De un baile con resurrección, besos y engaños
Lily pensaba que era idiota. Eso de que uno está enamorado por el sólo hecho de querer creerlo. Pero al bajar James por esa escalera, estuvo casi segura. Si. Se había enamorado. De un chico que hasta hacia dos semanas era el más engreído. De alguien que simplemente le desagradaba. De James Potter. "El amor es locura" pensaba Lily, meditando sobre lo que ese amor medio confuso le hacía hacer (cosas como sonreírle a James o no tratar mal a Black), mientras saludaba a Potter.
-Estás hermosa- le dijo él.
-Gracias Potter, pero no tan rápido.
-Donde está Jane?-Preguntó Sirius Black.
-Buscando a su novio, abajo.-dijo Lily.
El chico comenzó a tener unas extrañas convulsiones, mezcladas con unas risas satánicas. Pronto se normalizó. A pesar de que todavía no le caía muy bien, el alma bondadosa de la muchacha dijo:
-Estás bien Black?-
-Si si-contestó éste de mal modo.
De pronto, surgió Catherine de las sombras de las escaleras. Gritaba histérica, un poco despeinada.
-SIRIUS! Oh mi amor estás tan hermoso, eres tan lindo, dame un beso por favor te lo pido-Sirius le dio un beso en la mejilla sin mirarla.
Remus y Peter quedaron algo aparte: Su parejas los esperaban.
-Les parece si bajamos?-preguntó el primero.
Todos estuvieron de acuerdo, entre los gritos de Catherine, que parecía ajena a las miradas de los otros.
Abajo, apenas se podía entrar al hall de entrada. Tal era la euforia y excitación que los alumnos estaban todos ahí, golpeando y gritando. Se quedaron en el pasillo, mientras Remus y Peter buscaban a sus parejas. Los chillidos de Catherine resonaban en las paredes:
-Dicen que va a ser fabuloso, que la música va a ser espectacular...Ay Sirius me gustas tanto no se cómo expresarlo...por favor necesito otro beso, sólo uno mas...-en respuesta, Sirius movió la cabeza sin mirar y le dio un beso casi en la oreja, ante la decepción de la chica.
James y Lily se miraron, y James tuvo que aceptar que a veces salían con chicas imbéciles (error: casi siempre) pero Catherine era la reina y todavía no entendía como Sirius la podía haber invitado.
Remus buscaba semi desesperado a Rebbeca. Los alumnos ansiosos del hall no existían. Él se abría paso a codazos para poder verla. La encontró iluminada, charlando con su amiga, con signos de nervios y emoción contenida. Remus sonrió con una felicidad no digna de su rostro con ojeras y su cabello entrecano. Su corazón podría haber bombeado sangre para una población completa, aunque supuso que nadie la querría. Ella volteó y ambos se encontraron con la mirada, como si se hubieran estado buscando toda su vida.
Abrieron las puertas. La gente se abalanzó sobre el lujoso Gran Salón, eufórica. Algunos que fueron aplastados por la multitud lograron encontrar un alma justiciera que pudiera ayudarlos.
Los Gryffindors se movieron, entusiasmados. Cuando todos estuvieron acomodados, el profesor Flitwick se aplicó a si mismo el hechizo levitador y, encima de las cabezas, se amplificó la voz:
-Buenas noches alumnos, buenas noches! Sean bienvenidos! Para que pudieran disfrutar al máximo este momento, hemos traído a una de las voces más aclamadas de Estados Unidos!. Él es Elvis Presley! Aplausos!
Y ante la confusión de los sangre pura ("Y ese quien es?" "Que basura!") y los murmullos inquietos de los de familia muggle ("No puede ser, Elvis está muerto" "Elvis aquí?" "Primero: Está muerto, segundo: es un muggle!") Elvis Presley subió al escenario, con su traje blanco y su peinado hacia atrás, flaco como en las épocas del "Jail House Rock", sacó una varita ("Elvis un mago?" "Que pasa acá?"), y, como el profesor Flitwick, se amplificó la voz.
- Soy Elvis Presley, y no he muerto.-se frenó, y puso una sonrisa bonachona-Sólo volví a casa.-y comenzó a cantar.
Si había alguna duda, pronto se disipó con la febril y adrenalínica música.
James y Lily bailaban rápido, con buenos pasos, aunque James era mas o menos dirigido por la chica. "No baila tan mal...de hecho, baila bastante bien" pensaba Lily. La velocidad subía cada vez más, y los pasos aumentaban en ridiculez, hasta que se enredaron y cayeron rodando, como dos amigos de toda la vida. Por primera vez, Lily olvidó lo engreído que era James, y James lo mal que se llevaba con Lily. Estaban rojos de risa, mientras todos los miraban, también riéndose.
Remus y Rebbeca bailaban sonriéndose el uno al otro.
-Bailas muy bien!-le gritaba Rebbeca por encima de la música.
-Tu también!-dijo Remus, quien transpiraba.-Y estás hermosa!-agregó.-Vamos!.
El muchacho se subió de un salto a la mesa. –Ven!- le dijo a la chica.
-No Remus...yo...-pero el chico la interrumpió.
-Wingardium leviosa!-gritó con su varita en la mano, y Rebbeca fue a parar a su lado.
-Remus...-pero él la calló de vuelta. Esta vez con un beso. Se quedaron así largamente. Nadie había reparado en ellos, salvo James y Lily desde el piso.
-Bájense de ahí, inmundos niñitos repugnantes!-les gritaba Filch, pegándoles con una escoba.
En respuesta, un chico se la quitó y gritó:
-LAMBADA!!!-muchos se acercaron a él, mientras explicaba el juego. Remus y Rebbeca decidieron descansar un poco, pero James y Lily, sofocados de tanto bailar, salieron a dar un paseo nocturno. Tanta era la emoción con la que charlaban que no repararon en los pasos tras ellos.
Quince minutos más tarde, la morocha sexy cejaba en sus intentos de bailar con Peter:
-Vamos a dar un paseo, bombón.-le dijo la chica, con lo que Peter se moría de vergüenza.
-Está...está...biegfmg-la lengua se le enredo mientras la morocha lo llevaba hacia unas puertas ocultas que él no recordaba en ese momento.
Salieron sigilosamente, la noche era cálida y las estrellas bañaban el cielo. Era posible que al fin iba a tener su primer beso?
-Aquí, lindo.-le dijo la chica. Pero ya no era morocha, sino rubia con la nariz levantada. Luego de la impresión, Peter escuchó un hechizo aturdidor a su espalda y se desmayó.
-Esta fiesta es de lo mejor, no es así amor?- le dijo William sonriendo a Jane, luego de bailar un rato. La chica recién había perdido su espléndida sonrisa cuando vio a Sirius Black, mirándola fijamente a los ojos, rodeado de botellas vacías, tomando cerveza de manteca y sacándose de encima a Catherine.
-Voy al baño-le espetó a su novio.
Sirius se decidió en una fracción de segundo. Volcando varias botellas a su paso, dejando a Catherine mas anonadada de lo que estaba y caminando con resolución, partió tras Jane.
-Por fin algo de diversión!. No me gusta bailar-añadió Malfoy, mientras Crabbe y Goyle ataban a Peter a un árbol. Estaba abrazado a la chica que hacia unos segundos fuera la morocha sexy.
-Bien! Creo que el invitado ya se acomodó a su gusto. Ya podemos dejarlo que disfrute de las bondades de
Halloween.
Mafloy se fue, dejando a los dos gorilas cuidando a Colagusano. Peter empezó a sentir gruñidos y respiros. Algunos ruidos de hojas pisadas. No se podía transformar con Crabbe y Goyle ahí. Era imposible hacerlo sin que se diesen cuenta. Algunos animales empezaban a asomar entre las sombras. Eran como lobos. Estaba perdido.
Mientras la seguía, observaba su vestido: una espléndida túnica verde esmeralda que combinaba a la perfección con su túnica. Iba camino al baño y ésa era la única oportunidad de Sirius de llevar a cabo su "plan". La siguió hasta las escaleras. Miró a los lados: estaba desierto. Aminoró el pasó, suspiró profundo, y llamó:
-Jane!-la muchacha se dio vuelta, preparada para irse cuando vio que era Sirius Black quien había dicho su nombre.
-Si?- Contestó, fría. Pero Sirius se había quedado paralizado, con expresión perdida.-Que pasa?
Él no decía nada.
-Que pasa?-apremió ella
La cara de Black se acercaba a la suya.
-Me vas a besar?- preguntó la chica.
-Sólo si tú quieres- Sirius hablaba en susurros.
-Yo no...-La boca de Sirius Black selló las palabras, sus labios se juntaron con los de Jane y aunque ella no quisiera, su corazón la traicionó.
