Disclaimer: ni los personajes ni la historia son mios.
Draco dejaba las horas pasar, antes de que Crabe y Goyle se empezaran a impacientar, obviamente ellos estaban esperando la señal para hacer lo que hacían cada año en el tren: molestar a Potter y sus amigos. Suspiró frustrado, Draco salio del compartimento, seguido por dos gorilas, sin decir una palabra.
No era que Draco no disfrutara de los irónicos comentarios que creaba frente al trio de oro. En un día normal él hubiese pasado de ver a Harry Potter y esa sangre sucia, Hermione Granger, respirando el mismo aire que él y metiendose en las discuciones como si ella mereciera la atención, como si siempre tuviera algo que decir, lo que él si disfrutaba era ver la cara de Ron Weasley porniendose aún mas roja que su cabello.
Pero justo en ese momento, su mente y sus emociones no estaban como para eso. Antes, en el compatimento pudo sentir que algo no estaba bien. No era un sentiemiento que hubiese sentido antes. Era el tipo de sentimiento de que alguien, en algun sitio, era herido. Y ese alguien necesitaba de su protección. Era una idea rara. Él, Draco Malfoy no habia protejidó jamás a alguien, solo a él y en una ocasión a su madre.
Ahora parado frente a la puerta, Draco sintió algo de pronto. Un olor que no podía identificar. Era intenso. Desde su cumpleaños numero 16, había sentido olores, olores que no podía reconocer, podía oler a Crabe y Goyle ahora, pero esto era diferente. Lo estaba llamando. Sintió la necesidad de agarrar al dueño de ese olor, reclamarlo, marcarlo y hacerlo suyo.
Se estremeció y tuvó que cerrar los ojos, esto nunca le había pasado, no sabía que vendría despues, pero sentía como si su cuerpo le hablara. Diciendole que hiciera cosas que él nunca haría, que él nunca penso en hacer, menos si involucraban a uno de los Gryffindors de adentro.
Draco?- la pregunta de Goyle quebró sus pensamientos. Olvidando lo que pensaba, pusó la tipica expreción en su cara. Sin ningún cuidado, empujo la puerta del compartimento del trio.
No empieces, Malfoy- dijo autómaticamente una voz. Draco entrecerro los ojos examinando el cuarto, Harry y Hermione sentados a un lado y Ron en el otro, y Neville en la esquina. No le prestó ninguna atención al amante de los sapos, centró toda su atención en los otros tres.
Cual es el problema, Potter? Teniendo un mal día?-preguntó Draco con fingida inocencia. Harry lo miró con odio. Sonrió con satisfacción y fijó sus ojos en Ron. El pelirrojo ni siquiera lo estaba mirando, sus ojos estaban clavados en el piso.
Por tu propio bien, dejanos en paz- dijó Hermione, su voz sonaba fria como el hielo. Draco la ignoro.
Estas demasiado quieto, "weasel"-comentó Draco- dejame adivinar, tu familia tuvo que vender la casa para que pudieras venir a Hogwarts este año? Que tristeza. Estoy seguro de que era un lugar muy agradab..
Cierra la boca, Malfoy!-gritó Harry, interrumpiendo a Malfoy. Draco miró al chico de ojos verdes y dió un paso adelante.
Te importaría decirlo otra vez, Potter?-preguntó Draco tan frio como siempre. Harry se estaba parando, cuando Ron estiro la mano y lo agarró del brazo.
Dejaló-dijo Ron suavemente, su voz sonaba distante- no vale la pena.
Lo único que Draco atinó a hacer fue quedarse quieto. No estaba seguro de que fue lo mas impactante, el hecho de que Ron hubiese sido el racional, o el sentiemiento que de pronto nació hacia él. Sintió una bomba en el corazón y deseos de llevar a Ron lejos de Harry, no le gustaba que lo tocara. Ron no lo miró, sus ojos seguían en el piso. Draco sacudió la cabeza, la confusión invadia su mente.
Vamonos-ordenó a Crabe y Goyle, los empujó hacia fuera en un ataque de furia repentina.
No sabía que estaba pasandole, y en realidad no le importaba cuando pararía. Por qué estaba Ron tan deprimido? Por qué pudó oler su tristeza al otro lado de la puerta? Era demasiado. A Draco le importaba muy poco el estúpido de Weasley, o eso creía. Seguro hubiese sido divertido atormentarlo, pero a Draco le importaba por que se sentía asi. Cada celula de su cuerpo estaba luchando contra ese sentimiento. No podía explicarlo.
Crabe y Goyle llegaron a una silenciosa conclusión y prefirieron, por su propio bien, dejar al rubio solo. Draco, en silencio repasaba los hechos en su mente, mientras se sentaba para ver el paisaje pasar. Sabía que estaban llegando a Hogwarts. Estaba decidido a sentarse en una esquina de la biblioteca lo mas pronto posible. Había cosas para las que necesitaba encontrar una explicación. Algo estaba mal en él, no sabía que, y ni siquiera quería considerar lo que su padre le había dicho a su madre antes de ir a la estación. Estaba seguro de que no podía tener nada que ver con las veelas. Él era un humano despues de todo.
Y si no lo era?
No! Draco se golpeó la cabeza, llamando la atención de Crabe y Goyle. Los ignoró, pestañeando ante las luces del atardecer. Se desconecto del mundo y apoyó su cabeza en la ventana.
Este iba a ser el peor año de su vida. Con esa conclusión, Draco escarbó en sus defectos. Qué pensaría su padre sobre estos sentimientos? Pateó la puerta del compartimento. No era el momento de compararse con los standares de la familia Malfoy. No había nadie en el mundo que necesitara actuar perfecto para pertenecer a una familia.
Se relajó en su asiento, se dijo a si mismo que todo estaba bien. Llegaría a Hogwarts, buscaría en la biblioteca y encontraría cual era su problema y que necesitaba para arreglarlo. Despues simplemente iría donde el profesor Snape y le pediría el antídoto. Asi de simple.
Draco dejaba las horas pasar, antes de que Crabe y Goyle se empezaran a impacientar, obviamente ellos estaban esperando la señal para hacer lo que hacían cada año en el tren: molestar a Potter y sus amigos. Suspiró frustrado, Draco salio del compartimento, seguido por dos gorilas, sin decir una palabra.
No era que Draco no disfrutara de los irónicos comentarios que creaba frente al trio de oro. En un día normal él hubiese pasado de ver a Harry Potter y esa sangre sucia, Hermione Granger, respirando el mismo aire que él y metiendose en las discuciones como si ella mereciera la atención, como si siempre tuviera algo que decir, lo que él si disfrutaba era ver la cara de Ron Weasley porniendose aún mas roja que su cabello.
Pero justo en ese momento, su mente y sus emociones no estaban como para eso. Antes, en el compatimento pudo sentir que algo no estaba bien. No era un sentiemiento que hubiese sentido antes. Era el tipo de sentimiento de que alguien, en algun sitio, era herido. Y ese alguien necesitaba de su protección. Era una idea rara. Él, Draco Malfoy no habia protejidó jamás a alguien, solo a él y en una ocasión a su madre.
Ahora parado frente a la puerta, Draco sintió algo de pronto. Un olor que no podía identificar. Era intenso. Desde su cumpleaños numero 16, había sentido olores, olores que no podía reconocer, podía oler a Crabe y Goyle ahora, pero esto era diferente. Lo estaba llamando. Sintió la necesidad de agarrar al dueño de ese olor, reclamarlo, marcarlo y hacerlo suyo.
Se estremeció y tuvó que cerrar los ojos, esto nunca le había pasado, no sabía que vendría despues, pero sentía como si su cuerpo le hablara. Diciendole que hiciera cosas que él nunca haría, que él nunca penso en hacer, menos si involucraban a uno de los Gryffindors de adentro.
Draco?- la pregunta de Goyle quebró sus pensamientos. Olvidando lo que pensaba, pusó la tipica expreción en su cara. Sin ningún cuidado, empujo la puerta del compartimento del trio.
No empieces, Malfoy- dijo autómaticamente una voz. Draco entrecerro los ojos examinando el cuarto, Harry y Hermione sentados a un lado y Ron en el otro, y Neville en la esquina. No le prestó ninguna atención al amante de los sapos, centró toda su atención en los otros tres.
Cual es el problema, Potter? Teniendo un mal día?-preguntó Draco con fingida inocencia. Harry lo miró con odio. Sonrió con satisfacción y fijó sus ojos en Ron. El pelirrojo ni siquiera lo estaba mirando, sus ojos estaban clavados en el piso.
Por tu propio bien, dejanos en paz- dijó Hermione, su voz sonaba fria como el hielo. Draco la ignoro.
Estas demasiado quieto, "weasel"-comentó Draco- dejame adivinar, tu familia tuvo que vender la casa para que pudieras venir a Hogwarts este año? Que tristeza. Estoy seguro de que era un lugar muy agradab..
Cierra la boca, Malfoy!-gritó Harry, interrumpiendo a Malfoy. Draco miró al chico de ojos verdes y dió un paso adelante.
Te importaría decirlo otra vez, Potter?-preguntó Draco tan frio como siempre. Harry se estaba parando, cuando Ron estiro la mano y lo agarró del brazo.
Dejaló-dijo Ron suavemente, su voz sonaba distante- no vale la pena.
Lo único que Draco atinó a hacer fue quedarse quieto. No estaba seguro de que fue lo mas impactante, el hecho de que Ron hubiese sido el racional, o el sentiemiento que de pronto nació hacia él. Sintió una bomba en el corazón y deseos de llevar a Ron lejos de Harry, no le gustaba que lo tocara. Ron no lo miró, sus ojos seguían en el piso. Draco sacudió la cabeza, la confusión invadia su mente.
Vamonos-ordenó a Crabe y Goyle, los empujó hacia fuera en un ataque de furia repentina.
No sabía que estaba pasandole, y en realidad no le importaba cuando pararía. Por qué estaba Ron tan deprimido? Por qué pudó oler su tristeza al otro lado de la puerta? Era demasiado. A Draco le importaba muy poco el estúpido de Weasley, o eso creía. Seguro hubiese sido divertido atormentarlo, pero a Draco le importaba por que se sentía asi. Cada celula de su cuerpo estaba luchando contra ese sentimiento. No podía explicarlo.
Crabe y Goyle llegaron a una silenciosa conclusión y prefirieron, por su propio bien, dejar al rubio solo. Draco, en silencio repasaba los hechos en su mente, mientras se sentaba para ver el paisaje pasar. Sabía que estaban llegando a Hogwarts. Estaba decidido a sentarse en una esquina de la biblioteca lo mas pronto posible. Había cosas para las que necesitaba encontrar una explicación. Algo estaba mal en él, no sabía que, y ni siquiera quería considerar lo que su padre le había dicho a su madre antes de ir a la estación. Estaba seguro de que no podía tener nada que ver con las veelas. Él era un humano despues de todo.
Y si no lo era?
No! Draco se golpeó la cabeza, llamando la atención de Crabe y Goyle. Los ignoró, pestañeando ante las luces del atardecer. Se desconecto del mundo y apoyó su cabeza en la ventana.
Este iba a ser el peor año de su vida. Con esa conclusión, Draco escarbó en sus defectos. Qué pensaría su padre sobre estos sentimientos? Pateó la puerta del compartimento. No era el momento de compararse con los standares de la familia Malfoy. No había nadie en el mundo que necesitara actuar perfecto para pertenecer a una familia.
Se relajó en su asiento, se dijo a si mismo que todo estaba bien. Llegaría a Hogwarts, buscaría en la biblioteca y encontraría cual era su problema y que necesitaba para arreglarlo. Despues simplemente iría donde el profesor Snape y le pediría el antídoto. Asi de simple.
