Capitulo II:

"Eterno juramento"

Los días pasaban, Hilda y Sigfrid se seguian encontrando en el árbol donde se habían conocido.Ella lo acompañaba a cazar y el disfrutaban mucho de su compañía.

Se sentaron a la sombra de un árbol, Sigfrid extrajo un paquete de su bolso y se lo entrego a Hilda.

"Esto es..." Dijo Hilda mirando el contenido del paquete

"El día que no conocimos te olvidaste esta muñeca, estaba rota y yo la repare" le dijo, Hilda lo miro y su sonrisa se ensancho

"¡oh! Sigfrid pense que la había perdido, que buen niño eres" Sigfrid la miro a los ojos y aparto la vista, Hilda se le acerco y le beso la mejilla, sigfrid se sonrojo, pero tomo coraje para decirle a Hilada lo que había estado pensando hace mucho

"Hilda"

"Sí"

"Sabes desde niño me han dicho que he nacido para proteger a costa de mi vida a una persona que no conozco, cuando cumpla dicisiete años mi destino quedara sellado" Le contaba Sigfrid que tenia la vista perdida en el cielo.Hilda lo escuchaba atento ya que su futuro era algo parecido, un día ella velaría por el bienestar de todo Asgard a costa de su vida. "pero yo en realidad..." Sigfrid miro a Hilda y le tomo ambas manos "...yo quiero protejerla a usted con mi vida, protegeré y luchare por esa otra persona, pero mi vida la daré por usted, nada mas que por usted, señorita Hilda" Concluyo, Hilda lo miraba esas palabras la hacían muy feliz.

"¡Oh! Sigfrid" Se levanto y le tomo la mano "Ven", llegaron la árbol en donde el destino los unió.

"Haremos un pacto, un juramento" Hilda tomo una cinta de sus cabellos y la deposito en el suelo "Sigfrid dame algo tuyo" este le entrego un colgante, Hilda cavo un poso y coloco ambas cosas dentro, luego tomo un pequeño cuchillo del bolso que llevaba Sigfrid y se pincho el dedo "Ahora tu" Le dijo a Sigfrid y este hizo lo mismo que hilda, ambos dejaron caer gotas de sangre en el poso junto con la cinta y le colgante.Hilda tapo con tierra el poso.

"Ahora juntemos nuestros dedos para sellar la promesa"

"¿Qué promesa? Hilda"

"De que siempre estaremos juntos, Sigfrid"

"Y de que yo la protegeré con mi vida; lo juro por Odin" Ambos juntaron los extremos de sus pulagares.sus sangres se mezclaron, el pacto había sido sellado para toda la eternidad baje ese arbol.Ignorando sus linajes, su futuro, solo pensaron en ellos y en ese momento.

Cinco inviernos habían pasado desde el juramento.

"Señorita Hilda, ¿dónde esta, niña?" La buscaba unas de las criadas del palacio. Pero Hilda como todos los días, desde hacia cinco años, se escapaba por la ventana de su habitación después de terminar sus estudios.Tomaba un caballo e iba por el sendero para llegar al bosque. Escondia al caballo y se adentraba en el bosque.Todas las tardes se encontraba con Sigfrid bajo la sombra de aquel árbol.

Sigfrid se encontraba de espaldas, Hilda se acerco en silencio y le tapo los ojos "¿Quién soy?" Le pregunto dulcemente, Sigfrid se dio vuelta y se encontró con la dulce sonrisa de Hilda, con sus brazos le rodeo la cintura y la atrajo hacia él, Hilda le rodeo el cuello con sus brazos. Sigfrid loa beso tiernamente y luego le acaricio la mejilla "Hilda" La estrecho contra su cuerpo y le besaba los cabellos.

"¡Oh! Sigfrid te amo tanto, lamento que nos podamos ver tan poco" Dijo con un dejo de tristeza

"Mi dulce Hilda" La aparto y con la mano le levanto el mentón para encontrase con su mirada "Yo agradezco cada momento que estoy a tu lado, aunque sean segundos" Le dijo y la beso.

"Sig...¿Sigfrid?" Dijo un muchacho que apareció detrás de un árbol, ambos se dieron vuelta y dijeron al unísono

"¿Hagen?"

"Pero¿qué haces abrazando a la señorita Hilda?" Pregunto Hagen con el entrecejo fruncido

"Creo que has interrumpido Hagen" Le dijo Freya que se acercaba

"¡HERMANA!" Exclamo Hilda sorprendida

"¿Qué demonios sucede aqui?"dijo irritado Sigfrid

"La señorita que estas abrazando, no es otra que la futura sacerdotisa de asgard, Hilda de Polaris" Le explico Hagen

"¿Eh?" Sigfrid estaba confundido

"Y tú eres uno de los dioses guerreros que la protegerá"

"¿Qué?" Provino de Hilda, Ambos se miraron, habían omitido el pequeño detalle de decirse quienes eran.

"Vamos Hagen, creo que mi hermana tiene que hablar con él"

"Como quiera usted señorita Freya" Ambos se marcharon.

Sigfrid seguí mirando totalmente sorprendido a Hilda "O sea que eres tú la persona por la cual debo dar mi vida, la que he nacido para proteger"

"Y tu uno de los siete guerreros que me protegerá"

"Esto es maravilloso, Hilda, es el destino, es Odin el que no ha juntado" la levanto y la hizo girar por los aires "Podré estar siempre a tu lado" La dejo caer contra él

"Sigfrid es que todavía no lo puedo creer" Le tomo el rostro entre las manos "Creo que serás mi guerrero mas mimado" le dijo y lo beso

los días pasaban los meses los años, habian pasado otros cinco inviernos, pero ellos no prestaban atención solo tenia ojos para ellos.

Una tarde mientras caminaban por el bosque Sigfrid le hizo una propuesta.

"No lo puedo creer" Le dijo sorprendida Hilda

"Pues créelo, quiero que te cases conmigo, Hilda y no me importa no tener linaje alguno quiero que seas mi esposa"

"Me haces muy feliz Sigfrid, por supuesto que me casaría contigo, nada me haría mas feliz que pasar el resto de mi vida a tu lado" Y ambos se entrelazaron y se besaron bajo el árbol que vio crecer su amor.

Hilda se separo de Sigfrid pero antes de regresar al palacio, se dirigió al altar donde solía rezar por asgard, quería agradecerle a Odin su buena fortuna.

Pero el destino aveces es perverso, ya que al llegar allí, las aguas se dividieron en dos sumergiendo a Hilda en una oscuridad de la cual no pudo escapar.