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Serían ya las doce y yo seguía masturbándome, pensando y sin poder dormir. Me dieron ganas de orinar y esto hizo que mi erección se bajara, me levanté para ir al baño pero en el pasillo me quedé congelado al ver a mi hermano, Percy, chorreando agua, pues se acaba de dar una ducha, completamente desnudo frente a mí y con su pene en completo estado de erección.

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Capítulo 2 : Sólo disfruta

No pude evitar quedarme viéndole, su cuerpo endurecido y desarrollado, su abdomen marcado, casi nada de vello en su cuerpo, el poco tenía era de un dorado rojizo.., al levantar la vista vi el rostro sonriente de mi hermano y entonces noté que lo que el veía era mi propia erección, que había vuelto a despertar y se asomaba orgullosa y desinhibida por entre la abertura de mis boxers. Avergonzado lo esquivé y entré al baño. "Tengo que mear Percy" le espeté apartándolo.

Muy dolorosamente pude orinar pues mi erección no cedió por más que esperé unos pocos minutos, al salir del baño me sorprendí aún más de ver a mi hermano recargado junto a la puerta de su habitación, esperando, aún desnudo y sonriente.

"¿Sabes Ron?" me dijo sin dejar de sonreír nerviosamente "yo tampoco podía dormir, por eso me tuve que duchar, no podía dejar de pensar en lo que vi en la cocina. Te parecerá extraño, a mí nunca me había pasado por la cabeza que tú... bueno el caso es que me he masturbado pensando en tu erección" – dijo, franco.

Yo estaba avergonzado, no sabía qué decir, sobre todo porque lo que quería mi verga era obvio para mí y para él, que además estaba excitado y necesitaba sexo y que lo que Percy me decía me estaba excitando aún más.

Sorpresivamente, Percy, como impulsado por lo que sentía, me tomó del brazo y me guió hasta su dormitorio. Cerró la puerta tras de nosotros y acostándome delicadamente sobre su cama procedió a remover mis boxers que eran lo único que cubría mi cuerpo.

No me paré ni a pensar quién era él y quién yo.

Cayó lentamente de rodillas frente a mí y tocando mi abdomen para que me sentara cómodamente en la cama, aún desecha. Percy, haciendo a un lado los bordes de la abertura del boxer, sacó mi erección y sin perder tiempo, ni dejarme detenerlo, aunque yo ya no sentía ni mi cuerpo que estaba totalmente a su merced, se la metió en la boca y comenzó a lamerla y llenarla de saliva.

Las sensaciones, sin importar de quién venían, eran deliciosas, estaba tan necesitado de algo así, que quizá eso hizo que mis inhibiciones bajaran del todo.

Sólo me recosté un poco más en la cama de mi hermano y cerré los ojos. Disfrutando.

Pasaron incontables minutos mientras Percy lamía y chupaba mi verga, lamía y masajeaba mis testículos y luego volvía a succionar mi erección.

Sentía como su lengua se movía y masajeaba mi glande como un total experto.

Luego, acostándose sobre mí, procedió a restregar su cuerpo sobre el mío, su piel delicada y pálida, tan semejante a la mía, se sentía tan deliciosa como la que imaginaba yo de Hermione u otras chicas... cuando intentó acercar sus labios a los míos lo contuve y él entendió el mensaje, era un límite que le ponía y del que nunca pasaría.

Por lo que bajó de nuevo besando mi cuerpo hasta llegar a mi verga que besó antes de empezar a mamar de nuevo.

Como para buscar un nuevo ángulo, Percy se puso de nalgas a mí para poder chuparme el glande desde ese punto, sobre la cama, puesto a gatas, mientras me daba y obtenía placer, pude ver sus genitales.

Sin poder contenerme puse mi mano sobre su bolsa testicular para ver si era tan suave como parecía, Percy dio un pequeño salto y se estremeció, y poco después volteó a verme con una sonrisa; me imagino que sintió el placer del contacto, por lo que acomodándose se puso nuevamente sobre mí; como si fuéramos a hacer el 69, pero entre lamida y lamida de mi pene me dijo que no temiera que sólo lo hacía para que yo pudiera ver mejor su "arma". Todo un experto, ya dije.

Y sí, por largo rato la miré, analicé y aprecié, llegué a la conclusión de que, sin dejar de ser hombre heterosexual, me parecía atractiva y era una linda verga, volví a imaginarme a una chica en posición de tener esa verga y lo que disfrutaría con ella dentro de su boca o vagina, y me la imaginé también ideal, para poder iniciar a una chica en el sexo anal, incluso me entretuve pensando en lo que se sentiría..

En eso las mamadas de mi hermano se hicieron mucho más salvajes, me imagino que porque sentía mi respiración agitada sobre sus genitales, pero eso me llevó al borde del orgasmo y comencé a bombear.

Me aferré a la cintura de Percy y comencé a meterle la verga con fuerza por la boca y él se dejaba hacer, levanté la cabeza para tener mas movimiento en las caderas y al hacerlo estaba golpeando la verga de mi hermano en cada empujón, eso me calentó aún más y al eyacular me aferré a él, pegando mis labios sobre la base de su verga, besándola fugazmente, para luego separarme y dejarme caer sobre la cama.

Percy se sentó junto a mí, sonriendo, su pecoso rostro radiante y sus mejillas enrojecidas. "Ron, ¿te gustó?" dijo.

No sé lo que se apoderó de mí en ese momento, pero al ver su verga aún erecta, mi mente se nubló, y tras asentir con mi cabeza lentamente, me volteé y me puse a gatas, ofreciéndole mi trasero. Solo pude oír como él retiraba el edredón, para mayor comodidad, y unos instantes después pude sentir como ponía una sustancia fría sobre mi entrada con su dedo.

Me estremecí al sentirlo y me excité como no lo había hecho en mucho tiempo.

Pero lo mejor vino cuando sentí por primera vez la cabeza de su verga en la entrada de mi culo. Era suave y podía sentir su ligero grosor lo que me calmaba y excitaba a la vez y lo mejor, lo sentía palpitar contra mi ya palpitante cuerpo.

Suavemente, como si ya hubiera tenido otras muchas experiencias en entrar en chicos vírgenes, Percy metió la cabeza de su verga en mí, y tras ese contacto, me agité y temblé un poco.

Luego él, tomándome por las caderas comenzó lentamente a meter y sacar sólo la cabeza del pene, la sensación era sencillamente deliciosa.

Con habilidad, poco a poco, empezó a metérmela aún más dentro, más profundamente, hasta que llegó el momento en que pude sentirla toda dentro de mí.

Me sentía lleno y entonces, Percy empezó a moverse, a meterla y sacarla con fuerza y rapidez, su tamaño y el lubricante que me puso lo permitían, era delicioso.

Y podía sentir su abdomen golpeando mi baja espalda y nalgas y sus testículos balanceándose y golpeando mis muslos con fuerza, sus manos sujetándome fuertemente por las caderas, todo era fricción y movimiento, lujuria adolescente, y yo era el objetivo de toda esa fuerza y lujuria..

De pronto, después de lo que pareció una eternidad o unos segundos de frenesí sexual, sentí como su verga explotaba dentro de mí; en segundos me llenó de semen, sus chorros eran potentes e interminables y cada uno de ellos lo disfruté sin medida, me sentí bien, sin prejuicios, no sentía estar perdiendo mi masculinidad... yo sólo disfrutaba enormemente las sensaciones que esa verga me estaban dando en ese momento..

Su cuerpo flaco pero musculoso agitándose y frotándose contra el mío, y el hecho de que fuera mi hermano "el empollón insoportable" como decían Fred y George cuando los tres hablábamos sobre él; hacía el morbo deliciosamente insoportable.

Cuando se separó de mí, besé ligeramente sus rojizos labios y esa noche, no me fui a mi habitación a dormir.

FIN