Crónica de una Muerte
Capítulo 3: Todo lo que eres, te lo he dado yo
-No tienes porque preocuparte de eso, querida, yo puedo encargarme perfectamente del asunto...-
-No se trata de eso, Clark... no me dejan hacer nada... y eso me tiene tremendamente aburrida... necesito hacer algo... deja que me encargue de eso ¿si?...- dijo con expresión de niña buena para convencerlo, eso siempre funcionaba con él.
-Bueno, pero después no vengas a pedirme ayuda ¿eh?-dijo bromeando.
-¿Ayuda?... el hecho de que haga parte de la nobleza no significa que no sepa hacer cosas...- refutó indignada.
-Cariño, no te enojes, lo sé... sólo era una broma...- respondió el chico conciliadoramente mientras le pasaba uno de sus brazos por los hombros –Puedes encargarte de los preparativos de la fiesta entonces...-
-Gracias, Clark... por eso te quiero...- exclamó alegre mientras saltaba sobre el chico para darle un beso.
-Deja, deja...- decía impaciente mientras trataba de sacarse a la chica de encima.
-uy! Que cismático se ha vuelto el señor... como quieras... no eres tan irresistible como para rogar que te dejes querer...- dijo haciendo un puchero y cuando el chico iba a responder, ella lo interrumpió abruptamente. - ¿sabes cuando regresa mi madre?..- a la pregunta el chico se puso muy serio.
-Aisel, mi hermano ya te lo dijo... ahora debo irme... tengo muchos pendientes por terminar...-
-Pero...- la chica no pudo seguir porque el joven de ojos grises ya se había ido.
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-Todo lo que eres, te lo he dado yo...- esa frase resonaba en su mente una y otra vez, ¿por qué estupidez le decía eso?.. ¿Acaso él le había enseñado a caminar, hablar? ¿Acaso quién era su madre entonces si todo lo que era ella, lo había hecho él?... ¿era acaso que su habilidad para hablar con personas que ya habían muerto se la había dado él?... ¿Cómo se atrevía a decir eso si hasta hace unos meses no se conocían?...
Trato de dormir, pero no le era posible, una y otra vez veía su rostro y le oía repetir esa frase... miró al techo buscando una respuesta.... ¿conocía a su prometido?.... ¿Era eso lo que le esperaba por los próximos años cuando estuviera casada con él? –Todo lo que eres, te lo he dado yo- esa frase no hacía otra cosa más que demostrar su prepotencia, ¿es que dependía de él acaso?... no, ella era lo bastante autosuficiente como para sobrevivir sola si ese era el caso.... Se le ocurría que ni siquiera necesitaría su título de nobleza para ello...
-Eres una niña mimada- también le dijo –No conoces de sufrimientos en tu mundo...- siguió diciéndole como si él fuera el gran mártir... pensó sobre su vida... y sí, era cierto que en toda su vida no hallaba mayor suceso para que opacara su felicidad, había sido feliz y lo seguía siendo hasta ahora... o.....ahora que lo pensaba mejor, todo había sido demasiado perfecto, no hallaba dolor alguno en su vida, nada, nada en absoluto... hasta ahora... era como si hubiesen dejado de rodar la película que veía siempre... su mundo era perfecto, pero ahora tenía visión del sufrimiento, del dolor... veía a su pueblo.... El pueblo del que ella se sentía orgullosa, no era nada de lo que ella pensaba... ella misma experimentaba un vacío que no se explicaba...
No tuvo otro remedio que levantarse de su cómoda cama... necesitaba respirar un poco de aire para alejar aquellas ideas de su mente y despejarse un poco, caminó con paso lento y sigiloso por entre los pasillos... no quería que se dieran cuenta que andaba levantada a esas horas, de seguro la harían volver de inmediato a su habitación... era una noche fría y al salir al exterior del castillo, pudo sentir como un viento helado rozaba su piel, algo que instintivamente la hizo frotarse los brazos en busca de algo de calor, pero fue inútil, hubiese traído la manta consigo.. Sus cabellos negros empezaron a revolotear por su cara al compás del viento, su cuerpo empezó a temblar, pero aun así no quería volver al interior... quería apaciguar el extraño sentimiento que había surgido en ella, ni siquiera sabía que era... la gran tranquilidad que encontró en el lago cerca a los jardines del palacio, la hizo perderse, su mente se quedó en blanco y sólo se limitó a observar, a oír el murmullo del agua.
-Es una pena que una belleza como tú se desperdicie de esa manera...- oyó decir, algo que la sobresaltó por un momento, pero luego se dio cuenta de quién era la voz.
-Hacía mucho tiempo que no me visitabas...- dijo sin siquiera quitar la mirada del lago.
-No quería ver la actividad de palacio...-
-¿Por qué dices que estoy desperdiciándome?...-
-La tierra de la ilusión es muy acogedora, pero cuando veas la verdad, no querrás volver a estar ciega...-
-Eleanor... no te entiendo...- dijo mientras por primera vez se volteaba a mirar a la zona de donde provenía la voz. –Se fue...- susurró, aunque en realidad nunca hubo nadie allí, al menos nadie que estuviera vivo.
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Hacía ya más de un mes que su amiga había partido, y todavía le dolía como si hubiese sido ayer... parecía que nunca se iba a acostumbrar a su ausencia... sí, tal vez era cierto que hacía un tiempo que no habían estado muy en contacto y que cada quien había ido por su lado, pero... sabía que estaba ahí, sabía que siempre podía telefonearle, o visitarle si ella quería... pero ahora todo era diferente, ahora ya jamás podría hacer eso... ese, ese precisamente fue su error... no valorar lo que tuvo en su momento, el pensar que en ningún momento iban a cambiar las cosas, que pasare lo que pasare, su amiga siempre iba a estar ahí, pero que equivocada había estado, mientras la alegría de su amiga se consumía poco a poco y esta se hundía en su propio mar de pesares, ella seguía por su lado, ajena a lo que pudiera pasarle, muchas veces sin dignarse a preguntarle como estaba... ahora se arrepentía en el alma de las veces que, por prisas, no escuchó a su amiga cuando le llamaba para hablarle... ella se preocupaba siempre de lo que pudiera pasarle, le decía que le contara sobre su vida, cuando lo que en realidad quería, era que a ella misma se le preguntara por su vida, que se preocuparan por ella, ¿era tan difícil hacer sentir querido a alguien?.... ¿era para ella tan difícil?... ahora todas las noches sin excepción, lloraba... a pesar de que las lágrimas no servían de nada, era lo único que podía hacer para apaciguar un poco el dolor que llevaba en el alma...
-siempre me importaste Serena, siempre... fui tan necia...- decía entre sollozos mientras se aferraba fuerte a su almohada –Lo siento... Lo siento mucho... nunca podré terminar de pedirte que me perdones desde donde estés...-
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-Rei, no seas tonta... siempre contarás conmigo ¿de acuerdo?-
-Lo sé cabeza de chorlito...-
-de haber sabido que estabas peleando con Nicolas hubiese venido mucho antes...-
-Pero no eres adivina, no te lo dije...-
-Ya verás como ese Nicolas se las verá conmigo... bajo ninguna circunstancia nadie se puede atrever a hacer sufrir a Rei Hino...-
-¡¡Que exagerada eres!!... que tampoco me estoy muriendo!..-
-Pero igual siempre me gusta defender a lo que quiero...- dijo la rubia dándole un abrazo fuerte a la peliinegra.
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Miró la foto que había en la mesita de noche... era un retrato de ella, sonriente, abrazada a él... aún sentía su calor si cerraba los ojos, aún podía sentirla
Ahora que no estas... los árboles del parque
Juraron no crecer, hasta que vuelvas...
Se había convertido en una sombra andante, no sabía porque aún seguía haciendo su carrera, nada tenía sentido para él, sus sueños se habían venido abajo con ella, no tenía por quién luchar, no tenía a nadie, solo quería irse con ella y decirle que la amaría por siempre, ahora sus sueños se habían convertido en pesadillas que lo asechaban en las noches
Porque ahora que no estas, no pueden escaparse
Contigo a esos lugares donde sueñan
Pero al llegar la noche todo cambia...
Escucho a esas voces, son amenazas
Se miró al espejo y vio un reflejo de alguien que no era él, un chico demacrado, despeinado, con la barba crecida y sin el más mínimo brillo en sus ojos
¿Qué pasa ahora? No entiendo nada...
He visto sombras que me alcanzaban
Se refugiaba en las cosas de ella que tenía en su departamento, la blusa que conservaba su aroma, los pocos retratos que ella le había convencido de que se sacaran, no quería dejarla ir, no quería que su recuerdo se borrara, no, es que no quería convencerse de que era un recuerdo, la conservaba viva, la llevaba consigo siempre, no importa donde estuviera, siempre la sentía y así quería hacerlo siempre, no quería creer que ya no la vería sonreír... de alguna manera esperaba verla aparecer por la puerta de su departamento, tan alegre como siempre...
Ahora que no estás, que no te puedo ver
Las luces del puerto, se han apagado...
Ya no hay canciones, tampoco hay versos
No me preguntes ¿Qué está pasando?
Un día Andrew le había dicho que había que continuar con su vida, que era tiempo que empezara a vivir de nuevo, que tarde o temprano alguien más ocuparía su corazón, que buscara nuevas esperanzas... pero es que la única esperanza era ella... si la esperanza de su mundo había muerto... ¿qué podía querer ya?... dios, las cosas se habían vuelto tan locas desde el día que su presencia desapareció... visitaba su tumba cada vez que podía, le hablaba, le contaba sus cosas... pero en alguna forma, pensaba que le estaba escuchando desde otro lugar, le parecía que la tumba estaba vacía, que ella no tenía porque estar allí.. no tenía porque... alucinaba a veces viéndola regresar a sus brazos... la esperaba, la seguía esperando... no tenía porqué reemplazarla, estaría con ella de una u otra forma.
Ahora que no estás, que no te puedo ver
La isla y los montes, se han juntado....
Ya no hay mareas, tan solo espero...
No me preguntes ¿Qué está pasando?
Ahora que no estás....
Ahora que no estás...
Evitaba llegar a su departamento, retrasaba ir a dormir lo más que podía, se había refugiado en lugares públicos, hablando con desconocidos, no quería estar solo, pero tampoco quería demasiada compañía, siempre buscaba intoxicarse con el ruido de la ciudad y regresaba a altas horas de la noche cuando las calles ya se hallaban vacías...
Ahora que no estás, ya no existe el silencio
Y oscuros desiertos... son las calles...
Que ahora que no estás, no pueden escucharte
Quizás a lo lejos, casi puedo tocarte
No era él, ya no era él, sólo era un cuerpo vacío que se movía por inercia, se sentía envuelto en una bruma pesada y densa... lo único que quería era verla... verla aunque fuese por una última vez y decirle que nunca la abandonaría, que siempre estaría con ella, que la quería tanto que dolía, que no hiciera caso de su necio comportamiento, cuando la alejo de él sin siquiera darse cuenta... era ella o nadie... pero sólo por ella volvería a vivir... solo por ella lucharía por lo que quería... entregaría todo lo que no pudo darle a ella, no a una mujer, sino al dolor mismo que veía a diario a su alrededor... todo lo que era él ahora, se lo debía a ella, y era justo que ahora se lo retribuyera...
Pero al llegar la noche, todo cambia...
Escucho a esas voces, son amenazas
¿Qué pasa ahora? No entiendo nada...
He visto sombras que me alcanzaban
Ahora que no estás, que no te puedo ver
Las luces del puerto se han apagado...
Ya no hay canciones, tampoco hay versos
No me preguntes ¿Qué está pasando?
Ahora que no estás, que no te puedo ver
La isla y los montes, se han juntado...
Ya no hay mareas, tan solo espero
No me preguntes, ¿Qué está pasando?
Ahora que no estás....
Ahora que no estás...
NOTAS DE LA AUTORA: Y esto es lo que queda del producto de no querer dormir bajo ninguna circunstancia, espero que lo que salió del tecleo a las 3 de la mañana, sea de su agrado, dejen reviews please, me gusta saber su opinión... ah! Y acepto sugerencias para próximos caps... a veces uno se queda sin ideas...
Y pues, recen porque pueda pasar las dos materias que tengo al pendiente en este semestre... no me sería para nada conveniente reprobarlas... y tampoco para ustedes... jejeje.... Estaría de mal genio para escribir...
Con cariño,
Moonlight8
