; _ ; Por favor, si tienen un hijo, nunca le pongan Sirius... ese nombre esta ¡¡¡maldito!!! Parece ser que cada hombre llamado así será asesinado por una mujer T__T Traducción a todas esas cosas que escribí: yo tenía un gatito negro de ojos azules muy cariñoso, lo nombre Sirius y esta mañana amaneció muerto, al parecer fue asesinado por la perra de mi madre de nombre Dalila (notesé que es la perra propiedad de mi madre, no estoy insultando a mi progenitora u.u) En fin, como soy la E.O.M.C. (enterradora oficial de mascotas de la casa), pues tuve que deshacerme de mi pobre gatito y discutí con mi madre por eso (no me dejo que lo enterrara y me obligó a tirarlo a la basura ¬¬ que tirana) Pero bueno, para que les arruino el día contándoles mis desgracias (me da más coraje al oirla reir mientras yo me corto las venas aquí en mi cuarto ._.)

Bueno, he aquí el capitulo.

Ya saben que ninguno de los personajes me pertenecen, todos son de JK, excepto Ann que le pertenece a mi subconsciente.

También saben que lo que esta entre "" es lo que están pensando y lo que esta entre () es lo que esta pensando quien esta narrando (puedo ser yo o a quien le toque). A partir de hoy, pondré que lo narra una persona diferente, ¿Por qué? Pues por que Ann se va a... ausentar y pues por que se me ocurrió.

Quien nos cuenta la historia hoy es Harry.

Capitulo 6. Cuentame tú historia.

Muy bien, aun no amanece y yo ya estoy despierto, tengo mucha hambre así que bajo a hurtadillas a la cocina, abro la alacena y encuentro un gran surtido de pastelitos de chocolate para mi primo, tomó diez y un vaso de leche tibia. Con todo en las manos subo rumbo a mi cuarto, los ronquidos de mis familiares retumban por toda la casa, salto el escalón que cruje y entro a mi cuarto, pongo el cerrojo (se supone que estoy encerrado y "no puedo salir" ja como si una chapa muggle me fuera a detener) y me siento en la cama dispuesto a comer.

Mi castigo consistió en que ahora solo comeré una vez al día (u_ú) al menos no me prohibieron salir para ver a Draco... un momento, ¿Por qué pensé en él? Algo muy raro me esta pasando, aunque lo intente, no puedo sentir el mismo odio de siempre contra él, al contrario, ahora... me preocupa lo que le pase.

Creo que el hecho de verlo sin su mascara de autosuficiencia me gustó, aunque, la verdad lo prefiero como alguien frío y calculador jajaja, ya me imagino si alguien supiera lo que estoy pensando (Ann no cuenta, esta muy lejos como para oirme), pero ese no es el caso, creo que es hora de preguntarme: ¿que siento por Draco Malfoy?

Termino con la mitad de los pastelitos (guardaré unos cuantos para después) y aún no sé que siento por él, o más bien no sé que nombre ponerle a lo que siento por él, o no quiero aceptarlo... son muchos pensamientos para estas horas, ya son las tres de la madrugada y debo levantarme temprano para ir a verlo.

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Ya amaneció y mi tía no me despertó (seguro por que no me darán de desayunar). Me levanto, tomo un rápido baño antes de ponerme a buscar algo decente para ponerme, aunque lo único que veo en mi guardarropa son las viejas carpas de Duddley, debo encontrar algo normal para mí (aún no entiendo mi inclinación a arreglarme tanto si solo iré a ver Draco. ¿Para que me hago tonto? Sé que me pongo así para él) al fin había decidido una cosa: no me la voy a pasar complicándome la vida con la misma pregunta sobre mis sentimientos, además de que a donde voy mis pensamientos no están a salvo.

Al fin logro ver una camiseta negra y otra blanca que usó mi dulce primito a los cinco años, por otro lado alcanzo a ver dos pares de pantalones de mezclilla (jeans) que la mamá de Ron se encargó de arreglar para que se vieran más nuevos y de mi tamaño. Me visto con el conjunto del pantalón y la camiseta negra mientras guardo en una mochila lo demás para que él lo use, miro el reloj, son las diez de la mañana.

Tomo todo lo necesario y bajo las escaleras, no hay nadie, la verdad no me preocupo, es sábado y ellos no tienen por que avisarme todos sus movimientos. Me acomodo la mochila en el hombro y salgo rumbo a la casa de aquella niña, la señora Figg esta regando sus petunias, no le quiero dar explicaciones así que finjo que estoy mirando otras casas, por fin siento como su vista se va hacia otro lado, escucho un sonido muy parecido al de un latigazo debe ser Mundugus (N/a: o como se escriba ¬¬), no hay duda, siento sus pasos tras los míos, me detengo y veo a un hombre leyendo el periódico, solo me río mientras comienzo a hablar.

-¿Sabes Mundugus?, creo que debes tomar clases de espionaje.

-¿Tan pronto te diste cuenta?

-Sí, pero no te preocupes, no es necesario que me sigas, a donde voy estoy a salvo.

-¿A dónde vas?

-¿Que no me seguiste ayer?

-0///0 Tuve un negocio importantísimo con unos hipogrifos.

-Jejeje, me lo imaginaba, no te sentí. Pero bueno, voy a visitar a dos amigos.

-¿Amigos?

-Sí.

-¿Tienes amigos por aquí?

-Sí, por algo los voy a visitar ¿no?

-Mmmm, aún así te estaré vigilando, se lo prometí.

-¿A quien? -pregunté sin pensar, pronto me arrepentí muy pronto.

-A Sirius... Harry, no debes culparte por lo que pasó, él lo decidió así... -No quería oírlo, gracias a lo que le pasó a Draco había podido olvidar aunque sea un instante lo que ocurrió con su padrino, pero ahora la realidad volvía a pegarle de lleno en la cara. Comenzó a sentir la ya familiar opresión de tristeza en el pecho a la vez en que unas silenciosas lágrimas escurrían por sus mejillas.

-Es aquí Mundugus, si me quieres vigilar puedes hacerlo, cumple tu promesa.

Entré rápido a la modesta casa al sentir que mi llanto aumentaba, me recargué en la puerta deslizandome hasta quedar sentado en el suelo, siempre me ha disgustado que me vean llorar, por lo que intenté limpiar esas molestas lágrimas con el dorso de mi mano pero no se detenían, levanté mi mirada al darme cuenta de que alguien me había abierto la puerta y ahora se encontraba frente a mí: era Draco que me miraba con sorpresa.

Intenté sonreír a la vez en que me levantaba, se supone que estaba ahí para ayudarlo, no para que él me ayudara a mí. Respiré profundamente para detener mi llanto, pero por más que lo intentaba no podía pararlo, bajé la mirada y me di la vuelta para salir, mejor estar afuera que molestando en casa ajena.

-Espera Potter.

-¿Que quieres Draco?

-Quiero que me digas que tienes.

-¿Que tengo de que? -Malditas lágrimas, ¿que nunca se detendrían?

-¿Por qué estás llorando?

-Ese es un asunto mío. Vendré más tarde.

-Dijiste que no me dejarías solo.

-¿Y?

-Pues que Ann no esta, cumple tu promesa y ven a desayunar.

-Por favor, deja que me vaya, necesito tranquilizarme un poco.

-Quédate.

Puso una mano en mi hombro y la otra en mi barbilla obligándome a levantar la cara por la que aún escurrían nuevos surcos de lágrimas. Al ver mi cara de desconcierto y tristeza, me abrazó.

No estoy acostumbrado a que nadie me intente consolar cuando estoy triste, por lo que al sentir como me estrechaban los brazos de mi antiguo enemigo, redoblé (si es posible) mi llanto, me recosté en su pecho mientras el me apretaba más y pronunciaba palabras como tranquilo o que te hicieron... pasamos unos cinco minutos en esa posición, por fin mi llanto se había detenido, me separé de él, su rostro mostraba mucha preocupación, me sentí tan feliz al saber que se preocupaba por mí.

-Gracias.

-¿Ya me dirás que te pasó?

-..........

-No me gusta verte así, tienes que estar bien para que en Hogwarts nos podamos pelear, como antes. Si estas así de triste no encontrarás buenos insultos para mí y eso será muy aburrido.

-Te recuerdo que tú tampoco me has dicho que hacías inconsciente bajo la lluvia, según Ann estabas en muy mal estado cuando ella te recogió.

-Tú eres el que estaba llorando, no yo.

-Esa es mi condición, me dices y te digo.

-Mejor me quedo con la duda.

-Si así lo quieres...

Fueron a la cocina donde ya se encontraban varios sartenes con huevos revueltos, avena y chocolate caliente.

-¿Tu preparaste eso?

-Sí, ¿pues que crees? ¿que no se hacer nada?

-Pues la verdad...

-Ya callate y come. -me senté mientras me servía una ración en mi plato, al probarlo me llevé una gran sorpresa al saber que no estaba rico sino delicioso, estaba mejor que la comida de Hogwarts (N/a: exagerado...)

-¿No te gustó? -Lo vi desconcertado.

-¿Bromeas? ¡Esta muy rico! *__*

-Exagerado.

No dijimos nada hasta que terminamos, le di la ropa que le traje y se fue a vestir, al bajar me miró sonriente antes de hablar.

-Ya pues, tú ganas, te diré que me pasó, pero tu me dirás por que llorabas ¿ok?

-Vale.

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El rincón de cerdo volador.

Bueno, se que no me quedó muy bien el cap, pero no me importa mucho, confío en que todo mejorará. Muchas gracias por sus reviews, no saben lo feliz que me hacen, me alumbran el día. Solo les pido que me manden uno cada que lean, aunque sea para decirme "ya lo leí, no me gustó" o "realmente apesta hija, quitalo de la pagina" jejeje

Me despido, parece que mi madre me quiere poner sobornar con una tarta de manzana recién horneada *¬* no me quedará más remedio que caer en sus redes u_ú así que ahí voy...

¡¡¡Hasta la proxima!!!

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