¿¿¿¿Homosexual YO????

Después de que la profesora McGonagall les quitara el hechizo (con una sonrisa de oreja a oreja), Draco se dirigió a su habitación. La verdad que no le hacia ni pizca de gracia tener que andar con la estúpida de Weasley, en el colegio de arriba para abajo ¡Seria un completo desastre! No entendía por que McGonagall les había puesto el castigo solo a ellos si TODOS los que estaban en el Gran Comedor, participaron en la tercera guerra mundial en miniatura. McGonagall era muy injusta ¡Gryffindor tenia que ser! Y para colmo de los males no estaba el profesor Snape. ¡Si Snape hubiera estado en Hogwarts de ninguna manera le hubiesen puesto ese castigo! Momento... ¿Castigo? ¡Que castigo ni que ocho cuartos ¡¡¡Tortura!!! ¡Eso es lo que era! ¡Tortura! ¡¡¡Y de las peores!!!

Después de muchos pensamientos de como poder asesinar a McGonagall, se quedo dormido.

~ * ~

Un molesto chillido lo despertó en la mañana

¡Draquito! –dijo Parkinson, sacudiéndolo por el hombro...

¿Que...? –dijo Draco despertando -. ¡¡Parkinson!! ¿¿Qué diablos haces en MI cuarto?? ¡¡FUERA!!

¡Ay! ¡Draquin! Es que quería saber que castigo te puso McGonagall.

¿Castigo?

Draco no comprendía a que se estaba refiriendo Pansy.

¿Que cas...? ¡Ah! ¡¡¡Esa McGonagall de porquería!!! ¡No vuelvas a mencionar a esa estúpida bruja jamas!

¿Que castigo te puso? –insistió Pansy

¿Qué que castigo me puso? ¿¿¿Qué que castigo me puso??? ¡¡¡¡El peor castigo en la historia de los castigos...!!! ¡Momento! ¿Que te tengo YO que explicar a ti? ¡¡Fuera de mi cuarto!! ¡¡¡FUERA!!!

¡Ay, Draquito! ¿No quieres que te haga compañía? –pregunto Pansy, según creía ella, seductoramente

¿Compañía tu? ¡¡Eres una vergüenza para la naturaleza no una compañía!!

¡Oh, vamos, Draco! Admite que no podrías vivir sin mí –dijo Pansy

Si, Pansy, tienes razón ¡No podría vivir contigo! –exclamo Draco -. Ahora –dijo Draco, parándose de la cama y agarrando a Pansy por el brazo sacándola del cuarto - ¡Ni se te ocurra volver a entrar a mi cuarto!

¡Pero, Draco...! ¿Te espero para desayunar? –pregunto Pansy

Si, y te recomiendo que esperes sentada –exclamo Draco, cerrándole la puerta en la cara -. ¿Cómo una persona puede ser tan insoportable? –se pregunto Draco.

Draco miro el reloj, las siete y media, y era domingo...

Aun falta mucho para amanecer- dijo Draco, acostándose de nuevo.

Pero no bien se había acostado en la cama, cuando vio a una lechuza parda en la ventana. Con todo el pesar del mundo se volvió a levantar de la cama abrir la ventana.

La lechuza dejo una carta en las manos de Draco, y salió volando.

Muy bien, a ver quien diablos puede estar despierto a esta hora.

Estimado señor Malfoy:

Según mis fuentes, ya se despertó de su sueño, por lo tanto, le pido que vaya a mi despacho para ponerle el hechizo al que se ha condenado. Lo espero en media hora, ni un minuto antes, ni un minuto después.

Att:

La Profesora M. McGonagall Directora Adjunta.

¿¿Cómo se las ingeniaran para fastidiarme tan temprano en la mañana?? –dijo Draco -. ¿Y como diablos saben que me eh leva...? Perdón ¿Qué me han levantado? –agrego, algo indignado -. Bueno... Ya no tengo opción...

Draco se dirigió al baño y se dio una ducha de agua fría para quitarse el sueño. Se vistió con pesar, y bajo a la sala común.

¡Draquito! –exclamo Pansy, saliendo de quien sabe donde, colgándose del brazo de Draco -. ¡Sabia que bajaría! Ahora, vamos a desayunar.

Pansy –murmuro Draco, tranquilamente -. ¡Déjame en paz de una buena vez!

Salió lo mas rápido que pudo de la sala común, y se dirigió al despacho de McGonagall, la cual lo esperaba con Ginny.

Que bueno que llega, señor Malfoy –dijo la profesora McGonagall -. Tome asiento, por favor –dijo indicándole una silla -. Hoy será el único día en el que los llamare a mi despacho para ponerle el hechizo. Los otros días, el hechizo será puesto automáticamente, desde que ambos salgan de sus salas comunes.

¿Y si no salimos? –pregunto Draco

Saldrán, Malfoy, saldrán –dijo la profesora McGonagall -. Bueno, ya saben, como hoy es domingo, tendrán que estar juntos el día entero –sonrío McGonagall -. Pueden retirarse.

¿No nos pondrá...?

Ya se los puse, Weasley –sonrío McGonagall Draco y Ginny salieron del despacho de McGonagall, fulminándose con la mirada.

¿Tienes hambre? –pregunto Draco

No

Que bien, yo tampoco.

Se quedaron en un incomodo silencio.

Todo es tu culpa –dijo Ginny por fin -. Si tu no me hubieses invitado a bailar...

Y si tu no hubieses aceptado para darle celos a tu querido Potter.

Si, pero tu me invitaste

No sabia que eras tu

¡Pero no me tenias que invitar!

¡Y tu no me tenias que aceptar! Acéptalo ya, Weasley, todo es por tu culpa. Si no fuera por ti, yo no tendría que soportarte, pobretona.

Créeme que a mi tampoco me gusta estar contigo, maldito estúpido.

¡Oh! La santa Weasley diciendo malas palabras. No, no, no, Weasley, eso no se hace.

¡Eres un estúpido!

¡Y tu una comadreja!

¡Pero tú eres un chiquillo de papi y mami!

¡Por lo menos tengo dinero, pobretona!

¡Tal vez no tenga dinero, pero tengo dignidad!

¡Pero no posición!

¡Pero mi padre esta libre no en Azkaban!

¡Y mucho que me importa que tu padre este libre, al fin y al cabo siguen siendo pobres!

Y por ahí siguieron discutiendo, diciéndose cosas (las mayorías era pobretona, estúpido/a, arrogante etc.), hasta que se cansaron, y salieron a los terrenos, a tomar algo de aire, sentándose en un árbol (Ginny de un lado, Draco del otro, en pocas palabras no se podían ver).

Oye, Weasley –la llamo Draco, después de una media hora

¿Que quieres?

¿Por que tienes el cabello negro?

La verdad que no es de tu incumbencia, pero te lo voy a decir: Quería experimentar otro look, ¿Entiendes? Aunque claro, que es lo que vas a entender tu: Siempre vives con el cabello peinado de la misma manera.

Cállate, Weasley –dijo Draco ¡Ginny! –exclamo una voz femenina, que Draco no identificaba.

¡Hola, Mayreni! –saludo Ginny, algo desanimada.

Ginny, tengo buenas noticias –dijo Mayreni, alegremente

¿Que? ¡Ya tengo la poción para volver tu cabello rojo! –exclamo Mayreni, feliz

Mayreni, ahora no...

¡Ay, Ginny! ¡Vamos ahora! Ya se que odias tener el cabello negro...

Mayreni...

Pero no te preocupes, Ginny ¡A cualquiera le puede salir mal un hechizo!

¡Mayreni! ¿No tenias que salir con ese chico de Hufflepuf?

¡Ay, si! Bueno, te espero para ponerte la poción, ¿si? ¡Nos vemos!

Nos vemos –dijo Ginny, apretando los dientes

Así que un cambio de look, ¿eh? –dijo Draco, soltando una carcajada -. ¡No puedo creerlo, Weasley! ¿No sabes hacer ni siquiera un tonto hechizo? Weasley, Weasley, Weasley, sabia que eras una tonta, pero no que tanto. Pero no te preocupes, por lo menos tendrás un cerebro inteligente al lado tuyo por algún tiempo, que esperemos sea corto. Muy corto.

¡Vaya consuelo! –exclamo Ginny -. Ahora voy a tener con un estúpido arrogante que piensa que sabe algo.

Bueno, Weasley, por lo menos se hacer un hechizo bien –dijo Draco sin inmutarse

¡Eres un estúpido!

¡Y tu una pobretona que no sabe ni hacer un hechizo!

¡Eres un idiota!

¡Comadreja!

¡Arrogante!

¡Bruta!

¡Hipócrita!

¡Tonta!

¡Imbécil!

¡Y tu...! ¡Bah! No voy a perder mi valioso tiempo peleando con una estúpida pobretona que no tiene donde caerse muerta –dijo Draco

¿Como una gente puede ser TAN insoportable? –pregunto Ginny

Pregúntale a Pansy Parkinson...

¡Draquito! –dijo Pansy, saliendo de la nada, colgándose del brazo de Draco (pobre) -. ¿Me llamaste?

¡Parkinson déjame en paz! –exclamo Draco

¿Que haces con esa estúpida pobretona, Draqui? –pregunto Pansy, mirando con recelo a Ginny

¡¡Nada que te importe!! –dijo Draco

¡Oh, Draquin! ¿Por que no me acompañaste a desayunar? ¡Te estaba esperando!

¡¡¡Vete de aquí, Parkinson!!! –grito Draco, asustando a Pansy

¡Ay, Draquito! ¿Por que me tratas así? –pregunto Pansy, haciendo un puchero

¡¡LÁRGATE!! - grito Draco a todo pulmón

¡Ay, Draquilin! ¡No te tienes que incomodar, ya me voy! –dijo Pansy -. Bueno... ¡Adiós, Draquito! ¡Nos vemos en la sala común!

¡Cómo me gustaría que me dejara en paz por lo menos un segundo! - exclamo Draco.

Escucho una risa, y vio a Ginny, tirada en el suelo, riéndose a todo pulmón.

¿¿De que te ríes?? –exclamo Draco. Exasperado

¿Yo? ¡De nada "Draquito"! –dijo Ginny, resaltando la ultima palabra.

¡¡Ni se te ocurra volverme a llamar así, pobretona!!

«¡Draquilin! ¿Por qué no me acompañaste a desayunar?» - exclamo Ginny, poniendo cara de cordero a medio morir -. «Te estaba esperando» -dijo, seguido de mas risas.

Ja. Ja. Ja. –rió Draco, sarcásticamente, y aplaudiendo -. ¡Muy graciosa, Weasley! ¿Qué? ¿Aprendiste a actuar así con tu querido cara rajada o por accidente intentando hacer un hechizo?

Ginny soltó un suspiro de resignación, y se recostó del árbol.

No deberías de tratar así a tu novia –dijo Ginny como quien no quiere la cosa

¡Tu no eres mi novia!

¡No estoy hablando de mí, grandisimo imbécil, hablo de Parkinson! –dijo Ginny

A Malfoy le recorrió un escalofrío por la espalda, al imaginarse de novio con esa vergüenza para la naturaleza.

El hecho de que tu salgas con estúpidos, no significa que la gente inteligente como yo tambien lo haga –le contesto Draco mirándola fríamente

¡De haber salido con estúpidos, hubiese salido contigo! –replico Ginny

Discúlpame, Weasley, pero para haber salido conmigo yo tendría que estar de acuerdo, a menos claro de que uses uno de tus "muy útiles" hechizos, y creo que todavía así seria una opción muy dudosa.

¡Eres un estúpido!

¡Pobretona!

¡Necio!

¡Boba!

¡Fatídico!

¡Indeseable!

¡Estúpido!

¡Eso ya lo dijiste, animal!

Eh... ¡Homosexual!

A Draco se le subió la adrenalina a la cabeza. ¿Le habían dicho a el? ¿¿A el?? ¿¿¿A Draco Malfoy??? ¿¿Esa cosa... Esa cosa que su mente no podía ni recordar de tan humillante que era??

¿Cómo... Como me llamaste? –pregunto Draco, totalmente indignado -. ¿Me llamaste a mí, Draco Malfoy, homo... sexual?

Eh... - dijo Ginny, algo insegura, per luego cogió confianza -. ¡Sí! ¡Te llame homosexual!

Inmediatamente Draco tiro a Ginny en el suelo y se acomodo arriba de ella sujetándole bien las manos para que no se soltara.

¿¿Qué estas haciendo?? –pregunto Ginny, algo aterrada

¡¡Demostrándote lo homosexual que soy!! – no bien termino de decir esto y la beso, Ginny se resistía pero Draco no paraba de besarla, no la dejaba respirar.

¡Expelliarmus!

Notas de la autora: ¡Hola! Aquí esta el tercer capitulo, espero que les haya gustado tanto como a mí, por que la que soy yo, me encanto. Y ahora, aprovechando para hacer un poquito de propaganda, espero que se pasen por el fics de mi hermana (Perla Mery, que me inspiro para crear este) "Sentimientos Confusos" Esta buenisimo su fics, y es de Draco/Ginny.

Bueno gracias a: Arabella-G-Potter-Black, brendaneko, amsp14, Ann Potter, hermiginny13 y a Voldie On Varsity Track que no entendí muy bien su reviews, pero es un reviews al fin y al cabo (y no te preocupes que yo no se nada de ingles, y tu por lo menos sabes un poco de español).

Bueno, eso es todo. Espero que me sigan dejando reviews, y las personas que no me han dejado que me dejen sus opiniones, que me dan mucho ánimos para continuar la historia.

¡Bye!