Yu - Gi - Oh!

"Color del cielo"

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Notas1:

¡Woooow! ¿Saben cuál fue mi expectativa al subir el fic?: "Con tal de que le guste a la Peque-san, y me dejen 3 Reviews, sentiré que triunfé" Ok, ahora, imagínense mi emoción, cuando caigo en cuenta, de que tengo 10 REVIEWS!! Es que, me puse a gritar de emoción!! [xD Y le gustó a la festejada!], si supieran lo fastidiada que tenía a la gente hablándole de mi fic. [Sí, soy una molestia… xD pero, como aún nadie me molesta a mí… 9   9U]

¡Un millón de gracias! ;   ; Gente para besha…

Alejamoto Diethel: Nihao! ¡Fuiste la primera, y casi lloro de emoción! [xD Y lo peor, es que es en serio]. Vaya, pues… ¡me alegro mucho que te gustara! Espero que cambies de opinión con respecto a Bakura en éste fic [xD Porque, si a ver vamos, en la serie es un maldito… Pero el más querido, de todos los malditos]. Ojala y te guste éste capítulo. ¡Muchas gracias por haber leído!

Pandorak-chan: Gracias por leer!! n   n Me complace saber que te pareció lindo, [xD Aunque, a mi a decir verdad, me pareció deprimente, y para quién lo esté, un "Córtate las venas con galletas de animalitos" .. =P ¡Pero, bueh..!]. Síep, la pareja de BakuraRyu es una de las más queridas aquí; supongo que es por la complejidad que posee, como no puedes unirlos de buenas a primeras. Yo no hago sufrir a Ryu.. =P Él lo hace solito; no te preocupes que todo estará bien. Espero que éste capítulo siga tus expectativas, y te agradezco, nuevamente, por haber leído! n.n

Eli-chan1: Épale! n-n me alegra que te haya gustado el fic… ¡Eso es bueno para la autoestima de la escritora! [u.uU Uy, disculpa la vanidad irrelevante]. Pues… jumh… Ya verás qué será de Ryu; a decir verdad, a mí también me gusta mucho el Bakura-hikari, me parece un personaje complejo (aunque no lo parezca mucho), ¡espero que te gusten los giros que da ésta historia! De hecho.. xD ¡Espero te guste el presente capítulo! ¡Muchas gracias por leer!! Y más, por dejar un r/r.

Malale: -Sonrojada a más no poder- ¡¡Muchas gracias por leer!! Y por decir cosas tan bonitas del fic! n  n ¡En serio! Estaba muy nerviosa al publicar esto… ¡Oh, vaya! Me alegro que te gusta todo lo que pensó Ryu, a decir verdad esas cosas del cielo son simple obsesión mía [xD Si quieres, algún día, te muestro los atardeceres que se ven desde mi casa… ¡Yo les tomo fotos!]. ¡No sabes la alegría que me entró al saber que te había recordado el cielo! Vaya! En serio!! Si me puse happy todo el santo día por ése simple comentario; no me agradezcas nada… ¡Gracias a ti por leer! A mi no me gusta cuando Bakura se pasa de bestia con Ryu,… en éste fic no lo hará. Espero que te siga gustando!!!! Gracias!!!

Palimpsesto: Muchísimas gracias por haber leído!! Y también, gracias por tus ánimos… =P Ya estaba nerviosa que dirían: "Que primer capítulo más malo" ¡¡Espero que éste te guste!! n.n Ya es un poco más movido (yo creo que sí es movido), y ojala siga tus expectativas.. =P Me sonrojo cuando dicen cosas tan lindas de mis fics y mi modo de escribir! n  n ¡Muchas gracias! Con lo del BakuraRyu… xD Ya verás, comprenderás que no puedo enamorarlos ya… n.nU Por eso, pido paciencia. ¡Gracias por leer, de nuevo!

 Narcisa: Nihao!! Jejeje.. ¡¡Gracias por leer!! Me alegra mucho que te gustara. n.n Actualicé rápido? ¡Espero que sí! [xD Pocas veces cumplo en puntualidad.. u.u Error mío]. Espero que éste capítulo te siga gustando… n.n ¡¡Gracias por haber leído!! Para mí todo un honor tenerla de lectora.

Winged Tigre: ¡¡PEQUE-SAN!!! T        T ¡¡Que alegría que te gustó!! Si me vieras! Mis uñas quedaron pequeñas pensando: "Ay, Diox, ¿y si no le gusta? ¿Y si luego me odia por un primer capítulo tan triste? ¿Y si no le agrada Ryu?" xD ¡paranoia! Es todo un verdadero honor que leas esto.. ¡wow! En serio, también, por decir cosas que le dan ánimo al que sea! ;   ; ¡Que linda sos! Puehs séph; supuse que también nos parecíamos en ése aspecto, Pequis, si te sentiste identificada, es normal (creo yo), porque todos sufren de depresiones, y la dejadez es una clara señal de ella [lo decimos nosotras, ne?]. No me des las gracias por ayudarte.. ¡siempre tú terminas ayudándome más a mí! o.óU. xD. Nuevamente, espero que éste capítulo te guste, porque está hecho con mucho cariño, [como dije,… ¡por la esperanza!]. GRACIAS por leer, mi Pequis; te quiero un montón!

Diosa Atena: La li ho!! n   n ¡Muchas gracias por haber leído, y otras más por dejar comentario! XD Síep… he leído tus fics [ejem.. bueno, "El profe" espero que me disculpes que no te haya dejado un R/R, pero, es que a veces trato y se tranca la PC! ¬¬ Volveré a tratar! n  n], y me doy cuenta de que te gusta Ryu. Bueno, no te prometo nada de lemon, pero, veré que pongo; =P Yo detesto cuando Bakura golpea a Ryu innumerable de veces, por eso, en éste fic no lo pondré… creo que ya le amargué suficiente la existencia, como para que, de remate, Bakura lo golpee. ¡Muchas gracias por haber leído! n.n Espero que éste capítulo te guste.

Aiko : ¡Nihao! Jejeje… ¡¡Gracias por leer!! Chica, creo que se cortó el r/r! n.nUU Sin embargo, lo que pude leer me llamó mucho la atención. Primero: ¡Que bueno que te gustó el fic! Segundo: ¿piensas lo mismo que Ryu? ¿en qué sentido? Si es por lo del cielo, estás pensando lo mismo que mi cabra! [xD], si es por lo otro… Mmm… ¿qué te puedo decir? ¡¡Ojala éste fic te transmita ánimo!! [Sí, aunque parezca increíble, ésa es la finalidad del presente]. Si quieres, me agregas al MSN, y eso. No, no me las doy de doctora corazón, es sólo, que a veces hay que hablar, y hacerlo con personas que no conoces funciona [=P Bueno, yo no sé, porque yo no soy muy comunicativa que digamos, pero, bueh!]. Como dije, ¡gracias por leer! Y espero que estés MUY. MUY BIEN! Ánimo arriba,… síep! XD Por el cielo. Ojala te guste.

Guerrera lunar: Épale!! ¡¡Gracias por leer!! [xD También a Rex… n-un Y si es el personaje de ésta serie Rex Raptor… dile que lo adoro!! =P]; me alegra un montón que te haya gustado el fic. Mm… ¿así que también te molesta la luz? A ver, si te digo la verdad, la actitud de Ryu, es algo sacado de mi propio estado de depresión [síep, soy muy parecida a como aquí trato de describirlo], y los pensamientos, van por el mismo lado también; es extraño, ne? A veces uno tiene fuerzas, y otras no, y el cielo siempre llama la atención; pero, ¿sabes qué he aprendido? ¡Que la esperanza nunca muere! Como yo digo, vivir, con el único propósito de tratar de ser feliz, vale la pena, después de todo, vinimos para eso, ¡para ser felices! [Te lo digo yo, si no fuera por mi pequeña pero querida esperanza, éste fic no existiría, porque la autora no existiría]. No te preocupes.. ¡pase lo que pase, todo estará bien! Ojala éste capítulo te guste, y algo de esperanza te dé. [xD Aunque éste cap, está para traumarse más]. ¡Gracias por leer! [Ah, y cualquier cosa, en el 1º cap. está mi MSN].

¡¡GRACIAS A TODOS LOS LINDOS LECTORES!! Síep, gracias en especial a los que dejaron su comentario, pero sé que hay veces que uno trata de dejarlos, y es imposible. También, gracias a Ina-k y Shopie Lupin [Nat], a quienes les di a leer el fic mucho antes de subirlo, y me dieron sus ánimos y vistos buenos.

¡Gracias! ¡¡Espero les siga gustando esto!!

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Capítulo 2: Nublado.

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 Ryu llevaba bastante tiempo acostado en su cama, con la vista fija en el paisaje que le regalaba su ventana.

 Su Yami había salido hace varias horas atrás, sin dar explicaciones, o despedirse: algo normal en él. Lo más seguro, es que se vería con Malik y Mariku (como generalmente hacían en las noches); sabía que ambos morenos jamás lo invitarían a salir, si habían invitado al otro espíritu. Ryu les agradecía silenciosamente esa atención que tenían con él; detestaba salir con su Yami.

"Bakura y tú deberían pasar más tiempo juntos, Ryu; pero nosotros no nos meteremos en eso" Recordó que una vez le dijo Mariku, con voz calmada.

 Frunció el entrecejo notablemente. Odiaba que a su Yami le dijeran "Bakura", ¡ése era su apellido, por Ra! ¿Por qué todos insistían en llamarlo así? ¡¡No quería que ése ser portara su nombre!! Y él jamás lo aceptaría, por eso, nunca lo había llamado de aquella forma. Le parecía casi denigrante.

-¿Por qué no se busca un nombre propio, si en sí mismo ocupa pensando todo el día?- Le preguntó molesto al aire.

 Pensar en el espíritu nunca lo había exasperado tanto, y eso era mucho decir. Y luego, pensar en que mañana tendría que ir a la escuela, de nuevo, para hacer la misma cosa de siempre: Pasarla equis.

 ¡Bueno, ya! Dejaría en paz ésa estúpida letra. Sus ojos se pasearon por la gran nube, casi morada, que cubría el cielo. Intuía, por la última vez que vio el reloj, que ya debían ser cerca de las 3 de la mañana, y que estaba próximo a dormirse, ya que sólo acostumbraba hacerlo entre ésa hora, hasta las 4 y media.

 La falta de sueño y comida lo mataría algún día. ¡Y con las ganas que tenía de vivir…! ¿Por qué no terminaba de pasar su muerte y ya?

 Se obligó a sólo volver a pensar en el cielo. No quería esos pensamientos suicidas mientras la casa estaba sola, y no había nadie para detenerlo. Aunque, ahora que usaba la lógica, aún con su Yami en la casa, nadie lo detendría. Además, ya le estaba agradando la idea, como para seguir dándole fuerza.

 En alguna canción escuchó: "La soledad es una estación de madrugada", y en parte tenía razón, ya que en la madrugada se sentía solo, pero en calma relativa; en el resto del día, se sentía solo y frustrado, al punto, de volverse una persona desdeñosa con la mayoría de las cosas que hacía.

 -¡Ash! Ya me harté.- Y sin más, se levantó de un salto de su cama, mareándose en el proceso, pero lo ignoró; se sintió patético, y podía sentir como toda la rabia contenida se enfocaba en sí mismo.

 A Ryu le parecía casi irónico decir que odiaba a su espíritu y que nadie le importaba, cuando al que más odiaba y menos se importaba era él mismo. Tal vez, sí debía terminar con esto de una vez por todas…

 Se llevó una mano hasta su ojo derecho, y se lo apretó con fuerza, sintiendo como en su cabeza crecía el dolor, y ya se le había extendido hasta el ojo. Sin ceremonia alguna, tomó dos pastillas contra el dolor de cabeza, y se las tragó ayudándose con agua.

 Giró su cabeza, para llevarse con él una última imagen del cielo, y luego a paso lento, se adentró en el baño, con la clara intensión de refrescar su cuerpo, ya que se había desabrochado la camisa (del colegio, no se había cambiado), y empezaba a hacer lo mismo con el pantalón.

 Cuando llegó al cuarto de baño, ya estaba totalmente desnudo, y ni siquiera se detuvo a mirarse al espejo (sino, sospechaba que sentiría renovados deseos de romperlo), entró directamente a la bañera, girando la perilla del agua caliente.

 Tal vez, el agua fría le serviría más, pero Ryu prefería sentir como su piel recibía calor, a seguir padeciendo en frío.

 Estuvo ahí un rato, sin hacer ningún tipo de movimiento, sólo sintiendo como todo él era mojado, y sus cabellos se hacían más largos y pesados a su espalda. Suspiró, casi se sentía en calma.

 Lo malo de bañarse, es que al menos afuera, pensaba las cosas con rabia contenida, y mucha indiferencia; en cambio, mientras el agua le recorría el cuerpo, las pensaba de una forma más deprimente, y no podía aguantar las ganas de llorar.

 Y ésa madrugada no sería la excepción.

Agachándose hasta quedar de rodillas, sus manos taparon su triste semblante, dejando correr libremente las lágrimas, y dejando escapar los gemidos de dolor que salían de su garganta.

 Eso de sentirse solo, confundido y desesperanzado, era algo que ya se estaba haciendo costumbre en él; pero aún no terminaba de habituarse, y le dolía. Le dolía así luego lo negara, porque se sentía horrible ver, como el que parecía no encajar con el resto era él mismo. El que no tenía amigos, el que no hablaba de sí mismo, el que verdaderamente no le importaba a nadie, el que lloraba por las noches, el que no apreciaba la vida: él, Ryu Bakura.

 Lloró un poco más, sintiéndose al menos acorde con sus sentimientos. ¡Le provocaba llorar con un demonio! y siempre se reprimía… Al menos ahora podía hacerlo.

 Casi por suerte, sintió como en el piso de debajo de su apartamento, alguien llegaba haciendo mucho ruido. Su Yami había llegado por fin.

 Maldición. Sabía que se sentía solo, pero aquello era ridículo, y bien lo decía el dicho: "Mejor solo que mal acompañado". Mejor Ryu, el cielo y sus pensamientos suicidas, antes de cómo único acompañante el espíritu de la sortija.

 Quiso quedarse un rato más en la ducha, pero sabía que pronto el otro albino vendría a asearse, y no quería encontrárselo en situaciones vergonzosas. Sabía que si su Yami le prestara un 5% de su atención, se daría cuenta de la frecuencia con la cual lloraba, y prefería evitarse la molestia de sentir a su Yami burlándose.

 A paso apresurado cerró la llave, y se vistió. La ducha le había caído bien, ya que al menos, sentía los ojos pesados por el sueño, y el cansancio. Sólo quería ir a dormir, soñar un rato, no ver el cielo perpetuamente.

 Justo cuando salió del baño, se consiguió de frente al espíritu de la sortija, quien lo observaba con un semblante que oscilaba entre la curiosidad, y la molestia. Recorrió la figura de Ryu de pies a cabeza, a la par hacía raros ademanes con las manos, como si se estuviera prohibiendo algo a sí mismo.

 Con el entrecejo fruncido, Ryu pasó a su lado, para entrar a su habitación.

 -Buenas noches.- Le dijo antes de cerrar la puerta, no por educación, ni porque quisiera hablarle, sino para que el espíritu notara, que a él poco le importaba la hora a la cual llegaba, lo que hacía, o lo que tenía que decir.

  El Yami de la relación, se quedó unos 5 segundos más parado delante de la puerta del baño, perdido en sus pensamientos. Para después de un suspiro lento, entrar a refrescarse.

 -Volvió a llorar…- Le dijo al aire, como si aquello fuera una confesión preocupante.- Ya se está haciendo costumbre… Además, su debilidad, la siento yo.

 Y casi inconscientemente, el peliblanco alargó su mano hasta delante de sus ojos cafés. Volvió a suspirar, para luego moverla un poco.

 -Al menos ya se durmi

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 Al día siguiente, se repitió la rutina de despertarse de su muy ligero sueño gracias a la claridad de la mañana. Ryu abrió los ojos con poca pesadez, para luego voltearse sobre la cama, del lado de la ventana.

 -Amaneció nublando.- Se dijo. Los días nublados eran sus favoritos, sin duda alguna; aunque éste en especial, estaba nublado, pero brillante. Las nubes tenían un color casi plateado, gracias a los rayos del Sol que no dejaban salir.

 Tal vez, las de mañana serían grises.

 A paso lento, se levantó de la cama, y se alegró al darse cuenta de que ésa mañana, su cabeza no sería un problema… Las últimas pastillas tomadas habían sido efectivas.

 Cuando abrió la puerta, y caminó unos pasos para llegar al baño, se dio cuenta de que la escena de la madrugada pasada, estaba a punto de repetirse, sólo que a la inversa.

 Efectivamente, un segundo después, salió su Yami del baño, con expresión de pocos amigos. Ryu simplemente, se quedó estático en medio del pasillo, esperando a que el espíritu hiciera o dijera algo.

 Y sin más qué hacer, el albino egipcio cerró los ojos con elegancia, y siguió su marcha hasta la escalera.

 -Buenos días.- Musitó éste cuando pasó al lado de Ryu, en el mismo tono que sabía que había utilizado la vez pasada.- Apúrate, necesito mi desayuno.

  El hikari torció una sonrisa burlesca (lo más probable, es que fuera consigo mismo), para luego entrar a tan mentado cuarto a asearse.

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 Mientras caminaba hacía la escuela con la pose de costumbre (Los ojos en sus zapatos, y las manos en los bolsillos del pantalón), le lanzaba miradas más amenas al cielo, y pensaba, de nuevo, en su Yami.

 Ésa mañana lo había notado aún más raro de lo normal. Si bien nunca le prestaba atención, hoy mientras preparaba el desayuno, no podía dejar de sentir los ojos del espíritu sobre su nuca, y cuando volteaba, aguantaba las ganas de reír irónicamente ya que su Yami lo miraba con reproche y molestia a la vez. ¡Como si le estuviera reclamando algo silenciosamente!

 En condiciones normales, Ryu habría esbozado una sonrisa forzada, y había preguntado que sucedía, para recibir como respuesta un gruñido; sin embargo, ésta vez, dejó la cocina sin decir palabra. ¿El espíritu de la sortija quería decirle algo? A él le tenía sin cuidado, y si en verdad quería decirle, terminaría enterándose tarde o temprano.

 -Está loco.- Le dijo al cielo plateado de ésa mañana. Vaya que era un espectáculo digno de verse, parecía como una gran manta de color plata que se extendía por toda la ciudad.

 Cuando entró a la escuela, pasó a sentarse en su silla correspondiente, y no se sorprendió al ver que fue uno de los primeros en llegar.

 Luego de un rato, casi sin querer, desvió su cabeza de las nubes, para posarla en Kaiba, quien se encontraba enfrascado en un libro exageradamente grueso para la cordura de cualquier persona que no compartiera su mismo IQ. Antes de que el castaño la sintiera, retiró la mirada.

 A veces se preguntaba como era que Seto Kaiba se mantenía cuerdo, después de tan tormentoso pasado. De hecho, era frío, desdeñoso, arrogante, e imperativo, sin embargo, cuando lo conocías mejor, podías apreciar de cerca, lo que es un ser humano preocupado por los que ama.

 Porque él sabía muy bien que al alto no le faltaba a quien querer, y no estaba hablando precisamente de su hermano menor.

 Sonrió de medio lado con ironía, cuando escuchó el muy animado "¡Buenos días, mundo!" que Joey les mandaba a todos y a ninguno.

 Cuando el rubio pasó al lado del asiento de Ryu, no dudo en regalarle una graaan sonrisa, pero nada comparado a la que le regaló al CEO, quien hizo una mueca como respuesta.

 Síp… Estaba seguro de que Kaiba no se sentiría solo de nuevo en mucho tiempo.

 Ahora, se le borró todo rastro de sonrisa. Él no tenía ninguna persona que lo quisiera de esa manera, ¡o peor aún! No tenía ninguna persona que realmente se preocupara por él.

 …Bueno, tal vez Malik. Al parecer, ambos hikaris se comprendían, puede que fuera por el hecho de que sus Yamis eran unos psicópatas.

 Yami, su Yami. ¿Por qué todos sus pensamientos empezaban y terminaban en él? Ryu resopló a su pregunta. Claro que sabía el porqué: ¡se detestaban mutuamente! Ésa era la razón; y al vivir juntos, y verse todos los santos días… ¿Cómo no terminar siempre pensando en el ser que enredó todo en su vida?

 Cuando, nuevamente, iba a girar su cabeza hacia el cielo, uno de sus compañeros, colocó una silla justo al frente de su mesa, y se sentó, con la clara intención de hablar con él.

 A pesar de que Ryu tenía el entrecejo fruncido, el chico empezó a hablar con toda la naturalidad del mundo. Eran compañeros de curso, y a pesar de no llegar a ser amigos, Take (Nombre del chico sentado frente al albino), siempre terminaba pidiéndole alguna clase de consejo a Ryu.

… El tema de hoy: "Problemas familiares".

  El pobre chico siempre terminaba teniendo algún tipo de enfrentamiento con sus padres, o sus hermanos. Ryu no podía entenderlo perfectamente, ya que él no tenía una familia como tal; los lazos con su padre nunca pudieron importarle menos, y creo que ya aclaramos lo que sentía estando con su Yami; sin embargo, con todo lo que estaba pasando, se podía hacer una idea general, y no podía menos que ayudarle.

 Suspiró, pensando adecuadamente las palabras de ánimo que diría, fuera como fuera, quería implantarle esperanza en el rostro a su compañero.

 … Lo cual era otra gran ironía, porque a él se le había acabado la esperanza, desde hace tiempo ya. No obstante, fue gratificante ver, como Take se levantaba para ir a su asiento propio con fuerzas renacidas, gracias a sus palabras bien buscadas.

-Al menos a mí me acompaña el cielo, y no arrastro a nadie conmigo en esto…- Suspiró, antes de sentir a sus espaldas la voz de Yuugi que lo saludaba cordialmente.

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 Mientras subía por el ascensor, hasta su piso correspondiente, no pudo evitar recargarse de la pared, y pensar en lo pobre que había sido su día. Si ayer había sido un día increíblemente insignificativo, no podía pensar como clasificar éste. Ni siquiera tenía una letra.

 Cuando las puertas del aparato se abrieron, se quedó largos y severos minutos aún recargado sobre la pared, y mirando hacia fuera, sin hacer aunque fuera el más mínimo intento de querer salir. Lógicamente, luego de ése tiempo, las puertas se cerraron, ya que el ascensor era llamado de algún otro piso. Cerró los ojos. Poco le importaba si el aparato subía, bajaba o hasta se desprendía, Ryu simplemente, aún no quería pisar un piso fijo.

 Luego de detenerse, las puertas volvieron a abrirse, y se encontró en planta baja, de frente, justo a la persona que trataba de evitar al no llegar a su apartamento.

 -¿Salías a algún lado, hikari?- Le preguntó con voz ronca su Yami, mientras paraba con su pierna las puertas del ascensor, quienes hacían el intento de cerrarse.

-No.- Respondió simplemente, sin cambiar de postura.

-Entonces, ¿por qué bajaste?- Siguió preguntando el espíritu, al tiempo que entraba al ascensor, y presionaba el botón del piso correspondiente.

 Pero, Ryu no le dio respuesta, no sólo porque no quisiera dársela, sino también, porque no tenía una en especial.

-Responde cuando te hablo, baka.- Le reprochó el espíritu, pero no tuvo mucho tiempo, ya que las puertas volvieron a abrirse, dándole la luz verde al albino menor para salir de ahí, y sacar rápidamente las llaves para entrar en su inmueble.

 Justo después de escuchar como cerraba la puerta, la mano se su Yami se posó en su brazo, y lo hizo girar bruscamente hasta encararlo. Ryu escondió una mueca de dolor: su cabeza había empezado a palpitarle, maldita sea.

 El espíritu de la sortija se limitó a observarlo, y a hacer los mismos extraños ademanes que hizo cuando estaban en el pasillo aquella madrugada, como si estuviera reprimiéndose algo. Sin embargo, poco a poco los cesó.

 -Tengo hambre; hazme la cena.

 -No quiero, hazla tú.- Contestó Ryu con calma, sintiendo indiferencia por cualquier cosa que el espíritu le fuera a decir, y además, un poco rabia, gracias al tono imperativo que siempre usaba el otro albino para hablar con él.

 -¡¿Qué?! ¡No estoy para tus juegos, niño!- Ahora, al parecer, el molesto era su Yami.

-Yo tampoco para los tuyos.- Le respondió Ryu, lanzándole una mirada de rabia, que el espíritu captó perfectamente, y casi deja ver reflejado en su semblante, la sorpresa.

-¡Ahora sí!- Le gritó a Ryu, mientras que lo tomaba de un brazo, con brusquedad- ¡Dirás que demonios es lo que te pasa!

 Ryu inclinó un poco la cabeza, hacia el lado derecho, viendo con una tremenda indiferencia al espíritu que exigía cosas sin sentido.

 -Eso no es de tu incumbencia, suéltame.

 Ahora los ojos del Yami, adquirieron el reproche y la molestia que habían tenido ésta mañana, mientras Ryu hacía el desayuno.

 -¡No te vuelvas más idiota de lo que eres!- Le dijo el espíritu milenario de forma baja, buscando atemorizar a su presa; cosa que consiguió, pero el albino menor no dejó ver exactamente. Bastante le servía su cara de indiferente.- ¡Dímelo de una buena vez! Tú debilidad también es mía, ¡¿recuerdas, baka?!

 Ahora los ojos de Ryu mostraban sorpresa, para luego pasar al desinterés, y terminar en rabia, cosa que hacía excelente juego con su semblante.

 -¡Aah…, claro!- Empezó a hablar Ryu con una calma siniestra, una calma que no sentía, una calma fingida, pero a la vez atemorizante y desesperada.- Por eso querías saber, por eso querías preguntar porqué ando débil… Porque tienes miedo de que seas tú el que desaparezca, cuando yo no pueda más.

 Su Yami dejó libre el brazo del chico, y se limitó a observarlo detalladamente, esperando a que continuara.

 -¿Quieres saber? De acuerdo, después de todo, me lo pide… mí Yami.- En éste punto, el semblante extrañado del espíritu, era todo lo que captaba la mente del más bajo, y sonrió con burla.- Todo se resume, al hecho de que efectivamente soy débil, no tengo a absolutamente nadie que se preocupe por mí, estoy condenadamente solo, y poco me importa lo que me pase. ¡Mira a tu alrededor! ¿Qué ves?- Esperó unos segundos.- ¡Nada! ¡Absolutamente nada! No puedes ver recuerdos felices, no puedes sentir armonía, no puedes decir que hay calor… ¡Está vacío de todo! Y la verdad es que ya me cansé de esto… ¿Sabes lo único que tengo?- Con cautela y asombro, el espíritu movió negativamente la cabeza.- Tengo un artículo del milenio.

 Si el semblante del Yami antes era extrañado, ahora se podía decir que estaba al doble, sin embargo, no hablaba, sabía que su hikari debía sacar todo lo que tuviera dentro, para ver si al fin, algo de lo que sentía se calmaba.

-Tengo una sortija, muy hermosa y antigua, dentro de ella, viene un espíritu que no me deja en paz, no me deja ni si quiera morirme de forma lenta y agonizante. ¿No te parece grandioso? ¿No te parece algo muy alegre? Pues ¿qué crees? ¡Es patético que seas tú lo único que tengo! Y ni siquiera, porque sé bien que nos odiamos. Te detesto tanto, pero ¿a ti qué más te vale? ¿qué te puede importar lo que me pase o deje de pasarme?- Se le formó una sonrisa de locura en los labios, mientras que sentía como su boca le hacía hablar claramente todo lo que sentía.- O eso pensaba, gracias por recordarme que si yo muero, tú vuelves a la sortija, ¡muchas gracias! Sinceramente, pensé que me podía arroyar un auto y tú no harías nada. Pues, déjame decirte que empieces a disfrutar estos días, porque puede que sean los últimos de nuestra patética existencia.

 Y sin decir más nada, de forma increíblemente rápida, y sintiendo sus ojos llenarse de pequeñas lágrimas de rabia, Ryu dio medio vuelta y empezó a subir las escalares, hasta entrar a su habitación, y azotar la puerta con fuerza.

 El espíritu de la sortija, sólo atinó a dejarse caer sentado en el piso, mientras que sentía como el ritmo de su corazón aceleraba, y su mente y orgullo, le rogaban que no fuera hablar con el tonto muchachito que arriba estaba llorando.

 Porque lo sentía ¿sabían? Sentía cuando Ryu estaba despierto, dormido, distraído, concentrado, llorando, riendo, triste o feliz. Él lo sentía. El rogaba desaparecer poco a poco la gran tristeza que tenía su hikari en el corazón.

 Y al saber que él era el único y verdadero responsable de toda aquella tristeza, y de todas esas lágrimas, no pudo dejar de sentirse mal y culpable. Siempre supo que él era parte de toda la oscuridad que Ryu cargaba, pero nunca pensó ser el responsable TOTAL.

 Que maldito era.

 Ryu ni siquiera se lo había dicho con palabras directas, pero el mensaje quedó bastante claro, y los ojos de su hikari no mentían: lo odiaba.

 El Yami dejó escapar una pequeña carcajada maniática y llena de desesperación y tristeza.

-Te lo ganaste… Eso querías ¿no?

 Sin poder aguantar la rabia, su puño se estrelló contra el sofá, para luego repetir el golpe innumerables veces más; luego, pasó a golpear las mesas, las demás sillas, el suelo, y cualquier otro objeto.

 En el piso de arriba del apartamento, Ryu lloraba con toda la intensidad que podía, ya que por fin había explotado, y no podía aguantar más las lágrimas.

 Escuchó golpes que venían de la sala, pero poco le importó. Por el contrario, empezó a hacer lo mismo que hacía su Yami en la sala, a su propia habitación.

 Y lo que más le dolía es que casi no había terminado de hablar, que había dirigido su odio hacia otra persona. Porque estaba seguro de que detestaba a su Yami,… pero se odiaba a sí mismo.

- ¡Maldita sea!- Gritó, aunque con la voz tan entrecortada, casi no se le entendió, y siguió golpeando las paredes de su alcoba, al tiempo en que sentía que su cabeza pronto estallaría.

 El espíritu de la sortija del Milenio, luego de un rato se cansó, pero su mente no dejaba de pasarle como una película frente a sus ojos, la carita de Ryu comprimida por el odio, y la misma frase, una y otra vez:

 "Déjame decirte que empieces a disfrutar estos días, porque puede que sean los últimos de nuestra patética existencia."

-No lo permitiré.- Ahora fue el Yami, quien rodó su cabeza hasta la ventana, y trataba de calmarse mientras veía el cielo totalmente nublado, y de un tétrico color gris.

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Fin del capítulo 2.

Notas:

… No me convence. No me gustó! xD … Pero ya salió.

Mm… Salió un poco brusco, ne? xD Casi no parece que quiero sacar a relucir la esperanza; y además… u.u Siento que cambio demasiado a Bakura [Aja, el Yami… xD Es que enla narración no le puedo decir 'Bakura', porque, básicamente, el fic está desde los zapatos de Ryu, y como él no llama a su Yami 'Bakura' (como los otros),… n  nU Pues, yo tampoco! XD]. Pero… ¿A ustedes les gustó?

 Bien, el título es porque… ¡bueno! la cosa se enredó un poquito más; aunque ya se sabe, más o menos porqué. Si creen que la reacción de Ryu es muy exagerada, o está muy mal narrada, pues… jeh, la primera, no sé, me parece que si a ver vamos, tan exagerada no está [pero ésa es mi opinión], y con la segunda opción.. XD ¡Tienen razón, es un asco!

 Sin embargo, aprecio mucho que se tomaran un tiempo para leer n  n ¡Gracias gente besha… ¿Qué sería el mundo sin ustedes? [=P Especialmente, ya que el fic va para ella, espero que te guste Peque-san.]

Ya saben mi e-mail, ne?.. n   nU Es el multiusos, o sea, también es mi MSN.

P.D.= Ya sé, ya sé… Una porquería de fic…

¡Gracias por leer!

¡No te pierdas!

Zelshamada.