Los Grandes Magos.

Era una noche clara y limpia, las estrellas podían verse en el cielo resplandeciendo con el brillo de la luna llena, a pesar de eso, era una noche fría. El aire que movía las hojas de los árboles llevaba en él una canción, una canción que anunciaba que una reunión secreta se estaba llevando a cabo en esos momentos... una reunión prohibida para esa época, una reunión de magos.

Los miembros de la hermandad tenían varios minutos que habían aparecido en el imponente bosque de coníferas. Con las varitas en la mano y sin poder ejecutar ningún hechizo por precaución, los siete chicos caminaban guiados por Kate.

Desde el momento en el que habían aparecido en el bosque con la misión de encontrar a Mimir y a Merlín, que eran los magos que les mostrarían el camino a Avalón, Kate pudo sentir en el cuerpo una sensación terrible de ansiedad... alguien la estaba siguiendo... alguien entre las sombras la estaba vigilando...

Había demostrado ante los demás miembros de la hermandad que extrañamente conocía el lugar en el que se encontraba. Llevaban minutos ya caminando entre los enormes árboles que solo les dejaban oír el murmullo de las hojas movidas por el viento. Ni uno solo de ellos hablaba. Confiaban en Kate. Harry también podía sentir esa sensación de ansiedad que Kate experimentaba en esos momentos, pero no tan fuerte y poderosa como la chica.

- Creo que vamos en sentido contrario – susurró Ron al oído de Hermione

- Kate sabe lo que hace Ron... – respondió la chica

Athena notó que desde la llegada a ese bosque, Kate había cambiado su actitud. No era la misma mujer que ella conocía en el futuro... tampoco era la alegre chica con la que había viajado al pasado, algo dentro de ella había sido movido... algo en lo más profundo de sus recuerdos había sido tocado. Un par de veces Athena intentó adentrarse a los pensamientos de Kate pero fue inútil. Kate había creado una especie de barrera mental que nadie podía traspasar... al menos eso creía ella.

- Déjame hablar con Kate – dijo Harry soltando la mano de Ginny y caminó hasta donde Kate iba guiando completamente sola al grupo de magos recién llegados a esa época del tiempo.

Kate caminaba con la mirada aparentemente perdida en la oscuridad. Lo enormes árboles del bosque no permitían la entrada de la luz de la una llena que adornaba el cielo esa noche. Harry llegó hasta donde ella caminaba sola y la tomó del hombro.

- Te seguimos, sabemos que conoces el lugar hacia donde nos dirigimos y confiamos en ti... pero no ocultes lo que sientes Kate... estas confundida... no sé quien te produjo tal desconcierto dentro de tu corazón pero no es bueno que te quedes callada, tienes que hablarlo con alguien. Sé que tú también percibiste la presencia de lo que sea que nos esté siguiendo... tenemos que averiguar qué es o quien es y sacar a los chicos de aquí, creo que nos traerá problemas...

Kate se quedó callada por unos segundos... luego miró a Harry sonriéndole. La primera vez que lo hacía desde que habían llegado a esa época.

- Estaré bien Harry, solo es cosa de aclarar un poco mi mente... pero estaré bien, gracias... sobre lo que nos viene siguiendo... creo que no nos traerá dificultades por el momento...

Todos siguieron caminando. El camino en el bosque se volvía cada vez más y más impenetrable y oscuro. Tuvieron que sacar las varitas y utilizar el lummus para poder ver en el lugar por donde iban caminando. Draco observaba muy atento el panorama... había algo en los árboles que se le hacía muy familiar... y luego lo entendió por completo.

- Kate... llevamos un rato caminando en círculos... ¿estas segura que sabes a donde vamos? – preguntó Draco

- ¡¡¡De nuevo dudando de Kate!!! – exclamó Athena

- Athena tranquilízate por favor mira que ahora no es...

- Shhhh!!!

Kate interrumpió a Hermione. Ella y Harry miraban atentamente hacia unos arbustos que se encontraban frente a ellos. El panorama había cambiado mucho, era aterrador. Los árboles verdes se habían convertido en tenebrosos troncos sin vida. Había neblina en el ambiente y un terrible olor a muerte. Sin saberlo, los chicos habían llegado a un pantano, uno muy peligroso. De pronto una neblina más espesa cayó sobre de ellos. Parecía estar esperándolos.

- ¡¡Busquen una pareja y no se alejen de ella por nada del mundo!! – ordenó Kate.

Harry tomó a Ginny de la mano. Ron hizo lo propio con Hermione y Draco tomó la de Athena. Kate se quedó al frente de ellos. Los siete magos, con la varita desenfundada esperaban que el enemigo atacase. Y de pronto un frío casi mortal los invadió por completo... era frío que calaba hasta lo más profundo de las conciencias y las almas de los chicos. La neblina se hizo más y más profunda. Solo Harry fue el que detectó el origen de ese terrible temor que empezaba a embargarles las almas.

- ¡¡Son dementores!!... – exclamó Harry

Un terrible escalofrío recorrió por completo el cuerpo de todos los magos, visitantes del futuro. A pesar de que Athena y Kate jamás habían tenido la oportunidad de conocer a uno de esos abominables seres, el solo escuchar su nombre les produjo incertidumbre. Pares de horrendos ojos amarillos se acercaban poco a poco hasta donde ellos se encontraban. Los estaba rodeando.

- ¡¡Listos a atacar!! – gritó Harry - ¡¡A la cuenta de tres!!...¡¡uno, dos y...!!

- ¡¡No Harry!!

- ¡¡Que pasa Kate!! – preguntó Harry a la chica – ¡¡perdemos tiempo...!!

Kate no escuchaba. Un par de esos ojos había llegado frente a ella, a unos escasos 30 centímetros de donde ella se encontraba prácticamente paralizada. El hechizo del Expecto Patronum empezó a ser ejecutado por los demás chicos de la hermandad. Kate no se movía. Era como si el dementor la hubiera hechizado con sus terribles ojos amarillos.

- ¡¡Kate que haces!! – gritó Ron - ¡¡a un lado Kate!!

Pero la chica no respondía... solo miraba los terribles ojos amarillos del dementor que tenía frente a ella. La mente de Kate empezó a nublarse... empezó a percibir el olor de un hospital... y de entre la neblina de su mente y sus recuerdos, emergió la imagen de su padre en la cama... antes de morir... Kate sintió como las fuerzas le abandonaban el cuerpo. Las rodillas se le doblaron y una terrible sensación de vacío lleno su corazón.

- ¡Expecto Patronum!

El hechizo de Harry hizo que el dementor que estaba a punto de besar a Kate saliera huyendo del lugar. Kate salió del trance en el que el dementor la había puesto y miró a todos lados. Los dementores estaban a punto de acabar con ellos.

Kate jamás había utilizado antes un Expecto Patronum... Walter, el mago que la instruyó en todo lo concerniente al mundo mágico, jamás le dijo que existían criaturas tan terribles como a los que se estaba enfrentando ahora... sin embargo, la fuerza mágica de Kate era más fuerte de lo que imaginaba. Levantó la varita y lanzó el primer Expecto Patronum de toda su vida... y el último que lanzaría también.

- ¡Expecto Patronum!

De la varita de Kate salió el humo plateado característico del hechizo... pero la forma que el humo tomó fue lo que sorprendió a todos los chicos de la hermandad. El humo plateado tomó forma de un libro. El Libro Negro. Y del Libro Negro salieron tres magos. Los dementores salieron despavoridos del lugar. Huyeron ante la aterradora forma que había tomado el Expecto Patronum de Kate, una forma que ella misma le tomó por sorpresa.

Los chicos se acercaron a Kate que seguía sin entender muy bien qué era lo que había ocurrido, sobre todo, por la forma del hechizo de Kate.

- ¿Alguien me puede explicar qué fue lo que ocurrió aquí? – preguntó Kate a los chicos que parecía ser que se hacían la misma pregunta.

- ¡¡Jamás había visto un Patronum como ese!! – exclamó Draco

- Supongo que Lupin estaría muy orgulloso de él – comentó Ron

- Pero eso no responde mi pregunta, ¿qué fue eso? – preguntó nuevamente Kate

- No lo sabemos, ni sabemos quiénes eran los magos que salieron del Libro Negro – señaló Harry

- Creo que yo si lo se – dijo Hermione.

Todos miraron a Hermione que parecía haber estado analizando la situación que se había dado momentos antes entre los dementores y Kate.

- Es simple, la fuerza de Kate proviene del Libro Negro dado que ella fue quien lo escribió hace miles de años, así que supongo que los tres magos que salieron eran las reencarnaciones anteriores de Jhuen...

- ¿Jhuen ha reencarnado antes? – preguntó Ginny

- No lo sé... solo lo supongo – respondió Hermione

- Será mejor que continuemos con nuestro camino, los dementores no regresarán...

- Harry tiene razón – dijo Ron – lo mejor será que continuemos.

Los chicos estuvieron de acuerdo y reemprendieron el viaje hacia la casa de Mimir. El paisaje del pantano desapareció tan repentinamente como había surgido de entre la oscuridad del bosque, que ahora era un poco más claro y no era necesario seguir utilizando las varitas. Sin embargo, el sentimiento de incertidumbre aún no se le quitaba a Kate... ni a Harry.

Kate venía profundamente concentrada en una visión, una terrible premonición que alterará el curso de toda el mundo mágico, la visión que le decía qué hacer para que su tan amado mundo mágico tuviera la Resurrección que necesitaba. De pronto, un comentario de Draco la hizo salir de su meditación.

- ...Yo no podía creerlo, en cuanto Athena puso la visión en mi mente y me di cuenta de que era Nidhogg creí que era una broma.

- ¿Estas diciendo que Nidhogg también estuvo en su época? – preguntó Ron

- Si... enfrentarnos a él fue terrible... él descubrió ante todos que yo era un Malfoy...

- ¿Significa que ese mago nos estaba siguiendo?

Los chicos miraron a Kate que se había detenido frente a ellos. Kate esperaba una respuesta, algo que le diera lógica a todo lo que estaba escuchando.

- Supongo que si, porque estuvo en Londres en la época de Alexa Emmerson... – respondió Hermione

- Y también estuvo con nosotros Kate – dijo Athena

- ¿Estuvo con ustedes Harry? – preguntó Kate a Harry que la miraba

- No Kate, no estuvo con nosotros, con nosotros estuvo Morgana Le Fay... aunque si tuve un enfrentamiento con él.

- ¿A que te refieres Harry? – preguntó Athena

- Simple. Diana Andrews y Gin tuvieron una visión en conjunto, una visión en donde Nidhogg atentaba contra tu vida en San Petersburgo. Así que tomé el giratiempo y viajé hasta donde estabas tú. Y lo maté. Luego regresé al tiempo de Diana y lo incineramos con el hechizo Quimera...

- ¿En qué momento ocurrió eso Harry? – preguntó intrigado Draco – porque nosotros nos enfrentamos con él...

- Bueno... ustedes venían por una calle y había dos muggles discutiendo y...

- ¡¡Fuiste tú quien pronunció el Somnus!! – exclamó Kate - ¡¡y quien detuvo el tiempo también!!

- Supongo que si... – sonrió Harry

- Permítanme... haber si entendí lo que están diciendo – dijo Ginny – Nidhogg, el mago más terrible de todos los tiempos estuvo enfrentándose a ustedes en las épocas a las que viajaron y luego, gracias a la visión que tuvimos Diana Andrews y yo, Harry fue a asesinarlo al pasado y por eso ya no se enfrentó con nosotros...

- ¡¡Esto está tornándose demasiado complicado!! – exclamó Ron

- Nadie dijo que viajar en el tiempo fuera un asunto sencillo Ronnie...

- Tienes razón Herm...

- Solo una cosa... – dijo Draco – ustedes se enfrentaron a Morgana y nosotros a Nidhogg... supongo que no han de haber actuado solos... probablemente haya otro mago más atrás de todo esto

- ¿Otro mago? – preguntó Athena

- Otro mago tenebroso, lo que dice Draco tiene lógica – señaló Hermione – probablemente exista alguien más que nos esté tendiendo una trampa...

- Y que haya enviado a Nidhogg y a Morgana antes de sus muertes en el pasado a que impidiesen que consiguiéramos las llaves de Avalón – continuó Kate

- ¿Y quién puede ser ese otro mago? – preguntó Draco

- No lo sé Draco – respondió Harry – Probablemente el mismo que se robó el triángulo de poder de Avalón.

Un largo silencio fue el que prosiguió a la sentencia de Harry. El líder de la Hermandad de la Niké podía bien tener la razón sobre el mago que se robó el triángulo de Avalón... lo único que faltaba era identificarlo. La voz de Kate rompió el silencio casi solemne de los chicos.

- Estamos perdiendo tiempo chicos... no nos desgastemos tratando de averiguar quién es aquel que se ha robado el triángulo de poder... ahora lo que nos tiene que preocupar es averiguar cómo llegar a Avalón, probablemente los guardianes de la isla nos digan quién se robó el triángulo. Lo mejor será que sigamos caminando.

Todos siguieron a Kate que en cuanto dejó de hablar empezó a caminar de nuevo, reanudando la marcha que habían detenido unos momentos antes gracias a Nidhogg.

Por fin, después de una larga caminata y del terrible encuentro con los dementores, los miembros de la hermandad de la Niké encontraron lo que tanto estaban buscando. Frente a ellos, a unos cuantos pasos, se encontraba la cabaña de uno de los magos más grandes que había existido en el mundo mágico. La cabaña de Mimir.

Está de más resaltar la felicidad que sintieron los chicos cuando por fin la pudieron ver... era fascinante... A pesar de tener la apariencia de una cabaña normal, la energía mágica que se podía percibir en la cabaña de Mimir y sus alrededores era sumamente poderosa.

Todos llegaron hasta la puerta de la cabaña de Mimir. Los corazones les palpitaban de felicidad. Harry fue quien se atrevió a toca la puerta. Mimir abrió la puerta. Los chicos de la hermandad le sonrieron y él les sonrió también.

- Adelante chicos, los estaba esperando – dijo Mimir

Los chicos entraron a la cabaña. Desde el principio, pudieron distinguir perfectamente el contenido de ese extraño, pero acogedor lugar: calderos de todos tamaños, un gran librero con frascos de barro y madera con diferentes nombres y sustancias extrañas, una lechuza de color blanca con manchas grises una, mesa y unos troncos alrededor de ella a manera de bancos, un gran telescopio que apuntaba directamente a una galaxia: Las Pléyades y una bola de cristal. Había también un sillón de madera con muchísimas pieles de animales sobre él y aun lado, un librero más pequeño que contenía muchos y muy variados libros, todos empastados con piel de animales.

Mimir les indicó a todos que tomaran asiento y apareció unas bebidas frente a ellos. Los chicos se sentían en confianza.

- Es un placer conocerle señor – dijo por fin Harry quien en verdad hablaba por todos lo chicos

- El placer es todo mío... uno no siempre se encuentra con magos tan poderosos... y con Jhuen – sonrió Mimir

- ¿Usted sabe quien soy? – preguntó Kate

- Así es pequeña... lo sabemos casi todo... sé que tienen muchas preguntas que hacer, sin embargo, yo no soy la persona adecuada para responderlas. Merlín si lo es, pero por ahora está en casa de Hermond, supongo que ustedes lo conocen...

- Así es señor – sonrió Ginny – Hermond es quien no ha enviado aquí con usted a preguntar sobre el camino a Avalón

- Lo sé... pero como les dije antes, quien debe responder estas preguntas en Merlín... pero no se preocupen chicos, ese viejo mago está por llegar.

Como si las palabras de Mimir lo hubieran invocado, en esos momentos tocaron a la puerta de la cabaña. Mimir se levantó de su asiento para abrir la puerta, los chicos solo lo seguían con la mirada. Mimir vio a Merlín, le sonrió y le dijo unas palabras

- Estaba empezando a creer que por primera vez la profecía de Hermond no se iba a cumplir por completo, te estaba esperando

- ¿Y ellos?, ¿Cómo están los chicos?

- Preocupados, pero creo que estará mejor ahora que ya llegaste

- Pues bueno, no se si sea de mucha ayuda...

- Tendrás que responder algunas cosas

- Eso me dijo Hermond

- Y una vez más se cumplió lo que dijo.... entonces debes de alejarte de la Dama del Lago

- ¿Tú también vas a decirme lo que tengo que hacer con mi amiga?

- De acuerdo, si no quieres, pues no....

- Mejor entremos, tus visitantes nos están esperando...

Merlín y Mimir entraron a la habitación y los chicos miraron asombrados y extrañados al nuevo mago, no sabían si era una ilusión o era el verdadero mago Merlín.

- Chicos – dijo Mimir – me permito presentarles a uno de mis mejores amigos, Merlín

- Es un placer conocerle señor – respondió Harry – mi nombre es.....

- Se cual es tu nombre, y el de cada uno de ustedes también y sé por qué vinieron de tan lejos a buscarnos – interrumpió Merlín

- Bueno chicos, aquí lo tienen, el mago que estábamos esperando, él puede decirles en donde está Avalón – agregó Mimir

- Bueno, tienen que saber que para poder llegar a Avalón necesitan las llaves. ¿Las tienen?

- Si señor – dijo Hermione

- Nos costó un poco conseguirlas... – continuó Athena

- Pues llegar a Avalón no es asunto fácil Athena – dijo Merlín - además, necesitarán de mucho más fuerza y magia porque lo que ustedes quieren no es tan simple de conseguir....

- Eso lo saben Merlín – señaló Mimir – ya me he encargado de decírselos y Hermond también

- Muy bien, entonces pongan mucha atención, porque ante ustedes aparecerá el camino a Avalón.

Merlín hizo un movimiento con su varita y en el aire aparecieron varios lugares, montañas, lagos, bosques... y todo tenía trazado un camino: la isla de Avalón

- Este es el camino – continuó Merlín y luego miró a Harry y a Kate y los señaló con la varita – ustedes ya saben como llegar, es solo que no lo recuerdan, pero cierren los ojos por favor, y el caminó quedará guardado en sus mentes.

Los dos chicos cerraron los ojos y sintieron como poco a poco el mapa de camino a Avalón se grababa en sus mentes.

- Ahora, tienen que irse, no deben perder ni un segundo más

- Pero Hermond nos dijo que ustedes nos iban a acompañar....

- Mucho me temo que eso no será posible Athena – respondió Merlín

- Nosotros tenemos un asunto pendiente con cierto grupo de magos que intentan destruir a la Hermandad de la Niké – agregó Mimir

- ¿A quien? – preguntó Hermione

- A nosotros – respondió Mimir – nosotros somos parte de una hermandad que magos que cuida el bienestar de todos los magos y Muggles del mundo

- ¿Aunque sean magos tenebrosos? – preguntó Ginny

- Es precisamente de ellos de quienes protegemos a los demás...

- Merlín tiene razón – dijo Mimir.

- Vaya, esta si que es una sorpresa – señaló Ron – nosotros somos la Hermandad de la Niké también...

- Si, eso también lo sabemos. En fin, será mejor que ya marchen, el camino a Avalón es largo y con muchas complicaciones – comentó Merlín

- Estoy de acuerdo con ustedes – dijo Harry – muy bien chicos, es hora de irnos. Muchas gracias a los dos por todo

- No se preocupen, solo cuídense mucho y cumplan con su misión.

- Así lo haremos Merlín – continuó Harry – Ah!, por cierto, dijo Hermond que por favor se alejara de la Dama del Lago

- Ah!, ese mago... muchas gracias Harry, lo tendré en cuenta.

Harry Potter y la hermandad de la Niké se levantaron de sus lugares. Kate, Athena, Ginny y Hermione se despidieron con un pequeño beso de Mimir y Merlín, mientras que los chicos, Harry, Ron y Draco, solo les dieron un apretón de manos. Después de eso, se dirigieron a la puerta y salieron de la casa de Mimir. Ya afuera, sacaron las varitas y desaparecieron, listos para cumplir su misión... la que salvaría al mundo mágico.

Una vez que desaparecieron, Mimir y Merlín se miraron de nuevo, en los rostros se les habían borrado la sonrisa que tenían cuando los chicos de la hermandad estaban en la casa de Mimir.

- ¿Crees que lo logren Merlín? – preguntó Mimir un tanto escéptico

- Espero que sea así... si no, el mundo mágico del futuro tendrá que sufrir la destrucción total...

- ¿Podremos ayudarles en algo?

- Ya les hemos ayudado. Con el mapa de Avalón ellos podrán llegar a la isla y de ahí hasta los pilares

- Los pilares... los guardianes de Avalón son terribles magos muy poderosos... y ellos apenas unos chicos...

- Se ve que han tenido que librar batallas difíciles Mimir, tendremos que confiar en ellos...

- ¿Y Nidhogg?... él es un guardián también...

- Nidhogg ya está muerto Mimir, Harry se encargó de él cuando intentaba asesinar a Kate... solo tienen 3 guardianes por delante...

- Aún así creo que es mucho...

- No te preocupes más... nosotros tenemos que impedir que Slytherin siga con matando muggles inocentes...

Mimir y Merlín desaparecieron en de la sala a cumplir su misión también.