Declaraciones, parejas y golpes de un día con expectativas
El Gran salón estaba sumido en un bullicio sin igual. El baile de Halloween era el único tema de conversación. La respuesta a cualquier pregunta era "¿Ya tienes pareja?" o "no importa, hoy es el baile".
Nadie comía, todos hablaban. Algunos de los más osados hablaban y comían simultáneamente, sin éxito.
Pero esta histeria excluía a los Merodeadores. Cada uno miraba su avena y meditaba sobre la noche, pero sin comentar nada. Hasta que en cierto momento los cuatro pusieron las misma cara de asco, y extrajeron sendos rollos de pergamino de su boca.
-Bienvenidos al club!-dijo Peter. Eso ya se estaba volviendo una costumbre desagradable.
James miro su pergamino. - Es para ti Canuto...-los tres lo imitaron, leyendo el destinatario de tan extraña carta.
-Y este para Peter- contestó Sirius.
-Y este para Remus- dijo Colagusano.
-Y este para James- dijo el muchacho.
En el mismo momento, todos intercambiaron sus cartas perplejos.
-Quien quiere empezar?- dijo Remus, quien había leído sonriente su carta.
-La mía es de Wolfie -soltó Sirius - me desea suerte para hoy.
-Peter?
-Es anónimo. "Encontrémonos en las puertas del Gran Salón. Supongo que me recuerdas, bombón. Te espero lindo!"- Peter se ruborizó.
-James?
-Tu primero, Lunático.
-Está bien. Es de Rebbeca. Se quiere encontrar conmigo- Se calló un momento, mirando el reloj y la mesa de Ravenclaw alternativamente. Y cuando Rebbeca se puso de pie...-Ahora. Ya vengo.-Y salió corriendo al encuentro de la rubia.
-Hola Remus-saludó Rebbeca.
-Hola-y luego de darle un beso en la mejilla, le dijo, sonriendo-Peter recibió tu carta.
-Peter?-Luego comprendió.-Oh...me equivoqué de plato...
-No importa, últimamente pasa eso-hubo un minuto de titubeos de Remus y silencio de Rebecca, y el muchacho habló-La cuestión es....-tragó saliva- que me gustas mucho...y si no tienes pareja y quieres venir al baile conmigo....-dijo, haciendo ademanes con las manos.
Rebbeca sonrió tímidamente y le contestó.
-Si, claro que quiero
-Te parece encontrarnos en el Gran Salón a las ocho?
-Perfecto-Y volvió a la mesa de Ravenclaw , saludándolo con la mano.
Remus, inmensamente feliz y ya sentado terminando los huevos, le dijo a James:
-Cornamenta? Y que hay con tu carta?
James sonrió socarronamente:
-Es de una anónima que dice que es capaz de matar por mi. Mi pareja corre peligro.-Los cuatro rieron-Y con respecto a la tuya Remus...
-Es lo mas tierno de Hogwarts, indirecta muy directa a la boca de Peter...muy romántico.
-Cállate Sirius. Vas con Catherine no?-le pregunto Remus
-Si- de repente entornó los ojos, y empezó a reír como un demente, y luego, como ya habían visto varias veces sus amigos, se redujo a gemir y murmurar cosas inentendibles. Pronto volvió a la normalidad.- Y Peter con esa morocha sexy y misteriosa.
Peter se sonrojó inevitablemente y para cambiar de tema preguntó:
-Y tú James? James?-miró el asiento de su amigo y vio que estaba vacío. Movido por la suspicacia siempre ausente en él, miró el asiento de Lily Evans. Vio que leía un pergamino y de repente, se levantaba de la mesa, e iba con paso seguro a las puertas del Gran Salón. Apartó la vista de la muchacha y, sonriendo por un momento, y sin decirle nada a sus amigos, volvió a su avena.
No podía creerlo. Hace unos días había dicho que no tenía nada que ver con ella. Y hoy venía a invitarla al baile. Pensaba, había una fila interminable de chicas que darían cualquier cosa por él, y si lo tuvieran, se dejarían hacer cualquier cosa. Pero ella no. Él la había invitado a ella, sabiendo que era una chica difícil y decente, quien lo insultaba y trataba (de manera agresiva, a decir verdad) de hacerle ver que tenía que cambiar. Por algo sería. No querría sólo besar y tocar, si la había invitado a ella. Pero se iba a dejar rogar. Le iba a enseñar que las dignas no eran tontas.
Salió del Gran Salón y se encontró con una fría y gris mañana. Martes monótonos. James estaba en la puerta.
-Hola-dijo ella
-Hola-contestó. Estaba pálido. Los minutos pasaban. Él estaba pensando las palabras adecuadas, ella deseando oírlas.
Finalmente, y luego de ademanes y balbuceos, soltó.
-Sé que piensas que soy un tonto y un engreído. Y un soberbio- se ve que por lo menos la escuchaba, pensó ella- Pero...habría una remota, minúscula, pequeñísima posibilidad, de que seas mi pareja hoy?.
Lily se quedó perpleja, porque lo había hecho bastante bien el muchacho.
-Muy remotas, si, pero alguna hay. Lo voy a pensar.-Y se fue.
El último pensamiento de James, antes de perderse en la fantasía pelirroja, fue que los mortales no se involucraban con diosas y al mismo tiempo terminaban bien. Al escuchar el timbre, con paso ciego, comenzó a moverse.
-Donde estará James?- le preguntó Peter a Remus, en susurros. En breves episodios, mientras todos trabajaban con los dientes de las Flores X, Peter le había relatado lo de Lily.
-Ni idea- contestó Remus y siguiendo el instinto romántico de su amigo, que siempre había estado escondido, miró a Lily y moviendo los labios, le dijo:
-Donde está James?
Ella se encogió de hombros. Parecía distraída y a la vez preocupada.
James llegó agitado al aula. Miró por la ventana y vio que la profesora estaba de espaldas a ella. Llegaba media hora tarde. No había manera de entrar sin hacer ruido. Volvió a la puerta y vio una planta bastante grande. Parecía amigable. James se acercó, y la acarició. La despertó. Y lentamente, le abrió la boca. Como las boas, las Mensui abrían su boca en proporciones enormes, pudiendo comerse, en el caso de la planta, dos hombres enteros. Lentamente, James se metió adentro de la planta, justo cuando la profesora, efectuó el hechizo convocador sobre ella. El plan iba bien.
Se sentía raro. Era como una cueva especialmente húmeda. Sentía que se deslizaba flotando sobre el piso de piedra, y escuchaba a Sprout hablar: "Vean las enormes proporciones de la boca de esta magnifica planta...". Abrió la boca del animal y ahí salió él, gritando:
-Ahhhh!!! Profesora, gracias por salvarme, pensé que me iba a tragar! Ya sentía la deglución...estoy lleno de saliva, gracias profesora.
-De nada Potter.-La profesora miraba suspicaz, pero se quedó callada.
Todo transcurrió tranquilamente. Botánica dio paso a Historia de la Magia con una pila inusual de tarea. Los Merodeadores eran la perfecta representación de la vagancia. Como un cuadro de Da Vinci, cada uno tirado en su banco, sin ni si quiera un pergamino en la superficie. Llegó un punto en que Sirius Black fue el único alumno conciente de la revolucion de holsows de la que hablaba Binns, o sea, despierto. El tiempo pasó, y Sirius pasó la clase tomando notas y haciendo preguntas. Sonó el timbre, todos despertaron sin hablar, y salieron.
Mientras duraba el tumulto, Lily se acercó a James, quien todavía dormía. Iba a hacerlo con estilo.
Se inclinó hacia el oído del muchacho, y en el susurro mas sexy le dijo:
-James?
-Que pasa preciosa?-contestó el muchacho, sin abrir los ojos.
-No vayas tan rápido Potter.
-Yo estoy aquí...me encantan esos besos, ahh...
-POTTER??
-Podemos repetirlo mañana?
Lily descargó un golpe en el estómago del chico, a quien le costó varios minutos recuperar la respiración.
-PORQUE ME PEGAS!?!?
-ESTABAS DICIENDO ESTUPIDECES!
-QUE?!? ESTABA DURMIENDO!!
-Oh...idiota. Igual este...episodio ridículo, no me
hace cambiar de opinión. Iré contigo al baile.
-En serio? Excelente!-Se inclinó para abrazarla, pero Lily puso manos a la obra.
-Bueno, James, me tengo que ir. Suerte.
-Todavía tenemos que hacer lo de Defensa!-le recordó James sin darse vuelta.
-Cierto. Ya nos reuniremos...-Y se fue, altanera como siempre, con Jane a su derecha.
-Es hermosa.-dijeron James y Sirius al mismo tiempo.
Mientras los Merodeadores se dirigían al aula de Defensa.
"Así que Wolfie era un revolucionario. Quien lo hubiera imaginado!, pensó Sirius, un poco alejado de sus amigos. La clase de Binns había sido instructiva por una vez en la vida. El muchacho se enteró de que Wolfie había comandado un ejército de holsows en una revolución, combatido en guerras y Sirius reflexionó la última frase del profesor: "Actualmente, el paradero del general Wolfgang es desconocido, pero aún se continúa su búsqueda..." Sonrió. "Ja! El enano causa mas problemas que nosotros! Y esta aquí! Y no lo encontraron!.
Jane y Lily iban camino al aula de Defensa. Las dos tenían pareja (la primera muy contrariada de que Potter sea la pareja de Lily). Jane no paraba de hablar de William (su nuevo novio), y los oídos de Lily no paraban de sangrar.
-Es capitán de Quidditch, es el guardián. Es hermoso. Es de padres muggles, y en las vacaciones va al gimnasio, un lugar donde-
-Ya se lo que es-interrumpió Lily.
-Y tiene unos músculos, es tan lindo
-....mm...-Desde siempre a Lily, William le pareció un tonto.-Jane, no te parece todo un poco apresurado...digo, lo conociste en el partido...
-Puede ser...pero no-dijo rotundamente-con él nada parece apresurado, siento que...siento que me gustó toda la vida.
-Sin ofender, pero, no lo veo muy diferente a Sirius Black...también es bastante arrogante, prefecto y todo...
-Tienes algo en contra de William?
-Sólo mi simpatía
-Porqué?
-No se...tal vez estoy celosa
-No lo creo, no eres así
-Entonces no se-dijo Lily, cortante
-Bueno, espero que te empiece a caer bien, porque en realidad me gusta mucho
-Y a ti porqué no te gusta James? En serio cambió y tu no lo quieres ver.
-Mentira, sigue siendo el mismo idiota, arrogante y...-Se detuvo en seco-Perdón. Me fui de las casillas. No se que me pasa últimamente.
-Creo que si, pero no lo diré hasta estar segura.-contestó Lily
-Como quieras. Perdóname, en serio.
-Te perdono, no por nada somos amigas.
-Gracias.
De pronto, un chico se acercó a Lily:
-Lily, eres hermosa, no querrías...
-No-interrumpió la chica.
-Ni una mínima posibilidad de que...
-No y no. Fuera-Lily era irascible en esos temas.
Siguieron caminando, y un muchacho con ojeras y bastante feo se les vino encima como un rinoceronte:
-Por favor Lily, no duermo pensando en ti
-Vete-replicó la pelirroja
-Cuando duermo, te veo en sueños, por favor, quieres...
-No! Adiós!-y le dio un empujón.
Cruzaron las puertas del Gran Salón, dejando atrás al segundo admirador frustrado. Era un día soleado y celeste.
Predecible, la tercera es la vencida: las muchachas vieron aparecer a un chico de séptimo de Gryffindor, que, al parecer, por el sudor y la agitación, había estado corriendo. Tenía muchos granos y era muy gordo. Llevaba la túnica abierta, lo que descubría unos jeans gastados y una remera que decía "YO AMO A LILY EVANS: Para unirse al club, contacte por lechuza o medio semejante a Gregory Nutts.".El muchacho echó al piso, y sin más, empezó a besar los zapatos de Lily.
-Lily, por favor, dime que si, por favor...
Lily siguió caminando, sin prestarle atención. El chico apretó con fuerza la pierna de la pelirroja, impidiéndole moverse.
-Suéltame!-pidió la niña
-Por favor!-rogó el chico
Lily se hartó. Cesó en sus intentos de caminar y con su pierna libre descargó un fuerte zapatazo en el estómago del pobre fracasado. El chico se elevó unos centímetros del suelo, y no sólo la soltó, sino que también se quedó sin aire. Se alejó gateando, tosiendo por lo bajo.
-Así es mejor...-dijo Lily y siguieron el camino al aula. Después de unos minutos de caminata llegaron a destino. En la puerta del aula había un cartel que citaba "Hoy no tengo ganas de dar clase. Atte. Prof. Dupley"
-Excelente!-dijo Jane. Y se dirigieron a la torre de Gryffindor, dieron la contraseña a la señora gorda (que estaba especialmente gorda ese día) y se encontraron en la sala común, donde los Merodeadores habían puesto, por una extraña razón, todos los muebles apilados, formando una torre.
-Soy el Rey de la torre, arrodíllate, vil vasallo traidor!-gritó la voz de Peter desde la cima,
-REMUS ESPERA NO ES ÉL!!-gritó Sirius, desde un costado.
Pero era demasiado tarde. Se escuchó un estallido, y la torre empezó a derrumbarse, en dirección a ellas.
-Oh no...-dijo Lily, pálida.
Pero aparecieron Sirius y James, con las varitas en alto.
-Expelliarmus!- gritaron los dos al mismo tiempo, y las chicas salieron volando hacia la derecha, evitando por poco el golpe.
-Salió bien?-Preguntó Peter, colgado de la araña llena de velas apagadas, a mas de diez metros de altura.
-Baja de ahí Colagusano!
Ya las chicas se incorporaban.
-Intentan matar a alguien?!-preguntó Jane hecha una furia.
-Eh...no. Era una broma para Jamesons, pero nos falló.
-Ya lo creo! Intentaban matarlo a él entonces?!-dijo Lily.
-No, sólo asustarlo.
-Vamos Lil
-Perdonen chicas!
En eso apareció Remus, remando en los escombros.
-Vamos a ordenar esto muchachos. Y bajemos a Peter.
Lily estaba acostada en su cama, leyendo. Jane se había ido a buscar a su novio tonto. Alguien tocó la puerta.
-Pase-dijo Lily. Se abrió la puerta, y apareció el rostro de Remus.
-Remus! Como entraste?
-Ehh...del modo tradicional.
-No importa. Que necesitabas?
-No, sólo quería disculparme, por lo de recién...
-No hay problema, no nos pasó nada.
-Que le pasa a Jane? Está como enojada...
-Todavía le dura el incidente con Sirius, pero aparte de eso, no se que le pasa...
-Y que hay de su novio?
-William? Es un idiota.
Remus rió.
-Ouch...no te agrada mucho. Bueno, quería enterarme de la situación. Adiós Lil. Nos vemos a la noche!.-El muchacho se fue, cerrando la puerta a sus espaldas.
Lily reaccionó tarde. No había dedicado ni un minuto de tiempo a pensar en el baile. "Se podría decir que estoy emocionada", pensó la chica, mientras cerraba el libro. "Siento que van a pasar cosas. Cosas raras."Con ese pensamiento, se quedo dormida.
Luego de ordenar los escombros de la broma, Los Merodeadores resolvieron que hasta la tarde dormirían una buena siesta. Y despertarían lúcidos para el baile y "Romperían la pista" como decía James. Él y Peter estaban severamente nerviosos, Remus estaba sereno, pero lo de Sirius iba mas allá de eso. Al momento de ponerse las túnicas de gala, se crispaba, y se puso tan loco cuando su cabeza quedó atorada en el cuello que rompió una costura.
-Tranquilo toro!-le dijo Remus a su amigo. Nadie sabía que le pasaba. Pero tenía planeado algo, de eso no cabía ninguna duda.
-Todos listos!-gritó James, y miró a sus compañeros. Remus iba de verde, Sirius de negro, Peter rojo morado y él de azul. Se subió de un salto a la cama, y dijo:
-Queridos amigos, hoy es un día imponente en el calendario de nuestras vidas. Hoy, hasta Peter consiguió pareja!-Sirius y Remus aplaudieron-Gracias, gracias. Siguiendo con los privilegios de este día, el señor Remus Lupin puede concretar su primera relación con una preciosa muchacha!-mas aplausos de los muchachos- y el señor Black podrá olvidarse de esa, la señorita Holmes, porque la fiesta será espectacular!-ya golpeaban el piso con el pie-y les prometo, no, les juro, que la injusticia, los exámenes, la delincuencia y los Slytherins van a desaparecer! Por un colegio mejor! Vótenme!.-Los Merodeadores aplaudían mientras salían del cuarto.
Bajaron a la sala común, riéndose de James y su discurso, y ahí estaba ella.
En el gran cuarto circular, se destacaba de lo demás, que parecía burdo y tosco a su lado. Lily tenía una túnica (en realidad, las túnicas femeninas se parecían más a un vestido muggle que a una túnica, y ahí, los magos admitían su fracaso) roja, brillante, escotada, con breteles finos. Combinaba con su pelo recogido en un esplendoroso rodete, con palillos, parecido a los que usan las mujeres de Oriente. Estaba allí, y estaba hermosa. James vio un destello nervioso y alegre en sus ojos verde esmeralda. Se quedó como un auténtico imbécil mirándola. Ella sonrió, y James Potter guardó esa sonrisa durante toda su vida.
