La Alianza.
Epilogo I
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El chico dormía profundamente en esa confortable cama de una suite de hotel. Era, como todas, de un tamaño sobredimensionado para el de un chico adolescente que de por si, era mas pequeño de lo normal. Pero cuando tienes una Royal Suite con "Room Service" ilimitado, y por si fuera poco gratis, no te puedes quejar.
Yumi inserto una aguja a una ampolleta llena de un liquido incoloro que cualquiera pudo confundirlo con agua, con el pequeño plus de que era espeso como aceite. Soujiro, antes de desmayarse por tercera vez en el tren se disculpó por desobedecerla y utilizar el Shucuchi contra Battousai. Yumi no pudo decirle que no había problema, ya que la inconciencia atacaba al chico de nuevo y no había despertado desde entonces.
Puede parecer extraño, en especial dentro de una organización donde las personas no son mas que carne que al morir se pudre y regresa al polvo (según Oji comentò una vez), que existiera algo de cariño entre los elementos del Jupongatana. Yumi se enamorò de Shishio, antes de sus quemaduras, y después de ellas, sus sentimientos se habían intensificado aun mas. Soujiro era para ella el hermano menor que nunca tuvo, aunque a veces lucia mas como su hijo, con Shishio como su padre.
Si, incluso Shishio Makoto, el Hitokiri Shishio era capaz de sentir algo así.
Después de que Battousai lo dejo quemándose en aquella bodega Shishio murió. El corazón se le detuvo, sus constantes vitales se redujeron a cero. Sin embargo vivió de nuevo. En contra de todas las posibilidades Shishio estaba vivo, con la pura y férrea voluntad de vengarse. Del odio, del desprecio.
Caminando por las calles sucias y oscuras del Kyoto encontró a un niño callejero. Seria fácil matarlo, después de todo solo los fuertes como el merecen vivir. Shisho empuño su espada y acaricio la piel del cuello del niño.
Este sonrió.
Shishio pudo matarlo en ese instante, pero algo en esa sonrisa fría, como una mascara, en especial ante la latente amenaza de la muerte lo hizo pensar un poco. ¿Y si este es de los fuertes?
Perdonándole la vida Shishio se apoyo de el para regresar a la base que tenia en uno de los edificios de la ciudad. Al llegar ordeno que le dieran de comer y una cama. El pequeño Sou-chan estuvo dentro de la base mientras Yumi hacia el tratamiento adecuado para permitirle a Shishio vivir con quemaduras del tercer grado en el 99 del cuerpo. (La protección adecuada protegió el pequeño pero increíblemente importante 1, si saben a que me refiero) Soujiro eventualmente termino como el protegido de Shishio, el cual le llego a demostrar cierto cariño paternal.
Eso, obviamente cuando nadie lo veía. Entreno al muchacho y lo convenció de someterse a los tratamientos de Yumi, llegando a ser prácticamente "El hombre mas rápido del mundo". Descontando aquellos con mutaciones, genes extraterrestres o uno que otro perdedor de Dragon Ball Z.
La pequeña familia, como Yumi le llamaba, en ocasiones pasaba momentos tranquilos, en los cuales la sed de sangre no empañaba el DIA. Podía ser una cena semanal, una salida a un pueblito con aguas termales o simplemente una sesión de entrenamiento agradable. En esas ocasiones Yumi se recordaba el porque amaba a Shishio.
Inserto la aguja en el brazo de Soujiro y le introdujo el líquido. El DNA es difícil de alterar, ya que DEBES alterar el de cada célula del cuerpo. Fibras musculares, intestinales, incluso células nerviosas. Sin embargo había algo que llegaba a TODO el cuerpo: La glucosa. Los glúcidos y otras cosas podían cargar pequeños mensajes de RNA que llegaban al núcleo de cada célula para que en la siguiente división el DNA se alterara. Junto con instrucciones precisas de acelerar el proceso de reproducción. Las células nerviosas no se reproducían de inmediato, pero también se les forzaba a duplicarse.
De esa forma el cambio total del DNA en cada reproducción celular era de 2 años. Mucho, pero era lo más seguro. La clonación, en cambio, y la alteración genética de un embrión, era mucho más fácil, ya que se alteraba mediante RNA mensajero una sola célula. Ya sea a pedido o clonando.
Yumi se enorgullecía cada vez que reflexionaba de sus logros, El chico que dormía en esa cama lo atestiguaba, y a juzgar por la leve elevación de la temperatura de la suite, también el hombre que acababa de entrar casi imperceptiblemente.
- ¿Cómo esta? – La voz no era fría, como la de un asesino consumado. Sino ardiente, mucho más terrible en ocasiones. Pero en ese momento era calida. Siendo generosos, con signos de preocupación.
- Seguirá dormido por unas cuantas horas más. El esfuerzo de la batalla tensionó demasiado sus tendones, sin embargo resistieron al Shukuchi.
- Sabía que podría resistirlo. Es un chico fuerte.
Orgullo. Aunque moriría antes de aceptarlo, Shishio estaba orgulloso de Soujiro. Posiblemente la única persona de todo el Jupongatana (con la notable excepción de Yumi) en la que confiaba ciegamente.
- Aún así, me habría gustado no meterlo en una batalla aún. Battousai lo hirió demasiado en ese ataque.
Un GRAN moretón aparecía en su pecho, cortadas que dejarían marcas en ese cuerpo limpio de ellas.
- Probarse en combate es imprescindible para cualquier espadachín. – Dijo Shishio como un sensei de experiencia, lo cual, a su manera lo era. – Además...
- Además... - Yumi siguió el juego de Shishio.
- Su combate me mostró las técnicas de Battousai. – Sacó de una de las mangas de su Kimono azul una unidad de memoria. – Solo me es preciso esto para vencerlo.
Yumi prefirió guardarse el comentario que estaba apunto de soltar. En ocasiones Shishio era tan enfadoso. Pero había aprendido que decírselo, no cambiaba las cosas. Shishio reiría y se acercaría a ella llenándola de ese calor innatural. Prosiguiendo con cierta actividad... pensándolo bien, tal vez si se lo diría. Pero no frente a Soujiro. Sino en la Royal Suite reservada para ellos.
Yumi solo asintió y siguió el tratamiento para su chico. Mientras Shishio observaba a Soujiro con una sonrisa satisfecha. Ese chico sería la punta de lanza contra el Shinsen, ni Battousai lo detendría. Y después de absorber a sus "aliados" emprendería la conquista no solo de Japón, sino del mundo entero con ese poder misterioso que Dynast les había mostrado.
Casi podía palparlo en sus manos. Vibrando dentro de sus venas.
Si. El poder.
Sería el mas fuerte.
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Trieze se deleitaba con ese maravilloso vino de Zéfila, el cual fue rescatado del holocausto que destruyó el castillo Croft. Vestía una bata de seda roja de adornos dorados. Casi le recordaba al uniforme habitual de Zech. Si algo de pena por su muerte pasaba por su mente, no lo evidenciaba.
Por el momento estaba demasiado satisfecho de si mismo como para preocuparse de algo más.
Era un hedonista. Veía por si mismo, y engañaba a la gran mayoría con discursos sustanciosos. Le encantaba toda la comodidad posible. Vestimentas caras, lugares ostentosos. Su propio castillo/base en Douvres lo testimoniaban. Usualmente le encantaba dormir cada noche con una prostituta de 1000 libras la noche.
Bueno, eso hasta encontrar a Lady Une.
Pero por el momento Une, estaba en Londres, supervisando el montaje de la maquinaria que empezaría el ensamble de los Mobile Dolls. Y no solo eso, sino también el inicio de la construcción de los generadores de "Blue Energy" que eran parte de la alianza que tenía con las otras organizaciones.
Sin embargo Trieze nunca dormía solo. Sea Lady Une, u otra, procuraba tener siempre una compañera en su lecho.
Lo que explica a la joven rubia que dormía placidamente en esa cama King Size, de cuatro postes, sabanas de lino fino, y cortinas de púrpura. Dynast tenía buen gusto al escoger a sus chicas. Esta era sin duda una modelo juvenil. Proporciones perfectas y estéticamente impecable. Y de experiencia, sin comentarios.
Por primera vez, a Trieze, se le debilitaron las piernas.
Pero eso ya no importaba. Solo le interesaba ese momento glorioso que lo llevaba al cielo, y después le transmitía esa descarga de paz que le permitía pensar con mayor claridad. Maquinar.
Había un sueño que era recurrente desde aquella vez que vio a Shishio tocar la cápsula de Shabranigudú. Una imagen. Cientos de Ángeles negros, brillando en la luz de la energía de sus campos de fuerza, desatando el poder de sus armas con la piel reflejando esas luces. Alas etéreas emergiendo de su espalda.
"Cuando los angeles negros describan un círculo en el cielo."
Repasando mentalmente, encontró un parecido de esos angeles al nuevo prototipo de Mobile Doll. Antropomórficos, bulbosos. Con capacidad de generar campos de energía. Con un cañón de rayos capaces de rivalizar con el del Gundam Wing. Añadirles unas alas sería demasiado... Gendoísta (1)
Pero de alguna forma le daba un gran detalle.
Había algo más. Heero estaba furioso con él. La bala que atravesó la cabeza de su holograma era un testamento a eso. De no haberle conocido mejor, no estaría allí, maquinando como de costumbre.
Algo le decía que iba a enfrentarse a él. Y más si confiaba en los instintos que le decían que acabaría con los Ryuzoku. Claro, si Yui atacaba a Oz, sería una forma de enfrentarse a Trieze. Sin embargo había un deseo extraño en ese enfrentamiento.
Tal vez deba controlar de nuevo "ese" Gundam.
Pero solo controlarlo no era suficiente para satisfacer sus deseos de levantarse sobre cualquier humano. Tendría que ganarle a Yui. Eso, si sería un logro maravilloso para su persona.
"Nota a mi mismo: Ordenar la reconstrucción de Epyon. Reformando su estructura para ser un Armor." Si. Eso le daría los medios.
Pronto, su poderío militar sería abrumador. Pronto tendría el poder deseado para reformar el mundo a su antojo.
Pronto, dejaría de utilizar a esos incautos criminales.
Trieze Kushrenada, Soberano de la Tierra.
Eso sonaba muy bien.
Terminándose la copa regresó a su lecho.
Despertando a Candy, para otra sesión nocturna.
¿Quien te extraña, Lady Une?
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Otrora era un estacionamiento. En esta ocasión estaba cerrado al público con la excepción de 2 personas.
Aunque no eran exactamente personas.
Ellos dos habían vivido más de lo que un humano jamás podría soñar. Habían pasado mas cosas que la humanidad junta. Y siempre rebordeándose se su habilidad, poderes y capacidades.
Dynast Grausherra y su General Sherra, descansaban de la jornada mas larga que habían tenido desde hace siglos.
El trono Tecnomístico pulsaba con la energía drenada de la capsula que sustentaba a Shabranigudú, mas aparte ciertos artilugios que suplían al caótico espacio Astral.
Dynast estaba en ese trono, reponiéndose de toda la energía perdida que su General uso en contra de Inverse. Y Sherra estaba... sentada en las piernas de Dynast recibiendo una sutil "curación" Mazoku de manos del Rey Supremo.
Podrían ser Mazokus, pero su apariencia era como la de esos modelos de perfumes caros. Esto es, casi perfectos. Y ambos en ropa interior.
- Por lo visto Inverse se fortalece día a día. – Comento Dynast mientras una corriente de polvo negro viajaba de la palma de su mano derecha a la mejilla izquierda de Sherra, cerrando las heridas de su cara.
- No. Inverse, sigue siendo la misma. Zeross estaba peleando por ella.
- Zeross. – Dijo Dynast mientras movía su mano a un gran moretón en el cuello de su damisela. – El Jushinkan peleando por Inverse. Eso es nuevo.
- Si, ni siquiera en la Segunda Kouma lo hizo. Generalmente ella despierta su poder, pero en esta ocasión Lina estaba casi muerta cuando Zeross hizo un Dill Brand cuando ella estaba apunto de quedar inconciente. A partir de ese momento, empezó a manejar más y más poder. Incluso creí que sus ojos cambiaron de color.
- Alguien dijo que los ojos son la ventana del alma. Tal vez Zeross si empezó a manifestarse. – Dynast sonaba pensativo. Bastante. Cada vez que hacía eso, significaba que una de la infinidad de cosas que estaba pensando le preocupaba bastante. – Eso puede ser un problema si los Ryuzoku toman partido de eso, antes que nosotros.
- Tomar partido de ello.
- En la Segunda Kouma, Zeross despertó solo hasta que Axia estaba moribunda, aunque prestaba su poder en cada uno de sus hechizos. En China y Caotic Blue, despertó hasta que Zu-Li murió en este mundo y fue llevada al plano Astral para luchar con Blue. El que se empiece a manifestar de esa forma indica que está decidido a tomar partido, más activamente en el destino de Lina. Eso nos causará problemas.
- Pero... porqué no me dejó matarla cuando pude hacerlo?
- Equilibrio. Si logramos sacar a Zeross de Reena y convencerlo a que esté de nuestro lado, la balanza estará inclinada a nuestro favor.
Dynast apoyó plenamente la espalda en el respaldo acolchado del "trono". La postura era algo desenfadada, pero aún así tenía un porte majestuoso. Sherra, sanada totalmente, se abrazó al torso de Dynast y apoyó su cabeza en su pecho. Oiría su corazón si lo tuviera.
- ¿Qué hay de sus aliados? ¿Piensa dejarlos aquí?
- No. La doctora Komagata necesita más espacio para trabajar, y mis pedidos son importantes. Nos trasladaremos al pacífico en un par de días. Una vez que descansemos lo suficiente.
- Otra temporada encerrados. – Falsa desilusión destiló ese comentario. Sherra incluso hizo un puchero.
- Será más soportable. La base es cómoda, tendremos energía de sobra y ninguna interrupción. El primer pedido se completará y trasferiremos a Shaby a su nuevo cuerpo. Después de eso...
- A Kyoto. A terminar con lo demás.
- Exacto. Hemos esperado mucho tiempo para eso. Podremos esperar un par de meses más.
Sherra no dijo nada. Cerró los ojos y se permitió imaginar como se verían sus formas astrales. La sombra gigantesca de su señor con ojos resplandecientes, fusionándose con la forma más pequeña de ella. Podrás ser Mazoku, podrán alimentarse de sufrimiento y emociones negativas.
Pero no podían negar, que en ese momento, se sentían tan calmos.
Tan pacíficos.
Como un par de enamorados.
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N.A. Aquí termina La Alianza Episodio I. Creí que debería hacer un prologo.
Gendoísta........les suena?
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Reviews.
Shadir: Xellos vive. No puedo asegurártelo, porque, realmente nunca vivió. Era un Mazoku. Aunque creo que trabajaré en eso después. Ponlo de esta forma. Nunca murió. Solo esta en otra parte.
Suisei Lady Dragon: Solo puedo decirte "Saludos"
mi-io: Perdón, lo siento. En esos capítulos tenía el tiempo encima y a penas pude pasar el corrector ortográfico por el texto. LO ACEPTO ME EQUIVOQUE ES MI-IO Y NO MIO-MIO. Y respecto a tu otro punto... je. Es Mi fic y con Mi Fic puedo hacer lo que yo quiera. Pero se que te va ha gustar. Lo trabajaré de una muy buena manera. O quien sabe, pueden pasar muchas cosas.
Blankaoru: Eres una de las personas que esperaba que me dejaran un pequeño comentario. Pero gracias. Y si te sorprende, pregúntame un día de estos si he pensado una continuación para cuando termine La Alianza. Porque son 4 demonios mayores. ¿Lo habías notado? Gracias por los comentarios. Pero no solo me digas lo bueno, critícame, fuerte y duro. Necesito algo de eso.
Rinita-Inverse: Como creo que una vez te mencioné, el que me dejes un Review es muy significativo para mí, ya que Mi último deseo, fue uno de los primeros fic que leí. No me tardaré. Ahorita explico porque. Oh, gracias por seguir leyendo.
Leidy: Si lo dije es para que sigas leyendo. Precisamente para picar la curiosidad. Y créeme, sé que te agradará. Si no me crees, lee la penúltima parte de los Avances de La Alianza en Soldado.
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Por lo demás, he decidido no empezar ningún otro proyecto hasta terminar este. Le di un consejo a una amiga, de que el peor pecado que puede tener un escritor de fic, es dejar morir una historia por empezar con otra. Hay muchos ejemplos y no tiene caso que los diga, por lo tanto, me niego a empezar algo más, y terminaré La alianza. Para seguir con La Colonia después, no importa que me tome... algo de tiempo.
Así que aún hay Alianza para rato. (Haciendo cálculos son como 37 caps, en total.)
Por lo tanto...
Nos vemos.
