N.A. Holitas. Disculpas por la tardanza. Tanto pendiente y mas de 2 meses
para poder actualizar, y aún así, no lo hice como quería pero, aquí estoy.
"Firme y Digno"
Este es un X-Cross. Slayers, Gundam Wing y Rurouni Kenshin no son mios. Cada quien tiene su propio dueño. Yo solo sueño e imagino para darle uso y satisfacción a mi mente torcida.
Referencias, Soldado 5, Ladrona 5 y en especial Asesino Cap. 1.
Patrocinado por: Posadas "Hinata". Cumpliendo las fantasias de los Nerd sin novia.
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{Aun puedo recordarlo...}
{Abrazaba el cuerpo de mi esposa en aquel cementerio. Ella había muerto por mi causa. Se sacrificó para que yo siguiera viviendo.}
{Shishio la mató en mi lugar.}
{Una espada atravesó su corazón, cuando debió ser el mío. Sin embargo aún pudo decirme unas palabras. "Kenshin, no seas así. No mates. Por favor nunca lo hagas."}
{La venganza era la única opción, pero sus palabras me ataron las manos. La lluvia empezó de forma copiosa y lo único que pode hacer era llorar, abrazando su cuerpo.}
{Unos pies chapotearon en el pasto empapado. Cuando giré la vista estaba allí. Vestido como yo, de negro. Y en muchos aspectos era yo, sin embargo tenía el aura de un asesino. Los ojos dorados destilaban maldad.}
{"Cuando te vas a convencer que esta muerta. No importa cuanto llores, no la regresarás a su vida." Su voz era como la de hoy, fría y despreciable. A cada momento parecía que se burlaba de mí.}
{"¿Qué quieres?" Pregunte, sin saber porque tengo que hacerle caso.}
{"Ayudarte, ¿Qué mas?" Dijo casi riendo. Avanzó un poco más, acercándose a nosotros. "Por eso estoy aquí. Para brindarte la posibilidad de una buena venganza."}
{No conteste. Pero no pude evitar escuchar.}
{"Déjame ayudarte. Permíteme llevar a cabo la venganza que no te atreves a hacer. Déjame llevar el peso de las muertes y evitar que te manches las manos de sangre. Para permitirte cumplir tu promesa y tu palabra. Déjame cazar a Shishio y matarlo. Por ti, por mí, por ella"}
{En ese momento creí que era lo correcto. Sonaba lógico. Que alguien más haga mi venganza y mantenerme limpio de sangre. No sería un asesino. Aún abrazaba a Tomoe, pero extendí mi mano para alcanzar mi espada. Lentamente se la di. El la tomó casi con cariño, casi excitándose por el simple hecho de tenerla en la mano. Sus ojos brillaban con mas fuerza.}
{De esa forma, me engañó. Llevó las muertes, sí. Pero la sangre de todas esas personas me reclamaba a mí. Cuando al fin lo entendí, me convertí en algo peor que un asesino. No me canso de pedirle perdón al alma de Tomoe.}
{Sin embargo, cuando haces tratos con el diablo...
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La Alianza.
Capitulo 4. "Tentaciones" (primera parte)
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...tienes que aprender a caminar sobre las llamas.}
Habían pasado casi 5 años desde la última vez que Shishio y Battousai se vieron las caras. Cuando el pelirrojo lo dejó quemándose, empapado de gasolina en aquella bodega. Shishio recordaba ese dolor casi a diario, cada vez que se cambiaba las vendas y observaba su piel carbonizada. Fue virtualmente un milagro lo que Yumi hizo con él. Desde ese entonces ansiaba la venganza. Un último enfrentamiento donde quedaría demostrado quien de los dos era él más poderoso.
Y ahora lo tenía enfrente. Justo como lo había deseado.
Pero las cosas cambian.
- ¡Shishio!, ¡he venido a tomar tu vida! – Gritó el asesino más pequeño mientras agarraba el mango de la espada presto a atacar. Su sangre hervía de odio, y podía percibir que ese odio, Kenshin también lo estaba sintiendo.
Tanto odio. Es tan agradable.
Shishio solo sonrió cuando vio la postura, recordando aquella batalla en el cementerio. Sin embargo en vez de sentirse impulsado a atacar. Se quedó allí parado, son su sonrisa más burlesca e irónica, apreciando esa ola de Ki llena de odio y furia.
Le estaba gustando eso.
- ¡Saca tu espada Shishio! – volvió a gritar Battousai al ver la pose despreocupada de su oponente. Eso era una viva falta de respeto hacia él.
El vendado sacó despacio la espada enfundada de la banda de tela que rodeaba su cintura. Por un momento pensó en atacar, pero, de repente no tenía deseos de hacerlo. Era raro, pero así era.
- No. – Dijo tranquilamente mientras apoyaba la espada en el suelo y las manos en la empuñadura, como si estuviera usando un bastón. Difícilmente existía una postura más relajada para él.
- ¿Qué dices? – Siseó el asesino.
- En estos momentos no tengo ni el deseo, ni la motivación para luchar contigo. Por el momento tengo cosas más importantes que hacer que perder el tiempo en combates inútiles.
Los ojos de su oponente se agrandaron de furia y sorpresa, mas en especial cuando Shishio arrojó despreocupadamente su espada a través de una puerta recientemente abierta a su derecha. Su Battousai no hubiera estado tan ocupado odiando a Shishio hasta morir, habría notado que la espada nunca cayó.
- En ese caso, prepárate. ¡Te mataré como a un PERRO! – Battousai gritó con la sangre hirviéndole en las venas mientras Shishio le daba la espalda y tranquilamente se alejaba del lugar.
Técnica Battou, su especialidad. Shishio no estaba preocupado, mas bien gozaba de toda esa furia, odio. Era como si realmente la sintiera. Como regocijarse de eso. Como si se alimentara de esos sentimientos.
El Shin So Ku acercó al asesino pelirrojo a su presa a una velocidad imposible. Adelantó la pierna derecha para desenvainar la espada a supervelocidad, apuntando justo a la base del cráneo de la "Momia andante"
Un destello de luz, y el sonido del choque de acero inundó la estancia.
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El líquido rojizo giró un poco en la copa.
Trize Kushrenada se consideraba un experto en materias de vinos. Sin embargo jamás había probado un coñac tan delicioso y tan excelente como en que Dynast guardaba en sus cavas. Venía de un lugar llamado Zefila. Solo él sabe de donde lo sacó. Pero era excelente.
- Así que dime Heero. ¿Por qué estar aquí? ¿Terminaste satisfactoriamente tus dos misiones? No. Si así fuera te habrías reportado con Walker en la base. ¿Acaso fracasaste en tus encargos?
Heero trató de permanecer calmado. Es cierto, el resultado de su anterior misión no podría catalogarse mas que como "fracaso". No mató a Inverse, sino que además fue capturado y convencido por los Ryuzoku. No había excusas. Solo una pregunta. ¿Qué hacia Trieze con mafiosos?
- Aún recuerdo cuando eran los buenos tiempos. Tu y tus compañeros no descansaban hasta cumplir con las misiones, hacer el papeleo y obtener una felicitación de parte de sus superiores. Supongo que las cosas cambian. ¿Verdad Heero?
Según los reportes de Ottom, quien había sido designado para transferir el Gundam 01 de Londres a Chicago y vigilar las acciones de Yui. Este fue vencido por los dos pelirrojos. Himura, según los datos del Jupongatana; e Inverse, de los Ryuzoku. El que Yui fallara era nuevo, fuera de la costumbre. Pero el que estuviera en ese lugar después de haber pasado la tarde en la base enemigo era una leve preocupación para Trieze.
- Dime. ¿Por qué estas aquí? En teoría, después de las misiones podrías retirarte de Oz.
- Lo sé. Sin embargo he encontrado cosas, de las cuales tenía que hablar contigo. – Dijo Heero, dejando de lado la vergüenza del fracaso. La intriga que sentía por lo que encontró en ese cuarto del castillo y la información que los Ryuzoku le confiaron lo tenía dudoso. – Quiero preguntarte algunas cosas Trieze.
"Ya sé lo que quieres" pensó el joven líder de OZ. Si se enfocaba un poco, podría apreciar la duda que expiraba su aura. Como, no estaba seguro, solo sabía que lo sentía.
Asintiendo, le dio permiso a Heero de continuar.
- Quiero saber la razón por la cual están los diseños de los Mobile Dolls de White Fang en manos de mafiosos como los Mazoku. Porque hay dos nuevos Gundam que estaban programados para que Trowa y yo fuéramos los pilotos. Porque el Epyon esta aquí.
Trieze reflexionó un momento, recordando las veces que había observado esa intensidad en sus ojos. Habían sido pocas veces de hecho, pero sabía que no debía pasar por alto esos momentos. Ahora, las cosas que le pedía, eran demasiado confidenciales y peligrosas para él. Pero si pudiera manejar las cosas, envolviendo la verdad de una forma adecuada, podría contar con la ayuda de Yui a lo largo de todo el camino en la búsqueda del poder. Si, debía hacer eso.
- Lo que me pides, Heero, debo decirte que es mejor que no lo sepas. Pero Oz te debe mucho, por los servicios que nos has dado por tanto tiempo. – Pausó, viendo la mejor forma de manejar las palabras. – Aquí te va.
"En estos momentos Oz se encuentra en un estado deplorable. Es mucho pero que el que tuvimos después de la batalla con Mariemeia. Los recursos de la Realeza para levantar a Oz de nuevo no son suficientes, por lo que no hemos visto ha hacer lo que siempre hemos hecho, que es buscar recursos por nuestra parte."
"Los Mobile Dolls, son una mercancía muy codiciada por muchas personas de este planeta. Gobiernos emergentes y rebeldes. Negociándolos, no solo podemos tener ingresos, sino también oponentes dignos de confrontar, lo que llevará a Oz a una nueva gloria. Los Mazoku y el Jupongatana son organizaciones que han acordado apoyarnos económicamente para lograr nuestras futuras metas."
"En una gran pena lo que hemos tenido que sacrificar para llegar a este punto, sin embargo cada uno de esos servirá para el bien, no solo de Oz, sino de Inglaterra y el mundo."
Heero observó como una sonrisa ambiciosa, levemente cubrió su cara. No duró mas de medio segundo, pero fue suficiente como para ver que algo en Trieze había cambiado. Era algo que no podía identificar ahora. Pero su instinto le decía eso.
- ¿Qué hay de los nuevos Gundam? ¿Qué hacía colmillo blanco con mis datos de batalla?
- Queenze estaba a cargo de su desarrollo, junto con los 5 científicos. Al traicionar a Oz, se llevó esos datos, tal vez con la esperanza de embaucarte a ti también, para unirte a ellos. Afortunadamente no fue así ¿verdad?
- ¿Cómo es que los tienes tú? La base quedó completamente desecha cuando el reactor fue destruido. – "Y Duo sacrificó su vida" quiso agregar. El recuerdo estaba tan fresco en su memoria, y su muerte le era más dolorosa que la de Zech. Duo había sido como su "hermano menor".
- Las operaciones de salvataje encontraron esos datos guardados en una caja fuerte a prueba de explosiones de ese tipo, Heero. ¿Por qué haces esas preguntas? ¿Acaso crees que Colmillo Blanco y Oz trabajaban juntos?
- Es interesante que lo digas Trieze. ¿Es verdad? ¿Queenze realmente estaba separado de ti?
- ¿Qué pasa Heero? En otros tiempos no dudabas de las ordenes que tus superiores te daban. Por lo general obedecías sin pensar. ¿Acaso los Ryuzoku te han puesto en nuestra contra?
- Al menos ellos me informaron de tu ubicación, y las amistades que tienes en estos momentos. Si mal no recuerdo, tu decías que "Callar, es una forma de mentir."
Trieze calló. Eso era cierto. Dejó que el silencio moviera a Heero a una nueva pregunta. Sintiendo la duda dentro de su otrora "Soldó más fiable" Trieze trató de pensar como lo manipularía para que siguiera siendo fiel a él. Sin embargo, faltaba una pregunta muy complicada.
- ¿Que hace el diseño del Epyon contigo?
El Epyon. Posiblemente la única cosa que despertaba pesadillas en Heero. Su Némesis. Aquel que destrozó a todos y cada uno de los Gundam en la batalla de Mariemeia. Que solo un Heero al borde de la locura pudo detener arriesgando su vida.
Dicen que la verdad es más convincente que una buena mentira. Y si lleva las cosas bien...
- Eso es fácil, Heero. Yo diseñé al Epyon.
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- Desde hace mucho tiempo he deseado conocerte en persona Lina. – Dijo Dynast, acercándose lentamente desde la puerta hacia Reena. – Oh, vamos Lina-san, estas muy lejos de hacerme daño, por lo que no tengo la necesidad de lastimarte.
El comentario final se debió a que Reena se había colocado en una posición de ataque, agarrando la barra de oliharcón. Dynast realizó un ademán con la mano derecha, y la barra salió volando unos cuantos metros a la derecha de ella. Y eso no era todo. Reena se encontró con que estaba paralizada.
- Veamos. Lina Inverse. La "matadragones", La "asesina de bandidos", La "dramata", "¡huyan, huyan! ¡Es Lina Inverse!, Lina "La Rosa" Inverse. – La cara de picardía de Dynast se hizo visible al sentir la ola de enojo de parte de la pelirroja. Hacia mucho que no sentía esa energía negativa.
- ¿Sabes? Voy a contarte un secreto Inverse. Mis finados "hermanos" habrían muerto antes de aceptarlo, pero desde que naciste, la primera vez, todos estábamos ansiosos por ver tu desarrollo. Cuando la energía de Cephied se aglomeró en tu hermana, y supimos que ella sería "El caballero de Cephied", y la energía de la oscuridad se juntó a tu alrededor en tu nacimiento. Pensamos que un "Caballero de Shabraniugudú" es lo que serías en el futuro. Mas, cuando tu afinidad con la magia negra te permitió dominar los hechizos más poderosos con facilidad. Cada uno de los Dark Lord nos sentíamos extasiados cada vez que invocabas nuestro poder. Y la vez que soltaste un Drag Slave, fue para nosotros la confirmación que un nuevo Lei Magnus poseería una de las partes de nuestro Amo y Señor.
"Sin embargo, cuando te enfrentaste a Rezzo y la parte de Shabi encerrada en sus ojos; nuestras esperanzas cayeron. Mas, al haber invocado el poder le LON para destruir a esa parte. O a Sanafer, en vez de utilizar su poder para hacerte mas fuerte."
El tono que adoptó Dynast fue un poco más serio y sombrío. Reena solo podía observar, paralizada del cuello hacia abajo por el poder mental de Dynast.
- Después, de nuevo, con el poder de LON partiste a Gaarv en dos. Nunca nos agradó del todo ese sujeto, pero era uno de nosotros depuse de todo. Te imaginaras nuestra indignación y sorpresa cuando invocaste a L-sama misma a este planeta, solo para que destruyera a Fibrizzio. Y te mostraste, ya no un agente de la luz o la oscuridad, sino como la enviada del Lord Of the Nightmares al cumplir la profecía de Cephied y destruir a la Dark Star.
"Después mataste a Zellas, dando tu vida a cambio. Y de nuevo, criada por ese Dragón Antiguo y docta en magia negra y arcana, todo para destruir a la parte más grande le Shabranigudú en la segunda Kouma. Dolphin perdió la esperanza en ti, y la muy loca se suicidó para traer a Caotic Blue. Y de nuevo, serviste del lado de los Ryuzoku al entregarte al Seriyushin para detener a ese demonio.
"Sin embargo, yo, nunca, nunca perdí las esperanzas. En cada una de tus vidas te mostrabas más poderosas que en las anteriores. Lista para albergar un poder mas allá de lo antes visto. Un poder que solo L-sama puede dar a aquellos que cumplen sus deseos. Y es por eso que estoy aquí, mi querida Lina.
Dynast en estos momentos había caminado alrededor de ella, disfrutando de la tristeza que desataban cada uno de esos tormentosos recuerdos para la pelirroja. Ahora estaba, majestuosamente frente a ella. Reena no era capaz de apartar su mirada de los ojos fríos del Rey Supremo.
"Quiero darte la oportunidad de tomar en tus manos el destino que siempre has tenido. Junto con sus consecuencias."
Brevemente Reena dejó de resistirse y prestó atención a esas palabras. ¿Consecuencias?
- Recuerda a todos los que has perdido, por cumplir tu destino. Tu rubio espadachín devorado por los lobos de Zellas. Tu dulce quimera vaporizada por las manos de la Ju-oh. O tu padre, ese Dragón antiguo, desatando todo su poder para que continuaras con tu búsqueda. O Tu valiente herrero, sacrificándose para que siguieras adelante y cumplieras tu propósito. O, que tal, tu protector chino. Aquel que pereció desmembrado en el remolino de Dolphin, para que pudieras entregarte al gran Seriyushin.
Eso era cierto. Reena recordaba en base de imágenes, sentimientos y sonidos cada una de sus muertes. Cada una doliéndole mas que la anterior. Estaba consiente de que Dynast solo hacia eso para absorber esa energía, para alimentarse. Pero, de forma casi inconsciente ella sabia que, su cuerpo también lo estaba absorbiendo. Sin embargo el dolor era demasiado. Como una paliza constante, sin poder llegar a la inconciencia. Dynast tenía razón. Cada destino que ella cumplía, representaba el sacrificio de todos aquellos a los que conocía y amaba.
Recordar que en esta vida también los tenía la atemorizó por completo.
- Sabes a lo que me refiero. – Dynast percibió la tremenda ola de temor de ella. Recordando los informes de inteligencia que había reunido de Reena las últimas semanas... - ¿Piensas, cumplir tu destino de nuevo para que el pobre Zel muera de nuevo protegiéndote? O mejor aún...¿Piensas sacrificar la vida de tu querida Sylphiel en pro de tu propósito?
Los ojos de Reena empezaron a humedecerse. Ambos, Zel y Sylphiel eran felizmente ignorantes de todo el sufrimiento que habían tenido anteriormente. Ella los apreciaba, los amaba en distinta forma. La imagen de sus muertes pasó una y otra vez por su cabeza. No quería que eso pasara, no lo quería.
- Solo te ofrezco esto Reena. – Dynast tomó con sus manos el rostro de ella. Obligando a esos ojos rojos llorosos mirarlo directamente. – tienes la posibilidad de cambiar tu destino. De evitar de nuevo el dolor y la perdida de todos los que amas. Ven con nosotros. Usa el poder a tu antojo. ¡Sálvalos!
La piel de Dynast quemaba. Era un dolor intenso, profundo. No tanto físico, sino más bien una clase de angustia mental. Lo interesante es que Reena lo aceptaba. No gritaba como normalmente haría en situaciones como esas, sino que de alguna forma lo aceptaba. Como si de alguna forma ese dolor fuera algo agradable para su alma...
- Evita sus muertes. Únete a nosotros. – Dynast acercaba su cara lentamente. Las lagrimas empezaban a resbalar por la blanca piel de la joven. Haciéndola más... ¿deseable? Dynast había probado muchas emociones negativas, pero ninguna tenía la misma energía que la que ella desprendía. Poder, poder comparable al de... - Solo acéptanos.
Dynast recorrió sus mejillas y su frente con la nariz, inhalando un poco mas la excitante fragancia de la angustia y el dolor. Era tan deseable.
El Beso fue candente en la boca de Reena. Como labios de hierro al rojo tratando de hervirlos lentamente. Dolor a su más pura expresión. La sensación de dominio iba con cada movimiento de su boca y lengua. Dynast bebía mas y más de esas deliciosas emociones, en lo que Reena se encontró absorbiendo también su propio dolor y angustia. No sabía como, pero sentía el poder que iba con todas esa energía negativa. La disfrutaba, la percibía en toda su expresión. De pronto se encontró con que deseaba mas de ella.
La empezó a codiciar.
Dynast rompió el beso, extasiado por toda esa energía. Solo un poco mas, un poco más.
- Ven con nosotros...Juushinkan. – Susurró en el oído de Reena.
Juushinkan. Juushinkan. Juushinkan. El nombre. Ese nombre. Ese maldito nombre. Ese nombre inundó la cabeza de Reena. Varias voces lo cantaban. Algunos con respeto, otros con temor. Unos cuantos con deseo y lujuria.
Juushinkan.
Kommen Sie zu mir Jushinkan. Recordó EL.
La ola de recuerdos ajenos se desató por primera vez.
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La técnica Battou permite desenvainar alta velocidad una espada. Por si misma la técnica es virtualmente imparable y, aún cuando logra ser evadida, puede llegar a convertirse en una técnica de doble golpe.
Siempre y cuando el que la ejecuta este claro de mente.
Battousai en esos momentos, era lo que le faltaba.
Un chico estaba parado frente de él. Sujetando con ambas manos la espada que Shishio había arrojado por la puerta. Ese chico había evitado que el pequeño asesino lograra separar la cabeza de la momia andante.
- Oh, Soujiro. Llegaste justo a tiempo. – dijo Shishio sin tomarse la molestia de girar la cabeza para ver. – Te lo encargo. Hay unos compromisos que debo atender en estos momentos.
- No hay problemas Shishio-san. ¿Quiere que lo elimine?
- Solo diviértete. Y que pase lo que tenga que pasar. – Shishio desapareció en las sombras del corredor.
Battousai no podía creerlo. Toda esa conversación se hizo de forma tan normal, que se sintió ofendido. Acaso Shishio pensaba que un estudiante de prepa iba a detenerlo?
El tal Soujiro sonrió, cerrando los ojos. Desenvainó la espada y la estudió.
- Vaya, jamás creí que utilizaría la espada de Shishio-san. Himura-san, créame que es un honor para mi cruzar mi espada con la suya. H escuchado mucho de usted.
¿Eso es verdadero entusiasmo o una actitud falsa? El tal Soujiro se refirió a él como si fuera un artista o algo así. ¿Quién es ese tal Soujiro?
Battousai observó a aquel chico. Apenas era mas alto que el. No mas de 1.65 metros. Lucia bastante delgado, cabello oscuro en un corte que le recordaba a Shinomori. Ojos cafés, por lo que podía ver. Y estaba vestido en un uniforme de preparatoria. Enteramente azul oscuro, chaqueta totalmente cerrada y de botones dorados. El típico estudiante, simple y llanamente.
- Escúchame chiquillo. Si no quieres morir, apártate de inmediato. – Todo el odio y la personalidad atemorizante de Battousai se concentró en esa advertencia. Por su parte, solo pasaría sobre el chamaco, pero podía sentir a su otro yo detenerlo con su voluntad siempre presente. Detestaba eso, lo odiaba, pero se veían obligados a compartir ese cuerpo. Kenshin, después de tanto tiempo, empezaba a controlar a Battouasi.
Donde la voz fría y llena de odio del asesino pelirrojo ahuyentaría hasta un trailero pendenciero. Soujiro, solamente sonrió.
- Lamento tener que decirle esto, Himura-san, pero Shishio-san me ordenó detenerlo. Y las ordenes de Shishio-san no se deben de desobedecer. No se preocupe, estoy seguro que ambos disfrutaremos el combate.
Así que lo disfrutarás. Battousai se permitió sonreír un poco. Ese chiquillo estará muerto en menos de 10 segundos. Colocándose en la postura adecuada, Battousai esperó unos cuantos segundos mientras concentraba su Ki en el siguiente golpe. Avanzó.
El Shin So Ku lo llevó en décimas de segundo a cubrir los pocos metros que lo separaban de él. Realizaría una técnica Battou, solo que sería una especial. A un paso antes de llegar con Soujiro, Battousai giró 360° a la derecha. En el medio giro empezó a desenvainar la espada y terminó el golpe de abajo hacia arriba, justo a la altura del cuello del oponente.
- ¡Ryu Kan Sen! – Gritó el asesino. Solo para darse cuenta que...había golpeado el aire.
¡Atrás! Le dijo la voz siemrpe vigilante de su conciencia.
Battousai no alcanzó a reaccionar a tiempo. Un tremendo golpe en su espalda lo hizo volar unos cuantos metros. Detrás de él Soujiro sostenía la espada, sonriendo alegre como siempre a si primer ataque efectivo.
- Veo que los rumores de su abrigo eran cierto. Es un Kelvar de muy buena calidad. Por lo general suelo cortar un torso muy fácilmente.
Battousai tosió cuando sus pulmones terminaron de llenarse de aire. Nunca, nunca en toda su vida de Hitokiri lo habían golpeado de esa forma. De forma sorpresiva, en la espalda, y desde un ataque frontal.
'¿Qué fue lo que paso?' Preguntó Battousai a Kenshin. 'No percibí cuando se quitó?
Yo tampoco. No hubo cambios en su Ki en el ataque. Kenshin seguía la batalla. Sintiendo lo que Battousai sentía, pero de cierta forma sin capacidad de interferir. Como si estuviera un paso atrás de las acciones.
'Creo que intentaré otra forma de atacar.' Battousai se puso de pie, ignorando el hecho que por poco le parten las costillas traseras y se colocó en posición de un Gatotsu. Iría directamente contra ese muchacho. De esa forma vería si saltaba, giraba o algo por el estilo. Avanzó.
Usando el peso extra del abrigo, la técnica de carga como el Gatotsu es mucho mas efectiva. Soujiro ni siquiera dio las muestras de apartarse. Cuando Battousai soltó la estocada, su oponente desvió la estocada con la espada, y antes de que pudiera girarla para un corte, Soujiro le había soltado un golpe directo a la mandíbula que lo desconcertó. El ataque finalizó con una patada lateral que arrojó de nuevo al pelirrojo untar de metros hacia atrás.
- ¿Sabe una cosa, Himura-san? He visto muchos de sus combates, y realmente me entusiasma la oportunidad de pelear. Shishio-san me ha estado enseñando muy bien. ¿Qué le parece si luchamos en serio? Solo por diversión...
¿Diversión? Battousai escupió un poco de sangre y reflexionó sobre la fuerza en las piernas del muchacho. Debía ser tremenda, posiblemente superior a la de Aoshi. Eso explicaría la velocidad que debe tener para aparecer de esa forma a su espalda. Ahora, si ni siquiera el inútil de Kenshin pudo ayudarle a saber por donde aparecería. Esto no pintaba bien. Tendía que reconocerlo. Soujiro no era una persona común.
Pero...el es Battousai ¿no?. Así que...
Battousai se arrojó de nuevo, espada desenvainada y soltó una serie de golpes consecutivos a distintas partes del cuerpo. Ryu Sou Sen. Aquel que ni Shougo logó detener por completo.
Las manos del chico desaparecieron en el movimiento. Cada golpe, bloqueado de forma efectiva, y siempre con esa sonrisa en el rostro, evitando leer su mente. Para el estilo Hiten Mitsurugi Ryu, era una parte vital de a batalla.
Soujiro adelantó un pié, y respondió con una serie de ataques consecutivos parecidos a los e Battousai. Solo que más rápidos. Cada uno de ellos entró en contacto con el abrigo antes de que Battousai pudiera bloquearlos. Su velocidad era superior. Mucho mas grande de la que había visto antes. Y eso lo empezó a preocupar.
Soujiro retrocedió unos pasos para observar el producto de su ataque. El asesino no estaba herido. Solo tremendamente golpeado. El abrigo había absorbido todos los cortes, al precio de quedar al descubierto el kelvar y las placas de metal. Los ojos destilaban odio, y sorpresa.
No entiendo. No logro percibir ningún cambio. Su expresión no me revela nada. Kenshin también estaba sorprendido. Leer sus movimientos era como tratar de leer una hoja en blanco. Nunca había visto algo así. Creo que deberíamos desistir por el momento. Hasta saber mas de él.
'¡Baka! Sabes que no es necesario. Yo puedo derrotarlo.' Battousai le dijo con desprecio a su conciencia. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que peleó sin la influencia de Kenshin. En esa ocasión, después de la muerte de esa mujer, en la que ni siquiera Shishio pudo detenerlo. 'Si me dejas pelear. Lo destrozaré.'
Kenshin dudó. Sabía a lo que refería. Quizás estaba a un paso atrás de él, en el cuerpo. Quizás no tenía el control de él en todo momento. Pero estaba demostrado que era capaz de controlar un poco los impulsos asesinos de Battousai en determinado momento y evitar que fuera cruel innecesariamente. Sabía que si lo desataba, este sería invencible. Incluso alguien como Soujiro no sería capaz de detenerlo.
Trata de detener a un demonio. Es imposible.
Pero si lo hacía. Tal vez no podría recuperar el control de nuevo. Y ese jardín que aún existía dentro de su alma se vería consumido por los impulsos asesino. La sangre cubriría el verde césped. Sus recuerdos serían destajados por completo.
Pero de nada le servirían esos recuerdos si lo mataban.
¿Qué es lo que quieres?
'¿Para que haces preguntas, cuya respuesta ya conoces? Sabes que es verdad. Deja de interferir en mi combate, y venceré a este chiquillo.'
Vivir. Si moría, sus recuerdos desaparecerían.
De acuerdo. Pero espero que estés consiente, que regresaré cuando esto termine.
Battousai vio como Kenshin desaparecía a través de una pared. Después sintió el control total de su cuerpo.
' Jamás me controlarás de nuevo.'
Soujiro vio como el asesino cerró los ojos después del ataque, y parecía estar haciendo una clase de deliberación interna. Percibió un cambio de Ki monumental alrededor de Battousai. Era enorme, de alguna forma desatado, y destilando una clase impresionante de maldad.
Battousai abrió los ojos, y estos jamás estuvieron tan dorados.
- Prepárate a morir. – Advirtió a Soujiro con una sonrisa de oreja a oreja.
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El Epyon fue creado directamente para un duelo. Una batalla entre dos personas, eliminando las armas de largo alcance para un encuentro cercano mas adecuado, en donde la habilidad del piloto en conjunto con sus ideales libre la batalla perfecta, sin dudas. En un estado perfecto de confrontación.
Trieze explicaba esas características, y de cómo Mariemeia había usurpado ese diseño, adaptándolo para ser imparable. No quería decir que el Epyon Original no lo fuera. Pero dotándolo de otros recursos y una clase de inteligencia artificial llamada Sistema Zero corrompió el propósito de Trieze, provocando la masacre de la que Heero aún no se reponía.
Ni nunca lo haría.
Esa información, tal vez no representaría nada. Pero la historia que Trieze le estaba contando, depuse de que Heero le exigió la verdad de Oz, estaba confundiendo por completo su cabeza.
Oz no solo defendía a la tierra, a Londres. Oz, en determinado momento "Creaba" las amenazas.
Asi fue como originalmente, ese grupo de científicos locos, creadores del Gundamio, para ganar mas recursos, vendieron a los Chinos muestras de ese material col el cual destruyeron una base secreta Inglesa en una de las islas orientales. O después, al haber creado el primer Mobile Armor, Leo, vendieron los primeros prototipos a los terroristas del Medio Oriente, los cuales casi frustran la operación "Tormenta del Desierto" si no fuera por el primer despliegue de Leos.
Eso no era todo. Trieze llevó las cosas más allá. Fingiendo traiciones, orquestando actos terroristas, todos ellos con el fin y el propósito de aumentar el control de Oz. Legal o ilegalmente. Y en medio de eso, los sacrificios. Esos valientes soldados que se han sacrificado para obtener el bienestar mayor. Trieze, incluso vertió lágrimas al recordar a ellos.
En cualquier momento, Heero deseaba jalar el gatillo de su arma directo a la cabeza de Trieze, pero sentía como su voluntad era minada poco a poco. Las palabras no eran importantes. Porque incluso el significado se perdía. Pero la voz, el tono.
Nunca antes Trieze habló de esa forma. De alguna forma, casi seductora para la voluntad de él. Durante varios momentos se convenció de todas esas cosas. En especial referente a los sacrificios y el bien superior.
- Cada DIA me levanto por las mañanas y recuerdo a cada uno de esos valientes soldados, que dan sus valiosas vidas para una causa mayor que la vida misma. Se que así lo ves Heero. Sabes el dolor de perder a compañeros entrañables en una batalla. Pero también se que estas convencido de que sus almas alcanzan un lugar mucho mas honroso en el otro mundo que la mayoría de las personas.
"Sin embargo, estamos cerca de una recompensa a todos los esfuerzos y sacrificios de todos ellos. L poder que estamos próximos a recibir es mayor a cualquiera que pudimos haber imaginado antes. Lo entiendes. Con el Jupongatana y los Mazoku, alcanzaremos una gloria mayor a cualquiera que pudimos aspirar antes."
Trieze pausó y estudió a Heero. No sabía como, pero hasta a él mismo le emocionó su discurso. Discretamente se secó una lagrima pequeña que empezaba a escurrírsele de la mejilla. Solo un empuje mas, y lo tendría en la palma de su mano.
Dentro de la cabeza de Heero, una clase de tornado emocional de dudas y realidad zarandeaba su mente de un lado a otro. Las palabras de Trieze lo tenían confundido. ¿Cuándo adquirió esa capacidad tan manipulativa? Si dejaba de pensar...¿o era cierto todo lo que decía?...¿o en verdad?
- Heero, dentro de poco todo culminará. Cuando los astros se alineen tendremos todo el poder que jamás pudimos haber deseado. Ven con nosotros. Participa de este poder. Toma el lugar que alguna vez Zech ocupó a mi lado. Haz que el sacrificio de tus camaradas de armas valga para eso. Para un bien mayor. Para aumentar nuestro poder.
¿Ocupar el lugar de Zech? ¿Tener poder? ¿Estar al lado de Trieze? Eran cosas bastante atractivas. Y la forma de hablar. La voz. Si se es permitido decirlo, Heero estuvo apunto de aceptar, y vender su alma al Diablo. Pero...
Quatre, el Sandrock, fue el primero en ser atacado por el Epyon en aquella batalla. La armadura hecha pedazos, las constantes vitales del rubio descendiendo debido a la presión con la que tuvo que verse obligado a pelear. Finalmente, estaba apunto de detonarse para, al menos, causar un daño al Gundam Rojo. Duo evitó eso solo para ser masacrado por el Epyon. Heero tuvo que practicarle RCP para evitar que muriera. Trowa tratando de ganar tiempo soltando todo su arsenal contra las hordas de Searpent Custom lideradas por ese demonio. Wufei, luchando como nunca antes, atacando las bases y recibiendo daños por mísiles pesados. La locura de la guerra, el sacrificio de todos ellos. Y después, la muerte en manos de ellos mismos.
Ese era su sacrificio. A eso había llegado. ¿Para que? ¿Para ganar poder? ¿Eso valían sus vidas?
En los ojos de Trieze encontró ambición. Eso representaba cada guerra. Ahora lo veía claramente. Antes, Trieze se cuidaba de manifestar esos sentimientos. Siempre lo hacía "por el bien de Inglaterra". Pero ahora, solo era eso. Poder.
Eso era su sacrificio. Solo eso.
Heero reflexionó pensando en lo que acababa de escuchar. Tanta muerte. Tantos amigos perdidos solo por la astuta ambición de Trieze. Con cara decidida levantó de nuevo el arma, apuntando directamente a la cabeza de Trieze.
- Púdrete Trieze. – Dijo mientras accionaba el gatillo.
La detonación de "Luchita" se escuchó mas allá de la estancia.
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Juushinkan.
Levantó los ojos, y se encontró arrodillado frente a una mujer algo pequeña. Voluptuosa y vestida de escasas sedas. Con una copa de vino en la mano y un cigarrillo en una boquilla en la otra. "Juushinkan" lo llamaba, con dominio sensual.
Juushinkan.
Un hombre vestido de harapos abría los ojos desmesuradamente mientras su mano se introducía poco a poco en su abdomen. Disfrutando d ese dolor, de esa agonía. Con la satisfacción de un trabajo bien hecho.
Juushinkan.
Volaba por los aires con cientos de lagartijas voladoras detrás de él. Cada una gritando su nombre con furia y deseos de matarlo. Eso era normal, era una guerra. Pero sabía que no tenían ninguna oportunidad contra él. Giró para enfrentarlas y extendió su dedo índice derecho. Concentrando tan solo una parte de su poder, una pequeña esfera de energía se formó en la punta de su dedo. Una explosión cataclísmica reventó los cuerpos de esos dragones en segundos. Alegre voló a través de la explosión para seguir con su trabajo.
Juushinkan.
Un ser monstruoso le extendía 4 piedras, como recompensa en la guerra que lo llevó a su resurrección. A pesar del dominio que ejercía sobre él, aceptaba con honor esas piedras, que lo ayudarían a cumplir su propósito como su humilde sirviente. Se arrodilló una vez mas ante Rubi Eye, colocando esas piedras en su cuello, muñecas y cintura. Sintiendo ese poder en cada oleada de energía.
Juushinkan.
Un grupo de personajes a los que había llegado a apreciar lo acompañaban en el camino a una misión mas grande que sus vidas. Fastidiando a la quimera, molestando a la lagartija, compitiendo con la pelirroja, huyendo de la loca princesa y adaptándose al rubio. Descubrió que en su vida, había mas que solo servir a un ser superior. Que tenía un destino aparte.
Juushinkan.
Besó a la rubia dragona por última vez. Sonriendo de forma tierna como pocas veces desde que la conoció. Comprendiendo el equilibrio que debía haber. Sabiendo que no sería destino de ellos hacerlo, sino de una persona que estaba apunto de morir. Colocándose detrás de la enana pelirroja, compartiendo su poder y su alma, cumplió su destino a cabalidad. "Estoy contigo Lina" Y lo estaba.
Juushinkan.
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Dynast absorbía ávidamente ese poder, esas energías nacidas de la desesperación y el dolor de una conciencia y mente frágil. Solo necesitaba empujarla un poco mas. Un poquito mas.
Jamás sintió esa elevada de poder.
Un viento que afectó no solo el plano físico lo aventó hacia la pared mas lejana. Reena, en un movimiento había desatado un viento tan fuerte, que lo empujo contra la roca del castillo y obligó a su cuerpo a encajare en ella. La roca cedió provocando un gran dolor físico al "joven" demonio.
Dynast aún trataba de definir de donde había provenido esa energía cuando vio a su presa.
Reena flotaba a varios centímetros del suelo, su cabello flotando debido a un viento de ninguna parte. Sus ojos estaban cerrados, pero el poder que destilaba era superior a cualquiera que en esta vida había generado.
Dynast sitió algo conocido emerger de ella.
Es ist genug!. Sie änderten nicht mein Schicksal. {Basta. No cambiaras mi destino.}
Las palabras resonaban en la mente de Dynast. Estaba hablando. ¡No esta muerto!
Es ist zu meinem Schutz. Ich zerstöre zu Ihnen, bevor Sie es beschädigen können. {Ella esta a mi protección. Te destruiré antes de que puedas dañarla.}
Dynast observó el despliegue de poder. De la base de los pies de la pelirroja, una clase de polvo negro empezó a surgir de la nada. Ascendía a su alrededor, como un ligero y débil torbellino, mientras su cuerpo desprendía una clase de aura roja. Entonces el cuarto empezó a temblar levemente, las pequeñas piedras cercanas a Dynast se movían por la vibración. Un despliegue de poder impresionante empezaba.
Atrás de ella algo mas pasaba. Parte del "polvo" negro fluía en dirección a la cápsula de Shabi. El Dark Lord pudo observar algo increíble...los ojos del monstruo encerrado empezaban a fisurarse. Como las fisuras de pintura sobre una fuente de luz. Pequeñas grietas luminosas se originaban en el ser, aumentando su tamaño, su resplandor. Invocando la vida.
Reena tenía los ojos cerrados, pero alzó los brazos y los colocó perpendiculares a su cuerpo, en dirección a Dynast. Entonces abrió los ojos.
Y las pupilas de ella se alargaban, como las de un gato.
"Se manifiesta. En verdad se manifiesta." Pensó Dynast mientras sentía de nuevo la ola de poder aumentar de ella.
Al fondo, los ojos se descubrieron totalmente, para ser una gema roja que resplandecía. Pequeños espasmos musculares movían los dedos mientras el fluido nutriente de la cápsula empezaba a burbujear. La energía que "hurtaba" le permitía tomar poca conciencia de lo que pasaba.
Dynast se rebatía en que poner atención. Los ojos de Reena se aclararon un poco, empezando a tener un tenue color a amatista, mezclado con el rubí natural. Las pupilas eran totalmente alargadas y su expresión neutra mientras un torbellino negro la cubría totalmente. El aura roja de su cuerpo se concentraba en sus manos. La ola de poder dejó de sentirse alrededor de ella, para enfocarse en un punto. Sus manos.
En la cúpula, el ser movió por completo sus manos y las apoyó en el cristal grueso. Trataba de salir. Nada podía contenerlo. El flujo de poder era mas grande a la vez que la pelirroja concentraba mas y mas energía en sus manos. Las garras de sus manos hacían más presión, empezando a estrellar el vidrio. Tenía que salir, debía salir.
Dynast dejó de prestar atención a Reena, sus ojos totalmente absortos en lo que sucedía en la cápsula. Ahora Shabi dejaba de absorber energia del aura negra de Reena, para manifestar su propio poder. El aura tragaba la luz a su alrededor, manifestándose como una sombra negra, la escencia misma del poder Mazoku.
Reena gritó, sonando mas como otra persona. Su grito, lanzado en un plano mental en vez del físico. Dynast reaccionó a tiempo para ver como la esfera roja, rodeada de "Luz negra" avanzaba dispuesto a regresarlo al mar del Caos. Sin embargo la satisfacción de ver a su Amo resucitar, que aún había esperanzas para cumplir la profecía sin la necesidad de los humanos era lo suficientemente buena, para soportar lo que tenía que hacer en ese momento.
La esfera de energía explotó desintegrando la pared. La explosión fue mas fuerte en el plano Astral, pero los estragos en el plano físico fueron los suficientes para provocar un daño severo en el recinto.
El líquido nutriente dejó de burbujear, mientras el ser regresaba a su modo anterior, esperando el momento de regresar por entero a este mundo. Y sus ojos eran un par de gemas preciosas.
Un par de ojos color Rubí.
Reena descendió lentamente, cuando sus pies tocaron el suelo, sus piernas no tuvieron la fuerza de sostener su cuerpo y cayó de rodillas. Las manos adelante buscando mas soporte y, aún así, su frente tocó el suelo debido a la fatiga que sentía.
¿Por qué estaba tan cansada? Su pecho le ardía, como cuando haces mucho ejercicio sin descanso y el corazón funciona a mil por hora. Sus pulmones parecían no llenarse de aire y la respiración era demasiado errática. ¿Dónde está Dynast? ¿Y que rayos hacía en el piso? Solo recordaba ese asqueroso beso, y el dolor que le trajo. Pero ¿dónde estaba?
El sonido de una grúa hidráulica la obligó a mirar a su espalda. La cápsula descendía, metiéndose en el suelo, probablemente a otro nivel, alejando de su mirada a esa cosa monstruosa. Una preocupación menos, recordando que el disco con la información vital de la computadora aún estaba guardado.
La cápsula tardó 30 segundos en descender, los suficientes para que su respiración se calmara y tratara de enfocar su mente en lo que iba ha hacer. Sin embargo, su intuición le indicó que no estaba sola.
- ¿Cansada, pequeña Lina? – Ella conocía esa voz.
Reena buscó su origen, pero sus ojos le dijeron que estaba sola en la habitación. Aún así, alargó su mano y el bastón voló a su poder (por tercera vez) para brindarle apoyo y colocarse de pié.
Hubo un sonido difícil de describir. El desplazamiento súbito del aire cuando un cuerpo surge de la nada. A un par de metros alejada de ella y elevada del suelo, una mujer alta de cabello azul la saludó, blandiendo una enorme espada hecha de un metal extraño.
- ¿Crees que podríamos jugar una vez mas?
"La mujer Ninja." Pensó Reena. Sherra. Habló una voz en su mente.
Reena empezó a preocuparse en serio.
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Kenshin ha sido dominado por el Battousai.
Heero le ha disparado a Tireze.
Reena ha conocido un poder superior y su batalla apenas comienza.
Los resultados, decidirán el rumbo de la historia.
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N.A. Un }Mazoku, para los que no sepan, se alimenta de las emociones negativas de los seres con alma (creo) Esto es la furia, la tristeza, dolor y desesperación. Es por eso que Dynast Gozaba con el sufrimiento de Reena pero también Reena y los otros. Si prestan atebnción se daán cuenta de que estoy haciendo.
Shishio no huye de Battousai. De hecho en la serie Shishio se niega a pelear con Kenshin en Shingetsu (Blankis y Anita-sensei, corríjanme) dejando a Sou-chan luchando. Pero ojo. Sou se enfrentó a Kenshin, no a Battousai. Asi que lo que viene es mi idea. Y será una masacre, por cierto.
Reena, si se dan cuenta, tiene a alguien habitando dentro de ella. Creo que es obvio, pero en el cap 6 aclararé mas esto. Por cierto, esta es su mas poderosa reencarnación, lo que le permitirá hacer lo que está por venir.
Heero, no es que este confundido, sino que se supone que Trieze es demasiado manipulador. El discurso que le pudo haber echado lo omití, porque no se me ocurría como manejar las cosas. Pero no es el mismo Trieze de siempre, por lo que ahora tiene mas capacidad de manipulación. Y si, le disparó, y a la cabeza.
Cualquier duda mas, dejen un Reviewcito o manden un mailito.
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En el Proximo capitulo....
Soujiro se encuentra en desventaja luchando contre al Battousai desatado, por lo que se decide a rifársela el todo por el todo en un reto de Técnicas Battou. Heero confundido por la situación con Tireze decide acabar on todos, destruyendo la base si es necesario encontrando fuerte oposición de los guerdias. Reena se enfrenta a Sherra y se encuentra con un arma que le puede dar la victoria.
Todo esto y mas en "Tentaciones, segunda parte" el La Alianza.
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Comerciales.
En una sociedad elitista donde la juventud es la posesión y ventaja mas grande, Rita Brown tiene que empezar una nueva vida encontrándose con jóvenes como ella. Shinji, Heero y Rick se conocen con no muy buenos resultados.
No se pierdan "La cúpula 8" en La Colonia. (Tambien de Alphajack's Studios.)
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Ya se, ya se. Me tardé (y yo que usualmente critico a Raven178) Lo tuve que dividir porque estaba saliendo Kilométrico. Apenas a la mitas y ya con 13 pag de Word. Ademas necesitaba la agradable retroalimentación que un buen Review puede proporcionar. Pero no se preocupen, ya tengo todo estructurado, solo necesito encontrar tiempo...ya casi no tengo, este nuevo trabajo es una peste. No me quejo de la paga pero me absorbe demasiado tiempo. Pero me mantengo adelante.
Reviews.
Leidy. ¡Que bueno! Bienvenida al mundo de los vivos, Jajajaja. Y no, no es tanto que me ensañe con Reelena, solo que es demasiado complicado trabajar con tantos personajes. De Heero, aunque esta solito, no lo estará por mucho tiempo. Tendrá ayuda. (Le entre líneas de Soldado 5) y de Reelena, tengo un par de proyectos para la relación sentimental de Heero, y no es precisamente con ella. Perdón, pero se que el resultado te va ha gustar. Si no, me dejo de llamar Jack.
Gaby(hyatt : Como siempre, mujer de pocas palabras. Se aprecia eso. Y, como vistes, no, la pelea entre esos dos esperará un pokillo. Pero si te prometo confrontamientos con muchos otros. Gracias por seguirme leyendo.
Shadir: Alli esta el cap. Y el otro espero no tardarme tanto. ¿Qué personita puede estar con ella? Si este cap no te lo contestó, espero que el otro si. ¿Cuál personita exactamente?
Kototimoon: Para las OVAs no me quise matar mucho, sobretodo porque no las he visto (je!). Los Mazoku si, estan demasiado debilitados. El plano astral es un caos, y mas o menos son lo que era Gaarv, Mazoku en cuerpos humanos. Pero eso no quita que puedan hacer una de cosas.... El tigre y el dragón también concuerdo que es espectacular. Esa película le ganó a "Amores Perros" en los oscares hace unos años, pero se lo merece. El final, yo creo que debemos aprender mas de la cultura China para poder entenderle, pero bueno, ya será otro dia. Si has tenido posibilidad de leer Ladrona, en especial el Cap. 5; la historia de las vidas de Reena, si, ha tenido verias y esta es, por así decirlo la mas importante de todas. Ya después veras porque..... Aquí está otra muestra. Reena también es de mis favoritas, razon para la cuel hago este fic. Espero puedas actualizar pronto "The last Winged Unicorn" porque ya mero te alcanzo.....Que te vaya bien.
Haré lo posible para no tardarme tanto. Si pueden héchenle un vistazo a La Colonia, en la seción de Anime Crossovers. Es un proyecto mas viejo que La Alianza y aún más grande (con lo que me gusta sufrir.....)
Frase: "...debo mantener la calma para conservar la cordura..........muy tarde." Atibuido al Gato con Botas en la celda donde estaba encerrado con un ogro y un burro vestidos de seda......
Sugerencia del dia: SPIDERMAN 2 (si no la han visto...........alla ustedes)
Este es un X-Cross. Slayers, Gundam Wing y Rurouni Kenshin no son mios. Cada quien tiene su propio dueño. Yo solo sueño e imagino para darle uso y satisfacción a mi mente torcida.
Referencias, Soldado 5, Ladrona 5 y en especial Asesino Cap. 1.
Patrocinado por: Posadas "Hinata". Cumpliendo las fantasias de los Nerd sin novia.
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{Aun puedo recordarlo...}
{Abrazaba el cuerpo de mi esposa en aquel cementerio. Ella había muerto por mi causa. Se sacrificó para que yo siguiera viviendo.}
{Shishio la mató en mi lugar.}
{Una espada atravesó su corazón, cuando debió ser el mío. Sin embargo aún pudo decirme unas palabras. "Kenshin, no seas así. No mates. Por favor nunca lo hagas."}
{La venganza era la única opción, pero sus palabras me ataron las manos. La lluvia empezó de forma copiosa y lo único que pode hacer era llorar, abrazando su cuerpo.}
{Unos pies chapotearon en el pasto empapado. Cuando giré la vista estaba allí. Vestido como yo, de negro. Y en muchos aspectos era yo, sin embargo tenía el aura de un asesino. Los ojos dorados destilaban maldad.}
{"Cuando te vas a convencer que esta muerta. No importa cuanto llores, no la regresarás a su vida." Su voz era como la de hoy, fría y despreciable. A cada momento parecía que se burlaba de mí.}
{"¿Qué quieres?" Pregunte, sin saber porque tengo que hacerle caso.}
{"Ayudarte, ¿Qué mas?" Dijo casi riendo. Avanzó un poco más, acercándose a nosotros. "Por eso estoy aquí. Para brindarte la posibilidad de una buena venganza."}
{No conteste. Pero no pude evitar escuchar.}
{"Déjame ayudarte. Permíteme llevar a cabo la venganza que no te atreves a hacer. Déjame llevar el peso de las muertes y evitar que te manches las manos de sangre. Para permitirte cumplir tu promesa y tu palabra. Déjame cazar a Shishio y matarlo. Por ti, por mí, por ella"}
{En ese momento creí que era lo correcto. Sonaba lógico. Que alguien más haga mi venganza y mantenerme limpio de sangre. No sería un asesino. Aún abrazaba a Tomoe, pero extendí mi mano para alcanzar mi espada. Lentamente se la di. El la tomó casi con cariño, casi excitándose por el simple hecho de tenerla en la mano. Sus ojos brillaban con mas fuerza.}
{De esa forma, me engañó. Llevó las muertes, sí. Pero la sangre de todas esas personas me reclamaba a mí. Cuando al fin lo entendí, me convertí en algo peor que un asesino. No me canso de pedirle perdón al alma de Tomoe.}
{Sin embargo, cuando haces tratos con el diablo...
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La Alianza.
Capitulo 4. "Tentaciones" (primera parte)
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...tienes que aprender a caminar sobre las llamas.}
Habían pasado casi 5 años desde la última vez que Shishio y Battousai se vieron las caras. Cuando el pelirrojo lo dejó quemándose, empapado de gasolina en aquella bodega. Shishio recordaba ese dolor casi a diario, cada vez que se cambiaba las vendas y observaba su piel carbonizada. Fue virtualmente un milagro lo que Yumi hizo con él. Desde ese entonces ansiaba la venganza. Un último enfrentamiento donde quedaría demostrado quien de los dos era él más poderoso.
Y ahora lo tenía enfrente. Justo como lo había deseado.
Pero las cosas cambian.
- ¡Shishio!, ¡he venido a tomar tu vida! – Gritó el asesino más pequeño mientras agarraba el mango de la espada presto a atacar. Su sangre hervía de odio, y podía percibir que ese odio, Kenshin también lo estaba sintiendo.
Tanto odio. Es tan agradable.
Shishio solo sonrió cuando vio la postura, recordando aquella batalla en el cementerio. Sin embargo en vez de sentirse impulsado a atacar. Se quedó allí parado, son su sonrisa más burlesca e irónica, apreciando esa ola de Ki llena de odio y furia.
Le estaba gustando eso.
- ¡Saca tu espada Shishio! – volvió a gritar Battousai al ver la pose despreocupada de su oponente. Eso era una viva falta de respeto hacia él.
El vendado sacó despacio la espada enfundada de la banda de tela que rodeaba su cintura. Por un momento pensó en atacar, pero, de repente no tenía deseos de hacerlo. Era raro, pero así era.
- No. – Dijo tranquilamente mientras apoyaba la espada en el suelo y las manos en la empuñadura, como si estuviera usando un bastón. Difícilmente existía una postura más relajada para él.
- ¿Qué dices? – Siseó el asesino.
- En estos momentos no tengo ni el deseo, ni la motivación para luchar contigo. Por el momento tengo cosas más importantes que hacer que perder el tiempo en combates inútiles.
Los ojos de su oponente se agrandaron de furia y sorpresa, mas en especial cuando Shishio arrojó despreocupadamente su espada a través de una puerta recientemente abierta a su derecha. Su Battousai no hubiera estado tan ocupado odiando a Shishio hasta morir, habría notado que la espada nunca cayó.
- En ese caso, prepárate. ¡Te mataré como a un PERRO! – Battousai gritó con la sangre hirviéndole en las venas mientras Shishio le daba la espalda y tranquilamente se alejaba del lugar.
Técnica Battou, su especialidad. Shishio no estaba preocupado, mas bien gozaba de toda esa furia, odio. Era como si realmente la sintiera. Como regocijarse de eso. Como si se alimentara de esos sentimientos.
El Shin So Ku acercó al asesino pelirrojo a su presa a una velocidad imposible. Adelantó la pierna derecha para desenvainar la espada a supervelocidad, apuntando justo a la base del cráneo de la "Momia andante"
Un destello de luz, y el sonido del choque de acero inundó la estancia.
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El líquido rojizo giró un poco en la copa.
Trize Kushrenada se consideraba un experto en materias de vinos. Sin embargo jamás había probado un coñac tan delicioso y tan excelente como en que Dynast guardaba en sus cavas. Venía de un lugar llamado Zefila. Solo él sabe de donde lo sacó. Pero era excelente.
- Así que dime Heero. ¿Por qué estar aquí? ¿Terminaste satisfactoriamente tus dos misiones? No. Si así fuera te habrías reportado con Walker en la base. ¿Acaso fracasaste en tus encargos?
Heero trató de permanecer calmado. Es cierto, el resultado de su anterior misión no podría catalogarse mas que como "fracaso". No mató a Inverse, sino que además fue capturado y convencido por los Ryuzoku. No había excusas. Solo una pregunta. ¿Qué hacia Trieze con mafiosos?
- Aún recuerdo cuando eran los buenos tiempos. Tu y tus compañeros no descansaban hasta cumplir con las misiones, hacer el papeleo y obtener una felicitación de parte de sus superiores. Supongo que las cosas cambian. ¿Verdad Heero?
Según los reportes de Ottom, quien había sido designado para transferir el Gundam 01 de Londres a Chicago y vigilar las acciones de Yui. Este fue vencido por los dos pelirrojos. Himura, según los datos del Jupongatana; e Inverse, de los Ryuzoku. El que Yui fallara era nuevo, fuera de la costumbre. Pero el que estuviera en ese lugar después de haber pasado la tarde en la base enemigo era una leve preocupación para Trieze.
- Dime. ¿Por qué estas aquí? En teoría, después de las misiones podrías retirarte de Oz.
- Lo sé. Sin embargo he encontrado cosas, de las cuales tenía que hablar contigo. – Dijo Heero, dejando de lado la vergüenza del fracaso. La intriga que sentía por lo que encontró en ese cuarto del castillo y la información que los Ryuzoku le confiaron lo tenía dudoso. – Quiero preguntarte algunas cosas Trieze.
"Ya sé lo que quieres" pensó el joven líder de OZ. Si se enfocaba un poco, podría apreciar la duda que expiraba su aura. Como, no estaba seguro, solo sabía que lo sentía.
Asintiendo, le dio permiso a Heero de continuar.
- Quiero saber la razón por la cual están los diseños de los Mobile Dolls de White Fang en manos de mafiosos como los Mazoku. Porque hay dos nuevos Gundam que estaban programados para que Trowa y yo fuéramos los pilotos. Porque el Epyon esta aquí.
Trieze reflexionó un momento, recordando las veces que había observado esa intensidad en sus ojos. Habían sido pocas veces de hecho, pero sabía que no debía pasar por alto esos momentos. Ahora, las cosas que le pedía, eran demasiado confidenciales y peligrosas para él. Pero si pudiera manejar las cosas, envolviendo la verdad de una forma adecuada, podría contar con la ayuda de Yui a lo largo de todo el camino en la búsqueda del poder. Si, debía hacer eso.
- Lo que me pides, Heero, debo decirte que es mejor que no lo sepas. Pero Oz te debe mucho, por los servicios que nos has dado por tanto tiempo. – Pausó, viendo la mejor forma de manejar las palabras. – Aquí te va.
"En estos momentos Oz se encuentra en un estado deplorable. Es mucho pero que el que tuvimos después de la batalla con Mariemeia. Los recursos de la Realeza para levantar a Oz de nuevo no son suficientes, por lo que no hemos visto ha hacer lo que siempre hemos hecho, que es buscar recursos por nuestra parte."
"Los Mobile Dolls, son una mercancía muy codiciada por muchas personas de este planeta. Gobiernos emergentes y rebeldes. Negociándolos, no solo podemos tener ingresos, sino también oponentes dignos de confrontar, lo que llevará a Oz a una nueva gloria. Los Mazoku y el Jupongatana son organizaciones que han acordado apoyarnos económicamente para lograr nuestras futuras metas."
"En una gran pena lo que hemos tenido que sacrificar para llegar a este punto, sin embargo cada uno de esos servirá para el bien, no solo de Oz, sino de Inglaterra y el mundo."
Heero observó como una sonrisa ambiciosa, levemente cubrió su cara. No duró mas de medio segundo, pero fue suficiente como para ver que algo en Trieze había cambiado. Era algo que no podía identificar ahora. Pero su instinto le decía eso.
- ¿Qué hay de los nuevos Gundam? ¿Qué hacía colmillo blanco con mis datos de batalla?
- Queenze estaba a cargo de su desarrollo, junto con los 5 científicos. Al traicionar a Oz, se llevó esos datos, tal vez con la esperanza de embaucarte a ti también, para unirte a ellos. Afortunadamente no fue así ¿verdad?
- ¿Cómo es que los tienes tú? La base quedó completamente desecha cuando el reactor fue destruido. – "Y Duo sacrificó su vida" quiso agregar. El recuerdo estaba tan fresco en su memoria, y su muerte le era más dolorosa que la de Zech. Duo había sido como su "hermano menor".
- Las operaciones de salvataje encontraron esos datos guardados en una caja fuerte a prueba de explosiones de ese tipo, Heero. ¿Por qué haces esas preguntas? ¿Acaso crees que Colmillo Blanco y Oz trabajaban juntos?
- Es interesante que lo digas Trieze. ¿Es verdad? ¿Queenze realmente estaba separado de ti?
- ¿Qué pasa Heero? En otros tiempos no dudabas de las ordenes que tus superiores te daban. Por lo general obedecías sin pensar. ¿Acaso los Ryuzoku te han puesto en nuestra contra?
- Al menos ellos me informaron de tu ubicación, y las amistades que tienes en estos momentos. Si mal no recuerdo, tu decías que "Callar, es una forma de mentir."
Trieze calló. Eso era cierto. Dejó que el silencio moviera a Heero a una nueva pregunta. Sintiendo la duda dentro de su otrora "Soldó más fiable" Trieze trató de pensar como lo manipularía para que siguiera siendo fiel a él. Sin embargo, faltaba una pregunta muy complicada.
- ¿Que hace el diseño del Epyon contigo?
El Epyon. Posiblemente la única cosa que despertaba pesadillas en Heero. Su Némesis. Aquel que destrozó a todos y cada uno de los Gundam en la batalla de Mariemeia. Que solo un Heero al borde de la locura pudo detener arriesgando su vida.
Dicen que la verdad es más convincente que una buena mentira. Y si lleva las cosas bien...
- Eso es fácil, Heero. Yo diseñé al Epyon.
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- Desde hace mucho tiempo he deseado conocerte en persona Lina. – Dijo Dynast, acercándose lentamente desde la puerta hacia Reena. – Oh, vamos Lina-san, estas muy lejos de hacerme daño, por lo que no tengo la necesidad de lastimarte.
El comentario final se debió a que Reena se había colocado en una posición de ataque, agarrando la barra de oliharcón. Dynast realizó un ademán con la mano derecha, y la barra salió volando unos cuantos metros a la derecha de ella. Y eso no era todo. Reena se encontró con que estaba paralizada.
- Veamos. Lina Inverse. La "matadragones", La "asesina de bandidos", La "dramata", "¡huyan, huyan! ¡Es Lina Inverse!, Lina "La Rosa" Inverse. – La cara de picardía de Dynast se hizo visible al sentir la ola de enojo de parte de la pelirroja. Hacia mucho que no sentía esa energía negativa.
- ¿Sabes? Voy a contarte un secreto Inverse. Mis finados "hermanos" habrían muerto antes de aceptarlo, pero desde que naciste, la primera vez, todos estábamos ansiosos por ver tu desarrollo. Cuando la energía de Cephied se aglomeró en tu hermana, y supimos que ella sería "El caballero de Cephied", y la energía de la oscuridad se juntó a tu alrededor en tu nacimiento. Pensamos que un "Caballero de Shabraniugudú" es lo que serías en el futuro. Mas, cuando tu afinidad con la magia negra te permitió dominar los hechizos más poderosos con facilidad. Cada uno de los Dark Lord nos sentíamos extasiados cada vez que invocabas nuestro poder. Y la vez que soltaste un Drag Slave, fue para nosotros la confirmación que un nuevo Lei Magnus poseería una de las partes de nuestro Amo y Señor.
"Sin embargo, cuando te enfrentaste a Rezzo y la parte de Shabi encerrada en sus ojos; nuestras esperanzas cayeron. Mas, al haber invocado el poder le LON para destruir a esa parte. O a Sanafer, en vez de utilizar su poder para hacerte mas fuerte."
El tono que adoptó Dynast fue un poco más serio y sombrío. Reena solo podía observar, paralizada del cuello hacia abajo por el poder mental de Dynast.
- Después, de nuevo, con el poder de LON partiste a Gaarv en dos. Nunca nos agradó del todo ese sujeto, pero era uno de nosotros depuse de todo. Te imaginaras nuestra indignación y sorpresa cuando invocaste a L-sama misma a este planeta, solo para que destruyera a Fibrizzio. Y te mostraste, ya no un agente de la luz o la oscuridad, sino como la enviada del Lord Of the Nightmares al cumplir la profecía de Cephied y destruir a la Dark Star.
"Después mataste a Zellas, dando tu vida a cambio. Y de nuevo, criada por ese Dragón Antiguo y docta en magia negra y arcana, todo para destruir a la parte más grande le Shabranigudú en la segunda Kouma. Dolphin perdió la esperanza en ti, y la muy loca se suicidó para traer a Caotic Blue. Y de nuevo, serviste del lado de los Ryuzoku al entregarte al Seriyushin para detener a ese demonio.
"Sin embargo, yo, nunca, nunca perdí las esperanzas. En cada una de tus vidas te mostrabas más poderosas que en las anteriores. Lista para albergar un poder mas allá de lo antes visto. Un poder que solo L-sama puede dar a aquellos que cumplen sus deseos. Y es por eso que estoy aquí, mi querida Lina.
Dynast en estos momentos había caminado alrededor de ella, disfrutando de la tristeza que desataban cada uno de esos tormentosos recuerdos para la pelirroja. Ahora estaba, majestuosamente frente a ella. Reena no era capaz de apartar su mirada de los ojos fríos del Rey Supremo.
"Quiero darte la oportunidad de tomar en tus manos el destino que siempre has tenido. Junto con sus consecuencias."
Brevemente Reena dejó de resistirse y prestó atención a esas palabras. ¿Consecuencias?
- Recuerda a todos los que has perdido, por cumplir tu destino. Tu rubio espadachín devorado por los lobos de Zellas. Tu dulce quimera vaporizada por las manos de la Ju-oh. O tu padre, ese Dragón antiguo, desatando todo su poder para que continuaras con tu búsqueda. O Tu valiente herrero, sacrificándose para que siguieras adelante y cumplieras tu propósito. O, que tal, tu protector chino. Aquel que pereció desmembrado en el remolino de Dolphin, para que pudieras entregarte al gran Seriyushin.
Eso era cierto. Reena recordaba en base de imágenes, sentimientos y sonidos cada una de sus muertes. Cada una doliéndole mas que la anterior. Estaba consiente de que Dynast solo hacia eso para absorber esa energía, para alimentarse. Pero, de forma casi inconsciente ella sabia que, su cuerpo también lo estaba absorbiendo. Sin embargo el dolor era demasiado. Como una paliza constante, sin poder llegar a la inconciencia. Dynast tenía razón. Cada destino que ella cumplía, representaba el sacrificio de todos aquellos a los que conocía y amaba.
Recordar que en esta vida también los tenía la atemorizó por completo.
- Sabes a lo que me refiero. – Dynast percibió la tremenda ola de temor de ella. Recordando los informes de inteligencia que había reunido de Reena las últimas semanas... - ¿Piensas, cumplir tu destino de nuevo para que el pobre Zel muera de nuevo protegiéndote? O mejor aún...¿Piensas sacrificar la vida de tu querida Sylphiel en pro de tu propósito?
Los ojos de Reena empezaron a humedecerse. Ambos, Zel y Sylphiel eran felizmente ignorantes de todo el sufrimiento que habían tenido anteriormente. Ella los apreciaba, los amaba en distinta forma. La imagen de sus muertes pasó una y otra vez por su cabeza. No quería que eso pasara, no lo quería.
- Solo te ofrezco esto Reena. – Dynast tomó con sus manos el rostro de ella. Obligando a esos ojos rojos llorosos mirarlo directamente. – tienes la posibilidad de cambiar tu destino. De evitar de nuevo el dolor y la perdida de todos los que amas. Ven con nosotros. Usa el poder a tu antojo. ¡Sálvalos!
La piel de Dynast quemaba. Era un dolor intenso, profundo. No tanto físico, sino más bien una clase de angustia mental. Lo interesante es que Reena lo aceptaba. No gritaba como normalmente haría en situaciones como esas, sino que de alguna forma lo aceptaba. Como si de alguna forma ese dolor fuera algo agradable para su alma...
- Evita sus muertes. Únete a nosotros. – Dynast acercaba su cara lentamente. Las lagrimas empezaban a resbalar por la blanca piel de la joven. Haciéndola más... ¿deseable? Dynast había probado muchas emociones negativas, pero ninguna tenía la misma energía que la que ella desprendía. Poder, poder comparable al de... - Solo acéptanos.
Dynast recorrió sus mejillas y su frente con la nariz, inhalando un poco mas la excitante fragancia de la angustia y el dolor. Era tan deseable.
El Beso fue candente en la boca de Reena. Como labios de hierro al rojo tratando de hervirlos lentamente. Dolor a su más pura expresión. La sensación de dominio iba con cada movimiento de su boca y lengua. Dynast bebía mas y más de esas deliciosas emociones, en lo que Reena se encontró absorbiendo también su propio dolor y angustia. No sabía como, pero sentía el poder que iba con todas esa energía negativa. La disfrutaba, la percibía en toda su expresión. De pronto se encontró con que deseaba mas de ella.
La empezó a codiciar.
Dynast rompió el beso, extasiado por toda esa energía. Solo un poco mas, un poco más.
- Ven con nosotros...Juushinkan. – Susurró en el oído de Reena.
Juushinkan. Juushinkan. Juushinkan. El nombre. Ese nombre. Ese maldito nombre. Ese nombre inundó la cabeza de Reena. Varias voces lo cantaban. Algunos con respeto, otros con temor. Unos cuantos con deseo y lujuria.
Juushinkan.
Kommen Sie zu mir Jushinkan. Recordó EL.
La ola de recuerdos ajenos se desató por primera vez.
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La técnica Battou permite desenvainar alta velocidad una espada. Por si misma la técnica es virtualmente imparable y, aún cuando logra ser evadida, puede llegar a convertirse en una técnica de doble golpe.
Siempre y cuando el que la ejecuta este claro de mente.
Battousai en esos momentos, era lo que le faltaba.
Un chico estaba parado frente de él. Sujetando con ambas manos la espada que Shishio había arrojado por la puerta. Ese chico había evitado que el pequeño asesino lograra separar la cabeza de la momia andante.
- Oh, Soujiro. Llegaste justo a tiempo. – dijo Shishio sin tomarse la molestia de girar la cabeza para ver. – Te lo encargo. Hay unos compromisos que debo atender en estos momentos.
- No hay problemas Shishio-san. ¿Quiere que lo elimine?
- Solo diviértete. Y que pase lo que tenga que pasar. – Shishio desapareció en las sombras del corredor.
Battousai no podía creerlo. Toda esa conversación se hizo de forma tan normal, que se sintió ofendido. Acaso Shishio pensaba que un estudiante de prepa iba a detenerlo?
El tal Soujiro sonrió, cerrando los ojos. Desenvainó la espada y la estudió.
- Vaya, jamás creí que utilizaría la espada de Shishio-san. Himura-san, créame que es un honor para mi cruzar mi espada con la suya. H escuchado mucho de usted.
¿Eso es verdadero entusiasmo o una actitud falsa? El tal Soujiro se refirió a él como si fuera un artista o algo así. ¿Quién es ese tal Soujiro?
Battousai observó a aquel chico. Apenas era mas alto que el. No mas de 1.65 metros. Lucia bastante delgado, cabello oscuro en un corte que le recordaba a Shinomori. Ojos cafés, por lo que podía ver. Y estaba vestido en un uniforme de preparatoria. Enteramente azul oscuro, chaqueta totalmente cerrada y de botones dorados. El típico estudiante, simple y llanamente.
- Escúchame chiquillo. Si no quieres morir, apártate de inmediato. – Todo el odio y la personalidad atemorizante de Battousai se concentró en esa advertencia. Por su parte, solo pasaría sobre el chamaco, pero podía sentir a su otro yo detenerlo con su voluntad siempre presente. Detestaba eso, lo odiaba, pero se veían obligados a compartir ese cuerpo. Kenshin, después de tanto tiempo, empezaba a controlar a Battouasi.
Donde la voz fría y llena de odio del asesino pelirrojo ahuyentaría hasta un trailero pendenciero. Soujiro, solamente sonrió.
- Lamento tener que decirle esto, Himura-san, pero Shishio-san me ordenó detenerlo. Y las ordenes de Shishio-san no se deben de desobedecer. No se preocupe, estoy seguro que ambos disfrutaremos el combate.
Así que lo disfrutarás. Battousai se permitió sonreír un poco. Ese chiquillo estará muerto en menos de 10 segundos. Colocándose en la postura adecuada, Battousai esperó unos cuantos segundos mientras concentraba su Ki en el siguiente golpe. Avanzó.
El Shin So Ku lo llevó en décimas de segundo a cubrir los pocos metros que lo separaban de él. Realizaría una técnica Battou, solo que sería una especial. A un paso antes de llegar con Soujiro, Battousai giró 360° a la derecha. En el medio giro empezó a desenvainar la espada y terminó el golpe de abajo hacia arriba, justo a la altura del cuello del oponente.
- ¡Ryu Kan Sen! – Gritó el asesino. Solo para darse cuenta que...había golpeado el aire.
¡Atrás! Le dijo la voz siemrpe vigilante de su conciencia.
Battousai no alcanzó a reaccionar a tiempo. Un tremendo golpe en su espalda lo hizo volar unos cuantos metros. Detrás de él Soujiro sostenía la espada, sonriendo alegre como siempre a si primer ataque efectivo.
- Veo que los rumores de su abrigo eran cierto. Es un Kelvar de muy buena calidad. Por lo general suelo cortar un torso muy fácilmente.
Battousai tosió cuando sus pulmones terminaron de llenarse de aire. Nunca, nunca en toda su vida de Hitokiri lo habían golpeado de esa forma. De forma sorpresiva, en la espalda, y desde un ataque frontal.
'¿Qué fue lo que paso?' Preguntó Battousai a Kenshin. 'No percibí cuando se quitó?
Yo tampoco. No hubo cambios en su Ki en el ataque. Kenshin seguía la batalla. Sintiendo lo que Battousai sentía, pero de cierta forma sin capacidad de interferir. Como si estuviera un paso atrás de las acciones.
'Creo que intentaré otra forma de atacar.' Battousai se puso de pie, ignorando el hecho que por poco le parten las costillas traseras y se colocó en posición de un Gatotsu. Iría directamente contra ese muchacho. De esa forma vería si saltaba, giraba o algo por el estilo. Avanzó.
Usando el peso extra del abrigo, la técnica de carga como el Gatotsu es mucho mas efectiva. Soujiro ni siquiera dio las muestras de apartarse. Cuando Battousai soltó la estocada, su oponente desvió la estocada con la espada, y antes de que pudiera girarla para un corte, Soujiro le había soltado un golpe directo a la mandíbula que lo desconcertó. El ataque finalizó con una patada lateral que arrojó de nuevo al pelirrojo untar de metros hacia atrás.
- ¿Sabe una cosa, Himura-san? He visto muchos de sus combates, y realmente me entusiasma la oportunidad de pelear. Shishio-san me ha estado enseñando muy bien. ¿Qué le parece si luchamos en serio? Solo por diversión...
¿Diversión? Battousai escupió un poco de sangre y reflexionó sobre la fuerza en las piernas del muchacho. Debía ser tremenda, posiblemente superior a la de Aoshi. Eso explicaría la velocidad que debe tener para aparecer de esa forma a su espalda. Ahora, si ni siquiera el inútil de Kenshin pudo ayudarle a saber por donde aparecería. Esto no pintaba bien. Tendía que reconocerlo. Soujiro no era una persona común.
Pero...el es Battousai ¿no?. Así que...
Battousai se arrojó de nuevo, espada desenvainada y soltó una serie de golpes consecutivos a distintas partes del cuerpo. Ryu Sou Sen. Aquel que ni Shougo logó detener por completo.
Las manos del chico desaparecieron en el movimiento. Cada golpe, bloqueado de forma efectiva, y siempre con esa sonrisa en el rostro, evitando leer su mente. Para el estilo Hiten Mitsurugi Ryu, era una parte vital de a batalla.
Soujiro adelantó un pié, y respondió con una serie de ataques consecutivos parecidos a los e Battousai. Solo que más rápidos. Cada uno de ellos entró en contacto con el abrigo antes de que Battousai pudiera bloquearlos. Su velocidad era superior. Mucho mas grande de la que había visto antes. Y eso lo empezó a preocupar.
Soujiro retrocedió unos pasos para observar el producto de su ataque. El asesino no estaba herido. Solo tremendamente golpeado. El abrigo había absorbido todos los cortes, al precio de quedar al descubierto el kelvar y las placas de metal. Los ojos destilaban odio, y sorpresa.
No entiendo. No logro percibir ningún cambio. Su expresión no me revela nada. Kenshin también estaba sorprendido. Leer sus movimientos era como tratar de leer una hoja en blanco. Nunca había visto algo así. Creo que deberíamos desistir por el momento. Hasta saber mas de él.
'¡Baka! Sabes que no es necesario. Yo puedo derrotarlo.' Battousai le dijo con desprecio a su conciencia. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que peleó sin la influencia de Kenshin. En esa ocasión, después de la muerte de esa mujer, en la que ni siquiera Shishio pudo detenerlo. 'Si me dejas pelear. Lo destrozaré.'
Kenshin dudó. Sabía a lo que refería. Quizás estaba a un paso atrás de él, en el cuerpo. Quizás no tenía el control de él en todo momento. Pero estaba demostrado que era capaz de controlar un poco los impulsos asesinos de Battousai en determinado momento y evitar que fuera cruel innecesariamente. Sabía que si lo desataba, este sería invencible. Incluso alguien como Soujiro no sería capaz de detenerlo.
Trata de detener a un demonio. Es imposible.
Pero si lo hacía. Tal vez no podría recuperar el control de nuevo. Y ese jardín que aún existía dentro de su alma se vería consumido por los impulsos asesino. La sangre cubriría el verde césped. Sus recuerdos serían destajados por completo.
Pero de nada le servirían esos recuerdos si lo mataban.
¿Qué es lo que quieres?
'¿Para que haces preguntas, cuya respuesta ya conoces? Sabes que es verdad. Deja de interferir en mi combate, y venceré a este chiquillo.'
Vivir. Si moría, sus recuerdos desaparecerían.
De acuerdo. Pero espero que estés consiente, que regresaré cuando esto termine.
Battousai vio como Kenshin desaparecía a través de una pared. Después sintió el control total de su cuerpo.
' Jamás me controlarás de nuevo.'
Soujiro vio como el asesino cerró los ojos después del ataque, y parecía estar haciendo una clase de deliberación interna. Percibió un cambio de Ki monumental alrededor de Battousai. Era enorme, de alguna forma desatado, y destilando una clase impresionante de maldad.
Battousai abrió los ojos, y estos jamás estuvieron tan dorados.
- Prepárate a morir. – Advirtió a Soujiro con una sonrisa de oreja a oreja.
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El Epyon fue creado directamente para un duelo. Una batalla entre dos personas, eliminando las armas de largo alcance para un encuentro cercano mas adecuado, en donde la habilidad del piloto en conjunto con sus ideales libre la batalla perfecta, sin dudas. En un estado perfecto de confrontación.
Trieze explicaba esas características, y de cómo Mariemeia había usurpado ese diseño, adaptándolo para ser imparable. No quería decir que el Epyon Original no lo fuera. Pero dotándolo de otros recursos y una clase de inteligencia artificial llamada Sistema Zero corrompió el propósito de Trieze, provocando la masacre de la que Heero aún no se reponía.
Ni nunca lo haría.
Esa información, tal vez no representaría nada. Pero la historia que Trieze le estaba contando, depuse de que Heero le exigió la verdad de Oz, estaba confundiendo por completo su cabeza.
Oz no solo defendía a la tierra, a Londres. Oz, en determinado momento "Creaba" las amenazas.
Asi fue como originalmente, ese grupo de científicos locos, creadores del Gundamio, para ganar mas recursos, vendieron a los Chinos muestras de ese material col el cual destruyeron una base secreta Inglesa en una de las islas orientales. O después, al haber creado el primer Mobile Armor, Leo, vendieron los primeros prototipos a los terroristas del Medio Oriente, los cuales casi frustran la operación "Tormenta del Desierto" si no fuera por el primer despliegue de Leos.
Eso no era todo. Trieze llevó las cosas más allá. Fingiendo traiciones, orquestando actos terroristas, todos ellos con el fin y el propósito de aumentar el control de Oz. Legal o ilegalmente. Y en medio de eso, los sacrificios. Esos valientes soldados que se han sacrificado para obtener el bienestar mayor. Trieze, incluso vertió lágrimas al recordar a ellos.
En cualquier momento, Heero deseaba jalar el gatillo de su arma directo a la cabeza de Trieze, pero sentía como su voluntad era minada poco a poco. Las palabras no eran importantes. Porque incluso el significado se perdía. Pero la voz, el tono.
Nunca antes Trieze habló de esa forma. De alguna forma, casi seductora para la voluntad de él. Durante varios momentos se convenció de todas esas cosas. En especial referente a los sacrificios y el bien superior.
- Cada DIA me levanto por las mañanas y recuerdo a cada uno de esos valientes soldados, que dan sus valiosas vidas para una causa mayor que la vida misma. Se que así lo ves Heero. Sabes el dolor de perder a compañeros entrañables en una batalla. Pero también se que estas convencido de que sus almas alcanzan un lugar mucho mas honroso en el otro mundo que la mayoría de las personas.
"Sin embargo, estamos cerca de una recompensa a todos los esfuerzos y sacrificios de todos ellos. L poder que estamos próximos a recibir es mayor a cualquiera que pudimos haber imaginado antes. Lo entiendes. Con el Jupongatana y los Mazoku, alcanzaremos una gloria mayor a cualquiera que pudimos aspirar antes."
Trieze pausó y estudió a Heero. No sabía como, pero hasta a él mismo le emocionó su discurso. Discretamente se secó una lagrima pequeña que empezaba a escurrírsele de la mejilla. Solo un empuje mas, y lo tendría en la palma de su mano.
Dentro de la cabeza de Heero, una clase de tornado emocional de dudas y realidad zarandeaba su mente de un lado a otro. Las palabras de Trieze lo tenían confundido. ¿Cuándo adquirió esa capacidad tan manipulativa? Si dejaba de pensar...¿o era cierto todo lo que decía?...¿o en verdad?
- Heero, dentro de poco todo culminará. Cuando los astros se alineen tendremos todo el poder que jamás pudimos haber deseado. Ven con nosotros. Participa de este poder. Toma el lugar que alguna vez Zech ocupó a mi lado. Haz que el sacrificio de tus camaradas de armas valga para eso. Para un bien mayor. Para aumentar nuestro poder.
¿Ocupar el lugar de Zech? ¿Tener poder? ¿Estar al lado de Trieze? Eran cosas bastante atractivas. Y la forma de hablar. La voz. Si se es permitido decirlo, Heero estuvo apunto de aceptar, y vender su alma al Diablo. Pero...
Quatre, el Sandrock, fue el primero en ser atacado por el Epyon en aquella batalla. La armadura hecha pedazos, las constantes vitales del rubio descendiendo debido a la presión con la que tuvo que verse obligado a pelear. Finalmente, estaba apunto de detonarse para, al menos, causar un daño al Gundam Rojo. Duo evitó eso solo para ser masacrado por el Epyon. Heero tuvo que practicarle RCP para evitar que muriera. Trowa tratando de ganar tiempo soltando todo su arsenal contra las hordas de Searpent Custom lideradas por ese demonio. Wufei, luchando como nunca antes, atacando las bases y recibiendo daños por mísiles pesados. La locura de la guerra, el sacrificio de todos ellos. Y después, la muerte en manos de ellos mismos.
Ese era su sacrificio. A eso había llegado. ¿Para que? ¿Para ganar poder? ¿Eso valían sus vidas?
En los ojos de Trieze encontró ambición. Eso representaba cada guerra. Ahora lo veía claramente. Antes, Trieze se cuidaba de manifestar esos sentimientos. Siempre lo hacía "por el bien de Inglaterra". Pero ahora, solo era eso. Poder.
Eso era su sacrificio. Solo eso.
Heero reflexionó pensando en lo que acababa de escuchar. Tanta muerte. Tantos amigos perdidos solo por la astuta ambición de Trieze. Con cara decidida levantó de nuevo el arma, apuntando directamente a la cabeza de Trieze.
- Púdrete Trieze. – Dijo mientras accionaba el gatillo.
La detonación de "Luchita" se escuchó mas allá de la estancia.
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Juushinkan.
Levantó los ojos, y se encontró arrodillado frente a una mujer algo pequeña. Voluptuosa y vestida de escasas sedas. Con una copa de vino en la mano y un cigarrillo en una boquilla en la otra. "Juushinkan" lo llamaba, con dominio sensual.
Juushinkan.
Un hombre vestido de harapos abría los ojos desmesuradamente mientras su mano se introducía poco a poco en su abdomen. Disfrutando d ese dolor, de esa agonía. Con la satisfacción de un trabajo bien hecho.
Juushinkan.
Volaba por los aires con cientos de lagartijas voladoras detrás de él. Cada una gritando su nombre con furia y deseos de matarlo. Eso era normal, era una guerra. Pero sabía que no tenían ninguna oportunidad contra él. Giró para enfrentarlas y extendió su dedo índice derecho. Concentrando tan solo una parte de su poder, una pequeña esfera de energía se formó en la punta de su dedo. Una explosión cataclísmica reventó los cuerpos de esos dragones en segundos. Alegre voló a través de la explosión para seguir con su trabajo.
Juushinkan.
Un ser monstruoso le extendía 4 piedras, como recompensa en la guerra que lo llevó a su resurrección. A pesar del dominio que ejercía sobre él, aceptaba con honor esas piedras, que lo ayudarían a cumplir su propósito como su humilde sirviente. Se arrodilló una vez mas ante Rubi Eye, colocando esas piedras en su cuello, muñecas y cintura. Sintiendo ese poder en cada oleada de energía.
Juushinkan.
Un grupo de personajes a los que había llegado a apreciar lo acompañaban en el camino a una misión mas grande que sus vidas. Fastidiando a la quimera, molestando a la lagartija, compitiendo con la pelirroja, huyendo de la loca princesa y adaptándose al rubio. Descubrió que en su vida, había mas que solo servir a un ser superior. Que tenía un destino aparte.
Juushinkan.
Besó a la rubia dragona por última vez. Sonriendo de forma tierna como pocas veces desde que la conoció. Comprendiendo el equilibrio que debía haber. Sabiendo que no sería destino de ellos hacerlo, sino de una persona que estaba apunto de morir. Colocándose detrás de la enana pelirroja, compartiendo su poder y su alma, cumplió su destino a cabalidad. "Estoy contigo Lina" Y lo estaba.
Juushinkan.
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Dynast absorbía ávidamente ese poder, esas energías nacidas de la desesperación y el dolor de una conciencia y mente frágil. Solo necesitaba empujarla un poco mas. Un poquito mas.
Jamás sintió esa elevada de poder.
Un viento que afectó no solo el plano físico lo aventó hacia la pared mas lejana. Reena, en un movimiento había desatado un viento tan fuerte, que lo empujo contra la roca del castillo y obligó a su cuerpo a encajare en ella. La roca cedió provocando un gran dolor físico al "joven" demonio.
Dynast aún trataba de definir de donde había provenido esa energía cuando vio a su presa.
Reena flotaba a varios centímetros del suelo, su cabello flotando debido a un viento de ninguna parte. Sus ojos estaban cerrados, pero el poder que destilaba era superior a cualquiera que en esta vida había generado.
Dynast sitió algo conocido emerger de ella.
Es ist genug!. Sie änderten nicht mein Schicksal. {Basta. No cambiaras mi destino.}
Las palabras resonaban en la mente de Dynast. Estaba hablando. ¡No esta muerto!
Es ist zu meinem Schutz. Ich zerstöre zu Ihnen, bevor Sie es beschädigen können. {Ella esta a mi protección. Te destruiré antes de que puedas dañarla.}
Dynast observó el despliegue de poder. De la base de los pies de la pelirroja, una clase de polvo negro empezó a surgir de la nada. Ascendía a su alrededor, como un ligero y débil torbellino, mientras su cuerpo desprendía una clase de aura roja. Entonces el cuarto empezó a temblar levemente, las pequeñas piedras cercanas a Dynast se movían por la vibración. Un despliegue de poder impresionante empezaba.
Atrás de ella algo mas pasaba. Parte del "polvo" negro fluía en dirección a la cápsula de Shabi. El Dark Lord pudo observar algo increíble...los ojos del monstruo encerrado empezaban a fisurarse. Como las fisuras de pintura sobre una fuente de luz. Pequeñas grietas luminosas se originaban en el ser, aumentando su tamaño, su resplandor. Invocando la vida.
Reena tenía los ojos cerrados, pero alzó los brazos y los colocó perpendiculares a su cuerpo, en dirección a Dynast. Entonces abrió los ojos.
Y las pupilas de ella se alargaban, como las de un gato.
"Se manifiesta. En verdad se manifiesta." Pensó Dynast mientras sentía de nuevo la ola de poder aumentar de ella.
Al fondo, los ojos se descubrieron totalmente, para ser una gema roja que resplandecía. Pequeños espasmos musculares movían los dedos mientras el fluido nutriente de la cápsula empezaba a burbujear. La energía que "hurtaba" le permitía tomar poca conciencia de lo que pasaba.
Dynast se rebatía en que poner atención. Los ojos de Reena se aclararon un poco, empezando a tener un tenue color a amatista, mezclado con el rubí natural. Las pupilas eran totalmente alargadas y su expresión neutra mientras un torbellino negro la cubría totalmente. El aura roja de su cuerpo se concentraba en sus manos. La ola de poder dejó de sentirse alrededor de ella, para enfocarse en un punto. Sus manos.
En la cúpula, el ser movió por completo sus manos y las apoyó en el cristal grueso. Trataba de salir. Nada podía contenerlo. El flujo de poder era mas grande a la vez que la pelirroja concentraba mas y mas energía en sus manos. Las garras de sus manos hacían más presión, empezando a estrellar el vidrio. Tenía que salir, debía salir.
Dynast dejó de prestar atención a Reena, sus ojos totalmente absortos en lo que sucedía en la cápsula. Ahora Shabi dejaba de absorber energia del aura negra de Reena, para manifestar su propio poder. El aura tragaba la luz a su alrededor, manifestándose como una sombra negra, la escencia misma del poder Mazoku.
Reena gritó, sonando mas como otra persona. Su grito, lanzado en un plano mental en vez del físico. Dynast reaccionó a tiempo para ver como la esfera roja, rodeada de "Luz negra" avanzaba dispuesto a regresarlo al mar del Caos. Sin embargo la satisfacción de ver a su Amo resucitar, que aún había esperanzas para cumplir la profecía sin la necesidad de los humanos era lo suficientemente buena, para soportar lo que tenía que hacer en ese momento.
La esfera de energía explotó desintegrando la pared. La explosión fue mas fuerte en el plano Astral, pero los estragos en el plano físico fueron los suficientes para provocar un daño severo en el recinto.
El líquido nutriente dejó de burbujear, mientras el ser regresaba a su modo anterior, esperando el momento de regresar por entero a este mundo. Y sus ojos eran un par de gemas preciosas.
Un par de ojos color Rubí.
Reena descendió lentamente, cuando sus pies tocaron el suelo, sus piernas no tuvieron la fuerza de sostener su cuerpo y cayó de rodillas. Las manos adelante buscando mas soporte y, aún así, su frente tocó el suelo debido a la fatiga que sentía.
¿Por qué estaba tan cansada? Su pecho le ardía, como cuando haces mucho ejercicio sin descanso y el corazón funciona a mil por hora. Sus pulmones parecían no llenarse de aire y la respiración era demasiado errática. ¿Dónde está Dynast? ¿Y que rayos hacía en el piso? Solo recordaba ese asqueroso beso, y el dolor que le trajo. Pero ¿dónde estaba?
El sonido de una grúa hidráulica la obligó a mirar a su espalda. La cápsula descendía, metiéndose en el suelo, probablemente a otro nivel, alejando de su mirada a esa cosa monstruosa. Una preocupación menos, recordando que el disco con la información vital de la computadora aún estaba guardado.
La cápsula tardó 30 segundos en descender, los suficientes para que su respiración se calmara y tratara de enfocar su mente en lo que iba ha hacer. Sin embargo, su intuición le indicó que no estaba sola.
- ¿Cansada, pequeña Lina? – Ella conocía esa voz.
Reena buscó su origen, pero sus ojos le dijeron que estaba sola en la habitación. Aún así, alargó su mano y el bastón voló a su poder (por tercera vez) para brindarle apoyo y colocarse de pié.
Hubo un sonido difícil de describir. El desplazamiento súbito del aire cuando un cuerpo surge de la nada. A un par de metros alejada de ella y elevada del suelo, una mujer alta de cabello azul la saludó, blandiendo una enorme espada hecha de un metal extraño.
- ¿Crees que podríamos jugar una vez mas?
"La mujer Ninja." Pensó Reena. Sherra. Habló una voz en su mente.
Reena empezó a preocuparse en serio.
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Kenshin ha sido dominado por el Battousai.
Heero le ha disparado a Tireze.
Reena ha conocido un poder superior y su batalla apenas comienza.
Los resultados, decidirán el rumbo de la historia.
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N.A. Un }Mazoku, para los que no sepan, se alimenta de las emociones negativas de los seres con alma (creo) Esto es la furia, la tristeza, dolor y desesperación. Es por eso que Dynast Gozaba con el sufrimiento de Reena pero también Reena y los otros. Si prestan atebnción se daán cuenta de que estoy haciendo.
Shishio no huye de Battousai. De hecho en la serie Shishio se niega a pelear con Kenshin en Shingetsu (Blankis y Anita-sensei, corríjanme) dejando a Sou-chan luchando. Pero ojo. Sou se enfrentó a Kenshin, no a Battousai. Asi que lo que viene es mi idea. Y será una masacre, por cierto.
Reena, si se dan cuenta, tiene a alguien habitando dentro de ella. Creo que es obvio, pero en el cap 6 aclararé mas esto. Por cierto, esta es su mas poderosa reencarnación, lo que le permitirá hacer lo que está por venir.
Heero, no es que este confundido, sino que se supone que Trieze es demasiado manipulador. El discurso que le pudo haber echado lo omití, porque no se me ocurría como manejar las cosas. Pero no es el mismo Trieze de siempre, por lo que ahora tiene mas capacidad de manipulación. Y si, le disparó, y a la cabeza.
Cualquier duda mas, dejen un Reviewcito o manden un mailito.
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En el Proximo capitulo....
Soujiro se encuentra en desventaja luchando contre al Battousai desatado, por lo que se decide a rifársela el todo por el todo en un reto de Técnicas Battou. Heero confundido por la situación con Tireze decide acabar on todos, destruyendo la base si es necesario encontrando fuerte oposición de los guerdias. Reena se enfrenta a Sherra y se encuentra con un arma que le puede dar la victoria.
Todo esto y mas en "Tentaciones, segunda parte" el La Alianza.
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Comerciales.
En una sociedad elitista donde la juventud es la posesión y ventaja mas grande, Rita Brown tiene que empezar una nueva vida encontrándose con jóvenes como ella. Shinji, Heero y Rick se conocen con no muy buenos resultados.
No se pierdan "La cúpula 8" en La Colonia. (Tambien de Alphajack's Studios.)
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Ya se, ya se. Me tardé (y yo que usualmente critico a Raven178) Lo tuve que dividir porque estaba saliendo Kilométrico. Apenas a la mitas y ya con 13 pag de Word. Ademas necesitaba la agradable retroalimentación que un buen Review puede proporcionar. Pero no se preocupen, ya tengo todo estructurado, solo necesito encontrar tiempo...ya casi no tengo, este nuevo trabajo es una peste. No me quejo de la paga pero me absorbe demasiado tiempo. Pero me mantengo adelante.
Reviews.
Leidy. ¡Que bueno! Bienvenida al mundo de los vivos, Jajajaja. Y no, no es tanto que me ensañe con Reelena, solo que es demasiado complicado trabajar con tantos personajes. De Heero, aunque esta solito, no lo estará por mucho tiempo. Tendrá ayuda. (Le entre líneas de Soldado 5) y de Reelena, tengo un par de proyectos para la relación sentimental de Heero, y no es precisamente con ella. Perdón, pero se que el resultado te va ha gustar. Si no, me dejo de llamar Jack.
Gaby(hyatt : Como siempre, mujer de pocas palabras. Se aprecia eso. Y, como vistes, no, la pelea entre esos dos esperará un pokillo. Pero si te prometo confrontamientos con muchos otros. Gracias por seguirme leyendo.
Shadir: Alli esta el cap. Y el otro espero no tardarme tanto. ¿Qué personita puede estar con ella? Si este cap no te lo contestó, espero que el otro si. ¿Cuál personita exactamente?
Kototimoon: Para las OVAs no me quise matar mucho, sobretodo porque no las he visto (je!). Los Mazoku si, estan demasiado debilitados. El plano astral es un caos, y mas o menos son lo que era Gaarv, Mazoku en cuerpos humanos. Pero eso no quita que puedan hacer una de cosas.... El tigre y el dragón también concuerdo que es espectacular. Esa película le ganó a "Amores Perros" en los oscares hace unos años, pero se lo merece. El final, yo creo que debemos aprender mas de la cultura China para poder entenderle, pero bueno, ya será otro dia. Si has tenido posibilidad de leer Ladrona, en especial el Cap. 5; la historia de las vidas de Reena, si, ha tenido verias y esta es, por así decirlo la mas importante de todas. Ya después veras porque..... Aquí está otra muestra. Reena también es de mis favoritas, razon para la cuel hago este fic. Espero puedas actualizar pronto "The last Winged Unicorn" porque ya mero te alcanzo.....Que te vaya bien.
Haré lo posible para no tardarme tanto. Si pueden héchenle un vistazo a La Colonia, en la seción de Anime Crossovers. Es un proyecto mas viejo que La Alianza y aún más grande (con lo que me gusta sufrir.....)
Frase: "...debo mantener la calma para conservar la cordura..........muy tarde." Atibuido al Gato con Botas en la celda donde estaba encerrado con un ogro y un burro vestidos de seda......
Sugerencia del dia: SPIDERMAN 2 (si no la han visto...........alla ustedes)