Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de WB y demas parentela.
No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.
AVISO: Este fanfic es YAOI (y será slash)y este se da entre los personajes de Osmosis Jones y Thrax, ademas de algún posible competidor de creación propia, si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas, comprendo perfectamente esa postura.
5. Libertad... vigilada, pero libertad.
Thrax se despertó con un monstruoso dolor de espalda y las piernas dormidas, si Jones no estuviese tan enfadado le habría sugerido comprar un sofá cama. El polizonte se había marchado sin molestarse siquiera en despertarle con aquella musica y le había dejado una nota en la que le mandaba de forma poco metaforica a un punto muy poco higienico.
En cualquier caso por fin era minimamente libre, tenía muchas cosas que hacer y poco tiempo para hacerlas.
Lo primero era acelerar su curación, de mala gana entró al cuarto de baño y se sometió a la tortura que representaba la ducha. Diez minutos después salió del lavabo mareado y dolorido, de modo que tuvo que reposar unos instantes antes de poder ponerse en pie y vestirse para salir.
- Deberías ver a un médico.
Thrax se sorprendió al ver a Nerd, la bacteria parecía incluso preocupada por él. Thrax se calló la ácida réplica, el tipo le caía minimamente bien, el día que había hecho limpieza le había ayudado mucho sin hacer preguntas.
- No necesito un médico. Me curaré.
- Pero...
- No hagas que me arrepienta de tolerar tu presencia.- Le cortó secamente Thrax.
Nerd se puso pálido y se refugió rapidamente bajo el sofá. Thrax se sintió momentaneamente culpable y luego desterró la molesta sensación. La ciudad le esperaba.
Ciudad Frank había mejorado bastante desde su ultima visita, aunque seguía siendo bastante mediocre, los barrios grasos eran muy numerosos y el nivel de población general era de individuos bastante patéticos, aunque se podía apreciar un aumento significativo de vitaminas en algunas zonas.
Thrax sonreía con presunción mientras los ciudadanos se apartaban aterrados a su paso. Susurros contenidos y exclamaciones ahogadas precedían su caminar. Era un alivio para su maltratado ego. Entró en unas tiendas proteínicas y obtuvo ropa nueva, no era de la calidad a la que acostumbraba pero tenía que repartir su dinero, no le importaba demasiado, había nacido en la mas absoluta de las miserias y podía alzarse de nuevo.
Después se limitó a vagabundear, familiarizándose con el nuevo entorno. Al paso del tiempo se cansó de la observación ciudadana y tomó altura para planear con su gabardina y explorar sin atraer atención sobre sí.
Osmosis gruñó al ver que Thrax se lanzaba desde lo alto de la vena y elevaba el vuelo. Iba a perderle de vista. Había convencido a Drix de que ocultase su ausencia mientras iniciava el espionaje de Thrax. Iba a pillarle infringiendo la ley, de eso estaba seguro.
Sacó el localizador y se dispuso a seguir la ruta de Thrax por terreno firme. No pensaba dejarle suelto sin vigilancia.
Thrax descendió en las afueras y aterrizó en un intrincado laberinto de callejuelas. Aquella era una zona que conocía, cerca de allí había iniciado los planes de su ataque a ciudad Frank, en un barrio chabolista de bacterias anodinas y paletas que se escondían o incubaban estupidamente, por allí estaba la zona del uñero. Allí podría obtener articulos a precios irrisorios y quería saber en que estado se encontraba ese mercado negro.
No había caminado por allí ni cinco minutos cuando un grupo de bacterias y virus menores salió de las sombras armados con cachiporras y navajas.
Una magnifica forma de hacerse notar y liberar tensión.
Osmosis corrió al callejón del que venía la señal y echó un vistazo. Desde allí vió como Thrax sostenía a un bacilo por el cuello mientras su letal uña jugueteaba con la mugrienta camiseta del desgraciado, abriendo agujeros allá donde rozaba. El suelo alrededor de la vacuna estaba cubierto de restos humeantes y semidescompuestos de unos miserables delincuentes.
- Ts, ts ts...- Chasqueó Thrax con una sonrisa sadica que heló la sangre de Osmosis.- No sois muy listos, ¿verdad?
- Po... por... favor... fue un error... jamas te habriamos atacado... de haber sabido quien eras... de verdad...
Osmosis sintió una fria rabia contra Thrax, aquel embaucador sin duda planeaba seguir haciendo daño, quizá él no podía hacer daño directo a Frank, pero podía dirigir a otros que si que podían. ¿Para qué otra cosa sino había venido a los barrios bajos?.
- ¡Alto ahí, Thrax, quedas arrestado en nombre de la ley!
Thrax soltó a la miserable criatura, se había quedado helado al oir a Jones.
¿Y si en ciudad Frank no había pena de muerte para los gérmenes? Eso bien podía significar que lo que acababa de hacer era asesinato.
- Fue en legítima defensa, Jones, no creo que eso sea un delito.
Osmosis se confundió ante la declaración de Thrax... ¿legitima defensa? ¿A que se refería? Al fin comprendió que, al parecer, Thrax pensaba que estaba deteniéndole por asesinato. La verdad era que podía acusarle de uso excesivo de fuerza bruta, pero eliminar organismos viricos no estaba penado severamente, tan solo se imponía una multa si existía la posibiladad de no haber sido indispensable la destrucción del ajeno.
Probablemente había malinterpretado la situación, aunque eso no explicaba que hacía Thrax en aquella zona.
- No te estoy acusando de nada.
Thrax se sintió profundamente aliviado pero miró a Jones con suspicacia.
- Entonces baja ese arma, no es muy educado de tu parte.
Jones bajó el arma pero se mantuvo alerta y no la soltó, Thrax ya no sabía que quería el globulo blanco, no estaba en zona no permitida y al parecer no había infringido la ley. Ya era bastante molesto tener que dormir en el piso de Jones como para encima aguantarle el resto del día.
- ¿Y bien? ¿Vas a quedarte mirándome todo el día? No te culpo por ello, pero resulta irritante.
Osmosis gruñó sumamente enojado por la presunción de Thrax, parecía imposible sacarle de su posición de superioridad y descaro.
- ¿A que has venido aquí? ¿Añorabas los tiempos de ser el abusón de la clase?
Thrax se mesó el pelo, exasperado por el paranoico comportamiento de Jones.
- Tan solo paseaba, Jones, ¿quieres que te haga un reportaje de todo lo que hago?
- Bueno... ya que lo comentas... ¡si! Como agente de tu condicional debo ser informado de todas tus acciones.- Le replicó burlonamente.
Thrax esgrimió su mas fiera expresión y Osmosis aferró su arma con mas fuerza, e incluso la levantó de nuevo cuando Thrax avanzó hacia él con la expresión mas mortífera que se podía imaginar. Mandibula tensa, ojos entrecerrados de color amarillo hipnotico, todo él era siniestro, mortal.
Vacuna y un cuerno, aquella criatura no podía ser domada.
- ¡No des un paso más, Thrax!
Un momento de pánico atravesó a Osmosis cuando la zarpa de Thrax rasgó el aire a milimetros de su rostro. El escalofriante sonido de ectoplasma inflamandose y consumiéndose sonó a su espalda y giró la vista para ver como una bacteria comenzaba a morir con una mirada de suplicante desesperación en su cara. El tipo se había camuflado tras él.
Thrax desvió su atención del delincuente que agonizaba y miró a Jones con una amenazante sonrisa.
- Aquí está mi informe del día, he salvado tu miserable existencia, toma nota, polizonte.
Osmosis no dijo palabra mientras Thrax le daba la espalda. Por un segundo había temido por su vida y de pronto se encontraba con que le debía la vida a Thrax. Era demasiado extraño.
- ¡Espera! ¿Porqué lo has hecho?
Thrax se giró sorprendido por lo que consideraba una pregunta muy estupida.
- Usa ese adorno que llevas sobre los hombros, Jones, si mueres todos me culparán por ello. No vale la pena el placer que me produciría matarte.
Osmosis se sintió estúpido, naturalmente que esa era la razón. Thrax no era ningún colega bienintencionado, y desde luego no era su amigo.
Capitulo 6. Un largo mes.
No volvieron a verse hasta el anochecer, Osmosis había decidido ignorar a Thrax pero no pudo hacerlo cuando le vió traer los brazos llenos de bolsas, ¿qué podía haber comprado? ¿Armas, drogas, revistas porno?
- ¿Qué traes ahí? Tu cheque no era para tanto.
Thrax lamentó que las bolsas que llevaba encima le dificultasen la visión porque le hubiera gustado fulminar a Thrax con la mirada. Había conseguido comida a muy buen precio gracias a la intimidación y algunos articulos extra que desde luego no pensaba enseñar a Jones. En definitiva había sido un día provechoso.
- Ayudame a llevar esto a la cocina.
- ¿Cómo se pideeee?.- Canturreó Jones.
- Como quieras.
Thrax avanzó con cierta dificultad pero consiguió llegar sin tirar nada para empezar a organizar todo en la nevera. Frutas, verduras, carnes, pasta... el precio de estos alimentos era ligeramente alto por su falta en la dieta de Frank, pero un poco de intimidación y pánico habían hecho maravillas, por no hablar del dinero que había sacado de las bacterias muertas en el callejón.
Por fín podría tener una alimentación correcta.
Y la nevera era también el escondite perfecto para el material secreto, dudaba mucho que Jones hurgase jamas en las verduras que había comprado por lo que puso bajo ellas el "material extraoficial".
Tres moleculas de polvo, una granada de grasa pegajosa y algunas papelinas de adrenalina. Él no se drogaba nunca, pero recordaba donde podría vender aquello a muy buen precio para sacarse un pequeño sobresueldo.
Las cosas no iban a ir tan mal.
A Osmosis se le hizo la boca agua cuando olió el aroma de la carne con queso. No pudo por menos y se acercó a la cocina para ver Thrax cocinando. Se sorprendió de esto, no había pensado que aquel vanidoso fuera de los que se "rebajaban" a ciertas tareas y habái esperado que quemase algo al cocinar por primera vez, pero parecía que no tenía problema alguno manejándose en la cocina.
Osmosis añoró profundamente la cocina casera que le hacía su madre en sus visitas.
- ¿Qué cocinas?
- Filete con queso fundido.
- ¿Puedo probarlo?
- No, jamas se me ocurría alejarte de tu maravillosa comida precocinada.
Osmosis murmuró un insulto que hubiese escandalizado hasta en los barrios del colon y siguió observando como Thrax preparaba un bol de ensalada con tomate. Tenía bastante maña, resultaba relajante verle cocinar.
- Eh... pese a todo... creo que debo darte las gracias.
Thrax dejó de cortar la verdura y miró a Osmosis con incredulidad.
- ¿Gracias? ¿Por qué?
- Bueno... hoy me has salvado la vida, aunque solo fuese por tu propio bien.
Thrax no sabía como reaccionar, nunca le habían agradecido nada y desde luego nunca había hecho nada que mereciese ningún agracecimiento. La desconocida situación le puso nervioso, ¿realmente Jones le estaba agradeciendo? ¿o era solo un convencionalismo?
- Como tu mismo has dicho, lo hice por mi. Y ahora deja que me haga mi cena.
Osmosis dejó de intentarlo, estaba claro que era imposible hablar con Thrax o ser amable con él, aquella afilada lengua era un arma realmente letal.
- Oye, rey del ácido, intentaba darte las gracias, ¿sabes?
- ¿Y? ¿Debo aceptarlas y darte un abrazo?.- Replicó Thraz causticamente.
- Pues no sería mala idea, ¿te da miedo contaminarte tocándome, niño pijo?.
Thrax iba a replicar nuevamente pero Osmosis ya se iba sin molestarse en continuar la discusión. Qué mas daba, ansiaba que el periodo de prueba pasase para poder alejarse para siempre de Jones. Cogió una bandeja para poner su cena y se dirigió al salón para cenar mientras Jones daba buena cuenta de una pizza con Nerd.
Jones se había puesto cómodo, de hecho estaba en calzoncillos sobre el sofá.
No estaba nada mal. Thrax se permitió echar un vistazo disimuladamente, Osmosis Jones gozaba de un aceptable atractivo físico del tipo casual. En otra situación Thrax probablemente le hubiese tirado los tejos, pero sin duda sería perder el tiempo.
- Hazme sitio, esta es la unica mesa.
Jones se apartó de mala gana y Thrax se sentó con la bandeja, tras unos minutos de silencio decidió que incluso la diatraba de Jones era mejor al insulso telediario donde los dos presentadores no dejaban de colar anuncios de electrodomesticos.
- ¿Quieres un poco?
- Ooooh, lo siento Thrax, pero mi comun paladar no es adecuado para tus finolis alimentos.
Thrax estalló ante semejante desprecio, ¿quién estaba siendo irracional ahora?
- ¡¡Escuchame bien, Jones, no se que idea tienes de mis gustos, pero no seguiré aguantando tus insultos!!
- ¿Ah, no? ¿Es que se te ha caido el supositorio de oro del trasero?
¿De oro? Thrax comprendió que sin duda Jones estaba acomplejado, el muy imbecil se pensaba que él era de clase alta o algo así.
- Muy bien, listillo, ¿piensas que eres el mas sufrido de todo Frank?
- Ooooh.- Se burló Jones con desprecio.- Ahora el señor se nos pone humilde.
Thrax golpeó la bandeja de su cena y la arrojó al suelo con estrepito en un arranque de furia, Nerd gritó y se escondió tras el televisor, Jones buscó visualmente su pistola.
- Estoy bastante seguro, Jones, de que tu no tuviste que enfrentarte a la muerte cada día de tu vida desde tu nacimiento.
Osmosis se quedó callado, quizá había forzado la nota. La voz normalmente sedosa y controlada incluso en su enfado, estaba ahora cargada de rabia y amargura.
- ¿La muerte?.- Preguntó encogiéndose en el sofa, intentando hacer distancia.
Thrax gruñó, mas furioso consigo mismo que con Jones, no tenía que haber permitido que le alterara de ese modo, de ninguna manera iba a contar su vida a aquel necio.
- Deja de buscarme, nene, un día de estos me vas a encontrar y no te va a gustar.- Amenazó con una sonrisa cruel, recuperando la compostura.
Osmosis se recuperó como bién pudo del arranque de furia del ex –virus y se levantó con aire retador, mas le valía disimular que no había estado aterrorizado.
- ¿Ah, si? No me asustas, Thrax, he visto germenes de la gingivitis con mejores amenazas.
Obviamente era un farol. Thrax se limitó a reirse del patetico intento del globulo blanco de parecer un tipo duro estando en ropa interior.
- Seguro, nene, seguro.
Con esto recogió la bandeja y el plato que había arrojado tan descuidadamente y fue a la cocina a limpiar, le gustaba el orden, de hecho le ayudaría a pensar.
Osmosis suspiró y ayudó a Nerd a soltarse del lio de cables en que se había metido al refugiarse tras el televisor. No podía hacerse a la idea de discutir diariamente con Thrax, y mucho menos a la idea de dormir en el mismo piso que aquel psicopata.
Cielos, y apenas había empezado la primera semana de un largo mes.
