Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de WB y demás parentela.

No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.

AVISO: Este fanfic es YAOI (y será slash) y este se da entre los personajes de Osmosis Jones y Thrax, además de algún posible competidor de creación propia, si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas, comprendo perfectamente esa postura.

Capítulo 9. Descubrimientos

Thrax se sentía bien, mejor de lo que se había sentido en mucho tiempo. Tenía la sensación de estar protegido, a salvo. Sus heridas estaban como anestesiadas, sin que le molestasen lo mas mínimo. Y estaba sobre algo blando y suave, problablemente una cama.

Si aquello era un sueño no quería despertarse. Una mano cálida apartó de su frente uno de sus mechones y se obligó a si mismo a abrir los ojos y desperezarse.

- Buenas noches, dormilón.

Era Jones, que sorprendentemente le estaba sonriendo sin rastro de burla, y le estaba... poniendo un paño humedo en la frente? ¿A que venía toda esa amabilidad?

Entonces notó que estaba desnudo a excepción de la ropa interior y que le habían vendado las heridas. Por eso se encontraba tan bien, Jones le había estado curando. Y le había visto las heridas.

- No necesito tu compasión.

Osmosis apartó el paño y miró el rostro nuevamente malhumorado del ex –virus, aquel tipo no era capaz de agradecer nada en absoluto.

- ¿Quién ha dicho nada de compadecerte?

Eso hizo callar a Thrax y Osmosis aprovechó para sacar un vaso con una pastilla efervescente dentro. No tuvo que obligar al enfermo a tomarla, pues él mismo se la quitó de las manos y se bebió el vaso. Al menos no estaba siendo tozudo.

Thrax se sentía profundamente incómodo, no acostumbraba a mostrar debilidad delante de nadie y mucho menos a recibir ayuda. Aquella era una situación nueva para él y no sabía como enfrentarla, eso le ponía nervioso. Demasiadas situaciones nuevas en poco tiempo, estaba completamente perdido.

Empezó a sentirse adormecido, probablemente a causa de la pomada anestesiante y el analgesico que se acababa de tomar, de modo que se recostó de nuevo, sintiendo la mirada vigilante de Jones junto a él, quizá debería decirle algo...

- Jones...

- ¿Si? ¿Necesitas algo?

- Yo... gracias.

No era mucho, pero sonaba como si a Thrax le hubiese costado el alma decírselo así que debería conformarse con ese escueto agradecimiento. Osmosis sonrió como si hubiese recibido el mayor de los cumplidos.

- Duerme un rato, colega, lo necesitas.

Thrax se quedó sin habla cuando Jones le ayudó a taparse y apagó la luz al marcharse.

La sombra se deslizó por el conducto auditivo con un sigilo tan total que la patrulla local ni siquiera sintió su presencia. La cera, defensa natural de la zona, no resultó una barrera eficaz mientras el organismo extraño se colaba en ciudad Frank con una sonrisa glaciar en el anguloso rostro. Subitamente su pie quedó atrapado en una mota de cerumen, pero eso no le detuvo, con un roce de su uña, la masa pegajosa se cristalizó en hielo y se rompió con un simple tirón.

Con una risilla satisfecha, el altivo intruso saltó gracilmente y extendió unas alas murcielaguescas mientras planeaba en dirección a la circulación sanguinea.

La sombra de una fria amenaza se cernía sobre Frank.

Thrax se despertó con una exclamación ahogada, respiró agitadamente mientras intentaba recuperarse. Había tenido una horrible pesadilla, una reminiscencia de su pasado. El escalofrio pasó y Thrax se incorporó. Miró el reloj de la mesilla y comprobó que había dormido casi un día entero.

- Buenas tardes, ¿te encuentras bien? ¿te traigo algo? Deberias reposar.

Nerd sonrió y le tendió un vaso de agua con ademán solícito. Thrax bebió pero no siguió el consejo de reposar, se encontraba bien, de hecho no se había sentido tan bien en mucho tiempo. Se desvistió y fue a buscar su ropa.

Osmosis entró en casa, llegaba de entregar su informe al jefe, había decidido dar una segunda oportunidad a Thrax para calmar las quejas de su conciencia acerca del modo en que le había tratado estando herido, de modo que había borrado las partes en las que hablaba de los negocios sucios y lo había arreglado un poco. Cerró la puerta, se quitó la chaqueta para tirarla el perchero...

Y por primera vez en su vida erró el tiro y la chaqueta cayó al suelo.

¿La razón? Un ex –virus completamente desnudo salvo por vendajes en los muslos, el torso y los antebrazos. La mandíbula de Osmosis quedó colgando al ser su vista inevitablemente atraida hacia la zona genital.

¡Thrax era un dios! El maldito estaba maravillosamente bien dotado, ¿cómo podían sus pantalones ocultar aquel trofeo?

- Jones, ¿dónde está mi ropa?

Jones comenzó a balbucear incoherentemente, de hecho era imposible distinguir lo que decía porque hablaba con la boca abierta y el labio inferior colgando estupidamente, y ni siquiera le miraba a la cara, le estaba mirando...

Thrax se percató en ese momento de que se había quitado los calzoncillos para coger unos nuevos y Jones estaba trastornado por sus atributos. Sonrió y decidió jugar un poco con el idiotizado polizonte. Se inclinó casualmente en el sofa, dejandose ver perfectamente y fingió no percatarse lo mas mínimo del efecto que su desnudez estaba ejerciendo.

- ¿La has echado a lavar?.- Preguntó con expresión ingenua y completamente falsa.

- Yo... si... a lavar... tu pene, estooo... tu chaqueta está en el testic-armario...

- Me siento perfectamente pero creo que necesito cambiar las vendas, ¿podrías ayudarme con las del torso?

Jones asintió con la cabeza, incapaz de articular correctamente. Cielos, que facil se lo ponía. Apenas le bastó una ojeada para ver que Jones tenía una buena tienda de campaña en los pantalones.

Osmosis consiguió encontrar las vendas y la pomada en el armario pese al temblequeo de sus manos. Tenía un segundo corazón latiendo en su entrepierna y apenas era capaz de pensar con claridad mientras su citoplasma se trasladaba a otra zona de su cuerpo y lejos de su cabeza. Thrax tenía el cuerpo de un dios y no solo estaba viéndolo, ¡iba a tocarlo! Y esta vez no estaría Driz ahí, solo Thrax y él.

¿Y si ocurría algo? Osmosis sacudió la cabeza e intentó aclararse las ideas, no iba a ocurrir nada. Thrax era un pomposo bastardo aristocratico, aunque estuviese como un tren seguía siendo la Muerte Roja.

- ¿Qué aspecto tiene?

Osmosis olvidó todos sus razonamientos cuando volvió al dormitorio y vió a Thrax arrodillado sobre la cama. Sin duda Thrax debía estar preguntando por el aspecto de su espalda, pues se había quitado las vendas sucias, pero Osmosis no podía apartar la vista del redondo y perfecto trasero.

- Genial...

Thrax escondió como bien pudo su sonrisa triunfal, Jones estaba embelesado. Y pensar que lo unico que necesitaba para tener a Jones comiendo de su mano era un poco de nudismo.

- ¿Esa es la pomada?

Osmosis miró la pomada que llevaba en la mano y la miró como si no supiera que era, finalmente se encendió la lucecita de su cerebro y razonó suficiente para comprender que tenía que ponerla en las abrasiones de Thrax.

- Estooo, si... si, tu... túmbate...

Thrax obedeció y Osmosis se acercó con un temblor visible, se sentía como una doncella virginal cuando lo único que iba a hacer era tocar la espalda de Thrax.

Thrax olvidó todas sus intenciones al notar la fria crema sobre sus heridas. Osmosis la estaba extendiendo sobre su espalda al tiempo que le daba un masaje y Thrax estaba a punto de ronronear de placer. Las manos de Jones eran más habiles de lo que hubiese creido, deshaciendo los nudos de tensión de su espalda y calmando las heridas.

Las manos recorrieron la linea de su columna y se detuvieron en la cintura. Thrax se descubrió a si mismo insatisfecho de que se hubiese detenido y no hubiese llegado a su trasero. Jones repitió aquello y Thrax sintió una nueva tensión dentro de él, o mas correctamente debajo de él, sobre todo cuando Jones masajeó sus muslos.

Maldito fuera, su táctica se había vuelto contra él, ¡estaba excitado!

Osmosis estaba emebelesado tocando aquel cuerpo, notaba los músculos de Thrax bajo sus dedos, la tensión de estos, su dureza y textura. Mientras recorría la espalda apenas si podía contenerse de mantener sus manos alejadas de las "zonas de peligro".

Súbitamente notó que Thrax parecía agitado y ruborizado.

- ¿Thrax? ¿Estas bien? ¿Te ha vuelto la fiebre?

Thrax sintió un nudo de pánico, si se daba la vuelta ahora Jones vería claramente cual era la verdadera causa del sonrojo. Tenía que distraer a Jones mientras se le pasaba la hinchazón, si es que conseguía que se le pasase.

- Estoy bien... perfectamente, ¿puedes traerme algo de agua, por favor?

- ¡Yo tengo! Toma Thrax.

Maldito fuera Nerd y aquella maldita admiración que había desarrollado hacia él, la bacteria había acudido como un gamo a la petición y le tendía un vaso de agua. Thrax se bebió el baso y Nerd desapareció a donde quiera que se fuese aquella criatura.

- Eh... Thrax... incorporate, tengo que ponerte las... las vendas nuevas...

No sabía que hacer, si no se levantaba Jones sospecharía o se preocuparía, si se levantaba vería su estado...

Al infierno, Jones estaba tan excitado como él, si era listo cerraría la boca.

Así pues se levantó y se sentó esperando pasar minimamente desapercibido.

- ¡¡Por todo los poros!! ¿¡Cuánto mide eso!?

Thrax había esperado muchas reacciones, pero no esa. Se puso tan rojo que ahora realmente hacía honor a su apodo. No acostumbraba a tener mucho pudor, pero aquella reacción le sacó toda la vergüenza. No tenía una erección en toda regla pero aquello había bastado para que Osmosis le mirara como si la tuviese de oro.

- ¡Maldita sea, Jones, no exageres de ese modo!

- ¿Exagerar? Solo puedo pensar en como la debes tener totalmente embrabecido.

¿Dónde estaba la vergüenza de Jones? ¿Es que estaba borracho?

- No... no crece mucho mas cuando... ¡¿Pero por qué demonios te lo voy a decir?!

Jones no le hacía ni caso, se limitaba a sonreír y mirar de reojo su equipamiento. Thrax se hartó y se cubrió echandose la manta por encima con furia.

- ¡Ya está bien! ¡Tu también te has puesto a tono!

Osmosis no se sintió avergonzado ni lo mas mínimo, antes se había sentido muy estúpido, pero ahora había visto que Thrax no era indiferene a él y eso cambiaba mucho las cosas. Ahora no se trataba de que el virus pudiese burlarse de él, el arrogante rojillo se sentía atraido por él, y eso llenó a Osmosis de profunda satisfacción.

- ¿Cómo no hacerlo? Y no te tapes ahora, hace un segundo no te molestaba pasearte desnudo por ahí.

- ¡Ahora es distinto y lo sabes!

- Claaaro, antes el único con una calentura era yo, ahora que somos dos ya no te gusta que el juego este igualado.

Tenía razón, desde luego, y eso indignaba a Thrax. El deseo que había sentido por Jones había estado totalmente oculto y el de Jones por él había quedado claro el día de la famosa borrachera. Eso le había dado superioridad, y ahora aquello se había esfumado.

Osmosis sacó las vendas y arqueó las cejas con arrogancia.

- ¿Y bien? Tengo que ponerte las vendas.

Thrax gruñó un improperio y alzó los brazos dejando de Jones comenzara a enrrollar los vendajes en torno a él. Esta acción les juntaba pues Jones tenía que mover la venda alrededor de su cuerpo, pasando ambos brazos a su alrededor. La respiración de Jones sobre su piel y el olor de su cuerpo y la colonia le estaban volviendo loco.

Por su parte Osmosis estaba enfebrecido tocando a Thrax, rodeado de su poderoso aroma masculino, oyendo su respiración y teniendo tan solo que bajar la vista para ver el bulto que tan pobremente cubría la sábana.

La tensión sexual era tan fuerte que parecía tangible.

BEEP BEEP BEEP!!

El busca de Osmosis sonó insistenetemente y el policía no supo si sentirse aliviado o enfurecido. Mas de lo segundo quizás. Se apartó de Thrax y corrió a por su chaqueta.

Thrax se limpió el sudor de la frente, dando gracias por la interrupción y disgustado a la vez, por un lado volvía a sentirse seguro de si mismo pero también insatisfecho.

- Una emergencia en los pulmones, volveré tarde.- Oyó decir a Jones mientras este marchaba.

Thrax comenzó a ponerse él mismo las vendas de las extremidades, no quería estar despierto cuando Jones regresara.

Nota de la Autora: No puedo dejar de agradecer los animos que recibo e informo de que el rival ya está en Frank ¡¡TACHAN TACHAN!!