Nueva nota de autora: En vista de que al fin he descubierto como subir mis archivos sin que se modifique el formato, vuelvo a subir este capitulo, y de paso aproveché para editarlo. Algunos de los cambios son sutiles y más que nada por la manía de atender los últimos detalles que heredé de mi ma. Pero al final me decidí por dar también magia a los personajes (en realidad escribí y volví a escribir el primer capitulo unas diez veces, la mitad agregando magia y la otra mitad quitándola y aun no me decidía. Pero al final gracias al consejo de una amiga, me decidí por la magia). Igual no hay demasiada diferencia y si no tienen ganas de volver a leer el prologo, pueden pasar directo al primer capítulo. Decidan ustedes… Mis más sinceras disculpas por este inconveniente.

N/A: ari ha vuelto!! Esta vez con un E/K, es que simplemente adoro esa

pareja, y tengo bastantes planes para ellos.(risa siniestra)

Enishi: ¿crees que es buena idea que ella sea la que escriba?

Kaoru: Oh, vamos. Dale una oportunidad.

Enishi: eso lo dices por no has leído ese condenado cuaderno que carga

siempre (se estremeció)

Ari: ¡Leiste mi cuaderno!

Enishi: No. (ari gruñe, enishi corre)

Kaoru: (dando un suspiro y negando con la cabeza) Ninguno de los personajes de Rurouni Kenshin pertenecen a Ari, son solo prestados para.

Enishi: ¡Torturar a pobres e inocentes psicópatas! (aun corriendo)

Ari: ¡vuelve aquí!(con una escoba)

Loco por ti

Prologo:

"Un trato"

-"¿Estás seguro de esto?" -Preguntó dudoso un alto hombre de ojos azules.

-"Por supuesto"- respondió otro hombre de sonrisa contagiosa, mientras daba la espalda a su amigo para alimentar a sus queridas aves. Las pequeñas criaturas trinaban con gusto dentro del vivero y lejos del frío congelante del exterior.

-"Mmm"- murmuró el primero negando con la cabeza gacha -"No se Oibore"

-"Oh!, vamos Suyo, ¿Qué puede salir mal?"- La sonrisa de Toshiro ´Oibore´ Yukishiro se hizo más pronunciada al ver como su amigo fruncía el ceño y sus ojos azules brillaban peligrosamente.

-"No me llames ´Suyo´, es nombre de gato"- replicó Kamiya Tetsuyo a la mención del odiado apodo del cual su amigo había tomado tanto afecto.

-"Lo s"- la sonrisa del Sr. Yukishiro se hizo aun mayor, si es eso era posible.

A estas alturas Kamiya sentía unas ganas impresionantes de hacer algo que sería digno de su pequeña hija de seis años, romper una boken sobre la cabeza de Toshiro.

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Lejos del vivero, pero aun en el enorme jardín que lo rodeaba, ahora cubierto de una espesa capa de nieve. Se encontraba un niño, de tal vez unos siete años, era bastante alto para su edad y su cabello oscuro resaltaba contra el manto blanco que era la nieve; estaba recostado por un frondoso árbol y sumergido en la lectura un libro de cuentos. Hasta que el sonido de alguien aclarándose la garganta lo hizo levantar la vista, para encontrarse con la figura de una tierna niña de larguísimo cabello negro y enormes ojos azules. Enishi levantó una ceja a modo de pregunta, había tenido un largo primer día de escuela y no estaba precisamente del mejor humor.

-"Hola"- al no recibir ninguna respuesta, Kaoru continuó rápida -"Verás. No encuentro el vivero"- un suave rubor cubrió sus mejillas al decirlo. Su padre le había advertido que no se alejara demasiado, pero el jardín en todo su blanco y misterioso esplendor había sido demasiado tentador, y ahora estaba perdida, pero su orgullo le impedía explicar todo esto.

Enishi simplemente la miró con sus ojos turquesa brillando con picardía. Encogió los hombros, como diciendo '¿y a mi qué?', mensaje que Kaoru captó perfectamente, haciendo que sus ojos brillaran con indignación.

-"Bueno, estaba esperando que me ayudaras, ya que pareces conocer este lugar bastante bien"- dijo la menuda niña colocando los puños en sus caderas.

-"Vivo aqui"

Al escuchar esto la postura de la chiquilla se hizo más relajada por un instante, claro que se volvió rígida luego de escuchar la continuación.

-"Pero no por eso esperes que te guie"- y con eso el niño volvió su mirada clara a su libro, su voz adquiriendo, según Kaoru, claro está, un detestable tono indiferente.- "No es mi culpa que seas tan tonta como para perderte"

-"Bueno, no es mi culpa que esta casa sea ridículamente grande"- espetó la niña, con los puños cerrados, y su temperamento por fin tomando el mando

-"Eso solo prueba que eres el doble de tonta por alejarte tanto"- su tono seguía siendo indiferente, aunque una sonrisa burlona se dibujó en sus elegantes facciones.

Kaoru separó los labios, lista para empezar una batalla verbal con el insufrible niño cuando algo que había dicho la detuvo.

-"En serio estoy muy lejos"- preocupación súbitamente invadió su voz infantil.

La única respuesta que recibió de parte del niño fue una sonrisa entre enigmática y burlona. Resoplando furiosa dio media vuelta y se alejó con pasos fuertes y los puños apretados. La sonrisa de Enishi se hizo aun más burlona al ver a la pequeña alejarse, definitivamente molestarla había alegrado su día, aun divertido volvió a su lectura.

-"no es mi culpa que seas tan tonta para perderte"- refunfuñaba Kaoru imitando a Enishi en una voz pizpireta, cuando un súbito pensamiento la detuvo en seco, un brillo travieso apareció en sus ojos haciéndolos relucir como zafiros, y una sonrisa traviesa, casi siniestra, se dibujó en su rostro infantil. Cualquiera que conociera a Kaoru ya se habría mandado a mudar bastante lejos al ver esa expresión. Pero Enishi no tenía ni idea de en qué se había metido y seguía concentrado en su libro, mientras la pequeña figura de Kaoru avanzaba con agilidad felina hacia su presa.

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-"Buenas tardes, señorita Tomoe"- saludó el mayordomo, a la bella joven que acaba de ingresar a la mansión. Tenía unos catorce años y ya emanaba la elegancia que tendría una distinguida dama de sociedad.

-"Buenas tardes, Jacques"- lo saludó mientras se despojaba del abrigo que llevaba. Acababa de llegar del colegio elite al que asistía, hoy comenzaban sus vacaciones de Navidad -"¿Sabes donde está mi padre?, quisiera saludarlo"

-"Se encuentra en el vivero, discutiendo aquello delicado con Kamiya sama"- respondió Jacques, alcanzándole una taza de cocoa caliente- "¿Gusta?"

-"Gracias"- dijo Tomoe aceptando la taza -"¿Y…

-"El joven amo está en el jardín este. y si no me equivoco se topará con el asunto delicado en cualquier momento"- había un brillo burlón en el rostro del viejo mayordomo. Siempre había sido muy perspicaz, y algo le decía que aquella encantadora niña de impresionantes ojos azules era justo lo que su pequeño señor necesitaba.

-"¿Crees que padre esté en lo cierto?"- Tomoe soltó un suspiro, la verdad tenía algunas dudas sobre todo esto.

-"Solo podemos observar, señorita"

Ahogando otro suspiro la joven asintió con la cabeza y se dirigió a sus aposentos para una merecida ducha tibia.

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Blanco y más blanco cubrió la vista de Enishi, cuando la nieve acumulada en las ramas se precipitó hacia él. Maldiciendo se paró de un salto y sacudiéndose con furia, levantó la vista al sentir a alguien; efectivamente se encontró con aquella niña, que lo veía de una forma demasiado inocente.

-"Corre"- gruño Enishi con los ojos turquesa brillando peligrosamente. Kaoru solo guiño un ojo traviesa antes de lanzarle una bola de nieve, pronto comenzó la batalla.

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Al abrir la pesada puerta del vivero, ambos distinguidos magnates recibieron unas bolas de nieve en el rostro.

-"¡¿Qué demonios?!"- dijeron al mismo tiempo apartando la sustancia fría de un manotazo.

Al aclarar su vista se encontraron observando una impresionante batalla entre los niños, mitad artes marciales, mitad bolas de nieve.

-"¡Kaoru!"- llamó Kamiya con la voz autoritaria con la que comandaba casi

la mitad de la ciudad

-"¡Enishi!"- llamó también Yukishiro su sonrisa ausente por un segundo. Él

comandaba a la otra mitad de la ciudad.

-"¡¿Qué?!"- respondieron ambos niños al unísono, y sin apartar la vista uno

del otro, retrocedieron y de un salto se metieron entre los árboles, para luego lanzarse por los aires una contra el otro, pero fueron detenidos a un metro de distancia del suelo por sus padres, gracias a un práctico embrujo congelante.

-"¿Si papi?"- preguntó Kaoru con fingida inocencia.

-"Enishi, ve a la casa"- le ordenó su padre, con aquel tono de voz que no daba lugar a peros. A regañadientes Enishi se retiró apenas pasó el efecto del hechizo, no sin antes dirigir una mirada a la niña que decía claramente 'esto aun no ha terminado, enana', la de ella respondió 'por supuesto que no, baka'

Mientras ambos niños se retaban a muerte con las miradas, Kamiya se dirigió a su amigo levantando una ceja un tanto escéptico.

-"Que podría salir mal, ne?"

-"Nada que no tenga solución"- respondió Yukishiro con su habitual sonrisa.

-"Nos vemos Oibore"- se despidió Tetsuyo con un suspiro y alzando a su hija.

-"Nos vemos, Suyo"- de nuevo burla se dibujó en su sonrisa mientras su amigo entornaba los ojos y emitía una especie de gruñido.

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Y? que piensan, tonto, descabellado, magnifico?. En realidad no estaba muy segura de cómo hacer a los padres, así que les di un poco de la personalidad de sus hijos. Ah! Y Jacques el mayordomo tendrá bastante importancia, será algo así como el personaje que hace que los protagonistas pisen tierra. Bueno, algo así.

Bye

ariana