos abrieron la boca sin emitir ningún sonido, hasta Harry tenía ganas de reír, sin embargo se levantó haciendo revolotear los bajos de su oscura túnica

-¿Dónde vas Harry?- preguntó uno de los gemelos

-Tengo algo urgente que hacer

-O sea que va al baño- Concluyó otro de los gemelos, Harry en lugar de protestar se contentó con aquella conclusión de los muchachos y desapareció sin escuchar las advertencias de las chicas que le informaban de que habian pasado las nueve de la noche y no debía de salir.


El mapa del merodeador y su túnica de invisibilidad acudieron a el gracias al "accio!" y situó a Malfoy junto con Crabbe y Goyle en las alturas de la torre norte, Malfoy se movía de una lado a otro y Harry sintió una gran satisfación al pensar que estaría enfurecido debido al incidente, ojala al encontrarse con el tuviera un morado enorme en la cara que hiciera insignificante el que Ginny intentaba disimular. Harry fue corriendo a encontrarse con él, pero solo dio con una enorme estatua con un rostro siniestro y sanguinario que a Harry le parecía familiar...sin embargo según el mapa tras esa estatua en lo más alto de la torre había algo

-Sangre sucia! Serpientes rasteras! Arpias! Sangre limpia!- Harry meditó ¿Qué contraseña tendría un slytherin? –Barón Sanguinario...- que estupidez, era imposible que esa fuera la contraseña –Traidores a la sangre! Inmundicia!- Harry empezaba a parecerse a la madre de Sirius -¡No tengo ni idea de cual es vuestra asquerosa, maldita y estúpida contraseña asquerosos Slytherins! ¡Da la cara Malfoy!

Entonces la estatua abrió unos malignos ojos azules y sonrió con unos dientes demasiado pequeños para su tamaño, ¿Qué era lo que había dicho para acertar con la contraseña? En ese momento un cuerpo humano salió del interior de la estatua como si la hubiera estado poseyendo, Harry se vió obligado a retroceder.

-Vaya, vaya... ¿Me buscabas? Porque yo tambien quería verte...- Dijo una voz que arrastraba las palabras

-De veras?- Entonces unas figuras enormes atravesaron tambien el cuerpo de la estatua, eran Crabbe y Goyle , ¿Es que no eres capaz de enfrentarte a mí sin ellos?- Malfoy sonrió con malicia mientras sacudía su varita, Harry desefundó la suya con una rapidez inusitada y grit

-¡Expelliarmus!- pero Malfoy y sus secuazes pronunciaron las mismas palabras, eran tres hechizos contra uno, Harry cayó de bruzes al suelo y su varita rodó lejos de su mano, Malfoy se acercó a él muy satisfecho y le piso el cuello cortandole la respiración.

-Así que sales con esa estúpida roñosa... que valor... ¿No creeís?- Preguntó a Crabbe y a Goyle que rieron como tontos –Yo normalmente no pego a las chicas, ¿sabes? Ella me obligó a hacerlo, se puede decir que casi puso su sucia mejilla en mi cara pidiendomelo, obviamente cualquier hombre se defiende...

-Tu no eres un hombre...- escupió Harry como pudo –no eres ni la sombra de...- El zapato de Malfoy se hundió sobre la tráquea de Harry que se vió obligado a toser, Crabbe y Goyle no paraban de reir.

-Te voy a decir un secreto- Dijo Malfoy haciendo gestos a sus dos enormes gorilas para que se acercaran, estos agarraron a Harry de los brazos y el cuello dolorido, entonces Malfoy susurró al oído de Harry con su repugnante voz –Cuando el señor tenbroso se alzé de nuevo, necesitaremos perpetuar la sangre limpia, pensaré en Ginny a la hora de elegir con quien conservar mi apellido, quedamos pocos, ¿sabes? Y despues de todo no esta tan mal, ¿No?- Harry no supo de donde, ni como lo hizo, pero con una fuerza que no le pertenecía se deshizo del amarre de los enormes amigos de Malfoy, una luz cegadora y brillante los empujó contra los muros de piedra, Malfoy parecía haber palidecido en el acto, Harry alargó la mano hacía su cara como si fuera a delpellejarsela, sin emabargo solo extendió sus dedos y pronunció algo con voz silbante.

-¡No puedes usar un conjuro parsel! ¡Esta prohibido!- Pero Harry estaba descontrolado, sin saber como de su mano empezó a centellear una luz verdosa y crepitante como el fuego... y seguía hablando con aquel siseo que no le pertenecía -¡Te lo suplico! ¡No me hagas nada!- Harry sonrió tenebrosamente.

-¡Señor Potter! ¡Que diablos cree que esta haciendo!- Harry se volvió y entonces comprendió de quien era la estatua, porque una figura traslúcida y manchada de sangre plateada se alzaba a su lado como un clon, era el barón sanguinario, la ira que se habia apoderado de él comenzó a extinguirse, Malfoy se había alejado tanto que estaba pegado contra uno de los fríos muros, sudando y temblando –Señor Malfoy, desaparezca de mi vista con sus estúpidos amigos, ser despreciable... se lo comunicaré a su padre, aunque este esté lejos de reprenderle por su compartamiento- Harry jamás vió al Barón sanguinario de tan malos humos. Y usted- dijo volviendose a Harry, a este le recorrió un escalofrío por la espina dorsal –no se mueva de aquí.


-¡Yo no iva a utilizar un conjuro Parsel! ¡Ni siquiera se como hacerlo!

-¡Se que no era un conjuro!- gritó el fantasma con su voz retumbante y cuando Malfoy y los demas se marcharon –solo echabas pestes a ese ingrato, pero ¿Te fijaste en tu mano? Precisamente se utilizan las varitas para controlar esa fuerza que reside en un mago, pocos magos son capaces de usar magia correctamente sin varita o conjuro aparente. Ahora vete, y no vuelvas a buscar venganza- Ordenó friamente el Barón, era terrorífico estar tan cerca de sus ojos desorbitados por la furia. –Y no vuelvas, no quiero verte ni a ti ni a ningún Griffindor jamás por aquí...

Harry se marchó confundido, pero le embargaba la satisfación al haber aterrorizado a Malfoy, lo había visto suplicar... Se puso la capa por encima, ¿Qué podía ser tan horrible como para que Malfoy se rebajara a pedir clemencia?