Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de WB y demás parentela.

No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.

AVISO: Este fanfic es YAOI y SLASH y este se da entre los personajes de Osmosis Jones y Thrax, además de Ersex, de creación propia, si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas, comprendo perfectamente esa postura.

Capítulo 12. Porque eres diferente

Thrax entró al apartamento cuando amacecía. Tenía un peso insoportable en su conciencia, ¿podría mirar a Jones a la cara? No sabía que hacer, tenía que hacer una elección de la que dependían demasiados factores.

Si elegía volver con Ersex todo sería como antes, viajaría de cuerpo en cuerpo con él, esta vez solo Ersex infectaría los cuerpos pero esencialmente todo volvería a ser como al principio, matando, emigrando, viviendo juntos...

Si se quedaba con Jones... ¿qué ocurriría? La vida civil en Frank, quizá con una relación con Jones, era lo desconocido, la opción mas arriesgada y a la vez la mas atrayente.

Claro que quizá no era una opción.

Jones estaba en la cocina, tenía los ojos enrojecidos y en su mano... un localizador.

El localizador. Thrax se había olvidado por completo de la pulsera que determinaba su posición. Y Jones había usado eso para localizarle.

- Vaya, vaya... mirad quien viene desde un almacén que esta madrugada ha sido encontrado en ruinas y con marcas de congelación.

Osmosis intentó con todas sus fuerzas que su voz no temblara y lo consiguió. No había podido dormir bien y finalmente había decidido buscar a Thrax con el rastreador, su sorpresa había sido mayúscula al recibir al mismo tiempo un aviso de Drix acerca de una pista en un viejo almacén, en que casualmente estaba Thrax.

El corazón se le había detenido. Pero no había duda alguna.

- Asi es como me agradeces todo lo que he hecho... volviendo a intentar destruir Frank.

¿Qué decir? Thrax sintió el impulso de ser cruel, de reirse de Jones y herirle con caústicos comentarios. Pero no fue capaz, no podía.

- No es asi, Jones... no he sido yo.

- ¡Naturalmente que no! ¡Pero estas aliado con quien lo hace, sin duda!

Oh, eso era cierto, pero Thrax no quería destruir Frank, no quería hacer daño a Jones, y sin embargo no podía evitar hacerlo aun sin proponérselo.

- Dejame explicartelo, por favor.

- Oh, si, ánimo, estoy esperando a que aceptes que eres una vacuna chivata y me lo cuentes todo.

- ¡CALLATE, JONES! ¡NO TIENES NI IDEA DE LO QUE SIENTO!

Vale, de todo lo que Thrax podía decir, Osmosis no se esperaba eso. Había esperado furia, odio, rabia, pero aquel grito solo traslucia angustia y confusión.

- ¡No quería que nada de esto ocurriera! ¡No quería que todo se desmoronara de este modo! No pedí ser un virus, Jones, nací así y tuve que vivir con ello.

- Thrax...

- Dejame hablar y manten la boca cerrada el tiempo suficiente.- Acalló Thrax.- No tengo ni idea de porque lo hago pero no quiero que te maten.

- ¿Matarme? ¿Quién?

Thrax se mordió la lengua. No quería traicionar a Ersex. ¿Pero cómo salvarlo todo? Tenía que elegir. Tenía que elegir, ya.

- Me voy de Frank. – Soltó.

Osmosis se quedó de piedra.

- ¿Qué te vas? Pero, ¿a dónde?

- Me voy con el virus que ha ocasionado la congelación, se llama Ersex. No tendrás que preocuparte más por eso, nos iremos juntos y Frank se recuperará del daño causado.

Era la opción mas sensata. Se iría con Ersex a otro lugar. Y nadie tendría que matar o morir por su culpa. Tarde o temprano olvidaría.

Osmosis apretó los puños. ¿Ersex? Thrax iba a irse... iba a irse con algún maldito virus degenerado que se lo iba a llevar lejos de alli, lejos de él...

- ¡NO, NO LO PERMITIRÉ!

Thrax no pudo reaccionar a tiempo. Jones se abalanzó sobre él, abrazándole, y antes de que pudiese decir nada Jones acalló cualquier queja besándole.

Era un beso desesperado, los labios de Jones eran suaves y llenos sobre los suyos pero demandantes. Thrax sintió que se le aligeraba la mente, respondió al beso con igual fervor y este se hizo jugososo y ansioso.

Era tan distinto de Ersex, este beso era entre iguales, dando y recibiendo, con Ersex siempre era un dominante y un dominado.

Tuvieron que separarse de mala gana para respirar y Thrax vió una expresión de ferrea determinación en el rostro de Jones.

- Después del modo en que nos hemos besado tú no te vas a ninguna parte.

¿Cómo discutir semejante argumento?

- Jones, no entiendes lo que ocurre, Ersex y yo eramos...

- Has usado el verbo correcto, "erais".- Replicó Jones.- Porque, metete esto en la cabeza, don egocéntrico, nadie, repito, nadie rechaza a Osmosis Jones.

Osmosis se sintió orgulloso de sí mismo. Ya estaba, lo había hecho, se había puesto bien los pantalones y había recordado quien era. Era el gran Osmosis Jones, y había llegado el momento de plantar cara al mundo. Se acabó el dudar de su atracción por Thrax, se acabó el esperar siempre y no actuar, iba a recuperar el control sobre su vida.

- Ahora vas a quedarte aquí sentado mientras el gran Ozzy hace su trabajo, ¿entendido?

Thrax no pudo por menos que reir, cielos, incluso cuando quería ser serio, Jones era pomposamente infantil. Le hacía reir, y le encantaba.

- ¿Ah, si? Lamento explotar tu burbuja, Ozzy, pero no soy una dama en apuros.

- Vuelve a decirlo.

Thrax se quedó confuso un instante, sin saber a que se refería Jones.

- Vuelve a llamarme Ozzy, es la primera vez que lo haces.

Ni siquiera se había dado cuenta de ello. Sonrió seductoramente.

- Quizá vuelva a hacerlo...

- Oh, creeme, lo harás.- Aseguró Jones.

- ¿De veras? ¿Y cómo vas a convencerme?

Jones le devolvió la sonrisa, le agarró de la solapa de la chaqueta y le hizo bajar a su altura para volver a besarle.