Capitulo 5: En dirección al norte.
Caminaba en silencio, observando cada árbol, flor o insecto que pasara por su vista, el viento le refrescaba el rostro y el sol brillaba con intensidad.
¡Oh sí!, La libertad era hermosa.
Pero algo en su mente no lo dejaba en paz, en su interior una pregunta se formaba, una duda sin respuesta, sentía que buscaba algo, algo muy distinto a su libertad, la cual ya había obtenido a su parecer, había dejado atrás su pasado y se dedicaba a vivir al presente, pero su alma no lo dejaba tranquilo.
-¿Qué pasa contigo Yoh?-se pregunto-ya estas lejos de todo lo que te incomodaba, ¿qué más quieres?, ¿Por qué estas tan insatisfecho?
No lograba comprenderlo, sabía que algo le faltaba, ¿quizás su vida tranquila, tan ansiada y esperada?, sí, eso era, pero ¿no se suponía que esa vida era la que había obtenido al irse de Tokio?
Eran tantas dudas y ninguna respuesta.
-Estar solo me esta afectando-se dijo-necesito hablar con alguien, toda esta situación terminara volviéndome loco.
Se detuvo un instante y reviso con detenimiento el paisaje.
-Si continuo en esta dirección, terminare llegando a Izumo y lo que menos quiero es llegar a ese lugar, mi abuela ha de estar furiosa, ha estas alturas Anna ya ha deber ido a quejarse con mi abuela, y no dudo por ningún momento que ella este viviendo ahí ahora-suspiro-Anna, me pregunto como la estará pasando, ¿llorara?, no, no lo creo, ella no es así, tal vez mi partida le haya afectado pero lo más seguro es que se ha repuesto rápidamente, es fuerte, nada la vence, nada...
Su mente vagó en el tiempo, el tiempo en el cual la conoció...
**Flash Back** Una niña se encontraba sentada en uno de los pasillos de la mansión, tenía la expresión fría y sombría, estaba callada, sino fuera por su respirar hubieran jurado que era una estatua, una linda estatua.
Pensamiento que paso por la mente de un niño de cabellos castaños y auriculares naranjas que rodeo a la niña con ojos curiosos y con miedo a tocarla y romperla, hasta que...
-¡Quieres dejar de darme vueltas como si fueras un buitre!-le grito molesta.
El niño soltó un grito de horror y dio salto hacía atrás.
-¡Abuela!, ¡Abuela!, ¡La estatua esta hablando y se mueve!-chillo asustado.
-¡Cállate!, Yo no soy ninguna estatua-dijo con altanería- ¿qué no ves que soy humana?
El niño la miró con más atención, se acerco a ella y le dio un pellizco.
-Tonto-le dijo entre sollozos mientras se frotaba el gran punto rojo que tenía en su brazo.
-Tienes razón, eres humana-y soltó una carcajada.
-¡Yoh, deja en paz a Anna!-le ordeno una fuerte voz.
El aludido sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, esa voz era de la persona más enojona del mundo, según él, de su abuela.
-¿Qué le has hecho a esa niña que llora de esa manera?-le pregunto con el ceño fruncido.
-Yo... yo... le di un pellizco-contesto agachando la cabeza-pensé que era una estatua, estaba ahí sentada-señalo un punto en el pasillo-no se movía y su rostro tenía la misma expresión, además me asusto cuando hablo-se excuso el niño.
-Que voy hacer contigo-dijo la anciana con resignación-Ella no es ninguna estatua, se llama Anna y es mi nueva alumna, así que debes tratarla bien, ¿entendiste Yoh?
-Sipi
-¿Y tú?-le dijo a la niña-Deja de llorar, una itako tan fuerte como tú no debe llorar nunca, debes ser fuerte, aunque lastime-le sonrió-descansa tu entrenamiento termino por hoy, y no olvides lo que te acabo de decir.
-Sí, honorable sensei-respondió secando sus lagrimas y haciendo una leve reverencia.
La anciana sonrió y se alejo dejándolos solos.
-Anna, ¿me perdonas?-le dijo con en voz baja y sentándose a su lado.
-No, me dolió, me hiciste mucho daño-y le dio la espalda.
-De verdad perdóname, no fue mi intención, es que de verdad pensé que eras una estatua, una muy bonita por cierto-y rió.
La niña se ruborizó un poco y lo miró.
-¿De veras crees que soy linda?
-Sí
-Gracias
-¿Me perdonas?, De verdad lo siento, te prometo que nunca, nunca volveré hacerte llorar o lastimarte.
-¿Lo prometes?
-Sí, promesa del dedo chiquito-le contesto con una sonrisa mientras entrelazaba su dedo meñique con el de ella y moviéndolos de arriba abajo con suavidad-¿lo ves?, Es una promesa para la eternidad, nunca volveré hacerte daño.
-Entonces te perdono-le dijo regalándole una tierna sonrisa.
**Fin Flash Back**
Yoh sonrió al recordar, desde aquel día y siguiendo el consejo de su abuela por un lado y por sobreponerse al abandono de sus padres, ella nunca más volvió a sonreír, se volvió un tanto fría y distante, y puso todo su empeño para ser fuerte, algo que él le admiraba.
-A veces quisiera ser como ella, fuerte, capaz, y sobreponiéndose tan rápido-suspiro-Creo que daré un rodeo a Izumo e iré hacia el norte, ya sé quien me puede escuchar y comprender.
Se abrocho el abrigo y emprendió su camino hacia Hokaydo, iría a visitar a Horo Horo.
Continuara...
Notas: ¡Hola a todos!, El día de hoy llegó Carlos, mi hermano mayor, había estado en el hospital y los doctores le dieron permiso de regresar aunque sea por una semana a casa, lo cual me tiene muy contenta, y como él le gustan mis fics me pidió que escribiera el siguiente capitulo y pues aquí esta, espero les guste.
Ahora contestare los reviews:
Keiko Asakura: Me alegra saber que te guste el fic y que te gusto el de Hana, la verdad es que en ese fic me salió lo maternal y pues ese fue el resultado, de todo corazón espero que te encuentres mejor, no sé lo que te pasa pero te puedo decir que a veces a mí también me sucede en especial cuando mi hermano tiene que regresar al hospital, ¡Animo!, te voy a dar una frase que siempre me dice Carlos para reponerme: SI LLORAS POR EL SOL, NO PODRÁS VER LAS ESTRELLAS, reflexiónala y si necesitas algo, cuenta conmigo. En cuanto a Yoh tienes razón hay que comprenderlo y sí ¡No hay mejor pareja que Yoh y Anna!
Xris: Que bueno que te gusto el capitulo, ya sé que Yoh es un desobligado pero yo me encargare de hacerle pagar cada uno de sus crímenes, en cuanto a Anna no te preocupes no soy tan mala para enloquecerla, además al final del capitulo 4, llegó cierta persona que todos sabemos no tiene pelos en la legua para decir lo que piensa.
Padme Gilraen: Sí sufrirá, JA, JA, JA (risa diabólica acompañada de truenos), ya, me ha hecho mucho daño ver tanta t.v, y si ya pensabas mal de Yoh, espérate a leer lo que sucederá después, no adelanto más, y así es, estudio actuación como carrera universitaria, de hecho me agradaría ser una gran actriz (aunque mis padres dicen que debería estudiar una carrera de verdad), una pregunta ¿qué es la orden Siriusana?, lo que pasa es que soy muy curiosa (metiche dice mi hermano) y me gustaría saber.
Lady Kaoru: No te preocupes y yo también tengo ganas de matar a Yoh pero de ser así no habría más historia y pues sería todo un fiasco, en cuanto como le hará para que lo perdone, ya lo he pensado, hay varias formas pero solo es cosa de decidirme por la más humillante que encuentre, y gracias por desearme suerte, ya que la necesitare en mi próximo examen, me alegra saber que te gusta el fic.
Pues bien, muchas gracias a todos por sus comentarios y nos vemos en el próximo capitulo, chao.
Caminaba en silencio, observando cada árbol, flor o insecto que pasara por su vista, el viento le refrescaba el rostro y el sol brillaba con intensidad.
¡Oh sí!, La libertad era hermosa.
Pero algo en su mente no lo dejaba en paz, en su interior una pregunta se formaba, una duda sin respuesta, sentía que buscaba algo, algo muy distinto a su libertad, la cual ya había obtenido a su parecer, había dejado atrás su pasado y se dedicaba a vivir al presente, pero su alma no lo dejaba tranquilo.
-¿Qué pasa contigo Yoh?-se pregunto-ya estas lejos de todo lo que te incomodaba, ¿qué más quieres?, ¿Por qué estas tan insatisfecho?
No lograba comprenderlo, sabía que algo le faltaba, ¿quizás su vida tranquila, tan ansiada y esperada?, sí, eso era, pero ¿no se suponía que esa vida era la que había obtenido al irse de Tokio?
Eran tantas dudas y ninguna respuesta.
-Estar solo me esta afectando-se dijo-necesito hablar con alguien, toda esta situación terminara volviéndome loco.
Se detuvo un instante y reviso con detenimiento el paisaje.
-Si continuo en esta dirección, terminare llegando a Izumo y lo que menos quiero es llegar a ese lugar, mi abuela ha de estar furiosa, ha estas alturas Anna ya ha deber ido a quejarse con mi abuela, y no dudo por ningún momento que ella este viviendo ahí ahora-suspiro-Anna, me pregunto como la estará pasando, ¿llorara?, no, no lo creo, ella no es así, tal vez mi partida le haya afectado pero lo más seguro es que se ha repuesto rápidamente, es fuerte, nada la vence, nada...
Su mente vagó en el tiempo, el tiempo en el cual la conoció...
**Flash Back** Una niña se encontraba sentada en uno de los pasillos de la mansión, tenía la expresión fría y sombría, estaba callada, sino fuera por su respirar hubieran jurado que era una estatua, una linda estatua.
Pensamiento que paso por la mente de un niño de cabellos castaños y auriculares naranjas que rodeo a la niña con ojos curiosos y con miedo a tocarla y romperla, hasta que...
-¡Quieres dejar de darme vueltas como si fueras un buitre!-le grito molesta.
El niño soltó un grito de horror y dio salto hacía atrás.
-¡Abuela!, ¡Abuela!, ¡La estatua esta hablando y se mueve!-chillo asustado.
-¡Cállate!, Yo no soy ninguna estatua-dijo con altanería- ¿qué no ves que soy humana?
El niño la miró con más atención, se acerco a ella y le dio un pellizco.
-Tonto-le dijo entre sollozos mientras se frotaba el gran punto rojo que tenía en su brazo.
-Tienes razón, eres humana-y soltó una carcajada.
-¡Yoh, deja en paz a Anna!-le ordeno una fuerte voz.
El aludido sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, esa voz era de la persona más enojona del mundo, según él, de su abuela.
-¿Qué le has hecho a esa niña que llora de esa manera?-le pregunto con el ceño fruncido.
-Yo... yo... le di un pellizco-contesto agachando la cabeza-pensé que era una estatua, estaba ahí sentada-señalo un punto en el pasillo-no se movía y su rostro tenía la misma expresión, además me asusto cuando hablo-se excuso el niño.
-Que voy hacer contigo-dijo la anciana con resignación-Ella no es ninguna estatua, se llama Anna y es mi nueva alumna, así que debes tratarla bien, ¿entendiste Yoh?
-Sipi
-¿Y tú?-le dijo a la niña-Deja de llorar, una itako tan fuerte como tú no debe llorar nunca, debes ser fuerte, aunque lastime-le sonrió-descansa tu entrenamiento termino por hoy, y no olvides lo que te acabo de decir.
-Sí, honorable sensei-respondió secando sus lagrimas y haciendo una leve reverencia.
La anciana sonrió y se alejo dejándolos solos.
-Anna, ¿me perdonas?-le dijo con en voz baja y sentándose a su lado.
-No, me dolió, me hiciste mucho daño-y le dio la espalda.
-De verdad perdóname, no fue mi intención, es que de verdad pensé que eras una estatua, una muy bonita por cierto-y rió.
La niña se ruborizó un poco y lo miró.
-¿De veras crees que soy linda?
-Sí
-Gracias
-¿Me perdonas?, De verdad lo siento, te prometo que nunca, nunca volveré hacerte llorar o lastimarte.
-¿Lo prometes?
-Sí, promesa del dedo chiquito-le contesto con una sonrisa mientras entrelazaba su dedo meñique con el de ella y moviéndolos de arriba abajo con suavidad-¿lo ves?, Es una promesa para la eternidad, nunca volveré hacerte daño.
-Entonces te perdono-le dijo regalándole una tierna sonrisa.
**Fin Flash Back**
Yoh sonrió al recordar, desde aquel día y siguiendo el consejo de su abuela por un lado y por sobreponerse al abandono de sus padres, ella nunca más volvió a sonreír, se volvió un tanto fría y distante, y puso todo su empeño para ser fuerte, algo que él le admiraba.
-A veces quisiera ser como ella, fuerte, capaz, y sobreponiéndose tan rápido-suspiro-Creo que daré un rodeo a Izumo e iré hacia el norte, ya sé quien me puede escuchar y comprender.
Se abrocho el abrigo y emprendió su camino hacia Hokaydo, iría a visitar a Horo Horo.
Continuara...
Notas: ¡Hola a todos!, El día de hoy llegó Carlos, mi hermano mayor, había estado en el hospital y los doctores le dieron permiso de regresar aunque sea por una semana a casa, lo cual me tiene muy contenta, y como él le gustan mis fics me pidió que escribiera el siguiente capitulo y pues aquí esta, espero les guste.
Ahora contestare los reviews:
Keiko Asakura: Me alegra saber que te guste el fic y que te gusto el de Hana, la verdad es que en ese fic me salió lo maternal y pues ese fue el resultado, de todo corazón espero que te encuentres mejor, no sé lo que te pasa pero te puedo decir que a veces a mí también me sucede en especial cuando mi hermano tiene que regresar al hospital, ¡Animo!, te voy a dar una frase que siempre me dice Carlos para reponerme: SI LLORAS POR EL SOL, NO PODRÁS VER LAS ESTRELLAS, reflexiónala y si necesitas algo, cuenta conmigo. En cuanto a Yoh tienes razón hay que comprenderlo y sí ¡No hay mejor pareja que Yoh y Anna!
Xris: Que bueno que te gusto el capitulo, ya sé que Yoh es un desobligado pero yo me encargare de hacerle pagar cada uno de sus crímenes, en cuanto a Anna no te preocupes no soy tan mala para enloquecerla, además al final del capitulo 4, llegó cierta persona que todos sabemos no tiene pelos en la legua para decir lo que piensa.
Padme Gilraen: Sí sufrirá, JA, JA, JA (risa diabólica acompañada de truenos), ya, me ha hecho mucho daño ver tanta t.v, y si ya pensabas mal de Yoh, espérate a leer lo que sucederá después, no adelanto más, y así es, estudio actuación como carrera universitaria, de hecho me agradaría ser una gran actriz (aunque mis padres dicen que debería estudiar una carrera de verdad), una pregunta ¿qué es la orden Siriusana?, lo que pasa es que soy muy curiosa (metiche dice mi hermano) y me gustaría saber.
Lady Kaoru: No te preocupes y yo también tengo ganas de matar a Yoh pero de ser así no habría más historia y pues sería todo un fiasco, en cuanto como le hará para que lo perdone, ya lo he pensado, hay varias formas pero solo es cosa de decidirme por la más humillante que encuentre, y gracias por desearme suerte, ya que la necesitare en mi próximo examen, me alegra saber que te gusta el fic.
Pues bien, muchas gracias a todos por sus comentarios y nos vemos en el próximo capitulo, chao.