Engaño y dolor

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Gracias a Atemu Asakel04, ALEJAMOTO DIETHEL, Lady-Amaltea, Ruri-Sakuma por sus review's

Como todos quieren quemados, quemados tendrán.

Sobre los otros dos, Marco contó a Lyserg que encontró a algunas personas que compartían su forma de pensar, ellos son esas personas.

Advertencia: yaoi (parejas tradicionales), rape, violencia.

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Capitulo 4. Salvación

Llegaron a la entrada de una casa, parecía estar vacía, dudaron en entrar.

-disculpen, ustedes conocen al joven Diethel?- les pregunto un señor de cabello claro piel blanca y ojos verde oscuro

-si, usted quien es?-

-bueno soy el vecino, ustedes son Japoneses?-

-si-

-entonces son los amigos con quien se fue a vivir Lyserg-

-si así es- dijo Hao con furia

-Hao cálmate, usted sabe si Lyserg esta en casa?- pregunto Yoh

-no, salió esta mañana con otros tres-

-los conoce?-

-no nunca antes los había visto, pero me parecían algo raros, pero lo que más me extraño es que Lyserg no se veía feliz como cuando regreso, parecía triste, casi podía jurar que su cara mostraba dolor, aunque no pude ver bien-

-qué quiere decir?-

-desde hace dos días Lyserg no había salido, solo se le veía a esos tres sujetos entrar y salir, iba a llamar a la policía, pero en si no había nada raro-

-por que nos dice esto?-

-yo se lo que son ustedes- todos lo miraron con incredulidad -se que son Shamanes, y esos tipos que vinieron estoy seguro que también lo son, porque desde ayer no se escucha salir ruido alguno de esa casa y estas paredes son muy delgadas, lo que permiten escuchar las discusiones del vecino, y el primer día que Lyserg no salio, escuche varias veces que la pared era azotada-

Hao no quiso escuchar mas, entro a la casa y se dio cuenta de rastros de una barrera, siguió buscando la presencia de Morphin, se extraño que proviniera detrás de una puerta ubicado en el arco bajo las escaleras, todos lo seguían. Al abrirla encontró a la hada dormida, encerrada en una jaula parecida a la que tenía antes.

La saco y de inmediato Moprhin despertó, voló con rapidez hacia Hao y hizo una imitación de abrazo con sus pequeños bracitos. Hao la alejo de si -donde esta Lyserg?- la hadita bajo el rostro y negó.

El primer piso no daba señal alguna que les dijera que había pasado, un agudo dolor en el pecho le hizo subir al segundo piso, las puertas de los cuartos estaban cerrado, dudo en abrir pero lo hizo, se introdujo y cuando vio la cama, se lleno de ira, un grito broto de su garganta, los demás callaron. Las sabanas de esa cama estaban llenas de sangre y un líquido blanquecino, y ropa desgarrada regada.

El vecino escucho el grito, pero prefirió no intervenir, los demás vecinos se asomaron, vieron al señor fuera de esa casa que se marchaba tristemente, algunos tenian curiosidad por saber que pasaba pero algo les dijo que era mejor mantenerse lejos.

Hao se dejo caer sobre sus rodillas, aun con la ira dentro de si. Len había salido y regreso colocándose a lado del castaño.

-Hao, el... otro cuarto... esta igual-

Ya no pudo controlar su ira, tomo todas las sabanas y las quemo con su poder, recogió la ropa regada, las apretó a su cuerpo como si fuera él, después las separo y las quemo igualmente.

-los matare- amenazo

-Hao que vamos a hacer? Preguntaron después de un largo silencio

-esperaremos a que vuelvan-

-y si no vuelven?-, la pregunta se quedo ahí, no sabia que contestar.

Apretó los puños -quemaré todo para encontrarlos-, nadie hablo.

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Una semana paso, Hao, Yoh y los demás se habían quedado en un hotel para evitar ser descubiertos, todos los días vigilaban la casa, hasta que un día vieron a alguien asomarse desde la ventana, al fijarse bien pudieron reconocer a Lyserg, quien al parecer cocinaba. Len y Horo que eran los que habían visto, regresaron al hotel para avisarle a los demás.

Hao entro estrepitosamente buscando a quien fuera, al asomarse en la sala, vio ahí al chico a quien amaba, estaba sentado con el cuerpo inclinado hacia delante, al parecer no había escuchado su llegada.

-Lyserg, Lyserg- dijo acercándosele, lo tomo de los hombros para que se incorporara, sintió el frágil cuerpo temblar, tenia la mirada baja, con una mano levanto su rostro y su corazón se lleno de angustia al ver la mirada vacía en él. -Lyserg, soy yo Hao, respóndeme- su voz se oía quebrada.

Lo abrazo con fuerzas, pero un quejido en su oído lo hizo soltarlo, regresando a su posición original cual muñeco sin vida, su rostro seguía inmutable.

Hao lo tomo del rostro para que lo viera de frente -Lyserg que tienes?-

-Hao- dijo antes de desmayarse.

-déjame revisarlo- pidió Fausto, pero en cuanto lo vio prefirió hacerlo en privado. Lo levanto en vilo y lo subió a uno de los cuartos.

-por que?- pregunto Hao que lo había seguido

-prefiero examinarlo en privado- cerro la puerta tras de él.

Pasaron tres horas, y Fausto no bajaba, pero Hao esperaba que esos tipos llegaran y pudiera tomar venganza, solo así se sentiría mas tranquilo.

Escucharon unos pasos, todos se acercaron al medico, -estará bien, pero será mejor que lo saquemos de aquí, este no es un buen lugar para que este-

Hao subió, vio al chico recostado sus ropas estaban cambiadas, no le importo, pudo ver su rostro se veía triste, dolido, nunca antes lo había visto así, llevo una de sus manos para tomar la mejilla, Lyserg se estremecido al contacto, su piel estaba fría, le dolía verlo así. Lo cargo, no lo recordaba tan ligero, lo bajo con los demás.

Vio nuevamente al chico en brazos -Yoh- se le acerco -cárgalo- giro y vio la casa -lo siento Lyserg pero quemare tu casa por segunda vez-, quería borrar todo rastro, hacer desaparecer todo, como si con eso pudiera borrar la tristeza de su amado.

El vecino se acerco, no dijo nada sobre el incendio, vio a Lyserg inconsciente en brazos de uno de ellos, se acerco y su gesto cambio a uno de tristeza -díganle que lo voy a extrañar- Yoh asintió -tengan, llego esto hace unos días, lo guarde porque parecen importantes.

Len tomo lo que les daba, vio que eran los papeles de residencia, su pasaporte y algunos otros documentos -gracias- dijo Len y todos partieron.

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Llegaron y dejaron al chico en su cuarto, lo dejaron dormir, nadie digo algo al respecto todos aun conmocionados, Fausto subía solo a revisarlo, Hao no había abandonado el caurtol, pero no se acercaba al que yacía inconsciente.

Llego la noche, Fausto le pidió a Hao salir del cuarto para poder cambiarle las vendas, el castaño no entendía porque le pedía hacerlo, así que se quedo, y una furia combinada con tristeza fue lo que sintió al ver todo el cuerpo con heridas y marcas en la pálida piel. Su aura roja surgió sin pensarlo, se vengaría fue lo que penso, nadie se libraría de la furia de Hao.

-cálmate, Lyserg te necesita ahora- dijo Fausto para sacar de su furia al shaman de fuego.

Salió de ahí para poder tranquilizarse, llego con los demás, al verlo intranquilo prefirieron no molestar. Fausto bajo -ya despertó pero...- no pudo terminar de hablar porque Hao ya había ido a verlo.

Al abrir la puerta se espanto al no verlo, pero no podía haber desaparecido, y camino al otro lado de la cama, ahí estaba con las rodillas dobladas y las piernas pegadas a su cuerpo sujetados por sus brazos, su cabeza estaba escondida en su cuerpo.

Se acerco lentamente, quiso tocar una mano, pero fue retirada rápidamente -no me toques- dijo el peliverde

-Lyserg-

-no te me acerques- se incorporo tratando de huir de quien creía era su enemigo.

-Lyserg, soy Hao-

-no me toques, maldito- al huir chocaba con todo, tirando las cosas a su alrededor -lárgate- ordeno con fuerzas -lárgate, lárgate, LÁRGATE- grito sujetándose la cabeza.

Se detuvo, Hao no sabia que hacer, se escucharon pasos que se acercaban -Hao, Lyserg esta alterado aun cree que esta con quien le hizo daño-. Vieron a Lyserg dejase caer al suelo, y abrazarse a si mismo, temblando, llorando, negando.

Todos salieron, dejándolo, entendían que necesitaba estar solo, que comprendiera que ahora estaba con sus amigos, a salvo.

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La mañana llego, Lyserg despertó aun con el cuerpo entumecido, pero el dolor no era tan intenso, con la mirada observo el lugar, descubrió que era su cuarto en el lugar que llamaba su hogar, lagrimas salieron temiendo que todo fuera una alucinación de su cansada mente. Se levanto con dificultad, y tambaleándose llego a la ventana, la abrió, sintió la brisa acariciar su rostro, reconoció el lugar, su mente era un caos aun intentando comprender donde estaba, si era realidad o no?, se lleno de miedo al creerse de nuevo en las garras de sus torturadores.

-Lyserg, estas bien?- escucho la voz, la reconoció, temió no por la voz, sino por creer que había llegado hasta el fondo de la depresión, la locura. -Lyserg, no estas alucinando-

Alzo su rostro, lo reconoció -Fausto?- titubeo

-si Lyserg, los demás te esperan abajo-

-loos demás?-

-si, ven acompáñame, Hao te quiere ver-

-Hao-, su mente empezó a divagar, y se dejo llevar por el medico.

Bajo las escalera, y todos lo miraron con expectación, Lyserg en cuanto vio a Hao, se lanzo a sus piernas y las abrazo. -perdóname Hao, perdóname no quise rendirme, pero no pude, soy muy débil, no pude defenderme, no te quería decepcionar, pero no pude hacer nada, lo siento perdóname, yo te amo, no me dejes, perdóname, perdóname-

Por cada palabra para Hao era una puñalada en su corazón, como es que pedía disculpas de algo que no hizo, lagrimas surcaron su rostro, las primeras en mucho tiempo. Los demás estaba igual de conmocionados, el dolor y la tristeza que de él emanaban, los mortificaba hasta lo profundo de su ser, algunos derramaron solitarias lagrimas al escuchar las estremecedoras palabras.

Hao intentaba liberarse del abrazo de Lyserg, que no le permitía moverse -no me dejes, perdóname, no me interesa sino me quieres, si solo me usas como ellos, pero no te quiero perder, te amo, es lo único que me queda-

No comprendía las palabras, de donde había sacado tal idea de que no lo amaba, como era posible que tanto dolor brotara en cada palabra -Lyserg- llamo tiernamente -Lyserg- pidió ser escuchado -Lyserg- dijo con fuerzas -Lyserg SUÉLTAME- se desespero.

Comprendió su error, cuando el agarre se rompió, se arrodillo para tener la misma altura, -perdóname, no quise gritarte- lo abrazo protectoramente, sintió los espasmo en el cuerpo de Lyserg. -pero es que tus palabras no tienen sentido-

-no me dejes, prometo no ser débil, pero no me dejes, te necesito, se que no valgo la pena, pero no quiero estar solo- fueron palabras mas calmadas, estaba sacando todo lo que llevaba dentro, que lo estaban lastimando.

-Lyserg, escúchame bien, no te dejare, jamas, entiéndelo, te amo y te protegeré-

-no sientes asco por mi?-

-NO, te amo, soy yo el que debe disculparse- Lyserg negó con la cabeza -sabia que algo te pasaba, pero mi orgullo me impidió ir antes-, estrecho aun mas su abrazo -te amo, nunca lo dudes- le dio un beso en lo alto de su cabeza.

-pero estoy sucio, le... he... pertenecido a otra persona-

Hao había entendido bien cuando vio la sangre en las sabanas ese día, pero escucharlo, le había dolido más.

Lo alejo, y se levanto dándole la espalda, no entendía porque le hizo, sabia que Lyserg no era culpable, él estaba sufriendo, era quien había recibido los golpes y el tormento, entonces porque sentía en el fondo que Lyserg era culpable, era incapaz de enfrentarlo.

-Hao- llamo Yoh al verlo alejarse, Lyserg seguía ahí en el piso derramando lagrimas, no solo por el dolor, sino al saberse rechazado.

Su corazón se partió, entendía que Hao ya no lo quería, quien lo iba a querer así, ahora que se convirtió en un objeto. Se levanto -lo entiendo- dijo antes de comenzar a subir, se encerró en su cuarto, ahí lo esperaba Morphin, le sonrío con tristeza, del cuarto tomo uno de los recuerdos de su padre que había dejado ahí.

Llego a la ventana y con la mayor discreción que pudo, brinco por ella, se tardo en levantarse, aun tenia el cuerpo débil, pero estaba decidido, Morphin lo acompaño, triste al saber lo que iba a hacer.

-por que hiciste eso?- regaño Yoh -no vez cuanto ha sufrido y todavía lo tratas así, en que pensabas?-

-no, no lo se-

-como que no lo sabes?-

-pues no lo se, Yoh se que él no tuvo la culpa, pero no puedo sacarme la idea de que estuvo en brazos de otro-

-Hao no entendiste abusaron de él, lo golpearon y después lo violaron, no entiendes eso-

-claro que lo entiendo-

-y entonces?, él se siente mal por todo lo que paso, llego disculpándose por algo que no es culpable-

-lo se-

-si lo sabes que haces aquí, sintiendo lastima por ti mismo-

-yo no siento lastima por mi-

-sientes lastima por Lyserg?- no contesto -pues él no necesita tu lastima y si tu no vas a hacer nada, nosotros si-

Los chicos subieron al cuarto del peliverde, dejando a Hao con sus pensamientos, descifrando que era lo que sentía, sabia que lo amaba, pero aun lo ama?, o solo había sido un capricho, porque le había dolido saberlo en otros brazos aun sabiendo que había sido forzado, que otro había disfrutado de lo que había sido únicamente para él. Recordó su ira al llegar a Londres y temer lo peor, su furia al ver su mirada vacía, y la frustración al verlo herido.

Vio a los chicos bajar con prisa, parecían angustiados -qué pasa?- nadie le contesto, vio a Tamao y la sujeto de un brazo -qué pasa?- le pregunto con rudeza.

-Lyserg no esta-, Hao la soltó mientras ella seguía a los demás, se iban a separar para buscarlo.

Se quedo ahí asimilando las palabras, Lyserg había desaparecido y había sido su culpa. Dejo aun lado sus pensamientos, lo único que le importaba ahora era que Lyserg estuviera bien.

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Iba caminado siguiendo el camino que su péndulo le señalaba, llevaba casi una hora fuera, agradecía que lo curaran. Se detuvo en un claro, tres personas salieron frente a él -te has dado cuenta de la verdad- no es así?-

-si- dijo con tristeza

-entonces vamonos- dijo el rubio

-no-

-no?, a que te quedas?- pregunto el moreno

-quieres que te trate como la basura que eres?- pregunto con seguridad Marco

-no, pero ustedes son perores-

-ja, pero te apreciamos- dijo el moreno

-no lo hacen-

-claro que si, venimos hasta aquí por ti, no es así?- agrego el pelirrojo

-no, ustedes solo me usan-

-bien, entendiste, ahora vamonos-

-NO-

-sera mejor que me respetes, sabes lo que te espera-

-lo se- saco de entre sus ropas un arma

-crees que esa pistola nos hará daño, somos shamanes-

-esta pistola era de mi padre, el atrapaba no solo criminales normales, sino también shamanes-

-y piensas dispararnos con ella?-

-nunca me gusto usarla, pero esta vez no me importa- su mirada no mostraba sentimiento alguno

-y crees poder contra los tres?-

-eso no lo se-

-y aun así te atreves a amenazarnos?-

-si-, el primer disparo se oyó. El tronido fue escuchado por otras personas y se apresuraron a ir hacia allá temiendo lo peor.

-maldito me lastimaste- se quejo el moreno por una herida en su hombro

No tardo en realizar el segundo disparo, lastimando esta vez la pierna del pelirrojo. Marco al ver que Lyserg no dudaba, lo ataco tirándolo al piso y alejándolo del arma.

-así que tienes coraje, lastima que no tengas buena puntería- lo levanto por el cuello de la camisa -sabes que soy mas fuerte que tu, por que insistes en hacer tonterías?-, golpe varias veces el estomago del chico, para luego tirarlo al piso.

Lyser ya no sentía mas el dolor físico, pues solo le quedaba el daño interno.

-Morphin posesión de objetos- el péndulo voló. Se levanto sin dejar de atacar con fiereza, Marco solo esquivaba, mientras que los otros dos veían.

El rubio sabia que Lyserg pronto se cansaría, mientras le daría falsas esperanzas para jugar con él.

Lyserg no tardo en cansarse al desperdiciar de esa manera su energía, Marco aprovecho para atacarlo, fue lanzado contra un árbol y caer debilitado.

-te rindes?- le pateo varias veces

-nunca- dijo escupiendo algo de sangre

-entonces tendré que seguir golpeándote-

El nuevo ataque no llego a su destino, Lyserg no estaba ahi -pagaras por lo que has hecho- Marco temió al tono de voz, al buscar al dueño encontró al que menos quería ver, pero disimulo su desconcierto.

-a vaya pero si es tu amado Hao- se burlo Marco

Lyserg vio a su salvador quien lo sujetaba en brazos, se alejo de él -déjame, yo puedo hacer esto solo, no necesito tu lastima-, Hao no sabia que decir, le habían dolido esas palabras mas de lo que quería aceptar.

-no te estoy ayudando, solo vengo aquí porque aun tengo cuentas pendientes con él-, no supo porque dijo eso, pero era demasiado tarde para arrepentirse.

-bien has lo que quieras-, Lyserg tomo el arma que ahora tenia a su alcance, al momento de tomarla no titubeo en disparar contra Marco, dándole en un costado.

Hao se sorprendió ante la frialdad que mostraba Lyserg en ese momento, no parecía ser el mismo, temió al cambio, y temió ser quien le impulsara dicho cambio.

Otro disparo lo saco de sus pensamientos, la bala no dio en su objetivo -detente Lyserg, tu no eres un asesino-, sus palabras salieron desde el fondo se su alma.

-yo no ERA un asesino- modifico -pagaran por lo que me hicieron- otro disparo, rozando apenas al pelirrojo -me destruyeron- un disparo en la mano del moreno -me convirtieron en un ser insignificante- un disparo en el pie del rubio -me quitaron tu amor- la bala dio al vacío.

-Lyserg, detente- pidió al ver a los tres en el piso, sangrando, agradeció que no fueran heridas graves.

-no-, se acerco a Marco y le apunto en la cabeza.

-detente Lyserg, perdóname por hacerte dudar, yo te amo Lyserg, no lo hagas-

-por que?-

-que?-

-por que me dices que me amas?, por que me mientes?-

-no te miento, perdóname por hacerte dudar, pero me sentí confuso, yo realmente te amo, nunca jugaría contigo-

Varias lagrimas salieron de sus ojos -no, tengo que vengarme-

-no tienes que hacerlo, sino lo hiciste conmigo, por que lo haces con ello?-

-ellos me quitaron lo que me quedaba, yo no tenía nada, solo... solo-

-Lyserg, me tienes a mí-

Lo volteo a ver -eh?-

Hao se acerco y le quito el arma, para después acercarlo a su cuerpo -te amo- le dio un beso en los labios, Lyserg no sabia que hacer, pero lo deseaba.

Lo abrazo, Marco y los otros tres aprovecharon para intentar escapar, Hao los vio, giro con Lyserg aun en sus brazos para que les diera la espalda.

Gritos de dolor se escucharon -sch, no pasa nada- le dijo a Lyserg que quería voltear para ver que pasaba -nunca iba a permitir que tus manos se mancharan de sangre, pero yo también necesitaba sacar mi coraje-

Cerró más su abrazo cuando los lamentos cesaron, -te amo Lyserg-

-yo también te amo-.

Se escucho que alguien llegaba, se sorprendieron al ver a Hao y a Lyserg abrasados, y tres manchas de cenizas en el suelo.

-ya se acabo?- pregunto Anna

-ya se acabo- confirmo Hao -vamonos, tienes que descansar- Lyserg asintió, y se dejo conducir por la persona que lo había salvado.

Todo se había acabado, pero aunque había una sombra del pasado recordando todo el dolor y sufrimientos, sabía que había un futuro resplandeciente.

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Fin

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