Yu - Gi - Oh!

"Color del cielo"

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Notas1:

 ¡Hey! 4º capítulo, y tengo 33 R/R! Wow! No es por presumir, pero… ¡¡Wow!! Gracias!!!! n  n

  Por cierto, a los que notaron que me gusta decirle a Bakura "psicópata" o.óU tienen toda la razón! xD Bueno, para mí los psicópatas son 4 declarados [Bakura, Ryu, Malik y Mariku], y algunos ocasionalmente [Yami, Seto, Joey y Noah], raro, ne? A de ser porque siempre digo mucho ésa palabra [Sép, todos se encargan de mirarme raro. Sé lo que significa ser "psicópata", pero bueh…] Perdonen si éste hecho le molestó a alguien. xD Verdaderamente, sorry.

 Como no quepo en mí de la emoción, es que voy a contestar los comentarios,… ¡¡GRACIAS POR LEER!!

Eli-chan1: Eyy! Nihao!! Vaya, ¿cómo te agradezco que hayas leído y te tomes el tiempo para dejarme un R/R? n.n ¡Vale, muchas gracias! De paso, que haces grandes cumplidos tanto al fic, como a mí =P ¡Yay, gracias! o.óU Perdona, pero no entendí lo de "No quiso entrar" xD Me explicas? [u.uU Y yo diciendo que podía captar muchas cosas! =P]. Síep, como que nadie quiere que Ryu muera, jejeje. No te preocupes, que en éste capítulo, pondrán las cosas en claro. También, muchas personas se han sentido identificadas con Ryu, pero NO pienses que no importa, por el contrario, importa bastante, nn si necesitas contar algo, yo leo feliz de mi vida. Muchas gracias por seguir leyendo, y espero (ruego, la verdad es), que éste capítulo te guste. Gracias!!

Narcisa: La li ho!! Gracias, muchísimas gracias por haber leído!! n.n Síe, ya la relación de Ryu y Bakura va aumentando, jajaja, a ver en qué para. O.óU ciertamente, Bakura apareció en el momento indicado, y le patió el trasero a esos 3. Gracias por decir que el capítulo había quedado bien! xD Un millón de gracias por leer, y lo mejor, dejarme un comentario. Ojala éste te guste también.

Hitokiri Aoi mFy: Hellos!! Me alegro muchísimo que el capítulo pasado te haya gustado, y si dices que sobretodo el final, espero que éste te guste también!! [Aunque, ya no es psicópata, sólo un pelín]. Vasha, gracias por decir eso de mi forma de escribir -Sonrojada- Jejeje, eso me alegra bastante. Y no me agradezcas el comentario en tu fic!! n.n Mas bien, gracias a ti por escribirlo, mira que me gustó mucho [La verdad, es que sí; escribes muy bien]. xDD Me gustó lo del Unicornio [esperemos que mi hermana no sepa el término, porque ya la veo molestándome! =PP], supongo que Tea no es de tu total agrado! xDDD. Gracias, gracias, gracias por haber leído, espero que éste capítulo no te decepcione. Grax!!

Pandorak-chan: -Sonrojada al extremo- Jejeje, un trillón de gracias por leer, y también por tomarte la molestia de decir cosas tan lindas!! Jejejeje, hasta nerviosa estoy! XD. Bueno, con lo del lemon: la verdad, es que ya estoy dudando, porque sí me provoca ponerlo, lo que pasa es que no soy buena xD [Aunque, la Diosa Atena se encargó de darme los pasos más importantes! XD], sin embargo, no sé; en realidad, no depende de mí, sino de Petra -Señala la cabra que escribe- o.óU Trata de convencerla! xDD. Muchísimas gracias pro leer el fic, y espero que éste capítulo te guste también.

Palimpsesto: Hola!!! ¿Cómo te agradezco el hecho de que sigas aquí leyendo? Bueno, por ahora, sólo con palabras escritas: Gracias! Creo que pasé a Bakura, en eso de sonrojarse, porque nada más leo las cosas bonitas que pones, y me pongo toda nerviosa! n  n. Jejeje. Me alegro que te gustara el capítulo pasado, espero que éste siga su ejemplo. Síep, los títulos tienen relación xD Sorry, se me pasó el detalle de explicarlos, pero muchas gracias por decir que eran originales, la verdad, es que con los título batallo mucho! xD Waa! Gracias por decir que escribo bien, pero a pesar de que el fic está todo triste y suicida, en éste capítulo pretendo cambiar las cosas [o,óU ¿Me crees que se supone que esperanzador?]. ¡Ah, ya veo lo de tu nick! Me sigue pareciendo original… =PP Me bajaré la canción [el gusanito de la curiosidad]. Gracias por leer!!! Y espero que éste te guste también! Grax.

Kitsune: Épale!! Jejeje, gracias por haber leído!!! xD Ey, chica, te llamas Vanessa? [Oh, pero que bello nombre! Jajajaja! =P]. Con lo de 'psicópata', no tengo idea de cuantas veces la puse! xDD Jejeje, sorry por eso [es que, acostumbro decirla, y se me pasa a veces. Sin querer, escribo como hablo, y tengo burda de expresiones y cosas raras! xD]. Que bueno que te agradó el fic!! Uuf! Ojala éste capítulo te guste de igual manera. Gracias, nuevamente, por leer.

Alejamoto Diethel: Gracias por haber leído!!! Aay, que vergüenza que casi llores, T.T no, no llores, ríe, ríe!! xDD Espero que éste capítulo te guste de igual manera, porque ya el fic merecía un cambio de tantos pensamientos psicópatas! xD no te parece?. Nuevamente gracias!!!!!!!

Shi: Beiopa-opa-opa-opa! [.  .U ignoremos eso, pero, se supone que es un saludo xD]. Vasha, muchísimas gracias por seguir aquí, y también dejar un R/R, grax-grax! n.n . Que bueno que te gustó el capítulo pasado, si Bakura se te hizo cute, espero que aquí también se te haga! XD [En realidad, espero que al menos tus expectativas cumpla]. oóU Tienes razón, me equivoqué, no quise decir que para suicidarse hace falta cerebro, sino poco cerebro [o.óUUU Ése error fue culpa de la cabra! xD]. Nononono, ¡mucho ánimo, chica! ¡Mucho! Siempre hay cosas malas, pero uno debe saber afrontarlas, hay que cerrar los ojos, y decir "Esto también pasará", porque, si te pones a ver, muchas cosas han pasado por nuestra vida, y recuerda, que para ser feliz, sólo te necesitas a ti misma para lograrlo, yo trato de ser Yoh Asakura, o algo por el estilo, pero me ha funcionado! xD. Síe, ver el cielo, sin querer, siempre relaja; ponte a ver, al menos tienes amigas que se dan cuenta de tu cambio, ¡eso es algo muy bueno! Recuerda, [yo lo tengo de mantra] "Todo estará bien." Cuando confías, todo lo que piensas se hará realidad [confirmado]. Vamos, arriba esos ánimos!! Espero verte pronto en el MSN. Nuevamente gracias por leer!! n  n Y espero no decepcionarte, cualquier cosa, otro R/R me encantará, [y no te preocupes, si son largos, me gustan más! xDD]. Gracias!!

Malale: Hula-la! ¿Cómo andiamos? xD ¡¡Gracias por leer y dejarme taaan bonito comentario! Gracias-acias! [u.uU Damn, ¿qué me pasa hoy? XD], sí, yo también odio que haga eso… Wow!! Entonces, ¡¡doble gracias!! Mira que volver a escribir el comentario: GRACIAS!. Que alegría que el capítulo pasado te gustase; síe, yo me imagino a Bakura muy renuente en temas de sentimientos, además, que muy directo con las cosas que quiere decir, y traté de ponerlo así! xD. Eh! Gracias por notar lo de la rase del mundo (jeje), la verdad, es que es muy usada, y es algo así como "Mamá, detén el mundo, que me quiero bajar", algo raro, pero me gustó para la ocasión [Vamos, quién no ha pensado eso, aunque sea una vez?], y síep, ya acerqué un poco más a Ryu y a Bakura [Además, seguí tus concejos de las pastillas, por lo que, ésa escena está dedicada a vocè xD]. Y claro que me encantan tus tan explicativos comentarios! Los adoro, gracias por ellos!! Y con lo de las venas, bueno, eso y lo de las pastillas contra el dolor de cabeza, es algo muy propio [ahora que lo pienso, en el fic me reflejo mucho… xxU ¿qué demonios hago escribiendo esto? XD]; lo de las venas, aún lo hago sin querer, pero ya paré la costumbre. Muchas gracias por haber leído, te lo agradezco en el alma, y espero y aspiro, que éste capítulo también te guste. Graxxxxxx!!

Diosa Atena: -Sonrojadísima al increíble extremo- … Gracias, gracias por seguir leyendo. También, gracias por explicarme lo de de Bakura con Yami! o.oU Síe, ya sabía lo de su pueblo [Por cierto, por éste capítulo lo nombre! xD], no tenía ni la más mínima idea de que eso pasaba… ¡¡Ya quiero que lo pasen!! T.T Aunque me conozco, yo también lloraré, quiero más a Kura que a Yami! [xD], y de Malik ni la sombra? O.óU. Chica, NO PUDE SONROJARME MÁS leyendo tu R/R!!!! Andaba toda 'Jejehehejejeje…" xDD No sos una hentai, todas somos hentais!! [¬¬U Ok, sí eres! xDD Pero, caes muy bien!! Jajajaajajaja!!] No, es que de pana me dio pena, pero me divertí un montón! xD Jajaja!!. A ver, trataré de hacerte feliz, pero como ya dije, tienes que tratar de convencer a Petra o.óU -Vuelve a señalar a la cabra, que por ahí anda-, tú sabes, ella decide lo que va y lo que no! xDD Jajajajaja! Es que no puedo parar de reír! n.nU Jejeje. Yo también me imagino lemons Yaoi [No en vano he leído muchos! ¬¬ … Hentais, unidos, jamás serán vencidos! (8)], es que a la hora de narrar me entra muy corte! XD [O, bueno, le entra a la cabra], sin embargo, trataré de hacer lo que pueda!! xDD Jajajaja. Que bueno que te gustó el capítulo pasado, espero [de verdad], que éste también te guste!!! xDD Gracias por dejarme un R/R tan explicativo y largo [es que me encantó, de veras-de veritas]. Gracias!!! [xDD Seguiré tus consejos!!]

Guerrera lunar: Hi!!! Me alegra, muchísimo que les gustara el capítulo pasado!!!!!! [Muchísimo!] n   n La verdad Rex… Es que me enamoré de ti!!! Que cute!! -Asfixiándolo- xDD Bueno, pero, GRACIAS por haberlo leído, y nuevamente, me alegra que les gustara. Síep, Bakura se encargó de la escoria, y ahora aquí entenderán qué pasó con claridad [u.uU Bueno, eso traté, no estoy muy segura]; supongo que fue algo extraño para Ryu pensar tanto en su Yami [xD No te preocupes, desde aquí empiezo a llamarlo "Bakura", y había partes, en las que ya me había acostumbrado a llamarle de otra forma, y tenía que volver a corregir! xDD ¬¬U … Que manías.]. El desahogo vendrá en éste capítulo… xD Ya verán!! Aquí es de los 2 [Aunque, para qué negarlo? Está un poquitín más centrado en el Yami], y lo de las frases, bueno… xD Supongo que todos nos la preguntamos alguna vez, por lo menos la de "¿Por qué no es tan fácil desaparecer?" [O mínimo sentir que desapareces, muy al estilo Evangelio], que wueno que te gustaron!! xDD Tome azúcar, si es lo que quiere!! T.TU Como ya puedo comer, tomaré también por ti! xDDD. GRACIAS por haber leído, y porque te gusto. También porque te molestaste mandándome un comentario, por eso, te lo agradezco mucho más. Espero que éste capítulo te guste!!

 Bueno… ¡También gracias a todos los que leyeron y no pudieron dejar un R/R! Repito, sé que pasa [xD A mí me pasa]; pero, sobretodo a las personas que tomaron un poquito de su tiempo, para dejarme un comentario: Un trillón de gracias!!!!!!!!! n  n Espero no decepcionar a nadie.

xD Además, espero que a la que va dedicado, le siga gustando.

Sin más, los dejo con el fic… ¡Gracias a todos!

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Capítulo 4: Tormenta.

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 El Yami apenas y atinó a seguir peinándole delicadamente la melena blanca a su hikari; se sentía poco menos que desconcertado.  Estaba conciente de que Ryu no era portador de las mejores condiciones, pero nunca pensó que se sintiera tan desesperado, como para aferrarse a él con tanta fuerza.

 Porque el abrazo que tristemente recibía carecía de calor interno, pero nunca de gran agarre de cuello. Mas no podía quejarse, y mucho menos rechazarlo, o apartarlo, sólo siguió pasando su mano delicadamente por sus cabellos, sintiendo cómo las lágrimas calientes de Ryu le bañaban la camisa que usaba. (Que después de todo, estaba ya mojada, porque se había humedecido con la lluvia)

 Bajó la vista, concentrándose en el infinitamente triste semblante de su hikari: sí que se veía angustiado. A cada segundo tenía ligeros espasmos en los hombros, y no hacía ni el más mínimo intento de reprimir los roncos gemidos de dolor interno que de él salían.

"Mejor afuera, que siempre portarlos escondidos en su alma." Pensó el espíritu, a la par que sentía que los brazos alrededor de su cuello apretaban más fuerte.

 Como respuesta a esto, el albino mayor dejó de peinarlo, para así poder abrazarlo completamente, prácticamente, arrullándolo entre sus brazos.

 Ryu era delgado y pequeño sin duda, sobretodo, si lo comparaba consigo mismo.

-¿Por qué me salvaste?- Preguntó el más chico entre sollozos apagados- ¿Por qué no mejor te quedaste con ellos? - Reprimió varios gemidos, que le quitaron el aire- Hu-hubieran sido… ¡mejores hikaris que yo!

 Antes las interrogaciones, y todavía abrazándolo, el Yami dejó salir una sonrisa de sus labios: mitad de burla, mitad de ironía. Inmediatamente la borró de su rostro, dándole gracias a Ra porque Ryu no lo veía, sino, estaba seguro de que habría confundido el significado de ésa sonrisa, y se sentiría peor.

 -Yo creo - Empezó el albino mayor con una voz neutra y calmada, Ryu no recordaba muchas ocasiones con ése tono de voz venido de su Yami- que estás equivocado, ¡esos patanes nunca serán mi hikari! No los quiero a ellos.

 El chico que lloraba, no supo con exactitud como tomarse ésa respuesta, porque no le dejaba nada claro. ¿Él era mejor que esos 3 idiotas? Bueno, si comparaba ¡hasta un elefante amarillo era mejor hikari que esos 3! Pero, eso no hacía, que el espíritu lo quisiera a él.

 Por unos segundos, intensificó el abrazo, luego, cayó en cuenta de que ponía al espíritu en una situación que seguramente no era de su agrado. Sin previo aviso se soltó de su Yami, y quedó sentado frente a él (casi entre sus piernas), sin embargo, no pudo parar de llorar.

 Sentía que estaba totalmente expuesto, que era el momento perfecto para el que quisiera burlarse de lo que era un ser patético en su máxima expresión. Inconscientemente, ocultó su cabeza atrás de sus rodillas, y su dedo pulgar se paseaba insistentemente sobre su vena izquierda.

 Pobre tipo. Pobre estúpido que ni siquiera lograba que su Yami lo apreciara. "¿Por qué no me dejó morirme? Él hubiese podido escapar, lo sé." se preguntó, mientras recordaba que el espíritu, momentos atrás, lo había defendido.

 Por otra parte, el espíritu lo miraba al frente suyo, con las manos levemente extendidas, dudando entre tocarlo o no; sintiendo como el dolor se había apoderado completamente del corazón de su pequeño hikari, y se estaba burlando de él.

 Sabía que había elegido mal las palabras al usarlas; estaba perfectamente conciente, que no era lo que Ryu esperaba oír. Y ahí estaba él, sintiendo toda ésa tristeza acumulada en su propio pecho, y haciendo un esfuerzo para no decir alguna incoherencia.

-Acabemos de una buena vez con todo esto.- Dijo el albino menor en voz alta y cansada, no sabía si al aire, a su Yami, a él mismo, a todos o a ninguno, de todas formas, le daba exactamente igual.

 En ése momento, el espíritu de la Sotija del milenio no pudo ni siquiera pensar, hasta que vio a su hikari nuevamente envuelto por sus brazos de forma protectora, cabe destacar que también sus piernas lo rodeaban. ¡Un poco de calor debía brindarle si quiera a su cuerpo, maldita sea!

 Como pudo, volvió a arrimarse, hasta quedar recostando su peso sobre la pared, a su espalda. Sintiendo a Ryu temblar por el simple abrazo, se apresuró a hablar.

 -¡No digas eso!- Volvió a sonreír- Lo que quiero decir… Lo que pasa es que…- Sin más ni más, cambió a un preocupado semblante, y suspiró derrotado; bueno, si Ryu había sido abierto y sincero con él, era el tiempo de devolverle el favor, hablándole de la misma forma- Yo no quiero otro hikari que no seas tú - Cuando sintió que Ryu dejaba de temblar, lo abrazó más fuerte-, para mí… has sido el mejor.

 A pesar de que algo se le iluminó en el cerebro, que le decía: "¡Alto! ¡Ya dijiste mucho! ¡No empieces a hablar de eso!" el espíritu sabía que debía seguir, puesto que la presión en su pecho, y la angustia en su garganta no disminuía, y también sabía que no lo haría hasta sentir que ayudaba a Ryu… aunque fuera un poco.

 Contra el pecho de su Yami, Ryu abrió los ojos asombrado, y de golpe dejó de llorar con tanta intensidad. ¿Su Yami le había dicho que él…?

-Yo… pensé que-que tú…- Balbuceó el albino menor como pudo, hasta que quedara entendible para los oídos humanos- que… a-a ti, no te impor… taba que yoh…

-¿Qué te suicidaras?- Completó el espíritu una tanto exasperado, al ver como Ryu tardaba una eternidad en terminar una frase, que sentía muy vergonzosa, porque consigo traía muchas explicaciones, las cuales estaba dispuesto a dar ahora, y sólo ahora: nada de repetirlas- ¡Claro que me importaba! ¿Cómo no habría de hacerlo? Yo,… bueno, la verdad es que yo…

 Percibió como desde abajo, Ryu le dedicaba todo su espacio visual a sí mismo, y se sintió más apenado y avergonzado que al principio. No le respondió la mirada, sino que empecinadamente, sólo observaba el barandal de las escaleras al frente.

 Muy bien señoras y señores, abróchense los cinturones (Aunque, el Yami no estaba del todo seguro de lo que eso significaba), porque ésta sería una noche muy larga, además de bochornosa y cursi… Sobretodo cursi.

 Dándole un breve discurso de despedida a su orgullo, el espíritu empezó a aclarar el punto tratado:

-No quería meterme más en tus asuntos.- Suspiró sonando triste, sin quererlo- Porque ya arruiné tu vida, ¿cierto? Me pareció egoísta que después de todo lo que hemos pasado, yo te imponga una orden, que te traerá más dolor. Me pareció que si querías… morir, entonces debía dejarte hacerlo, y ya no estorbarte más. Pero nunca me dio igual, por el contrario, no hallaba la manera de decirte, que no quería que me dejaras… con otra persona.

 Si antes se había sorprendido, ahora el peliblanco menor no sabía donde meterse de la impresión que cargaba, todavía sintiendo los brazos y piernas de su Yami alrededor de su cuerpo, podía notar como su fuerte palpitar se calmaba poco a poco.

 -No me estorbas…- Le respondió a su Yami, en un tono bajo- Pensé que era yo el que te estorbaba a ti.

-Nah,… si eres tú el que me mantiene con vida.- La sonrisa cínica volvió al mayor, mientras cerraba sus ojos cafés, y apoyaba la cabeza contra la pared- Creo que he pasado mucho tiempo con Mariku, y me hizo entender algunas cosas…

-O sea…- Las mejillas pálidas de Ryu, se tornaron de un suave color escarlata- que te importo, al ser tu hikari.

-¡Arhg!- El espíritu abrió los ojos, mirándolo de lleno, actuando como si estuviera exasperado, cuando en realidad, estaba muerto de vergüenza ¡como odiaba tener que decir en voz alta lo que pensaba o sentía!- ¡Me importas por el hecho de que eres tú! No sólo mi hikari sino también… sólo por ser Ryu.

 Por una milésima de segundo, el albino mayor estuvo seguro que los ojos de Ryu se saldrían de su cabeza, de lo grandes que los tenía abiertos; esto lo hizo apenarse al punto del sonrojo.

-¿Por qué no me lo dijiste antes?- Le preguntó el hikari, sintiendo su respiración entrecortada, pero sus ojos secos, que ya no botaban ninguna lágrima.

 Ahora, verdaderamente, el espíritu frunció el entrecejo.

-Pues, ¿qué esperabas?- Le respondió.- No estoy acostumbrado a ir por la vida diciendo a diestra y siniestra lo que pienso.

-No era a todo el mundo, era a mí.- Le reclamó el albino menor, con algo de reproche en sus ojos.

 En éste punto, el espíritu suspiró resignado, y casi sintiéndose mal consigo mismo; bajó los hombros, y toda postura altanera o defensiva que pudo haber tenido se esfumó. Muy a su pesar, sabía que en aquel pasillo, las almas de Ryu y la de él quedarían desnudas.

No más secretos entre ellos, no más dudas. ¡¡Adiós dignidad, venga señora vergüenza!!

-Ryu- Empezó extrañando al nombrado, pocas veces su Yami le llamaba por su nombre-, he vivido por muchos años, y he pasado por inimaginables cosas. Cuando viví en Egipto, mi pueblo, Kuru Eruna quedó devastado (por culpa de ése maldito faraón de la…); y la venganza fue por muchos años mi impulso a seguir.- Sus ojos, chocaron con los otros, sintiendo su atención- Sin embargo, ésta vida ha sido también muy movida, he cambiado tanto, que ni yo mismo lo puedo creer a veces. ¡Maldita sea! Algo me decía que no me juntara con los 2 egipcios locos, ¡ya sabía yo!

 El albino menor le sonrió de medio lado, algo divertido por las divagaciones explicativas que su Yami tenía.

-No estoy acostumbrado…- Siguió el más alto- a decir lo que siento, por más que sé que es necesario decirlo. No me gusta hacerlo, y espero no cambiar mucho en éste punto. Es bastante incómodo.

Luego de unos minutos de silencio, Ryu se aventuró subiendo su mano, hasta la mejilla de su Yami con suavidad.

-No me di cuenta…- Le sonrió al espíritu más dulcemente- Has cambiado mucho, ¡diablos, y no me di cuenta!- Suspiró, retirando su mano- Pero, creo que ha sido una buena alteración, ¿o no?

 De repente, sintió un aire de comprensión hacia su Yami. Había sufrido y perdido mucho; y sin embargo, había sido extraordinariamente fuerte, hasta que cambió su forma vengativa de pensar, ¡y él ni siquiera podía soportar la supuesta soledad de una vida! Estaba demostrando ser verdaderamente débil.

 Un trueno de afuera iluminó toda la estancia, como si el cielo reclamara por la falta de atención por parte de ambos albinos. Afuera, todo estaba oscuro y las nubes grises con tintes anaranjados nublaban todo a su paso. Las fuertes gotas sonaban chocando contra las ventanas.

 Y por primera vez en toda su vida, Ryu prefirió quedarse en brazos de su Yami, antes que ver el espectáculo que afuera se daba.

-Yo quiero disculparme.- Habló Ryu bajamente, pero tratando de que su voz se oye por encima de la fuerte lluvia- La verdad, es que no sé qué me pasó ayer,… yo, ¡por supuesto que no te odio! Perdóname, yo…

-¡No tienes por qué disculparte!- Le interrumpió el albino mayor rápidamente- Yo sé muy bien que sí me…

-¡Para nada!- Ahora Ryu le interrumpió al otro - Me sentía muy mal, pero no fue contigo, era conmigo mismo. Sabes que soy muy débil, y simplemente, exploté con la única persona… que se preocupó por mí. Lo lamento. No te odio, no debí decir eso.

 El espíritu soltó un poco el abrazo, a la par que sentía, como el nudo de agonías que tenía en la garganta se desasía, y por fin su pecho estaba tranquilo.

-Tú y yo sabemos, que soy el gran responsable de todo lo que te pasó, no debí dejarte tan solo, y tampoco debí dejar que pensaras que yo te detestaba.

-… No tienes la culpa, soy así; no importa lo que hicieras, no ibas a cambiar eso de un momento a otro. Nunca llegué a odiarte, ¿sabes?

-Tampoco a quererme,- Cuando el Yami se dio cuenta de lo que había dicho, se apresuró a arreglar la oración, hasta que dijera lo que él realmente quería decir- o sea, apreciarme de algún modo, y es todo mi culpa. No estaba acostumbrado a tratarte bien, siquiera…

-¿Pero todo se puede cambiar…?- Le susurró, aparentando estar seguro, pero espíritu sabía, había hecho una pregunta.

-Ya todo eso cambió, hikari.- Le dijo.- Yo… también quiero disculparme.

-Ya no lo hagas, porque no importa, todo está en el pasado.- Las gotas parecían tener la empecinada tarea, de limpiar las ventanas y las paredes exteriores del apartamento, al tiempo en que Ryu correspondía por fin, el abrazo de su Yami.

 Viendo sin llevar la cuenta los relámpagos y truenos que caían por la ciudad, la mano del Yami volvió a peinar delicadamente la cabellera del más bajo, con expresión ausente, pero calmada, tan calmada, que parecía fingida.

-¿Tú quería matarte por mi culpa?- Le preguntó, sintiendo la necesidad de aclarar mejor el tema.

-Ya te dije que no- Le respondió Ryu con tranquilidad-. Yo quería hacerlo, porque soy débil, no soy bueno en nada de lo que hago… Sentía que, para ti, no importaba.

-¿Ves que sí es mi culpa?- Casi había reproche en la voz del espíritu.

-Que no.- Ryu, cuando quería, podía llegar a ser muy terco- Era culpa de mi mente; fui egoísta, no capté tu cambio, no estuve ahí para ayudarte. Eres muy fuerte. La soledad me deprimió, sentía que no le importaba a nadie.

-¿Aún piensas así?- Ahora lo que casi distinguió el albino menor, era desesperación en la voz del otro.

-No… Tú estás conmigo.- Dicho esto, con delicadeza se retiró de las piernas de su Yami, para posesionarse a su lado izquierdo, también recostado a la pared frente el barandal, sabía que el sentimentalismo no era el fuerte del espíritu, y no quería hacerle las cosas más difíciles- Cuando esos tres hombres quisieron matarme, sólo pensé en una cosa.

 A pesar de que el espíritu albino quería decir algo así como: "Pero esos malditos no volverán a tocarte nunca más, no pienses en eso", se contuvo, porque presentía que toda esta charla era importante que saliera a la luz.

 -Pensé en todos los momentos que hemos pasado juntos, y también, que quería repetirlos; no han sido muchos los minutos en los que nos hemos llevado bien, por lo que deseé con todas mis fuerzas, poder verte relajado con mi presencia. Me di cuenta de muchas cosas, por ejemplo, que el que primero cambió todo esto fui yo, cuando dejé de tratarte. Y también… que sí te apreciaba, por lo que quería estar contigo. Lamento mucho, todo esto.

-No te disculpes, yo lamento que esos tipos te atacaran.

-Por cierto- empezó el albino menor, sintiendo fuertemente el reclamo del cielo-, ¿cómo esos seres sabían de ti y la Sortija del milenio?

 Una sonrisa maniática se apoderó del semblante del espíritu (Ryu ya se había comenzado a extrañar, por no verla), y empezó a explicar, como si el hecho no importara.

-Esos malditos eran egipcios.- Trató de no reír al recordar sus semblantes junto antes de enviarlos al reino de las sombras- No tengo idea de cómo se enteraron de la existencia de la Sortija, pero sí sé que eran unos completos idiotas. Cuando dieron conmigo (pura casualidad hikari, te lo juro, ningún otro desaparecimiento de infelices al reino de las sombras tuvo que ver, para nada), se la pasaron días atrás de mí, pidiéndomela. A veces los escarmentaba, otras los asustaba y jugaba con ellos. Pero idiotas al fin y al cabo, y simplemente les di su merecido por meterse con lo que no debían meterse.

-Pero, la sortija la traías tú, no llegaron a tocarla.

-¡Hablo de ti, baka!

-Ohh.- Fue la única respuesta, de un sonrojado Ryu.

-Lamento eso, yo también.- Le dijo e espíritu, antes de pasar su brazo, por encima de los hombros de Ryu, en un nuevo abrazo.

 Un nuevo trueno iluminó la estancia, dándola a la pequeña sonrisa del albino menor, un toque misterioso.

-Ambos fallamos, al nos darnos cuesta de que estamos juntos en esto.- Suspiró- Fue estúpido de nuestra parte, tratar de separarnos el uno del otro; pase lo que pase estaremos unidos.

-¿Eso quiere decir- Preguntó el espíritu milenio con renovada esperanza- que piensas quedarte por aquí? Digo, sinceramente hablando ¿no piensas más en…?

-No.- Le respondió Ryu con certeza.- Es hora de cambiar, y crecer. No puedo sólo yo, pero juntos…

-¡Sí, sí!- Le cortó el Yami, antes de sentir más bochorno gracias a lo cursi de la situación.- Ya lo sé.

 La sonrisa en el semblante del menor se amplió un tanto, cosa que se sintió muy bien. Hacía tanto que no sonreía.

 El espíritu pareció notar aquello también, y no pudo menos que felicitarse por su gran acción, y su gran recompensa. ¡Su hikari sonreía! ¡Ya no lloraba! Su respiración estaba calmada, y su pecho se había vuelto más ligero.

 ¡Que viva el espíritu que por fin hizo algo bien por su hikari!

 El chico hizo el ademán de volver a hablar, pero de inmediato se detuvo, pensando en algo particular, y ya que estaban siendo sinceros, no veía otro momento más oportuno:

-¿Cuál es tu nombre? ¿Te has dado cuenta de que no sé cómo llamarte?

 Ahora que habían hecho las paces, Ryu no estaba totalmente seguro si el espíritu quería ser llamado por su apellido, o tenía un nombre, tal vez un sobrenombre que le gustara más. Bueno, ¡no tenía idea! Por lo que prefería que fuera el mismo espíritu quien se lo aclarara.

-Me he dado cuenta, sí.- Le respondió éste con suavidad, a pesar de su voz ronca- Sin embargo, no recuerdo mi verdadero nombre. No sé si tú… Bueno, espero que a ti no te importe…

-Antes me hubiera importado, pero este es un nuevo y mejorado comienzo- Sonrió-, habrá que aprovecharlo del todo, ¿verdad, Bakura?

 Fue turno del espíritu abrir los ojos un tanto asombrado. En cuestión de horas, su hikari había dado un bonito y bienvenido cambio, y ahora ¡hasta por su apellido lo llamaba!

 Sabía de buena fuente (bueno, de Malik), que Ryu detestaba que lo llamasen 'Bakura', y ahora, oyéndolo de sus propios labios, se sentía algo raro, no obstante, no dejaba de ser agradable.

 "Lo que hace la falta de comunicación." Se dijo a sí mismo Bakura, tratando de no girar los ojos "Si hubiéramos tenido antes ésta charla, nos habríamos ahorrado muchas cosas, entre ellas, un par de lágrimas de él."

 Se sentía diferente, y sabía que ahora se había ganado un amigo; ¡peor que eso! Un amigo bastante cercano. De acuerdo, el albino mayor no lo veía como algo malo, pero, no dejaba de sorprenderlo.

 -Cierto, Ryu.- Le sonrió medianamente, tratando de no mostrar cinismo.

-¿Era eso lo que querías decirme desde ayer en la madrugada?- Le preguntó a Bakura, sonriendo- ¿Qué me considerabas un buen hikari?

-Algo por el estilo.- Respondió el albino mayor volviendo a sentir la vergüenza en un punto peligrosamente cerca del sonrojo.- Sólo quería animarte.

-¿Siempre me sigues al colegio?- Al parecer, el pequeño pero curioso Ryu tenía algunas preguntas que hacer, y no dejaría pasar la oportunidad de hacerlas.

 Un nuevo trueno, significó la pérdida total del poco orgullo propio que quedaba en el cuerpo de Bakura; para evitarse mayores inconvenientes, y la posible repetición de la pregunta, prefirió responder sincera y rápidamente.

-Sí, bueno, desde hace algunas semanas, desde que te sentí tan triste.

-¿Me sientes?- Preguntó extrañado.

-Séh.- El Yami cerró los ojos, a la vez que asentía, en un acto de autodefensa contra la vergüenza que lo poseía- Cuando lloras, estás triste, y esas cosas. Después de todo, tenemos un lazo Yami/Hikari, que no se puede romper tan fácilmente.

-Ya veo…- Respondió Ryu, un tanto sonrojado.

 Bakura sonrió de medio lado: sí, la noche sería largo, pero estaba seguro, de que era lo mejor, y no sólo para su hikari, porque ¿para qué negárselo a sí mismo? Él también necesitaba platicar un rato con su contraparte.

 Se necesitaban uno a otro. Ya lo había dicho su hikari: Hicieran lo que hicieran, y así lo negaran arduamente, sus vidas estaban unidas, y no podía pretender por mucho tiempo más, que no necesitaba el trato con Ryu.

 ¿Para qué hacerse del rogar?

-Bakura,- le llamó suavemente, a la parte que posaba su cabeza sobre su hombro- ¿me cuentas más sobre tu vida en Egipto?

 Noche larga y cursi, pero necesitada y muy añorada por los dos. Hasta el cielo, parecía contar sus secretos, mediante el fuerte tintineo de sus gotas. Todo parecía querer limpiarse, y renovar como nuevo.

 Malditas metáforas que lo atacaban en el peor de los momentos.

 Un espacio de horas, con tormentas internas de sentimientos, en los estómagos de ambos albinos, ante tan repentino cambio, pasaba. Y otro trueno rugió en la oscuridad.

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 Sino eran las 2 ó 3 de la mañana, su instinto estaba totalmente errado. ¿Cuántas horas hablando habían pasado? ¿Cuánto tiempo el cielo había descargado sus frustraciones sobre las paredes de su departamento? ¿Cuánta angustia y tristeza había sido borrada, hilando oraciones que antes hubieran carecido de sentido?

 Bakura no lo sabía, y sin embargo, poco le importaba. "El tiempo es perfecto" Escuchó de labios de Ishizu en más de una ocasión, y ahora no podía estar más de acuerdo con la frase.

 Pero ahora se preguntaba, ¿qué importa el tiempo? Puesto que creía que podían seguir hablando toda la vida, ahí sentados frente al brandal de la escalera del departamento, con la cabeza de Ryu apoyado ahora en su pierna izquierda, y su mano volviendo a peinar el plateado cabello.

 Sí, definitivamente el tiempo era perfecto. Estar ahí, y así, se sentía perfecto. Sin peso en sus corazones, sin desesperanzas o desesperos; hasta el cielo se había calmado, aunque no paraba de llover.

-Te sonará increíble- Empezó Ryu adormilado, gracias a las suaves caricias que su Yami le brindaba- Pero,… ya no me siento solo.

 El albino mayor sonrió de medio lado, sintiendo como el estado de relajación se apoderaba cada vez más de él.

-Yo tampoco me siento solo, ahora; no como antes.

-Es extraño,- Siguió el menor, con mucho sueño reflejado en su tono de voz- cierro los ojos, y veo tu imagen. ¿Es eso normal?

 Las mejillas de Bakura, volvieron a pintarse de rojo. ¡Era oficial! Había roto su record de sólo 5 sonrojos en un día… ¡¡No podía recordar la cantidad de veces que se le durmieron las piernas, gracias a que su sangre se quedaba en sus mejillas con terquedad!!

-Supongo.- Respondió, con cuidado que no se le escapara un "Me pasa lo mismo contigo" Él creía que se debía a que, por fin, sus lazos como contrapartes, estaban suavemente unidos.

La lluvia afuera se calmó un poco más. Vaya, si que era relajante su sonido; ahora entendía mejor que nunca, porqué Ryu miraba el cielo todo el tiempo que podía. Sólo por los sonidos era fascinante.

 Y dentro de pocas horas amanecería, ¡no podía esperar a imaginarse los colores!

-Bakura, ¿por qué el cielo no se pone de color verde?- Preguntó Ryu, mientras que cerraba los ojos, y se dejaba arrastrar concientemente, por el mundo de Morfeo.- Si te pones a pesar, la luz se divide en todo los colores, ¿por qué el verde no se refleja en las nubes?

 El espíritu amplió su media sonrisa, divertido por los extraños cambios de tema que su hikari había hecho durante toda la noche. Aunque ésta, le parecía una pregunta interesante. Estúpidamente interesante, esperanzadoramente; la sentía, como algo nuevo.

"Baka" Se dijo a sí mismo "Tú sólo responde la pregunta."

-No lo sé, hikari.- Le dijo con sinceridad, característica de la noche que acaba de pasar, con la espalda pegada a una pared blanca y fría.

 Con mucho cuidado, sentó a Ryu a su lado, para acto seguido levantarse. Antes de que si quiera el albino menor lo pregunta, Bakura explicó:

-Voy al baño.- Sonrió de medio lado, mostrando los caninos, un tanto avergonzado. Aunque después de todo lo que habló ésa noche, o creía que por tan simple frase, pudiera avergonzarse más.

 Ante los ojos de Ryu, Bakura cerró la puerta con tranquilidad y sin mirarlo. Sonrió dulcemente.

 Ahora entendía muchas cosas, que antes le hacían gran daño. Su Yami lo apreciaba, y no pensaba que fuese tan débil (o por lo menos eso le dijo); no podía más que reprocharse por no haberse dado cuenta de que todo su alrededor había cambiado.

 Entendía que no podía decir que detestaba al espíritu, porque sería otra mentira acumulada para el historial del mundo, en esos momentos sentía gran comprensión entre ellos, y también aprecio. Al menos logró algo, al menos era importante para Bakura.

 ¿Eso era un buen consuelo? No, no era un consuelo, era una razón para seguir, era un apoyo, era… su esperanza. Exactamente.

-Si vivo sólo para él- Le dijo al aire en un susurro con los ojos cerrados, y sintiéndose en tranquilidad verdadera, algo que no experimentaba, desde hace mucho tiempo-, nada habrá sido en vano.

 Al otro lado de la puerta del baño, el espíritu terminaba de abrocharse el cinturón a su cadera (¿Qué? ¡Ryu y él eran muy flacuchos! No era su culpa que se bajaran), mientras que observaba su reflejo en el espejo.

 Subió su mano, hasta que también quedó reflejada en el mismo, y sus ojos la captaron con detalle.

-Supongo que no desapareceré, porque él se quedará aquí… conmigo.- Dijo con una media sonrisa burlesca. ¿Para quién era la burla? Para el pasado, para lo antiguos pensamientos de su hikari… para la caja de pastillas contra el dolor de cabeza, que observaba en el gabinete.

 Sin ningún tipo de prisa, tomó la caja de las pastillas blancas, y cual estuviera haciendo una labor muy complaciente, la tiró a la basura.

-Agradece que no te envío al reino de las sombras- Le habló al contenido de la papelera-, y eso porque no estoy seguro si le hiciste bien o mal a Ryu, pero sí sé que ya no te necesitará, baka.

 Y con la frente en alto, sonriendo con total arrogancia, salió del baño a paso seguro.

 Cuando volvió al pasillo, tenía la intención de preguntarle algo sin importancia su hikari, sólo para hacer conversación nuevamente, sin embargo, cuando lo vio, no pudo más que sonreír complacido.

 Ahí estaba el pequeño Ryu, acostado en el suelo, con las manos juntas bajo su cabeza, y el cuerpo acurrucado buscando calor, totalmente dormido.

 La respiración calmada, su semblante tranquilo, y una leve sonrisa en sus labios.

 ¿Hace cuento que no dormía su hikari con tanta profundidad?

 Con cuidado y más delicadeza de la que sabía que tenía, lo cargó, hasta su habitación, la cual, seguía hecha un desastre, y la cama seguía pegada a la pared tendida, pero desarreglada. Lo que le daba a entender que ayer no había dormido nada.

 Con suavidad lo depositó en la cama, y luego lo cubrió con las mantas de ésta; sabía que Ryu no era friolento, sin embargo, quería que pasara unas buenas horas de sueño.

 Subió la mirada, hasta la ventana, la cual estaba cerrada, pero la persiana estaba arriba, haciendo ver completamente el enorme cielo (Al fin encontraba un punto a favor de vivir en un piso alto). Eran ya pocas y casi invisibles gotas las que caían, cada vez con menos fluidez. No tuvo que esperar mucho, para que, por fin, dejara de llover.

 Y quedó maravillado con los colores que reflejaba ahora el cielo.

 Las nubes quedaron pintadas de naranja y morado pastel, proclamando que ya no estaban llenas de agua, y regalándoles a los humanos una hermosa vista. El cielo como tal (porque ya estaba algo despejado), estaba de un color azul no muy oscuro. No se veían estrellas, por ningún lado.

-Ya entiendo, porqué le gusta tanto.- Dijo, mientras que inconcientemente, se sentaba al lado de Ryu con suavidad.

 Si le preguntaban, había sido una noche productiva, y llena de éxito; se sentía un paso más cerca de su hikari. Suponía que de ahora en adelante, el albino menor se haría la idea de que eran amigos, y no podía estar menos que contento por ello.

 Tal vez sí le daba un poco de miedo (además de que era un gran cambio), sin embargo, sentía que era una muy buena aventura, algo que debía aprovechar.

 Subió la vista, y sonrió. Sí, al parecer también el cielo estaba feliz por su hazaña de hacer sonreír a su hikari de nuevo, y ésta vez, sinceramente. Podía sentir la quietud en su pecho, y eso lo tranquilizaba bastante.

 Sin embargo, había algo que ahora que lo pensaba, no lo dejaba tranquilo… ¡¡¿Por qué demonios no se ponía verde el cielo?!! ¡¡Su hikari quería verlo verde!! ¡¡Debería estar verde!!

-Algún día lo verá.- Le dijo al durmiente, justo antes de bajar la vista, para verlo, y no dejó de sonreír.

 Porque Ryu se veía tranquilo, y con un dejo de alegría.

 Se movió un poco en la cama, y suspiró algo, que por un momento, hizo que las mejillas de Bakura se encendieran, nuevamente.

-… Mí Yami…

-Creo que tendré que acostumbrarme.- Dijo bajamente, volvió a ver por la ventana, antes de levantarse, para bajar la persiana, y que el cuarto quedara en penumbras- ¡¡Verde!! ¿Por qué no verde?

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Notas:

 Ooooookeeey,… ¿Recuerdan que en el capítulo pasado, dije que aquel era el peor de éste pequeño y escueto fic? Me equivoqué, y por eso, corrijo: Es el presente el peor!!  xDD Sin embargo, espero de todo corazón que les haya gustado; porque de imaginarme a Bakura y a Ryu hablando, apoyados en la pared de un pasillo, con total sinceridad, salió el fic. Bueno, ok, primero me salió el título de la nada, y luego me creé el fic… xD Pero, anyway! Salió!

 Bueno, y hablando de título, me doy cuenta de que no expliqué (verdaderamente), el título del presente. Verán "Color del cielo" viene del hecho de que el cielo cambia, y se pone de todos los colores [aja, menos verde, ya sabemos], al igual que el temperamento de un humano, lo que puede ser muy cambiante.

 Lo que sugiere que el resto de los títulos, como "Despejado", "Nublado", etc, se refieren al estado de ánimo de [en éste caso] Ryu. [Bueno, el de 'Despejado' es un tanto irónico]. n   nU Sólo quería aclarar el punto.

 ¿Ya vieron? ¡¡Ya empezaré a poner a Bakura como tal!! Wuhajajaja! Lo raro, es que ahora no me acostumbro! u.uU Weh… Y están ya más cerca de lo que se podría considerar una amistad. No se desesperen, en el próximo capítulo, se verán más de ellos, y por fin, aparecerán otros personajes. [Espero].

 A pesar de que sé que éste capítulo salió malo, y puede que estúpido, ruego a Ra que les haya gustado. n   n Sino, bueno, me lo dicen, ne? XD

Comentarios, y todo lo demás, ya saben mi e-mail.

¡¡GRACIAS por leer!!

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Zelshamada.