Capitulo 47: Se apaga la luz.
La llevaba con las manos atadas y con una mordaza en la boca, un vestido blanco la ataviaba y llevaba los pies descalzos, los plateados cabellos peinados con delicadeza y adornados con una guirnalda de flores blancas.
Cada uno de los que la vieron en tales condiciones no sintieron compasión alguna por esa mujer que lloraba copiosamente y llevaba la cabeza gacha debido a la humillación.
-Bien hermana, cuídate mucho-se despidió el joven ainu dándole un fuerte abrazo a su hermana menor-Átate bien al cinto a esa bruja para que no vuelva a escapar.
-No hace falta esa recomendación hermano-sonrió ella-las mujeres del consejo vendrán por nosotras al medio día, entre todas han rentado un camión que nos llevara de regreso a casa rápidamente para juzgar a esta que ya no es de nuestra raza-término con despreció y enviándole una mirada de desdén a Hiromi.
-Un castigo duro, eso es lo que quiero para esta mala mujer-escucharon que la voz de Yoh decía mientras lo veían acercarse con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
-Tendrá lo que se merece Yoh-respondió ante la petición la hermosa ainu un poco fastidiada por la insistencia del joven.
-Quiero crueldad-su voz estaba llena de crudeza-cero misericordia, la peor de las muertes...
Hiromi soltó un sollozo largo al escucharlo.
-Mi tribu la juzgara conforme nuestras leyes y se le castigara de esa misma forma-dijo Pilika haciendo un gesto de hastío con la mano.
-Y yo he dicho que quiero que se le castigue como al peor criminal-dijo elevando la voz.
-Pues entonces que se te castigue a ti también-argumento Ren que había permanecido en silencio al pendiente de las palabras que tanto Yoh como Pilika intercambiaron-No descargues tu irá y tu propio fracaso en una sola persona-le reprochó.
El shaman permaneció en silencio, golpeo con su pie el suelo con cansancio.
-Hagan entonces lo que quieran-dijo molesto antes de adentrarse a la casa.
-¡Miren!-exclamó el pequeño Manta al mismo tiempo que señalaba un enorme autobús que se estacionaba frente a la pensión.
Todos dirigieron su mirada a la puerta del camión que se abría con lentitud, de él descendieron tres jóvenes mujeres ataviadas con un vestido negro con franjas en forma de grecas bordadas en colores blanco y azul marino, seguidas de ellas otras tres muchachas bajaron del autobús pero estas llevaban vestidos rojos con bordados amarillos y naranjas, de tras de ellas tres jóvenes vestidas con blancos vestidos con bordados en forma de copos de nieve en plateado les sucedieron y por ultimo otras tres jóvenes las siguieron pero ellas engalanadas con un vestido azul cielo con pequeñas cuentas de color verde agua incrustadas en sus vestimentas, estas doce jóvenes formaban el consejo ainu, se colocaron en dos filas, hicieron una reverencia y llamaron a Pilika.
-Has hecho un buen trabajo-murmuró una de las jóvenes que traía puesto un vestido negro-Has cazado al armiño más hermoso de todos Pilika.
-Gracias honorable cónsul-respondió con una sonrisa inclinándose con respeto.
-¿Y bien donde esta nuestro blanco armiño?-pregunto una de las mujeres que llevaba un vestido blanco con una sonrisa malévola adornándole el rostro.
Pilika dio una segunda reverencia antes de retroceder y jalar con suavidad del brazo a su prima que optó por una mirada llena de arrogancia y altanería al verse frente a aquellas que la juzgarían.
-¡Miren nada más a la orgullosa zorra de las nieves atada y amordazada como cualquier animal!-se burlo una de las mujeres que llevaba los largos y negros cabellos atados en un soberbio moño.
-¡Que gusto será juzgar a la arrogante mujer de la hermosa tierra de la nieve!-exclamó una joven de cabellos color aguamarina que los llevaba sueltos y ondeaban con suavidad con el viento, semejando el ondulante movimiento del agua.
-Será un juicio en extremo divertido y excitante-dijo con una sonrisa otra de las jóvenes, esta tenía el cabello rojo como el fuego.
-Pero que hable la acusada, que se diga que los ainu dan derecho a la replica-dijo una de las jóvenes vestida de azul en tanto soltaba una carcajada divertida.
Pilika sonrió un tanto incomoda ante el marcado sarcasmo que las chicas estaban manejando, lentamente desato la mordaza que cubría la boca de su prima.
-¡Par de locas, brujas, degeneradas!-les grito en cuanto se vio librada del pedazo de tela.
-¡Escúchenla chicas, oigan a la "señorita moralidad"!-ironizó una de las jóvenes de vestido negro mientras se reía con diversión.
-Adivinen quien soy-pidió una de vestido rojo en tanto se tragaba su risa-Soy la más bella, merezco un lugar mejor, un hombre mejor-dijo con voz chillona.
Las demás jóvenes soltaron sonoras carcajadas y gritaron a una misma voz:
-¡Hiromi, eres Hiromi!
-Disculpen señoras-les interrumpió Horo Horo en tanto se aclaraba la voz y se acercaba con cautela a ellas-¿Y las ancianas?, ¿No iban a ser ellas las que juzgaran a Hiromi?
-¡Oh las honorables ancianas!-dijo una con pesar y respeto-Ellas no hubieran aguantado este viaje, por eso les pareció buena idea que nosotras como parte del senado viniéramos y nos divirtiéramos un poco-un brillo malicioso salió de sus verdes ojos.
-Además, la gran matriarca dijo que las jóvenes solíamos ser más... como decírtelo... más...
-... Especiales a la hora de castigar vanidosas-completó una hermosa chica de vestido blanco con los ojos violetas.
Y una vez más las doce muchachas rieron con sonoridad.
-Me niego a ser juzgada por ustedes, bola de montoneras, envidiosas- dijo Hiromi con despreció-Las ancianas son las encargadas de juzgar no las EMPLEADAS-dijo con desprecio.
-Y no se le quita lo alzada-dijo con falso reproche una chica de cabellos verdes.
-Deberías ser más respetuosa hermanita-le reprendió una hermosa joven de blancos cabellos y profundos ojos azules.
-¡Tú cállate Kagome!-gritó-Si has llegado a cónsul es porque te has acostado con todos los hombres importantes de Hokaydo.
-Jó, jó, jó Hiromi- bromeó Kagome-Mira quien lo dice, la arrogante mujer que se casaría con el gran shaman king ¿dime hermana donde esta tu salvador?
Hiromi apretó los dientes y las miró desafiante.
-A propósito del rey shaman, ¿dónde esta?-pregunto una chica de vestido rojo-Las del consejo nos enviaron a rendirle respeto.
-Me temo que por el momento, Yoh Asakura no podrá recibir esos respetos-dijo Ren con seriedad-Esta muy ocupado en reorganizar su cosmos personal, que no halló conveniente el molestarlo.
-¡Que pena!-exclamó la misma joven-Supongo que usted le hará llegar nuestros respetos-le guiñó un ojo a Ren y luego giró para llamar a las demás jóvenes-¡Chicas, los respetos!
Las muchachas subieron prestas al autobús y cada una fueron bajando con grandes y costosos presentes para el shaman King.
-Hay ropa para él y su honorable esposa-dijo una chica de largo cabello rubio-Toda hecha en Hokaydo y bordada a mano.
-Y para su pequeño hijo, los artesanos de nuestro país le han tallado este hermoso caballito de madera para que el pequeño pueda divertirse-dijo con ternura Kagome.
Y así fueron presentado desde tapetes hasta elaborados diseños de joyería y orfebrería y todo para...
-Honrar al hombre que trae paz y le da luz a la tierra-dijeron al unísono todas las mujeres.
Horo Horo arqueó una ceja confundido y Ren tuvo que aguantarse la risa y las ganas de exclamar "si como no, sino puede darle luz y paz a su familia menos se la dará a la tierra", pero ese sería un gesto de descortesía, además que aquellas mujeres no tenían porque enterarse de los acontecimientos pasados en la vida de Yoh, o se creía hasta que...
-Señoras pero asesinato no es el único delito cometido-dijo Pilika con solemnidad.
El grupo de las doce se miraron confundidas unas con otras.
-Explícate Pilika-ordenó una chica de vestido azul.
-Pues verá, aquí cometió el delito de causarle prejuicio a un inocente, el shaman king y su esposa se hallan disgustados por obra de Hiromi y el pequeño Hana sufre, un inocente sufre por el mal proceder de esta mujer.
Las jóvenes abrieron los ojos enormemente e hicieron gesto de reproche.
-Eso también esta penado, causarle pena a un inocente, ¡A un bebé!-dijo una con despreció.
-Por eso el shaman King ha pedido que...
-Se le juzgue honestamente y se le castigue conforme a sus normas y reglas honorables señoras-le interrumpió Ren a Pilika y con la mirada le pidió que se mantuviera callada.
-¡Oh claro que se hará así!, Si eso es lo que el rey shaman a pedido eso se hará, Mira que después que esta le destruyo el hogar pedirle un juicio honrado, ¡Qué magnánimo es!-exclamo asombrada Kagome.
-No es magnánimo-corrigió Ren haciendo un gesto de desdén-Solo quiere que se haga lo justo.
-¿Es usted su vocero?-pregunto la joven del moño apretado.
-Algo así-respondió.
Hiromi permaneció callada no le convenía desmentir a Ren y decir lo que en realidad era el joven chino de Yoh, porque sabía que entonces le diría adiós a su juicio justo.
-Pues bien, en vista que ya tenemos a nuestra presa cazada nosotras nos vamos-dijo Kagome-a propósito Pilika, las del consejo han decidido recompensarte, así que puedes quedarte aquí hasta que Horo Horo decida regresar, nosotras nos haremos cargo de Hiromi, diviértete-se despidió con una sonrisa y subió al autobús seguida por una chica vestida de negro y una de rojo que conducían entre empujones e irónicos comentarios a Hiromi dentro del camión.
Cuando todas hubieron subido, el vehículo arranco y se perdió en las térreas calles de Funbari.
--CDE--
Anna había contemplado todo desde la ventana de su habitación y de sus ojos jamás se borro la mirada rencorosa pero dentro de ella se le encogió el corazón al ver como aquella mujer era tratada por las demás mujeres de su tribu, ¡Bien merecido se lo tenía!, es cierto, pero sentía lástima al imaginar como seria su juicio y peor aún su sentencia. A pesar de todo el daño que le causo, la muerte era algo que no le deseaba ni a Hiromi ni a nadie (a excepción de Hao años atrás, pero por obvias y justas razones), tal vez unos cien azotes con cuerdas mojadas serían suficientes, ¿pero matarla?, No, en definitiva no podría desearle eso.
Hana se entretenía chupando el borde de la manta donde estaba sentado, se hallaba aburrido y con ganas de salir al jardín al ver el alboroto que se traían los adultos de afuera, tal vez encontraría ahí a su papá y juntos rodarían por el pasto, lo elevaría por los aires y lo haría reír mucho.
Llamaron a la puerta pero tanto como Anna como Hana tan absortos se hallaban en sus reflexiones que no se percataron que el intruso se adentraba a la habitación y sonreía abiertamente.
-¡Hana!-exclamó alegre, haciendo saltar a madre e hijo del susto.
El bebé volteó con presteza y sus labios esbozaron una tierna sonrisa en tanto sus ojitos brillaban con regocijo. Anna reacciono algo tarde y para cuando se dio cuenta Hao ya tenía en sus brazos a su hijo.
-¡Hao Asakura te ordeno que sueltes inmediatamente a mi hijo!-gritó enfadada.
-No te sulfures Anna-dijo mientras mecía al pequeño en sus brazos e ignoraba la cara furiosa de la rubia.
-¡Es que no tienes dignidad ni decencia!-le reprochó.
-Oh, claro que los tengo CUÑIS-le sonrió a Hana antes de elevarlo por los cielos y sacarle una sonora carcajada.
-Hao por favor deja a Hana, él debe acostumbrarse-pidió bajando la voz.
-¿Acostumbrarse, a qué?-pregunto.
-A que ustedes ya no estarán más con él.
-No lo estaremos porque TÚ no quieres que estemos a su lado y sinceramente estas en un grave error.
-Mira Hao, no te pedí tu opinión, lo que haga o deje de hacer ya no le compete a los Asakura.
-¿Y de verdad crees que mi abuela te dejará ir con Ren Tao nada más por tu linda cara? Já, ilusa-le hizo un gesto cómico a Hana y el niño rió.
-Eso ya lo solucionare más tarde mientras ya no deseo que ni tú ni Yoh se vuelvan a acercar a mi hijo-avanzó los pocos pasos que le separaban de Hao y le arrebato con suavidad a Hana de los brazos.
El pequeño quedó confundido unos instantes para después hacer un puchero que se convirtió en instantes después en llanto, sus bracitos intentaban safarse de los de su madre y constantemente los extendía hacía Hao.
-Ves, ves lo que provocas-le espetó al shaman.
-Yo no, tú eres quien le provocó el llanto, la que se lo provocara años más tarde cuando crezca sin padre-arremetió Hao con tranquilidad.
-Eso no es cierto-se quejó-yo lo único que quiero es el bienestar de mi hijo.
-¿Estas segura que es estando lejos de su familia lo que le augurara la felicidad?-pregunto cruzándose de brazos.
-Sí, exactamente, lejos de los Asakura, lejos de esa familia que solo desgracias le ha traído a mi vida-contesto con antipatía.
-¿Desgracias Anna?, no yo no lo creo así, ellos te dieron techo, te enseñaron una gran profesión, te hicieron parte de su familia, te quieren, te criaron y...
-Y me casaron con un desgraciado-terminó con tristeza.
-Todos cometemos errores Anna, ¿por qué no le das una oportunidad?
-¡Otra!-exclamó sonriendo-No ya no, me ha hecho demasiado daño como para perdonarlo, primero se va y luego mete a la casa a su amante, ¡Bajo el mismo techo en el que tenía a su hijo y esposa!-grito indignada-¡Pero claro!-ironizó- tu estas de su lado porque eres su hermano y toda esta platica es para tratar de convencerme de que lo escuche, que le perdone, ¡Porque diantres no viene él mismo y me enfrenta como lo que es: un hombre!, no, tiene que enviar a su hermanito a que le haga el favor ¿no?
-Por supuesto que no-dijo Hao frunciendo el ceño-Y si Yoh no viene y te enfrenta es porque, tu orgullosa criatura no lo dejas ni hablar, yo no vengo porque quiera ayudar a Yoh sino porque no deseo que cometas tu un error grande, un error que le dañara profundamente el alma a Hana.
-¿Y tu que sabes de errores?-pregunto enfadada-¿Qué sabes de arrepentimientos? ¿De dolor, de sufrimiento?
-Mucho más de lo que tú sabes-contesto con seriedad-Anna tu crees que yo no siento ¿verdad?
-¡Ah sientes!-dijo mordaz-Ahora resulta, después de querer destruir a toda la humanidad completa, el señor dice que siente-le sonrió a Hana-escuchas hijo, el poderoso Hao Asakura siente-el bebé miró a su madre confundido.
-Aunque te burles es verdad-Hao hablo con serenidad-Si me arrepiento de haber hecho todo lo que hice, porque había otros medios, siempre hubo más caminos que el que yo escogí y eso es lo que más coraje me da que yo escogí llenarme de rencor, de resentimiento, de rabia contra el mundo entero y por construir mi mundo y mi vida alrededor de una absurda venganza me olvide de las cosas bellas de la vida: contemplar la magia de un atardecer, ver la aurora al amanecer, contemplar la belleza que nos ofrece la noche, aspirar el aroma de una flor, sentirse enamorado-a cada frase la expresión de Anna se suavizaba-caminar por la vereda verde llena de flores, escuchar el armonioso sonido de las olas del mar al chocar contra la arena, nadar en el río, sentirse libre, ser feliz-suspiró-todo eso lo dejé de lado por evitar que se me hiciera daño. Hasta ahora cuando los grandes espíritus me dieron la oportunidad de regresar... Anna ¿puedo confesarte algo?
La itako asintió con la cabeza.
-No sabía cuan maravillosa era la vida hasta que me morí-ella pareció turbarse un poco-al ver a mi hermano rodeado de amigos, llenó de fe y con una sonrisa eterna en los labios descubrí que me estaba perdiendo de todo eso y por eso decidí dejarme vencer.
Anna abrió enormemente los ojos.
-Dejé que Yoh me derrotara porque no le encontraba ya sentido a mi vida, ¿para que peleaba?, Por un lugar mejor-sonrió con melancolía-pero de que me servía un mundo perfecto si yo no lo era, sí mis súbditos estaban conmigo por miedo no por cariño y estima.
-Hao-murmuro la rubia.
-Piensa Anna, no te es bueno dejarse llevar por el odio y el rencor es mejor buscar la redención en uno mismo, no dejes tu felicidad a un lado solo por que tu caprichoso orgullo te dicta que te hagas la digna, hazlo por ti y por Hana, bien te dejó sola-dijo antes de salir y dejar a Anna sumida en profundas reflexiones y dudas.
-Todo se lo tragó-río por lo bajo-Una y faltan dos.
--CDE—
-Ren ¿puedo hablar contigo?-pregunto el robusto ainu en cuanto hubieron metido todos los "respetos" y los ánimos se animaron con una refrescante bebida de jamaica.
-Sí, claro-contesto el chino cruzándose de brazos y no tomándole importancia.
-¡Eres un idiota!-le grito Horo antes de darle un fuerte puñetazo que hizo que se tambaleara debido a la sorpresa y la potencia del golpe.
-¡Pero que demonios te pasa Horo Horo!-vociferó ofuscado.
El ainu sonrió débilmente en tanto se sobaba su mano.
-Solo quiero que despiertes y veas que hay más allá de tu nariz Ren-explicó Horo, le dio una ultima sonrisa y se adentro a la casa para beber un poco de agua.
-Esta loco-murmuro para sí Ren-Que vea más allá de mi nariz ¿eso qué?
Pronto el viento sopló con fuerza, haciéndolo estremecer, su mirada recorrió cada rincón de la pensión hasta posarse y entretenerse en la ventana que daba a la cocina, observo, Manta y Ryu reían y chocaban sus vasos, Pilika regañaba a Horo Horo por querer comerse el pastel y Tamao sonreía con dulzura, su vista se clavo en esta ultima persona, vio dulzura, serenidad, ternura... una delgada y bien formada figura, cabellos perfumados, piel blanca y tersa...
-Tamao-murmuro confundido.
--CDE—
-Bien Yoh, ya te puse la comida en bandeja de plata ¿qué es lo que harás?-pregunto Hao mientras se paraba a lado de Yoh en la terraza.
-¿A que te refieres?-pregunto el aludido a su vez con aburrimiento, sus brazos en la barandilla y sobre sus manos descansaban sus mejillas.
-Pues que ya hable con Anna-dijo Hao posando sus manos en la cintura.
-¡Que bien por ti!-exclamó con desgano-Al menos Tú si pudiste hacerte escuchar-y entornó los ojos hastiado.
-A ver ¿Qué demonios te pasa?-cuestiono un poco irritado.
-Pues que va a pasarme, todo lo he perdido, Anna me odia y no permite que vea a mi hijo, Ren me puso en ridículo esta mañana, la abuela va a matarme cuando se entere de todo, y tu todavía preguntas que, qué me pasa-respondió mordazmente.
-¡Que no estas escuchando!-se quejó-He hablado con Anna.
-¿Y?
-Y que le aventado todo un choro mareador que la ha puesto a pensar, este es el momento para que tu entres en acción-explicó Hao con una sonrisa.
-¿Y que quieres que haga?-pregunto Yoh evidentemente cansado y frustrado después de tanto rechazo.
-De verdad Yoh que hoy estas de un imposible-gruñó-¡Si serás bestia!, Deja atrás esa absurda dignidad y flojera y actúa hombre ¡Actúa!
-¿Quieres que deje mi dignidad?-pregunto soltando una irónica risita-Créeme, ya no tengo dignidad como para dejarla.
-¿Entonces Animal?¿Por qué no te rebajas aún más?-pregunto confundido.
-Porque ya no puedo-contesto harto-Que no ves que ya, ya no quiero luchar, ya no más, ya, ya no puedo con tanto en mi alma, estoy harto de que Anna me grite cada vez que intento hablarle, se suelte a llorar y me eche en cara una y otra vez lo de Hiromi, hablar con ella es la muerte máxima de mi dignidad, dime ¿por qué tengo que ser yo el que se tiene que humillar, aceptar que estoy equivocado e implorar perdón?
-¿por qué cometiste tú el error, quizás?-Hao frunció el ceño y apretó los labios.
-Sí y estoy conciente pero porque Anna no deja atrás ese bendito orgullo suyo y me escucha, yo solo deseo decirle la verdad en el asunto con Hiromi, ya no puedo más Hao, ya no-se paso su mano izquierda por la cara en señal de fastidio-Quiero arreglarlo y nadie me permite hacerlo, yo de verdad estoy cansado, exhausto mental y sentimentalmente.
-Pues entonces yo sé de algo que te animará-dijo Hao con un brillo malicioso en los ojos.
Lo tomo de los hombros y lo obligo a levantarse y a rastras lo sacó de la pensión.
-¡Hao suéltame!-gritó enojado-¿a dónde me llevas?
-Pues a donde más-respondió su hermano girando la cabeza para mirarlo y sonreírle cínicamente-Vamos a un bar.
CONTINUARA...
Notas: Bien, otro lindo capitulo, este si me gusto mucho aunque creo que exagere demasiado con las chicas de consejo, en realidad estoy viendo la cultura romana en la escuela y todo este asunto de cónsules, senadores y demás me dejó un tanto traumada y al escribir y sin querer lo refleje, a propósito el capitulo anterior no salió la frase como quería, la frase del principio era esta: Un largo suspiro, convertido en sollozo... Espero lo hayan disfrutado(este chapter, Oh sí mucho ingles XD) y disculpen chicos que no conteste el día de hoy sus reviews, estoy muy cansada, tuve un largo ensayo el día de hoy (uso un vestuario del siglo XVIII con todo y corsé y es una tortura)pero bien ese es el precio por querer ser actriz, aún así agradezco a:
Lune I, Annami punk, Andrea k-16, Amadalua, Viosil Uab, Minamo, Hikari yuuko, Haruko-sama, Hana Dawn, Budam, Dark princess, Riku chan, Keiko sk, Idgie Jones, Keiko Asakura, Piki-miki, Indhira Morillo, Ghia Hikari, Riruyo Tao, Nanase, Seinko, Rikbiel, May sk, Xris, nyuu y Lian Black...
Por sus reviews y espero comprensión, muchas gracias, pero les prometo que en el próximo capitulo les contesto los de este y el anterior, cuídense mucho, hagan travesuras, portéense mal por mí, living la vida loca, vallan a un bar a ahogar las penas (pero que consejos doy a veces), no ya en serio, cuídense mucho, saludos a todos y nos vemos en el próximo capitulo, chao.
