La batalla final
Voldemort miró con sus ojos de humo a Harry y a los demás chicos que venían con él. Ginny, Neville, Ron y Hermione tenían las varitas desenfundadas y Kate venía con Jos, cuidando al pequeño Jack.
- Vaya, así que el pequeño Potter y su grupo de pacotilla llegaron sanos y salvos, creí que Aracné los iba a derrotar, ella también es una inepta
- ¡Silencio Voldemort! – gritó Harry
- Como verás Potter, tu hechizo contra el tiempo no funciona conmigo, así que tendrás que utilizar otra cosa
- ¡No te tengo miedo!
- Pues deberías de tenérmelo....
Una luz apareció de pronto. De ella salió Draco que venía un poco lastimado, pero vivo aun.
- Señor... discúlpeme señor... el libro... Kate y el libro....
- ¡El libro que Malfoy....!
- El libro lo destruyeron Jhuen y Potter
- ¡Demonios!
Voldemort miró con más odio que nunca a Harry a quien se le había unido los demás miembros de la hermandad, y Ginny. Kate y Jos seguían atrás de ellos.
- ¡Maldito seas Potter, tu y tu padre!, los dos me quitaron algo que debió haber sido mío. Tu padre a Lily y tu el Libro Negro. Pero es mi turno Potter y pagarás también las culpas de tu padre ¡Azael Luce!
De la varita de Voldemort salieron varios chorros de luz de color púrpura. Todos estaban dirigidos a todos los miembros de la hermandad. Ron aventó a Hermione y la luz le toco a él. Una enredadera empezó a sujetar el cuerpo de Ron, atándolo de pies y manos y sin posibilidad de movimiento. La misma planta estaba en los cuerpos de Ginny y de Neville. Hermione se puso de pie y trató de ayudar a Ron y Harry, estaba en el suelo, porque no había alcanzado a esquivar por completo la luz y le había dado en la cabeza, justo en la cicatriz. Harry hizo un movimiento brusco y se arrancó la planta de la cabeza. Gruesas gotas de sangre empezaron a correrle por la cara y a un lado de ellas, un líquido negro: el veneno de la Luz de Azael.
Voldemort se reía como loco mientras que le había dado la orden a Malfoy de atacar a Hermione.
- ¡Hermione ten cuidado! – gritaba Harry a su amiga mientras observada detenidamente cada uno de los movimientos de Voldemort
- ¡Tu también Harry! – respondió Hermione que ya tenía frente a ella a Draco.
Los cuatro magos se colocaron en posición de combate, sin embargo, los gritos de Neville, Ron y Ginny, no permitían a los dos miembros restantes de la hermandad concentrarse en su trabajo. De pronto, los gritos dejaron de escucharse. Solo una voz rompió con el silencio provocado.
- ¡Están libres Potter, podemos atacar!
Kate estaba de pie y con la varita en la mano izquierda sujeta fuertemente. Ella había liberado a los chicos con un conjuro que sabía gracias a la magia del libro. Kate caminó hasta donde estaba Hermione y Draco, dispuestos a empezar la pelea.
- ¡Vete de aquí Hermione!, ¡tu puedes aliviar las heridas de los chicos! – le dijo Kate mientras tomaba su lugar
- Pero Kate, yo quiero pelear....
- ¡Entiende que yo no sé nada de cómo curar a los enfermos....!
- Esta bien Kate
Hermione se fue sin darle la espalda a Malfoy, pero una vez que estuvo a una distancia considerable, corrió hasta donde estaba Ron y los chicos, que no podían moverse. Jack y Jos la ayudaron a acercar a los chicos y ponerlos a salvo de Voldemort y Draco.
Hermione empezó con Neville, quien curó sus heridas y mientras Hermione lo auxiliaba vigilando la estabilidad de Ron y a Ginny, él aliviaba las heridas que la planta les había causado.
Mientras tanto, los cuatro magos que se habían quedado en duelo, habían hecho gala de los mejores hechizos que tenían. Una vez más, Voldemort llevaba la ventaja con Harry, porque al joven auror aún le dolía la cicatriz cuando tenía cerca de su peor enemigo, y a pesar de que se había vuelto un joven muy fuerte, el dolor intenso de la cicatriz le molestaba demasiado. Kate y Malfoy medían constantemente sus fuerzas, haciendo que los rayos de luz de los hechizos chocaran en el aire, provocando que en el cielo se pintaran luces de colores, como si se estuviera festejando una fiesta muggle.
Draco miró con odio a Kate, sonrió y le lanzó la maldición Avada Kedavra, sin embargo, Kate la bloqueó con un Somnus letalis . Malfoy quería matar a la chica, no solo por todo el daño que le había hecho en ambas vidas, también porque ella conocía el secreto de Draco.
- Se lo que estas pensando Malfoy – dijo Kate sin dejar de apuntarle con la varita – y tienes razón, yo conozco tu secreto, eso jamás nadie debería saber de un Malfoy...
- ¡Cállate ya estúpida!, ¡no tienes ni idea de lo que estas diciendo!...
- Si la tengo Draco, ¡yo se que tu la ....
- ¡Crucio!
Kate esquivó la maldición que Draco le mandó para que guardara silencio, después fue distraída por otro grito. Jack había atacado a un mortífago, que habían sido llamados por Lord Voldemort y que ahora, superaban en cantidad a los chicos que no peleaban. Los miembros de la hermandad empezaron la lucha con los partidarios de Voldemort, entre tanto Jack y Jos se resguardaban cerca de los inicios de una colina cercana.
Malfoy aprovechó la distracción de Kate para lanzarle un hechizo Somnus letalis que dio justo en el blanco: Kate. Sin embargo, gracias a la magia que recién habían adquirido Harry y Kate por el Libro Negro, el hechizo no provocaba la muerte, solo los hacía perder el conocimiento por un tiempo determinado. Draco y todos los demás (incluyendo a Harry y Kate), ignoraban la magnitud de los poderes del Libro Negro y cuando vieron a Kate, todos imaginaron lo peor. La creyeron muerta.
Draco hizo a un lado el cuerpo de Kate y se dirigió con sus amigos los mortífagos a atacar a los miembros de la hermandad, feliz porque creía que por fin había ganado la batalla contra Jhuen.
Cuando Harry vio el cuerpo de Kate, sintió por todos los poros de su cuerpo se exhalaba odio contra su rival. Haciendo a un lado el dolor de la cicatriz, reunió todas sus fuerzas y empezó a lanzar hechizos contra Voldemort, mientras que él se sorprendía del enorme poder que Harry tenía como mago. Voldemort pensaba en que sería más productivo tenerlo de su lado... volverlo un mago tenebroso.... o tal vez matarlo y apoderarse de sus poderes para poder vencer por fin a Dumbledore, donde quiera que él se encontrara
- ¡Olvídalo Voldemort! – gritaba Harry – jamás podrás vencerme, así que no te daré el gusto de que tengas mis poderes, ¡ni tú ni nadie!
- Vamos Potter, ¿quién va a impedírmelo?, ¿tú, el niño que me ha vencido por casualidad? ¿el niño al que le duele la cabeza cuando me ve?, eres un idiota si piensas que me vas a vencer esta vez....
- ¡No sabes con quien estás hablando Voldemort!
- Si lo se, con un perfecto imbécil......
- ¡Somnus letalis!
Los dos chorros de luz de las dos varitas salieron al mismo tiempo y chocaron en el aire; la conexión del Priori incantatem se dio de nuevo. El chorro de luz dorada conecto a ambas varitas, pero en esta ocasión, a ninguno de los dos les temblaba la mano, al contrario, la sujetaban firmemente, a pesar de que el poder de este encantamiento es muy fuerte. Tampoco se elevaron por el cielo, los pies los tenían firmes sobre la tierra... ambos se habían convertido en dos magos muy poderosos desde la última vez que se habían enfrentado. Lo que si no cambio fue el canto del fénix... el hermoso canto del fénix se escuchó por todo el lugar. Los mortífagos miraron hacia todos lados, buscando al fénix de donde provenía el sonido y Harry aprovechó para ver cómo estaba la situación: Hermione estaba inconsciente al lado de tres mortífagos que habían perdido la vida; Ron tenía las dos piernas fracturadas, pero había derrotado a 5 mortífagos; Neville estaba atrapado en una red mágica de luces de colores que le quitaba el poder a su varita y la energía a él; Jos y Jack quedaron atrapados en una pequeña cueva al pie de la colina en donde se habían escondido; y por último, Ginny, que estaba acorralada por Draco, entre el mago y la pared. Draco le apuntaba con la varita, mientras que ella la había perdido en un ataque inicial contra Malfoy. De los mortífagos que habían llegado a ayudar a su amo, solo Draco seguía en la lucha.
Harry no podía hacer nada para ayudar a Ginny y en el preciso momento en el que se descuidó un poco para ver qué era lo que estaba haciendo Malfoy, Voldemort le lanzó un hechizo aturdidor que lo derrumbó en el suelo. Luego Voldemort se acercó a él y un tremendo dolor de cicatriz y de cabeza provocó que Harry empezara a escuchar voces dentro de su cabeza. Voldemort se reía a tal grado, que la atención de Draco y de Ginny se desvió a lo que Harry y Voldemort estaban haciendo. Draco notó que en la mirada de Ginny se dibujaba el terror de ver a Harry vulnerable a los caprichos de Voldemort
- OIvídate de Potter, él no vale la pena, mejor quédate a mi lado
- ¿Qué diablos estás diciendo Malfoy?
- Te estoy pidiendo que te quedes a mi lado, porque juntos podríamos ser felices...
- ¿Qué?
- ¿Es que no he sido lo suficientemente claro?, ¡como quieres que te lo diga!
- Decirme qué
- Que desde el que desde el primer momento que te vi cerca de Potter en el colegio, sentí que la sangre me hervía como lava ardiente, no porque fueras una Weasley, sino porque no me gustaba la idea de que estuvieras cerca de él.. del niño que vivió..... porque yo necesito estar cerca de ti, de tu presencia, porque sin ti, mi vida no tiene ningún sentido, porque durante años te espié en el colegio y moría de celos cada vez que estabas con él.... porque muchas veces tuve que morder mis labios para no robarte un beso, porque he tenido que aguantarme las ganas de matar a Potter para que estés por fin junto a mi...
- ¿Tienes idea de la locura que estás diciendo?
- Tal vez para ti sea una locura, la peor que hayas escuchado jamás, pero para mi ha sido una agonía tener que esconder lo que siento por ti..... sobre todo, sabiendo que siempre has estado enamorada de Potter y que jamás estarías conmigo. ¡por eso lo odio tanto!. Recuerda, mi querida niña, que ningún hombre te amará tanto como te amo yo ahora, porque yo te amaré más allá de mi vida y mucho más allá de mi propio existir...
Ginny se quedó sin habla, mirando estupefacta todo lo que Draco, el hombre más frío calculador que ella había conocido, le había dicho momentos antes eso solo significaba.... pero otra acción de Voldemort desvió la atención de Ginny: Harry estaba en el suelo arrodillado, con la cabeza a punto de estallarle y el Señor Tenebroso, tenía la mirada más maléfica que jamás nadie le había visto.
- ¡No por favor!, ¡a Harry no!, ¡Harry! – gritaba desesperada Ginny
Draco la miró, con una mezcla de odio infinito y amor profundo. Vio que todo lo que él le había dicho antes a Ginny no le importaba tanto como la vida del hombre al que ella amaba y tomó una decisión
- Pobre Potter – dijo Voldemort – ahora ya no hay nadie que venga a protegerte y vas a morir.... ¡Crucio!
- ¡No!
El grito de Ginny se ahogó por el grito de alguien más... Draco Malfoy apareció frente a Harry, con los brazos extendidos, sirviéndole de escudo. La maldición Cruciatus que Voldemort lanzó, fue directamente al pecho del nuevo protector de Harry, Draco.
Después de la maldición, Draco cayó en el suelo, doblándose de dolor ente el ataque. Aún así, se levantó de nuevo y se colocó en la misma posición que en el principio. Ginny se había quedado sin habla y no pudo proferir otro grito cuando Voldemort levanto la varita en contra de los dos magos. Ginny cerró los ojos, pero no escuchó nada esta vez. Vencida por la curiosidad, Ginny abrió los ojos y vio algo increíble. Una nube de humo de color azul estaba frente a los chicos y no había permitido que la maldición de Voldemort los tocara.
- ¡¿Qué diablos haces aquí Dumbledore?!
- ¡Protejo a los chicos de ti! – dijo Dumbledore, tomando forma de hombre de humo
- ¡¡Pues entonces tú también morirás!!
La lucha entre Dumbledore y Voldemort empezó de nuevo: ambos magos se enfrascaron en una lucha a muerte en la que una gran variedad de hechizos y formas salieron a la luz.
Draco quedó en el suelo, vencido por la maldición que su amo le había lanzado y perdió la conciencia. Harry reunió todas las fuerzas que tenía y se levantó para poner a Draco a salvo del campo de batalla.
Voldemort le lanzó un Krystallus homine a Dumbledore, convirtiéndolo por completo cristal. Luego le dio un golpe y el cuerpo de Dumbledore cayó al suelo convirtiéndose en miles de pedazos. Harry quedó sin habla, no podía creer lo que le estaba pasando en esos momentos: los chicos heridos, Kate muerta y Dumbledore también.... el único que podía hacer algo para que el final del reino mágico no llegara, era él, era la única esperanza.... De pronto, Harry escuchó la voz de alguien conocido
- Harry confía en ti, tienes la magia del Libro Negro en tus venas y su poder corre por todo tu ser... Eres invencible y el mago más poderoso de todo el reino mágico... solo confía en ti Harry....
La voz de Hermond dejó de escucharse. Voldemort sonreía burlándose de Harry, pero notó que algo en la mirada de Harry había cambiado... el ya no era el mismo
- Vamos Potter, no irás a creer lo que el estúpido de Hermond dice, ¡tú no eres más fuerte que yo!
Pero Harry no respondía. Miraba a Voldemort diferente, no con odio, el sentimiento en esta ocasión, era lástima.... Harry empezó a cubrirse con la luz dorada que lo invadió por completo... era como si se estuviera viendo una estrella de cerca por el resplandor que desprendía.
Harry levantó la varita y la dirigió contra Voldemort lanzando el hechizo para congelar el tiempo. Este hechizo jamás había funcionado, pero para sorpresa y terror de Voldemort, el Aeternus tempa funcionó en esta ocasión. Luego Harry se acercó a Voldemort y le dijo
- Esto es por el reino mágico, por mis amigos, por los amigos de mis padres, por Ginny, por Draco pero sobre todo, por mis padres.... ¡Hasta nunca Voldemort!
Harry alzó la varita de nuevo y le dirigió un hechizo Somnus Letalis, que hizo que Voldemort cayera al suelo, muerto. Luego Harry lanzó el hechizo Quimera, e inmediatamente el cuerpo de Voldemort se prendió con fuego de color verde. Al final solo quedaron las cenizas... que fueron esparcidas por todo el campo de batalla.... Harry Potter, había ganado la batalla.....
