Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de WB y demás parentela.

No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.

AVISO: Este fanfic es YAOI (y será slash) y este se da entre los personajes de Osmosis Jones y Thrax, además de algún posible competidor de creación propia, si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas, comprendo perfectamente esa postura.

Capítulo 10. Fuego y Hielo

Osmosis recogió a Drix de su piso y se dirigieron al sistema respiratorio a toda prisa, cualquier emergencia en esa zona podía ser peligrosa. Drix encontró a Osmosis muy callado, demasiado. Probablemente habían tenido alguna desafortunada discusión. Seguramente Ozzy negaba cabezonamente la atracción que sentía por Thrax y actuaba en consecuencia, o quizas este le había rechazado.

- Ozzy... ¿te encuentras bien?

Osmosis se sentía como si tuviese un cartel en la frente que contase lo que acababa de ocurrirle. Se ruborizó y murmuró una mala excusa acerca de un mal día.

Trabajar un poco tranquilizaría su turbulento cerebro.

Los pulmones estaban levemente congestionados, el aire estaba mas frio de lo habitual, lo que estaba dificultando la respiración. Osmosis se extrañó profundamente por la leve capa de escarcha que cubría la estructura pulmonar, de hecho tuvo que abrir las ventanillas porque los cristales se le estaban empañando.

- ¿Qué opinas, Drix?

- Lo que tu, esto no es en absoluto normal. Cierto que en exterior es invierno, pero esto... esto es preocupante.

Caminaron sintiendo la escarcha crujir bajo sus pies, su aliento se condensaba por el ambiente. Los habitantes de la zona se habían retirado a sus casas, asustados.

- Quizá solo hayamos cogido frio.

- Me temo que no.

Osmosis apartó una puerta caida y mostró a Drix a que se refería.

Un cuerpo muerto por congelación les observaba con una expresión de terror plasmada en la cara. Y no era la inofensiva paralización de Drix, aquella célula estaba muerta.

- Tenemos una congestión pulmonar y un cadaver, creo que basta para hacer una investigación en regla.

No había vuelto a ver a Jones, había llegado tarde por la noche y marchado antes del amanecer. Thrax se sintió profundamente aliviado por ello, no tenía la menor idea de cómo podía volver a enfrentar al policía despues de aquel encuentro.

Skip, su socio, estaba echando pestes por su ausencia.

- Maldita sea, Thrax, no puedes desaparecer así sin mas, te necesito para las negociaciones. El hongo del pie no hace mas que cuestionar la calidad de nuestra droga.

Thrax gruñó y dirigió una amenazadora mirada a Skip, que se encogió y rió nerviosamente intentando aliviar la tensión.

- Me ocuparé de ese tipo, de momento vayamos a ver a Lern, nos debe dinero.

Ambos se dirigieron a la barriada dónde vivía aquel germen y Skip se quedó esperando abajo, la verdad era que Thrax ya no necesitaba a Skip, el bacilo de la gripe le había servido para introducirse en los negocios sucios de Thrax. Pero por necio que fuera, Skip tenía una ventaja, Thrax tendía a intimidar demasiado sin proponerselo y eso dificultaba algunos contactos.

Thrax llamó a la puerta y al no obtener respuesta la incineró sin mas preámbulos. Si Lern quería poner las cosas dificiles por él estupendo.

- Hooola Lern, espero que no te molestaras en comprar ataud, no lo vas a necesitar.

Al llegar a la sala se quedó paralizado. Lern estaba allí, sentado sobre una silla, y excepto por su cabeza, que miraba a su alrededor aterrorizada, todo su cuerpo estaba congelado. Y Thrax solo conocía a una persona que provocase aquello.

Esa persona salió del lavabo en ese momento. Thrax estaba sin habla, despues de tanto tiempo apenas había cambiado.

Mandibula cuadrada, piel azul grisacea, ojos de un azul glacial, cabello largo y de un blanco inmaculado. Era ligeramente mas alto que él mismo y vestía un elegante traje de linea diplomática con camisa blanca y corbata azul.

Ersex estaba tan sorprendido como él mismo.

- ¿Thrax?

No podía creerselo, habían pasado años desde que se habían separado. Thrax sintió que se le cerraba la garganta, estaba demasiado atónito. Ersex estaba allí, en Frank, realmente estaba allí.

- Ersex...

- ¡Thrax!

Ersex se abalanzó sobre él y le tomó entre sus brazos con fuerza, apretándole contra él. Thrax se vió asaltado por una miriada de recuerdos. Ersex rescatándole siendo apenas un adolescente perdido. Ersex enseñándole a usar su letal uña. Ersex y él corriendo por las venas de su víctima. Ersex y él celebrando una victoria. Ersex y él haciendo el amor en una ciudad en llamas.

- Thrax, mi Thrax...

Su mentor. Su amigo. Su amante.

Que pequeño se sentía en sus brazos. Ersex siempre tenía ese efecto sobre él, bastaba que estuviese cerca de él para sentirse protegido, a salvo. Respondió a su abrazo con desesperación, aferrandose a lo que creía haber perdido.

- Creí que te había perdido para siempre, las probabilidades de encontrarnos de nuevo eran... eran casi inexistentes.

- Yo también lo pensaba.- Respondió Thrax, se sentía al borde de las lágrimas.

Ersex se separó para mirarle a la cara, sonreía con total felicidad, Thrax sintió una profunda calided en el pecho. Había llegado a aceptar que había perdido para siempre a Ersex, había asumido que no volvería a ser amado como aquel virus le amaba o a amar él mismo a otro con tanta devoción.

Se besaron como si no existiera nada más, robándose el aliento. Ersex le invadió, unió sus lenguas, chupó sus labios, recorrió su picuda mandíbula hasta besar el cuello, enviando un estremecimiento de placer por todo el cuerpo de Thrax.

- De... de-detesto in-interrumpir pe-pero...

Thrax y Ersex miraron al aterrorizado Lern, se habían olvidado por completo de que el necio aun estaba vivo.

- Bien, bien, Thrax y yo vamos a hablar en privado, asi que...

Ersex sonrió y acercándose al miserable bacilo le rozó con una uña de refulgente azul cielo. Inmediatamente los tejidos de Lern se congelaron matándolo en el acto.

Cuando Ersex se volvió a él, Thrax acababa de recordar que algo más había cambiado además del tiempo pasado. Él ya no era un virus.

- ¿Thrax? ¿Qué te ocurre?

Thrax parpadeó para ahogar las lágrimas y suspiró. No estaba preparado para aquel encuentro, no estaba preparado para decir la verdad. No quería arruinar aquel momento.

- Nada, es que... es tan inesperado.

Ersex le abrazó de nuevo y aspiró profundamente el olor de su protegido. Thrax había sido su posesión mas preciada durante mucho tiempo. Cuando le había conocido no había imaginado lo mucho que iba a significar para él la presencia de aquel fogoso y arisco virus, ni lo mucho que iba a lamentar su ausencia.

Una lejana sirena de policía rompió el encanto de su encuentro.

- Polizontes, deben haber encontrado los cadaveres.- Gruñó.

Thrax tuvo un acceso de pánico, no debían encontrarle allí, a ninguno de los dos, y mucho menos juntos.

- Ersex, abajo te encontrarás con un bacilo de la gripe llamado Skip, dile que te envio yo y que te lleve a un refugio, me reuniré contigo allí esta noche.

Ersex asintió y besó a Thrax.

- ¿Qué harás tú?.- Preguntó mientras se marchaba.

- Yo estoy limpio, vete.

Cuando Ersex se perdió de vista, Thrax salió por la ventana y trepó hasta la azotea desde donde saltó y se alejó planeando. Ersex volaba mucho mejor que él, pero sus alas llamarían demasiado la atención en la ciudad.

Por fín volvían a encontrarse, y no podía ser en peor situación.