U.U' 3 Reciews... bueno . Muxichisimas gracias!!!!

Género: Shounen Ai Yaoi

Parejas: Gian Carlo x Olíver.

Autor: Skarletneko-jin

Advertencias: Ninguna q recuerde, pobre Gian: he's sad!!! T.T

Disclamer: Ni los personajes ni la historia de Beyblade me pertenecen...

Se agradece a:

Tiamat: Jejeje q bueno q te haya gustado, como verás casi no entro al MSN pero espero encontrarte x ahí . .. la verdad tu comentario me agrado mucho, espero tb éste chap te guste.

Yuuna: Muchísimas gracias, escribo bonito?? o.ô, bueno por fin alguien reconoce mi trabajo jajaja, muchas gracias planeaba quitarlo porque no creí que agradara esta pareja. Muchíiiiiiiisimas gracias .

Khalí: No soy muy buena para el ingés, pero ahí va..::That good that you have liked, in special being that is not one of your favorite pairs. By the way: Where are you from?. Thank you very much to read to me, you also hope this likes::.. Espero esté bien, si no que me corrijas jajaja bueno, muchas gracias x leer & See you.


EN VOYAGEANT PAR L'EUROPE

Curriculum II.- Despertar.

Abrió sus ojos lentamente buscando una cálida figura bajo su manta, descubriendo así que nuevamente era una farsa, una víl irrealidad que jamás en verdad se haría. Ya se había dado cuenta de sus sentimientos, hace tanto tiempo que intentó decirlo; pero cuando hubo oportunidad se negó. Ahora era tarde, aún recordaba aquella visita en la capital francesa había llegado con la firme idea de decirlo, pero cuatro simples palabras dieron vuelco a su intención. Oliver le dijo que estaba enamorado, enamorado de una chica Parisina... una chica que Jan Carlo sabía que también lo amaba (a Olí); Hizo lo posible por unirlos, aún en contra de su felicidad, ya suponía que Olí no le pertenecía: ninguna esperanza podía alvergar. También suponía que si él era feliz también debería estarlo, pero no fue así!: su corazón no resistió tanto!... y acabó por huir de nuevo a su hogar, sin llamarle, intentando olvidar su pasado: Hundiendose en la miseria que ahora poseía!, pues bien era millonario, pero carecía de amor.

/'Seguro ahora estás con ella, dedicandole tus bellas sonrisas, cocinando tus deliciosos guisos, besandole... y yo aqu'/- Se decía con melancolía-/' Cómo pude ser tan tonto, ignorando algo tan importante. Ahora me pudro en éste infierno... triste... lejos de ti'/.

Se recargó pesadamente en la cabezara de su cama, eran aún las tres de la mañana, su mente vagaba en el recuerdo de su amado, el chico peliverde que robó su corazón. Un escalofrío recorría su espalda al notar las largas cortinas del balcón flotando a causa del noctámbulo aire que les atrapaba, como jugueteando con ellas en una símple correría, un juego de infantes, pura diversión. Recordó entonces aquella linda sonrisa del joven peliverde, aquella que le hubiese dedicado una noche en aquella recámara mientras veía gustoso el cielo desde aquél balcón.

Volvió a estemecerse recordando las lujuriosas fantasías que el francés le producía, Jan siempre una de ellas tenía: pero en todas el protagonista era Olí. Pasó instintivamente el dedo índice sobre sus labios, practicamente podía sentiro: ¡PATÉTICO! se dijo, pero no cedió, quería recordad aquellos labios, auque hubiese sido tan sólo un sueño... lo había sentido tan real, aún podía degustar el nectar de los labios de aquél francés sobre su boca... y practicamente sentir aquella calidéz: ¡pero era una fantasía! ¡sólo una fantasía más!... a pesar de sentirlo, eso jamás fue realidad!.

Había huido!, blasfemo!, como un cobarde... huyendo de un dolor, que desafortunadamente no olvidó... no quería que su amigo notara la tristeza en sus ojos mientras disfrutaba con aquella chica, no... simplemente no podía arruinarle la vida, aquella vista: la de Olí besando por primera vez a la niña, le embriagaba de tristeza adentrándolo en una cierga nebulosa donde sólo existía el dolor... giraba a todos lados: oscuridad, la luz ahora en él carecía: sólo Oliver se la podía dar.

"Oli...."- era lo único que había en su mente, al levantarse con sus escazas ropas para admirar el firmamento, veía una estrella imaginando sus ojos... Madita sea!: no lo podía olvidar!.

Así pasó largas horas, mirando tan sólo el cielo, viendo en las estrellas sus ojos; imaginando que le sonreía a él, sólo a Jan.

"Signore... è tempo di prima colazione."-era Andrés tenía que despertarlo, abrió ligeramente la puerta y lo vió fente al balcón, descanzando.- /' Pobres señor, si que lo deben haber herido... pero, porque... por qué no se lo había dicho?.'/- Se acercó al chico dispuesto a levantarlo, la noche había cesado y la luz embriagaba los jardines del lugar, parecía ser un lindo día. Sin embargo Andrés logró notar algo en los ojos del rubio: Había llorado... y por mucho tiempo conciderandolos aún húmedos.

Jan despertó al sentir aquellas manos intentando levantarle y seguro estaba de que era su mayordomo, pero... no quería despertar, quería seguir reposando: olvidarlo todo en su plena inconciencia. Pero eso sería vivir?: no, aunque así pudiese subsistir. Se giró sobre su costado dando a entender que se levantaría, abrió sus ojos lentamente y estaban enrojecidos... definitivamente había llorado: por él.

"Buona mattina Andrés"- saludó con su lánguida sonrisa, aquella que le caracterizaba desde hacía casi un mes.

"Bona mattina joune...è tempo di prima colazione"- le ayudó a ponerse de pie.

"No tengo hambre Andrés... sólo... pide que preparen mi auto, saldré a pasear"

"Pero señor!"

"No te preocupes..."- sonrió irónico-"... no me voy a suicidar... sólo visitaré el coliseo, una paseo, nada más."

"Hum"- asintió debidamente y se retiró dejando al joven listo para poderse cambiar. Se puso un pantalón negro, resaltando su figura y su clara tez, una camisa negra y una blusa verde sobre ella. Se veía bien, muy oscuro: pero bien. Bajó las escaleras ignorando cualquier cosa, se veía mejor... pero su doméstico sabía que no.

"È aspetta.!" (listo)- aseguró Andrés antes de entregarle las llaves de su coche, un deportivo negro, de muy buen gusto al parecer.

"Grazie"- Tomó las llaves subiendo de un brinco a su auto y así lo encendió para conducir con rapidéz.

"Tenga cuidado!"- le gritó el mayordomo antes de que se fuerea.

"Claro!, lo tendré!".

Condució por un rato antes de llegar a la cuidad: Roma, se detuvo frente al coliseo, cómo le gustaba ese lugar.

"Ah!"- Suspiró hondo y entró cautelosamente.

...Si te lo hubiera dicho no estaría ahora tantriste, si lo hubiera dicho me odiarías!, pero ya habría una razón... no sólo mi tristeza si no también tu desamor.... No podía decirlo porque sabía que tu no me amabas y me arriesgaba con eso a perder tu amistad. Pero... en realidad la tengo?, huir como un cobarde, avandonarte... acaso eso es libertad?... No!... pero te veo ahí, me escondo entre las sombras esperando no notes mi presencia... esperando no te acerques para que o me hieras más... Oh, cuanto te extraño!, desearía que lo supieras... aunque todo ésto sea por tu felicidad.

Notó entonces la presencia de otro personaje... que hacía él allí?!... y... y sin la chica!... intentó esconderse, verlo no le funcionaría, pero... se veía desolado: con las piernas juntas recargando brazos y cabeza sobre sus rodillas... de seguro dormido, quizá llorando.. Jan intentó huir nuevamente pero su mente lo traicionó: avanzaba directamente a donde aquél chico peliverde, el que robó su corazón.

"Olí..."- susurró suavemente, cólocando una de sus manos sobre el hombro del francés, notó que estaba agitado y lo que temía ahora razonó... el chico lloraba, la pregunta era ¿por qué?.

"J...J-Jan"- musitó entrecortado, tenía la garganta seca y nuevamente comenzaba a llorar. Aquella simple escena rompía el corazón del italiano, quién simplemente enamorado, levantó el mentón de su acompañante.

"Olí... estás bien?"- preguntó temeroso... si la chica le había hecho algo el la... la...

"No Jan!!!... yo la dejé!... descubrí que... que..."- sus palabras se cortaban a causa de sus lloridos.

"Que sucedió?"- preguntó intentando ayudarle.

"Yo no la amaba Jan!... y luego tu te fuiste, ella me engañó!"- Los lloriqueos se hacían más fuertes el rubio no entendía absolutamente nada.

"Tranquilizate Olí... vamos tranquilo... yo estoy aqu"- se colocó al lado del dueño de numerosos restauantes, cubriendolo con sus brazos en un tranquilizante abrazo... mientras le recorría suavemente la espalda- "Vamos Olí, cuentamelo todo... debes tranquilizarte... yo te ayudaré!".

"Mercí Jan..."

"No importa nada ahora, vamos te invito un café!"- sonrió intentando animarlo.

"Muy bien"- asintió, ninguno quería separarse, pero no había más... era verdad: tenían que tranquilizarse.

"Y... por qué llegaste a Roma?"

"No... no sabía a donde ir"- comentaban dentr del auto.

"Eh?..."

"No sabía que hacer, ni a quién acudir... te extrañaba...

/'Me extrañaba?'/

...y luego... no sé, cuando recordé ya estaba aquí."- Jan Carlo sonrió, Oli-chan se veía tan confuso y tierno a la vez- "De que te ries?"- preguntó el francés indignado.

"Eh?... no, nada, ya llegamos al café."

Ambos desendieron del auto, Oliver se encontraba más tranquilo al parecer, aunque en la mente de Jan Carlo aún estaba el poruqe aseguraba que no la amaba... la chica lo engañó?!!, eso se lo había de pagar a él. Tomaron asiento en una mesa cercana a la ventana, el chico parisino admiraba la bellezadel paisaje románico, mientras Jan Carlo admiraba la del ser frente a él.

"Dos espressos... per favore"- Pidió con gentilesa al camarero, mientras Olí continuaba su admiración por la ventana.- "Ahora me dirás que sucedió?"- preguntó sacandole de su ensimismo.

"Je...bon... oui!, Habíamos salido a comer y j'étais avec (yo estaba) con una admiradora que llevaba rato siguiendonos, quería alejarla porque tenía algo muy importante que hablar con Aime..."- comenzó, para ese entonces los espressos estaban listos, así que tomó un sorbo de su café.- "poco antes de eso había descubierlo que yo... bon, no la amaba...."

"No?... pero si tu..."

"Si, estaba cegado, pero... yo pensé que la amaba y descubrí que no era así. Tenía que decircelo antes de que pasara a mayores, antes de que quiciera algo serio, o algo por as"- Jan admiraba la seriedad con la que Olí contaba su anécdota, pero lo que Oliver sentía ahora al lado de Jan era una rara fuerza interior que lo animaba a seguir contando, quizá tan sólo por sacarlo... pero no se lo diría a cualquiera, el se lo decia al Italiano por que en él siempre confió.- "et ensuite (en seguida)pedí que nos dejaran a solas, y así fue... comenzé delicadamente intentando no herirla ya que... bueno... yo..."- un curioso rubor cubrió sus mejillas- " Ya que la noche anterior intenté tenerla por primera vez... "

Jan Carlo se sorprendió, pero la forma en que lo decía suponía que no había pasado nada.

"Y cómo lo hace?"- preguntó con descaro intentando sacar lo que buscaba.

"Oye!"- sonrió el peliverde en desacuerdo- "no pasó nada..."

"mmm... bien"- dijo con falso desacuerdo, pero sonriendo a la vez.

"mientras inetantaba esxplicarle: me interrumpió....m'a dite (me dijo) que... bueno que me había utilizado!"- una lágrima corrió por su mejilla, cayendo directo a la taza de café- "elle ne m'aimait pas (ella no me amaba), por un momento sentí alivio... le despedida sería menos dificil, pero... me había utilizado: eso me hizo sentir mal. En especial cuando me dijo a quién amaba y porque se había acercado a mí.

"Eh?... a quién?"

"Ja!, ella te amaba a tí!, tu le pediste que me quiciera y lo hizo!, pero... ella no aguantaba más el no verte, creyó que estando con migo te acercarías y al final terminaría en tus brazos... pero no fue as"- Lágrimas caían por sus mejillas, mientras continuaba firmemente su redacción... Jan lo escuchaba con paciencia, no caía en su rencor.


Este es uno de relleno, un poco inquietante y sobre todo aburrido, espero no los desanime pues pronto traeré el otro paradarle un poco más de emocion... ya saben por qué? no?... bueno, entonces no se lo pierdan jeje,.

Ciao! .