Aun no se apartaba de mi mente. La fogata que Kurama estaba encendiendo me mantenía la vista fija. Kuwabara intentaba dar un discurso, pero Yusuke siempre le interrumpía.
-¿Quieres comer?- me dijo Kurama poniendo unos pescados al fuego-
-Hmp-
-Oye Hiei no seas así!- reclamo alegre Yusuke-
-Déjalo, no tiene modales!- terció Kuwabara-
Miré fríamente a todos, me levanté y comencé a caminar hacia el bosque. Escuché a Kurama reñirle a Kuwabara, pero no me detuve. La luna estaba menguando, pero seguía siendo tan hermosa como si fuera llena, no pude evitar mirarla largo rato... había averiguado su nombre... Kotori...
-¿Quien es Kotori?- preguntó Kurama detrás de Hiei-
El chico, solo pudo ver asustado a su amigo.
-Hmp- contestó Hiei- "demonios, lo dije en voz alta"-
-¿Quién es?- preguntó de nuevo con una sonrisa el pelirrojo-
-Nadie-
-Ya veo...- Kurama comenzó a reir bajito-
-¿Que te pasa?- Hiei estaba muy molesto-
-Nada-
-¿Seguro que no quieres comer?-
-Hmp-
Aunque tenía verdaderamente hambre no comí, no quise regresar con los demás. Los consideraba mis amigos, pero la soledad me hacía sentirme mejor... podía pensar en ella sin que nadie preguntara estupideces... Kotori...
Aquella mañana seguimos caminando hacia el lugar al que nos habían enviado...
a enfrentar batallas y tal vez morir.
Solo espero poder volverla a ver, aunque sea por una fracción de segundo, ese es
mi deseo.
