Notas de Azu

Bueno, antes de empezar, mis ya pesadas notas. El rollo de la vez anterior es lo mismo, ya saben: los asteriscos, las palabras... En el capitulo anterior puse "BAKA", que para los que no lo entiendan, es "idiota" en japonés; "nani" significa "qué?". Y ahora empezamos con el fic:


CAPÍTULO 2: ESPIONAJE POR DOS PARTES

Habitación 114, Heiji y Conan

Ya de día, algo temprano [N/A: Yo diría que demasiado, eran las 8.15], se despertaban los detectives, algo molestos por haber tenido que dormir ambos en una habitación, es más, en la misma cama.

-Kudo, podrías no moverte tanto, que anoche me tiraste 3 veces- se quejaba Heiji, mientras bostezaba y se ponía la primera camiseta que cogi

-Pues agradece que no esté en mi cuerpo. Y por cierto, la culpa es de tu amiguita- poniendo tono de burla al decir la palabra- Toyama, que fue la que cogió las habitaciones...

-Y yo que sabía que sólo cogió 3! Por cierto, que narices le para a esta maldita camiseta- dijo, no exactamente con esas palabras, sino un poco más "fino", al ver que no bajaba por su cabeza la camiseta que había cogido

-Em... Hattori... ¿se te ocurrió mirar que camiseta era antes de cogerla? Porque, no es por nada, pero esa es mía

-Eh?- se la sacó de la cabeza y, al verla bien, murmuró algo que sonaba a "ni una palabra de esto a Kazuha"

-Estas serán unas vacaciones muy largas y pesadas U- pensó, aburrido, el chico con gafas

-¿eso crees? Me apuesto lo que quieras a que hoy mismo hay algún caso

-Aquí no viene tanta gente como para que coincidan un asesino y una victima... 2000 yenes?

-trato hecho- mientras le daba la mano para sellar el trato

Ya los dos vestidos y con su propia ropa, salieron al pasillo para esperar a las chicas. Cuando lo hicieron, Heiji vio a su amiga yendo hacia el ascensor, y decidió llamarla para decirle que estaban ah

-Eh! Kazuha!

-Si? Qué quieres Heiji?- contesto la chica, pero, para sorpresa del Osakanés [N/A: :P otra vez yo y mis invenciones], detrás de él

-Eh? Kazu? Que haces... -señaló al ascensor, el cual ya tenía las puertas cerradas- tu no estabas... ah! Olvídalo- y volvió a mirar hacia el ascensor, donde vio algo muy extraño. La chica que entró, a la que no le vio muy bien la cara debido a su rapidez, había abierto de repente la puerta del ascensor, cuando este estaba bajando, y salió a toda velocidad por las escaleras, bajando los escalones de dos en dos, y dando un salto en el último tramo, para llegar antes abajo.

Las chicas le miraron con cara rara y Conan le susurró "estas mal, Hatto..." pero no pudo acabar la frase, ya que un grito procedente del 1er piso sorprendió a todos

-Viene de abajo!- y ambos (los detectives, claro está) empezaron a correr por las escaleras

-Conan! A donde vas!

-El chico se viene conmigo!- le respondió gritando Heiji- y me debes dinero, Kudo- dejo algo más bajo

- ¬¬

En la recepción

Nada más llegar vieron a un hombre rodeado de sangre, frente a la puerta del ascensor, y a 3 mujeres, dos de ellas muy jóvenes, a su alrededor.

-¡No se acerquen!- les gritaba la más joven de las 3, poniendo su brazo frente a ellas para que no se movieran- no ven que está muerto?!

-Niña, no te metas, que es mi marido, y no el tuyo- decía muy insolente la mayor, al parecer la viuda- además, tu que sabrás?

-Pues más que usted. La policía llegará en unos minutos y si le toca, podrán ponerla de sospechosa. Se de esto, y allí hay dos detectives que solucionarán todo- señalando a los chicos, los cuales se sorprendieron mucho- así que- ahora, cambió su tono a uno más brusco y autoritario- LARGUESE AHORA MISMO DE AQUÍ, SEÑORA!!! Y si no te importa, Lana- dirigiéndose a la otra, la cual debía ser una empleada- acompáñala al salón, de acuerdo? Gracias- y se marchó hacia fuera, para recibir a los policías que acababan de entrar.

-De qué me suena esa chica?- se preguntaba Hattori

-Bueno, empezamos o qué- dijo Conan

-Claro, pero necesitaremos saber algo más, no?

Entonces, como si sus deseos fueran órdenes, apareció el gerente del hotel

-El inspector me mandó que le diese esto- le tendió una lista con todos los que se encontraban en el hotel- una de nuestras empleadas ha avisado a los huéspedes, para reunirlos a todos en el salón principal.

-Y las cámaras, no vieron nada?

-No hay cámaras, joven. Y, ahora, si me disculpa, debo ir con mis empleados- y se marchó dejándolos solos, ya que mandaron a Ran y a Kazuha al salón, y no se percataron de la presencia de Conan

Se acercaron al inspector, el cual era bastante joven, que estaba frente al cadáver.

-Eres el detective, verdad? Bien. El sr. Urashima, de 47 años. Murió a eso de las 2 y media de esta madrugada, por este cuchillo- se lo enseña- que quedó clavado en su estómago. Le apuñalaron al salir del ascensor. El guardia que hay en la puerta no vio nada, por lo que podría haber sido cualquiera que estuviese dentro, y como hemos comprobado, todos estaban en sus respectivas habitaciones cuando se cerraron las puertas- Heiji asinti

-Déjame el papel- le pidió Edogawa a Hattori- de acuerdo: la 3ª planta está en obras, por lo que la cierran al público y no hay nadie allí. Esta es la primera, en la que están las salas comunes y las habitaciones del gerente y del empleado de guardia, que anoche fue la srta. Lana. Ambos tienen coartada, ya que ella habló por teléfono con su novio y el gerente pasó la noche con su esposa. La 2ª planta, la de los huéspedes, tiene 8 habitaciones ocupadas, de la 112 a la 119. Está claro que los de las habitaciones 114, 115 y 116 no han sido, ya que somos nosotros- con tono de "más obvio, imposible"-. En la 117 están los señores Urashima, en la 118 su ayudante empresarial y en la 119 la estilista de la sra. Urashima- cuando leyó lo de "estilista" puso una cara más bien rara- En la 113 se encuentra el Sr. Kuroba. En la 112, las señoritas Nakamori y m... Azu?

-Sí, la habitación no está a su nombre, y es el único dato que parece querer darnos, además, ni siquiera se llama así- le respondió el inspector al curioso niño (si supiese quien es...)

-No quiere dar más información, eh? Parece sospechosa- dijeron a la vez, mirando la ficha

-Así que sospechosa, no? Pues, yo, antes que de mi misma, sospecharía de la viuda, aparte de que no tengo nada que ver con el difunto, y tengo coartada- todos se pegaron un respingo al ver a la tal srta. Azu agachada junto a ellos, la cual se había enterado de toda la conversación. Al fijarse bien, se dieron cuenta de que era como dijo el taxista: como Kazuha pero más morena

-Kazu?- preguntó el chico de Osaka, al ver lo que se parecía a su amiga de la infancia.

-Buff... que no!- dijo con pesadez la joven- Ya me has confundido con ella 3 veces, y por mucho que mi nombre se parezca al suyo, no soy ella, ladrón de ropa interior- y rió al recordar el mal rato que pasó el pobre en la estación

-Eres la chica de la maleta!

-Bien, veo que el detective se fija en todo- sonrió divertida

-Hattori te importaría mucho centrarte en lo que tienes que hacer?- decía, algo molesto por que le ignorasen, el chico de Tokio

-No, esperad, lo que estaba diciendo la chica suena interesante- dijo el inspector

-Bueno, yo sólo lo decía por su expresión, la del muerto. Y lo de la coartada, estuve con Kuroba, de la 113, y con Aoko Nakamori, que estaba dormida. Él puede confirmar mi coartada.

-Sí, sí, de acuerdo, no eres sospechosa, pero dinos, que querías decir con lo de su expresión?- se impacientó "Kudo"

-Un amigo mío es detective, y todo se pega. Yo más que de las pruebas, soy de hechos. El sr. Urashima tenía confianza con la persona que le apuñaló, ya que, si no la tuviese y hubiese visto el cuchillo, cosa fácil de hacer debido a su tamaño, no habría llegado a salir del ascensor.

-Pero podrían haberle sacado de dentro, no? –dijo ahora, pero con voz más inocente; aunque la chica seguía dándole mala espina

-Si hubiese sido así, la sangre estaría dentro, y no fuera del ascensor, pequeño- le explico sonriendo- pero- se dirigió al policía- vi un poco de sangre en el ascensor

-Nani? –dijeron a la vez

-Sí, por eso supe que había pasado algo y, en vez de bajar por el ascensor, corrí por las escaleras, como Hattori vio- ahora fue a él a quien le dirigió una sonrisa-. Pero supongo que fueron salpicaduras.

-Pero cómo sospechas de la viuda? Había tenido problemas de negocios con su ayudante, y relaciones sentimentales con la estilista...

-Ya, pero si hubiese visto a su ayudante, no habría llegado a salir del ascensor, ya que estaría dudoso de sus intenciones; y si hubiese sido Saku, la estilista, tampoco lo habría hecho, sino que ella la habría entrado en el ascensor, ya que, como me confirmó el portero, le acosaba últimamente. Además, mirad su postura. Tiene la mano en el pecho- cogió una horquilla y pinchó con ella a Hattori, el cual se llevó la mano hacia donde le había dado, en el antebrazo-.Normalmente uno se pone la mano en el lugar donde le causa dolor, como habéis comprobado- dijo refiriéndose a Heiji- y, en vez de al estómago, donde más le ha debido doler, la tiene en el corazón. Y su cara, más que de furia o de dolor, que habría sido lo normal, tiene una expresión de decepción y pena, por lo que debería ser alguien cercano a él, que se sorprendió del acto. Y sólo sentía algo así por su mujer, por lo que pienso que fue ella.

El policía y los detectives estaban impresionados por la deducción de Azu, con tan sólo haber visto el cadáver, y la miraban con la boca abierta

-Pero bueno, esa es mi hipótesis. Sólo tienen que encontrar pruebas. Y, si no os importa, yo me voy al salón, que me han llamado y me esperan- se levantó y se dirigió hacia donde los demás se encontraban

En el salón

La chica se dirigió hacia donde se encontraba su amiga, que hablaba, o más intentaba hablar, con su compañero de viaje.

-Kaito, qué te pasa? Desde que despertaste estás muy raro...

-Te he dicho que no me pasa nada, Aoko, así que deja de molestarme- estaban en una mesa, y Kuroba con los codos sobre esta, pensando, o más bien recordando... 'puedes llamarme gata sombra'... eso es lo que dijo

-Desagradecido! Encima de que me preocupo por ti...

-Déjalo, Aoko-chan, supongo que estará cansado, no es cierto? –ambos levantaron la mirada, uno para sorprenderse y la otra para alegrarse

-Buenos días, Azu-chan- decía contenta, mientras tiraba del brazo de su amiga para que se sentase con ellos- vente con nosotros

-Claro –al parecer otra chica más que no deja de sonreír por nada- tu debes ser Kaito, no? Mucho gusto, soy Azu- y ya sentada le tendió la mano, la cual, el ladrón miró con desconfianza- no muerdo, sabes?

-Ay, Azu, déjale, no sé que le pasa hoy pero está muy raro...

Hasta que Kuroba se dignó a hablar- se puede saber de qué os conocéis y porqué sois tan amigas? –preguntó, mirando fijamente a la nueva

-Desagradecido y además maleducado. Pues veras, vino con nosotros en el tren. Como tu te dormiste y ocupaste los dos asientos- mirada asesina- yo me senté a su lado, y empezamos a hablar.

-Y ahora da la casualidad de que estamos en el mismo hotel. Y menos mal, porque sino, ya la veía durmiendo en el suelo.

-Bueno, si se ha ganado la confianza de Aoko y durmió con ella, no creo que fuese esa tal G.S, porque hay que ser muy tonto para irse, si ella puede verla...

-Por cierto, que hacías allí fuera, con lo del cadáver?- se estremeció al decir la palabra

-Ah, no, es que, como se algo de detectives, estaba ayudando a Hattori y a Edogawa con sus deducciones, y, al parecer... -observó a la sra. Urashima, que hablaba con su abogado por teléfono de algo sobre el testamento- no estoy equivocada –dijo con una sonrisa de autosuficiencia

-Espera, espera, espera. Dijiste Hattori y Edogawa? Heiji y Conan?

-Sus nombres no los se, pero supongo que serán. Que pasa, los conoces de algo?

-Qué? Ah, no, no... sólo de vista... estas vacaciones van a ser más interesantes de lo que esperaba, jejeje

-Y ahora porqué te ríes? Enserio, este chico cada día está peor... -le comentaba Nakamori a la extraña chica

-Sí? Pues por muy mal que esté, ESTE CHICO ha sido el que te ha invitado a estas vacaciones, así que no te quejes demasiado, mona- ya empezamos a chinchar... pero si todavía ni siquiera han aparecido Heiji y Kazuha!

-Callaos, la deducción de estos detectives será interesante...- y le puso una mano en la boca a la hija del policía, para que no le respondiese alguna burrada a su amigo

-Pero si todavía no han entra– pero el mago se tuvo que callar, ya que en ese instante, aparecieron por la puerta 3 personas, una de ellas, Heiji, preparado para hacer su deducción [N/A: porque quien ha visto a un niño mandando a la cárcel a un asesino? Vale, no es muy convincente conociendo esta serie...]

-Bien, debemos decir que ya hemos resuelto el caso. Sabemos quien es el a...- pero la misma señora de antes le interrumpi

-Y se puede saber quién eres tú?

-(puso la misma pose de Shinichi, ya sabéis, señalándose con el dedo mientras) Soy Heiji Hattori, detective –y puso una de esas sonrisas que nos vuelven locas a todas...

-Deja de robarme las frases, si no te importa... ¬¬ -le dijo por lo bajo un molesto Kudo

-Detective? –ya saben, la típica pregunta que hacen todos los presentes a la vez con voz de "oh, no me lo puedo creer!"

-Así es: detective. Y voy a decir quien es el que ha asesinado al señor Urashima. La técnica ha sido muy típica: una puñalada. Pero lo difícil era averiguar el asesino, ya que hay muy pocas pruebas y los sospechosos son muchos. Pero debido a una brillante deducción –con esto Azu, que lo escuchaba atenta, sonrió abiertamente, al notar que el cumplido iba dirigido a ella- hemos descubierto quien es el culpable, o más bien LA culpable.

El ayudante empresarial, un hombre entrado en años, con una barba descuidada y calvo, suspiró aliviado, ya que era conciente de que algunas sospechas iban dirigidas a él.

-En serio tu as descubierto a la asesina? –le preguntó, muy bajito, Aoko a "la nueva"

-Sí, pero lo que no tenía eran pruebas. Ahora veremos que saben los detectives que no se yo...

-Te lo tienes muy creído, cierto? Pero qué se cree esta niña arrogante!

-Pues si, la verdad es que bastante. Ah, y por cierto, de niña vale, pero de arrogante tengo lo que tú- Kaito la miro con la boca abierta

-Acaso resulta que ahora tiene poderes menta...- pero no pudo acabar la frase pensada porque le interrumpió la mirada de al muchacha, la cual decía claramente No es que tenga poderes mentales, solo se te ve en la cara [insertar risa mental]

-Y la asesina –volvió a decir el de Osaka, que se sentía algo ignorado- ¡ES USTED, SRA. URASHIMA! –señalándole con el dedo (vamos, lo de siempre)

Oh! general

-Yo? Perdona chico, pero yo no he matado a mi marido. Además, tu mismo dijiste que no había pruebas –con la típica voz de "mujer ricachona que se cree superior a los demas". Pero se le notaba nerviosismo

-Si, no HABIA. Pero, gracias a un comentario, nos hemos dado cuenta de que faltaba un factor importante: qué hizo que el sr. Urashima bajase a la recepción a las dos de la madrugada? Hemos comprobado que a las dos menos cinco alguien llamó a la habitación 117. Una pregunta, señora Urashima: qué lleva en el bolso?

Como aún no había caído, le respondió como si nada: -Tengo la cartera, un mechero, un paquete de cigarrillos, el maquillaje y... O.O- en ese momento se dio cuenta de a dónde quería llegar el chico, y se aferró a su bolso

-Se ha dado cuenta, verdad? Usted misma tiene la prueba del delito: su teléfono móvil. Como es probable, no habré borrado el registro de la llamada a la habitación. Pero, si como dice, es inocente, no dudará en dejárnoslo.

La mujer empezó a temblar, furiosa, hasta que estalló: -El idiota de mi marido se lo merecía! Yo quise divorciarme... pero el no firmaba los papeles. Decía que 'Los compradores se ablandan al ver a una esposa de por medio'. ADEMÁS ME ENGAÑABA CON ESA SAKU! Me obligó a contratarla, para así estar más tiempo con ella. Debía hacerlo... me dijo que cuando volviésemos de estas vacaciones... cambiaría el testamento... podía pagar al mejor abogado, Y YO ME ARRUINARÍA! Se lo merecía... se lo merecía... -y murmurando eso, la arrestaron y la metieron en el coche patrulla

Heiji miró a su amigo y se sonrieron, satisfechos por su trabajo. En esto, se acercaron sus amigas por detrás.

-Valla, que buena deducción, Heiji! Casi pareces Shinichi- esto ofendió al detective.

-Ja! Mouri, lo siento por ti, pero yo supero a Kudo con los ojos cerrados- y el aludido le dio un buen pisotón con sus super-zapatillas

-Conan, pero qué haces! Deja al pobre Heiji

-Pobre? Ya, claro, y yo que soy la reina de Inglaterra?

-Heiji, tengo hambre! Ayer no cené y todavía no he comido nada. Dile a los de la cocina que nos preparen algo!

-De acuerdo, vamos a sentarnos

-Allí veo una mesa. Vamos a esa –dijo Ran señalando a una al fondo de la sala (por cierto, aún tenía levantado a Conan, al que sujetaba por el cuello de la camisa)

-Hermana Ran, me puedes soltar?

-Ui, perdona Conan. No me di cuenta

-Sí, ya...

-Heiji... LLEVAME A COMER –le chilló al oído

-Em, claro, venga –coge a Conan del mismo modo que Ran antes- Mocoso, anda, que sino no llegamos

-¬¬

Cuando pasaron por el lado de una de las mesas ocupadas, una de sus ocupantes se levant

-Como se os ocurrió lo del móvil?

-Eh... Ohayo Azu –le saludó con voz infantil. No podía decir cosas de un caso con Ran delante

-Hola Conan! Qué, ayudaste a Hattori en el caso?

-Al final la que le ayudaste fuiste tu Si no puedo reconocer mi gloria... no pienso que Hattori se la lleve

-Enserio? Y lo del móvil?

-Bueno, jeje, eso... Había impresionado a las chicas! Acaso te gusta verme sufrir?

-Sí, por lo que dijiste: 'me han llamado y me esperan' Chupate esa, Hattori

-Valla, entre una cosa y otra, resolví el caso

-Se puede presentar... no, yo sólo digo –dijo algo molesta Kazu al ver a su "amigo" hablando tan interesado con la chica

-Eh, si. Ran, Kazuha, ella es... no se tu nombre

-ya, claro. Ni modo te voy a decir como me llamo ¬¬. Encantada, soy Azu -y les saludó con una sonrisa- así que tu eres la famosa Kazu! Hasta que te conozco... -con esto Heiji enrojeció, ya que sabía hacia donde iba la cosa- digamos que Hattori... -pensó un poco su respuesta- me ha confundido bastante con tigo –y respiró aliviado. Si le hubiese dicho lo de la estación...

Ran estaba atónita. Miraba primero a Kazu, luego a Azu, Kazu, Azu...

-Y no me extraña... Eres la chica de la que nos habló el taxista, no?

-Supongo que sí, aunque yo no estuve allí. Ahora me toca a mi presentar. Ellos son Aoko y Kaito –dijo señalando a los de la mesa, los cuales les saludaron

-Yo a vosotros os he visto... -comentaba en alto Ran al verlos bien. Y Kaito temió que le hubiese visto la cara con lo del barco- Ya se! Os vi por la calle un día, en Tokio. Estábais discutiendo y tu estabas resfriado

-Ah, sí, lo recuerdo... Pero que memoria! Menos mal que lo que recuerda es eso, y no lo del barco...

-Vais a desayunar? Si queréis, os podéis sentar con nosotros

-Por supuesto! –dijeron a coro las japonesas

Estuvieron charlando un rato, hasta que se olvidaron del significado de la palabra "comida". Las chicas congeniaron bastante bien, todas cotilleaban y se reían, aunque todavía no habían llegado al tema clave cuando el obseso de la magia se quej

-Tengo hambre. Aoko, dame ahora mismo la cartera, que ya iré yo a por el desayuno

-¿no podrías aguantarte un poquito? Buf... está bien, aquí tienes –se la lanzo hasta la otra punta de la mesa, que debía ser bastante grande, porque para 7 personas...

-yo te acompaño –se ofreció Azu- de todas formas, tengo que pedirle mi teléfono a Lana. Además, no pensarás pagar tu la comida a todos nosotros, verdad?

-(Le inspeccionó con la mirada) de acuerdo...

Cuando llegaron a la barra (sí, es un hotel-bar) pidieron algo así como toda la carta de desayunos. Cuando el camarero que los atendía se fue, la morena aprovechó para hablar un ratito con él.

-Tanto me odias? Sólo me preguntaba que porqué te caigo tan mal, si no me conoces –a pesar del tema de conversación, ella seguía tan tranquila y sonriente como siempre

-Es sólo que...

-No confías en mi, cierto? Bueno, allá tu, yo solo tenía esa duda –es ese momento llegó el camarero con todo el pedido [N/A: por dios, que rapidez para todo lo que pidieron!]. Azu tendió la mano para pagar, con lo que su compañero le miró la mano; especificando, el dedo corazón; más bien, el anillo que había en él... Le recordaba mucho al que vio la pasada noche, por no decir que era el mismo, solo que ese era en un tono verdoso, tirando a amarillo

-Qué, ¿te gusta mi anillo? Es un regalo... aunque eso puede que no te interese –y le sonri

-No puede ser, pero... Y si...

-Kuroba! –la muchacha le pasó la mano frente a los ojos- Kid! –siguió llamándole. Y en ese momento reaccionó- veo que aún sigues en la Tierra... Bueno, me ayudas o qu

-eh, sí, claro -y cogió algunos de los platos. A la mitad del camino de la mesa se dio cuenta de lo que había pasado- un momento... como me llamaste?

-Pues Kuroba. Que yo sepa, aún no te has convertido en ricitos de oro, por lo que veo bien eso de llamar a uno por su nombre

-Ja, ja. Que graciosa...

El desayuno siguió tranquilo, aburrido, más bien, ya que, como Conan y Heiji sabían que conversación vendría a continuación, se metieron en todo lo que hablaban, como si entendiesen del tema

-Una pregunta, Aoko, tu tienes...- pero el chico de Osaka cortó plantándose a su lado

-Y qué haremos hoy? Supongo que iremos a hacer turismo... O preferís a la playa?

-Ay Heiji! Pero que pesado eres.

-Creo que hay unas termas en el hotel. Qué os parece si vamos ahora y después bajamos a la playa? –aconsejó Ran. En esto, Conan, por un empujón de Heiji, se puso al lado de su amiga, para encaramarse en los baños termales

-Hermana Ran, puedo ir con vosotras? Es que con Heiji me aburro mucho... -le dijo inocentemente

-Por supuesto que sí, Conan. Qué decís vosotras?

-Me parece buena idea. Y a ti, Azu-chan? –le preguntó la hija del policía

-Por mi vale. Pero lo de las termas... -su mirada se posó en el pequeño- No tengo muchas ganas de bañarme. Además, tengo que llamar a quien-tu-ya- sabes, Aoko

-En serio?! Está bien, pero dale recuerdos de mi parte. Ok?

-Quién es quien-tu-ya-sabes??

-Creo que luego vamos a tener una pequeña conversación, Azu –le avisaba la de Osaka

-No vivís sin cotilleos, verdad? Yo voy a hacer la llamada. Nos vemos luego –y se march

-Venga, vamonos nosotras también. –le coge de la mano a Conan

-Sí, sed buenos. Y tú, Kaito, no hagas tonterías

-Ja, como si las hiciese alguna vez...

-Porqué me miro? Acaso sabe que... no, es imposible

-Kudo, más te vale que traigas buenas noticias después del baño si no quieres acabar frito

-Claro, claro... U

En cuanto se quitaron de la vista, Kaito se levant

-No pienso quedarme aquí una hora. Vienes?

-Y se puede saber a donde?

-Ah, solo me interesa saber quien es la persona a quien tiene que llamar

-Serás cotilla... ¬¬

-Sí, puede. Pero dime: porqué estas de pie?

-Emmm... vamos o qué?!

En la recepción

La muchacha se acercó al mostrador, donde estaba una empleada, la misma del escenario del crimen

-Lana, me dejas hacer una llama? Es muy importante... Pero es al extranjero. Más bien, a otro continente

-No te preocupes! Tu ayudaste a los del caso, por lo que el jefe te lo debe. Toma, aquí está el teléfono.-le tiende el de la recepción- Y tu móvil... Se quedó sin batería ayer cuando hablaba con Takeshi U

-da igual. Y por cierto, creo que te llaman –señalando al gerente del hotel

-Creo que me voy. Hasta mañana. Y tu abusa del teléfono, que por mi no hay problema

-Adios -Y empezó a marcar, al parecer sin percatarse de que dos chicos hacían su "misión espía". Un prefijo de 2 dígitos y 9 números.

-Porque no lo coge... -murmuró- Ah, buenos días! Te desperté? Lo siento, aún no controlo demasiado bien esto de la diferencia horaria... Y te importa que te hable en japonés? Así practicas, que te hace falta. Como te va en el trabajo? Eres el mejor de toda España y parte del extranjero, seguro que no se te resiste. Te has pasado por allí? La has visto? Y como está? Digamos que... no me despedí cuando me vine. Pero ya llevas dos meses! Si es la cosa más fácil del mundo! Que yo aprendí de ti? Por favor, no me hagas reír... Sí, gracias por las vacaciones. Esta bastante bien, hay gente muy simpática. Por supuesto que sí! Y en el tren y el hotel conocí a unas chicas, todas muy simpáticas. Ya pareces mi madre, pues claro que hay chicos! No, tranquilo, no me harás nada. Olvidas que sé boxeo? A parte, digamos que todos tienen otros objetivos. Y son muy extraños. Por ejemplo... un obseso de la magia que le encanta pelearse con Aoko, y un pervertido roba-sostenes. Los cuales, son unos cotillas ya que están aquí detrás escuchando esta conversación. verdad chicos?- dirigiéndose hacia atrás, mirando a los chicos tras una esquina- Pues claro que les he pillado. Qué esperabas? Soy yo... Y hablé en japonés porque quería ver hasta donde aguantaban de la conversación. Claro, tienes trabajo... Bien, ya te llamaré en dos o tres días... -ahora su tono de voz se volvió algo triste, y muy bajito, para que no lo oyese ni la persona del otro lado del teléfono, aparte de que en otro idioma- te hecho de menos... Qué? –Volvía a hablar normal- No, nada, no dije nada. Bueno, nos vemos, chao –y dejó lentamente el aparato sobre el mostrador de mármol

-Con quien hablaba? –Se decían los chicos mientras retrocedían para no ser pillados

-Creo que no os importa- dijo de repente tras ellos, para variar, sonriendo- bueno, os importa que escuche las noticias? Voy a subir el volumen de la tele –y se escuchó a una mujer de mediana edad leyendo unos papeles.

-'hemos sido informados de que se ha cometido un robo en el museo nacional. La famosa Perla de Shikon, que se encontraba en exposición este trimestre, ha sido robada. En la escena del delito, apenas hay pistas sobre el ladrón, ha sido el delito perfecto, sólo quedaron dos palillos chinos, una falda de mujer, por lo que sospechamos que ha sido una ladrona, y una tarjeta, con las iniciales G.S., y el mensaje "volveré, y con aviso". Nuestro equipo de investigación está intentando averiguar la procedencia de los artículos, pero tanto mi equipo como yo, dudamos que se encuentre algo...'

Kaito se quedó congelado. Cómo sabía que iban a decir esas palabras? Pero ella no podía ser, ya que ese lugar estaba en la otra punta del país...

-No creas que me vencerás, gatita, a mí no...