Clases para Amar
Lección 3.-
¡Vamos a la Feria!
Ukyo, Ranma y Akane estaban en clase, y de las pocas veces que los tres pensaban en sus propias cosas, esta quizás era la más llamativa. Ninguno atendía a la lección del profesor. Akane, estaba sorprendida. Ranma parecía haber calmado su orgullo de un día para otro. Cuando ayer caminaban juntos, más de una vez empezaron una pelea. Pero inexplicablemente, Ranma las detenía con un "está bien" o "dejemos el tema". ¿Que pasaba? Todo era demasiado extraño como para abstenerse a preguntar, o el caso de Akane a investigar. Ranma por su parte, pensaba en la prueba que le hizo a Akane ayer ¿quiso decir que él estaba en muy buen puesto en el corazón de Akane? Sin embargo, aun no encontraba el valor para arriesgarse, aunque con lo que sabía, ya podía pedirle una cita. Se acercaba navidad y año nuevo. Unas fechas perfectas. Tenía dinero ahorrado. Y en navidad todos tenían sus planes (NdA: en Japón la reunión familiar se hace en año nuevo). Todo parecía querer decir "hazlo de una vez", pero sin embargo, todavía había dudas. Por eso Ranma llega a autoconsolarse, sin saber que a pocos metros de él, había una persona que realmente lo estaba pasando mal. Ukyo no había pegado ojo en toda la noche. No sabía que había pasado, pero la petición de cita de Ryoga, le había tocado. Realmente, llego a pensar que era verdad, que un chico le estaba pidiendo salir. Pero cuando cayó el la cuenta de que Ryoga solamente estaba practicando, simplemente algo estalló en ella. No pudo soportarlo, y huyó. Y ahora no sabía que hacer. Solamente rayaba el cuaderno, poniendo sin sentidos, y reduciendo su escritura a rayones que apenas eran comprensibles. O simplemente ella no entendía. ¿o será que no quería entenderlos?
Ryoga estaba preparando todo para abrir. Esta mañana no encontró a Ukyo. Ayer parecía enfadada. Se pusieron a gritar en medio de la práctica, y como venganza, él tuvo la mejor interpretación de su vida, invitándola a una velada romántica de fin de año. Para él era perfecta, pero como veía a Ukyo callada después de terminar la invitación, le preguntó "¿Lo he hecho bien?". Ukyo le miró con una cara indescriptible, mezcla entre sorpresa y tristeza. Se piso de pié, y salió corriendo al piso de arriba. "¡Se terminó la práctica!" Grito, antes de cerrar la puerta. Ryoga se quedó estupefacto ante la escena. ¿Tan mal lo había hecho? Pero tampoco era para ponerse así ¿no? Las dudas le apretaban demasiado. No le gustaba hacer enfadar a Ukyo. Pero si algo le gustaba menos, es que estuviera triste. Y para rematar, triste por su culpa. Y no llega a comprender el porqué.
- ¡Hermanito! ¡Ya estoy lista! - grito Yukino entrando por la puerta. Ryoga sonrío y le saludó.
- "Será mejor dejar esto por el momento" - pensó el chico cerdo.
Era la hora del almuerzo. A Akane se le había pasado rapidísimo el día, quizás porque hoy tenía una misión que cumplir. Tomo rápidamente sus cosas y se dirigió al comedor. Allí Nabiki le pedía a Kuno que le comprara el almuerzo, usando sus encantos "femeninos". Akane esperó que ella se sentara para acompañarla con su comida.
- Akane, ¿que haces aquí? ¿No solías comer fuera? - dijo su hermana.
- Nabiki, no se que está pasando pero... ¡Deja de extorsionar a Ranma! -
- ¿Por qué? ¿No te gusta como se comporta? - preguntó Nabiki ,mientras miraba como Kuno se acercaba corriendo.
- Bueno... No es eso... - Akane no pudo terminar la frase al ver a un imponente Kuno con su bandeja de comida.
- Linda Akane, gracias por esperarme, ahora podemos ir juntos a... - Kuno se silencio cuando Nabiki le tomó la cintura y lo sentó a su lado.
- Mira y calla, Kuno-baby, quizás así consigas aprender algo - Nabiki volvió a mirar a Akane - ¿Y bien? - Akane miró algo sorprendida a su hermana, pero su semblante se volvió serio de nuevo.
- No me parece bien que engañes a Ranma, solo eso... - dijo finalmente la pequeña Tendo.
- Creo que sacas conclusiones precipitadas, hermanita. ¿Te ha dicho que le estoy extorsionando? -
- No... -
- ¿No te gusta como se comporta ahora contigo? -
- No es eso... -
- Entonces, ¿que es lo que no aceptas? - Nabiki lanzo el ultimátum a Akane, y encima, enfrente de Kuno. Y por una vez, Takewaki decidió esperar a ver que pasaba.
- ¡No acepto no saber donde esta Ranma! - grito finalmente Akane. La escuela se detuvo al oír las palabras de Akane. Pero una mirada furiosa de la chica hizo que todos siguieran con lo que estaban haciendo.
- Mas bien, quieres que su vida gire en torno a ti... A eso se le llaman celos - Nabiki tomo un poco de comida - Además, esta no es tu forma de averiguar las cosas ¿no? - sonrió finalmente Nabiki. Akane, bastante enfurecida, salió del comedor, ante la mirada de todos.
- Pero de que... - Kuno se iba a quejar, cuando Nabiki le metió un poco de arroz en la boca. Este empezó a masticar.
- Ves Kuno-baby, no he roto mi promesa, y Akane conseguirá lo que quiere... - dijo sonriendo la mediana de las Tendo.
Ukyo estaba en la azotea, como hace dos días. Pero esta vez sola. Y estaba escribiendo algo que jamás pondría en una hoja de papel.
- "Haber, a Ranma le pondré un..." - Ukyo cerró de golpe la libreta cuando vio a Ranma acercarse. Ese le saludó como habitualmente lo hacía.
- ¿Que tal Uchan? ¿que haces aquí sola? -
- Ah Ranma, solo pensaba -
- Te encuentras bien ¿duermes bien? ¿Te hace algo el cerdo de Ryoga? - preguntó Ranma abriendo tema, mientras se sentaba al lado suyo. Ukyo se sorprendió al oír a Ranma.
- ¿Como sabes que Ryoga esta en mi casa? -
- Bueno... Mousse me lo dijo... Je je - rió Ranma, quitándole importancia al asunto - Bueno, pero ¿que te pasa? -
- Pues... Nada... - Ukyo intentó decírselo, pero la persona menos indicada era Ranma. Él tenía sus propios problemas, para cargar con los suyos. Y tampoco le podría aconsejar. Pero se sentía algo alegre de que Ranma se preocupara por ella.
- Ukyo, si tienes problemas con Ryoga, dímelo. Pero Ryoga es un chico muy sensato, y si la culpa es suya, seguro que no tarda en pedirte perdón. Sin embargo si la culpa es tuya, no tengas miedo en pedírselo, que seguro te perdona - dijo Ranma, intentado ayudar en lo que pudo, antes de irse de nuevo por donde vino. Ukyo sonrío, y volvió a pensar en lo que haría.
Ryoga conversaba con Mousse prácticamente antes de cerrar, mientras Yukino limpiaba las mesas.
- ¿Y te resulta extraño? Lo que pasa es que no piensas - Mousse miró como Ryoga le quitaba el okonamiyaki.- quiero decir que no piensas en los sentimientos de Ukyo. Solo piensas en tus propios sentimiento, o en algunos casos en los de Akane. Eres muy cruel - señalo Mousse mientras deba otra mordía
- No es fácil entender a alguien como Ukyo, que se guarda todo para si misma -
- Los seres humanos están destinados a no comprenderse ni a si mismo, ni al contexto en que están inmersos. Pero el seguir intentándolo es lo que da sentido a las relaciones -
- ¿Pero que hablas? -
- Es que últimamente no duermo bien... - suspiró Mousse mientras terminaba de comer - En todo caso, Ukyo es una chica adolescente. No olvides eso a la hora de tratarla. -
- ¡Oye! que no soy ningún pervertido ni nada... -
- No me refiero a eso... - Mousse alzo el dedo y negó con la mano. Se acercó un poco a Ryoga para tratar de que Yukino no les escuchara. Pero de repente, alguien abrió la puerta, y entró con paso firme.
- Esto.. Estamos a punto de cerrar, no se admiten más pedidos... - Ryoga detuvo su frase al ver que Ukyo entraba con la maleta. Mousse al ver que Ryoga no tenía valor para tomar la iniciativa, decidió ser él el que arrancara la conversación.
- ¿Has decidido dejar los estudios Ukyo? No deberías escaparte tanto de clase -
- Déjame. Además, como dijo Ryoga, estamos a punto de cerrar, no se que hacéis todavía aquí - Ukyo dejo su maleta en el sofá - Hoy no abrimos por la tarde -
- ¿Como dices, bruja? - preguntó Yukino lanzándose a la cabeza de Ukyo.
- Ryoga y yo tenemos cosas que hacer - respondió Ukyo intentando cazar a la pequeña niña. Mousse y Yukino miraron a Ryoga.
- Con que cosas que hacer ¿eh? Ya veo ya... - sonrió Mousse - Bueno entonces nos vamos - Mousse agarró a Yukino, mientras esta se negaba a irse.
- Espera Mousse, no es... - Ryoga intentaba explicarse con su amigo, pero ese se marcho rápidamente del local - Ukyo... - Cuando se dio Cuenta, Ukyo había subido a su habitación.
Ranma estaba nervioso. Ni Ukyo ni Akane se habían presentado a las clases siguientes. ¿Habría Ukyo descubierto que asistía a sus clases? ¿Le habría dicho algo a Akane? La desesperación no podía más con él. Tenía que descubrir que pasaba. Así que no dudó en escaparse de clase también. Tomo su mochila, y en el cambio de profesor, emprendió la huida. En el camino se encontró a Nabiki.
- ¿Has visto a Akane? - preguntó el chico casi sin detenerse. Nabiki le entrego un papel con las tareas de hoy.
- No, no la he visto desde la comida -
- ¿No le habrás dicho anda verdad? -
- Ni un solo dato... - respondió Nabiki. Esto tranquilizó a Ranma. Nabiki era bastante excéntrica, pero nunca mentía. Puede que Akane se hartara de la situación, y que con un enfado pasajero, se fuera a casa a descansar. Seguramente estará cansada de que por mucho preguntar, nadie le digiera nada sobre que le pasaba a Ranma. El chico en cuestión, decidió que antes de volver a casa, pasaría por el Uchan's.
Ryoga tocó la puerta de la habitación de Ukyo varias veces, sin recibir respuesta. Le había costado mucho subir, ya que se había perdido muchas veces. Sin embargo, aquí estaba, y Ukyo no se dignaba a responderle.
- Ukyo... Abre de una vez, tengo que hablar contigo... - Ryoga se estaba cansando de tanto silencio - Ukyo, voy a entrar, estés lista o no... - dijo mientras retorcía el manillar de la puerta, y la abría. A sorpresa fue mayúscula cuando vio que no había nadie en el interior. Ukyo no estaba. Ryoga, entró en la habitación, y empezó a mirar por si estaba escondida. Pero nada.
- ¿Que haces? - se oyó detrás de Ryoga. Esté se giró rápidamente, pera ver a Ukyo en bata, y con una toalla en el pelo. Se había estado bañando, y Ryoga se no había dado cuenta.
- Oh, lo siento... Yo.. Ya me voy... - dijo Ryoga, mientras se tapaba la nariz por miedo a que saliera sangre.
- No hace falta... Solo... date la vuelta... - Ukyo abrió su armario y empezó a ver ropa, mientras Ryoga se daba la vuelta bastante nervioso, y miraba el escritorio.
- Yo... yo quería, pedirte perdón... por lo de.. lo de ayer - Ryoga luchaba por sacar las palabras.
- No te preocupes, no fue culpa tuya... -
- Bueno... Pues... No entiendo... -
- ¿Mi enfado? Solamente es que tengo demasiadas cosas en la cabeza - finalizó Ukyo. Ryoga estaba claro que no entendía nada, y no sabía donde mirar. En una de esas, observó que encima del escritorio había una libreta abierta. Sin querer, en la primera pasada rápida, reconoció exactamente lo que era.
- Ryoga... Hace días te dije que te replantearas el seguir con esto o dejarlo. Ya sabes mi opinión sobre tus sentimientos hacia Akane. ¿Aún así quieres invitarla? - Ukyo preguntó mientras seguía mirando que ropa ponerse.
- Bueno... Es verdad que solo puede que me guste, al igual que otras chicas. Pero quisiera intentarlo. Solo por una vez, quisiera salir con una chica. Y pasármelo bien con ella -
- ¿Aunque no fuese Akane? -
- Aunque no fuese ella.... - dijo finalmente Ryoga. Ukyo se puso detrás de él, le paso las manos por la cintura, y le mostró una ropa que en ellas llevaba.
- Báñate y ponte esta ropa... La lección de hoy nos llevará toda la tarde - Ryoga la tomo, y se dispuso a ir a la puerta - Pero no se te ocurra darte la vuelta... es que... estoy desnuda - Nada más oír esto, dos cataratas de sangre salieron de la nariz del chico. Temblando se dirigió lentamente a la salido intentando no mirara a ninguna parte más. Ukyo sonrió mientras veía a Ryoga nervioso y perdiendo litro de sangre. Estaba con un camisón que le tapaba perfectamente.
- "Esto por venganza" - dijo sacándolo la lengua aunque no le viera - "Eres idiota respetuoso".
Ranma salió corriendo del Dojo Tendo. Akane hoy tampoco se encontraba en casa, y eso le hizo sospechar. Pero no tenía tiempo que perder. Así que se encomendó a Dios, y lo que el quiera. Se había puesto una bufanda por si la situación lo requería, y se había escondido la trenza. Solo le faltaban
Las gafas de sol, y parecería un espía de la KGB. Finalmente, llegó al Uchan's, pero no había nadie. ¿Ukyo no había llegado? Pero Ranma vio como en fondo de la sala, estaba la pizarra con un nuevo esquema.
- Mierda, ya han dado la clase - de quejó Ranma en voz alta -"Aun así, puedo copiar la pizarra." - pensó, mientras cogía su libreta, y empezaba a anotar, sin saber que una persona le estaba espiando.
Mientras, Ukyo y Ryoga caminaban a la feria. Ukyo iba vestida de un traje tradicional japonés, mientras Ryoga usaba un kimono (masculino) prestado de Ukyo. Sin embargo no se quitó la cinta, ni Ukyo se retocó el pelo. Y esto era el motivo e la pequeña discusión que tenían.
- ¡Las prácticas son para ti! ¡Deberías saber arreglarte! ¡quítate esa bandana! -
- ¡Tu ni siquiera te has arreglado el pelo para el kimono! ¡También eres una pasota! -
- ¡No había tiempo! Arreglarse el pelo lleva una hora, y necesitaba ayuda... - se quejó Ukyo - así parecemos desarreglados...
- Da igual... - suspiró Ryoga. Vale que vinieran a practicar a la feria de invierno, pero no le gustaba la idea de vestirse así. Hacía mucho frío.
- Bueno Ryoga... Empecemos con la práctica. Salir con una chica a una feria o parque de atracciones, posee sus pros y contras. Aquí podréis divertíos y crear un buen ambiente de amistad, pero es muy difícil pasar de eso. Además puede pasar que alguno de los dos se acabe enviciando a algún puesto, y deje tirado al otro. Puede acabarse el dinero, y lo peor, podéis perdeos. Pero excepto eso, puede ser una divertida velada donde te ganaras el corazón de la chica poco a poco - Decía Ukyo mientras Ryoga asentía - Lo mejor en estos caso es repartir el dinero, y que cada cual pague lo suyo. Así ella no se sentirá mal, ni tu te arruinarás - Ryoga y Ukyo llegaron a la entrada de la feria, y vieron que, aunque era bastante temprano ya había gente. Ukyo pensó un momento, y se agarró al brazo de Ryoga. Este se sorprendió bastante.
- ¿Que pasa? - preguntó Ukyo.
- Que calentito... -
- ¡Pervertido! -
- Es que con este traje se pasa mucho frío - Sonrió Ryoga mientras Ukyo le devolvía la sonrisa.
- En cuanto puedas debes usar la excusa de no perderos para agarrarla de la mano o de la cintura. Si caminas entre mucha gente, puede que ella se agarre a ti como yo, y salgas ganando - Aconsejó Ukyo.
Ranma terminó de anotar lo que la pizarra decía. Según la pizarra, Ukyo y Ryoga deberían estar practicando en la feria de invierno. No quería perderse detalle, así que decidió tomar la iniciativa, y seguirle. Su estilo era mas de acción que de espionaje, pero debía obtener cuanta más información posible. Guardó sus cosas, y de un salto calló en la calle. Corrió hasta la esquina, pero antes de doblarla se detuvo. Ella estaba allí, con cara sorprendida.
- A... Akane... - balbuceó Ranma. Akane no dejaba de mirarlo. - Yo...esto... -
- Hola Ranma... - saludó Akane. Y empezó a caminar. La cara perpleja de Akane era un poema. Ranma quiso detenerla, pero no pudo reunir el coraje. Finalmente su prometida se perdió en las rozadas calles atardecientes.
Ryoga y Ukyo se lo estaban pasando fenomenal. Aunque en los primeros puestos que visitaban, Ukyo le señalaba lo que debía o no hacer, con el paso del tiempo, esto se fue olvidando, y tanto Ukyo como el chico reían en cada cosa que entraban. Probaron en el tiro al blanco, la casa del terror, consiguieron varios peces en la prueba de sacarlos de la piscina, comieron algo de ramen en un puesto de comida rápida. El recuerdo de que esto era una practica, llegaba de muy en cuanto por parte de Ryoga, que hacia alguna que otra pregunta. Pero a todas, Ukyo respondía "esta bien Ryoga". Pero Ryoga también se empezaba a olvidar el motivo por el que habían venido, dejándose llevar por el huracán de diversión que la feria les obsequiaba. En puesto de consolas, Ukyo se fijó. Y exigió a Ryoga el probar suerte en esa.
- ¿Y si alguno se acaba enganchando en una máquina? -
- Nos lo pasaremos bien Ryo... - dijo Ukyo jalándole del brazo. Ukyo desde hace unas horas, le había cortado el nombre al pobre Ryoga, advirtiendo que así no gastaba tanta saliva.
- Está bien - respondió el chico cerdo. Los dos muchachos se metieron en la tienda, y vieron gran variedad de juegos, al igual que de chicos y parejas. Ukyo decidió que era mejor jugar a uno en que pudieran jugar los dos, y no tardo en señalar la máquina de baile. Pero Ryoga se negó en rotundo. En cambio Ryoga opto por uno de disparos, pero a Ukyo le pareció demasiado violento. Finalmente se sentaron en una máquina de peleas (NdA: ¿y eso no es violento?). Echaron unas monedas, y apretaron el botón de selección.
- Espera ¿Esto es tu contra mí? - pregunto Ukyo, al ver que los personajes aparecían en la pantalla uno frente al otro.
- Claro, así es con todos -
- Pero yo no quiero luchar contra ti... - replicó Ukyo, antes de darle una patada al personaje de Ryoga. Este se quedo alucinado con la estrategia de Ukyo, que no paraba de intentar golpear a Ryoga.
- ¡Oye, has hecho trampas! - se quejó, dándole un gancho a su compañera.
- ¿Es que no sabes que en el amor y en la guerra todo vale? - sonrió la chica, mientras atacaba con las piernas a ras del suelo.
- Ahora verás... ¡Hadoken! - Ukyo recibió de lleno una onda de energía de Ryoga.
- ¡Tramposo! ¡Sabias jugar y no me lo dijiste! -
- ¿Quien decía eso de "En el amor y..."? - Ryoga se dio cuenta de que había recibido una paliza al ver el "You Win", y la postura del personaje de Ukyo. Ukyo, daba palmas de alegría y se preparaba para la siguiente ronda. Pero desgraciadamente en 20 segundos, era Ryoga quien salía vencedor.
- Vaya, veo que te lo has tomado en serio - dijo Ukyo, preparándose para el tercer round.
- Ahora veras quien es el mejor de los dos... - Respondió Ryoga. Que decir que recibió una paliza de la ganadora Ukyo, que saltando de alegría, agarraba el brazo de Ryoga y buscaba otro juego.
- No te enfades Ryo-chan - Dijo Ukyo esperando que Ryoga se enfadara por el apelativo cariñoso. Ryoga se fijo en uno que jugaba un chico. Trataba de un hombre que mataba monstruos a latigazos. Y aparentemente le emociono la idea. Ukyo se negó.
- Es solo de un jugador - alegó.
- Pues yo voy a jugar - dijo Ryoga, que hecho una moneda. La partida comenzó y empezó a controlar el personaje. Ukyo, enfadada, se sentó a su lado. Ryoga la miraba de reojo a cada rato. Parecía enfadada. Simplemente quería jugar a un juego solo, pero ella le daba demasiada importancia. Pero no soportaba verla así, hací que le hizo una señal para que se acercara. Esta extrañada lo hizo, y Ryoga le cedió el controlador de movimiento (el joystick).
- Tu mueves y yo golpeo - le dijo. Ukyo sonrió y prestó atención a la pantalla. Los dos intentaban coordinar los movimientos.
- ¡Pero no huyas! ¡sino, no le puedo pegar! - se quejó Ryoga.
- Pero.. ¡es que los monstruos son muy feos! -
- ¡Pero detrás hay más! - Ryoga al ver que Ukyo no le hacia caso, tomo el joystick y agarrando la mano de Ukyo la hizo avanzar. Ukyo se sonrojo al contacto puro de sus manos (NdA: pero si habéis ido del brazo...), mientras Ryoga seguía concentrado. Ukyo, viendo que no hacia nada, soltó el controlador, para sostenerlo de nuevo, encima de la mano de Ryoga.
- Ahora si que sí - dijo Ukyo, mientras se dirigía con el personaje hacia la izquierda, mientras Ryoga intentaba golpear todo lo que se moviera.
- ¡Ah! - Ukyo se asustó al ver un murciélago gigante aparecer.
- Es el jefe de la mazmorra. Ten cuidado que... - Antes de terminar la frase, la pantalla con "Game Over" aparecía. Ryoga se enfado, mientras Ukyo obtenía una risa estúpida. Pero finalmente los dos rieron poniéndose de pié buscando otra consola. Ukyo decidió encariñarse con uno muy bonito de conducción, donde te metías en la cabina del piloto y todo. Ryoga le dijo que de acuerdo, y la dejo montar, mientras el hachaba la moneda.
- ¿Y tu? - preguntó la chica.
- No pasa nada, yo me espero -
- Nada de eso, sube -
- Pero eso no... -
- Tu súbete, aquí nos acomodamos - dijo Ukyo tirando de él. Ryoga se subió también al asiento, pero era demasiado estrecho para los dos. Ukyo se sentó encima de Ryoga, y tomó el volante.
- ¡Oye! -
- No pretenderás que seas tu el que se suba encima mío. Aquí yo soy la dama delicada - dijo Ukyo sonriendo - Y no se te ocurra tocar si permiso ¿eh? Cuidadito con las manos - continuó. La partida empezaba, y Ukyo se encargaba de volantes y Ryoga de los pedales. Ryoga tomo de la cintura a Ukyo, para que no se moviera tanto. Pero en tanto brincos, Ukyo se hecho para atrás demasiado, y aplastó a Ryoga. Este salió a la superficie como pudo. Pero cuando se dio cuenta las caras de él y las de Ukyo estaban muy juntas. Los dos se oían las palpitaciones del otro, y notaban perfectamente sus alientos. Poco a poco Ukyo, sonrojada, cerro los ojos, en espera de la reacción de Ryoga. Este, dejándose llevar por el momento, intentó cerrar los ojos y proseguir con lo que los dos esperaban. Pero algo le detuvo.
- Esto... Ukyo - Ryoga señalaba con un dedo.
- ¿Uh? - Ukyo abrió los ojos algo decepcionada y avergonzada, cuando vio que Ryoga señalaba con un dedo a una persona que observa la escena. No era nada más ni nada menos que el encargado.
- Vaya parejita... ¿No soy muy mayores para hacer estas gamberradas? - dijo el encargado. No hace falta decir, que les echaron ipso facto del local.
Ranma volvía al Dojo Tendo, defraudado por no haber encontrado a sus amigos. Pero si algo superaba su frustración, era el miedo. Akane le había pillado cerca del Uchan's, y su cara no reflejaba mucha ignorancia que digamos. Una cara sospechosa le abría gustado más que esa cara de sorpresa neutra con la que la vio. ¿Que demonios abría visto? Y lo peor ¿Que demoniaca conclusión habría sacado? Por una vez, Ranma no sabia que esperar. Un interrogatorio, una paliza, o una discusión de esa que marcan época. Por suerte, parecía tener a la familia de lado, así que si eso llegaba a ocurrir, tenía la ventaja dado que tenía el apoyo de la afición.
- "En fin, que sea lo que Dios quiera" - dijo, antes de entrar.
- Hola Ranma - se oyó una voz detrás del chico. Ranma se dio la vuelta y voy una Akane algo más calmada.
- Ho...hola... - Ranma intentaba medir sus palabras y no decir nada incoherente, cuando se dio cuenta que Akane entraba a la casa, ignorándolo completamente.
- "No se si esta enfadada o frustrada por no sabes lo que pasa" - pensó el chico antes de entrar.
Ukyo estaba en su habitación escribiendo en su cuaderno. Lo había pasado muy bien, y Ryoga no había metido la pata como en otras ocasiones, con sus frases "rompe-ambientes". Aunque en el camino de vuelta, en principio estaban bastante sonrojados y nerviosos, después las risas y la alegría de la diversión tomo parte de la conversación. Una vez dentro de Uchan's, Ryoga le agradeció la tarde que pasaron, diciendo de que, aunque eran unas prácticas, se lo había pasado de maravilla. Ukyo le sonrió y también le dio las gracias por la velada, antes de subir a su habitación. Aún oía el caminar de Ryoga por la casa. Sin embargo no le importaba, ya que su escritura marcaba en tinta algo que ya había decidido. Al oír como Ryoga se acostaba, sonrió, y tapando su bolígrafo, emprendió camino a su cama. Después de días, hoy podría dormir tranquila. En la libreta, que había dejado abierta Ukyo, se podía leer perfectamente "Ranma: 7 puntos. Ryoga 8 puntos"
Akane entró severa a la habitación de Nabiki, que leía un libro antes de dormirse. Esta, se sorprendió de la rápida entrada de su hermana pequeña, que cerró la puerta tras sí, y se acercó a ella.
- Nabiki, se que seguramente Ranma te ha pedido que no digas nada. Así que hagamos un trato. Yo diré a la conclusión que he llegado después de todo lo que he visto, y tú solamente me dirás si es correcta o no ¿De acuerdo? - preguntó Akane, muy seria. Nabiki cerró el libro, lo pensó un momento, y sonrió.
- Ok... Empieza - finalizó, antes de que su hermana empezara a hablar.
Fin del capítulo 3
[Terminado a las 00:07 de la noche, horario de Greenwich]
[Cigarros en el cenicero: 4]
[Tazas de Café servidos: 1]
[Haiku de esta semana]
Sigo corriendo,
al horizonte frío.
Cadenas negras
[Esto no es gracioso, además, no hay referencia estacional ¡suspendido! TT (si la hay, es el invierno. "Horizonte frío")]
NdA: Cierren puertas y ventanas! Batto ha aparecido! Capítulo dedicado a afianzar la situación de una de las parejas, la de Ryoga y Ukyo (Ranma y Akane no salen mucho). La escena en las recreativas es prácticamente el resumen de toda la relación de Ryoga y Ukyo. ¿Hasta cuando podré seguir con este ritmo de escritura? Bueno como tampoco tengo mucho que decir respecto al capítulo anterior, pues reanudamos la sección "¡Preguntas que nunca se hicieron sobre ideas estúpidas que no vienen a cuento!", esta vez, sobre kameos que algunos se habrán dado cuenta, pero que al resto le pasará desapercibidos.
1) Que película de Disney están viendo Yukino Mousse y Ryoga en el capítulo 2? R: No es nada más y nada menos que Aladín. La escena en cuestión es cuando al pordiosero de Aladín lo encierran , y su mono Abu lo va a salvar, forzando las cadenas. Yuki-chan cree que por culpa del mono que todo le salía mal al villano de turno, Jafar (recordemos también que quien le roba la lampará a Jafar, etc...).
2) Que es lo que ve Ryoga antes de empezar las clases en el episodio 2? R: Si existe una serie de imagen real tan famosa como longeva en Japón, esa es "Toyama no Kin-san". Toyama es un juez del periodo Edo, con un gran tatuaje de una lluvia de pétalos de Sakura en el hombro izquierdo. Pero con el sobrenombre de Kin, se infiltra disfrazado en los barrios bajos para investigar los casos de sus criminales, aunque siempre enseñando su tatuaje. La escena clave de los capítulos es cuando Toyama enseña en el tribunal al acusado su "tatuaje de la lluvia de pétalos de Sakura". Así, el criminal se da cuenta que por mucho que mienta, el juez ya conoce toda la verdad. (que frikis estos japos ¿no?)
3) A que juegan Ryoga y Ukyo en las máquinas recreativas en este episodio. R: El primero es Street Figther II Turbo, el padre de todos los videojuegos de pelea. Ryoga toma el rol de Ryu, mientras que Ukyo toma la de Cammy. El segundo que juegan es el Castlevania, las aventuras de Simon Belmont, en el castillo de Dracula. Finalmente el tercero y mas cariñoso es el Sega Rally, unos de los primeros, cuando se veía el coche de vista de arriba, y solo se podía jugar de uno (por eso se montan juntos jeje). Son tres juegos que marcaron mi vida en las recreativas.
Hoy me he extendido demasiado también (la cafeína mata... De cansancio) pero espero que les haya gustado. No he recibido ningún reviews nuevo desde la ultima subida (aunque fue hace menos de un día) pero sigo esperando.
H.Battosai.
