Hola, espero que lo hayan disfrutado mucho y que me manden reviews, de lo contrario me daré por vencida y no publicaré más de este fic. No importa, solo me gustaría saber sus opiniones y sugerencias para futuros capítulos.

Bueno, no tengo muchos reviews que contestar, pero aquí estoy otra vez, y no les pienso quedar mal:

Sara Fenix Black: Que bueno, me alegro que te gustara mi fic. La verdad no creí que fuera tan buena, ya que es el primer fic que hago sola (por eso tenía miedo) La verdad es que no sé de donde saque que Sakaki fuera hija de Remus, pero bueno, no creo que sea una idea desagradable... Y lo de los mortífagos, bueno, a eso tampoco le encuentro explicación cuerente, solo mi imaginación (creo que la deje volar un poco). Espero que recomiendes mi fic con tus amigas y con tu hermana, la verdad me gusta conocer gente nueva y tener muchos amigos. Espero que te guste este capítulo.

Rubymoon Faith: ¡¡¡¡¡Gomen, hermanita!!!!! (Perdón) Pero es que lo que pasó fue que nunca me preguntaste sobre este fic, así que no te dije nada. Pensé que no te iba a interesar, pero que se le va hacer, uno siempre se da cuenta tarde, y cuando me di cuenta ya lo había publicado, digo, no hay nada que perder cuando uno quiere probar sus capacidades como escritor. Bueno, Sakaki tenía que ser hija de algún merodeador, y quien mejor que Remus. Míralo de este lado: James esta muerto, Peter es del bando de Voldemort, hijas de Sirius ya hay muchas (no me gustaría copiarle la idea a Sara y al montón de gente que ha inventado hijas de Sirius) el único disponible era Remus.

Este capítulo se lo quiero dedicar a mi amiga Fanny por su cumpleaños, espero que te guste (aunque no me tarde ni una semana para hacerlo) Eres una gran amiga, y por eso te digo que este capítulo es solo tuyo, disfrútalo.

(No creo que haga falta poner el Disclaimer, ya que todos saben que solo tres personajes fueron inventados por mí)

Al día siguiente, Sakaki se levantó temprano, cosa que era realmente extraña en ella, pero las ansias de saber que clase de misión tendría su madre esta vez no la dejaba dormir.

- ¡Que milagro verla por aquí tan temprano, señorita!

- ¿Te molesta?

- Cla... claro que no, señorita. Eso jamás, discúlpeme.

- Que yo sea la favorita de Voldemort, no quiere decir que tenga que ser tratada diferente a todas las demás chicas de este lugar. No me tengas miedo.

- Mmmm... si usted lo dice.

- Robert, no me gusta que la gente se aleje de mi solo por ser la favorita de Voldemort. Así que llámame por mi nombre y háblame de tu.

- Pero... es que...

- Por favor.

- Bueno, esta bien, pero dime ¿qué haces fuera de tu cama tan temprano? Digo, eres a la única persona a la que no despiertan temprano

- Voy a salir un rato, quiero ir a caminar un rato. Quiero estar sola, olvidarme de todo.

- ¿Sola? Pero...

- ¿Pero? No quiero escuchar un pero de tu parte.

- ¿Qué es lo que necesitas hoy, Sakaki?

- Quiero que le mientas a todos.

- ¿QUÉ YO HAGA QUE? Tu misma sabes que el señor oscuro me matara si sabes que saliste y yo te encubrí.

- Hazlo por mí, por favor. Te prometo que... salgo contigo si lo haces, ¿sí? Por favor.

- No lo sé, es que yo...

- Si tanto me quieres, como dicen los rumores, por favor hazlo. Te prometo que no me pasará nada.

- ¿Pero si no es así? ¿Si algo llega a pasarte?

- Te preocupas demasiado, pero bueno, buscaré a otra persona para que lo haga.

- No, está bien, lo haré. Espero que el señor oscuro no se de cuenta de que te ayude a escapar, porque si no, me arrancará la cabeza. En los problemas en que me metes tú, no lo puedo creer.

- Gracias Robert, te debo una. Adiós.

Siguió caminando hacía la salida, pero tuvo que detenerse porque su madre estaba apunto de salir de la mansión y se dirigía hacía el norte.

La siguió hasta la estación donde tomaron el tren que las llevaría a Londres (donde era la primera misión que por alguna razón Voldemort no había querido que hicieran juntas).

Cuando se montó al tren, le faltó poco para ser descubierta por su madre que estaba muy cerca de ella. Así que bajo la mirada, y así se mantuvo todo el camino hasta que su madre bajó del tren; y Sakaki bajó tras ella.

"¿Adónde vas, mamá? ¿De nuevo poniéndote en peligro por ese hombre que te inspira tanto miedo?

La siguió de lejos... Se puso encima su capa invisible y se acercó a su madre, la cual esperaba a alguien sentada en una mesa de un restaurante tomando una cerveza de mantequilla.

Unos diez minutos después, llegó un hombre joven, de estatura mediana, rubio, de ojos cansados.

- Me alegra verte, Remsie, pero llegas tarde.

- Bueno, he estado un poco ocupado. La verdad si no me hubieras dicho que era importante, no hubiera podido venir.

- Vamos, Remsie, no seas así conmigo. Después de todo hace años que no nos vemos.

- Harry no anda lejos de aquí, se supone que debo cuidarlo, y tú estás interrumpiendo mi labor.

"Vaya, no te haces cargo de mí, pero sí de un desconocido. Como lo odio, no me gustaría verle ni la cara, pero si quiero tener venganza, tengo que saber como es él"

- Lo lamento, pero, ¿por qué no lo traes aquí con nosotros? Así no te daré solo a ti la gran noticia que tengo que darte.

- Se nota que es algo muy importante, y que te tiene muy feliz, ¿de qué se trata?

- Es una super noticia, pero parece que no te importa mucho...

- No es eso. Recuerda, luna llena.

- Oh, es verdad.

- Mejor dejamos esto para otro día, Yosuko.

- ¿Entonces no interesa saber nada de tu hija?

- ¿Hija? ¿De que hija me estás hablando? Yo no tengo hijas.

- Que yo no te haya dicho sobre nuestra hija, no quiere decir que no la tengas.

- ¿Yo tengo una hija? Eso quiero verlo.

"Y ahora dudas de mi existencia, cuando tú fuiste el que nos abandonaste cuando mamá te dijo que estaba embarazada"

- Es muy hermosa, se parece mucho a ti. Hasta tiene tus ojos.

- ¿Por qué me lo dices hasta ahora? ¿Por qué no cuando la niña nació?

"Ahora resulta que te lavaron el maldito cerebro. No lo puedo creer... sólo ha pasado una hora y ya me ha negado dos veces. Quiero matarlo ya, no quiero que siga con vida. Quiero acabar con él con mis propias manos"

- ¡Mi querido Remsie, hay muchas cosas sobre mí que todavía no sabes! Así como tampoco sabes nada de ella.

- ¿Como que mis amigos tenían razón en que eres una mortífaga?

- ¿Mortífaga, yo? Por favor, Remsie, no le vas a creer más a Sirius que a mí, ¿verdad?

- Pues... no sé, tal vez sí. Si me ocultaste lo de mi hija, otra mentira para ti no será ningún problema.

- Pero, Remsie...

- ¿Al menos voy a poder verla? ¿Qué te parece mañana?

"No le dirás que sí, ¿o sí, mamá? Por favor, que diga que no. No sé qué soy capaz de hacer si lo tengo enfrente. Lo más probable es que lo mate"

- Por mí hubiera estado bien, pero tiene clases mañana, y no la dejaré faltar ni un solo día... y también le quiero evitar un disgusto a ella. No quiere ni verte, le dije que nos abandonaste cuando supiste que estaba embarazada.

- ¿Por qué? Nunca las hubiera abandonado... Tú lo sabes, ¿o no?

- Tú siempre tan inocente, mi querido Remsie, pero no me conviene hablar ahora sobre cosas que tú no comprendes.

- ¿No te conviene hablar? ¿Por qué? ¿Por miedo a los que piense la gente de ti? Quiero a mi hija conmigo mañana mismo.

- ¡No puedes obligarla! Ella no te quiere, Remus. No servirá de nada que trates acercarte a ella: es igual a ti. Se esconde de las cosas que no le gustan.

- Solo quiero pasar la tarde de mañana con ella, ¿puedes entenderlo? También es mi sangre. Quiero saber cómo se siente y si es feliz.

"Claro que soy feliz, maldito estúpido. Solo me darían nauseas si mamá permite que pasemos la tarde de mañana juntos."

- Claro que es feliz, ¿o crees que por no tenerte cerca no es feliz? Pues te equivocas.

- Sabes que no me daré por vencido, así que o pasa mañana la tarde conmigo o la voy a buscar a tu casa.

- No me amenaces, Remus. No permitiré que te acerques a ella; ya mucho daño me has hecho desconfiando de mí.

- Lo sé, lo siento, pero no por eso tenías que esconderla de mí.

- No era de ti, era de Quien Tu Sabes. Por alguna razón todavía anda tras su cabeza.

- Por eso mismo te pido que la dejes vivir conmigo un tiempo. Así no correría peligro, la Orden la protegería igual que lo hace con Harry.

- ¿Crees que te daría a mi única hija? No pienso separarme de ella, es lo único que tengo.

- Las espero a las 11 de la mañana aquí mismo. No me quiero tomar la molestia de ir a buscarlas. Bueno, nos vemos, Harry ya debe haber terminado de comprar sus cosas para este año.

- Remsie, amor, ¿no querrás...?

Pero Remus contestó de una manera que Yosuko no se esperaba. Se levantó y se fue caminando tranquilamente.

- ¡Oh, Remsie! No puedo creerlo: tan inocente como siempre. Aún confías en mi, ¡oh gran error! Ahora verás lo que significa dejar de confiar en mí. Mi querido Remsie, siempre serás mi amor, pero nunca más volveré a caer.

"No puedo creer lo estúpido que es. ¿Aún no sabe que en mamá nadie puede confiar? Como lo odio, solo quiero que Voldemort me pida matarlo para poder hacerlo."

Sakaki salió corriendo, no podía esperar a que su madre decidiera mover el maldito trasero para moverse de ese lugar, y aún tenía que ir a salvar a Robert.

Al llegar a la casa, no se encontró con nadie, ya todos los chicos estaban en sus cuartos. Así que fue hacia el cuarto donde debía encontrarse Voldemort.

- ¿Dónde diablos te habías metido?

- Lo lamento, señor... yo solo...

En ese instante vio que Robert también estaba ahí. Atado y con muchas heridas visibles.

- Este chico... Sé que ha estado ayudándote, y por eso lo pagará. ¡Llegas en buen momento, así aprenderás a no desobedecerme!

- No, señor, no lo lastime. Haré lo que usted quiera, pero no le haga daño.

- Este será el peor castigo que hayas presenciado, para que veas lo que se le hace aquí a los traidores.

Sakaki se tapó la boca con las manos, no soportaba verlo ahí, atado, sin poder defenderse. Sabía lo que le esperaba a Robert, así que cerró fuertemente los ojos.

- ¡Avada Kedavra!

"¡No puede ser! ¡No puede ser! Lo ha matado por mi culpa. Por protegerme. ¡No puede ser!"

La acostumbrada risa estridente de Voldemort apareció apenas se oyó el cuerpo caer al piso

- ¡¡¡NOOOOOOOOO!!! ¿Por qué a él? ¿Por qué todo el mundo se pone en mi contra? ¿Por qué la gente que más quiero siempre se aleja de mí? ¿Por qué al chico que siempre me gustó? ¿Por qué?

Las lágrimas de los ojos de Sakaki no paraban de salir. Su dolor era tan grande como para poder soportarlo.

- Me traicionó, no quiso decirme en donde diablos estabas, y por eso pagó un alto precio.

- ¡Me voy, no pienso seguir viviendo en el mismo techo que usted!

- No tienes a donde ir, ¿o sí?

- Ya pensaré en algo, pero créame que en cualquier lugar estaré mejor que aquí. La verdad, usted da asco.

- ¡Maldita mocosa! Ya te arrepentirás de lo que has dicho. Ahora vete, no quiero que vuelvas. Ya nunca sabrás quién es tu padre.

- Ya sé quién es. Sé cómo se llama, lo vi hoy cuando seguí a mi mamá.

- Ah, ya sabes que el viejo Remus es tu padre. Vaya, no me sorprende que la hayas seguido.

- Pues sí.

- No creas que por ser su hija te va a adorar. Te abandonó, no te quiere.

- Ya lo sé y no me importa. Puedo arreglármelas sin él y sin usted.

- Eso lo veremos. Mañana irás con tu madre a verlo y, después de eso, no quiero verte regresar a este lugar. Si quieres, vete a vivir con tu padre porque aquí no va a haber lugar para ti.

- Adiós, Lord Voldemort.

Salió de la habitación de Voldemort, aún sin saber que hacer. Lo único que sabía era que tenía que irse ese mismo día, pero a dónde, no lo sabía. Salió con su baúl lleno de cosas, pero sin saber a donde dirigirse.

"¿Que haré? No puedo creer que esto me esté pasando a mí." "¿Por qué me meto en tantos problemas? ¡Tenía que ser yo!"

Iba caminando sola, sin rumbo y sin saber a donde ir; "Diablos, no puedo ver nada, si tan solo supiera donde me encuentro, todo sería más fácil."

¡Lumus!

Así fue, cuando se dio cuenta, tenía un autobús de dos pisos frente a ella.

- Sube, y te levaremos a donde tu quieras.

- Gracias, pero en este caso, yo no tengo a donde ir.

- Sube y te llevaremos a donde van los desesperados que se escapan de casa por alguna razón. Así mañana podrás pensar mejor las cosas.

- Bueno, no tengo a quien más recurrir.

Mientras tanto, Yosuko entró a la habitación donde Voldemort ya la esperaba y no parecía muy feliz.

- ¿Por qué demonios no cuidas bien a tu hija?

- Señor, no entiendo a que se refiere. Siempre he hecho lo que usted me ha pedido.

- Entonces ¿puedo saber por qué demonios Sakaki te siguió cuando ibas a verte con Remus?

- Yo... no lo sabía, señor. Sakaki es igual que su padre, entre más normas quiebre, mejor... Igual son todos sus estúpidos amigos; los cuales siempre desconfiaron de mi.

- ¡Y vaya que tenían razón para hacerlo!... Y más ahora.

- Lo siento, señor. Cuidaré mejor a Sakaki para que no se vuelva a meter en problemas.

- Más te vale, porque si esa niña es capaz de desobedecer de nuevo, te juro que la persona que desaparecerá del mundo serás tú.

- Entendido, señor. ¿Se le ofrece algo más?

- No, ahora lárgate y déjame en paz.

Yosuko caminó muy aprisa al cuarto de Sakaki, la cual siempre había tenido uno de los cuartos más grandes del lugar, pero ella no estaba ahí, y sus cosas tampoco.

"¡Maldita mocosa! ¡Te voy a matar cuando te encuentre! Esta niña solo me está desgraciando la vida, recordándome mi pasado. ¡La odio!"

La llevaron hasta el Caldero Chorreante, donde pidió que le dieran una habitación por esa noche. Eran las siete de la noche y ya se estaba muriendo de hambre; así que bajó de su habitación para poder comer algo, pero algo la sorprendió...

"No puede ser, ¿qué hace él aquí? No creí que lo vería tan pronto, y menos en este lugar". "¿Acaso esto es un complot en mi contra?" "¡¡¡Siiii, todos contra la enana!!! Ja, qué gracioso, ¿no? Veamos quien la hace sufrir más. 100 puntos si la haces llorar y 1000 si logras que se suicide. ¡No lo soporto más! ¡Estoy harta de todo esto! ¡Quiero que termine!" "Aquí estoy. Estoy viva. Sí, viva, como jamás lo había estado antes. Mis emociones se están nublando. Nunca en toda mi vida había sentido tanta desesperación y tristeza."

¡¡¡Hola!!! Espero que se encuentren bien, y que les haya gustado este segundo capítulo. Aun que me parece que lo deje muy corto, pero en fin, no tenía más ideas para continuar con este capítulo, así que decidí pasar al tercero; el cual espero que disfruten también.

Sin nada más que decir, me despido de ustedes. No sin antes decirles que ¡¡Viva Sirius Black!!

Atte: Sango 3600