Capitulo Ocho
Sentimientos Encontrados
Habían transcurrido ya un par de semanas y tanto Sofía como Emma se habían acostumbrado al constante ir y venir de un mundo a otro para visitar a sus seres queridos. Ambas guardaban un libro con los relatos diarios de las actividades de su familia, de este modo no perdían noción de cómo se encontraban, en que habían cambiado o que habían hecho hasta ese día. En ocasiones Sofía se deprimía realmente al recordar a su bebita pero sabía que todo el tiempo podía ir a verla, también sentía remordimiento pues cada día extrañaba menos a su esposo, eso sí; Lucía seguía siendo una parte muy importante en su vida.
Eran ya finales de marzo y Sofía se encontraba platicando con Emma sobre su cambio de vida. Tenían curiosidad por saber que era lo que tenía que hacer ella en ese mundo, habría querido preguntarle a Ron o a Draco pero la ocasión no se había presentado, habían asistido a diversos lugares, les habían explicado como funcionaba el mundo de la magia, ellos habían estado saliendo muy seguido yendo a reunir alguna información y algunas herramientas que seguramente utilizarían durante la estancia de Emma y Sofía, entonces convivían mucho pero a la vez era poco lo que hablaban de ellos mismos. Sofía notó en varias ocasiones que Draco le dirigía miradas curiosas, incluso en una de las visitas al museo mago, pudo ver que a Draco se le dibujaba una sonrisa de agrado cuando ella le preguntaba que tan difícil era cargar con sus responsabilidades y se respondía a si misma que siendo el nada podía ser un obstáculo.
Un día en que se encontraban en el jardín de la Residencia Malfoy, Sofía iba caminando tan de prisa que no vio una piedra que estaba en medio del Jardín, se fue rodando casí tres metros hacia abajo cuando de pronto alguien la sujeto. Era Draco.
La vergüenza invadió a Sofía quien de pronto no pudo más que reírse mientras abrazaba fuertemente a Draco y le daba las gracias suavemente en el oído. Esto lo desquició por completo pero trato de aparentar indiferencia y solo le comentó que no se preocupara, que caminara con más precaución.
Sabes Emma, todavía me intriga saber para que estoy aquí? El tiempo pasa y estamos igual que cuando llegamos. Tal vez nos quieran estudiar no crees?.-preguntó con inocencia Sofía.
Ja Ja Ja, eso si que debe ser una broma.- respondió Draco entrando a la cocina con una expresión de burla.- No creo que sea tan importante estudiar un par de muggles que no saben hacer nada a parte de vivir complicándose la vida.- Realmente no sabía porque cuando estaba con Sofía tenía que expresarse de esa manera, se preguntaba por que le inspiraba ese resentimiento si nunca la había conocido antes, y ahora no la conocía bien. Lo que pasó a continuación realmente lo sorprendió.
Has regresado!!.-exclamó Sofía al tiempo que corría a abrazarlo sin razón alguna. Sentía una necesidad enorme de abrazarlo y sin querer contenerse más lo hizo. El sentimiento de protección que le daban sus brazos la invadió y deseo no moverse de ahí por el resto de su vida. De pronto se dio cuenta de lo que hacía y sin pensarlo se desprendió de ese delicioso abrazo.- Oups, lo siento, no fue mi intención, bueno, si lo fue pero no quiero molestarte.- Sofía empezó a retroceder y para su alivio pudo ver una cabeza roja asomándose detrás del rubio.
Ron, los extrañamos mucho.- Gracias Dios! Pensó Sofía mientras trataba de disimular la euforia que la invadió al ver al rubio asomar su cabeza por la puerta. Abrazó de igual modo a Ron y al dirigir su mirada a Draco se pudo dar cuenta que este la miraba con curiosidad. Tenía la boca cerrada pero estaba segura que no tardaría en decir algo.
Hola Sofía, hola Emma. Me preguntaba si querrán acompañarnos a comer.-Afortunadamente Ron interrumpió sus pensamientos y las intenciones del rubio de querer seguir con la escena.
Si claro, no hemos comido nada y siento que tenemos mucho que platicar.- respondía Emma con entusiasmo a un Ron embelesado por la misma Emma.
No es posible que la muggle me haga sentir de esta manera. - Draco se dio cuenta que su estómago se le encogía cuando Sofía se acercó corriendo a abrazarlo. Al principio pensó en frenarla pero algo lo hizo detenerse y sin pensar en la reacción le devolvió el abrazo. No quería aceptarlo para si mismo pero se había sentido muy triste cuando ella terminó con el abrazo.
Yo quisiera terminar de escribir algunas cosas, pero por mi no se detengan, al fin y al cabo aquí hay una estufa y puedo cocinarme algo.- Respondía Sofía. La vergüenza anterior no le dejaba dar la cara a Draco y pensó que ese era un buen pretexto para evitarlo.
Igualmente yo, necesito quedarme a ver unos asuntos y de una vez podemos tener esa tan prometida platica que tanto tu como yo pospusimos desde hace casi cinco meses.-Respondió Draco sin pensarlo dos veces. Era su oportunidad y no podía desaprovecharla, al voltear observó la cara de frustración que tenía Sofía y no pudo evitar soltar una ligera sonrisa.- Qué te pasa? No me digas que me tienes miedo?.- preguntó en tono irónico.- Yo no podría acercarme a ti para hacerte daño, menos para cualquier otra cosa.-Se arrepentía de haber hecho el último comentario, porque demonios no podía callarse con esta mujer enfrente.
Sofía se sintió realmente herida al escuchar ese comentario, pudo voltear la cara justo a tiempo y evitar que Draco observara la lágrima que acaba de correr por su mejilla. Empezó a caminar rumbo a su habitación y antes de desaparecer tras su puerta volteo nuevamente a ver a sus dos amigos.- Que tenga un buen día!.- expresó tratando de sonar animada. Por que ese hombre tenía que ser tan cruel con ella. Porque no podía tratarla con cortesía, con educación como según el sabía hacerlo. Que eran estos sentimientos tan nuevos para ella que guardaba ahora dentro de su ser.
De hecho Emma y yo nos vamos. Estaremos llegando un poquito tarde por que si no recuerdas me prometiste acompañarme al Mall para hacer compras de ropa y artefactos muggle.-expresaba con alegría Ron al mismo tiempo que tomaba la mano de Emma quien a su vez le dirigía una mirada de ensoñación a su reciente amigo.- Claro vamos, yo no tengo prisa por regresar. No creo que Sofy vaya a necesitarme.
Entonces hablamos luego.- Terminó Draco dirigiéndose a la habitación donde Sofía acaba de entrar unos minutos atrás.
Sofía.- Dijo Draco al momento que intentaba abrir la puerta sin éxito.- Sofía, ábreme necesito hablarte.- No obtuvo respuesta alguna. Había un silencio infinito que empezaba a aterrarle.- Aloha Mora.- La puerta se abrió y por ningún lado pudo verla. Dónde estás? Se dirigió rápidamente a la ventana de la recamara y pudo ver a Sofía sentada en el borde de esta misma con lágrimas escurriendo por sus mejillas. Se le formó un nudo en el estómago, nuevamente esa sensación de culpa, pero que rayos es esto pensó.
Discúlpame por favor Draco, pero me gustaría estar a solas por un momento.-Sofía miraba el horizonte llorando en silencio, apenas pudo expresar lo último cuando sintió un brazo que se enredaba en su cintura y la jalaba suavemente hacia dentro de la habitación.
Entiendo que necesites estar sola pero tenemos que hablar.-expresó Draco tratando de sonar distante, lo cual, por la mirada de Sofía, supo que estaba logrando. No podía darse el lujo de tratar a esa muggle con cariño, los Malfoy nunca trataban a alguien con cariño de eso estaba seguro y menos a un muggle. Por cierto ahora que pensaba en los Malfoy, el tenía mucho que aclararle a Sofía no podía perder más tiempo.
Escucha Sofía tengo que explicarte la única razón por la cual te encuentras aquí en este instante. Pero necesito que prestes mucha atención porque vamos a tener que hacer muchos sacrificios para regresarnos a vivir la vida que dejamos atrás.
Sofía no le quitaba a Draco la vista ni por cinco segundos, estaba inmersa en sus pensamientos pero al oir la frase "regresarnos a vivir la vida que dejamos atrás" inexplicablemente una sensación de malestar le invadió y recuperó su postura.
Dime de que se trata? Entre más pronto terminemos con esto más pronto dejaré de tener que soportar verte la cara.-Draco sintió como sus palabras cortaban en su interior pero se imagino que era su orgullo herido y no otra cosa.
Perfecto, entonces no vuelvas a interrumpirme.-Respondió Draco mientras pensaba que un Malfoy siempre era el último en hablar.
