De Dieces, Desnudos,

y

un Martes Gris y Lluvioso


¿Cómo pudo dejar que pasara eso? Descuido de tontos, error de principiantes. Él ni siquiera sabía si le gustaba Evans. No sabía porque lo negó.Se dio cuenta de que había un montón de cosas sobre él que él mismo no sabía. Salió del castillo. Necesitaba pensar un poco, y poner sus pensamientos en orden. Nunca lo había necesitado. Pero se le revolvía el cerebro.
Necesitaba aire puro, y silencio. Conocía un lugar perfecto. Dio la vuelta al castillo, cruzó un tocón de árboles, hizo un breve trecho, y llegó a un hermoso claro, con una cascada en miniatura, unos árboles frondosos, que servían de abrigo en los días de invierno, y de sombrilla en los días soleados de verano, pero con rendijas que dejaban pasar rayos de sol. Un precioso lugar, pero encontró algo no del todo convincente a la hora de meditar...era una chica rubia, besándose apasionadamente en el banco de roble con un chico que el no conocía. Maldijo en voz baja, sin darse cuenta que estaba invirtiendo el papel con gente como esa chica que iba al claro a meditar, y se encontraba con James Potter y la chica de turno besándose excitadamente, casi sin respirar, en ese mismo banco.
Se escabulló, enojado, a buscar otro lugar para meditar tranquilo. El Bosque Prohibido. No le gustaba la idea, pero era una urgencia. Su cerebro pedía a gritos que lo ordenaran.
Se internó en el muro de árboles, caminó hasta una mata de pinos y se recostó. Nunca supo cuanto estuvo allí, pero lo que sacó en conclusión de sus pensamientos que era ya de noche y sería mejor volver al castillo, además de decidir hacer algo con esa chica que le carcomía la cabeza, tomar una decisión, y rápido. Emprendió el camino al castillo.
-Diez puntos menos para Gryffindor Potter, ya son las ocho de la noche, no se puede merodear por los terrenos del colegio, a su torre hasta la hora de la cena- Sentenció sin pasión Minerva Mcgonagall.
James fue con paso arrastrado a la torre de Gryffindor, sacándose de la cabeza por un segundo a esa chica y pensando donde estarían sus amigos. Llegó al retrato, pronunció la contraseña y entró.
-James!
-Cornamenta!
-Donde te habías metido?
-Que te pasa?
-Porqué esa cara?
Los Merodeadores lo acribillaron a preguntas
-Nada chicos, estaba dando una vuelta nocturna, nada más.
- Bueno, pero la próxima nos avisas.
-Cierto. Últimamente estás raro, James- Dijo Remus, con cara preocupada.
-No, no pasa nada, me voy a la cama- Dijo James bruscamente, yéndose rápido al cuarto.
-Cierto que está raro
-Que le pasará?
-No se...
Martes gris y lluvioso, Sirius golpea a James en la cara para obligarlo a levantarse.

-Ya va, ya va...
Martes gris y lluvioso, Los Merodeadores desayunan en el acogedor Gran Salón.
-Esto está muy bueno!-Dijo James con la boca llena. Había recuperado su alegría, al convencerse de que no le gustaba Lily Evans, lo que, para él, era un alivio.
-Que tenemos hoy?- Preguntó Peter (había perdido su horario tres veces)
- Botánica, Defensa Contra las Artes Oscuras e Historia de la Magia
Martes gris y lluvioso, Los Merodeadores y sus compañeros bajaban al los invernaderos, todos mojados y con los zapatos llenos de barro.
-MALDITO MARTES, LO VOY A MATAR, NO LO SOPORTO, ES DEMASIADO TRISTE, BASTA!- Gritó Sirius, amenazando al cielo nublado con los puños.
-No puedes matarlo, Canuto. Déjalo tranquilo. Le avisaremos a Dumbledore y te dejará de molestar.
-Cierto, lo acusaremos.
-Oh, basta ya-Cortó Peter, que tenía problemas con sus zapatos, que se habían quedado pegados al piso.
Con Peter en los hombros, los tres adustos Merodeadores conluyeron el mojado trecho hasta los invernaderos, y encontraron a la profesora Sprout en la puerta, mirándolos:
-Vamos chicos, vamos que hay mucho por hacer!
Al entrar, se quedaron atónitos. Había, en el centro del lugar, una enorme, gigantesca planta, tan alta como una torre de vigilancia. La planta tenía muchos tentáculos y hojas, pero al final se asomaban unas feroces fauces, capaces de comerse a un elefante entero. Cuando empezaban a pensar en escaparse, distinguieron un pequeño palillo en una de las encías del mounstro.
Parecía que le dolía, porque aullaba y se contorsionaba horriblemente.
-Bueno, bueno, adonde van ustedes cuatro? Quédensse aquí, William no les hará ningún daño. Éste es el trabajo:
 "Estaba yo ayer limpandole las hojas a esta bella planta que ven aquí, cuando, sin querer, una de mis tijeras mágicas le cortó una hoja. Como William es una planta muy sensible, gritó horribrlemente y se inclinó para morderme. Para defenderme levante mi varita, que se clavó en su encía. Desde ese momento no quiso acercarse para que yo se la sacara. Como están en quinto, pensé que podrían ayudarme, armando grupos de cuatro personas, planeando como subir hasta ahí y tomar mi varita. El que lo pueda hacer, se llevará dos hermosos 10 en Defensa contra las Artes Oscuras y Botánica."
-Porque en Defensa contra las Artes Oscuras?
-Porque esta, por si no te diste cuenta, Tukson, no es una raza muy buena de plantas. Pertenece a la Carnívore Takuba de la India, excepcionalmente mortales.
-No dijo que "William" no nos haría daño?
-A William lo crié yo, y les aseguro que no les hará nada, pero yo estoy vieja para esto, y despues de todo, sigue siendo una raza violenta. Tienen media hora para trazar su plan y armar su grupo.
A la clase no le entusiasmó nada la idea de subir hacia las fauces de una planta asesina, atravesando filosas espinas, y meter la mano para extrar algo de su enorme encía, que por cierto estaba terriblemente roja.
-Profesora, no tenemos grupo...ya todos se reunieron.
Lily Evans y Jane Holmes habían quedado fuera de todos los grupos.
-Pónganse con Potter, Black, Pettigrew y Lupin.
Los seis Gryffindors formaron una ronda y comenzaron a trazar un plan que les asegurara, al mismo tiempo, los dieces y su vida.
-Lo que tenemos que hacer es lo siguiente: que ellas no hablen, porq-
-Cállate Potter, tu no tienes que hablar, lo único que dices son estup-
-Basta, James y Jane, aquí tengo que pensar yo, porq- Empezó a decir Sirius pero Lily lo interrumpió:
-Black, que engreído que eres, Dios, no eres mas que un idio-
-YA SÉ!-Gritó Peter de repente, finalizando la discusión.
-Qué?-Preguntó Remus
-Nada, era para que se callen y pensemos de una vez.
Todos se quedaron atónitos.
-Queridos amigos, queridas damas, este es un momento solemne. Declaro, con el poder que mo otorga la casa de Gryffindor, y, en presencia de ustedes, a Peter Pettigrew, una persona pensante e inteligente, al menos por hoy.-Dijo Sirius con vos grave y seria.
Remus y James estallaron en aplausos, y mientras Sirius le daba la mano a Peter, quien se reía todo azorado, Lily y Jane contenían su risa, para no darle créditos a Sirius.
Pasaron el tiempo discutiendo sobre las estrategias y quedaron en que Sirius escalaría la planta con Jane a los hombros, el primero porque era el mas fornido y la segunda porque era la mas flaca.
-Va a ser lo mejor-Decía Sirius, quien estaba encantado
-No! Porque yo?!
-Porqué no?

-Vamos chicos, no es nada especial, es solo una velada en la boca de una planta carnívora!
-Ah! me olvidaba, chicos! De vez en cuando, las hojas de la planta queman, así que tengan cuidado!-Gritó la profesora Sprout-Bueno, basta! Se acabó el tiempo!, quien quiere empezar?! El silencio, solo roto por el infernal alarido de la planta, era demasiado obvio:
-Bueno, empezará el grupo de Shwartz y despues iremos en sentido de las agujas del reloj. Los Merodeadores y las dos chicas sonrieron, ya que esta decisión les dejaba el último puesto. Intentó Shwartz, luego Hopkins, Luego Donovan, luego Jones, y así hasta llegar a los Gryffindors. El grupo de Potter había visto a sus compañeros intentar de todo, desde tratar de desmayar a la planta hasta volcar su maseta. Ninguna salió muy bien, pero el fin (para Sirius y Jane) era inevitable.
James, Remus, Peter y Lily ayudaron a la pareja a subir a la maseta y desde ahí comenzó Sirius a escalar, con Jane colgada a su espalda, como un bebe koala y su madre.
-Con cuidado, Black!
-Pero que quieres que haga! Tengo hojas que queman adelante y una mujer histérica atrás!
-Cállate!
-Ouch! Me raspé con una hoja, maldición....Que olor a quemado...
-Black, tu barba se está prendiendo fuego...
-QUE!? NO! MALDICIÖN, APÁGALA, APÁGALA!!
-Jane comenzó a darle cachetazos a Sirius, pero la maldita barba no se apagaba.
-NO SE PREOCUPEN!- Venían James y Remus con una mangera de bomberos. La prendieron y comenzaron a mojar a la pareja, con lo que Sirius, mas allá de que su barba se haya secado, se resbaló de donde se había agarrado, provocando que Jane dejara de aferrarse y cayera.
-NO!-Gritó Jane y se aferró a los pantalones de Black, a quien, poco a poco, se le comenzaron a romper. Cuando estaba casi sin pantalones, logró tomar a Jane de la túnica, que desgarró con un ruido y dejó a la vista una remera muy apretada, que mostraba el ombligo de la chica y un extremo escote.
-BLACK!! SUËLTAME!!
-SEGURA!?
Jane miró para abajo y, a mas de 10 metros vio a Lily que se undía en los brazos de...¿James Potter?, guau, ese día estaban raras...
-SÚBEME!
Sirius subió fácilmente a Jane quien, se aferró nuevamente a la espalda de este, dejando emprender de vuelta el camino hacia la cima.
-No lo hice a propósito Holmes, sólo que me pareció más importante que salvaras tu vida antes que tu escote.
-Y yo tampoco te quise sacar los pantalones
-A mi no me molesta
-Exibicionista
-Histérica
-Pervertido
-Ya casi llegamos-Dijo Sirius, decidiendo que siempre que se discute con una mujer, él, por lo menos él, siempre iba a perder.
Llegaron a las inmensas fauces de la planta, y Jane, estirándose al máximo, extrajo la varita de la Profesora Sprout. El mounstro pegó un alarido de dolor y se sacudió a los Gryffindors de encima. Sirius y Jane caían, la segunda todavía aferrada a la espalda de Black...
-Kromal!- Gritó Remus, y al instante apareció, por arte de magia, un colchón de plumas enorme.
-GRACIAS!-Gritaron los Gryffindor al ver el colchón, acto seguido caían sobre el, con un golpe sordo. Era una visión bastante graciosa: Jane Holmes, con unos jeans pescadores y una remera minúscula (la túnica había quedado en las fauces del mounstro) y Sirius Black, con la barba quemada, una remera negra y sus calzoncillos con corazones alados (su tunica tambien había quedado en el mounstro), ambos, empapados, y mareados por la emoción de la caída de 15 metros.
-Me siento muy mal....ehh....Jane, que haces encima mío?...No, pensandolo bien, no me siento tan mal....
-Ohh...Black-Jane se levanto, no sin antes darle un codazo en el estomago a su salvador en calzones.
-Brillante muchachos, simplemente brillante! Que pareja tan ágil, mi Dios! Ganaron 50 puntos para Gryffindor, el diez para todo el grupo por pensar una estrategia tan brillante y mis felicitaciones! Informaré a la profesora McGonagall y a la profesora Dupley de su actuación...tocó el timbre, pueden salir...
Los Merodeadores salieron con Jane y Lily, quien luego tomaron otro camino.
-Guau! Que clase extraña! Lo hiciste bien, Canuto!-dijo Peter alegremente.
Sirius tenía una expresión embelesada, como pensativa.
-Hey!, Sirius, que te pasa?-preguntó Remus
-Nada chicos, es que...Holmes no es tan mala despues de todo.
Los cuatro quedaron quietos.
-No era que...
-Jane Holmes?
-Todo por una planta carnívora gigante?
-Mírenlo por el lado bueno...no tenemos amigas...lo único que tenemos son esas chicas que nos tiran sus números! (lo siento Peter) .Que tiene de malo tener amigas?
-Yo opino lo mismo-dijo firmemente Remus.-Son de lo mejor que hay en el colegio, son realmente gente buena.
-Si todos ponemos algo, creo que se podría lograr...no lo digo por ustedes, Peter y Remus, lo digo por nosotros Sirius, ellas nos odian.-dijo James, razonablemente
-Me parece que Lily no te odia tanto, si no le habría visto la cara, que estaba hundida es tus brazos.
-Es que estaba asustada por Jane, nada mas.
-Cornamenta....
-Bueno estoy de acuerdo!
James y Sirius tomaron un pasadizo a la torre de Gryffindor (Sirius seguía en calzones todo mojado) y Peter y Remus el camino al aula.
-Apúrense, tienen diez minutos!-fue su despedida.
James había hecho aparecer una manta para tapar a Sirius hasta la torre, pero dentro se encontraron conque Jane y Lily (la primera ya cambiada) salían.
-Nos vemos en Defensa!.Apúrense, faltan cinco minutos!
-Gracias!-respondieron ellos a coro, estupefactos.
-Este es el dia mas raro de mi vida! Primero: una planta carnívora en vez de las plantas aburridas de botánica. Segundo: Recorro quince metros cuesta arriba con una hermosa chica como Jane Homes, apretándome de atrás. Tercero: Se quemó mi barba. Cuarto: Lily Evans te abrazó. Que martes tan extraño!
-Lo mismo opino. Sería mejor que te apuraras.
Dos minutos después salían de la torre, corriendo a toda velocidad. Tomaron el pasadizo de vuelta al aula, corrieron un trecho, y al fin llegaron. Ya estaba todos, pero la profesora Dupley no. Entraron rápido y se sentaron junto a Remus y Peter. Los chicos estaban por contarle el extraño comportamiento de las dos Gryffindors cuando entró la profesora.
-Buenos días alumnos. Black que pasó con tu barba?
-Se me quemó profesora.
-Para la próxima clase la quiero arreglada o cambiaré su diez por un dos.
-Bueno profesora.
-Holmes porque estás tan despeinada?
-Porque no tuve tiempo para peinarme.
-Para la próxima clase hazte tiempo o cambiaré tu diez por un dos.
-Bueno profesora.
Ése era el estilo de Dupley. Sólo eras chicle en un zapato, o pelusa del ombligo. Nada mas.
-Abran el libro en la página número 119 lean, y cuando terminen los pondré en parejas para que hagan un trabajo.
Todos hicieron los movimientos monótonos para sacar los pesados libros, y ni bien James lo sacó de la mochila, estalló en su mano.
-Vuelves a hacer semejante tumulto en mi clase Potter y cambiaré tu diez por un dos.
-Bueno profesora.
-Donde está tu libro Potter?
-Acaba de estallar.
-Vuelves a contestarme así y cambiaré tu diez por un dos. Porque estalló?
-No se profesora.

-Que no vuelva a pasar porque-
-Porque si no cambiará mi diez por un dos- James ya estaba irritado de tanta amenaza. Hubiera preferido que en vez de anunciarlo le pusiera un dos y se callara de una buena vez.
-Mejor así.- contestó, rencorosa
Las horas pasaron lentas. La clase no acababa. No podía hablar con nadie, la profesora lo había pasado adelante. El recreo no llegaba mas...
-Basta! Voy a leer las parejas, así se van mas temprano y empiezan a trabajar!, Aniston con Cebald, Jefferson con Shwartz, Hopkins con Jones, Donovan con Johnston, Pettigrew con Lupin, Potter con Evans y Black con Holmes...váyanse ya...el trabajo es para dentro de dos semanas, ahí están las consignas...váyanse.
Agarraron un papel de consignas cada uno y salieron en montón.
-En el almuerzo hablamos!- Le dijo James a Lily.
-Listo. Nos vemos.-contestó la pelirroja.
Los Merodeadores tomaron el camino a la biblioteca.
-Que les habrá pasado a esas dos?
-Que de repente les caemos bien?
-Estos es raro...
-Segu-Peter no pudo terminar de hablar, porque una enorme masa, con forma humana pero sobrenatural, lo tomó por la cintura, lo cargó al hombro y se lo llevó tan rápido que Los Merodeadores tuvieron que recapacitar en la situación.
-Que era eso?
-Sigámoslo...
Los tres salieron corriendo en dirección al enorme humano que se había llevado al pobre Colagusano. Doblaron un recodo y vieron a Crabbe, Goyle, Malfoy y Snape reunidos alrededor de su amigo, amenazandolo y echando chispas con las varitas.
-Dime, les parece gracioso que alguien quede ercutando con un vaho fétido por dos horas? Eh? Ya me tragué dos de ustedes, los Gryffindors: Una me la propinó directamente en la ingle Evans, esa sangre sucia, y otra el idiota de Black, maldito. Pero esta vez me venga-Malfoy no pudo terminar su maléfica y gastada frase, ya que salió, de no se sabía donde, y antes de que Los Merodeadores pudieran hacer algo, un pie que le dio una patada a en la cara. Eran Jane Holmes y Lily Evans, si señor, esas chicas tenían mas agallas que el mas guapo de Hogwarts. Se armó la debacle. Goyle y Crabbe reaccionaron tomando a Lily, uno de las piernas y otro de los brazos y llevándosela. Para ese entonces, Los Merodeadores ya habían sacado las varitas.
-Expelliarmus!- Gritaron James y Sirius a la vez con lo que Crabbe y Goyle salieron volando, contra la pared. Remus se olvidó de la magia por un momento. Saltó encima de Snape con furia y le dio un puñetazo en la cara, mientras Colagusano peleaba inútilmente con Malfoy. Lily yacía en el suelo, pero cuando James la levantó, seguía totalmente enérgica.
Iba a echarle un maleficio a Malfoy cuando escucharon pasos y vieron a la lejanía, a la profesora McGonagall hablando con la profesora Sprout.
Todos reprimieron un grito asustado e, inmediatamente, los Gryffindors y los Slytherins se dividieron. Peter resbaló en el corredor y Sirius tuvo que cargarlo por los sinuosos caminos que los alejaban de su torre. Corrieron como nunca, hasta que se encontraron con Filch, quien estaba limpando el piso.
-Maldicion, retrocedan, para atrás!!-gritó Remus, pero era inútil, se produjo un choque, donde todos cayeron de boca al suelo y resbalaron interminablemente por los pisos, mientras Filch gritaba "Deténganse, deténgase, mocosos!". Intentaban aferrarse a las columnas, pero iban a tal velocidad que era inútil. Remus estaba lúcido en ese martes gris y lluvioso, porque al instante gritó:
-MIERDA!! DETÉNGANSE!!-Pero nuevamente era imposible detenerse. A pesar de los esfuerzos, la caída por la escalera fue inevitable. Rodaron, rodaron, rodaron. Cayeron, no se sabe cómo, en el Gran Salón, doloridos.
-No me gustan los martes...-dijo Sirius, echándose luego en el piso.