El Vengador de Hogwarts
En Hogwarts había muchas chicas, y para todos los gustos. Rubias, morochas, alguna que otra pelirroja, flacas, altas, gordas, pulposas, bajas, feas, lindas, divertidas, aburridas, simpáticas, agrias, etc...Pero nadie, nadie era como Lily Evans. Lily era...como explicarlo...inigualable. Era pelirroja, pero su pelo era de color rojo furioso, como el fuego. Era de tez bastante pálida, pero siempre con color a la hora de la risa y la vergüenza. Su cuerpo era como la mas perfecta estatua: Bustos perfectos, tenía una cintura de la medida justa, ni muy flaca, que al tomarla se quiebra, ni muy ancha, sólo de la medida justa. Era cálida al tacto. Sus caderas eran firmes y redondeadas y sus piernas eran lo mas sexy que Hogwarts había visto en años. La mejor amiga de Lily era Jane Holmes, una chica muy linda, de pelo castaño oscuro, flaca, pero con un cuerpo que atraía muchos hombres, la mayoría poco dignos de él. Tenía carácter fuerte. Éstas dos chicas eran de esas que hacían que la túnica del colegio se vea como el mas mínimo traje de baño (y las únicas). Eran la perfecta definición de la palabra "hermosa". Lily agregaba a su significado "única", y Jane agregaba "perfecta". Lily y Jane también eran la perfecta definición de "difíciles".Las dos opinaban que todos los chicos en Hogwarts eran imbéciles, y que ninguno era capaz de tratarlas como se merecían, así que se limitaban a humillarlos en frente de sus compañeros. Las dos sabían defenderse muy bien (aunque Lily utilizaba mas seguido sus defensas) y eran como caballos indomables. Estudiosas e inteligentes, eran lo mas maduro que se podía encontrar en Hogwarts y también, si eras una persona razonable, podías ser su amigo. Lily y Jane bajaron al Gran Salón, para tomar el desayuno.
Vieron a Los Merodeadores desayunando. Lily nunca supo porque se llamaban así a ellos mismos. Tambien usaban apodos extraños: Colagusano le decían a Peter Pettigrew, un chico regordete, con pelo corto, Lunático le llamaban a Remus Lupin, un chico buen mozo y caballeroso, con el pelo negro con algunos pelos entrecanos. Finalmente, James Potter (un chico extremadamente guapo con el pelo negro azabache muy desordenado, esbelto y atlético y con anteojos) y Sirius Black, el mas alto de los cuatro, era fornido y musculoso, con el pelo un poco largo y barba, eran Cornamenta y Canuto, respectivamente. Remus y Peter les caían bien a ellas, les parecían dos chicos simpáticos y en el caso de Remus, bastante guapo, pero Potter y Black...Las dos estaban perdidamente enamoradas. Lily hacía como que James era un engreído, que se creía lo mejor de Hogwarts (que en parte era verdad), pero en realidad se derretía ante la mirada de esos ojos negros tan sexys, y Jane erguía que Black no sabía tratar a las mujeres y que era un agrandado, pero esa barba y ese pelo la hacían suspirar. Entre los cuatro no cruzaban palabra. Ellos no se molestaban, porque tenían a todas las chicas de Hogwarts a su disposición. Black y Potter eran las primeras calificaciones del colegio, aunque no lo pareciera. Luego venían Lily y Jane. En el Gran Salón todo corría como de costumbre, los huevos y la panceta deliciosos como cabía imaginar, las lechuzas trayendo el correo, y los silbidos de admiración a Lily y Jane. Éstas se sentaron en la mesa de Gryffindor.
-Que tenemos hoy? preguntó Jane.
-Hoy es Lunes...- dijo tomando el horario- Pociones dobles con los de Slytherin, Transfiguración y Encantamientos.
-Oh no! Pociones con los Slytherins...
.De repente, Lily se puso pálida...
-Jane....Malfoy...
Jane también se puso pálida.
-Oh...Dios...
La última clase de Pociones, Lucius Malfoy (un chico alto, engreído y malvado) había insultado hirientemente a Lily, quien, sin poder controlar su ira, había descargado la furia de su pie contra sus testículos. Era la primera vez que Malfoy se callaba. Cuando pudo hablar, le advirtió:
-Me vengaré...maldita sangre sucia...
Lily y Jane se fueron, dejando a Malfoy rodeado de sus estúpidos amigos, con la petulancia normal en él, ausente. A partir de ese momento, Lily había estado evitando los encuentros con Malfoy, pero lo inevitable se avecinaba...
-Bueno...tal vez se haya olvidado...eh...
Miraron a la mesa de Slytherin y vieron, confirmando sus peores pensamientos, que Malfoy estaba reunido con sus amigos, y echaba miradas furtivas a la mesa de Gryffindor.
-No importa....le haré frente de vuelta...si lo hice una vez...
Salieron del Gran Salón, dirigiéndose, como si fuera su sentencia final, hacia el aula de Pociones. De repente, de una esquina, surgió una sombra grande...no...eran dos sombras grandes....Robert Goyle y René Crabbe, las tomaron, tapándoles la boca, y las metieron en un cuarto, bastante pequeño. De repente, Malfoy y Severus Snape (un chico flaco y alto, con el pelo negro y gasiento y nariz ganchuda, con fama de mal genio, inteligentísimo y maestro en pociones y maleficios) salieron de atrás de un armario.
-Y aquí están....la sangre sucia y su amiguita...les parece muy divertido jugar con el futuro de los demás...casi me dejas estéril Evans...maldita sangr- Pero de repente se escuchó un ruido tremendo y vieron entrar a James Potter y Sirius Black, que gritaron, con vos potente, forzada:
-¡Suelten a las damiselas, viles bellacos!- Y se agachaban en cuatro patas, a la vez. Luego entró Remus Lupin, y enérgico, dio un salto y se paró sobre las espaldas de sus amigos, y vociferó:
-¡A la horca los Slytherins!, y, como sus amigos, se puso en cuatro patas sobre ellos. Si los
Slytherins estaban atónitos, es no es nada comparado con la cara de Jane y Lily. Abrieron la boca para hablar, pero vieron al último Merodeador, saltar con una agilidad carente en él el 99% del tiempo. Se irguió, sacó dos varitas del cinturón y gritó:
-¡¡Déjenlas ir, o se enfrentarán a la ira de Peter Pettigrew, el Vengador de Hogwarts!!
Desarmaron la pirámide humana, Peter le devolvió su varita a Remus y los cuatro su pusieron, como si fueran uno solo en una ridícula posición de combate.
Los Slytherins echaron a reír, y Malfoy, con la boca excepcionalmente abierta.
-Sirius, ahora!-gritó Remus. Sirius respondió tirando ágil y acertadamente una bomba fétida en la boca de Malfoy, quien se atragantó, y de repente, largó un estruendoso eructo con aroma horriblemente fétido. Los Slytherins salieron corriendo hacia la enfermería, y Peter, con los
brazos en posición de jarra, dijo:
-No teman muchachas, eh venido a salvarlas, ya acabó el peligro-Todos se echaron a reír.
-Gracias Remus, gracias Peter. Adiós.
Lily jamás iba a besarles los pies a los idiotas esos. James y Sirius se quedaron atónitos.
-eh...Evans!-llamó Potter
-Que?-dijo en tono frío.
-Nosotros también te ayudamos!
-Eh...bueno...gracias- No podía resistirse a esos ojos negros. Sus piernas temblaron, por primera vez.
-Ahora fue mejor. De nada.
Los cuatro hicieron que se apoyaban en un tapiz del pasillo, cayéndose adentro de no se sabía donde.
-Vamos Lily, tenemos poco tiempo para llegar a las mazmorras.
-Eh? Ah si...las mazmorras.
Caminaron hasta el aula de Pociones, comentando lo que había pasado, entraron, y se encontraron con los Merodeadores en el aula, además de todos los alumnos, menos Malfoy y sus amigotes.
-Llegan tarde muchachas, 10 puntos menos para Gryffindor.
Se sentaron, y la clase siguió silenciosa como siempre. Aburrida, Lily comenzó a dibujar, para hacer pasar el tiempo...el tiempo pasaba...pasaba...la clase no terminaba mas...
Sonó el timbre. Lily se paró y vio irse a James, estaba de espaldas...giró el cuello, la miró, y
Lily contempló sus ojos y luego su trasero.
-Oh Dios que hago!-dijo, cerrando los ojos.
-Que? Te pasa algo Lily?-preguntó Jane, preocupada.
En la cara de James apareció una sonrisa maligna, que por supuesto Lily no vio. Salió, con sus amigos.
-Nada, nada- James se había ido
Lily salió con Jane hacia el Gran Salón y escucharon, atrás de un cuadro de un paisaje, unas voces:
-Cállate, Peter!-se escuchó la voz de Remus, seguido de un "ouch!".
-Así que...Cornamenta...que diablos dijiste el sábado?. El domingo no te vimos por todo el día, y hoy vuelves al celuloide como si nada hubiera pasado.
-Eh? Que pasó el sábado?
-Tuviste una pesadilla, saliste corriendo para matar a Snape, yo fui contigo, te detuve, te llevé para la sala común nos encontramos con un profesor, vertiginoso paseo en camilla (y bastante polémico: piloto y copiloto en calzoncillos), aterrizaje forzoso, aplausos: un poco mas violento de lo usual, pero eso es lo de menos. No recuerdas nada del sueño...pero lo que dijiste al final...te escuchamos. Dijiste que amabas a Evans: ¿Es cierto?
-Que? Yo no recuerdo haber dicho eso! No lo dije!
-Vamos James, nos puedes decir la verdad a nosotros!
-No, no! Deben haber alucinado chicos, como me va a gustar Evans! Ja!
Y se fue.
-Que le pasará a James?
Una lágrima corría por la cara de Lily. Ahora lo había escuchado de su propia boca. No pudo aguantar más. Se fue corriendo
