Horokeu de Ren
Cap.1: Heroísmo, Honor y Gloria
Y este es el capítulo segundo, y no tengo nada en contra de los soldados…era un recurso literario, sólo eso.
Reino de Lebana
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"Pero señorito Nichrom, tiene que buscar a una esposa, es la regla" dijo muy preocupado Kalim, el paje del príncipe Nichrom.
"Ya lo sé" respondióle este condescendiente. "Es que yo...no estoy listo para una esposa".
El príncipe Nichrom era una persona muy amable, comprensivo y complaciente con las personas del castillo y muchas veces daba una generosa cantidad de dinero, además del de su padre, al limosnero para que repartiese entre los pobres. Tan buena persona era, que todos en la reino de Lebana amaban al príncipe Nichrom aún más que al propio rey, Chrom.
Increíble era pensar siquiera que el príncipe hubiese cometido semejante atrocidad...
Hacia apenas unas semanas de la muerte de la princesa Tamao y sin embargo, el pueblo parecía estar ni lo más mínimamente interesado o al menos enterado de esto, siendo que se había hecho un gran escándalo al momento de la noticia y tan sólo en unos pocos días todo había sido olvidado. Quizá solo era nacionalismo,... o quizás sólo era preferencia por el infante...
Debido a los evidentes problemas entre Canaan y Lebana, el rey Chrom y el rey En habían arreglado el matrimonio de Nichrom y Tamao... quien imaginaría que sólo desencadenaría otra guerra más.
"Kalim" después de un largo rato de silencio, Nichrom habló.
"Dígame señorito" respondió Kalim, tan amable como siempre.
"Lleva esta carta a la reina" dijo él entregando un sobre color crema con sello de cera color rojo custodiándole.
"Si señorito" y Kalim salió de la habitación cerrando la puerta y dejando al príncipe en soledad.
El silencio reinaba en su habitación, los colores anaranjados y rojizos de la tarde desaparecían, ya comenzaba a obscurecer.
En el escritorio estaba Nichrom escribiendo otra carta. Esta vez para alguien más, alguien del reino de Nefisesim, para un príncipe del reino de Nefisesim.
"Ohhh, mi amado¿cuando llegaste? No te he oído entrar"
"¿Que dices, no puedo oírte bien...?"
"Ahhh, pero claro que lo haré pagar, como lo hice con ella"
"Ven aquí, Lyserg, a mi lado; eso es, abrázame fuerte..."
"Mas fuerte todavía..."
"¿Tu crees?"
"Entonces solo hay que matarlo a él..."
"Lo destrozaría, como lo hizo conmigo..."
"Lo sé, mi amor, lo sé"
"Es tarde...seria mejor descansar...sí"
Unos minutos mas tarde, Kalim llamo a la puerta y al no recibir respuesta, entró.
"¿Señorito...?"
Al entrar, vio que el escritorio estaba salpicado y escurriendo de tinta negra al igual que el piso, la silla estaba tirada, como también varios papeles; las sábanas estaban revueltas y el aludido no estaba en ningún rincón de la espaciosa habitación de aquel.
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Reino de Canaan
"?Horo-horo!"
Se hoyo el ruido de vajillas cayendo al suelo y rompiéndose a la vez.
Un muchacho peliazulado, con un trapo viejo y semiblanco atado a su frente y sosteniendo sus cabellos, vestido con ropaje viejo y de un descolorido color azul, corría a través de los pasillos del castillo mientras dos cocineras y una ayudante iban tras de él.
Parecía que las mujeres nunca se cansarían, pues ya llevaban un buen rato corriendo y estaban alcanzándolo ya.
Sin embargo él no se daría por vencido tan rápido, tenía muchos asuntos que atender y este era apenas el primer paso.
Su hermana...
Habían pasado el salón principal, las escaleras a las torres estaban ya cerca, y eso significaba que pronto llegarían a las habitaciones reales.
No había que temer, él se había apiadado de Horo-horo, lo había visto en sus ojos; la mirada no miente, eso es un hecho. Conseguiría su libertad a como diera lugar, no había nada más importante en ese momento que su hermana. No podía abandonarla, sobre todo dejarla en manos de soldados; todos saben que es lo que hacen los soldados a las mujeres prisioneras, ellos sólo quieren una cosa, y por si fuera poco, una vez que hubiesen 'terminado' siempre las mataban, siempre. Y él no iba a dejar que eso sucediese, nunca y menos a Pilika, su misma sangre...
Tenia que salir de allí lo más pronto posible...y él le cumpliría su deseo...
Había visto al príncipe subir por esas escaleras y meterse a alguna habitación de ese pasillo la noche anterior.
Es ahí, pensó al ver una puerta conocida.
Para su suerte, una de las cocineras se había tropezado en las escaleras y había retrasado al las demás, dándole tiempo a Horo-horo para realizar su plan.
Trato de abrir la puerta, pero estaba cerrada, la forzó un poco y cayendo en desesperación, se abalanzo contra ella abriéndola de golpe y exaltando al habitante del aposento.
"¿Que demonios haces aquí?" pregunto Ren visiblemente irritado.
Pero en lugar de que Horo-horo le respondiese, se lanzó y se arrodilló a los pies del príncipe y con un lastimero tono de voz, le dijo"Su alteza, por favor"
"¿Qué es lo que quieres?" preguntó de nuevo, mas irritado aún.
Horo-horo pausó y con sus engrilletadas manos tomó la parte inferior de los pantalones del príncipe y casi como un lamento díjole "Por favor alteza, ayúdeme, por favor..."
En ese instante, las tres mujeres entraron a su habitación deteniéndose inmediatamente al ver a quien pertenecía aquel lugar.
Hubo silencio, pero finalmente, la cocinera que estaba al frente, habló "S- su majestad..."
Pero antes de que pudiera seguir, Ren la interrumpió " ¿Y a qué se debe su atrevimiento?"
" Pe-pero s-su majestad... ese muchacho... su ha-habitación..."
"Yo le di permiso de entrar" cruzo los brazos mientras las veía amenazadoramente...
"¡Pero su majes!"
"¡No me levantes la voz, nadie puede hacerlo y menos alguien como tú...!"
"S-si su majestad" dijo por último la cocinera, quien ahora estaba con la cabeza gacha y sin valor para mirar al príncipe.
"Además..." continuó y para la sorpresa de Horohoro, dijo "el es MI esclavo y puedo hacer lo que se me de mi real gana con él"
Y por si no fuera poco.
"¡Guardias!"
De inmediato unos tres hombres llegaron a la puerta del cuarto del príncipe y esperaron órdenes de aquél.
"Llévensela"
"¡Su majes!"
Horohoro observó como se llevaban a sus perseguidoras, sonrió pérfidamente.
Pronto iría con su hermana...
Pilika...
TBC
