Capitulo 21: Meses después...

Yoh.

Con el ánimo más alegre y la temple serena caminaba por el bosque, sonreía, faltaba casi poco para estar en casa, de vez en cuando dirigía sus miradas a sus acompañantes. Hao mostraba un aire sombrío, algo extraño, debido a que los tres meses y medio que llevaban de viaje no había hecho otra cosa más que reírse y asustar a Horo Horo. El chico del norte por su parte, se mantenía serio y pensativo y en algunas ocasiones dirigía desconfiadas miradas a Hao.

El viaje de vuelta no había estado tan mal, incluso no había sido tan largo, Yoh se sintió avergonzado, había tardado tanto por estar con Hiromi, negó con la cabeza, ella pronto se casaría y él estaría muy pronto a lado de su esposa y su hijo, aquella fugaz aventura quedaría muy rápido en el olvido, el futuro esposo de Hiromi jamás se enteraría y Anna tampoco, nadie tenía porque enterarse de lo sucedido, a ninguno de los involucrados les convenía.

-Hey Yoh-llamó Hao-Falta mucho.

-No me digan que el poderoso Hao Asakura ya se canso-dijo con sorna Horo.

-Cierra la boca imbécil, claro que no estoy cansado solo que...

-¿Solo qué?-pregunto Yoh-últimamente has estado tremendamente extraño ¿te sucede algo?

-A mí no-murmuro elevando su mirada al cielo-A la luna.

Yoh miro a Horo Horo para después mirar ellos también en dirección al cielo, las nubes se movían frenéticamente, el aire soplaba con fuerza y las aves volaban en dirección contraria.

-Un mal presagio-continuo diciendo Hao-La luna se tornara roja y...

-Con sus cuernos formara una cuna-completo Horo, tanto él como Hao dirigieron su vista hacía Yoh.

-Y todo sucederá baja el cielo de Funbari Ouka-dijeron al unísono.

Yoh los contemplaba confundido.

-Creo chicos que les ha hecho mucho daño el viaje-se atrevió a decir-Yo no veo en el cielo ningún auspicio.

-Era de esperarse-dijo Hao con una sonrisa y el rostro sereno.

-Será mejor esperar a que anochezca-propuso Horo-No será bueno desafiar a los espíritus.

-Tienes razón, esperaremos hasta que salga la luna para poder entrar a Funbari, pero para eso será mejor que nos apresuremos para poder llegar a las afueras de la ciudad antes del atardecer-corroboró Hao.

-Pero ¿de qué diablos están hablando?, Yo quería llegar a la pensión esta tarde-se quejo Yoh.

-¡Cállate!-le ordeno su hermano-Llegaras, pero al caer la noche, sí quieres que todo salga bien debes de aceptar el destino y la decisión de los grandes espíritus.

-¡Otra vez tengo que obedecer destinos!-grito-¡Qué es tan difícil entender que ya estoy harto!, Primero tengo que someterme a las decisiones de mi familia, luego tengo que matarte y terminar con el prejuicio de los Asakura y ahora no puedo llegar con mi familia y a mi casa, solo porque a los grandes espíritus se les ocurre que no es buena idea, ¡Pues no lo haré!, ¡De ahora en adelante se harán las cosas como yo quiera!-se hallaba totalmente ofuscado-Si ustedes quieren quedarse aquí, ¡Pues Háganlo!, Yo voy directo a Funbari.

Comenzó a caminar totalmente enfadado.

-Já, que se creen que pueden decirme que debo y no hacer-murmuro.

En vano gritos por parte de Horo, Yoh no volvió el rostro ni una sola vez hacía atrás, ignoro las voces que le ordenaban volver y prosiguió su camino solo.

-Ya déjalo-dijo Hao entre un bostezo, el joven se hallaba sentado en una roca.

-¿Qué lo deje?-pregunto exaltado-No te das cuenta que...

-Él así lo decidió-lo interrumpió Hao-Y no deberías preocuparte, en lugar de eso ven y siéntate, deberías estar feliz-sonrió-ya que nosotros le advertimos, mi hermanito así lo quiso-su rostro se torno sombrío-Yoh marco al fin su propio destino.

Anna.

Hana lanzo la pelota, que le fue regresada casi inmediatamente, reía con fuerza y sus ojitos mostraban entusiasmo, había crecido mucho, ahora contaba con cinco meses y medio de edad, le encantaba jugar en el jardín en compañía de su madre, pero esta vez era Ren el que sustituía a Anna, cosa que al pequeño no le desagradaba, le había tomado un gran cariño al joven chino.

Anna los contemplaba desde el otro extremo del patio con una gran sonrisa, terminaba de colgar la ropa recién lavada de Hana.

Era un hermoso día de domingo, el aire era fresco y los rayos del sol proporcionaban un delicioso calor, ese día no habían abierto el restaurante, en realidad nunca ofrecían servicio los domingos, no lo necesitaban, el negocio había crecido tanto y dejaba tan buenas ganancial que remodelaron la casa, se compraron muebles nuevos y ya el restaurante estaba alejando del cómodo hogar, habían acondicionado parte de la casa para colocar las mesas y las sillas, los meseros ya contaban con uniformes y un enorme letrero colgaba de la parte superior anunciando el nombre del restaurante "Funbari Onsen"

Risas sonoras terminaron con la paz y quietud del lugar, Hana volaba por los aires y reía a carcajadas, Ren lo sostenía mientras repetía "el avión va a su base de control" e inmediatamente hacía los sonidos del avión, en cuanto lo bajo, lleno de besos el rostro del pequeño, que por respuesta lo abrazo por el cuello.

-Ga gu ga gu- balbuceo con alegría al ver que su madre se acercaba, inmediatamente le estiro los bracitos.

-Te has divertido ¿eh, Hana?-pregunto con dulzura mientras lo cargaba, el pequeño rió-Sí, ya veo que te has divertido mucho, pero ha llegado la hora de tu siesta-lo acunó en sus brazos y el bebé se acurruco-Vamos a dormir- dijo antes de alejarse.

Ren se incorporo y se sacudió el pasto, miro hacía el cielo, sentía una presencia extraña y un mal presentimiento se apodero de él, no sabía que era, pero definitivamente no le agradaba para nada, sentía que algo iba a cambiar de manera drástica y lo curioso del asunto es que Anna no se había dado cuenta.

Entro a la casa y se detuvo a mirar en la sala, en ella Tamao jugaba cartas muy animada con Ryu y Manta, los tres tomaban ponche y sus risas y falsos reclamos resonaban en la casa, al parecer ellos tampoco lo sentían.

-¿Te sucede algo?-escucho que le preguntaba una gélida voz femenina.

Ren volteo, Anna se hallaba de pie frente a él, acababa de bajar de la habitación de Hana.

-¿Se ha dormido?-trato de eludir la pregunta.

-Sí, pero ese no es el punto, te hayas muy pensativo ¿ocurre algo malo?

-¿Es que no te has dado cuenta?-arqueo una ceja-¿Acaso no lo sientes?

-¿Qué?-dio un suspiro y contesto- Supongo que te refieres a la presencia, sí la siento, algo grande pasara Ren.

-¿Y sabes que es?-pregunto, su experiencia le decía que la rubia tenía la respuesta.

-No, lo único que sé, es nada, absolutamente nada-contesto fríamente-Ahora déjate de preocupar y permíteme pasar, un juego de cartas me espera.

Lo hizo a un lado y paso de largo, le había mentido, sabía que esa era la presencia de Yoh, él llegaría, no sabía a ciencia cierta cuando, pero el momento estaba a punto de suceder.

Ren la miro pasar, el presentimiento se hizo aún más presente, trato de alejar esos pensamientos de su cabeza y continuar como si nada, resopló, su relación con Anna era cada día un poco más distante, pero él no se resignaba, él la amaba como a nada en el mundo, día a día llegaba con un delicado y tierno presente, así lloviera y relampagueara él regresaba siempre a casa con una orquídea blanca para ella, Anna la recibía de mala gana, pero al final siempre las aceptaba y sabía que la chica tenía ya una gran colección en su recamara.

Anna aunque no lo aceptara, le agradaban esos obsequios, la hacían sentirse querida, pero los hubiera valorado más (y con gran resignación lo aceptaba para después negarlo con frenesí) si hubiera sido Yoh el que con detalles fuera el que regresara a casa.

La tarde cayo silenciosa y los habitantes de la pensión, cansados del juego y un tanto aburridos se dirigieron cada uno a su habitación a tomar una reconfortable siesta antes de la cena.

Yoh diviso la ciudad al caer la tarde, una gran sonrisa se dibujo en su rostro, avanzo a paso rápido entre las primeras casas que comenzaban a aparecer, se hallaba en las afueras de la ciudad.

Anna cerro con suavidad su habitación y se recargo sobre la puerta, sentía una fuerte punzada en el pecho, dirigió su vista por su habitación toda llena de flores y se sintió culpable por conservarlas. Se acerco a la ventana y contemplo el cielo rojizo de la tarde.

Esquivaba coches y personas, se abría paso con prisa y las ansias le carcomían, a lo lejos, a través de la distancia, alcanzo a ver su casa, se hallaba por fin en su querida pensión En.

Un peculiar objeto llamó su atención, lo tomo de su buró y lo observo con detenimiento, aún se preguntaba porque no lo había roto, era un portarretratos, en el se hallaba una fotografía de Yoh, con su tierna y tranquila sonrisa, sus ojos mostraban confianza y se veía extremadamente apuesto, la llevo hacía su pecho y la abrazo con fuerza para después separarla y depositar un suave y pequeño beso en la fotografía.

-Yoh-musito antes de meterla en un cajón y cerrarlo con llave.

Ahí estaba, por fin había llegado, encontró en silencio la pensión, ¿Pensión?, Ridículo llamarla así, decía restaurante, su casa se hallaba cambiada, su mirada se torno confusa por instantes para después cambiarla por una más alegre, ya habría tiempo de explicar cosas, ahora lo importante era estar con su familia, entro, dio un rodeo y entro por el lado del pozo, ahí donde se hallaban las barras paralelas donde su Anna lo había hecho entrenar, sigilosamente entro a la casa.

Se alejo de ahí, saco el futón y lo extendió en el piso, se recostó tratando de conciliar el sueño, inútil intentarlo, ruidos en la habitación de Hana la hicieron incorporarse y dirigirse hacía allá.

Camino por los pasillos antes conocidos, subió las escaleras con sumo cuidado y se pregunto si todos estarían dormidos, escucho una suave y regular respiración, volvió el rostro y descubrió que provenían de su antigua habitación, la que ocupaba antes de casarse con Anna.

Se acerco a ella y abrió la puerta, sus ojos se encontraron con la figura de un bebé rubio durmiendo apaciblemente, a su lado el fantasma de un samurai lo contemplaba, al sentirlo el buen Amidamaru alzo la cabeza sus ojos se agrandaron dibujando una enorme sorpresa.

-¡Amo Yoh!-exclamo.

El chico asintió con la cabeza, y se acerco a él y al pequeño. Se arrodillo a lado del bebé y lo contemplo con ternura.

-¿Es, es, él es?-balbuceo con emoción mientras estiraba su mano y acariciaba su rubia cabecita, en esos momentos sentía que no había cosa más hermosa en el mundo.

-Sí, es su hijo amo, se llama Hana.

-Hana-repitió-lindo nombre-murmuro conmovido sin dejar de acariciar al bebé- Se parece mucho a mí-lagrimas de una indescriptible emoción se apoderaron de él.

Su hijo, su hijo, por fin lo había conocido y era más de lo que se había imaginado, una hermosa y cálida sensación se apodero de él, lagrimas caían sin control de sus ojos, se sentía tan imbécil, se había perdido de esa maravillosa criatura por tantos meses y todo por unas estúpidas dudas sin sentido.

Se inclino para depositar sobre su casta frente un beso.

-¡Que haces aquí!-escucho que le decían, desistió en su acción, se incorporo y volvió el rostro...

...Solo para encontrarse con la fría y profunda mirada de Anna.

CONTINUARA...

Notas: Un capitulo largo, quería juntar a ambos en uno solo, ya que a partir del próximo capitulo serán juntos, es decir, ya no habrá un capitulo de Yoh y otro de Anna sino que la historia se desarrollara de manera normal por así decirlo, espero les haya gustado y lo hayan disfrutado, hechas las aclaraciones contestare sus reviews:

Fenryr: Tienes razón el primer amor jamás se olvida y menos si es el verdadero (Beu suspira), lo siento es que tengo tan lindos recuerdos, bueno pasando al fic Yoh se enfadara, gritara, pataleara, etc, etc y creo que podrás superarme, en verdad te lo deseo.

Hikari yuuko: Yoh esta ya en casa y la abuela claro que es inteligente, aunque no toma en cuenta la rebeldía de Yoh y la terquedad de Ren, espero hayas disfrutado este capitulo.

Kotori monuo: Pues Yoh ya esta en casa y el propósito de Kino solo era asustar a Anna, en realidad no quería llevarse a Hana, te imaginas con tanto trabajo que tiene como iba a cuidar a un bebé.

Padme Gilraen: ¡Que bueno que te gustaron los chocolates!, y no te preocupes por no haber visto el final de Friends, lo volverán a pasar la próxima semana en el canal Sony, e Yoh ya llegó y sorpresas le deparan, en cuanto a Hao, me cobra demasiado, pero demos gracias que el presupuesto lo cubre. Cuídate mucho.

Yunny: Tiene razón, hombres, pero no podemos vivir sin ellos, y Kino es extraña pero muy buena para hacer recapacitar a la gente, Yoh regreso y su sufrimiento ha comenzado.

Xris: Ren luchara porque de verdad la ama, no quiere hacerle daño a nadie y cree que él podría darle más de lo que Yoh fue capaz, y pues Kino es tan sabia, pero no toma en cuenta el carácter y la personalidad de los demás, lo cual la lleva a cometer el error fatal de juzgar por adelantado. Saludos a ti también, cuídate mucho.

Lady Kaoru: No te preocupes por la canción cuando tenga que llegar, pues llegara, a mí también me dio un poco de pena Ren, pero era necesario y pues nuestro querido Yoh ha regresado, cuídate mucho.

Keiko Asakura: De verdad amiga espero que te quedes en la escuela de medicina, y ¿sabes?, Presiento que lo harás, y pues claro que Ren luchara por la mujer que ama y claro que Yoh luchara igual, Kino es una gran mujer, pero juzga antes, sigue creyendo que Yoh obedecerá, pero no contaba con que se rebelaría por completo, espero hayas disfrutado el capitulo.

Minamo: Lo que se va armar es la guerra, ninguno va a ceder, eso te lo aseguro, pero primero Yoh debe enfrentar a Anna.

Nanase: Hago lo que puedo, los subo rápido porque a mí tampoco me gusta mucho esperar pero si tengo que hacerlo lo hago, Kino no se lo iba a llevar, no es tan mala la ancianita.

Annami: Sí Yoh es un idiota pero ese lo pagara con creces y pues Ren luchara así que pues a esperar, Kino solo lo hizo para amenazar a Anna, ¿Qué haría ella con un bebé?, además no es una mujer mala.

Viosil Uab: Mi muy querido Viosil, Kino es sabia, pero algo confiada, y pues Anna no puede dejar de querer a Yoh, algo muy profundo la une a él, y pues la primera tortura comenzara pronto, Yoh las pagara todas y muy feo, también te doy mis mejores deseos y claro que estoy rezando, ahora solo nos queda esperar, pero confiemos en que va a quedarse, cuídate mucho.

Ahora me despido, cuídense, que les vaya bien, suerte en todo, espero hayan disfrutado el capitulo, el tormento ha comenzado...

Nos vemos en el próximo capitulo, chao.