Como que el capitulo anterior me quedo medio vulgar, por lo que ahora, en el siguiente haré gala de mis habilidades poéticas, (ja, como si las tuviera) es decir, trataré de hacer más exquisito este capitulo. Valsed, ya corregí el fic y lo puse donde debía. Es que soy nueva y no sabia. Oopss!

TIEMPO DE REFLEXION

La tarde siguió igual, sin un alma que fuera a pararse al local de los gatitos, era muy extraño que esto pasara pues, dicha tienda era lo bastante popular en las calles de Tokio como para pasar desapercibido.

Todo era diferente aquel día para Ken. Tenía menos trabajo que de costumbre, ya había acomodado, tocado y retocado tanto los arreglos florales que estos ya comenzaban a maltratarse. Suspiro profundamente y fue a sentarse a un rincón del local, junto a la enorme ventana que daba hacia la calle. Sus pensamientos empezaron a perderse en algún lugar fuera de la florería junto con la lluvia que caía. Súbitamente su conciencia le dijo que el día era perfecto; Aya se encontraba en el almacén y casi no se aparecía por la tienda; Hacia ya un rato que Youji se había escabullido escaleras arriba para evitar trabajar; por el contrario, Omi había bajado su lap top para trabajar, mejor dicho, perder el tiempo navegando en la red a falta de algo mejor que hacer. El cielo oscuro y las constantes gotas de lluvia que iban a pegar al cristal, le hicieron saber a Ken que estaban de su lado y que esta, debía ser su oportunidad.

Cuando hubo comprendido esto no pudo evitar echar un vistazo al chico que se encontraba en el otro extremo del cuarto. ¡Cielos! ¡Es tan hermoso!, se decía Ken, esa delgada figura, esas piernas larga y blancas, sus manos delicadas, su rostro tan angelical decorado con aquellos grandes y preciosos ojos azules que de vez en cuando eran ocultados por aquel sedoso cabello que desprendía un agradable olor a fresitas y esa boquita perfectamente delineada y rosada, parecía un fruto en plena madurez delicioso y suculento. Ken se sorprendio a sí mismo, perdidamente enamorado de aquel chico de pantaloncillos cortos.

Su embelesamiento quedo roto cuando Omi giro la vista hacia el motociclista y, lejos de sorprenderse por la manera en como este lo miraba, le dirigió una muy calida sonrisa a la vez que entre cerraba sus bellos ojos. Inevitablemente, Ken se ruborizo y devolvió solo una tímida mueca que simulaba ser una sonrisa.

Hay algo bueno en la red? – pregunto Ken intentando romper el silencio.

Pues no mucho, solo noticias de desastre en todo el mundo pero nada sin importancia – bromeo el menor.

Ah! – El castaño estaba aun tan perdido por la presencia de Omi que ni siquiera se dio cuenta de la broma de este - ¿y que dice de estas lluvias? Porque, de seguir así deberemos cambiar de empleo.

Si pues, dicen que las lluvias continuarán esta semana, por cierto ciclón cerca de las costas – dijo mirando el monitor del computador.

Ah! – Ken parecía darle por su lado a su compañero. Lo cierto era que estaba tratando de armarse de valor, a la vez que intentaba descifrar la manera de decirle toda la verdad a Tsukiyono.

¿Qué sucede Ken? –

Eh? – Omi lo había sacado de sus pensamientos

¿No vas a decírmelo? –

Decirte ¿qué? – el corazón de Hidaka ya comenzaba a agitarse nuevamente, ¿será acaso que el dueño de su corazón, ya conocía los sentimientos que le inspiraba?

Lo que te pasa. No me tomes por un niño Ken, he convivido lo suficiente contigo como para darme cuenta de que en las últimas semanas has cambiado un poco – se acerco dejando de lado la lap top.

Ken sintió su cuerpo estremecerse, tanto por las palabras que Tsukinyono había pronunciado, como por su acercamiento.

Es... que... yo... yo... – estaba visiblemente muy nervioso.

El chico de cabello color miel se sentó en cunclillas frente del otro, para poder ver mejor el bello rostro que Ken ocultaba. Por supuesto, Omi de inmediato noto todas aquellas reacciones del mayor, el nerviosismo, la mirada evasiva pero ante todo, el rubor de las mejillas de Hidaka. Bombay tuvo que reconocer que, es ese estado, Ken se veía, irresistiblemente atractivo. Era bien conocido de Omi que Ken no era como sus otros dos compañeros, pues el motociclista era una persona muy sensible, a pesar de parecer un chico rudo. Pero en la actual condición en que se encontraba el castaño, a Tsukiyono le pareció, más enternecedor de lo habitual, por lo que, ya intuía lo que le sucedía a su amigo.

Antes de continuar con el cuestionamiento, decidió ser un poco más amable y cortes. Tomo las manos de Ken entre las suyas, esto por supuesto, obligo al mayor a mirar aquellos cristalinos ojos azules con absoluta incredulidad.

Estas enamorado ¿verdad? – pregunto dulcemente el menor.

Hidaka estaba tan nervioso que las palabras de Omi se confundían con el latir de su corazón. ¿Sería posible que ese precioso ángel que sostenía sus manos, le correspondiera tan profundamente como el le amaba? Si eso era verdad o no, este era el momento de averiguarlo...

Kari: Si, ya se, esta muy cortito el capitulo pero... se me acabo la imaginación, lo siento, solo espero que no haya sido muy aburrido y que haya sido un poco más sofisticado que el anterior. Por cierto, como vuelvo a reiterar, si ya me conocen, es mejor que no se acostumbren a KenxOmi, porque, la cosa podría darse o no. Por fa, dejen reviews, y si esta muy aburrido esto, díganmelo.