"LA DONCELLA DE LOS TULIPANES."

Por Crystal.

EPILOGO III.

Los personajes pertenecen a CLAMP:  yo hago esto con fines de entretenimiento y por tanto, sin fines de Lucro.

Iniciado el primero de marzo del 2004.

Tenéis que leer el fic de "la princesa del Cerezo y el Lobo Rebelde, para entender este epilogo"

Imágenes Cortesía de Lilika.

 Dedicado con mucho cariño a aquellos que a pesar de nuestros momentos de tristeza y angustias, continuamos creyendo en la magia.

Y a aquellos que, necesitamos de alguna u otra manera, sonreír. 

Y otros que, en los momentos malos o buenos, se olvidan de sus problemas para hacernos sonreír.

A ti amiga, P.C.

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Quiero estar a tu lado y mostrarte todo lo que siento

Tú sabes cómo somos en realidad

cuando nos encontramos con la pasión

sabes que no pensamos con claridad

porque el amor nos ciega a la verdad.

-¿Se llevará esto señora?- interrumpió sus pensamientos una de sus sirvientes al momento de que hacía sus maletas. Le mostraba uno de sus tantos ostentosos vestidos de gala.

-No.- declaró la señora de Li.- No, no lo llevaré... es muy lujoso y lo que tiene Tomoyo planeado es mas bien intimo...- Volteándose a ver el resto de sus cosas empacadas.

Y es que, partiría al Sur, para la celebración del cumpleaños del pequeño pero revoltoso Meriel.  Aunque era de admitir que para nada se parecía al temperamento de sus padres, era digno hijo de Eriol Hiraguizagua,  tanto como Fujien era de Shaoran.

Su rostro se sonrojó al pensar en aquel detalle: el hijo de Shaoran; era un gusto ver en los pocos ratos libres del rey Li, su afición por su hijo.  Era su consentido (ya siendo el único) y por supuesto, eran pocas las ocasiones en las cuales le negaba algo. Incluso el lujo de darle él mismo clases de pelea, Cosa que Sakura odiaba.

Sus recuerdos fueron a dar mas temprano esa mañana, al observar una de las pertenencias de su esposo y soberano de las tierras del Este.

-Y a las diez tiene una junta importante con Matsumoto de las colinas del oeste...- dijo Mieko mientras ambos, Sakura y él, desayunaban con el sujeto.

-Si, si, gracias- dijo Shaoran con un respiro una vez la inmensa agenda fue leída por el sujeto.- Puedes retirarte...

-Si alteza- obedeció el hombre.  Pronto se quedaron a solas, siendo servidos por una de las doncellas.

-Entonces es inevitable que te quedes aquí...- dijo la mujer con tristeza en su mirada.

-Lamento mucho eso... se que te prometí aquella mañana que te acompañaría, pero...

La luz fría ilumina todo a mi paso

y ahora mi silueta está en la pared.

Quiero estar a tu lado y mostrarte todo lo que siento

quiero siempre cubrirte, protegerte con mis propias manos...

-Comprendo. Tienes deberes- declaró la joven esposa.- Bueno, era de esperarse... imaginémonos esto: Eriol apenas tiene tiempo para Tomoyo, ahora, estará aquí cuando debe de estar con su esposa y sus hijos. Especialmente con su hijo varón. Ni se hable de mi hermano; a lo mejor, mandará a Kari acompañada de Naiko pero si quiera Yukito podrá acompañarla. Era demasiado pedir que tu nos acompañaras...-con su cabeza baja.

Y es que, a pesar de ser una ocasión de celebración, Eriol se reuniría en pocos días con su viejo amigo después de concluir unas importantes juntas en donde se develaba el destino de los reinos.

Cuando menos se percató una mano le hacía levantar la mirada.  Shaoran estaba cerca de ella y no del otro lado de la mesa.

-No me gusta verte triste. Bastante tengo con separarme de ti...

-Tampoco nos acompañaste en el Solsticio que se realizó en castillo de los Hiraguizaguas... pasamos tan poco tiempo juntos...

-Lo se- declaró el sujeto y acariciándole aun su rostro.- Te lo compensaré: lo prometo.

-No era lo mismo que un principio.... no es lo mismo...

-Trato de pasar tanto tiempo con ustedes, como me es posible.- dijo en un susurro. – Pero a veces, hasta el mismo tiempo me lo impide.  Pero nada me da mas gusto que pasarme el rato contigo o nuestro hijo...

Ella asintió para luego sentir los cálidos besos de su esposo sobre sus labios. Aquellos labios que, le hacían estremecer y perder la noción del tiempo.

-Tienes que ir a tu junta.- dijo Sakura al separarse de los labios de su esposo. Pero este le miraba con un brillo travieso: Brillo con que le había conocido ya años atrás. un poco mas de 12 años atrás.

-Déjalos que esperen...- dijo atrapando nuevamente sus labios y esta vez rodeándole con sus brazos.

-¡Ah no!- dijo la voz de Fujien sobresaltándoles a ambos y Shaoran separándose de su esposa mientras esta odiaba que en esos momentos, su hijo entrase.- Siempre o casi siempre tengo que desayunar sin ambos y cuando llego, tengo que encontrarme con esto...- con rostro de desesperación.

-Buenos días a ti también hijo...- declaró Li mirándole aun abochornado mientras Fujien se acercaba a besar a su madre.

Sus ojos verdes observaron con travesura a sus padres a quienes dijo mientras se dirigía a la mesa- Lady Nakuru decía esto en Invierno: Ustedes y los padres de Meriel son un caso aparte...- exhalando mientras se servía tostadas.-Miren como se me escondieron una semana atrás...

-¿Nos escondimos?- preguntó una confundida Sakura.- ¿Cuándo?

-El día después de aquella tormenta ¿Recuerdas mamá? Semana atrás... dormí en mi vieja habitación y....

-¡Bueno!.- dijo Shaoran Li interrumpiendo a propósito mientras permanecía sonrojado ante los recuerdos.  Que decir de Sakura: Esa mañana había sido muy romántica e inolvidable.  Claro exceptuando el momento que el silencio se apoderó del lugar para ellos disfrutar sus momentos solos.- Espero que te portes bien y obedezcas a tus tutores que vendrán después de las once... – acariciando la cabeza de su hijo.- Y por supuesto, ven a despedirte cuando partan a casa Hiraguizagua... ¿de acuerdo?

-¡Claro papá!- dijo un confundido Fujien y observando a su madre preguntó.- ¿Acaso se resfriarán?

-¿Por que lo preguntas hijo?

-Por lo rojo que están papá...- señalando la puerta que se cerraba.- ...Y tu....- señalando a su madre.

Una gota rodó por su cuello.

Pero si que había sido romántica aquella parte de la noche y aquella mañana de llovizna que su esposo, permitió tomarse libre.  Supieron de Fujien pasada las tres de la tarde, después de terminar sus lecciones con sus tutores. 

Pero ahora, duraría una semana y algo mas en casa de Tomoyo, tiempo en que no vería a su esposo.

Recordaba aquellos primeros meses de recién casada.  Su vida como esposa, era un cambio de 360° en comparación a vivir como Sakura Kinomoto.  Que decir de sus momentos tan íntimos y personales con su esposo.  Tiempos y momentos que, aun años después de su primera noche juntos, cada vez mas eran inolvidables uno y otro.  El resultado de eso era, su precioso hijo.

---------- Reino del Norte...

-Un séquito de cincuenta guardias será suficiente...- declaraba Touya Kinomoto en esos instantes a su fiel jefe de guardia mientras caminaban ambos por los pasillos.- no quiero que les pase nada...

-Su majestad- creo que, cincuenta son demasiados. Considere que su alteza, no es muy aficionada a tantos guardias.

-Ese carruaje llevará a las personas mas importantes de nuestras vidas.- declaró Touya Kinomoto sorprendido ante la actitud de su mas fiel guardia. Si fuera por mi no las dejaría ir pero...

-el pequeño Meriel es, hijo de su prima, alteza.  Es primo del pequeño Príncipe.

-Kari y él se quedaron a hacerme compañía durante el solsticio. Si se hubieran ido en Invierno, esta vez no los dejara ir...

En ese momento unos pasos corriendo, atrajo sus miradas detrás de ellos. El pequeño de cabellos castaño oscuro como los de su padre, mientras el sello de la familia real era visto colgar en su cuello a través de una cadenilla en oro y su sonrisa formaba parte de sus labios a la vez que se aproximaba y gritaba- ¡¡Padre!! – siendo seguida por una doncella, y otra pequeña de ojos castaños y pelo grisáceo con mechones negruzcos- Ya nos vamos...

Vestía con pulcritud ya que era muy detallista en sus vestimentas y en siempre estar presentable.  Aunque no lo admitiera, el pequeño Fujitaka gozaba de las actividades y de ver a sus parientes mas cercanos.  Cosa que no había podido hacer en meses, gracias a las ocupadas agendas de sus progenitores.

-Prométeme que te portarás bien...- dijo Touya apuntándole con un dedo mientras él asentía.- Nada de travesuras, no importa lo que esos niños te digan.- decía con voz dura y recta.- nada de portarse mal.  Come bien y por nada del mundo te subas a mesas y luches con espadas....

-¡¡padre!! ¿por qué lucharía con espadas?

-Porque fue lo que hicieron esos dos cabezas duras- Dijo la hija de Yukito atrayendo la mirada del rey.   Pero su mirada, le irradiaba miedo y se escondió detrás de su madre. 

-Prométeme que te portarás como un hombre– dijo Touya ignorando el comentario de la pequeña Tukishiro.

-¿Cómo tu te comportas? – preguntó él que hizo que su padre endulzara su mirada por unos segundos.

Besó a su hijo en la frente y dirigiéndose a la doncella preguntó.- ¿Los carruajes están listos?

-Si majestad- declaró la mujer.- el pequeño príncipe vino a despedirse de usted, alteza...

Touya trató de no molestarse. Después de todo, gracias a su temperamento, Kari seguía molesta con él.  Todo gracias a esa invitación al Sur y otras cosas mas.

Cosas entre él y el hermano de su esposa. Nunca le hace las cosas fácil.

-¿Y su majestad?- preguntó Touya.

-Esperando abajo al príncipe.

Touya no se despidió allí de su hijo. Aun con el pequeño en brazos, bajó las grandes escalinatas encontrándose a Kari con su abrigo de viaje colocado y colocándose sus guantes pequeños. Su figura alta y juvenil pero llena de prudencia, fue a dar a la figura de su esposo con el pequeño de ambos en sus brazos.

-¡mira madre!- dijo su hijo lleno de gusto, estaba y se notaba muy feliz .- Padre ha venido a despedirse... no está tan enojado como decías...

-Touya...- dijo la mujer al tener a su esposo frente a frente. Sus ojos recorrían el rostro de su esposo con dulzura, a pesar de aquella discusión.

-Perdóname. No quisiera que te fueras bajo una mala impresión...

Por que siempre cuando estoy junto a ti

el tiempo se nos pasara tan rápido.

Bajo este calmado mar, con la primera estrella, la noche ya está aquí.

La luna pone este encanto mágico,

sin solo un sonido se que es verdad

Al parecer nosotros dos, en lo mismo y a la vez pensábamos.

LUZ DE LUNA (Moonlight Destiny)

Tema principal de la película Sailor Moon S

-He aprendido a vivir con tu temperamento muchos años... ya once, Touya...

Kinomoto llevándose a su esposa a un lado del salón declaró.- Sabes que no me gusta que viajen...- no diciendo la otra razón por la cual llevaba días en mal humor.

-Comprende que, es un compromiso que adquirimos con tu prima desde nuestra ausencia en el solsticio... no asistimos y en verdad...

-Lo se, lo se- dijo Touya abrazándole.- Por favor, no tarden...

-Lo prometo.- sonrió la señora Kinomoto ante la actitud de su marido. Después de todo, Touya adoraba a su esposa e hijo y no le gustaba estar mucho tiempo lejos de ellos.

Pero Kari se preguntaba. ¿Acaso se casó con él temiendo por igual a la soledad?

Luz de Luna

más que nada junto a tí quiero estar, y que sea eterno,

bajo el cielo donde te conocí, aunque por pura casualidad.

Luz de Luna

compartiremos todo tú y yo, la alegría y el dolor

así es como mi corazón siente, cuando estoy junto a tí.

Desde aquella vez que te conocí,

todo lo puedo ver tan vívido.

Bajo el oscuro mar, el camino plateado sube a las estrellas

la luna es quien trae este mensage,

promesas inútiles son para los dos

al parecer nosotros dos caminamos hacia el mismo mañana.

A la distancia, pie de las escaleras, Naiko observaba a la distancia a los reyes diciendo sus adioses.  Después de todo, pasarán mas de una semana sin verse.

-Si pasa cualquier cosa, no dudes en confiar en mi hermano.- dijo Yukito. Ella asintió mientras la hija de ambos alcanzaba al hijo de Kinomoto. Después de todo, eran compañeros de juegos, a pesar que la hija de Tukishiro le llevaba años al pequeño Kinomoto.

Pronto las parejas se despidieron y el carruaje fue observado por Kinomoto y Tukishiro hasta que se perdió en la distancia mientras los soldados llevaban las insignias de la familia real en las banderas. 

Siempre se fueron cincuenta soldados con ellas.

 -¿No le dijiste?-preguntó la reina Kinomoto a su fiel sirviente mientras observaba con melancolía el palacio.  Los pequeños iban hablando a su lado de mil y unas cosas mientras Fujitaka observaba con incertidumbre unas muñecas de porcelana.

Naiko negó con su cabeza y azorada. Su reina declaró- Tendrás que decirle...-señalando su vientre- después de todo, poco tiempo te queda en ocultarlo...

-¿Verdad que si?- declaró la señora Tukishiro.- Bueno, es cierto... pero aun así la situación me incomoda Alteza. Yukito no espera esto... bueno, ambos no lo esperábamos...

-¿Lo habían intentado por mucho tiempo, no?- preguntó Kari a su doncella.

Asintió para responderle.- Pensamos que, no tendríamos mas hijos señora.- declaró la fiel sirviente mientras observaba a su hija sonreír ante un gesto del príncipe en incertidumbre.- Ya con el tiempo pasado...- sonrojándose – y ahora, tenemos una segunda oportunidad.—Notando la sonrisa complacida de su empleadora.- este bebé le hará muy feliz...

-Creo que así será – declaró Kari.- Así quisiera yo, poder darle otro hijo a Touya...- azorándose.- Saben los cielos que él quiere uno... –observando a su hijo, agregó.- Creo también...- acariciando la cabeza de el chico que, distraídamente observaba a su compañera de juegos.- que le haría compañía a mi hijo. Incluso, le platiqué en una de las cartas a mi hermano que, quería otro hijo.- sonriendo.- No me  ha respondido.- Pensándolo unos instantes.-- ¿será eso lo que esa nota de mi hermano contendrá?-  y haciendo una pausa, rectificó.- No: mi hermano no se atrevería...- sonriendo.- Pero se que, Touya le gustaría otro hijo.

-¿Es por eso que el Señor ha estado algo molesto en estos días? – sorprendiendo a su perspicaz señora.

Luz de Luna

Cual sea la distancia no me importa, yo la seguir

la brillante y reluctante luz que está continuando el sueño de hoy.

Luz de Luna

cuando perdida estoy en preocupación, tu me das la respuesta

así es como mi corazón piensa, cuando estoy junto a tí.

Suspiró antes de responder y negando con su cabeza declaró.-no.  Touya está feliz con Fujitaka, y por supuesto jamás me revelaría ese detalle de querer tener otro hijo.  Pero las últimas cartas de mi hermano dirigidas a él (las cuales por cierto no me deja leer), lo molestan con mucha razón, creo.   Conozco a mi hermano.- Ante el rostro de su doncella, decidió hablar con mas claridad, agregando.-  Sabes que lo mío y Touya, no ha sido muy bien recibido desde un principio.  Mi hermano no sabía de las intenciones del Rey del Norte. Mucho menos cuando este se apareció por primera vez en el Oeste.- sonriendo.- Tampoco fui hecha para jugar a la princesa...- sonrió.

-Siempre he servido en su familia- declaró Naiko.- Crecimos juntas y por supuesto, le vi cuando su hermano, tomó la corona del Oeste.   Pero mas que todo, vi como pretendientes huían de usted por su forma de ser...

-Porque todos pensaban que caería con sus galanterías- declaró molesta y con cierta picardía la soberana del Norte. – Imagínate aquello: Después que mi hermano fue proclamado rey, pretendientes no faltaron... pero yo, solo tenía ojos y oídos para mi precioso sobrino, mis escritos...

-y Touya Kinomoto.- sonriéndole a su empleadora. Esta, le devolvió la sonrisa. – Pero según recuerdo, ellos la pretendían mucho antes de conocer a Kinomoto.

-Así es. Pero aun así los rechacé a todos.  Pero a mi hermano se le clavó la espina que entre nosotros había algo; algo que, me haría irme de su lado. Pero eso fue después. Primero tenía que luchar a regañadientes, rechazando cada uno de esos sujetos que me pretendían.   Y otros me rechazaban por la manera en que hablaba, me expresaba y...

-¿Corría por los jardines? – declaró Naiko con sus ojos sobre los azules de su ama.- y además, Pretendientes que conocía muy bien alteza...

-Pretendientes que, sabía que les interesaba mas el título que, mi persona...- declaró la joven reina argumentando lo que su doncella había dicho.- pero eso fue hasta que él llegó.-

-¿Es por eso que permitió que su alteza le pretendiera?- preguntó la joven.

Tardó unos momentos para declarar y sonreír al mismo tiempo ante los recuerdos.-me impactó su seria y hermosa mirada y su atlética figura. Y por supuesto, en ese entonces, no era rey.  Era embajador. Y desde un mismo momento, supe que, no se interesaba en titulo. No se que instinto me dijo que mirara ese detalle.- dijo sin nada de pena-  Por eso, porque le gustó la idea de mis escritos y por mi hermano...

-¿Su hermano?

-Como si no lo supieras...  – sonrió la mujer.- Touya Kinomoto es el alter ego de mi querido hermano; así como Touya celaba y no soportaba ( y en raras ocasiones aun destaca), a Li Shaoran, así mi estimado hermano no le simpatizaba a primeras Touya Kinomoto...

Luz de Luna

más que nada junto a tí quiero estar, y que sea eterno,

bajo el cielo donde te conocí, aunque por pura casualidad.

Luz de Luna

compartiremos todo tú y yo, la alegría y el dolor

así es como mi corazón siente, cuando estoy junto a tí.

-¿Cómo es eso posible?

La reina comenzaba a recordar aquellos días... incluso no pudo evitar sonreír.

al mismo tiempo Touya sacaba sus sentimientos al exterior en oídos de su mejor amigo y el jefe de su guardia.

-¡Como odiaba a ese sujeto!- declaró de buenas a primeras mientras ambos se encontraban en el salón donde Touya merendaba.  Ambos estaban a solas y existía confianza suficiente en tales condiciones para que el jefe de su guardia se sentara como un igual.- te aseguro que ella sigue molesta conmigo por su culpa... por eso continua mandándome esas comisiones privadas. entrometiéndose en la vida privada de los demás.  Incluso, ella me dice que es feliz... pero si lo fuera ¿por que entonces se comunica con su hermano y este manda mas notas dudando de no hacer feliz a su hermana? ¡Explícame eso! Te juro que ese Yamamoto me odia desde el primer día que puse pie en su palacio.  Para complacer a Kari y para que este no dijera mas estupideces, construí la casa de vacaciones cerca de la frontera para que ese se diera cuenta que su hermana es feliz...-Gruñendo.- ¡¡Pero vaya su atrevimiento!!- sacando una nota de su túnica y estrellándole contra la madera.

Yukito dejó que su rey respirara en silencio unos instantes para hablarle.  Que se calmara un poco.  Cosa muy lejana de ocurrir en algún momento pronto. Pero la verdad era que Yamamoto lo trataba de la misma manera que él opinaba de Li Shaoran.  ¿Acaso era la manera del destino de ponerlo en su sitio?

-Dice aquí que, Kari le ha dicho que se siente lista para tener otro hijo pero que no se atreve a pedírmelo.-

-Alteza: Recuerde que, usted no sentía nada por la reina en esos días.- le hizo resaltar su confiado guardia.- Según recuerdo y si mi memoria no me falla, solo la encontraba según sus palabras "interesante"- antes la suspicaz mirada de su rey.

-No estuviste ahí....

-Muy cierto.- acordó su soldado.- Yo estaba aquí; asignado como guardia personal de la entonces "reina" Sakura.- sonrió el sujeto.- Pero debe usted darse, cuenta que por esos días, estaba muy abatido por la segunda decepción con Lady Kaho .

-Lo recuerdo perfectamente- declaró el soberano del Norte.- Figúrate esto: estábamos juntos en un mismo calabozo por tiempo indefinido en el Sur. Sakura había amenazada por ese idiota. Kaho y yo no teníamos nada que hacer en el día mas que esperar... pero la atendí con esos golpes que los brutos le propinaron cuando le capturaron.  – bajando su mirada a la copa delante de él y sin sonreír agregó.- Pensé que ahí se había presentado una segunda oportunidad. Una segunda parte de nuestra historia.

-Pero el hecho de que la señora Kaho se hubiera casado poco después de la restauración, le cayó muy pesado...

Touya lo miró en silencio.

-¿No ha sabido nada de ella entonces?

-Que tiene tres niños.- declaró Kinomoto secamente.- Nada mas eso...

-¿Por qué lo dice así? – preguntó Yukito.- porque se sin duda en mi cabeza y en mi corazón que usted ama a su esposa. Le tomó algo de tiempo para seguir los consejos de las Celestinas de su hermana y prima suya...- viendo la mirada asesina del sujeto.- Y tomó  poco tiempo convencerla de casarse con usted. ¡y a solo tres meses de la boda de su hermana Sakura!- sonrió el sujeto ante los recuerdos. – incluso, a Naiko aunque se quedó sirviendo a su señora, me tomó tres proposiciones para que aceptase; pero usted y a  años después: Tiene a su pequeño hijo.- haciéndole sonreír por unos instantes.

Touya no asintió. Pero tampoco negó aquello.

-Todos los matrimonios tienen sus altibajos.- declaró Yukito. – El hecho de que usted no simpatice con su cuñado ,es razón suficiente para la confusión de ambos.- Declaró el fiel soldado.

-Tu no tienes altibajos.- le señaló el rey a su amigo sirviéndole un poco de su bebida en la otra copa.- ¿O acaso me declararás que entre tu y Naiko hay problemas?

-Naiko a diferencia de mi cuñada Rei, es muy tímida alteza-  sonrió Yukito con su usual rostro de "todo está bien"- Tuve que proponerle matrimonio tres veces antes de que dijera que si.  Entonces estaban mis arrebatos...

Touya alzó una ceja en confusión.  ¿de cuando en cuanto el fiel Yukito Tukishiro tenía arrebatos? Era según él, la persona mas pacifica que conocía en su vida.   Apaciguado y relajado, incluso cuando las circunstancias ameritaban violencia o desenfreno.  Pero Incluso en los tiempos de la Rebelión, parecía que, mantuvo la calma. No como su hermano: Yue era todo lo contrario a lo que Yukito era.  La frialdad en su ser, solo la borraban dos personas: Sakura Li y Rei, su esposa. 

-¿Arrebatos, dices?- cuando las palabras salieron de su boca.

Asintió para decir.- Tengo que controlar a Naiko en no caer y creer en todo lo que los demás le dicen; simplemente es alguien algo ingenua y se cree algunas veces lo que todos le dicen.  Sabe cocinar como los dioses lo que me lleva al siguiente punto: como demasiado... – sonrió con amabilidad a lo que Touya le salió una gota en su frente.- he tenido que restringirme de esos deliciosos postres que hace.  Incluso nuestra hija parece que, se ha dado cuenta de lo ingenua que es.

-¿Eso es un contratiempo para ti con "arrebatos"?

-Ah no alteza- declaró Tukishiro.- Los problemas vinieron cuando me rechazó la primera vez ... – declaró Yukito enseriando su rostro – Y comenzó el teniente Moroko atrás de ella.

-¿Moroko, dices?- preguntó Touya.- ¿Acaso no era el guardia personal de Yamamoto?

-Así mismo.  Le agradezco a su alteza las intenciones de alejar ese sujeto de aquí, para que la segunda proposición de matrimonio no fuera un "no" sino mas bien un "aun no estoy segura"  y la tercera a un "si".

Touya lo miró un poco confundido a lo que declaró.- Si me hubiera rechazado Kari la primera vez, me vuelvo loco...

-Lo que nos trae al siguiente punto: paciencia- declaró como sabio de la materia el fiel soldado.- No puede estar culpando a su alteza de lo que pasa entre su cuñado y usted...

-¿Por qué dices eso?

-¿Acaso no recuerda los días posteriores a la boda de su hermana?- Touya gruñó ante aquellos recuerdos.  – Si los recuerda... aunque majestad, cada vez que nos referimos a la boda de la princesa- Ahí escuchó un gruñido.- Podría dejar los sonidos de disconformidad para luego...

-¿Cuál es tu punto?

-Mi punto es que, usted no fue quien se le declaró.—atrayendo la mirada de su soberano.- en realidad, ella se quedó aquí haciéndole compañía...

-es absurdo.- declaró Kinomoto.- bueno, es verdad que, hablamos antes de la.- gruñendo.- boda de Sakura....- sacudiendo su cabeza.- Aunque  si me reclamó en su primera noche aquí que dejara de comunicarle mis sentimientos por papel y decírselos en persona- sonrió recordando aquel discurso dado por Kari Yamamoto en aquellos días.

En esos momentos la mente de Touya volvió a tiempos que llevaba en su corazón...

-Flash back-

Naiko iba detrás de ella.

-Buen día- declaró la joven.  Miró el emblema que portaba el sujeto en su solapa y preguntó.- ¿Así que usted es Kinomoto? –haciendo una reverencia.- He escuchado hablar mucho de usted.- mirando detrás de ella a la doncella que se azoró.

Era notable que Naiko había investigado.

-Un tanto gusto- dijo Touya haciendo una reverencia y saludándole.- Pero no conozco a mi interlocutora...

-Kari... Yamamoto.- declaró la joven.- Si me conoce: mi hermano nos presentó esta mañana.- Sonrió ella apenando al sujeto y su mala memoria en ese momento.- Lo que pasa es que pensaba usted otras cosas...

Kinomoto saludó nuevamente. ¿cómo no se percató que Yamamoto le presentó la misma mujer de las escaleras de aquella mañana en que llegó.?

-No participó de la cena de anoche- declaró la joven. – ahí nos hubiéramos conocido entonces...

-No soy muy aficionado a cenas... prefiero cenar solo- declaró Kinomoto. Kari se colocó a la par con él y comenzaron a caminar. 

Naiko iba detrás.

-Pero era en su honor...

-Precisamente eso mismo.- frunció su rostro.- Traté de persuadir a su esposo, pero...

-¿Mi esposo?- preguntó sorprendida y alto aturdida.

-¿Yamamoto?

Sonrió para decir.- le dará gusto saber que, no es mi esposo.- sonrió Kari continuando su caminar. 

-¿por qué dice "que me dará gusto"?

-¿acaso dice que no es así?- rebotó ella la pregunta.

Notó la sonrisa sutil en sus labios húmedos y suaves y sonrió sutilmente para colocar sus manos detrás de si mismo y continuó caminando a la par con la mujer.

-¿qué es de Yamamoto?- preguntó Kinomoto.

El pequeño ese instante se libra de la mano de la joven y avanza para corretear en el jardín mientras ella se detiene a observarle.

-Hermana menor- declaró la mujer- vivo con él desde que tenía 15 años.  Perdí a mis padres y mi hermano después, perdió a su esposa. – mirando a la distancia al niño.- Cuido de mi sobrino...

-Eso de cuidar su sobrino debe de quitarle tiempo con los pretendientes alteza...

-Por favor, dígame Kari- declaró la joven.- no, no tengo pretendientes...- torciendo su rostro.- No que valgan la pena al menos...- retirando un mechón de su cabello de su rostro.

Su vestido bailaba con el viento.

- Pero cuénteme de usted... – declaró la chica.- ¿Es cierto que el Norte es gobernado por una mujer?

 

En el tono de su voz se notaba cierta admiración.

-Así es – asintió el sujeto.

-¿Fue miembro de los que realizaron la rebelión?- preguntó entusiasmada.- Mi hermano participó.  No directamente pero participó –suspirando.- Llevándose solo este palacio como recompensa y una corona...

-Y usted es princesa- declaró Touya.

ella rió para decir.- Si, pero poco y menos tiempo me queda para escribir...

-¿Escribir, dice?

Asintió para declararle.- Soy poetisa...- declaró la mujer.- Escribo de muchas cosas...

-¿Cómo que?

-Bueno, por primera instancia, del amor...

ahí notó como un dejo en el cuerpo de su acompañante y cierta ironía en su mirada al pronunciar esas palabras.

-Tomo por entendido que, no cree en el tema.-  sus ojos azules recorrieron las facciones del sujeto.

Naiko avanzó adelantándose para llegar a donde el pequeño que aun jugaba mas adelante en el jardín.

-Mas bien, era fiel creyente hasta que desperté bruscamente...

Kari lo miró con profunda comprensión.  Touya notó aquello: Como si fuera mas bien una confidente.  Una confidente que no hacía quince minutos, no había hablado con ella.

-Tomo por entendido que no cree. Lo respeto.- observándole algo aturdido mientras su alta figura observaba a la dama a su lado.- Pero ¿cuánto tardó en despertar?

El sujeto no respondió.

Ella sonrió e indicándole unos bancos, se sentaron uno al lado del otro y ella dijo.- Bueno, para eso tiene un par de oídos dispuestos a escucharle, claro si lo desea es hablar de cualquier cosa. Aunque me gustaría escuchar siempre su punto de vista. Si no lo considera un atrevimiento de mi parte.

-¿Acaso a usted le gusta saber la vida de desconocidos?- preguntó con cierto ánimo. Primera vez que, conocía a una mujer como esa.

-Nada de eso- sonrió la joven ante la negativa del sujeto y agregó.- Soy escritora, pero también soy una buena escucha. Tal vez, pueda escucharle o solo charlar...

-no lo creo- declaró el sujeto.

-¿no confía en nadie, cierto?- preguntó ella algo aturdida- o sea ¿No sería la primera vez que le sirven de confidente y lo traicionaron?

Negando con su cabeza agregó.- En realidad es muy simple: no confío en nadie. Bueno tal vez en mis amigos de toda la vida. Pero ellos no están aquí.- hablando de Yue y Yukito.

Ella guardó un silencio sepulcral ante aquella declaración y él preguntó.- ¿Acaso no dirá nada? ¿No insistirá?

Ella le miró con cierto desafío en su vistazo.  Un desafío lanzado por él.  El tono de su voz fue irónico.  Pero ella declaró después de un instante.- si no quiere confiar en un par de oídos extras entonces, Escriba...

-¿Qué cosa?

-Escriba.- respondió ella – Lo que siente.. Lo que siente ahora, al encontrarse en estos instantes con todo lo que ha pasado.  Escriba sus deseos, anhelos. Le aseguro que escribir es una gran cura.  Pronto verá a alguna mejoría  de la cual me contará luego.

Kinomoto no le miró mas instantes luego, Naiko se acercó diciendo.- Lo siento alteza, pero tenemos que volver para la merienda con su majestad- sintiéndose apenada de haber interrumpido.

-bueno, espero verlo esta noche en la cena, señor Kinomoto – Sonrió ella haciendo una reverencia.- Y por supuesto, traiga sus escritos...

Alejándose del lugar, dejó aun muy perturbado sujeto que la confusión era mas enorme que nunca.

------- Dos noches después...

Touya estaba en el pasillo que daba al exterior del muro del castillo y observaba a la distancias pequeños puntos iluminados en los valles mas adelante.  Casas, que en ese momento, estaban en la hora de la cena.  Miró mas a su izquierda para notar el negro manto mas allá: el mar.


Escuchaba el oleaje venir de muy corta distancia de allí y cerró sus ojos.

-A veces escucho el mar cuando las cosas no van bien como pienso ...- declaró la voz de la joven Kari.  Ahí notó como venía sola acercándose por el pasillo.

-Su alteza- dijo sorprendido y vio como ella se colocaba a la par a su lado y observaba a la misma dirección que observaba el hombre - ¿Qué hace aquí? ¿no debería estar cenando?

-Bueno, no tenía hambre... me disculpé con mi hermano...- pensando unos instantes.- ¿Ha hecho lo que le dije? – ante su mirada extrañada ella agregó.- Escribir...

-Lo único que escribiría sería si encontrase alguien quien leyera lo que escribo.- declaró el sujeto.- ¿Para que escribir cosas que, al final solo tu leerás?

-o un amigo... o una amiga, tal vez- declaró ella atrayendo su sorpresa y ella riéndose unos instantes agregó.-Pero no me vea así. No le pido nada del otro mundo...

-¿Acaso no le importa lo que piensen?- preguntó el algo preocupado.- Es decir... usted está aquí, conmigo... a solas... sin su doncella.

-Ah Naiko: bueno lo que pasa es que ella es que le dije que se quedara en mi alcoba...- sonrió ella.- al menos que le moleste mi presencia...

-Por sorprendente que parezca- dijo retirándole la mirada y observando el oscuro horizonte.- No me importa...

-¿Disculpe?

-Que no me importa que me haga compañía...- declaró él y ella sin que él se percatara, sonrió.

-¿Aunque sea en silencio?

Asintió.

Ella simplemente, apoyó sus manos en el pasamanos del lugar y se paró a su lado.

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Mientras por la mañana se reunía con el rey, por las tardes libres y las  noches, Kari y él se reunían ya era para tomar té en otro de los tantos salones de palacio (con Naiko presente pero haciendo otras cosas que escuchar las conversaciones entre ambos), Kinomoto disfrutaba de la compañía de la joven.

Y ella comenzaba a sentirse distinta en su presencia.

Pero notó algo: Kinomoto por nada del mundo, le declararía algún interés en ella.  Eso se notaba. Siempre que se quedaban sin temas de que hablar o cuando se miraban fijamente, en silencio, él prefería cerrar su boca y apretar sus rodillas antes de decir algo; no iba a ser fácil.

No era fácil.

Pero Kinomoto continuó con las vistas entre él y Yamamoto.  Aun Yamamoto no estaba del todo convencido de que, relaciones con un país en donde una dama era la reina, era positivo o en todo, resultaría. Otra de las cosas que no le gustaba era la inexperiencia del rey del Este.  Un muchacho según escuchó.

-Estoy de acuerdo con usted- dijo Kinomoto en un momento. Ambos estaban sentados frente a frente en una mesa cuadrada de al menos metro y medio de distancia.  Sin ambos percatarse, la joven Princesa ingresó al salón. –Un muchacho apenas es hombre para gobernar.- poniendo por debajo a Shaoran Li.- Pero puedo decirle que ese muchacho, fue lo suficientemente hábil para organizar hombres comunes y armar un ejercito que nos trajo a la paz que buscamos.- dando una pausa- y a usted su corona... igual está el rey del Sur.  Relativamente, son mas jóvenes que nosotros.  Pero no dude de sus capacidades.

-muy cierto- dijo Yamamoto observándole.- Pero aun no lo sé Kinomoto... ¿Qué me garantiza que una vez todo esto se resuelva, lleguemos a un acuerdo que sea común para las naciones, este tratado no será traicionado por alguno de los mandatarios?- con su vista fija en el representante-. Es decir, se que por su hermana, usted garantizará que el acuerdo prevalezca como Representante del Norte. Pero ¿qué garantiza que el Este o el Sur, sigan el acuerdo?

-Con todo respeto su alteza- dijo Touya seriamente.- Pensé que Kaho Mitzuki pasó por aquí...- dijo con firmeza.- Kaho, con gusto le explicaría todos los detalles concernientes a la "unión de intereses"

Kari escuchaba con atención, en silencio y sin darse por percibida.

-¿Aquélla cosa que, cualquier nación que traicione el acuerdo, avalará y apoyarán uno con otros?- preguntó – si, si... Kaho Mitzuki es una buena intermediaria...- sonrió el hombre. – Pero no creo que, todo lo que ella promete, difiera mucho de lo que hablamos: En teoría vivimos una utopía... la restauración de las cuatro naciones, pero como le digo; otra cosa es que, cumplan lo cometido...

El rey miró con determinación al rostro de Kinomoto y este, viceversa.

Pero de un momento a otro, el rey se levantó, seguido de los consejeros allí presentes y demás observadores.- Creo que podemos detenernos por hoy...- haciendo un saludo al emisario del Norte.

Una vez este se retiraba del salón, Kari notó la cara de insatisfacción del Embajador del Norte. Lo siguió con la mirada hasta que salió de allí.

-¿Podría tu hermana hablar unos instantes con el rey?- preguntó a Yamamoto la mujer con su mirada azul sobre el hombre.

-Suenas como enojada- observando un instante a la doncella de cabellos negros a pocos pies de su hermana y esta observándole bastante perturbada.

-No confías en su palabra.- dijo Kari por encima de los murmullos de los consejeros retirándose.  No era costumbre ver a la princesa en las juntas de consejo.

-Me sorprende que tu si...- declaró Yamamoto.-No discutiré tu sabidurías en política entre reinos porque tal vez hablaría de mas y me llevaría una sorpresa... mi hermana no es una insulsa...

-Gracias por el cumplido...

-Sin embargo...- declaró el hombre.- Puedo ver a través de ti, hermana... se quien eres... a donde vas y que quieres...- haciendo una pausa.- Crees que, soy injusto con el embajador...

-Mas bien, obstinado.- cruzándose de brazos.- En verdad hermano ¿Crees que alguien tan respetado como Touya Kinomoto, Planeará una embestida en tu contra con el apoyo de los otros tres reyes? Hasta ahora, no te han dado ninguna prueba de su supuesta traición que esperas que ocurra... tan solo se han mostrado, fieles, comprometidos y atinados con sus decisiones en mando. Hasta tu, tienes que admitirlo...

Yamamoto exhaló pesadamente.  Adoraba a su hermana.  Era su mas grande tesoro después de su hijo.  Kari tenía la prepotencia y actitud que él identificaba en si mismo.

Pero notaba las otras aspiraciones de su hermana.

-Tu interés va mas allá de los tratados.- colocando sus  manos sobre los hombros de la joven.

-No... no se de que hablas- declaró ella apenada.

-Puedes engañar a otro... – declaró Yamamoto. Incluso habló seriamente.- Pero sabes que lo que pretendes no es fácil.  Es algo tosco y rudo pero no pasando mas allá gracias a la sangre azul que corre por sus venas y su refinada educación...

Adivinaba a donde iba todo.

Kari no respondió. Pero la relación de Kinomoto no pasó mas allá de aquella amistad, que fue forjándose en esas semanas en el Oeste.

-La noche de su partida del Oeste... - 

Pero así como había llegado, así habrían que despedirse.  Touya por alguna extraña razón que no comprendía, se había encariñado con la mujer.  Porque no era una chiquilla.  Tenía un poco menos que su edad, pero era suficiente para saber que era alguien que sabía lo que quería.

¿pero una de esas cosas, era él?

-Embajador Kinomoto.—dijo Kari acercándose por el pasillo con rapidez.  Ya se iba por lo que parecía a la entrada del palacio.- ¿Ya se va?- viendo la escolta que le acompañaba y los hombres cargando sus valijas.

-Así es.  Debo de llegar al Norte donde mi hermana espera los reportes de las juntas...

-Ya veo- sus ojos azules se le quedaban observando con incertidumbre.- espero que al menos, recuerde a su amiga. Porque créalo o no, y disculpe el atrevimiento, me considero su amiga...

Touya se quedó en silencio observando su mirada añil.  Tomando un respiro y para verla menos triste declaró.- le escribiré...

Sus ojos se iluminaron al escuchar aquellas palabras y dijo.- ¿En serio? ¡Que bien!- sonrió en respuesta.

Estaba sonriéndole e iba a tocar su mejilla cuando la voz de Yamamoto del otro lado diciendo.- Se le hará tarde señor...- evitó que el sujeto tocase a la princesa.

-Muy bien.- dijo Touya volviendo a su actitud y agradeciéndole al rey su tiempo y haciendo una reverencia, se marchaba por el pasillo acompañado de sus soldados y los sirvientes.

Kari sentía como con el sujeto, se iba una parte de su ser.

-El pertenece al Norte...no se te olvide- dijo su hermano. Le dolía el solo pensar que, su hijo se quedaría sin su tía y él, sin su hermana.

-Si...- declaró ella apesadumbrada.- Oye ¿Te importa que visite a la tía Byakko en la casa campestre un día de estos?

El negó diciendo.- Claro que no me importaría...

-"Touya Kinomoto: Si supieras lo que has hecho en mi..."- declaró ella al único capaz de escuchar tal declaración: Su corazón.

-Fin del Flash back-

  

-La verdad no sabía que, habías compenetrado tanto con Touya en esos momentos que lo envié como embajador.-declaró Sakura Li a su cuñada.

-Pues no entiendo muy bien quien hizo que.- declaró Kari- Solo se que, si no hubiera tomado la iniciativa y acercarme a él, tal vez, ni siquiera Fujitaka estuviera con nosotros ahora- declaró observando a su hijo jugar con el niño de Sakura y Shaoran.- después, me pidió que nos casáramos...

-Pues mira que a ninguna se nos ha hecho fácil.- declaró Tomoyo.

-¿Cómo que no? A quien no se le hizo fácil fue a tu marido ¿A qué no?-  preguntó Meiling estando presente y hablando con total libertad.- Según recuerdo, el rey Hiraguizagua tuvo que perseguirte mucho para que aceptaras...  Aunque tienes que admitir que, creo que cuando se enteró que tendría a Meriel después de Loriel pudo haber apaciguado las cosas de rechazar dos veces a un hombre...

-Enmendaste tus errores Tomoyo- declaró Sakura sonriéndole y apoyando lo dicho por la esposa de Meiko.

-No sé porque dices eso Sakura... - declaró Tomoyo sonriéndose sutilmente.-¿ quien fue la que tuvo que enfrentar a su suegra el día de su boda con su hijo? ¿Y mas aun, cuando esta exigía un nieto como obsequio antes de su muerte que fuera concebido en la noche de bodas? ¿Acaso no eras tú la que temblaba como pluma?

La joven tosió incómoda y recordó aquel (según ella) bochornoso episodio con Ieran Li.  Cuyos eventos prevalecían como si hubiera sido ayer, en su mente.

Por que la mujer insistía que debía de tener un nieto de una vez.

--------- Flash Back.--------

-Reina Ieran- dijo Sakura una vez se quedó a solas con la madre de su prometido.

-Dioses... te ves... hermosísima... – observando con ensueño a quien sería su nuera.- Shaoran si no nos cuidamos  como dice mi sobrina, se desmayará al verte...

Sakura asintió el cumplido con su mirada, además de azorarse intensamente.

-¿Sabes porque he venido a verte? ¿Momentos antes de la ceremonia?

-No señora- declaró Sakura.  

-Bien.- tosió.- Como se de cuentas que no tienes una madre... tu padre falleció y sobre todo... - dudando decirle.-Tienes ese hermano tuyo que Shaoran me admitió que costaría un gran trabajo permitir que te casaras con él, no vengo aquí como madre del novio.  Sino como tu futura madre... por matrimonio... –mirándole fijamente.- Los hombres querida... – ante aquella frase, ya Sakura se imaginaba lo que venía; por imaginarse, sus mejillas adquirieron un rojo carmín intenso.- Sakura: No he empezado y mira como te pones- no evitando sonreír ante la pena que sacó de la chica. Le pasó un trago de agua en una copa de plata a un lado.

-Lo siento señora- declaró la joven sonriendo nerviosa ( Y mejillas mas rojas aun).  Bebió parte del liquido que contenía.

-Bueno, tal vez, no sea correcto hablar esto contigo... si empezamos tendremos que suspender la boda.- ante la mirada apenada de la chica.- porque te desmayarás...

-Déjeme decirle algo- dijo ella con temblor en su voz, pero decisión antes de que Ieran retomara el tema y sorprendiendo a la mujer..- por favor escúcheme: agradezco su intento y su preocupación por nosotros o por el futuro.  – declaró – Le agradezco por preocuparse por mi preparación y bienestar y mas aun en un día como hoy. Pero creo que, a Shaoran no le gustaría que, estuviéramos discutiendo este tema...

-Shaoran te considera como una rosa blanca Sakura... – hablando de la inexperiencia de la chica.

-Precisamente por eso quisiera que no me diera detalles.- Declaró la chica.- O no intente nada para nosotros... para nuestro bienestar.- opinó a su futura suegra.-   Deje que las cosas sigan su camino.  Creo que, Shaoran se lo agradecerá.

-¡Ay Sakura: conozco a mi hijo!- declaró Ieran ahora roja.- Es muy tímido con lo que se trata de mujeres... y tu...- señalando a la chica vestida de blanco.- Bueno, eres tu...

Sakura no quería saber que se refería Ieran con eso de mujeres. ¿Acaso no era ella la única en la vida del ahora  Rey del Este? Olvidando aquel detalle declaró.- somos el uno para el otro... y créame: Shaoran no es quien usted cree...- abriéndose un poco mas con su suegra aclaró. sabremos complementarnos y hacernos felices uno al otro... ténganos fe...

-Les tengo fe...

Ella sonrió para responder.- Pues déjenos todo en nuestras manos- declaró sonriéndole. y azorándose agregó..- Y si desea construir la alcoba de bebé, Hágalo...

-Sakura...- decía Ieran notando que, la chica sabía de que se trataba todo.- ¿Quién??? ¿Cómo?

-Le dije que, no conoce a Shaoran tanto como lo conozco yo: Nos tenemos confianza- no diciéndole que en verdad, se enteró por Meiling y Tomoyo.

Ieran asintió en silencio y en ese momento, se escucharon unos sutiles toques en la puerta que sobresaltaron a la novia.

---------Fin Flash Back.--------

-Tia Ieran estaba como si fuera su cumpleaños y ella tenía de nuevo doce años (O eso decía mi padre) estaba feliz cuando regresamos al Este y me contó que, le diste autorización para la alcoba de Fujien.

Kari escuchaba con atención las conversaciones entre las soberanas del Sur, Este y la dama de sociedad Meiling.

-¿Se emocionó mucho cuando supo que estabas encinta?- preguntó Tomoyo a Sakura.

-No como se puso mi primo.- rió divertida Li Meiling.

-O como se puso Touya...- declaró Kari.  Ahí atrajo las miradas de las jóvenes presentes.- Es que, yo me quedé mas tiempo por insistencia de tu hermano. Para días antes fue que decidimos casarnos- declaró observando a Sakura sonreírse. Ella recordaba que con la nota de su hermano, fue que se enteró que estaba encinta de Fujien- Cosa que no le hizo nada de gracia a mi hermano...

-¿Ahí fue cuando comenzaron las hostilidades personales entre mi hermano y Yamamoto?

Negó con su cabeza para decir.- No. Comenzaron cuando Mi hermano notó mis sentimientos por el tuyo.- declaró con una sonrisa.- cuando era Embajador del norte...

-Bueno, bueno- dijo Tomoyo sonriendo.- me imagino como se pondría Touya cuando se enteró que sería Tío...pero ¿Cómo reaccionó Li Shaoran?

Sakura adquirió un carmín intenso ante aquella pregunta.  Y mas aun, cuando las miradas de las mujeres presentes (Pues las doncellas atendían  a los niños que jugaban  mas adelante), se posaron sobre Sakura...

-Bueno...- comenzó a decir la reina Li.

----- Flash Back -----

El castillo que se convertiría en el nuevo hogar de Sakura, desplegaba sus muros dándole la bienvenida mientras los coches eran arrastrados por el camino. Ella observaba por la ventana lo que sería de ahora en adelante su nuevo hogar mientras su esposo la trajo a la realidad con un sutil beso en su mano.

-Bienvenida a casa- dijo él con voz soñadora a su hermosa compañera. De ahí le dio un sutil beso en sus labios y pronto se dirigía a su cuello.

-Shaoran...- dijo ella apenada y con rubor.- Estamos en un carruaje.- no evitando soltar una risita conspiradora.- Estamos a punto de llegar a tu castillo...

Se separó (No muy convencido de ella) y dijo en voz baja.- Me resistiré hasta la noche... – declaró colocándole de un rojo carmín intenso.-  Sakura: Ahora que regresamos a casa, me he puesto a pensar que las cosas serán un tanto diferente a lo que hemos vivido ahora...

-¿Lo dices por el tiempo? – viéndole asentir.

-No tendremos tanto tiempo libre... para nosotros...- dijo en un suspiro.

-Lo comprendo- declaró ella.- he vivido rodeada de lo mismo toda mi vida Shaoran: Es diferente para ti, pues hasta ahora tienes una corona sobre tu cabeza; yo he sido princesa, mi hermano es rey y antes de él, mi padre.- sonando comprensiva- Además, me casé contigo consciente de que, tengo tu amor... pero tu gente tiene parte de tu corazón, también...

Besó su frente agradeciendo su comprensión y pronto estaban en la entrada del palacio de donde unas jóvenes (algunas de ellas seguidas de hombres muy distinguidos según se dio cuenta Sakura), venían a darle la bienvenida. No vio a Meiling entre ellos pero si a Ieran Li quien al acercarse le abrazó como a una hija.

 

-Te encantará la habitación- dijo Shaoran llevándole del brazo mientras los sirvientes iban detrás con todas las valijas. – Dejé a Yamasaki y a Meiling encargados que todo se hiciera de acuerdo a mi petición... espero que te guste también...

La alcoba a la cual entraron estaba con una pequeña antesala la cual rebosaba de floreros llenos de flores de cerezo y rosas blancas.  La chica paseó con sus ojos lo hermosa que era la sala.

Pero Shaoran no notó una puerta a un lado que no estaba cuando partió del Este.

-Es hermosa- dijo la joven mientras los sirvientes ingresaban con las valijas. De ahí Shaoran la tomó de la mano, ingresándole a una hermosa habitación con nuevos muebles y notándose la hermosa cama matrimonial con detalles en la madera y hermosas telas descendían de la parte superior del mueble y amarrados con listones de los postes para darle a la pareja intimidad en sus noches.

El color satín de la cama era un verde claro en distintas tonalidades. Mas allá se notaba el enorme guardarropa y mucho mas allá unos armarios para la ropa de la chica.

Una vez escucharon la puerta cerrarse dejándole a solas, Shaoran abrazó por la cintura a la chica y mirándole embelesado mientras respiraba aquel perfume que sentía en su pelo.

-Eres lo más hermoso de mi vida- dijo en un susurro.

-Te amo- dijo ella besándole tentadoramente los labios- Gracias por hacerme tan feliz... estos días, han sido inolvidables...

-Todavía nos falta el resto de nuestra vida juntos... - besándole y olvidándose de todo lo demás.

Una vez se separaron para respirar Sakura, le recordó algo.- Recuerda que, tenemos que ir a cenar... con tu madre- declaró la joven. Ahí escucharon como tocaron la puerta.

-¿Sí?- preguntó la joven yendo a abrir mientras Shaoran condenaba aquel que tocaba la puerta.

-Disculpe- dijo una chica sonriéndole sutilmente.- Altezas: lady Ieran quiere confirmar su asistencia en la cena de bienvenida...

Shaoran suspiró ¿Cómo su madre sabía que, en pocos momentos convencería a Sakura para pasar la noche sin asistir a la cena?

Ahí fue que notó la puerta nueva.  Alzó una ceja preguntándose que era eso.

Mientras abría la puerta y caminaba a su interior, Sakura notó aquello y dijo a la doncella-.- Si. dígale a Lady Ieran que bajaremos en una hora...

-Muy bien alteza- y dijo antes de irse- Bienvenida a su casa... - antes de retirarse tan rápido como su velocidad ( y pequeños pies) Le permitían.

Ahí cerrando la puerta, notó como Shaoran salió del cuarto contiguo con cara de susto.- ¿Shaoran? ¿Qué pasa?- viéndole cerrar la puerta detrás de él, observar a Sakura y apoyarse de ella.- ¿qué ocurre?

-Nada- dijo él nada convincente. Pero tal vez, su rostro pálido, falto de aire y algo alterado era que lo delataba.

-¿Qué te ocurre?- tratando de apartarle de la puerta.- Déjame entrar: sabes que entraré en un momento a otro...

-¿te recuerdas lo que hablamos semanas atrás de lo que mi madre trataría de hacer?

-mas o menos- dijo Sakura apartando (Sin nada de esfuerzo a su esposo.

-Pues lo hizo...- al escuchar el sonido de la puerta abrirse.

Ahí Sakura posó sus ojos en la pequeña cuna, posada justo debajo de una ventana.  Había caballos de madera en el suelo.  Un hermoso armario y muchos juguetes y otros muebles para lo que parecía...

-se parece a una alcoba de bebé... - dijo Sakura con inocencia.

-"No se parece" es, una alcoba de bebé.- dijo un muy desanimado Shaoran.

Pero Sakura recorría los muebles y los detalles con un toque sutil de sus dedos, incluso se agachó a uno de los caballitos de madera.- Esto es hermoso Shaoran...

-Le dije que no lo hiciera...- dijo Li molesto y Sakura se sonrió.- Le dije que no arriesgara lo nuestro por un capricho...

Ahí notó como la chica se abrazaba a él, lo que le hacía temblar de arriba abajo.- Bueno, no es como si no se diera la posibilidad- sonrojándose.- ¿No crees? – mirándole con ternura.- Después de todo, no es imposible que tengamos visita pronto... es mejor estar preparados...

Por la calma, la sonrisa y su tono de voz, él preguntó con seguridad.- ¿Tu sabías esto? ¿Sabías que ella lo haría?

Asintió para confirmarle.- le dije que lo hiciera—declaró sonriéndole.- Es que, se veía tan emocionada y yo...

-¡AH! ¡¡NO DEBI" DE DECIRTE NADA!!

-¡No me dijo nada! dijo ella – En realidad, me enteré por mis propios medios...

-¡¡Sabes lo que hace: Está entrometiéndose en nuestra vida!!

-¡Es tu madre Shaoran!- se escandalizó Sakura mientras le observaba con aturdimiento.- Además: yo le dije que lo construyera...antes de nuestra boda.

-¿Qué tu que?- preguntó no creyendo lo que escuchó.

¿Acaso Sakura, la chica que era su esposa hizo eso? ¿una mujer que, no era mujer hasta dos meses antes, ahora le revelaba que ella fue quien le dijo a Ieran que lo construyera? No podía creerlo.  La misma Sakura que en la noche de bodas, que temblaba como un pajarillo aferrado a unas manos que le mantenían cautivo, la cual fue poco a poco adaptándose al momento, y le brindó una felicidad perfecta, ella le regaló su inocencia y ahí se percató que en verdad, había tomado la decisión correcta al unirse el resto de su vida a ella.

-¿Estás segura de lo que dices? ¿no dirás eso para que no me moleste con mi madre?- viéndole negar con su rostro.

-No- dijo ella sonrojada.- Yo le dije a Ieran que la construyera.- tomando una bocanada de aire.- Además ¿Quién dice que no nos vendrá útil después?

 -Te subestimé.- dijo Shaoran Li alto aturdido.- pensé que si te enterabas de esto, te escaparías de mi lado...

-Me hubiera escapado, cierto...- dijo Sakura buscando su pecho y abrazándose mientras se acurrucaba al cuerpo varonil de su marido.- Pero contigo...

----------- Fin del flash Back....

-Bueno, bueno... eso está bien- declaró Meiling.- Pero eso, aun no explica como mi primo se enteró que, esperabas al pequeño Fujien...

-me imagino que casi se desmaya... - declaró Tomoyo sorprendida.- es decir ¡a meses de casarse!... dos o tres supongo...- declaró la joven Hiraguizagua.- Incluso, en un momento, Eriol me comentó que nos seguían los pasos.- sonrojándose ante el comentario.

-Bueno no tanto... – dijo Meiling.- Porque si mis cálculos son correctos y para el momento que me enteré de todo aquello...  y las circunstancias del nacimiento de mi querido primo segundo... – Viendo el carmín que se posaba en las mejillas de Sakura, esta reveló.- Sakura quedó encinta la misma noche de bodas...

Tomoyo miró a su prima algo aturdida.  Así que, Fujien no fue prematuro por un mes y algo.

-¿Es cierto, no Sakura?- preguntó Meiling orgullosa de tener la razón.

Y la tenía.  Sakura asentía mientras un tono púrpura estaba en su rostro.

-¡Sakura! Nunca supe eso... - declaró Tomoyo.

Kari a duras penas aguantaba la risa.

-Era porque yo misma no estaba al tanto de eso Tomoyo.- pensó la joven.- Cuando noté que, bueno... - sonrojándose.- Que algo andaba mal, pensé que era la misma ansiedad post boda. Y después de la Luna de Miel estuvimos muy ocupados... ¡no es fácil para mi hablar de estas cosas!! Y si no hubiera sido por la nota de Touya.- señalando a Kari.- Bueno... ya saben...

-¿Acaso averiguas todos los embarazos de la familia, Meiling?- preguntó Tomoyo algo aturdida, ante la certeza  de la prima del rey del Este..

-Bueno, algo tengo que hacer mientras mi pobre Meiko se me iba de casa, ¿No? – declaraba la prima de Shaoran.- me quedaba sola, con pocas cosas que hacer, así que... comenzaba a estudiar lo que la anciana que atendía la casa me contaba de muchas cosas, llegando al tema de los embarazos.  Cuando quedé encinta con Yamiko, pude averiguar que, ella fue concebida en el mes ocho entre el día diez y  veinte dos... después de mi primer año de casada- haciendo una pausa.- Y es por la simple razón que no nos empeñamos en tener un bebé tan pronto... – sonriendo conspiradoramente.- O no andaba buscándolos como ustedes...

-¡Ay no nos des detalles!- declaró Sakura.

-¡No buscamos nada Meiling!- reclamó Tomoyo con un rojo carmín en sus mejillas.

Aquella escandalizada voz atrajo la atención de Rei Tukishiro quien junto a Naiko, vigilaba a los pequeños en compañía de Nakuru.

-Bueno, bueno... el asunto es que, pude ver querida señora Hiraguizagua que usted quedó embarazada en la tercera semana desde su boda- declaró sorprendiendo a Tomoyo. –Pero Sakura y mi primo ¡¡Vaya con ustedes!!!

-Lady Meiling- gritó escandalizada Sakura. 

Riendo declaró – me callo de hablar cuando cuentes que pasó con mi primo cuando se enteró... -

-Sakura dile por favor o sacará la cuenta de cuando nació Meriel... - reclamó  una desesperada señora Hiraguizagua.

-Bueno, por tus cartas... tengo mas o menos un acercamiento...  –comenzó Meiling a explicar.

-Bien te contaré- dijo Sakura ante "el método de convencimiento" usado por la prima de su esposo.

Tomoyo respiró aliviada ante la decisión de Sakura.

------- Flash Back...

Habían pasado ya alrededor de dos o tres meses de la boda.   En ese momento, Ieran Li, se encontraba cenando conmigo en el gran comedor. 

-Bueno, Sakura, tengo que admitirlo: mi hijo es tan feliz contigo...

Sakura asintió en silencio mientras las luces del salón iluminaban sus rostros.

-Te encuentro algo triste- dijo Ieran de repente. Eso atrajo la mirada de Ieran.- ¿echas de menos a los tuyos?

Finalmente respondió. – si Lady Ieran... extraño mucho a mi hermano...

-Bueno,  creo que esto te alegrará... - declaró con una sonrisilla conspiradora.  En ese momento y a indicación de Ieran, un sirviente extiende una bandeja de plata con un sobre de color azul: en él, el sello usado por la familia Kinomoto. Sakura abrió los ojos como platos.- Llegó cuando cabalgabas... - y haciendo una aclaración, solicitó.- No es que me queje querida, pero deberías dejar esas cabalgatas al atardecer- sonando  preocupada. Sakura le observó antes de abrir el sobre.- Casi no pasas tiempo con Shaoran y francamente, tus horas de cabalgata, coinciden con la hora del té. ¿no podrías cambiar la hora para que pases tiempo con él?

-Con todo respeto, pasamos bastante tiempo juntos. Incluso, cuando usted está ocupada con la beneficencia,  Shaoran y yo nos reunimos para comer algo ligero, Lady Ieran.- declaró seriamente la ahora señora Li.- que usted no se entere, es otra cosa.- sonando algo seria.- Una de las cosas que hablé con Shaoran, es mi necesidad de salir de palacio para estirar un poco las piernas... – señaló Sakura.- Y Shaoran sabe que lo necesito...

Ieran comprendió bien su entrometimiento, dijo inmediatamente.- Siento esto... lo siento. Es cierto.  Es entre tu y mi hijo...

Sakura no dijo mas nada; Cuándo abrió el sobre y leyó las primeras líneas se puso de pie de repente y dijo.- ¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE????- sobresaltando a Ieran.

-¡Sakura! ¿Qué pasa?- notándole más pálida de lo normal.

Y era cierto: el rostro de Sakura había perdido el color habitual.

-Mi hermano... mi hermano y Kari Yamamoto, se casan... - dijo incrédula. Incluso Ieran Li, estaba sorprendida con aquello.

-¿pero cuando? ¿Acaso no se conocieron en sus bodas?

-No lo creo. Tampoco Shaoran.  Ellos se conocían de antes... – apoyándose en la silla que ocupaba. Incluso unos sirvientes avanzaron unos pasos.

Ella cerró sus ojos.

-¿Sakura? Parece que te ha tomado de sorpresa... - dijo Ieran preocupada.- ¿Quieres un poco de agua, tal vez?

Pero Sakura estaba demasiado mareada. La habitación le daba vueltas y más vueltas.

-¿Lady Ieran?- preguntò ella al notar como el rostro de su suegra se alargaba y los colores se volvían mas opacos.- ¿Qué....- pero no pudo decir mas nada.

-¡¡Sakura!!- fue lo ultimo que escuchó antes de perder el conocimiento en el comedor.

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-Debe de tener descanso absoluto.- declaró una de las mujeres que la atendía al momento de recobrar el conocimiento. Notó su holgura  en sus vestimentas: ya no tenía el vestido; estaba acomodada en sus ropas de dormir. Miró a todas partes para notar delante de ella mas adelante, a su esposo con rostro serio y carente de color. A su lado, estaba Ieran. Mas allá una anciana quien con sumo respeto se dirigía al soberano.- No le recomiendo tampoco mucho movimiento o sustos...

-Su alteza- Dijo la chica que le atendía al ver que recobró el conocimiento.- ya despertó-.

Shaoran se acercó con rostro alterado y tomó su mano mientras enfocaba su mirada en el rostro de su joven esposa.

-Vaya susto que me acabas de dar.- reclamó Shaoran Li. Aun la madre de este conversaba con la mujer que parecía que atendió a Sakura.

-¿Quién es esa?- pues no la conocía.

-Es una mujer de confianza de mi madre.  La trajo a palacio cuando nos mudamos aquí... - acariciando su rostro.- ¿Qué te pasó? Mi madre dice que te desmayaste... –preguntó Shaoran con voz dulce y apaciguada.

-Bueno.-tratando de incorporarse- leía la nota de que Touya se casará.- viendo el rostro de sorpresa de su esposo.- Eso desmayaría a cualquiera...

-Bueno, alguien como él, casado.- pensándolo unos instantes.- Capto tu punto.- besándole en la frente.- Esta noche te quedas aquí... descansarás bien y mañana madam Sei te revisará de nuevo ¿De acuerdo?

-Shaoran: mañana viene Meiling. Se pasará unos días con nosotros ya que vas al nordeste con Meiko.- hablando del esposo de la joven.- No puedo quedarme convaleciente...

-Pero no des vueltas por ahí trataré de volver en dos días ¿Está claro?.-  reclamó seriamente su esposo y preocupado ante la condición de Sakura.- Y deja que Sei te revise Diario, si acaso.. ¿Está claro?

-Si, señor- dijo ella con gracia.

En esos dos días Sakura, se dedicaba (a pesar de las reclamaciones de Ieran Li), a ayudarles con la beneficencia.  Así pasó los dos días antes de que Shaoran regresara.  Así lo hizo él.

Pero Sakura, el día antes se había enterado por aquella mujer, Sei que estaba encinta.  Pero le pidió guardar silencio ante Ieran y Meiling.  Meiling partió mas temprano de la llegada de Li a palacio; Este pensaba que lo primero que vería entre los que le daban bienvenida era a Sakura. Pero contrario a lo que esperaba, Sakura no estaba cerca de allí.

-¿No habrá ido a cabalgar?- preguntó con tono molesto a sus guardias.  Entonces, una doncella respondió.

-No mi señor- haciendo una reverencia.- la reina después de regresar de la beneficencia, se quedó en palacio. Al llegar, se quejó de estar cansada...

Shaoran fue a la biblioteca, al comedor (ya que era la hora del té y se encontró con Ieran Li a quien saludó); esta le dijo que, Sakura no había tomado el té con ella. Como próximo destino, se dirigió a su alcoba, abriendo la puerta en la antesalita y encontrándose con ella vacía pero las ventanas abiertas.

Notó en su alcoba que alguien en efecto, había dormido. Notó también estambres y agujas en un lado: Sakura de seguro tejía.  Pero no veía a su esposa por ninguna parte.

Miró por la ventana, sospechando que, estaría a lo mejor cabalgando sin que nadie se enterara.  Pero no vio por ninguna parte señales de corceles. 

-¿Dónde se habrá metido?- preguntó en voz alta.  Ahí notó la habitación contigua, entre abierta.

Abrió para encontrar a la hermosa joven de larga cabellera cerrando en esos instantes la ventana.- ¿Sakura?- acercándose al notar que la chica notó su presencia. Esta se azoró al observarle a los ojos.  Sin mas nada le abrazó pero levantándole unos centímetros del suelo.- ¿qué haces aquí? ¡¡Rayos: Cuanto extrañé tus ojos!!- besándole con intensidad.

-Yo te extrañé mucho...- y notando en efecto que estaba a una altura algo distante dijo.- ¿Podrías bajarme?

-Podría tenerte así siempre...

Se sonrojó al máximo para decir en un susurro y a milímetros del rostro del futuro padre.- Pero no creo que esto sea correcto para el bebé...

-Bueno, bueno.- dijo Shaoran Li tal vez no comprendiendo ese ultimo comentario de su esposa y la colocó en el suelo.  Cuando miró la sonrisilla algo bromista de Sakura, este dijo.- Un momento ¿Qué... ¿Qué dijiste? ¿Sakura, que acabas de decir?- captando finalmente (Pero creyendo que, escucharía mal por la emoción de ver a la joven).

-Bueno...-se sonrojó ella aun mas.- Tu madre no estaba del todo equivocada- mirando como aquellos ojos chocolates, buscaban que en alguna manera ella no estuviera bromeando: que fuera alguna clase de mal entendido.- ... ¡Voy a tener un bebé!

Shaoran Li se sentó con pesadez en uno de los muebles (Cómodas), de golpe.- ¿Qué vamos a que?- preguntaba con la mirada perdida.

-Que... tendremos un bebé...- declaró ella sonriéndole. pero su sonrisa se borró de su rostro para decir con un temblar.- ¿Acaso... Shaoran, no quieres tener un bebé?- inmediatamente agregando.- Porque créeme: cuando me desmayé era lo ultimo que me imaginaba.. pero...

-Pero ¿cómo lo sabes?- preguntó por fin aturdido. 

-Pues...- dijo ella notándose mas seria. Parecería que él no quería algo así.- Bueno, ciertas cosas...- no dando detalles- Además, que desde un tiempo para acá, me siento algo rara... no se. No se explicarlo. Pero cuando me desmayé, fue por dos cosas: la impresión de que Touya se case y ese desmayo tal vez, fue la manera de este bebé de decir: voy en camino...- notando el rostro aun atónito de su esposo.-¿Shaoran?

-Un bebé...- reclamó el sujeto.- Mi madre entonces, se imaginaba esto... un bebé...- declaraba nuevamente.- Pero ¡es muy pronto! ¿No crees? Pensé que...

-Bueno, este vino pronto si.- declaró la señora Li.- No te notas muy feliz...

-¡Como dices esas cosas Sakura! – declaró su esposo con emoción tomando su mano.-Es lo mejor que nos puede pasar hasta ahora. –tocando su vientre después de hacer el ademán y ella juntó su mano con la de él para que lo tocase.- ¿Cuánto crees que tiene ahí?

-Bueno, vino a invitarse a este mundo demasiado pronto diría yo...- declaró ella.- no soy adivina, pero...

-Pero alguna idea tienes amor...- opinó el rey del este. – Esto es motivo de celebración...

-Espero comunicárselo a Tomoyo...

-¿Alguien mas lo sabe? ¿acaso mi madre?

Negó con su cabeza y dijo.- No. Le pedí a la señora Sei que, guardara secreto. Podemos decirles cuando quieras...

Él asintió y declaró bajando la voz.- oye pero aun no me respondes... ¿Cuánto tiempo...

Ella se sonrojó y dijo.- Si guardas el secreto...- viéndole asentir con una sonrisilla, susurró en su oído.- Nuestra noche de bodas... fue inolvidable...- a continuación siendo besada por su esposo con gran pasión.

----------- Fin del flash back....

-madre santa- dijo Tomoyo después de escuchar la historia por parte de su prima. Mientras, en otra parte, Rei Hiraguizagua escuchaba todo eso. Su cuñada se percató de su distracción.

Mientras las damas de sociedad conversaban por un lado, Naiko se acercó a Rei sutilmente y preguntó..- oye ¿Estás bien?

-Si- asintió Rei algo distraída. – si lo que pasa es que, extraño...- suspirando- a Yue.

Naiko se sonrió para decirle- Bueno, quiero decirte que, todo lo que conversan "sus altezas" que, me hizo traer muchos recuerdos a mi mente.- mirando a sus hijos juguetear en la distancia.  El hijo de Rei,   Maroshi perseguía en esos momentos con una rana a su hermana.

Rei levantaba del piso las muñecas de las niñas.

-Y es que, amo a Yue. Lo extraño mucho...

-¡Vaya! Quien me hubiera dicho que Yue Tukishiro era de extrañarse, le hubiera recomendado té para que recupere la cordura- dijo Meiling azorando a la señora de Yue Tukishiro y ocasionando las risas de Naiko, ella misma y Kari (que estas dos ultimas se reían sutilmente).

-Rei ama a su esposo Meiling. Es correcto que, lo extrañe.  Yo extraño a Eriol...- declaró Tomoyo en defensa de su doncella.

-¡no lo creo! –se escandalizó la mujer.- Estamos solo un tiempo solas y ya extrañan a sus esposos...- escuchando las risas de los mas pequeños a metros de ellas.- Es increíble...

-¿Cómo si no extrañas tu al padre de tu hija?

-Bueno es verdad que lo extraño...- mirando un instante a Naiko dijo.- ¿Te pasa algo?

Ella negó con su cabeza.

-Seguro necesitas descansar- dijo Kari poniéndose de pie y preocupándose por su amiga.- Yo también estoy algo cansada.

Viéndoles marcharse (una vez dejaron a los niños de cada cual con las demás).- a la Doncella de los Tulipanes le ocurre algo.- dijo Rei de la nada y atrayendo la atención de las demás.

-¿La doncella?- preguntó Sakura.

-¿Tulipanes?- preguntó Meiling.

-Ah el sobrenombre que le colocó mi esposo- declaró Rei.- Yukito le contó a Yue que,  Siempre que quería invitarla a pasear, le obsequiaba un tulipán (Siempre que era posible), son sus favoritos...

-¡Pues que detallista es Yukito!

-para como se le declaró, tiene que serlo...- declaró Rei.- fue para las bodas de la reina Kari- declaró.- Le acompañé ...- señalando a Tomoyo.- ¿recuerda?

-Ah ya recuerdo.- declaró Tomoyo con una sonrisilla conspiradora- pero nunca dije nada ya que la noticia del momento era la boda de tu hermano y tu embarazo Sakura. Cuando Yukito se atrevió a sacarla a bailar la invitó con un tulipán ¿no?

Rei asintió.- así fue señora... Yue fue confidente de Yukito en muchas de sus cartas.  Después de tres rechazos, Yukito y Naiko se casaron.

-¿A ti nunca te inspiró tal vez, que te tocó un hombre frívolo de los dos Tukishiros?- preguntó Meiling- y me disculpas, pero tu marido raramente sonríe... 

-Que el no exprese nada, no quiere decir que no ame.- declaró ella.- llegué a comprenderlo y él me ama profundamente. Lo dice cada vez que puede...

-¿Lo dice?- preguntó Meiling con una ceja alzada- ¿Yue tiene voz?- preguntó algo aturdida y ocasionando gotas en las cabezas de Sakura y Tomoyo.-¿Mas de dos silabas?

Rei asentía sin comprender. Miró mas adelante a su hija jugar aun con la de Meiling y Maroshi entrenaba con la espada, ante las miradas de Hien y Miriel. Loriel también observaba su entrenamiento.

-¡Gracias a los Dioses que su hijo no se parece a él en ese detalle!- señalando al pequeño que contaba una graciosa anécdota al "publico" que momentáneamente había conseguido.

-¡Meiling!- dijo Sakura.

-Bueno es verdad- declaró la mujer.- Por lo menos los de Tomoyo son como ella... indiscretos en asuntos del corazón...- mirando a los pequeños Hiraguizaguas- Tal cual su papá.  Si Eriol no se hubiera metido, creo que, Fujien no existiría ahora...

-Bueno, es verdad que Eriol aconsejó a Shaoran...

-Mas que eso- declaró la señora Hiraguizagua.- Eriol siempre aconsejó a Shaoran en asuntos del corazón Sakura- haciendo una pausa.- además de que le dijo que, hablara contigo siempre... han sido cómplices en muchas cosas...

-Eso si- declaró Meiling.- Recuerdo que, en el Este, supimos de tu segundo hijo por las cartas con Shaoran...

-Si... pero Eriol se quejaba- decía Tomoyo.- Que era demasiado pronto...- sonriendo sutilmente.- Incluso hubo un día que lo pensó dos veces al tener un tercer hijo.

-¿Piensas tener uno?- preguntó Sakura.

-Pues no se- declaró la señora Hiraguizagua.- Meriel es su dicha; Loriel su consentida...

-Pues tampoco te pongas a complacerlo- declaró Meiling.- Mira que las disputas entre hermanos en donde no hay corona por medio se dan. ¡Imagínate entonces con corona!

-No creo que eso llegue a pasar- dijo la señora Hiraguizagua.- se sabe que Meriel por ser el varoncito será rey como su padre- declaró.- mientras que él espera encontrarle un pretendiente a Loriel.

-¿No me digas que apenas con doce años, Eriol piensa en eso?- preguntó Meiling algo sorprendida.

-Pues si; deber de padre: asegurar el bienestar de sus hijos...

-Bueno, sabemos que cuando tuviste a la pequeña, Eriol no estaba muy feliz en todas esas horas de labor que pasaste...

-Según Rei- señalando a su doncella- Todas esas horas esperó afueras del salón.

-¿y tu Rei?- preguntó Sakura.- Me imagino que Yue se puso feliz cuando supo que sería Padre.

-Ah si señora- declaró la doncella.- Sonreía todo el tiempo...

-¿Bromeas, verdad?- preguntó Meiling.- Yo en mis doce años de conocer a tu marido, rara vez sonríe...

-¿Qué está hablando?- preguntó Rei algo aturdida.- Yue casi siempre sonríe...

las tres mujeres se observaron un instante.  Dando repaso en sus mentes de cuando habían visto sonreír a Yue.  Ni siquiera Sakura que, tenía años conociéndole, le había visto sonreír alguna vez. Una gota resbaló por sus cuellos ante la sonrisa sutil de la Señora Tukishiro...

- eh... – comenzó diciendo Meiling para romper el silencio provocado por aquel comentario.  –Tomoyo...- dijo atrayendo la atención de la soberana del sur- ¿Qué pasó cuando Eriol se enteró de Loriel?

-Pues imagínate su felicidad. Aunque imagínate mas que, con sus conocimientos en medicina, sabía que era muy arriesgado otro bebé y mas tan pronto... pero no dejaba de sentirse orgulloso.

-Yo se quien se pondría feliz si tuviera otro hijo.- sonrió conspiradoramente Meiling dirigiéndose a Sakura. Esta se sonrojó sutilmente.

-ehhh ¿Meiling?

-Ah si Sakura- declaró Tomoyo sonriéndole.- Has dejado a Fujien sin hermanos...

-No han venido porque no han sido posibles...- declaró la joven.

En otra parte...

-¡Claro que le he cumplido como esposo Hiraguizagua!- decía Shaoran Li molesto y rojo de pie delante de su amigo que continuaba en su interrumpida pasividad ante destape expresivo de su viejo amigo. -¡Como se te ocurre!

-Bueno, es que me parece un tanto extraño que, no tengan mas hijos, es todo- declaró con cierto brillo en su mirada.- Ya Fujien cumplirá once años... y todos tenemos mas hijos... ustedes son los únicos... y además, - haciendo una pausa.- Se que "estás bien".

-Eso no es verdad: Todavía quedan los Tukishiros.- haciendo memoria.

-Sabes a lo que me refiero.- declaró Eriol.

Ellos habían quedado en reunirse para esos días, mientras su hijo cumplía años, Eriol se marchó de su palacio trasladándose al de Shaoran Li. Pero Eriol se concentró en aquellos comentarios en los últimos quince minutos.

Pero no había quien le sacara aquellos temas de la cabeza.

Había dejado a Yue en el Sur resguardando todo para las reinas y los herederos.  Aunque se respiraba una era de inminente paz en los cuatro reinos, no estaba de mas la vigilancia mas que todo, las vidas de las cuatro casas principales, era motivo de ser protegida.

-se a lo que te refieres- suspiró para sentarse nuevamente y sentirse en paz por primera vez en mucho tiempo. Ningún sirviente en esos momentos le interrumpían.

Así, podían hablar.

-Sakura, no estoy ocasionándote problemas, pero las mujeres, siempre quieren los hijos... los encuentran siendo bebés preciosos... ella ve que todas sus amigas, tienen mas de un hijo... querrá un bebé.

-Es que son preciosos...-dándole razón a la hipótesis de su amigo.

-Lo se- sonrió.- Fui un hermoso bebé cuando pequeño...

Shaoran suspiró ¿Acaso su amigo nunca maduraría?

-hablo de nuestros hijos...- declaró trayéndolo a la realidad.

-Bueno eso mismo – declaró. y no evitó reírse.

-¿Qué pasa?

-Pues lo que puede ocasionar la venida de un hijo en nuestras vidas- declaró con cierta picardía.- Recuerdo la noche que, Yue Tukishiro perdía los estribos...

-¿Qué cosa?- preguntó sorprendido.- ¿Cómo que Yue Tukishiro perdió los estribos? No creo haber visto...-dudando.- ¿Ese Yue?- viéndole asentir.- ¿Estás seguro?

-Claro que estoy seguro.- declaró Eriol.- Fue la segunda vez que intervine siendo rey y asistiendo en un nacimiento. Lo cierto fue que, creo que era la única vez que perdía los estribos y se destapó a beber...

-¿Bromeas?

Negó con su cabeza para decir.- Cuando Maroshi nació venía muy dificultoso.  Por mas que la comadrona supiera de partos dificultosos, fueron mis conocimientos de medicina que ayudaron a traerlo a este mundo...- frunciendo su rostro.- Y que Rei no muriera... Yue sabía cuando el tiempo se prolongó que era posible...- dudando decirle.- Bueno, ya te imaginarás...- haciendo un pausa.- Pero Yayoii fue mas sencilla... gracias a los Cielos.- sonrió.- ya no me hubiera agradado ver a Yue nuevamente ebrio.

-¿Qué dices?- preguntó a media voz Shaoran. – Si algo así me pasara a mi...- pero sacudió su cabeza sacando aquellos pensamientos negativos de ella.

No se podía imaginar si perdía alguna vez a Sakura... o a su hijo...

-Maroshi...- suspirando y no evitando sonreír.- ...Maroshi fue el causante la única borrachera en que se ha visto envuelto Yue.  Rei estaba desesperada... habían pasado casi quince horas de las primeras contracciones...- suspirando.- Cuando al fin me decidí intervenir era porque notaba su desesperación y gracias a mi querida Tomoyo...  aun recuerdo sus desgarradores gritos en mi cabeza. Solo por ello, fue que pensé no llevar a Tomoyo mas nunca por esa parte de tener mas hijos.  Pero uno piensa algo y otro otra...  – mirando fijamente a su amigo.- Es una desesperación que te arropa por completo...

------------- Flash Back...

-Han pasado horas- decía Tomoyo delante de su marido y bastante preocupada. Eriol hasta momentos antes, estaba revisando dictámenes de la corte del sur. Pero la mirada de preocupación de su parte atrajo su mirada iluminada por el fuego de la chimenea.- Si no se hace algo, ella morirá.- con su rostro nostálgico.- no quiero perderla...

-¿Qué dice la matrona?- preguntó seriamente Eriol.

Ella negó con su cabeza.  – No dice nada...está preocupadísima... Rei, debió de tener ese bebé horas atrás...

-¿Y Yue?-preguntó.

-nadie lo ha visto...- declaró ella.- la ultima vez que lo vi fue cuando abrí la puerta de la habitación para llamar a dos sirvientas mas que reemplacen a la que asistían a la matrona... llevaban diez horas y estaban agotadas.  Cuando me di cuenta que estaba mortificado. Después, no lo vi.  Rei...- acongojándose.- Eriol: hay demasiada sangre... – su esposo ahí se puso de pie.- no te pidiera esto si no fuera urgente... pero Nakuru dice que, tienes conocimientos... ella no sabe que hacer ya.  Tu sabes de esto ¿no?

-Mientras fui Lord, asistí varios nacimientos en las casas de los que me servían en la casa... pero...

-Por favor Eriol...- declaró ella.- Se que eres rey... que no está en tus obligaciones pero ahora mismo, necesitamos a alguien mas... la señora Sey,  no sabe que hacer ya.  

No tuvo que rogarle mas.  Corriendo a paso doble mientras su esposa, trataba de alcanzarle y seguirle el paso ( y mas aun con esos vestidos), llegaron en pocos momentos a la alcoba de  la doncella de la reina del Sur.

Una vez lo vieron en el pasillo, todos se sorprendieron que estuviera en los cuartos del área del servicio. Era reverenciado hasta llegar a la puerta de la habitación de Rei y Yue. No se veía por parte al esposo de la chica.

La chica estaba ya muy cansada.  Eriol notándole en sus pupilas que se encontraba entre la conciencia y la inconsciencia, susurró algo a la matrona y esta le miró sorprendida. Remangándose su traje de soberano del sur, a continuación se sentó a lado de la chica (cuyo pulso se volvía mas débil).

 -Tomoyo: ve con dos de tus doncellas y busca a Yue – declaró Hiraguizagua.

-No me gusta como lo dices- dijo ella con una mano en su pecho.- ¿No irá...

-¡Tomoyo: ve por Yue!- dijo Eriol enérgicamente.

No tuvo que decirlo dos veces: su esposa, salió con dos de las doncellas allí presentes.

-Rei: - decía con voz dulce y serena el soberano del Sur atrayendo la atención de la agotada chica. Sus manos frías acariciaron la frente sudorosa de la joven encontrándose con los ojos color miel de ella.- se que estás cansada pero necesito que me ayudes.- sonrió al notar las pupilas de ella atentas a sus palabras.- Tu bebé está dando problemas...

-Estoy cansada... su alteza- esto ultimo lo dijo en un susurro. A lo próximo, Eriol recibió una taza de manos de la matrona para colocarla delante de Rei.

-necesito que bebas esto- llevándolo a los labios de la chica.- bebe un poco de esto...

solo necesitó unos momentos: a lo próximo los gritos desesperados de la chica eran escuchados... unos minutos después y justo a tiempo cuando Yue ingresó, Maroshi era recibido a este mundo en los brazos de Eriol.

-------- Fin del flash back...

-Pero ¿como supiste que hacer? ¿qué le diste a Rei?

-Un combinado de hierbas picantes con azúcar... induje el parto aun mas...- Shaoran no comprendió y él prosiguió –  fue algo que, sospechaba... lo picante...- dudando.- Olvídalo... pero lo cierto es que, le salvó la vida.

Shaoran estaba sorprendido.  Estaba al tanto de las cualidades medicas de su amigo, pero esto rebasaba toda posibilidad.

-Un momento.- dijo Shaoran pensando unos instantes. – dijiste que, después de ser rey solo dos veces has participado en partos... ¿cuál fue la primera vez?

-Una noche que estuve de visita en casa de tu cuñado... – declaró Eriol.- Rei fue mi primera experiencia en nacimientos. La segunda fue con la esposa de tu cuñado...- sorprendiendo a su amigo.- el pequeño Fujitaka.  La matrona estaba muy lejos de palacio y el parto de ella se adelantó así que...

Pero en otra parte, dos jóvenes de distintas estirpes sociales, comentaban lo mismo.

-Pues la verdad es que, si no hubiera sido por Eriol Hiraguizagua, mi pequeño Fujitaka hubiera dado enormes problemas... – dijo Kari.

-Me imagino como estaba su alteza- declaró Naiko pacientemente.- No lo vi hasta que el bebé nació pero aun así.

-Touya es un poco refunfuñon cuando se trata de Shaoran Li o de mi querido hermano.- sonrió la soberana del norte.-Creo que cuando acepté la propuesta de Touya, fue por el mar de problemas que causó mi querido hermano...

Naiko sonrió ante los recuerdos.  Vaya si fue un día algo alocado.

-------- Flash Back...

-Date prisa- le urgía Kari a Naiko mientras esta tomaba las ultimas cosas de su tocador en casa de Kinomoto.- ¿Ya las canastas están listas?

-Si majestad- respondió al fiel muchacha a la vez que le seguía el paso al exterior de sus aposentos.

Cuando comenzaron a caminar (Acompañados de dos doncellas), su hermano venía por el pasillo. Kari se sorprendió: no sabía que, su hermano, vendría al Norte.

-Hermano...- dijo ella haciendo una reverencia (antes, la había hecho Naiko y otros sirvientes mas). Kari sonreía algo nerviosa (notaba el tensado rostro de su hermano).-¡Que sorpresa veros aquí! ¿Viniste con el pequeño?- como se refería a su sobrino.

- -No, se quedó en el palacio. – mirando a su hermana con un brillo inusitado en sus ojos.- No te hagas la inocente que eso no va contigo.- le reclamó su hermano.- ¿Qué haces?

Kari con toda naturalidad declaró.- Voy a un día de campo con mi doncella.- señalando detrás de ella a Naiko.- ¿Quieres acompañarnos?

-No eso... – dijo su hermano tomando una bocanada de aire.- ¿Cómo es eso de que te casas?

Kari parpadeó dos veces antes de que  un halo rosa se posara en sus mejillas.  Pasando por su lado dijo.- Ah, eso... no pensé que estabas enterado...- Caminando sin detenerse.-¿Touya te informó?

El rey Yamamoto tuvo que mirarla otra vez, para darse cuenta que, se había marchado. Naiko esperaba pacientemente a que el rey siguiera a su hermana y así ella caminar.  Pero estaba tan sorprendida como él cuando le preguntó directamente.- ¿Acaso perdió el juicio?

Naiko prefirió no responder. 

-Bah: contigo es tan difícil que como ella.- dirigiéndose detrás de su hermana. Naiko les seguía pacientemente portando dos sombreros: uno para ella, otro para su ama.

-¿Ah, vienes? Que bueno. Te hará bien tomar el sol...

-no evadas el tema...- declaró su hermano viendo su intención. – Si, Kinomoto envió un emisario explicando un acuerdo matrimonial con mi hermana. Primero pensé que, había perdido el juicio... pero después, me imaginé que serías capaz de algo así.- Viéndole que no le prestaba atención preguntó.- ¿Acaso me escuchas o sigues evadiendo?

-No lo evado.- continuó ella caminando y siendo saludada en todo su trayecto, por sirvientes, cortesanos y demás.

-¿Y se puede saber desde cuando consideras a alguien como Kinomoto esposo? Que yo sepa, andaba detrás de Kaho Mitzuki...- deteniendo con aquella frase el caminar de su hermana. (Quien ya iba por los escalones).- Con quien por cierto, estaba comprometido una vez...

Se volteó y pidió a Naiko su sombrero. Colocándoselo, preguntó.-Kaho nunca aceptó el compromiso.- Sorprendiendo a su hermano de que estuviera al tanto de aquel detalle en el pasado del soberano del Norte.-  ¿quién te habló de ello?

-Un rey tiene sus informantes... mas que todo, cuando su hermana no regresa a casa como es debido. – colocándosele frente a frente.- Me dijiste que volvías a los pocos días de la boda... va mas allá de un mes.  Casi dos...

-Bueno, si... – afirmó ella.- Es que, tiene un clima perfecto el norte... ¿no lo crees?

-Te conozco desde que caminas...- dijo Yamamoto siguiéndole el paso. Naiko aun continuaba detrás de ellos.- Te conozco desde que nuestros padres murieron... y por supuesto, te conozco bastante bien... Estás enamorada de él ¿no?

-¿por qué preguntas?

-Porque se te notaba desde que lo conociste... – sonrojándole a pesar que ella decía por lo bajo ¿Qué tonterías dices? -aunque no creo que algo había entre ustedes desde entonces.  Esto explicaría tu interés de quedarte en tierras que no son tuyas.  Con desconocidos... No eres de los que gustan de los desconocidos...

Descendieron las escaleras principales y tomaron ruta al área del jardín oeste.

-Kari: habla por favor...- declaró su hermano.

Ella finalmente se detuvo mirándole intensamente y declaró.- ¿Tan malo sería? Tan malo sería que, dejara de depender de ti y de mi sobrino para tener así una familia propia... ¿tan malo sería que fuera su esposa? Porque Kinomoto siempre ha tenido una reputación muy fiable.

-Kari: El señor Kinomoto es una persona muy leal, fiel, responsable, conciente y por supuesto, muy serio. No dudo que sería un buen marido.  Pero en verdad dudo que, sea un buen marido para ti.

Kari guardó silencio ante las palabras llenas de significado y sentimiento de su hermano. No se podía decir que, Yamamoto pensara mal de Kinomoto. Ya era, eso por si, algo bueno.

Él continuó.- Te conozco: como la palma de mi mano...

-Entonces, si dices que no puede ser lo que necesito, no me conoces...- sorprendiendo a su hermano.- Te agradezco que te preocupes por mi. Pero no necesito que, elijas a mi esposo por mi, hermano...

-Bien: entonces, ven a casa. Elige uno allá.

-¿Qué elija uno?

-Si, allá- declaró señalando al oeste.- Elige a quien tu quieras allá.  Pero, no aquí. No tan lejos...

Ella sonrió sutilmente y besó su mejilla diciéndole bajito.- Gracias... pero, él sabrá hacerme feliz... lo prometo. – separándose agregó.- ¿Y bien? ¿vienes al día de campo o que?

Pero Yamamoto siguió otro camino ese día distinto al que, tomaba su hermana.

--------- Fin del flash Back...

-Recuerdo como ayer el día que ese apesadumbrado rey del Oeste vino hasta aquí y me reclamó de haber abusado de la inocencia de su hermana.- declaró Touya delante de una copa de vino mientras Yukito le escuchaba pacientemente.  Touya cenaba y Yukito le hacía compañía. Sobre la enorme chimenea había un cuadro de ambos con su hijo, de pie, al lado de su madre, mientras Kari estaba sentada y Touya detrás de ella de pie.  Miró el retrato una vez mas.- Incluso me acusó de, haber envenenado la mente de Kari para que se quedara aquí.  Pero no escuché un solo instante  el que Kari se arrepintiera de quedarse aquí conmigo.  Cuando me casé con ella, éramos felices. Yo era feliz.  No sentía el vacío que me dejó Sakura al casarse con ese Rebelde. Yo se que, cuando por fin quedó embarazada de Fujitaka, fue mas feliz aun.  Pero ...- viéndose la duda en su mirada.- Tal vez, que sea tan difícil para nosotros tener hijos la tenga algo aturdida.  –mirando a su amigo escucharle pacientemente sin siquiera interrumpirle preguntó- ¿Crees que Kari sea feliz?

-No creo que, lo haya dudado un minuto alteza- declaró Yukito sonriéndole sutilmente.- Que usted piense eso, es lo que me preocupa.

-Yamamoto no se cansa de decirme en cada comunicado que aun duda de que Kari es feliz tan lejos de él...algunas veces creo que, no le presto la atención suficiente.

-Pasa tanto tiempo con ella como le es posible; igual con su hijo.- Touya lo miró.- Es buen padre y buen marido...

-¿Cómo sabes eso?

-porque se como es con su hijo.  Se como es con su esposa.  – y sonrió aun mas para decir.- Y Naiko me lo cuenta todo: si la reina fuera infeliz, créame que, Naiko lo sabría y me lo diría a mi...

Touya sonrió y a lo próximo, tomó una porción de pastel de una bandeja y se lo acercó a su soldado y amigo quien le devolvió al sonrisa.

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-¡¡¡MAMA!!!!- se escuchaba el grito proveniente colina abajo mientras los pequeños avanzaban a la zona donde celebrarían su día de campo. - ¡¡¡Date prisa!!!- gritaba eufórico Maroshi a pesar de que, estaban camino abajo, mientras sus madres y demás, venían mas al paso dado lo resbaloso del caminito.

-¡¡Ya cálmate Maroshi!! –Gritaba Loriel a su lado.- No todos estamos sordos ¿Eh?

Yayoii observaba todo esto, riéndose como nunca.

-Ya, ya...- declaró Maroshi. Mirando detrás sonrió al ver como su prima Mai, se daba la tercera caída de aquella mañana.- Jajajaa... mira que bien caes...

Rei se acercó a su sobrina (al mismo tiempo que Naiko) ayudándole a ponerse de pie. La pobre chica, no soportaba el suelo mojado y por tanto se caía siempre enlodando parte de su vestido.

-Oye ¿Quieres que te ayude? – preguntó Fujien dándole la mano.- te ayudaré a terminar de bajar ¿de acuerdo?

La chica sonrió dándole la mano al educado niño y ayudándole a descender.

-Suerte por nosotras que, tenemos vestidos para esto...- declaró Tomoyo sonriéndole a Sakura. – Como siempre vivías metiendonos en cada aventura...

Sakura se sonrió ante los recuerdos.

-¡¡Oigan no nos dejen!- gritó Meriel quien iba con Yayoii y los demás niños.

-¡¡YA dejen los gritos que me vuelven loca!!- gritó MeiLing yendo al lado Kari, quien se tomaba su tiempo para descender. –debió de venir con ropa mas cómoda...

Maroshi ahora por la caballerosidad de Fujien, seguía bastante cerca al príncipe y a su hermana.

-Es que, no sabia que haríamos esto... –tratando a la vez de hablar de no dejarse caer.

Cuando llegaron, divisaron un enorme árbol que, sus hojas estaban bien verdes. La primavera había llegado allá. Ahora, estaban mas que cómodas mientras los niños "inspeccionaban el área" gracias a los Hiraguizaguas, las mujeres acomodaban todo y descansaban un momento.

-No es por nada pero tus hijos deberían ubicarse mas cerca de palacio...- declaró Meiling. – mira que, hacernos caminar tanto...- mirando adelante gritó.- ¡¡¡Mantente lejos del arroyo!!- gritándole a su hija Yamiko.- ¡¡¡Niña!!- haciendo ademán de desesperación y fue en su auxilio al verla resbalar de una de las piedras y mojarse completa en el arroyo.

-Naiko: Espera...- dijo Kari sonando preocupada y yendo detrás de su doncella (Quien trataba de recoger una muñeca que se la llevaba la corriente del arroyo) , ante aquello, las demás se miraron algo aturdidas. –Déjala; yo iré por ella.- Hablando de la muñeca de la hija de Meiling.

Naiko obedeció atrayendo la mirada de su cuñada quien sonrió sutilmente. Acercándose sin que nadie mas escuchara sus sospechas preguntó- ¿Estás encinta, no?

Naiko se puso de mil colores a lo que Rei sonrió aun mas.  - ¿Cómo...

-Bueno por la preocupación de tu ama en que no resbalaras... por lo tanto que estás comiendo (un poco mas, y le ganarías a tu esposo) y por el antojo de pepinos agrios con pastel de manzana de anoche... ¿me equivoco?

Naiko negó con su cabeza.

-¡¡Esto es fantástico!!- declaró Rei.- Un nuevo hijo... un hermano para Mai.v ¡¡un sobrino para Yue y para mi!! con sus ojos soñadores.

-Para que deje de meterse en tantos problemas-declaró Naiko sonrojada.- es alguito torpe...- viendo como atrás jugueteaba con Fujien cerca de un charco.  Fujitaka les seguía muy de cerca la mirada.

-¿Qué tanto hablan ustedes?- preguntó Meiling mirándoles conspiradoramente. 

Kari se acercaba con la muñeca mojada.

-Nada- declaró Rei.- solo prepararemos la comida...- dirigiéndose a donde habían dejado las canastas.

Meiling miró conspiradoramente  a Naiko (Quien terminó alejándose) y de ahí, miró a Kari quien le sonrió; pero algo que no escapó de Meiling era que, la risa era conspiradora mas que cualquier otra cosa.

Pero tendría que esperar antes de averiguar algo.

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--------- Seis meses después....

Meiling después de saludar a quienes se encontraba en el pasillo, se dirigía con prisa a la sala de estar donde le habían informado que se encontraba toda la familia reunida.

Sus pasos se aceleraron mucho mas cuando su hija, se echó a la carrera.

-AH detente...- no pudiendo con eso controlar a su hijita.

-¡¡Fujien!!- gritó Yamiko ingresando impetuosamente y sorprendiendo a los reyes y a su hijo. Sus ojos verdes (Que decir los de Sakura) observaban aturdidos a los recién llegados.- ¡¡Tenemos nuevos amigos!!

-¿Nuevos amigos?- preguntó el heredero del Este.- ¿de que hablas? ¡¡¡AH NO SUÉLTAME!! ¡¡YAMIKKOOOO!!!- al verse rodeado de los brazos de la chica.

-Sakura: no lo creerás...-declaró Meiling sosteniendo una nota.

-¿lo de Naiko?- sonrió Sakura mostrándole una suya.- Si, lo se... Kari me lo ha dicho.

-¡Que cosas! Por lo que parecía, pretendían esconderlo de nosotras.

-es que , Naiko es muy tímida Meiling...no le gusta llamar la atención.

-¡pero por lo menos nos hubiera permitido organizar un té con motivo del nacimiento!- reclamó Meiling.

-¿Cómo te enteraste Meiling?- preguntó Shaoran.

-Ustedes lo mencionaron delante de Meiko.- suspirando sobre actuadamente.- ¡¡Si no es por mi esposo, ni me entero yo!!

Sakura tenía una gota sobre su cuello.

-Pues me alegro por Yukito,.- sonrió Sakura afablemente y su esposo le imitó. –Además, con esos tres, le harán un poco mas alegre su vida...

-Mas alegría departe de Yukito Tukishiro, y del Norte tendrán que salir por la melaza...

-Pues un poco de alegría no les viene de mas- declaró Shaoran sonriéndoles.- además, esos gemelos entretendrán al hijo de Touya también...

-Bueno, no estaría de mas que alguien le siguiera los pasos a Naiko y tuviera cuatrillizos...- sonrió Meiling a Sakura y sonrojándole intensamente.

-¡¡OIGAN!!- gritó Fujien molesto.- Estoy bien así como estoy... ¿Quién dice que ser hijo único no tiene sus ventajas?

-¿No quisieras un hermanito?.- preguntó Meiling viéndole reacio ante la idea.- ¿Por qué no?

-Para nada... un hermano como Meriel y me suicido...

Los esposos se sonrieron ante la actitud de su hijo.

-Bueno, no podemos negar que con los gemelos, Yukito estará mas que feliz... es decir, ¡Dos hijos!

- Tres... con la pequeña Mai.

-Esperemos que, no sean tan torpes como Mai- se refirió Yamiko. –Algunas veces, tropieza mas de la cuenta...

-Bueno, los dos varoncitos tendrán a su hermanita que proteger...

-¿Y bueno Sakura: cuando le darás a Fujien alguien a quien proteger?- preguntó Meiling.

Shaoran observó a su esposa algo aturdido al ver que después de un par de segundos no le respondía.

-Sakura...- declaró Meiling sonriendo.- ¿No me digas...

Shaoran miró aun mas confundido a su esposa. -¿qué te pasa?

-Lo lamento por ti, hijo- dijo Sakura sonriendo algo sonrojada. Su esposo tardó un instante en entender.- pero creo que, te quedarás con las ganas de ser hijo único...

-¡Oigan!- dijo Fujien algo aturdido.- ¡¡Es fantástico!!- abrazando a su mamá.

-Pero si decías que no querías...- declaró Yamiko.

-Eso era mientras no estaba...- declaró Fujien.- Ahora tendré algo que cuidar... ¿Acaso no es grandioso?

Yamiko juntó sus manos graciosamente diciendo- mientras sea tan hermoso como tu... – abrazándole de nuevo.

Meiling solo sonrió llevándose a los dos pequeños mientras la pareja compartía esa noticia con una felicidad inmensa...

Felicidad pensando que, aun su historia de Cerezos y Lobos, no había llegado a su fin...

----------- Fin....

Comentarios: ¡¡Hola a todos!! Como lo prometí y estoy de vuelta para una tercera entrega de la Princesa del Cerezo... Muchas gracias a todos que, últimamente me han escrito al correo para felicitarme por esta historia. La verdad es que, no pensé que después de un año, la historia aun causaría tanto cariño.  Gracias infinitas. . ¨ 

Dije que estaría en Ffnet para  junio.  En verdad, tuve serios problemas para subirle al servidor y está ahora en O.o ¡julio! Ay discúlpenme todos.  Aunque estaba con antelación en deuz Amis, en Ffnet pasaba algo que me leía error al subirla. Pero ¡¡que bueno que fue arreglado!!  Muchas gracias a las nuevas personas que me han dejado reviews y quienes les gustó la historia (aun hay de los que la leen por primera vez)  ¡¡Gracias miles!! .

la primera canción (por supuesto, animé) corresponde a la serie Sorcerous Stabber Orphen bajo el titulo de  QUIERO ESTAR A TU LADO (Ai Just on my Love).

LUZ DE LUNA (Moonlight Destiny); Tema principal de la película Sailor Moon S.

Entre otras cosas un saludo especial a mi beta eterna, Naiko Li.  A Daulaci (¡¡Hurra con tus historias!! Les recomiendo "Lecciones para dos" disponibles en Hispafics y en Ffnet, como en Deuz Amis).  A Lady Silver Moon "Amor en tiempos de guerra". A Dark Megumi, con "Lo que siento no es amor" Además mi amiga Hibari Zhang con la nueva historia de HunterxHunter.  .

Tengo muchos a quienes agradecer: primero a Barbara y Karenina a quienes les agradezco las ilustraciones de los primeros dos epílogos de la historia y su ultimo correo informándome de su opinión de Doncella de Tulipanes.  A Lilika quien esta vez tiene los derechos de los dibujos en esta tercera entrega.  o Gracias a las tres.


Gracias también a Misao y Akane, quienes están presente en los reviews de Prince. Muchas gracias a ambas.

A Rinita Inverse a quien aunque no mencione mucho, se que siempre lee las historias (Cada vez que puede) gracias por publicarlas en tu pagina y espero que hayas podido leer este tercer epilogo.

Siempre agradezco a mi mentora Mikki Chan. Aunque no estamos siempre en contacto, cuando termino un fic, siempre le agradezco pues gracias a ella, fue que entré en este mundo en primer lugar. ¡¡¡Arigato!!!

En Hispafics, gracias a todos los que han leído la historia desde un principio y los que me han dejado review. Se los agradezco infinitamente.

Ahora en informaciones de interés para todos:  como quedó claro en el transcurso de la historia, "doncella de los Tulipanes" fue el nombre impuesto por Yue y Rei dirigiéndose a su cuñada.  ¡¡Tres negativas de Naiko para aceptar a Yukito!! ¿quién se atreve a pensarlo tanto con alguien tan dulce como Yukito? Bueno, al menos esos tres niños darán mucho que hablar.

 nuevamente me disculpo con aquellos que, consideren que estaba un poco subidito de tono este epilogo.  No es mi intención ofender a nadie ni mucho menos, salirme de la temática de la historia, dirigida a todo publico (G). Espero en verdad que no lo tomen ofensivamente.  ¡¡Si supieran lo difícil que es para mi escribir escenitas románticas o Pícaras!!! Por ello, espero que las acepten y por supuesto, si hay alguna queja, diríjanse a mi correo ¿Ok?

Un cuarto epilogo viene en camino "Los Herederos" en honor al título y a la autora de  una fantástica historia de que es de HP y su escritora es Sakuracorazon. 

¿Qué pasa cuando un plan de secuestro de los hijos de los reyes es puesto en marcha? Pero los secuestradores cometen errores garrafales en sus intenciones, llevándose algo mas que un príncipe. ¿Quienes rescatarán a las victimas? ¿Qué pasará por la mente de sus padres?

Nota. No estoy de acuerdo con los secuestros en ninguna de sus manifestaciones, así como no estoy de acuerdo con la violencia.  Esta será mi manera de hacer protesta.  Este será un mega fic que le pondré todo mi empeño para no dividirlo en dos.  Pero seguirá siendo un epilogo de Princesa del Cerezo que espero que les guste a todos. Lo que si es que, veré como tenerlo listo en el menor tiempo posible.

Comentarios, dudas, tomatazos, reclamaciones y demás a Sakurajournalyahoo.com

Para ver la historia en su versión con imágenes cortesía de Lilika, podéis solicitarla a mi correo  o ir a Deuz Amis donde estará publicada.