Capitulo 16: Déjame permanecer a tu lado.
Se paseaba de un lado a otro con un pequeño bulto en los brazos, eran ya más de las doce de la noche y él era el único habitante levantado a esas horas.
Lo que llevaba en brazos, que no era más que un encantador bebé, se resistía a dormirse, lo miraba y le sonreía con tranquilidad, él desvió la mirada, esa sonrisa le recordaba a alguien, a una persona que deseaba pensar, que se había ido para no regresar.
Se sentó en el sofá, que se hallaba en la habitación del bebé, suspiro y contemplo con una sonrisa, como el pequeño daba un bostezo, se acurrucaba y caía en un profundo sueño.
-Lo que yo daría, Hana, por que tú fueras mi hijo-le murmuro antes de recostarlo y regresar a su habitación.
Fuertes lloriqueos invadieron la casa esa mañana, Anna se levanto de un salto del futón para correr hacía la habitación contigua, cuando llegó, alguien más ya estaba ahí.
-Ren, no debiste-le reprocho al tiempo que le quitaba al bebé de los brazos.
-No me molesta-encogió los hombros-además has estado tan cansada que me pareció buena idea dejarte dormir un poco más.
-No deberías, tu trabajas todo el día en el restaurante como para que también te agarre de la niñera de mi hijo-miro al bebé-él es mi responsabilidad, así que te ruego que no vuelvas por ningún motivo, a levantarte en las noches para arrullarlo-lo miro a los ojos-eso no te corresponde-agrego con voz fría.
-Ya te he dicho que no molesta-repuso cruzándose de brazos y mirándola con profundidad, tratando de ocultar la sorpresa por verse descubierto.
Anna no contesto en vez de eso se alejo de él y recostó a Hana en su pequeño futón, salió de la habitación y regreso instantes después con una tina de color azul, la cual coloco en el suelo.
-¿Vas a bañarlo?-pregunto Ren-¿Puedo...?
-No-lo interrumpió cortante.
-Por favor Anna-suplico.
Anna no pudo evitar el impulso de sonreír, Ren se comportaba como un chiquillo que desea algo con mucho fervor.
-Esta bien-dijo borrando su sonrisa y hablando con su eterno tono seco- Pídele a Tamao que caliente agua y la subes.
Ren asintió con la cabeza y bajo las escaleras con prisa, al cabo de unos diez minutos regreso cargando una enorme olla que vacío con cuidado en la tina, dio media vuelta y entró con otra olla pero de menor volumen.
-También he traído un poco de agua fría, para templarla sí hace falta- explicó.
Pero Anna no le prestaba mucha atención, se hallaba enfrascada en la difícil tarea de quitarle la ropa a Hana, lo hacía con mucha lentitud y nerviosismo, a pesar que ya habían pasado dos semanas, a ella todavía le daba miedo tocarlo, sentía que lo rompería al menor roce y el hecho de que el niño se moviera no ayudaba mucho.
Cuando por fin logro, lo levanto con mucho cuidado y lo llevo hacía la tina, comprobó la temperatura metiendo su mano al agua y cuando estuvo bien segura de que era la temperatura correcta, lo introdujo al agua.
-Pásame la esponja-le ordeno a Ren-Esa no, la anaranjada, ahora, ven-el chino se acerco- tómalo de la cabeza y el torso para que yo pueda enjabonarlo, sácalo un poco del agua, pero no demasiado-Ren obedecía al pie de la letra las instrucciones de la chica-Así es, ahora quédate así para que pueda tallarlo.
Ren sonreía pero un leve sonrojo se apodero de él, al notar que Anna se encontraba muy cerca de su persona, esa forma en que se movía, con suavidad, con una leve sonrisa en los labios mientras tarareaba una canción para que Hana se encontrara tranquilo, lo hacía amarla un poco más y la idea de que ellos deberían ser suyos paso por su mente.
Súbitamente Anna dejo de tararear.
-Damelo-ordeno.
Ren le paso a Hana y Anna lo sumergió con lentitud dentro del agua.
-Ahora pásame la toalla-Ren se incorporo-Y hazme el favor de borrarte esas ideas de la cabeza.
Ren se detuvo en seco y la miro con estupor, lo había olvidado, ella podría leer la mente.
-Anna, permíteme explicarte...
-No hay nada que explicar, tan solo quiero que alejes esos pensamientos de tu mente-dijo tajantemente-Y que esperas, la toalla, o Hana se resfriara.
El chico chino se apresuro y saco de un cajón la suave toalla blanca, Anna se encontraba ya de pie con el niño en brazos, Ren se acercó a ella para darle la toalla pero en ese momento sus manos se rozaron y Anna se sonrojo con debilidad, le arrebató la prenda y envolvió con cuidado a su hijo, iba a dar media vuelta cuando sintió unos brazos rodeándola.
Su estupor era tal que no se movió, Ren la abrazaba con ternura, dejando un espacio considerable para no apretar a Hana.
-Lo que leíste en mi mente es verdad-comenzó a acariciar sus cabellos- quisiera que Hana fuera mi hijo y tu, y tú mi mujer, Anna por favor-le musitó en el oído-Déjame permanecer a tu lado.
La chica se zafó del abrazo y lo miro a los ojos.
-Estas loco-dijo con la voz fría-Yo estoy casada.
-Con un hombre que te abandono-argumento Ren-Yo no haría eso Anna, quiero a Hana y te... –trago saliva-Y te amo a ti.
-Ren...
-Mira, sí quieres podemos hablar con los Asakura, anularemos ese tonto matrimonio y me casare contigo, le daré mi apellido a Hana y todos podremos regresar a China.
-Yo nunca te he dado motivos para que creas que te quiero- señaló elevando su voz-Así que cállate y de ahora en adelante aléjate de mí-dio media vuelta y se dirigió hacía la mesa donde tenía la ropa limpia de Hana, con sumo cuidado comenzó a secarlo y a vestirlo.
-¡Tan solo dame la oportunidad!-exclamo.
-¿Oportunidad?, ¿Oportunidad de que?, Y sí te la doy ¿qué harás cuando Yoh regrese?-le cuestiono sin dejar de prestar atención en lo que hacía.
-Tú sabes tan bien como yo que él no regresara.
-¿Cómo puedes estar tan seguro?
-Tú misma me lo has dicho y sí tu no presientes su regreso quiere decir que no volverá.
Anna guardo silencio y miro a su hijo quien sonreía ajeno a la discusión, tenía la misma sonrisa tranquila de Yoh, la misma sonrisa que años atrás la había enamorado, desvió su mirada t abrocho el mameluco, tomo al niño en brazos y confronto el rostro de Ren.
-Tienes razón no volverá-suspiro-Pero aún así, podrás vivir con su rostro siempre presente, porque te puedo asegurar que yo no.
-¿A que te refieres?-le pregunto arqueando las cejas.
-A Hana, él es la viva imagen de su padre, Yoh vivirá en mi mente aunque yo no lo quiera, lo veré en su hijo.
-Pero yo puedo ayudarte a olvidar-murmuro mientras se acercaba a ella con lentitud-Con el tiempo no lo veras jamás-tomo su rostro con una de sus manos con suavidad-te amo Anna, tan solo permite demostrarte cuanto... Su rostro se acercó al de ella con lentitud, los ojos de Anna se cerraron y los labios de Ren se posaron en los de ella, pero antes de que él pudiera saborear lo que por tanto tiempo espero, Hana comenzó a llorar, provocando que ambos se separaran.
Anna negaba con la cabeza frenéticamente y camino con prisa hacía un extremo de la habitación.
-Vete-dijo dándole la espalda-Hana tiene hambre y tengo que amamantarlo, además abajo te han de estar esperando.
-Anna, prométeme que hablaremos.
-Vete.
-Anna, por favor pro...
-¡Fuera!, ¡Largo!, En que idioma quieres que te hable-grito provocando que el niño llorara con más fuerza-No, ya, ya, no llores Hana, perdóname, no quería gritar, ya, ya, vamos a comer, sí, ya vamos a comer-se sentó en una silla y miro a Ren-¿Y bien?
Ren no dijo nada solo la miro hondamente y salió de la habitación.
-¿por qué Anna?, ¿Por qué?- se pregunto a sí mismo recargado en la pared, respiro hondo y bajo dispuesto a trabajar.
En la habitación Anna miraba con ternura como su hijo comía placidamente y la observaba con tranquilidad.
-¿Tú que piensas?, ¿Crees que debería?, No, no puedo, ¿o sí?, Después de todo él te quiere y me quiere a mí-sus mejillas se tornaron color carmín-no le importa que seas hijo de otro, de otro que nunca nos amo, ¿tú que piensas pequeño?-Hana por respuesta dejo de comer y bostezó, se acurruco en el pecho de su madre y se quedo profundamente dormido.
Anna sonrió, envolvió con una cobija a Hana y lo recostó en su porta bebé.
-Será mejor dejar pensar en tonterías y vestirme, que hay que trabajar.
Instantes después ya se hallaba en la cocina del restaurante, coloco el porta bebé en una mesa del fondo y después de darle un beso en la mejilla a Hana se puso a ayudarle a Tamao con la comida.
-Que bueno que llega-exclamo con alivio la chica-Hay mucha clientela el día de hoy, ¿Le sucede algo?-pregunto al notar que Anna no le había dirigido el "cállate ya y dime que hay que hacer" de todos los días.
-Tamao, contéstame con sinceridad, ¿Qué harías tú, si un chico te dice que te ama pero tú estas casada?, ten en cuenta que él te ha ayudado mucho, quiere a tu hijo, pero tu sientes que traicionas a tu marido, aunque sí lo pones así, pues el te dejo y no le importas, así que no sería un gran pecado ¿o sí?-miro a Tamao significativamente.
-Doña Anna-balbuceo la chica, no sabía que responderle, nunca en lo que llevaba conviviendo con ella, le había contado de manera indirecta algo personal.
-Tan solo di lo que piensas-exclamo con un poco de fastidio.
-Yo pienso que debería pensarlo muy detenidamente, yo creo que el joven, digo, el marido que me abandono pues tuvo un buen motivo para dejarme, y mientras no sepa sus razones yo, YO, jamás me aventuraría a hacer algo que considerara indebido.
-Ah-murmuro para seguir picando zanahorias, lo que Tamao decía tenía sentido, pero, para ella, el abandono de Yoh se debía a que no la amaba, a que nunca la amo y por lo tanto lo que ella decidiera no era malo ni mucho menos traicionarlo.
-Disculpa Tamao, ¿ya estarán mis empanadas de camarón que te pedí?-pregunto Ren entrando a la cocina, en cuanto miro a Anna se sonrojo, iba a dar media vuelta cuando...
-Sí, creo prudente darte una oportunidad-escucho que una voz fría y un tanto temblorosa hablaba, giro el rostro solo para ver a una Tamao muy sorprendida y a una Anna picando zanahorias con el cabello cubriéndole la mirada.
Sonrió y se dirigió a Anna, le murmuro un "gracias" y le dio un beso rápido beso en los labios, segundos después salió de la cocina radiante y feliz.
-Doña Anna, ¿esta conciente de lo que acaba de hacer?-pregunto Tamao estupefacta.
-Sí-respondió serenamente y continuo con su labor.
Después de un rato de ir y venir, de ruidos interminables y de voces estrunduosas, Hana termino por despertarse, el pequeño se movió con frenesí para deshacerse de la cobija en la que se hallaba envuelto para después buscar con sus ojitos a su madre, se hallaba molesto, muy molesto, sentía cierta incomodidad y buscaba a su mamá para que se la quitara, cuando la encontró llamó su atención de la única forma que conocía...
Fuertes lloriqueos que opacaron el silbido de la olla y el moler de la licuadora resonaron por la cocina, Anna volvió el rostro y dejo lo que estaba haciendo, se lavo las manos y corrió hacía el pequeño, que bajo el volumen de los lloriqueos en cuanto la vio.
La rubia lo tomo en sus brazos y comenzó a arrullarlo, pero Hana no quería volver a dormir, se sentía incomodo, demasiado incomodo, así que reanudo los lloros con intensidad.
-¿Qué tienes hijo?, ¿Qué quieres?-le preguntaba mientras lo arrullaba- "Vamos tonta no va a contestarte, tu hijo todavía no habla"-pensó.
Hana lloraba con intensidad, su madre no lo entendía y eso provocaba que el pequeño demandara aún más su atención.
-Por qué no lo revisa, tal vez necesita un cambio de pañal-sugirió Tamao quien se apuraba a hacer lo que Anna había dejado pendiente.
La chica volvió a recostarlo en el porta bebé y con cuidado desabrocho el mameluco, aflojo un poco el pañal y comprobó que estaba limpio, volvió a vestir al bebé, quien continuaba llorando, enormes lagrimas corrían por sus pequeñas mejillas.
-Tamao necesito... –Manta dejó de hablar, los sollozos de Hana eran más fuertes que su voz, ¿Qué tiene?-pregunto.
-Eso es lo que me gustaría saber enano-respondió Anna con voz gélida-Tú eres el genio aquí, así que tu lo debes de saber.
-Yo no sé de bebés pero tal vez en mi computadora, ahora que recuerdo la he dejado en casa.
-Vaya-exclamo Anna con ironía-La única vez que necesitamos ese aparatejo del mal, no lo traes y mientras que a mi hijo se le agoten las lagrimas ¿no?
-No Anna, pero tal vez tenga hambre, eso es lo más común-respondió con cierto temor, se agacho esperando un golpe o algo pero lo único que recibió fue un "cierto"
Anna dio media vuelta y cubrió con una cobija todo su pecho incluido el pequeño, en un rápido movimiento desabotono su blusa y saco uno de sus pechos y se lo ofreció a Hana, pero esté lloro con más potencia, dejando en claro que no deseaba comer. La chica con resignación volvió a acomodarse las ropas y se deshizo de la cobija.
-Ya, hijo, deja de llorar, Hana, ya no llores-suplicaba mientras se paseaba de un lado a otro-Mamá esta aquí, no llores, no llores.
Pero inútil, Hana lloraba cada vez más fuerte con cada suplica, Anna estaba angustiada desesperada, ya no sabía que hacer para tranquilizarlo.
-¿Sucede algo?-pregunto Ren quien entraba por un vaso de jugo para un cliente.
-Sí, sucede que Hana no deja de llorar y no se porque-dijo casi gritando de desesperación Anna-No sé que tiene, ya lo revise y no necesita un cambio de pañal, no tiene hambre, y no para de llorar, no sé que tiene y no sé que es lo que quiere-explicaba, la chica estaba a punto de llorar de la desesperación que le producía no poder calmar a su hijo.
-¿No estará enfermo?-esta vez pregunto una ronca voz proveniente de Ryu.
Anna abrió enormemente los ojos, tal vez era eso, coloco su mano en la frente del pequeño.
-No tiene fiebre-dijo.
-Entonces no esta enfermo-repuso con tranquilidad Ryu quien salió con unas sincronizadas en una mano y un cóctel de frutas en la otra.
Pero ya para ese entonces los sollozos de Hana estaban alcanzando niveles extraordinarios, su incomodidad iba creciendo y Anna parecía que perdería la cordura en cualquier momento.
-Tal vez tenga calor-se apresuro a decir Ren al notar que la rubia no podía más-Particularmente aquí hace mucho-trato de sonreír.
-Sí, tal vez-dijo Anna apremiada ya cualquier causa le parecía buena, sus nervios estaban quebrados, nadie le había dicho que ser madre era tan difícil.
Respiro hondo y se dirigió a la puerta cuando una mujer apareció, le arrebato al niño de los brazos, lo recargo en su hombro en posición vertical sosteniendo con firmeza la cabeza, con su otra mano comenzó a darle suaves golpes en su espalda, Hana dejo de llorar e instantes después soltó un débil eructo, el pequeño río gustoso, su incomodidad había sido aplacada.
La mujer le devolvió el pequeño a Anna quien la miraba asombrada, Hana sonreía y se hallaba de lo más contento.
-Olvidaste hacerlo repetir cuando le diste de comer, eso le produjo cólicos, tienes que ser más cuidadosa, Anna, aún tienes mucho que aprender- dijo la mujer con seriedad.
-¡Sensei!-fue lo único que Anna pudo articular.
CONTINUARA...
Notas: Disculpen el retraso pero he estado enferma, jamás volveré a comer tacos al pastor, me han producido una fuerte infección en el estomago, lo cual produjo el retraso en la actualización, pero ya estoy de vuelta, espero este capitulo les agrade, ahora después de quejarme contestare sus reviews:
Xris: Muchas gracias por decir que este fic es bueno, me siento un tanto halagada ya que viene de una chica que escribe de maravilla, de verdad muchas gracias, pasando al fic, sí Yoh se enamorara de su hijo, ¿quién no?, Hasta yo estoy enamorada de su hijo, y tienes razón le hace falta madurar, pero después de hablar con la persona del templo lo hará, bueno un poco, y en tanto a Hiromi, ella todavía causara un problema más, espero que el capitulo te guste, cuídate mucho amiga, un abrazo.
Hikari Asakura: No te preocupes por no haber dejado review y me alegra saber que te agrada el fic y pues sí se dará cuenta lo veras en el siguiente capitulo, ya que la persona con quien hablara le hará abrir los ojos y aclarara sus sentimientos.
Padme Gilraen: No sabes como me encanta tu imaginación, hay veces en las que me haces pensar sí sería buena idea incluir tal cosa, pero luego me digo que hacerlo cambiaría demasiado la estructura del fic, aunque he de confesar que hay cosas con las que aciertas de maravilla amiga, y a mí también me trauma Yoh pero entendámoslo esta confundido, hay que tenerle un poquito de compasión, oye investigue sobre macdonals y descubrí que las que existen en México son franquicias, así que sí las destruyes afectaras a mucha gente del país que se beneficia de las franquicias, además de que harás infeliz a muchos niños que aman los juguetes de esa empresa, por lo demás te apoyo, abajo el capitalismo, cuídate mucho.
Keiko Asakura: Amiga, me alegra saber que te agrado el capitulo, y sí Hiromi es una zorra y aún le falta su estocada final, después de eso podremos matarla o dejarla con Broke, aunque viéndolo bien el pobre no se merece vivir con ella, incluso me dio pena comprometerlo con Hiromi, pero la historia lo requería, por cierto mi hermanita te da las gracias y se comió una rebanada de pastel en tu honor y encuanto a Yoh el pagara cada cosa y se dará cuenta de muchas más en el templo, ya que la persona con la que hablara le hará recapacitar, un abrazo, cuídate mucho.
Lady Kaoru: Yoh lograra la iluminación aunque a veces se le ira, pero ya no tanto, solo será un producto del sufrimiento que le dará Anna, y te prestare a Hiromi después de que termine su participación, solo será una más y será nuestra(Beu se frota las manos con malicia) y no prometo que los encuentre así, de hecho ya visualice el como y con quien encontrara a Hana y claro a Anna y como veras Anna es dulce con su hijo, cuídate mucho amiga.
Linz: Bienvenida, que alegría saber que te agrada este fic y en cuanto a lo de Yoh jamás pensé que tanta gente, incluida tú, quisiera matarlo.
Alesita-San: Pues creo que aquí te he dado un poco de gusto, ella ya acepto darle una oportunidad y lo demás ya veré que hago, Y claro que Anna será cruel con Yoh, demasiado cruel, lo prometo.
Chareik: Yo también quisiera amigos como Horo Horo, y la persona del templo le abrirá los ojos y aclarara cada una de sus dudas, de hecho hasta se harán amigos.
Emmyk: Gracias por tu review y no te apures, yo sé lo que es estar ocupada, de hecho casi no, pero lo he estado, espero continúes leyendo el fic.
Viosil Uab: Claro que habrá intrigas, emociones y dolor, para Yoh claro, ya pronto querido Viosil, ya pronto, paciencia por favor, en cuanto a la charla con mucho gusto, aunque yo no en las noches casi no puedo, debido a que las ocupo para estudiar o salir con algunas amigas, pero te enviare el e mail para arreglar los horarios, ya que sería fantástico charlar con ustedes, cuídate mucho, un abrazo.
Nanase: Y sufrirá, demasiado, mucho, hasta pedirá clemencia de tanto que sufrirá, y Hiromi pues no sé si sabes de la quema que se hará cuando termine su participación en el fic, quizás, si quieres podrías venir.
Jacqueline: Como dijo Horo, no sabe lo que dice, su misma confusión le hace decir cosas que pueden parecer malas y que nos hacen querer golpearlo, pero pronto se le pasara y adorara a su hijo y pues he aquí el siguiente capitulo, que espero te guste.
Fenryr: Sí sabe lo que hace, más bien, yo sé lo que hago con él y no te preocupes, él reaccionara, y tu sentido de justicia es demasiado fuerte, me gustaría tenerlo tan alto como tú, cuídate.
Minamo: Gracias por tu review, y pues aquí otro capitulo más.
Ahora sí me despido espero les guste este capitulo que hice con mucho cariño, échenle ganas a todo lo que hagan y no coman en la calle por que se pueden enfermar como yo, por cierto Padme espero te alivies pronto, ahora sí, nos vemos en el próximo capitulo, el cual traerá muchas sorpresas, chao.
Se paseaba de un lado a otro con un pequeño bulto en los brazos, eran ya más de las doce de la noche y él era el único habitante levantado a esas horas.
Lo que llevaba en brazos, que no era más que un encantador bebé, se resistía a dormirse, lo miraba y le sonreía con tranquilidad, él desvió la mirada, esa sonrisa le recordaba a alguien, a una persona que deseaba pensar, que se había ido para no regresar.
Se sentó en el sofá, que se hallaba en la habitación del bebé, suspiro y contemplo con una sonrisa, como el pequeño daba un bostezo, se acurrucaba y caía en un profundo sueño.
-Lo que yo daría, Hana, por que tú fueras mi hijo-le murmuro antes de recostarlo y regresar a su habitación.
Fuertes lloriqueos invadieron la casa esa mañana, Anna se levanto de un salto del futón para correr hacía la habitación contigua, cuando llegó, alguien más ya estaba ahí.
-Ren, no debiste-le reprocho al tiempo que le quitaba al bebé de los brazos.
-No me molesta-encogió los hombros-además has estado tan cansada que me pareció buena idea dejarte dormir un poco más.
-No deberías, tu trabajas todo el día en el restaurante como para que también te agarre de la niñera de mi hijo-miro al bebé-él es mi responsabilidad, así que te ruego que no vuelvas por ningún motivo, a levantarte en las noches para arrullarlo-lo miro a los ojos-eso no te corresponde-agrego con voz fría.
-Ya te he dicho que no molesta-repuso cruzándose de brazos y mirándola con profundidad, tratando de ocultar la sorpresa por verse descubierto.
Anna no contesto en vez de eso se alejo de él y recostó a Hana en su pequeño futón, salió de la habitación y regreso instantes después con una tina de color azul, la cual coloco en el suelo.
-¿Vas a bañarlo?-pregunto Ren-¿Puedo...?
-No-lo interrumpió cortante.
-Por favor Anna-suplico.
Anna no pudo evitar el impulso de sonreír, Ren se comportaba como un chiquillo que desea algo con mucho fervor.
-Esta bien-dijo borrando su sonrisa y hablando con su eterno tono seco- Pídele a Tamao que caliente agua y la subes.
Ren asintió con la cabeza y bajo las escaleras con prisa, al cabo de unos diez minutos regreso cargando una enorme olla que vacío con cuidado en la tina, dio media vuelta y entró con otra olla pero de menor volumen.
-También he traído un poco de agua fría, para templarla sí hace falta- explicó.
Pero Anna no le prestaba mucha atención, se hallaba enfrascada en la difícil tarea de quitarle la ropa a Hana, lo hacía con mucha lentitud y nerviosismo, a pesar que ya habían pasado dos semanas, a ella todavía le daba miedo tocarlo, sentía que lo rompería al menor roce y el hecho de que el niño se moviera no ayudaba mucho.
Cuando por fin logro, lo levanto con mucho cuidado y lo llevo hacía la tina, comprobó la temperatura metiendo su mano al agua y cuando estuvo bien segura de que era la temperatura correcta, lo introdujo al agua.
-Pásame la esponja-le ordeno a Ren-Esa no, la anaranjada, ahora, ven-el chino se acerco- tómalo de la cabeza y el torso para que yo pueda enjabonarlo, sácalo un poco del agua, pero no demasiado-Ren obedecía al pie de la letra las instrucciones de la chica-Así es, ahora quédate así para que pueda tallarlo.
Ren sonreía pero un leve sonrojo se apodero de él, al notar que Anna se encontraba muy cerca de su persona, esa forma en que se movía, con suavidad, con una leve sonrisa en los labios mientras tarareaba una canción para que Hana se encontrara tranquilo, lo hacía amarla un poco más y la idea de que ellos deberían ser suyos paso por su mente.
Súbitamente Anna dejo de tararear.
-Damelo-ordeno.
Ren le paso a Hana y Anna lo sumergió con lentitud dentro del agua.
-Ahora pásame la toalla-Ren se incorporo-Y hazme el favor de borrarte esas ideas de la cabeza.
Ren se detuvo en seco y la miro con estupor, lo había olvidado, ella podría leer la mente.
-Anna, permíteme explicarte...
-No hay nada que explicar, tan solo quiero que alejes esos pensamientos de tu mente-dijo tajantemente-Y que esperas, la toalla, o Hana se resfriara.
El chico chino se apresuro y saco de un cajón la suave toalla blanca, Anna se encontraba ya de pie con el niño en brazos, Ren se acercó a ella para darle la toalla pero en ese momento sus manos se rozaron y Anna se sonrojo con debilidad, le arrebató la prenda y envolvió con cuidado a su hijo, iba a dar media vuelta cuando sintió unos brazos rodeándola.
Su estupor era tal que no se movió, Ren la abrazaba con ternura, dejando un espacio considerable para no apretar a Hana.
-Lo que leíste en mi mente es verdad-comenzó a acariciar sus cabellos- quisiera que Hana fuera mi hijo y tu, y tú mi mujer, Anna por favor-le musitó en el oído-Déjame permanecer a tu lado.
La chica se zafó del abrazo y lo miro a los ojos.
-Estas loco-dijo con la voz fría-Yo estoy casada.
-Con un hombre que te abandono-argumento Ren-Yo no haría eso Anna, quiero a Hana y te... –trago saliva-Y te amo a ti.
-Ren...
-Mira, sí quieres podemos hablar con los Asakura, anularemos ese tonto matrimonio y me casare contigo, le daré mi apellido a Hana y todos podremos regresar a China.
-Yo nunca te he dado motivos para que creas que te quiero- señaló elevando su voz-Así que cállate y de ahora en adelante aléjate de mí-dio media vuelta y se dirigió hacía la mesa donde tenía la ropa limpia de Hana, con sumo cuidado comenzó a secarlo y a vestirlo.
-¡Tan solo dame la oportunidad!-exclamo.
-¿Oportunidad?, ¿Oportunidad de que?, Y sí te la doy ¿qué harás cuando Yoh regrese?-le cuestiono sin dejar de prestar atención en lo que hacía.
-Tú sabes tan bien como yo que él no regresara.
-¿Cómo puedes estar tan seguro?
-Tú misma me lo has dicho y sí tu no presientes su regreso quiere decir que no volverá.
Anna guardo silencio y miro a su hijo quien sonreía ajeno a la discusión, tenía la misma sonrisa tranquila de Yoh, la misma sonrisa que años atrás la había enamorado, desvió su mirada t abrocho el mameluco, tomo al niño en brazos y confronto el rostro de Ren.
-Tienes razón no volverá-suspiro-Pero aún así, podrás vivir con su rostro siempre presente, porque te puedo asegurar que yo no.
-¿A que te refieres?-le pregunto arqueando las cejas.
-A Hana, él es la viva imagen de su padre, Yoh vivirá en mi mente aunque yo no lo quiera, lo veré en su hijo.
-Pero yo puedo ayudarte a olvidar-murmuro mientras se acercaba a ella con lentitud-Con el tiempo no lo veras jamás-tomo su rostro con una de sus manos con suavidad-te amo Anna, tan solo permite demostrarte cuanto... Su rostro se acercó al de ella con lentitud, los ojos de Anna se cerraron y los labios de Ren se posaron en los de ella, pero antes de que él pudiera saborear lo que por tanto tiempo espero, Hana comenzó a llorar, provocando que ambos se separaran.
Anna negaba con la cabeza frenéticamente y camino con prisa hacía un extremo de la habitación.
-Vete-dijo dándole la espalda-Hana tiene hambre y tengo que amamantarlo, además abajo te han de estar esperando.
-Anna, prométeme que hablaremos.
-Vete.
-Anna, por favor pro...
-¡Fuera!, ¡Largo!, En que idioma quieres que te hable-grito provocando que el niño llorara con más fuerza-No, ya, ya, no llores Hana, perdóname, no quería gritar, ya, ya, vamos a comer, sí, ya vamos a comer-se sentó en una silla y miro a Ren-¿Y bien?
Ren no dijo nada solo la miro hondamente y salió de la habitación.
-¿por qué Anna?, ¿Por qué?- se pregunto a sí mismo recargado en la pared, respiro hondo y bajo dispuesto a trabajar.
En la habitación Anna miraba con ternura como su hijo comía placidamente y la observaba con tranquilidad.
-¿Tú que piensas?, ¿Crees que debería?, No, no puedo, ¿o sí?, Después de todo él te quiere y me quiere a mí-sus mejillas se tornaron color carmín-no le importa que seas hijo de otro, de otro que nunca nos amo, ¿tú que piensas pequeño?-Hana por respuesta dejo de comer y bostezó, se acurruco en el pecho de su madre y se quedo profundamente dormido.
Anna sonrió, envolvió con una cobija a Hana y lo recostó en su porta bebé.
-Será mejor dejar pensar en tonterías y vestirme, que hay que trabajar.
Instantes después ya se hallaba en la cocina del restaurante, coloco el porta bebé en una mesa del fondo y después de darle un beso en la mejilla a Hana se puso a ayudarle a Tamao con la comida.
-Que bueno que llega-exclamo con alivio la chica-Hay mucha clientela el día de hoy, ¿Le sucede algo?-pregunto al notar que Anna no le había dirigido el "cállate ya y dime que hay que hacer" de todos los días.
-Tamao, contéstame con sinceridad, ¿Qué harías tú, si un chico te dice que te ama pero tú estas casada?, ten en cuenta que él te ha ayudado mucho, quiere a tu hijo, pero tu sientes que traicionas a tu marido, aunque sí lo pones así, pues el te dejo y no le importas, así que no sería un gran pecado ¿o sí?-miro a Tamao significativamente.
-Doña Anna-balbuceo la chica, no sabía que responderle, nunca en lo que llevaba conviviendo con ella, le había contado de manera indirecta algo personal.
-Tan solo di lo que piensas-exclamo con un poco de fastidio.
-Yo pienso que debería pensarlo muy detenidamente, yo creo que el joven, digo, el marido que me abandono pues tuvo un buen motivo para dejarme, y mientras no sepa sus razones yo, YO, jamás me aventuraría a hacer algo que considerara indebido.
-Ah-murmuro para seguir picando zanahorias, lo que Tamao decía tenía sentido, pero, para ella, el abandono de Yoh se debía a que no la amaba, a que nunca la amo y por lo tanto lo que ella decidiera no era malo ni mucho menos traicionarlo.
-Disculpa Tamao, ¿ya estarán mis empanadas de camarón que te pedí?-pregunto Ren entrando a la cocina, en cuanto miro a Anna se sonrojo, iba a dar media vuelta cuando...
-Sí, creo prudente darte una oportunidad-escucho que una voz fría y un tanto temblorosa hablaba, giro el rostro solo para ver a una Tamao muy sorprendida y a una Anna picando zanahorias con el cabello cubriéndole la mirada.
Sonrió y se dirigió a Anna, le murmuro un "gracias" y le dio un beso rápido beso en los labios, segundos después salió de la cocina radiante y feliz.
-Doña Anna, ¿esta conciente de lo que acaba de hacer?-pregunto Tamao estupefacta.
-Sí-respondió serenamente y continuo con su labor.
Después de un rato de ir y venir, de ruidos interminables y de voces estrunduosas, Hana termino por despertarse, el pequeño se movió con frenesí para deshacerse de la cobija en la que se hallaba envuelto para después buscar con sus ojitos a su madre, se hallaba molesto, muy molesto, sentía cierta incomodidad y buscaba a su mamá para que se la quitara, cuando la encontró llamó su atención de la única forma que conocía...
Fuertes lloriqueos que opacaron el silbido de la olla y el moler de la licuadora resonaron por la cocina, Anna volvió el rostro y dejo lo que estaba haciendo, se lavo las manos y corrió hacía el pequeño, que bajo el volumen de los lloriqueos en cuanto la vio.
La rubia lo tomo en sus brazos y comenzó a arrullarlo, pero Hana no quería volver a dormir, se sentía incomodo, demasiado incomodo, así que reanudo los lloros con intensidad.
-¿Qué tienes hijo?, ¿Qué quieres?-le preguntaba mientras lo arrullaba- "Vamos tonta no va a contestarte, tu hijo todavía no habla"-pensó.
Hana lloraba con intensidad, su madre no lo entendía y eso provocaba que el pequeño demandara aún más su atención.
-Por qué no lo revisa, tal vez necesita un cambio de pañal-sugirió Tamao quien se apuraba a hacer lo que Anna había dejado pendiente.
La chica volvió a recostarlo en el porta bebé y con cuidado desabrocho el mameluco, aflojo un poco el pañal y comprobó que estaba limpio, volvió a vestir al bebé, quien continuaba llorando, enormes lagrimas corrían por sus pequeñas mejillas.
-Tamao necesito... –Manta dejó de hablar, los sollozos de Hana eran más fuertes que su voz, ¿Qué tiene?-pregunto.
-Eso es lo que me gustaría saber enano-respondió Anna con voz gélida-Tú eres el genio aquí, así que tu lo debes de saber.
-Yo no sé de bebés pero tal vez en mi computadora, ahora que recuerdo la he dejado en casa.
-Vaya-exclamo Anna con ironía-La única vez que necesitamos ese aparatejo del mal, no lo traes y mientras que a mi hijo se le agoten las lagrimas ¿no?
-No Anna, pero tal vez tenga hambre, eso es lo más común-respondió con cierto temor, se agacho esperando un golpe o algo pero lo único que recibió fue un "cierto"
Anna dio media vuelta y cubrió con una cobija todo su pecho incluido el pequeño, en un rápido movimiento desabotono su blusa y saco uno de sus pechos y se lo ofreció a Hana, pero esté lloro con más potencia, dejando en claro que no deseaba comer. La chica con resignación volvió a acomodarse las ropas y se deshizo de la cobija.
-Ya, hijo, deja de llorar, Hana, ya no llores-suplicaba mientras se paseaba de un lado a otro-Mamá esta aquí, no llores, no llores.
Pero inútil, Hana lloraba cada vez más fuerte con cada suplica, Anna estaba angustiada desesperada, ya no sabía que hacer para tranquilizarlo.
-¿Sucede algo?-pregunto Ren quien entraba por un vaso de jugo para un cliente.
-Sí, sucede que Hana no deja de llorar y no se porque-dijo casi gritando de desesperación Anna-No sé que tiene, ya lo revise y no necesita un cambio de pañal, no tiene hambre, y no para de llorar, no sé que tiene y no sé que es lo que quiere-explicaba, la chica estaba a punto de llorar de la desesperación que le producía no poder calmar a su hijo.
-¿No estará enfermo?-esta vez pregunto una ronca voz proveniente de Ryu.
Anna abrió enormemente los ojos, tal vez era eso, coloco su mano en la frente del pequeño.
-No tiene fiebre-dijo.
-Entonces no esta enfermo-repuso con tranquilidad Ryu quien salió con unas sincronizadas en una mano y un cóctel de frutas en la otra.
Pero ya para ese entonces los sollozos de Hana estaban alcanzando niveles extraordinarios, su incomodidad iba creciendo y Anna parecía que perdería la cordura en cualquier momento.
-Tal vez tenga calor-se apresuro a decir Ren al notar que la rubia no podía más-Particularmente aquí hace mucho-trato de sonreír.
-Sí, tal vez-dijo Anna apremiada ya cualquier causa le parecía buena, sus nervios estaban quebrados, nadie le había dicho que ser madre era tan difícil.
Respiro hondo y se dirigió a la puerta cuando una mujer apareció, le arrebato al niño de los brazos, lo recargo en su hombro en posición vertical sosteniendo con firmeza la cabeza, con su otra mano comenzó a darle suaves golpes en su espalda, Hana dejo de llorar e instantes después soltó un débil eructo, el pequeño río gustoso, su incomodidad había sido aplacada.
La mujer le devolvió el pequeño a Anna quien la miraba asombrada, Hana sonreía y se hallaba de lo más contento.
-Olvidaste hacerlo repetir cuando le diste de comer, eso le produjo cólicos, tienes que ser más cuidadosa, Anna, aún tienes mucho que aprender- dijo la mujer con seriedad.
-¡Sensei!-fue lo único que Anna pudo articular.
CONTINUARA...
Notas: Disculpen el retraso pero he estado enferma, jamás volveré a comer tacos al pastor, me han producido una fuerte infección en el estomago, lo cual produjo el retraso en la actualización, pero ya estoy de vuelta, espero este capitulo les agrade, ahora después de quejarme contestare sus reviews:
Xris: Muchas gracias por decir que este fic es bueno, me siento un tanto halagada ya que viene de una chica que escribe de maravilla, de verdad muchas gracias, pasando al fic, sí Yoh se enamorara de su hijo, ¿quién no?, Hasta yo estoy enamorada de su hijo, y tienes razón le hace falta madurar, pero después de hablar con la persona del templo lo hará, bueno un poco, y en tanto a Hiromi, ella todavía causara un problema más, espero que el capitulo te guste, cuídate mucho amiga, un abrazo.
Hikari Asakura: No te preocupes por no haber dejado review y me alegra saber que te agrada el fic y pues sí se dará cuenta lo veras en el siguiente capitulo, ya que la persona con quien hablara le hará abrir los ojos y aclarara sus sentimientos.
Padme Gilraen: No sabes como me encanta tu imaginación, hay veces en las que me haces pensar sí sería buena idea incluir tal cosa, pero luego me digo que hacerlo cambiaría demasiado la estructura del fic, aunque he de confesar que hay cosas con las que aciertas de maravilla amiga, y a mí también me trauma Yoh pero entendámoslo esta confundido, hay que tenerle un poquito de compasión, oye investigue sobre macdonals y descubrí que las que existen en México son franquicias, así que sí las destruyes afectaras a mucha gente del país que se beneficia de las franquicias, además de que harás infeliz a muchos niños que aman los juguetes de esa empresa, por lo demás te apoyo, abajo el capitalismo, cuídate mucho.
Keiko Asakura: Amiga, me alegra saber que te agrado el capitulo, y sí Hiromi es una zorra y aún le falta su estocada final, después de eso podremos matarla o dejarla con Broke, aunque viéndolo bien el pobre no se merece vivir con ella, incluso me dio pena comprometerlo con Hiromi, pero la historia lo requería, por cierto mi hermanita te da las gracias y se comió una rebanada de pastel en tu honor y encuanto a Yoh el pagara cada cosa y se dará cuenta de muchas más en el templo, ya que la persona con la que hablara le hará recapacitar, un abrazo, cuídate mucho.
Lady Kaoru: Yoh lograra la iluminación aunque a veces se le ira, pero ya no tanto, solo será un producto del sufrimiento que le dará Anna, y te prestare a Hiromi después de que termine su participación, solo será una más y será nuestra(Beu se frota las manos con malicia) y no prometo que los encuentre así, de hecho ya visualice el como y con quien encontrara a Hana y claro a Anna y como veras Anna es dulce con su hijo, cuídate mucho amiga.
Linz: Bienvenida, que alegría saber que te agrada este fic y en cuanto a lo de Yoh jamás pensé que tanta gente, incluida tú, quisiera matarlo.
Alesita-San: Pues creo que aquí te he dado un poco de gusto, ella ya acepto darle una oportunidad y lo demás ya veré que hago, Y claro que Anna será cruel con Yoh, demasiado cruel, lo prometo.
Chareik: Yo también quisiera amigos como Horo Horo, y la persona del templo le abrirá los ojos y aclarara cada una de sus dudas, de hecho hasta se harán amigos.
Emmyk: Gracias por tu review y no te apures, yo sé lo que es estar ocupada, de hecho casi no, pero lo he estado, espero continúes leyendo el fic.
Viosil Uab: Claro que habrá intrigas, emociones y dolor, para Yoh claro, ya pronto querido Viosil, ya pronto, paciencia por favor, en cuanto a la charla con mucho gusto, aunque yo no en las noches casi no puedo, debido a que las ocupo para estudiar o salir con algunas amigas, pero te enviare el e mail para arreglar los horarios, ya que sería fantástico charlar con ustedes, cuídate mucho, un abrazo.
Nanase: Y sufrirá, demasiado, mucho, hasta pedirá clemencia de tanto que sufrirá, y Hiromi pues no sé si sabes de la quema que se hará cuando termine su participación en el fic, quizás, si quieres podrías venir.
Jacqueline: Como dijo Horo, no sabe lo que dice, su misma confusión le hace decir cosas que pueden parecer malas y que nos hacen querer golpearlo, pero pronto se le pasara y adorara a su hijo y pues he aquí el siguiente capitulo, que espero te guste.
Fenryr: Sí sabe lo que hace, más bien, yo sé lo que hago con él y no te preocupes, él reaccionara, y tu sentido de justicia es demasiado fuerte, me gustaría tenerlo tan alto como tú, cuídate.
Minamo: Gracias por tu review, y pues aquí otro capitulo más.
Ahora sí me despido espero les guste este capitulo que hice con mucho cariño, échenle ganas a todo lo que hagan y no coman en la calle por que se pueden enfermar como yo, por cierto Padme espero te alivies pronto, ahora sí, nos vemos en el próximo capitulo, el cual traerá muchas sorpresas, chao.
