Horokeu de Ren
Cap.5: Breve encuentro
Y ahora...el Fic.
"¿En dónde pongo esta madera?" preguntó Horokeu, que cargaba unos maderos.
Era un bonito día en la diminuta aldea en donde Horohoro se hospedaba.
"Haz un montón con esos otros y ponlos allá" señaló el hombre.
Horohoro, feliz, hizo lo que el anciano le había dictado. Hacía tres días que estaba con el hombre y podía decirse que se la estaba pasando de maravillas, excepto por cierta personita que había dejado en cierto bosque...
Se llamaba Yomei y era una persona muy divertida; así que Horohoro, con el nombre de Yoh, había pensado quedarse allí más de lo que había planeado, de todas formas era bueno ayudar a las personas de vez en cuando.
Horokeu dejaba la madera en donde estaban los demás montones cuando oyó como el hacha y la madera golpeaban el suelo, haciendo que este volteara violentamente para encontrarse al señor Yomei yaciendo en el suelo inconsciente.
"¡Señor Yomei!" alcanzó a decir.
De los tres días que había estado en la casa del señor, cada día, este se había estado desmayando diario, y por lo menos dos o tres veces al día, tosía mucho, tenía siempre tan poca hambre, fiebre y estaba muy delgado.
Horohoro, con las pocas habilidades de cocina que Dios le había dado, medio preparó una especie de potaje que pretendía darle al señor Yomei cuando despertara.
Aun en la cocina, oyó los fuertes tosidos del hombre, y suponiendo que estaba despierto decidió, ir a revisarlo; sólo que cuando trato de entrar, el señor Yomei se le adelanto saliendo por la puerta sin oportunidad de dejarle ver la habitación siquiera.
"Ahh, quita esa cara de preocupación, hijo, no pasa nada" exclamó.
"Pero, señor, usted acaba de desmayarse otra vez" replicó aquél.
"Es algo normal; mejor será que nos pongamos a trabajar antes de la puesta del sol"
"Por lo menos descanse" dijo preocupado "yo haré el trabajo si usted lo desea".
"No puedo dejarte hacer eso"
"Por favor señor, permítame, es lo menos que puedo hacer"
Así, el señor Yomei comió el potaje que Horokeu le había preparado y tomó una siesta.
Horokeu, por otro lado, trabajó como esclavo (jejeje) hasta que la tarea hubo sido completada.
Como la cabaña del señor sólo constaba de una habitación y una sala, en donde se encontraba una chimenea, Horohoro dormía al lado de la chimenea con un grueso cobertor que el hombre le había dado. No era mucho, pero había estado en situaciones peores.
La noche había caído ya y como no había señales de que el señor Yomei estuviera despierto, salió a tomar la brisa nocturna y pensar.
/Que aldea tan tranquila/
Ahora que lo mencionaba, en los tres días en que había estado en aquel lugar, no había visto a los demás habitantes que se supone deberían vivir. Al principio no le importó en absoluto, pero después...comenzó a dudar... No del señor Yomei, claro está; pero ¿era normal estar en una aldea, por pequeña que fuese, en donde sólo habitara un hombre que vivía solo y se desmayaba prácticamente siempre?
-
El sol se ponía en el horizonte salpicando el cielo de manchas naranjas y rosas.
"Yoh" se oyó una voz acongojada.
"¿Qué sucede?" preguntó el aludido a su prometida de nieve.
"Regresaremos a Canaan" ofertó la rubia sabiendo que no podría negarse.
"No" replicó simple el novio.
"¿Qué?" cuestiono la chica pidiendo explicaciones con su expresión.
"Porque presiento que algo grande...va a suceder"
Y se aparto de su prometida denotando el poco interés que tenía en ella.
La princesa Anna miró a su futuro esposo desvanecerse por el pasillo.
Ella lo sabía, y lo sabía muy bien. Todo era culpa del heredero al trono.
Y lo pagaría.
-
A la mañana siguiente despertó con el olor del extinto fuego de la fogata. Horokeu se incorporó algo amodorrado y pensó que lo mejor era preparar el desayuno al señor Yomei. Cuando hubo terminado, entro en la habitación del hombre para encontrar que estaba vacía.
Miro a su alrededor, y vio que las sabanas de la cama donde se suponía el hombre debía estar durmiendo estaban manchadas de sangre...
Horohoro, algo asustado, salió de la cabaña y vio que el señor Yomei estaba tirado inconsciente con algunas manchas de sangre a su alrededor...
"Se...ñor..." balbuceo para si mientras su mirada se emblanquecía y se llenaba de terror...
Corrió había el hombre y vio que no respiraba, tampoco tenia pulso. Entonces el señor Yomei estaba...
-
Horohoro miró el estado de la cabaña y miro las demás. Se había dado cuenta ya de que las demás estaban vacías, pero no se había preocupado en preguntar porque al señor Yomei...pero al ver las manchas de sangre, se dio cuenta.
Tuberculosis...
Entro en las demás casas y vio los cuerpos de los otros habitantes. ¿Pero porque el señor Yomei no se había ido de allí? Y ¿Por qué no le había dicho lo que pasaba en la aldea?.
Esto si era grave, pudo haberse contagiado ¡y su hermana¿Qué haría!. Salir de allí, lo más pronto posible, era una semialdea con una epidemia de tuberculosis.
Decidió darle sepultura al cuerpo del hombre e irse de allí.
-
El campamento de los soldados estaba por partir, y lo único que dejaron a su paso fue un tierno cuerpo de una dulce muchacha.
-
Kororo estaba amarrada en la parte trasera de la casa del señor Yomei, según Horohoro cuando decidió irse; pero al ir por ella, su rienda estaba rota y no había rastros de la yegua.
/Pero si no hay nadie…/
Vyla era grande, y aunque se alejó bastante de donde estaba su amo, aún seguía cerca del bosque.
Probablemente Kororo se había soltado y se había perdido mientras él atendía al ahora muerto señor Yomei.
A pesar de que Horokeu no había escuchado nada…
Seguramente no estaba lejos pues no se había quedado mucho tiempo en ese lugar, así, decidió ir a buscarla.
/Debe andar por aquí…/
Horokeu no hubo caminado demasiado, cuando percibió un leve olor a podrido.
Siguiendo sus sentidos, dio en seguida con la fuente del hedor.
Una yegua abierta por la mitad, como por una espada. Mas lo extraño del caso era que, en donde se suponía que la espada había cortado, habían también quemaduras; parecido a lo que hace el hierro incandescente en la carne bajo tortura.
Sin duda era Kororo.
¡Maldita sea/
Esto sí que era un dilema.
-
Nichrom yacía desnudo en el suelo de su habitación, jadeando...
"Te amo..."
Paso la mano por su rostro acariciándolo y sonriendo.
"Lyserg..."
Tomo su mano izquierda en su derecha acariciándola en el proceso...
"Yo haré pagar a ese Marco...por habernos lastimado"
Y el sonrió dulcemente a su quimérico amor.
-
Había estado buscando a Horohoro durante unos tres o cuatro días (que para Ren fueron toda una eternidad), tan solo con su caballo y la tablilla del perseguido.
No sabía en donde estaba, pero de alguna forma su corazón le decía que debía seguir por aquel camino y que, si no lo hacía, no volvería a verlo jamás.
A decir verdad, la necesidad de verlo se le había creado desde que aquella zorra Elly le había dicho "soy tuya", lo que le recordaba horrores a cierto esclavo del norte y que le provocaba un sentimiento de soledad y desesperación que creyó llenaría con la presencia del susodicho.
Entonces hizo caso a lo que su corazón demandaba, debía estar con el para ver si sus suposiciones eran ciertas, y cuado lo viera, esta vez si se aseguraría de no dejarlo escapar de nuevo.
Así, llego a una especie de aldea con unas insignificantes viviendas. Era de noche y estaba cansado y sudado por el extraordinario sol del resto del día, se detuvo y a lo lejos vio una silueta conocida.
¿Acaso era...?
Descendió rápidamente de su caballo y corrió desesperado hacia la figura, que volteó a verle incrédulo.
"¡Que demonios haces aquí!" gritó aquel.
Pero Ren no respondió; sólo se acercó sin levantar la vista y se quedó estático por unos segundos. Luego balbuceó un "Tú...".
Y levantó la vista mostrando unos ojos llenos de dolor y lágrimas con una lastimera expresión de desconsuelo tal que le rompió el corazón a Horokeu con sólo verle.
"...Ren..." atinó a decir.
Ren dio un paso hacia él, luciendo tan frágil que parecía que se iba a desmayar ahí mismo, pero el lugar de hacer eso, le soltó una bofetada que dejó rojas a ambas la mano de Ren y la mejilla de Horohoro.
Horokeu tardo en reaccionar. Puso su mano en la mejilla lastimada y frunció el ceño. Violentamente, tomó la mano que Ren aún tenía en el aire, jalándolo hacia él. Con el brazo que le quedo libre, lo tomó por la cintura asegurándolo aún más.
"¿Qué demonios haces aquí?" preguntó tranquilo buscando los ojos de su compañero.
"Que te importa" respondió con la voz algo cortada, evitando las pupilas azabaches de su esclavo "Suéltame ya, no tienes derecho a tocarme".
"Sólo porque naciste en un castillo te crees dueño del mundo" y lo acercó mas a él. "¿Sabes cual es tu problema? Que tan sólo eres un niño malcriado, que necesita la atención de los demás, eres un inmaduro que haría infeliz al mundo entero solo por un momento de gozo".
"¡Cállate!" Ren forcejeó para que lo soltara, aguantándose las lágrimas; pero por alguna razón, mientras sus inútiles esfuerzos de liberarse resultaban más arrebatados, sus lágrimas le vencían fácilmente cayendo por sus finas mejillas, pareciendo tener voluntad propia.
"¡Déjame en paz!" dijo al fin rindiéndose y llorando sin mas.
"¿Por qué lloras?" Horokeu tomó la barbilla de Ren entre sus dedos obligándolo a verle a los ojos.
Ren no respondió.
"Ren..."
Y Horokeu besó al príncipe.
Su majestad volteó forzando los dedos que le sostenían suave pero firmemente.
"Déjame ya" ordenó Ren un poco mas calmado.
Esto molestó a Horokeu quien le soltó prosaico.
Horohoro se dirigió hacia donde estaba el caballo de Ren, subiendo a él. Cabalgó hacia Ren y le dijo "No deberías estar aquí, por lo menos no si no quieres contagiarte de tuberculosis y morir. Pero siendo tan voluntarioso y terco como eres, creo que no te importará" pausó "Entonces duerme aquí y muérete, como te lo mereces. Por mi parte me voy, y no me sigas o la próxima vez lo lamentaras de veras."
"Madura"
Con esas palabras se retiró solemne, sin molestarse siquiera por hacer correr a Hakuo (el caballo de Ren), dejando a Ren cabizbajo que emprendía de nuevo su lloriqueo caprichoso.
"...porque...te...amo..."
Susurro prácticamente inaudible.
Uhh, lo volví a releer y me di cuenta de que ¡Ren me salió súper ultra mega kilo tera uber hiper archirequeterecontra mucho muuuuuy uke! Tan uke, pero TAN uke que... ¡es muy UKE!
Odio este capítulo, pero en fin, pensaba hacerlo más ac� pero cuando lo releí me convenció…no tengo la menor idea del porqué, pero ps ya ni modo no?
Si lo odian igual que yo díganme y lo cambiaré, pero díganlo ahora xq como el fic se esta acabando (creo que se acaba como en el 10 o algo así), no creo que lo haga después¿si?
-Candymaru: (a la primera chica que me dejo review llora). Ahh ¿verdad que Anna te patea el hígado, bueno, la hice así a propósito, para que luego no me odien...Ohhh si ?Horo-seme! Creo que Horo uke no me entra...a lo mejor si estuviera mas chaparro y mas flaco (mas?) y tuviera el pelo morado y los ojos amarillos y fuera de China y si fuera mas enojón y... creo que me están llamando...?sigue leyendo!.
-Kaori Koneko¡Que bueno que lean! Es muy bueno que lean leer es bueno, muy bueno, ohh si que bueno es leer no creen tan bueno que me hace exclamar¡Oh pero que bueno es! (Mt. alterego golpea a Mt.) ¡gracias por tu review!.
-Komachi Tao: Si, no es tan original...pero weno, les esta gustando ¿no¿NO? Comienza a temer ¡sigue leyendo y dejando mensajitos!
-Takami Megunata: Megunataaaa, Megunataaaa¡ohh me encanta como suena! se pone a repetirlo muchas veces, creo q si supiera que no lo estas usando tu, me lo habría robado hace mucho, ohhh si. ¡No dejes de leer!.
-Akane Himura¿Lemon? Tal vez...es que como que me sale muy aburrido... ¿Cómo un lemon puede ser aburrido?...créeme no lo se, pero lo estoy pensando y muuy seriameeente. Tiempo...es un gran defecto mío pero trato de arreglarlo ¡Keep reading!
-Mayumi Takedo: Jejejeje, si, yo también pensé eso cuando se me ocurrió la idea (?)...creí que iba a sonar muy bondage y creo que no me equivoque XD.
-Kmy Kusanagi: Graxias por avisarme lo de los reviews! Thanx, si, tratare de no tardarme¡me daré un tiro si lo vuelo a hacer! Ohh no, pero esta volviendo a pasar con 'HxR y lo de más'¡ahhhh¡me lleva! (va por una pistola) ¡leee!.
-Diosa Hikari: Yo se, autora mala se comienza a dar de zapes autora, mala, mala, mala, muuuy mala... ¡MALA!
-Meiring: Ahh, por supuesto que claro que si, si no, no se llamaría Horokeu de Ren (súper original con los títulos).
-Kizna-chan: ondea la bandera junto con Kizna-chan ¡CHIQUITI BUM BOMBITAS¡CHIQUITI BUM BOMBITAS! HoroxRen ¡HOROxREN¡RA RA RAAAAA!. Ok me dan mis arranques.
-Daisuke: Caray¿de verdad nos parecemos, ahh creo que eso me lo dijiste en el otro fic...ahhh que importa! Baila ¿por qué bailo, no lo se...mmmm...pero por alguna razón, no deja de bailar¿verdad que si, por mi parte yo tampoco estoy muy de acuerdo con lo que dicen del yaoi, o yoai o yiao, con eso de que son súper hábiles y ni pueden escribirlo correctamente ¡al menos nosotrs sabemos escribir jentay bien, jejeje, no es cierto, hantai, digo, hentai, jejejeje.
-Miguel: Hooolas, ohh creo que ya había contestado tu review, jejejeje
-Revolutiongirl¡Siii! Reviews de apoyo !waaii, ok ¡sigue leyendo!
-Asami: Jejeje¡si! Se le olvido la billetera ¡y también una muda de calzones! Jajajaja¡Dios mío! El terror de usar la misma ropa por largo tiempo jejeje. Les prometo que no me tardaré (demasiado) .; ¡ciao!
-Haruka: Jejeje¿en verdad Anna me salió tan pesada, ahh las cosas de la vida...planee que fuera algo cruel pero no TAN cruel...y pues Tamao...es muy rosa para mi...
