Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de WB y demas parentela.

No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.

AVISO: Este fanfic es YAOI (y será slash)y este se da entre los personajes de Osmosis Jones y Thrax, ademas de algún posible competidor de creación propia, si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas, comprendo perfectamente esa postura.

Capitulo 6. Rutina?

Habían pasado ya tres días. Thrax hizo su cena con cierta tranquilidad, sin darse cuenta siquiera, ambos habían establecido una rutina desde la discusión del miercoles. Jones se iba al trabajo sin despertarle del sofá y durante el día Thrax se dedicaba a vagabundear por la ciudad y comenzar a informarse y aclimatarse, de hecho ya había conseguido situarse entre la delincuencia local y tenía pensado hacer negocios con Skip, una vacuna de la gripe que hacía peleas de varicela y cientos de trapicheos. Por supuesto sería difícil aspirar a más, muchos sabían que ahora era una vacuna y no querían correr riesgos.

Al volver al piso sobre las siete, Thrax escribía en una libreta un montón de patrañas acerca de lo que había estado haciendo durante él día, cosas como ir de compras, pasear... en vez de hacer contrabando y ciertas actividades ilegales.

Por lo que sabía, Jones no se molestaba en leerlo. El polizonte traía su comida y se ambos comían en el salón viendo el televisor, ninguno volvió a intentar conversar con el otro. Después de cenar, Jones seguía viendo la tele o bién ojeaba revistas escuchando música, mientras tanto Thrax leía el periodico en la cocina y hacía el crucigrama hasta que Jones se iba del salón.

Se evitaban mutuamente, pero mañana era domingo. Thrax se percató de ello mientras doblaba su ropa y la dejaba en el armario. Jones no iría a trabajar.

Thrax podría irse, pero era probable que el globulo blanco decidiese seguirle. Tendría que disimular, hacer algo normal.

- ¡Mañana es domingo!.- Exclamó Jones felizmente al entrar en el piso.

- Me he dado cuenta.- Replicó Thrax extrañado por la alegria de Jones y del hecho de que el grito hubiese estado dirigido a él.

Por su parte, Osmosis estaba demasiado contento como para molestarse por el carácter de Thrax. Su día libre era sagrado y todo iba perfectamente.

Esa tarde iba a ir a una disco a ligar y el domingo tenía entradas para el partido de las Esporas contra los Cromosomas. Y el lunes entregaría un informe sobre Thrax que le pondría fuera del Frank el mismo día.

Sabía de sobra lo que estaba haciendo el ladino ex –virus, había ido a ver a Skip y le había apretado hasta que confesó que su nuevo socio era el gran tipo rojo y la de tejemanejes que se traía entre manos con peleas ilegales y reventas.

Oh, si, la venganza era muy dulce. Thrax le tomaba por tonto y ahora iba a delvolversela con creces, ni siquiera sabía lo que se le venía encima.

Jones se metió en su dormitorio canturreando y Thrax solo pudo menear la cabeza pensando que estaba chiflado. Un rato después, mientras estaba haciendo el crucigrama, Jones apareció en el umbral de la puerta.

- ¡Ey! ¿Qué aspecto tengo?

Thrax enarcó las cejas y alzó la vista con un comentario acido en la punta de la lengua. No obstante se quedó callado. Jones se veía... bueno... bien.... bastante bien. ¡Qué demonios! En aquel momento se lo hubiese comido vivo. Los pantalones vaqueros y ajustados no dejaban nada a la imaginación, la camiseta sin mangas se transparentaba levemente y dejaba al descubierto el ombligo. Un colgante sencillo y un unico pendiente completaban el cuadro. Por desgracia Jones había echado mano de su habilidad transformista para deformar su cara con barbilla y hoyuelo de un modo que no le resultaba muy atrayente a Thrax pero probablemente haría maravillas con el sector femenino.

- No hace falta que digas nada, ¡soy una bomba de amor!

Thrax alzó la vista al cielo con desesperación.

- Lo que tú digas, nene, ¿es que intentas seducirme?.

Porque eso es lo que estas haciendo. Pensó.

Osmosis sintió un estremecimiento, le ocurría siempre que Thrax usaba ese tono de voz, parecido a un ronroneo, y sus ojos le miraban con aquel destello dorado. ¿Cómo podía provocarle todo aquello sin tan siquiera esforzarse?.

- Naturalmente que no, nunca me vestiría tan bien para perder el tiempo, me voy de caza.

- ¿Hay algún motivo por el cual tengas que anunciármelo?

Osmosis se mordió la lengua, ya le haría pagar a su debido tiempo.

- Me voy, volveré tarde, tú cuida de Nerd.- Se burló.

Thrax rompió el boligrafo de pura rabia contenida mientras Jones cogía una chaqueta y salía del piso con una amplia sonrisa. ¿Cuida de Nerd? Jones le había tomado por una criada o una niñera.

No obstante... le había dicho que cuidara de Nerd, no había especificado nada más.

La disco era fantastica, El Lunar era un local histórico, de hecho el local había aparecido hacía más de diez años y se había ampliado hasta alcanzar el nivel de verruga, aunque no le habían cambiado el nombre por motivos estéticos. Osmosis se movía por la pista como un profesional, echando los tejos a todo organismo femenino que se acercara, de hecho estaba teniendo bastante éxito y ya había apuntado dos teléfonos.

Todo iba de maravilla, presencia femenina abundante, múscica de primera, ambiente...

Demasiado bueno para ser cierto. De pronto empezó a notar que la atención de los presentes se veía atraida hacia un punto en concreto, y comenzaron a sonar extasiados suspiros de admiración.

Alguién le había robado el protagonismo, y lo mas importante, la compañía femenina. Se acercó al punto donde se había reunido el público y sintió deseos de gritar.

Thrax. Allí estaba, bailando con dos damas despampanantes  a la vez y sin sudar.

Todas las miradas puestas en él y ni se inmutaba. No necesitaba prestar atención, estaba claro que era plenamente consciente de su magnetismo. Osmosis sintió la envidia reconcomerle. Él había necesitado arreglarse, vestirse... Thrax ni siquiera necesitaba cambiar de traje o mostrar cuerpo, él gritaba estilo en todo momento, era sencillamente atractivo, un rostro masculino, una mirada ardiente, una sonrisa sensual, no le hacía falta complemento alguno ni prepararse de ninguna manera. No llevaba su gabardina, pero su traje era el habitual jersey gris de cuello alto y pantalones negros. No hacía falta mirar dos veces para saber que ocultaban un cuerpo perfecto.

Thrax miró en su dirección y le dedicó una seductora sonrisa.

¡El muy bastardo lo hacía a proposito!

Osmosis intentó ignorar a Thrax y se fue al otro extremo de la disco, pero nada fue lo mismo. Las feminas mas apetecibles estaban mosqueando alrededor de Thrax, además verle le había ofuscado, no solo por envidia, sino rabia porque el ex –virus fuese capaz de afectarle tanto, ¡era su enemigo, no importaba lo sensual que fuera!

Thrax disfrutó del baile y la atención al máximo, realmente había necesitado salir a divertirse, había sufrido demasiada tensión ultimamente. Tras un buen rato tomó asiento en la barra y pidió unas bebidas mientras trataba de decidir con cuantas y cuales de sus preciosas acompañantes iba a pasar el resto de la noche.

Mientras conversaba vió de reojo a Jones y sonrió con supremacía, el polizonte se veía muy deshinchado, de hecho su transformación se había esfumado y volvía a tener su rostro normal. Le quedaba mucho mejor.

Nerd estaba a buen recaudo. Thrax le había hecho pasar con él a la discoteca y estaba ahora en el regazo de una de las acompañantes, se le veía bien cuidado. Así que había cumplido con lo mandado, estaba cuidando de Nerd.

Rió su propio chiste y siguió echando ojeadas a Jones, quizá debería hacerle una visita.

Osmosis quisó ahogarse en su propia bebida al ver como Thrax, acompañado de tres mujeres de excelentes medidas, se acercaba y encima se sentaba frente a él. ¿Es que no había tenido bastante?

- Hola, nene, me sorprende verte aquí.

- Ya, seguro.

- Señoritas, permitanme presentarles al agente Osmosis Jones.

Las chicas rieron tontamente, estaba bastante claro que les importaba bien poco aquel globulo blanco cuando podían estar cerca de aquel tipazo rojo. Thrax pidió copas para todos y Osmosis deseó nuevamente estar muerto.

- Creí haberte dicho...

- Nerd está felizmente acomodado en la barra, yo siempre cumplo mi palabra.- Le cortó Thrax astutamente.

 Maldito fuera mil veces. Osmosis bebió sin molestarse en seguir hablando. Si Thrax pretendía humillarle no pensaba dejarle saber que lo había hecho.

- Nts nts... que poco comunicativo eres, vamos, chicas, hay individuos que no saben divertirse.

Osmosis vació de un trago su bebida y no dijo palabra. No iba a darle a Thrax la satisfacción, guardaría esta situación para reirse a gusto el lunes. Oh, si, le diría que él cuidaría de sus acompañantes en su laaaaaaaarga ausencia. Se reiría de lo lindo de su expresión mientras le metían en el autobus del recto dirección al olvido.

Solo pensar en ello le animó y pidió otra copa.

Finalmente Thrax se había limitado a despedirse caballerosamente y prometer volver a la zona. Había sobreestimado su estado físico, su espalda había empezado a sufrir y quejarse en la segunda tanda de baile y sus cicatrices eran ahora como llagas ardientes, necesitaba imperiosamente darse una ducha y dormir, aunque dormir en el sofa no le proporcionaría demasiado alivio.

Jones aun estaba en la discoteca, sentado y pidiendo bebidas, sin duda acabaría como una cuba. Peor para él. Thrax cogió a Nerd y salió de regreso al piso.

Había pasado varias horas dormido cuando la puerta se abrió y la luz de la escalera le despertó de modo muy molesto. Thrax se incorporó medio dormido y miró con enfado la silueta de Jones, que cerró la puerta tras de sí.

- Hola, Thr... Thras...

No sabía que le molestaba más, el hecho de que Jones quisiese hablar, o la incorrecta pronunciación de su nombre.

- Buenas noches, Jones, te recomiendo que duermas la mona.

En respuesta Jones se acercó a él y subitamente se tiró sobre el sofá, y por ende sobre él, con una estupida sonrisa de borracho en la cara y un fuerte olor a whisky. Thrax se sintió profundamente incomodo, no solo porque el cuerpo de Jones estuviese sobre él, sino que él mismo estaba desnudo bajo la sábana para no rozar sus heridas con la ropa.

- Solo si duermes conmigo.- Le ronroneó Jones al oido.

Por todas las úlceras, de todos los tipos de borracheras que había Jones tenía que tener una borrachera de líbido. Magnifico, había tenido que abandonar a tres preciosidades y ahora un globulo blanco muy atractivo y borracho se le echaba encima con todas las facilidades. Iba a tener un buen dolor de huevos.

- Largate a tu cama, Jones.

- Magnifica idea, ven conmigo a la cama, hay mas espacio.

- Estas borracho.- Le espetó con furia.

- Y tu estas para comerte.

Thrax tragó saliva. Jones tenía una expresión depredadora que se parecía demasiado a la suya propia. Tenía que quitarselo de encima sin revelar su desnudez o no se libraría de él en toda la noche, por no hablar de la propia dificultad para no ceder a sus demandas. Thrax tenía pocas normas morales, pero aprovecharse sexualmente de alguien estaba entre ellas, se podía ser un virus asesino sin necesidad de ser un cerdo degenerado.

- No estoy de humor, llevate tu mente calenturienta a tu cama.

- Puedo ponerte de humor.- Replicó Jones.

Jones intentó besarle y Thrax le puso una mano sobre la boca para mantenerle alejado, aunque por supuesto Jones empezó a lamer su mano, haciendole estremecerse.

- ¡Maldita sea, Jones! ¡Dejame en paz!.- Le gritó apartando la mano para sujetarle por los hombros lejos de su cara.

- Oh, vamos, no te hagas el duro. Sé que te alegras de verme.

Thrax miró de reojo a que se refería Jones y no se sorprendió de ver el prominente bulto bajo la sábana. Ahora si que no habría manera de librarse de él.

- Mirame a la cara, soy Thrax, ¿recuerdas? El bastardo asesino que casi mata a tu querido Frank.

Osmosis le miró estupidamente y sonrió con picardía.

- Si, eres Thrax.... y eres el bastardo mas guapo que he visto en mi vida.

Era un piropo expresado de un modo muy curioso pero un piropo al fin y al cabo. Si Jones se acordaba de esta conversación por la mañana se le iba a caer la cara de vergüenza por haber dicho cosas semejantes a un hombre que odiaba.

- Oye, imbecil , ¿te suena de algo el tipo rojo que intentó clavarte la zarpa?

- Ahora mismo puedes clavarme lo que quieras.- Respondió Jones intentando acercarse más a él.

Era imposible. Thrax recurrió a medidas drásticas. Agarró un cenicero de la mesa y le dio a Jones un sobervio golpe en la cabeza.