Notas de Azu
Pueeeess... Déjenme que piense... creo que ninguna. Bueno, hay una cosa... lo que escriba entre ... será en castellano, oki? Ah! Y otra... que como me preguntaron por quién viene el nombre de la ladrona, de Azu, les diré que no viene por mi, sino que el mío viene de esta xD a ver si me aclaro... primero pensé el nombre para esta chica, y como me gustó, me lo he apropiado n.n Y lo último, que como estoy algo... cómo lo diría... sin hacer ni puñetero caso en las clases de francés, la conversación que hay está echa por el traductor del Google. Si no se entiende demasiado bien, gomen u.u ¡R&R! si no quieren que tarde tanto como para subir este capitulo... reviweenme. Ah, y sorry, se me paso de largo el capi U
CAPÍTULO 5: NOCHE DE DELITOS. LA SEÑAL DE LOS HOMBRES DE NEGRO
Hotel Ushi N/A: acabo de bautizarlo así. Solo algunos lo pillaran (tened en cuenta q Ushi significa 'vaca' XD)
Un chico entraba, muy cansado con una chica de su edad en brazos. Estaba bastante enfadado. ¿Cómo se atrevían a hacerle eso? Dejarlo tirado en una playa... Cuando pasó la puerta ni se molestó en saludar al empleado que le daba la bienvenida. En el salón, dejó a su amiga dormir en un sillón, y cuando iba a adelantarse hasta las chicas, don manos le hicieron sentarse en una silla, sin levantar la vista de un papel. Se fijó en que era su amigo de Tokio y... un chico que no había visto en su vida. Bueno, sí, lo había visto hacía poco en una fotografía
-Sí, Hattori. Es Alex Messeri, el novio de Azu –se oyó por detrás un 'no es mi novio!' proveniente de la aludida- es un detective español. Ayúdanos a descifrar el mensaje de esa ladrona...
El detective del oeste leyó la carta, sin entender nada pero aparentando lo contrario.
-Bueno está claro lo que va a robar... -dijo el español
-Ah, si? –los otros detectives al unísono
-Lo dice aquí, la Lich von Ilusion –dijo señalando la línea donde mencionaba la 'luz de la ilusion'- es una joya alemana que actualmente posee el heredero de un embajador danés. Lo que no sé es qué hace él en Japón... –Y puso cara pensativa
-También sabemos a qué hora, no? Dice 'tras las campanadas', así que será a las 12, no creéis? –opinó Conan
-No... Ella es más lista que eso... no creo que sea la hora, sino más bien... –los 3 se miraron y apareció la rayita brillante de detrás
-Kudo, tu tienes la guía... sabes de algún campanario por aquí? –el chico lo consultó
-Bingo. El edificio que hay tras el campanario es un hotel. El hotel Bertram N/A: lean Ágata Christie xD. Concuerda con lo que dice. Es posible que el heredero se encuentre allí. Ya tenemos todo. Sólo falta saber que oportunidad aprovechará para robarlo.
-Eso es muy fácil- Aoko apareció por detrás con una revista en la mano- es que no os interesan los cotilleos? El heredero acaba de cumplir la mayoría de edad y quieren que sea el próximo embajador. Pero para eso necesita una prometida, para asegurarse descendencia, así que harán un baile a lo 'cenicienta' para encontrarle esposa...
-A eso se referiría con lo de 'dama'. Va a presentarse como una de las candidatas! –exclamó el detective de Osaka
-Esta vez la atraparé. Estoy seguro –decía para si mismo el detective Messeri
-Eso ya lo veremos...- algo obvio piensa esto, no?
-Debemos decírselo a la policía. Además, la esperaremos en el edificio. Se le quitarán las ganas de robar nada más... -al ver que Ran le miraba con cara rara, intentó salir de esta- Ran-neechan! Podré ir con Hattori y Alex? –le preguntó, con cara de cordero degollado
-Ni hablar! Tu te quedarás aquí. Es muy peligroso. Nos quedaremos aquí hasta que vuelvan los chicos, de acuerdo? –los aludidos ya estaban saliendo por la puerta, sin ni siquiera despedirse.
-Maldito Heiji! Lo que pasó anoche y ahora sin despedirse! –la chica supersticiosa acababa de despertar, justo para ver a los detectives salir por la puerta
-A que te refieres con 'lo que pasó anoche'? –ya tenia a sus 3 amigas acorralándola en el sillón
-Yo? A nada! Qué pensáis! Je... je... -trago saliva- no cuela, no?
-Ni lo mas mínimo. Pero, de todas formas, yo me hago una idea... sabias que Hattori tenia marca de pintalabios? –era mentira, pero, gracias a sus clases de interpretación, la española lo hizo muy creíble
-Eso es impo-si...ble... se le notaba mucho? –dijo alarmada la muchacha
-Que va, ni siquiera tenia, pero acabas de firmar tu sentencia de muerte –y se alejo un poco, guiñándole un ojo, mientras que las otras dos se preparaban para el interrogatorio.
Al cabo de 20 minutos
-Y... pues... entonces... él... yo... bueno... lo que pasó fue que... -estaba como un tomate, y sus amigas no le dejarían hasta que se lo dijese- nos be...samos –en esto se oyó un grito. Las dos chicas saltaban con alegría, creo que incluso con más que la de Osaka- Pero es un auténtico baka! Se va a otro caso. Como no! No se como lo soportáis vosotras. No piensas lo mismo, Azu? –la mencionada reaccionó. Había estado todo el tiempo escribiendo garabatos españoles sin sentido, como si estuviera planeando algo N/A: ó.o el que sera?? y no seguía el hilo de la conversación
-Eh? Ah, los casos! Pues... la verdad, a mi no me importa -y mostró una de sus típicas sonrisas
-Que?! Cómo que no te importa?! Acaso no te molesta que no hable de otra cosa, que este absolutamente obsesionado y que cuando quieres decirle algo o estáis juntos, siempre aparece un muerto?! O.O –las chicas se sorprendieron bastante (bueno, Aoko no. Ella no sabe lo que es eso de tener un amigovio detective n.nU)
-Es que... Vosotras no lo entendéis –dejó lo que estaba escribiendo y las miró- Yo vivo en su casa, con él y su madre. Desde hace 12 años. Y, en ese tiempo, compartiendo vivienda... aprendes muchas cosas del otro. Sé que a él, por mucho que me empeñe, quiera y se lo pida, no van a dejar de apasionarle los misterios. Es su vocación, y yo no puedo negarle eso. Si, está obsesionado. Pero mientras más le impidas algo, más ganas va a tener de hacerlo. Eso es lo que he aprendido. Por eso, nos permitimos el uno al otro seguir con nuestras pasiones. Él los asesinatos y yo la magia. A él no le gusta demasiado, pero hicimos un pacto para que cada uno fuese a lo suyo, por muy amigos que fuéramos. Así que, yo, me limito a desearle suerte. Sólo faltaría que se sintiera mal por mi culpa. Es su trabajo, y no lo hará bien si le estoy molestando. Entendéis ya por qué no me importa? –las dos estaban con la boca abierta. Esa chica tenía una mentalidad muy extraña... Muy positiva, y a la vez misteriosa
-Ran debería aprender de ella U –pensó Conan
-Pero eso es mi caso... Tal vez los detectives japoneses sean unos insensibles que solo piensan en si mismos –siguió la española
-Pues, más o menos, te acercas... -dijo Kazuha con mal humor
-Tu que opinas Conan-kun? No crees que los detectives de por aquí son unos insensibles y egocéntricos? –Ran tenía su cara a dos milímetros de la del chico, esperando una respuesta, cuando este recordó lo que al día anterior le había dicho la chica: "te ha estado poniendo a prueba"
-Eh... claro que si Ran-neechan ùú Deberían darles su merecido –Ran se apartó, fingiendo estar convencida con la respuesta
-Bueno chicas, yo tengo unos asuntos que arreglar, y como Alex se llevó el dinero, Kuroba me pagará las cosas n.n –y le cogió del brazo a un muy extrañado Kaito
-Eh? Yo? –le miró extrañado y la chica le hizo ver que no iban exactamente de compras
-Devuélvelo sano y salvo, de acuerdo? –dijo Aoko
-No me dejas hablar con unas chicas en la playa pero me mandas a ir a comprar con esta loca?!? ¬¬ eres de lo que no hay, Aoko –en esto que una PNI (piedra no identificada) cayó sobre su cabeza, procedente de la mano no muy bien escondida de Azu
-Ah, esa es otra. Te exijo que me digas lo que ibas a decirme anoche, que me dejaste colgada ùú –pero le hablaba al aire, porque, se dio cuenta demasiado tarde, de que los dos habían desaparecido sin dejar rastro- magos tenían que ser... -suspiró
Entrada del hotel Ushi
Los dos magos estaban saliendo, en dirección al aparcamiento, sacudiéndose la ropa por el polvo de la huida. Las bombas de humo son muy sucias, a pesar de efectivas.
-Deberías agradecerme que te haya salvado el pellejo, no crees, Kuroba?
-Podría haber salido de esa yo solito, para tu información –el no necesitaba ni necesita gente que le ayuden, y menos si era aquella ladrona de pacotilla
-Mira Kaito, tu puedes haber escapado de la policía, de detectives, de Kudo... de quien tú quieras. Pero sé que de Aoko no te libras. Allá tu y tu conciencia si vas a dejarla con la curiosidad de saber qué le ibas a decir anoche. Es cosa tuya. Pero yo sé la verdad. La quieres y punto. –Kaito abrió la boca para decirle algo- y no intentes esa tontería de 'sólo somos amigos'. Ya es muy vieja, sabes? Y ahora, si no te importa, tengo que comprar un vestido. Nos vemos en la fiesta... si puedes –y volvió a desaparecer, esta vez sin el otro mago.
-Ya veremos quien puede con quien esta noche... todo lleno de chicas ricas y guapas, y además, los detectives jujuju va a ser muy divertido. Y le daré una lección a esa niñata confiada
Hotel Bertram, 22.30
La sala parecía ambientada en algún libro de Agatha Cristie. Colores pastel, mesas antiguas, mucha madera, lámparas de araña... la sala era inmensa, y toda repleta de niños esnobs, de 15 a 19 años, con ropas caras. Hablando de cosas superficiales y comiendo canapés de foie de pato y de caviar como si fueran pipas.
-Que asco me dan estos pijos ¬¬ nacen ricos por su cuna y se creen los dueños de planeta. Apuesto a que nunca han tenido que ahorrar la paga y que no merendar mas de una tarde pana poder comprarse el manga de la semana. Si tuviesen que haber vivido un solo día como vivo yo... pero fuera los resentimientos. Si nací donde y como nací, será por algo. Y ahora al lío –la joven abrió su bolso y miró el contenido- el móvil, un pañuelo, mi magnífico bolígrafo y el botiquín de magia... perfecto
La chica salió de su escondite, el campanario, donde había estado espiando la fiesta. Dos guardias en la puerta, siete en la entrada del hotel, el inspector siempre junto al hijo del embajador y todos los camareros armados.
-Pues sí que se tomaron en serio mi aviso... así me divertiré más. Sólo tengo que averiguar dónde esta la Lich von Ilusion y asunto arreglado –se echó en el cuello y las muñecas un perfume que dios sabe de dónde sacó, y se acercó a uno de los guardias de la entrada, el más joven, que la miraba ensimismado.
-Bonjour monsieur. Je suis les jeunes countess du Monaco. Pourriez-vous vérifier si mon nom est dans la liste? Je m'appelle Sophie Boulevarden –su acento francés era perfecto, y el agente se lo creyó a la primera, ya que comprobó en una lista de invitados si aparecía
- Jeune dame... je sens beaucoup... mais son nom n'apparaît pas ici... –(le costaba el francés al muchacho xD) la miró a los ojos. La chica le sonreía dulcemente, y ella aprovechó el momento para dar el cambiazo
-Vous pourriez le vérifier encore, sil vous plaît? C'est Boulevarden, avec B –el chico volvió a mirar, y asintió al ver que si aparecía el nombre de aquella señorita tan simpática
-Oui, votre... nom est dans... la liste- la chica ya estaba entrando en el hotel
-Muchas gracias, guapetón. No hace falta que me acompañes, ya entro yo sola
-Esta... esta chica habla japones?? O.O
-En verdad que eres tonto ¬¬ se ha colado, te ha tomado el pelo. Ya entro yo a por ella –uno de sus compañeros corrió dentro, mientras se quitaba una máscara- la supuesta mejor mente delictiva europea entra a robar... por su escote -.- vaya profesional –pensó con sarcasmo. Se disfrazó de camarero y entró con una bandeja en la sala de los esnobs y hechó un rápido vistazo- kuso! Se ha vuelto a cambiar de ropa . así será imposible vigilarla
-Eh... disculpe? Camarero? Se me ha caído el pañuelo. Podría recogerla por mi? –el mago se dio cuenta de que una chica rubia con un traje celeste se dirigía a él, señalando un trozo de tela que había en el suelo.
-Eh... claro... -se agachó a recogerlo y 'sin querer' le vio la ropa interior de la chica- son rosas nn
El supuesto camarero estuvo dando vueltas durante más de 20 minutos, dándose cuenta de la cantidad de veces que se le caían a las pijas sus pañuelos y servilletas. Captó a su próxima victima, una chica de cabello pelirrojo, rizado, que caía suavemente sobre sus hombros y bajaba por la espalda semi-descubierta por un traje negro hasta la rodilla, cruzado por detrás. La chica, de tez blanca como la porcelana y ojos verdes, sonreía a un chico con el que estaba hablando, mientras su pañuelo caía al suelo sin darse cuenta (aparentemente). Kaito se acercó para agacharse, cuando la mano de la muchacha le agarró firmemente por la muñeca, se dirigió a él con una misteriosa sonrisa, chasqueando la lengua tres veces mientras negaba lentamente con la cabeza
-De eso nada, Kaito. Gracias pero ya puedo sola –y recogió su pañuelo del piso- Ya sabes donde está la joya? –le murmuró
-Ja! Que te lo voy a decir ¬¬ y yo pensando que era una chica guapa ToT
-No lo sabes, no? Pues bien, yo sí. Dentro de poco se acabará el plazo y veremos quién es el ganador. Por cierto... creo que te buscan –en ese momento irrumpieron en la sala Hattori, Messeri y el Inspector Nakamori. Al medio día, Kid avisó que iría también a por la LvI- buena suerte, Kid –y se incorporó para volver a entablar conversación con el chico de antes- solo me falta la oportunidad adecuada...
Kaito fue al lavabo, para volver a darse un cambio de imagen N/A: tanto cambio de imagen que ya parece Madonna ¬¬. Se hacía una idea de dónde estaba la joya, y si no se daba prisa, esa niñata se le adelantaría y perdería la apuesta y el orgullo. Pero... ya se hacía una idea de cómo poder entretener a la ladrona, para que no le causase más problemas. Entonces, se oyó un fuerte chasquido y las luces se apagaron, así que Kaito decidió aprovechar ese 'acto del destino', comúnmente conocido como la mano de Azu XP
En la sala todos estaban muy nerviosos. Empezaron a gritar, y como buenos pijos que eran, no habían visto unos plomos en su vida, así que ninguno tenía idea de cómo se podía recuperar la luz. Cundió el pánico y los detectives y policías intentaban calmarlos y buscar a tientas los interruptores
-Mira que llegan a ser estúpidos estos polis –Kaito oyó la voz a su lado, procedente de la joven española- no traer linternas para las bromitas de mal gusto de Kid
-CÓMO QUE BROMITAS DE MAL GUSTO?! SI HAS SIDO TÚ LA DE LAS LUCES!! –se oyó un clic en la sala
-YO? SE TE HA IDO LA OLLA? ESTE NO ES MI ESTILO. APARTE DE QUE YA TENGO LA LICH VON ILUSION ASÍ QUE NO ME HACE FALTA APAGAR LAS LUCES!!
-MIRA QUE ERES ESTUPIDA! DE QUE LUCES APAGADAS HABLAS? NO VES QUE YA LAS HAN ENCENDICO LOS PO... lis... -'ups' mutuo de los ladrones cuando se fijaron que todos les estaban mirando, incluidos los policías
-... -se oyó el típico cri-cri de los grillos
el inspector nakamori se acercaba, sonriendo, viendo que esa vez, su enemigo no tenía por donde huir. La ladrona hizo aparecer un diminuto bolígrafo, y volvió a sonreir (si es que alguna vez dejo de hacerlo)
-valla... se acabó la diversión. Al menos... acabemos con arte y dignidad –susurró. Apuntó el bolígrafo hacia una de las lámparas y pulsó uno de los cuatro botones que había en él. Algo salió disparado e hizo estallar las bombillas, dejando encendida únicamente un foco que había sobre una mesa. Dio un salto y subió a la dicha mesa, desviando a los policías, y haciendo que todos la mirasen.
-Buenas noches a todos. Muchos no me conocen –miró a un grupo de pijos que la miraban demasiado interesadamente, al escote- malditos niñatos salidos ¬¬ otros, me han visto ya alguna vez –su mirada se posó en los policías- y después... personas que yo diría que me han visto demasiado –sonrió al detective español-. Pues bien, ahora me presentaré –apareció un humo y, cuando se disipó, la chica que estaba era completamente diferente a la anterior. Completa de negro, con la falda demasiado ajustada, muy morena y con unos palillos chinos para el pelo- mi nombre, como comprenderán, no lo voy a decir, pero pueden conocerme por mi nombre 'artístico', Gata Sombra. Vengo de España, como mi buen amigo el detective Alex aquí presente –señaló al chico el cual tenía la expresión impasible, buscando el más mínimo fallo de la mascara (la real y la de su personalidad) que pudiera darle una pista sobre quién era en verdad la chica a la que le debía la vida- puede corroborar. Según creo, me tendrán un tiempo por aquí. Si aún no se han fijado, mi profesión actual es robar. Esta noche también me acompaña alguien a quien ya tenéis muy visto por aquí. Saluda, Kid –y todos dirigieron su mirada al supuesto camarero que minutos antes discutía con la extraña 'invitada' que había sobre la mesa- ya he cumplido mi objetivo. Exactamente a las 11 horas y 7 minutos de la noche. Siento haberte mentido, Kevin. Eres muy simpático. Ya encontrarás a otra. Y por cierto, gracias por el 'regalito' –y le guiñó un ojo al muchacho con quien estuvo hablando cuando Kaito intentó ver el color de su ropa interior, que parecía ser el hijo del embajador danés- ahora, si me disculpan...
se quedó quieta de repente, viendo a dos hombres que se encontraban en las cocinas, que tenía las puertas abiertas. Aquellos hombres iban vestidos completamente de negro, con sombreros, y un maletín negro cada uno. El más alto, rubio con el pelo largo, tenía en la otra mano lo que parecía una pistola. Gata Sombra, que conocía el odio que les tenía su rival a esos hombres, aparte del suyo propio, le dirigió una significativa mirada. ¿no que los detectives atraen a los detectives, y ambos se leen la mente? Pues lo mismo con los ladrones. Le miró seriamente, y ambos corrieron hacia las cocinas, la chica, dejando sin terminar su frase, que se perdió en el aire, cuando volvió a cundir el pánico al estallar la última bombilla.
Azu era más rápida que Kaito, y estuvo a punto de llegar a coger a aquellos asesinos si no hubiera sido porque alguien le cogió del brazo y la introdujo en un armario de la limpieza. N/A: se sobreentiende que toda la conversación siguiente es en español, no?
-Déjame ir –le suplicó- ambos sabemos que no tienes escrúpulos para hacerlo, y ahí se encuentran los que mataron a tu padre y al mi... y al de Azu-chan... debo atraparlos!
-Hace tiempo que no hablamos, Gata Sombra –le susurró
-Después de tantos años, Alex, y seguimos con tan poca confianza? Neko-chan, si no te importa. Y ahora... de qué quieres hablar?
-Qué debo hacer? Dime... que tengo que hacer para no deberte nada? Siempre tienes todo tan perfectamente organizado que no puedes correr ni una mínima pizca de peligro?
-Estas obsesionado con ese tema, no crees? No me debes nada. Y sí que corro peligro, pero no lo aparento. Y a ver si te entra en la cabeza... NO ME DEBES NADA!
-¿Cómo que no te debo nada? Cuando impedí que vio... -se le hizo un nudo en la garganta- violaran a Gloria, seguí a esos hombres, para atraparlos. Me rodearon y, cuando su jefe me iba a disparar, tu te interpusiste entre mi pecho y la bala. Te hirieron en el estómago. Casi mueres por salvarme, sabes?. Es decir: te debo la vida
-pero tu, hace 12 años, salvaste la mia... dime una cosa, Alex. Tu has venido aquí por Azu? Has venido por verla? Dime la verdad, por favor
-Sí. En parte, vine para ver si podía atraparte. No puedo entregarte sabiendo que estoy en deuda contigo. Pero, no puedo negarte que me alegré muchísimo cuando la vi
-Tu... la quieres? –el detective no contestó. No entendía por qué esa chica le preguntaba aquello, pero no era capaz de contestarle. En verdad... él quería a Azu?- me dejarías hacer una prueba? –la ladrona pasó sus manos alrededor del cuello del chico, cosa que hizo que ambos estuvieran más cómodos debido al reducido espacio del armario de la limpieza. La chica no lo resistió. Sabía por su ética y por su conciencia que no debía. No podía. Él... a Azu la veía como una amiga, y a la ladrona, como su profesión. Ni siquiera sabía ni quería saber por que aquella persona robaba. Y eso era algo que, a la ex-karateka, le dolía mucho. Pero, se dejó llevar por el momento y por el champagne que había compartido con el futuro embajador, y besó a la persona de la que, desde ese momento admitió, estaba enamorada.
Se separaron, Alex sin saber qué decir, y la otra con los colores subidos. La ladrona murmuró un 'adios', pero el español la sujetó por la muñeca, notando que en uno de sus dedos había un anillo, el cual le resultaba MUY, demasiado, familiar
-me podrías mostrar... la cicatriz? –ella le sonrió. Siempre se lo pedía. Menos mal que Azu, al no bañarse, siempre lleva pareos y como desnuda nunca la había visto, no sabía de la existencia de la cicatriz en el vientre de su amiga. Se levantó levemente la camiseta, dejando a la vista una señal ovalada - Por qué has actuado antes de tiempo? Deberías haber actuado a las 12 en punto, no? Y tu, de eso teniendo buena fe, nunca mientes
-Eso es algo que tienen tomado por normal y que todos creen, a pesar de no ser cierto. A los ladrones nos toman por mentirosos y asesinos. Y son cosas muy diferentes. Yo seré ladrona, pero no criminal –abrió la puerta- y contestando a tu pregunta, yo sólo dije el lugar, no la
hora –se levantó un poco la falda y corrió fuera, buscando al otro ladrón.
-vaya, vaya... no eres tan cleptómana como pensaba –y recogió una perla, la 'shikon no tama', y un broche con un diamante rojo, la 'lich von ilusion'.
Azotea del hotel Bertram
-se te han escapado, pedazo de imbécil!! –estaba muy cabreada. Si no se hubiese entretenido... Pero el 'entretenimiento' mereció la pena
-Y qué quieres que le haga? Son muy escurridizos. Además... tu qué tienes contra ellos, Azu? –la chica no le contestó. No podía decirle todo. Además, en ese instante rodearon el edificio una docena de helicópteros, para impedir la huída del ladrón.
-No podrás huir. El ala delta no funcionará –la otra ladrona estaba colgada de un hilo prácticamente invisible, con una mano y un pie enredado en el hilo de pesca- vienes? –y le tendió una mano para que se sujetara y pudiera escapar también- tienes dos opciones. O te tragas tu orgullo y vienes conmigo... o dejas que los polis te cojan. Tu decides –se soltó el pie de la cuerda, dejando solo como sujeción la mano- 3... 2... 1... 0!- en el último segundo, kaito saltó y se sujetó de la mano y cogiéndola de la cintura, se dejaron caer por el hilo, justo al lado de donde la chica tenía su moto. Bueno, la suya no, la de Heiji
-Sé donde está la guarida de los hombres de negro –soltó de repente Azu
-Te interesará saber que le he comprado un regalo a mi futura novia. Ya sabes... para que después no te cabrees –dijo a la vez
-Kid! Deja mi moto y ven! Si me haces caso... no te entregaré a la policía –el detective de Osaka no les había dejado arrancar, y gata sombra desapareció antes de que a ella le pasara algo, no sin antes susurrarle a su rival la localización exacta de la guarida de los MiB
Entrada del hotel Ushi
Ya estaban todos, incluidos conan y las chicas, hablando sobre la intromisión en la fiesta.
-Se ha escapado! Pero... mencionó a... -heiji se cayó. Si conan se enteraba, no se estaría quieto. Había tenido una pequeña charla con Kid, y le pidió que, como Gata Sombra le dijo donde estaba la guarida de la Organización, si al ser más ágil y escurridizo por su 'profesión', podía ir y coger la doga. Parecía muy interesado, pero se negó en rotundo. ¿Por qué? No lo sabía.
-Y qué querría decir con el 'quien lleva la razon'? dijo que era una indirecta...
-Será para despistar. Suele hacerlo- les explicaba el nuevo detective- siempre pone frases o palabras que no tienen nada que ver con el resto. Aquí las tengo apuntadas –sacó una libreta que se abrió por el final, con el último mensaje de la ladrona- no puede ser... –leyó desde atrás hacia delante- jas... tu... mejor... friend... gomen... ne... i... te... aime (j'as en frances es 'soy')- soy tu mejor amiga. Lo siento. Te quiero... –su mirada se posó rápidamente en la de Azu, la cual le miraba con una expresión triste; una sonrisa deprimida; unos ojos cristalinos a causa de sus... lagrimas? Eso era imposible... a no ser que el mensaje oculto fuera cierto. Debía comprobarlo. Se levantó de golpe, asustando a todos los que estaban a su alrededor (Heiji, Conan y Ran) y fue con paso firme hacia su amiga. La cogió con fuerza de los hombros, poniéndola en pie, y acto seguido la besó.
Un par de lágrimas cayeron de las mejillas de Azu. Sabía la razón de ese beso tan ansiado, el cual ahora repugnaba. No la quería. Ni mucho menos. Él la odiaba... por eso le besaba. Quería comprobar si ese odio estaba fundado. La chica sintió que una mano pasaba su ropa y palpaba en su vientre. Los dedos se pararon en el lugar que buscaba: una cicatriz. Una cicatriz de hacía 2 años. Una cicatriz que fue dejada por el paso de una bala, la cual afirmaba las suposiciones del detective. Se separó, decepcionado y enfadado, de la chica que en esos momentos tenía unas casi imperceptibles señales que habían dejado sus propias lágrimas. Su piel no estaba acostumbrada a ellas. Después de 10 años volvían a caer. Qué ironía. El causante de ellas fue el que las paró la última vez, aparte del difunto mago.
-2 palabras... TE ODIO- y se marchó en dirección a su habitación. La chica estaba parada en su sitio. Estaba apunto de volver a romper su promesa, y hacerlo delante de sus amigos (en especial de su rival) sería una humillación. Así que dio media vuelta y salió del hotel, hacia la playa.
Kaito entendía lo que pasaba. Para ella debía ser mas difícil, ya que estaba enamorada del que la quería entre rejas, y en su caso era el padre de Aoko. Las chicas no entendían nada, al igual que el pequeño Kudo. Pero el detective de Osaka sí lo sabía. En esos momentos tenía la libreta entre sus manos. Al parecer, todo lo que el español escribía lo pasaba a japonés, probablemente para practicar la escritura. Aunque no le gustaba la idea de que ella fuera una ladrona (la cual se acababa de burlar de él) la había ayudado con Kazuha... así que de algún modo estaba en deuda con ella.
-Kuroba... Puedes ir a hablar con ella? –le pidió
-Ni hablar. No sabes la mala leche que tiene cuando se enfada. Yo iré a hablar con Messeri. Toda tuya, Hattori –y dándole unos golpecitos en la espalda se fue a coger el ascensor N/A: Dios... que vago! Si es un 1er piso!
-Vas a hablar con Azu, Hattori? –le preguntó Aoko. Y junto con las otras dos chicas, le cogieron y empezaron a dar consejos
-Ve directo. No hables de trivialidades, que le molestan
-Y no hagas como si no hubiese pasado nada, es consciente de lo que le ha dicho
-No menciones que lloró. Si lo haces, es capaz de partirte el cuello –terció la de osaka
-Y sobre todo, lo más importante:
-NO HABLES DE ALEX –le 'recomendaron' las 3 a la vez- suerte -y le dejaron en la puerta
-Tampoco debe ser tan difícil hablar con ella... no? –tragó saliva y se encamino hacia la playa- en qué lío me he metido... uu
Al poco tiempo llegó a la playa donde estuvieron el día anterior. Estaba desierta y sólo se veía a lo lejos una figura con el pelo suelto, hondeando al viento. La sombra estaba sentada, contemplando el mar. A medida que se iba acercando veía mas claramente que la chica temblaba, pero no por el frío (llevaba una chaqueta bastante gruesa). Se sentó al lado suyo y dirigió su vista al mar, tal y como hacía la chica.
-Lo que ha pasado... la verdad, no... -que se supone que le tenia que decir?! Las chicas le prohibieron hablar de prácticamente todo, así que, si no podía decirle nada y ni siquiera había conseguido entender a su amiga de la infancia, que pretendían que hiciera?
-Siento lo de antes. Se suponía que no ibais a estar allí, así que no había problema. Y lo que ha pasado ahora, no te preocupes. Se lo que me hago. Pero, como lo sabes... Vas a entregarme? En estos momentos no estoy para discutir, por lo que lo tendrías fácil- es detective lo pensó unos instantes... Poder, podía, pero los demás se enfadarían (ya que no tenían ni idea de quien era Azu) y sería traicionar a una amiga... pero nunca lo admitiría
-Aunque quisiese, no podría. Aquí en Japón solo has robado una cosa, la cual has devuelto. Esto no es España así que, técnicamente, no hay nada para acusarte, y a mi me tomarían por loco U
-Y...? Después de esto, va a haber un 'y'. Suéltalo. Que quieres que haga? –confiaba mucho en su sexto sentid... en su intuición femenina U y sabía que tendría que hacer algo emocionante. Y le importaba un comino lo que pensase o dijese Alex. No le odiaba? Pues que se metiese en sus asuntos.
-Verás... en la fiesta habían unos hombres de negro, pero creo que no los vistes. Pues esos tios... -iba a pensar que estaba loco pero decidió decirlo de un tirón- fueron los que encogieron a Shinichi kudo, convirtiéndolo en un niño de 7 años, es decir, conan. Esa organización tiene la droga que le dieron y si estoy en lo cierto una de sus centrales esta aquí y si entramos en su laboratorio podemos coger la pastilla, mandársela al profesor agase y hacer que kudo vuelva a ser el mismo. Antes se lo dije a Kid y aunque parecía muy interesado pero dijo que para el era imposible, y que se lo preguntase a Gata Sombra, asi que ya te he dicho todo –a penas había respirado y necesitaba aire
-Los miembros de esa organización... Tienen nombres de bebidas alcoholicas? –Heiji asentio con la cabeza- y van completamente vestidos de negro? –otra vez asintió, y a la joven se le ilumino la cara- son las 2 y media de la madrugada... -sonrisa 'a punto de cometer un robo espectacular'- aun queda tiempo antes de que salga el sol... auto estima alta; mi ordenador a tope; 2 guardias... perfecto. Dame 3 minutos y esperame en la planta en obras del hotel. Y por cierto, Kid también estará, así que aleja a Conan –y salió corriendo de la playa, dejando a Heiji confundido
-Que bicho le ha picado a esta?
3ª planta del hotel Ushi, 2:40 a.m. (la que esta en obras)
-Se está retrasando... -El detective del oeste miraba impaciente su reloj. Tubo que quitarse a Kudo de encima 3 veces. Las chicas casi le pillan, pero al final se fueron a dormir (Nakamori cogió una habitación para ella sola). En ese momento pasaron la valla una chica con una falda negra hasta los tobillos seguida de un ladrón con sombrero de copa N/A: creo que se sobreentiende quienes son
-Hay que darse prisa- empezó la española, sacando un pc portátil- entré en el sistema informático de la antena de la torre de televisión. Con uno de mis programas, no es por alardear pero soy un genio de la informática, hice que en vez de transmitir los programas, nos dan unas estadísticas de toda la ciudad. Es tan potente que, con ayuda de un GPS, podemos ver la central de la organización. Es decir, que con la ayudita de una micro-cámara que me encargué de instalar en la palabórica, será como si me estuvieseis viendo todo el rato. Además, le he añadido infrarrojos. No voy a arriesgarme a encender una luz, podrían descubrirme. Hattori, tu encárgate de vigilar que no entre nadie. Si pasa algo, díselo a Kid, que el me lo dirá –le pasa el ordenador, donde se ve un callejón oscuro, sin apenas luz, donde solo se ven unos muros y un par de contenedores-. La entrada está allí –aseguró-. Bien, Kid, ahora es tu turno –y de la nada hace aparecer unos pequeños cascos, que llevan unidos un micrófono-. Sabes que es esto, verdad? Tus dos neuronas y media son capaces de analizarlo? –se burlaba de él. Algo típico, estaba nerviosa y no quería aparentarlo-. Ya sabes, con este aparatito que me he incrustado en la oreja, yo sólo os oiré a vosotros, y podremos comunicarnos. Hay que llevar lo justo, para ser rápida. Por cierto Hattori, por muchas ganas que le tengas, no te acerques a mi rival. Aquí mando yo, y le he dado ordenes de que, como hagas intención de algo no propio, ya sabes, una llamada o un intento (fallido, por supuesto) de capturarle, caerás en un profundo sueño. Chicos, sabéis a lo que nos enfrentamos. Yo soy la que más pierdo en todo esto. Ya sabéis: vosotros seréis mis ojos y mis oídos. Debéis describirme a la perfección el lugar donde esté. Y ahora, si me disculp...-pero Heiji, dudando de sus habilidades, dijo:
-Y... piensas entrar a por la droga, burlar a los guardias y todos sus sistemas de seguridad, encontrar el laboratorio y volver a salir... con esa falda? –Azu se ofendió y Kaito le dirigió una mirada divertida
-Amigo, no sabes las cosas que es capaz de hacer esta chica. La falda es lo de menos. Y ahora, al ordenador! Yo tengo que hablar con ella –la cogió del brazo y la arrastró algo lejos- dime... sabes donde te estas metiendo? Eres consciente de lo que haces? Yo me he rendido. Sé donde están mis límites, y eso está fuera. Aún estás a tiempo de echarte atrás... -la chica le puso los dedos en los labios, muy provocadora N/A: ¬¬ así es gata sombra. Cambia radicalmente de adolescente a ladrona. Pensándolo bien... no tanto n.nU
-Kaito, cariño, sé perfectamente que es lo que me hago. Estoy completa y absolutamente segura.
-Ahora dime: sabes lo que arriesgas y las posibilidades de fallar. Por qué lo haces? A qué viene esto? Solo me quieres demostrar que eres mejor? –la sonrisa de la chica se volvió más sincera, para que le creyese
-Siempre te he dicho lo mucho que nos parecemos... Magia, robos, el sentido del humor... padre muerto... -ahí el ladrón se puso serio. No sería que...- Kaito, nunca te dije como murió mi padre? Le mataron... Unos hombres vestidos de negro... Creo que ya te lo dije pero, yo estaba aquí, en Japón, sabes? Antes vivía aquí. Es cierto que soy española, pero de pequeña mis padres se mudaron. Cuando tenía 4 años y conocí a Álex, fue en esta ciudad... Por qué crees que quise venir? Por qué piensas que, desde tan pequeña, me interesa el japonés? Por qué crees que sabía donde estaba su cuartel? Aquí vi como mataban a mi padre... Hace 12 años... y desde entonces, he planeado este momento. Así que ni se te ocurra impedírmelo, ok?
Kaito estaba impresionado. Nunca imaginó que esa chica hubiese pasado por lo que él. No, aún peor: ella había presenciado la pérdida. Él había vivido engañado todos esos años, mientras que la española no... siempre supo la verdad, y nunca pudo demostrarlo. Pero, ahora, ella estaba sola. Y completamente sola, se dirigió hacia la ventana, murmurando un 'gracias por la moto, Hattori'
-Eh! Espera un momento! –le gritó el mago. Movió la muñeca e hizo aparecer un anillo, de color verde. Verde, de esperanza- el antes se te cayó al suelo. Tengo la extraña sensación de que fue a propósito, pero es tu amuleto y no puedes salir sin él- lo introduzco en su dedo, haciendo que cambiase a negro- No te preocupes. Eres la ladrona más buscada del Mediterráneo. Qué digo! De toda Europa. Así que ya sabes... deja tu cargo bien alto. Suerte, Gloria Estefanía –y seguido esto, le empujó, haciéndola caer por cuerda que acababa de colocar.
-MALDITO KAITO KUROBA! Como sabes tu eso? Como demonios sabe... como sabe mi nombre?! TT
-Que esperabas, que le iba a comprar el regalo a Aoko con mi propio dinero? Necesitaba pasta y, casualmente, encontré tus tarjetas de crédito... vaya nombre más largo, no? Gloria Estefanía Sainz Wheeler... Auch! .o –un misterioso ladrillo cayó sobre su cabeza
En mitad de la madrugada, en una moto... robada U
-H, hidrógeno... LI, litio... NA, sodio... K, potasio... RB, rubidio –una chica con máscara conducía a toda velocidad, por los callejones más estrechos, sobre el borde de los edificios, saltando todo tipo de obstáculos, sentada de lado en la moto N/A: ya saben, así como las amazonas en los caballos. Nota: ole la feria! n.n- CS, cesio... FR, francio... -se oyó un crepitar en el oído de la chica y, al segundo, una voz le gritaba
-Pero que demonios crees que haces?!?! Qué diablos estas diciendo?! No te entretengas y llega rápido!
-Pues estoy recitando la tabla periódica, esque no lo ves? INTENTO DESPREOCUPARME! Si te crees tan listo, Kid, ven tú la próxima vez que alguien tenga que arriesgar la vida –la chica cogió fuertemente el anillo que llevaba en la mano- Alex...
